sábado, 13 de mayo de 2023

 

ACORRALADO. 

Tras ver la primera temporada de la muy estimulante serie tv “Tulsa King”, protagonizada (y producida) por el tótem Sylvester Stallone en unos 75 esplendorosos años me he decidido a revisar a modo de homenaje los films que en mi adolescencia me lo hicieron encumbrar, y el Icono ochentero es sin duda (no sé para otros) es Rambo, pero el de la segunda parte en la jungla vietnamita, ya se que muy machacado por la crítica, con el sambenito de ser una obra hija del ‘reaganismo’,  pero yo guardo un entusiasta recuerdo de la simplicidad de una historia que me dejó extasiado, como digo con la mente de un doceañero me tuvo ojiplático ante ese héroe indestructible y vejado por todos, todo un festín de adrenalina y testosterona. Pero para llegar a ella comenzaré por el principio de su historia en cine (aunque yo llegué este film de 1982 tras ver el de 1985), con este “Acorralado” dirigido por Ted Kotcheff en su mayor éxito, para un proyecto basado en la novela de 1972 ‘First Blood’ de David Morrell, que muchos directores y estudios intentaron adaptar sin éxito en la década de 1970, queriendo darle diferentes matices a la historia, la adaptación pasó 26 versiones del guion, algunos incompletos. Nadie se ponía de acuerdo sobre el libreto ni quién lo protagonizaría, hasta que llegó a las manos de Stallone, que le dio el impulso definitivo. Los guionistas acreditados son Michael Kozoll (“Canción triste de Hill St.”), William Sackheim (“Los suegros”), y las aportaciones de Stallone, que suavizó la violencia asesina (con respecto al libro) del protagonista para hacerlo más simpático al espectador.  

 

En la película, Rambo es un veterano de Vietnam con problemas e incomprendido (tema ya tratado anteriormente en films como “El cazador” o “El regreso”) debe confiar en sus habilidades de combate y supervivencia cuando una serie de eventos brutales lo obligan a sobrevivir a una persecución masiva por parte de la policía y tropas del gobierno cerca del pequeño pueblo ficticio de Hope, Washington. Llegó a los cines en octubre de 1982, unos siete años y medio después del final de la Guerra de Vietnam. Los derechos de los veteranos seguían siendo tema importante, aunque su prominencia estaba disminuyendo. Con su mensaje sobre cómo los soldados que regresaban habían sido marginados por un país dividido que necesitaba desesperadamente curarse, “First Blood” buscó traer más a la mesa que la historia de un sobreviviente desquiciado que ataca a un grupo de fanáticos de mente cerrada, mostrando al héroe como una víctima del sistema que lo creó como máquina de matar y que luego, tras acabar el conflicto fue desechado y abandonado.

 

Una ágil y tensa aventura de supervivencia, en la que Kotcheff con ritma fluido, ha sabido generar empatía por el protagonista mediante las humillaciones y vejaciones a las que es sometido solo por su aspecto, su punto álgido en la comisaria cuando los re cuerdos de su suplicio en Vietnam le vuelve a la mente, por lo que cuando llegamos al zenit en los bosques (de la Columbia Británica-Canadá), donde John Rambo pondrá en funcionamiento sus habilidades para adaptarse al medio frente a sus malvados perseguidores, ávidos de sangre, el espectador está de su parte, deseamos (justicieramente) que acabe con ellos, lo sentimos como un David contra Goliat, donde a pesar de ser un ejército de solo uno tiene posibilidades en su ingenio y valentía. Ello con una estimable realización en los bosques penetrantes, ayudado por una muy dramática cinematografía de Andrew Laszlo (“Warriors”)en tonos apagados, con los cielos siempre grises, exponiendo un panorama adusto y hostil, con tomas generales que nos abocan a sentirnos en un medio salvaje infinito, y frente a ello un tipo ataviado con su cuchillo militar, y con muchas habilidades en el conflicto, como caza el jabalí, como huye saltando por un acantilado saltando de forma suicida, como se defiende de un helicóptero de la forma más cavernícola, como se vale él mismo para coserse sus heridas, como se refugia en una cueva, todo un vademécum de supervivencia extrema.

 

Enarbolado todo por la buena labor lacónica de Stallone, sabedor de sus capacidades se limita a unas pocas frases, a pesar de ello lo sentimos como animal acorralado, un mártir que no tiene escapatoria a su injusta cacería, donde su capacidad física es notoria, lo vemos como un experto en su arte de cazar, con acrobacias, con sentido atávico (esa vestimenta de saco), con conducción de motos, de un camión, saltando de tajos, huyendo por ratoniles grutas, en medio de explosiones, espectacular con esa MG en brazos (que luego sería Icono de su rol) , todo ello para desembocar en el rush final donde tiene tiempo para extenderse en su tormentoso mundo interior, con un monólogo vigoroso (**spoiler) que da sentido a su comportamiento, de trastorno de estrés postraumático. En su debe están las ansias de limar asperezas que hubieran dado sentido a su carácter salvaje impulsivo, y es que con toda la espiral de violencia que hay en la peli, la máquina de matar que es Rambo no mata a nadie directamente, y esto me resulta un insulto a la inteligencia (no es así en el libro, donde llega a una treintena de muertes a mano de Rambo). No cuadra con la personalidad robótica una vez metido en refriega de batalla, me es esto muy aséptico y quirúrgico, me resta veracidad (dentro de la lógica impuesta) y me hace fruncir el ceño, y es que cuando se trata de sobrevivir en un medio de guerra, cuando te enfrentas al enemigo eres tú o él, si lo dejas vivo o puede volver a matarte, lo que se llama darwinismo, este falso moralismo es una piedra en el calzado del resultado final de la cinta. Esto cambia en las secuelas, supongo que al no ser sus víctimas estadounidenses si se puede (¿?).

 

Todo esto sexteado por unos buenos secundarios, empezando por un siempre efectivo Brian Dennehy como el antagonista de la función, muy bueno en su rol Will Teasle, sheriff sibilino, que intenta proteger a su ‘parroquia’ de cualquier peligro de forasteros, sin caer nunca en la caricatura, con personalidad y carácter; Aunque el que roba escenas es Richard Crenna en el papel por el que ha pasado a la posterioridad, el Comandante de Boinas Verdes Sam Trautman, el mentor de Rambo, una presencia carismática que entra en escena con la lapidaria frase, "Dios no hizo a Rambo, lo hice yo", o con otra en la que suelta (más o menos), ‘No he venido a salvar a Rambo de ustedes, si no a ustedes de Rambo’, de mirada profunda, teniendo una química formidable con Stallone, lo que le hizo permanecer con él en las dos secuelas posteriores.

 

A destacar la fenomenal partitura musical del maestro Jerry Goldsmith (“La Profecía”), cargada de épica, de ritmo, de resonancias marciales que imprimen un pulso de ritmo sensacional.

 

En el momento de su estreno, fue ampliamente criticado el film por su sed de sangre. Sin embargo, si bien es violento y presenta una gran cantidad de momentos espeluznantes, el número de muertos es bastante bajo. De hecho, solo hay una muerte incuestionable (*spoiler); Nunca se confirma que tres hombres accidentados en un camión lo estén; Señalar que el número estimado de muertes en First Blood Part II, Rambo III y Rambo de 2008 son 67, 108 y 256, respectivamente.


Spoiler:

 

*Única muerte humana aparecida en la película es la de un policía con perfil de torturador y siendo esta accidental mientras Rambo actúa en defensa propia al arrojar una piedra contra el helicóptero desde dónde le disparan y cae el tirador al perder el equilibrio.

 

Stallone se sometió a un entrenamiento en habilidades de supervivencia y combate cuerpo a cuerpo que ayudaron a darle a la película un toque tan crudo y auténtico que entusiasmó al público de la época. Esto no impidió sus ya habituales visitas al hospital mientras hacía una película. Cuatro costillas rotas y una mano quemada fueron algunas de las heridas que sufrió al interpretar al ejército de un solo hombre más famoso del cine.

 

** "Nada ha terminado! Nada! Simplemente no lo apagues! No era mi guerra! Tú me preguntaste, yo no te pregunté! E hice lo que tenía que hacer para ganar! Pero alguien no lo haría. Vamos a ganar! Y vuelvo al mundo y veo a todos esos gusanos en el aeropuerto, protestando, escupiendo. Llamándome asesino de bebés y todo tipo de basura vil! Quiénes son ellos para protestar contra mí, eh? Quiénes son ellos? A menos que hayan sido yo y hayan estado allí y sepan qué diablos están gritando!... Allá atrás podía pilotar un avión de combate, podía conducir un tanque, estaba a cargo de un equipo de un millón de dólares, aquí atrás ni siquiera puedo tener un trabajo lavado de autos!" (John Rambo).


***El único final lógico hubiera sido la muerte de Rambo, qué sentido tiene seguir viviendo como un sufridor en prisión, de hecho, así acaba el libro, es alargar la agonía de Rambo. Aunque si lo hubieran hecho  que habría pasado con las exitosas secuelas.

 

Se rodó en Fraser Valley, en la Columbia Británica, Canadá, con un presupuesto de 15 millones de dólares a partir del 15 de noviembre de 1981 y hasta abril de 1982. Las escenas de la ciudad de la película se rodaron en Hope y los alrededores. Coquihalla Canyon Provincial Par , llamado Chapman Gorge en la película, mientras el resto de la película se filmó en Capilano Canyon, Golden Ears Provincial Park y Pitt Lake en Pitt Meadows.

 

En el libro, Trautman, mentor de Rambo, lo mata. El final de la película se desvió del material original porque se consideró "demasiado oscuro". En el momento en que se hizo First Blood, no se pensaba en secuelas, pero los cineastas creían que la audiencia había hecho una inversión emocional demasiado grande en la supervivencia del personaje principal como para eliminarlo, especialmente a manos de Trautman, la única persona el confiaba. Cuando la película ganó suficiente dinero para justificar una continuación, los ejecutivos de Orion debieron estar encantados de que Rambo pudiera vivir. (Por otra parte, si hubiera muerto, el bruto de la película probablemente habría sido sustancialmente menor).

 

En 1972, Lawrence Turman de Columbia Pictures compró los derechos cinematográficos de First Blood por 175.000 dólares. Richard Brooks estaba programado para dirigir y tenía la intención de que la película fuera una alegoría sobre las diferentes percepciones estadounidenses de los veteranos de la Segunda Guerra Mundial y la Guerra de Vietnam, con el Sheriff Teasle retratado con más simpatía que en la novela. Brooks originalmente quería elegir a Bette Davis como psiquiatra y a Burt Lancaster o Lee Marvin como Sherriff Teasle. La película habría terminado con Teasle ordenando a sus hombres que soltaran sus armas para tratar de razonar con Rambo, quien luego habría sido asesinado a tiros por un asaltante desconocido. Brooks planeó comenzar a filmar First Blood en Nuevo México en diciembre de 1972. La película no prosiguió porque la Guerra de Vietnam aún estaba en curso y Brooks abandonó el proyecto.

Posteriormente, John Calley compró los derechos de Warner Bros. Pictures por 125.000 dólares con la idea de elegir a Robert De Niro o Clint Eastwood como Rambo. Walter Newman escribió un guión con la intención de dirigir a Martin Ritt. La película habría criticado la cultura militar estadounidense y retratado al coronel Trautman como el villano de la película, terminando con la muerte de Rambo y Teasle. Ritt tenía intención de elegir a Robert Mitchum como Teasle y Paul Newman como Rambo.

Sydney Pollack consideró dirigir la película, con Steve McQueen pero luego lo rechazó porque lo consideraron demasiado mayor para interpretar a un veterano de Vietnam de 1975.

Martin Bregman entró en liza y contrató a David Rabe para escribir un guión, desarrolló su libreto pensando en Al Pacino para el papel y tuvo varias conversaciones con el actor, quien quería retratar a Rambo como una fuerza de la naturaleza después de ver la película Tiburón. Sin embargo, Pacino decidió no involucrarse porque la historia le pareció demasiado oscura. Después de la partida de Bregman, Mike Nichols consideró dirigir el guión de Rabe.

William Sackheim y Michael Kozoll escribieron el guión que sería la base de la película final en 1977, originalmente con la intención de que John Badham lo dirigiera, este quería elegir a John Travolta como Rambo, George C. Scott como Trautman y Gene Hackman o Charles Durning como Teasle. El productor Carter DeHaven compró el guión de Sackheim y Kozoll de Warner Bros por 375.000 dólares. DeHaven aseguró a Cinema Group como financiador y contrató a John Frankenheimer como director y la producción comenzó en Georgia. Consideró a Powers Boothe, Michael Douglas y Nick Nolte como Rambo antes de elegir a Brad Davis, por su papel en Midnight Express. A Dustin Hoffman se le ofreció el papel de Rambo, pero lo rechazó.

 Esta fue también la primera versión del guión en la que Rambo sobrevivió a la película. Sin embargo, el proyecto volvió a estancarse después de que la distribuidora Filmways fuera adquirida por Orion Pictures.

Después de que Mario Kassar y Andrew G. Vajna de Anabasis Investments leyeran el libro, se interesaron en hacer una adaptación como la primera producción de su estudio Carolco Pictures financiada por "fuentes internas". Compraron los derechos cinematográficos de Warner Bros. por $375 000 y el guión de Sackheim y Kozoll por $125 000 en 1981 sus proyectos Kotcheff le ofreció el papel de John Rambo a Sylvester Stallone, y el actor aceptó después de leer el guión durante un fin de semana.

Varios guiones adaptados del libro de Morrell se habían lanzado a los estudios en los años transcurridos desde su publicación, pero solo la participación de Stallone impulsó su producción. El tiempo transcurrido desde el final de la Guerra de Vietnam y el poder estelar de Stallone tras el éxito de películas de Rocky le permitieron reescribir el guión para el personaje de John Rambo fuera más simpático. El libro de Morrell tiene a Rambo matando a muchos de sus perseguidores, el borrador de Kozoll y Sackheim lo tenía matando a dieciséis personas, en la película, Rambo no causa directamente muerte de ningún policía o guardia nacional. Stallone también decidió dejar que Rambo sobreviviera a la película, a diferencia del libro. Se filmó una escena de suicidio, Kotcheff y Stallone optaron por que Rambo se entregara a instancias de Trautman. Stallone hizo aproximadamente 7 revisiones del guión. Kotcheff solicitó se trabajara más en el guión, que fue interpretado por Larry Gross y David Giler.

Para papel del Sheriff Teasle, Kassar y Vajna se acercaron a ganadores del Oscar Hackman y Robert Duvall, pero ambos rechazaron el papel. Marvin, otro ganador del Oscar, rechazó el papel del Coronel Trautman. También se consideró a James Mason y Richard Jaeckel. Kirk Douglas finalmente fue contratado, pero justo antes de que comenzara el rodaje, Douglas renunció al papel del coronel Trautman debido a una disputa por el guión; Douglas quería conservar el final original de la novela de Rambo y Teasle hiriéndose fatalmente el uno al otro, Trautman terminando a Rambo con un tiro mortal y luego sentándose con Teasle agonizante para los momentos finales del sheriff. Douglas también quería que Trautman tuviera más tiempo en pantalla. Rock Hudson fue abordado como reemplazo, pero pronto se sometería a una cirugía cardíaca y tuvo que dejar pasar la oportunidad de trabajar con Stallone. Richard Crenna fue rápidamente contratado como reemplazo; el papel de Trautman se convirtió en el papel más famoso del veterano actor de carácter, una actuación por la que recibió muchos elogios de la crítica.

 

El primer corte preliminar duró entre 3 y 3,5 horas. Según Sylvester Stallone, fue tan malo que enfermó a su agente y a él. Stallone quería comprar la película y destruirla pensando era un asesino profesional. Después de intensa reedición, se redujo a 93 minutos; esta versión finalmente se estrenó en cines. El final utilizado en la película terminada se rodó en marzo de 1982, después de que el original se considerara insatisfactorio.

 

Su éxito generó una franquicia, que consta de cuatro secuelas (coescritas y protagonizadas por Stallone), serie de televisión animada, una serie de cómics, una serie de novelas y varios videojuegos.

 

Me queda un hábil entretenimiento, un ameno pasarratos, pero adolece de un una brújula moral muy marcada que no le pega. Gloria Ucrania!!!

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