viernes, 24 de marzo de 2017




QUE DIOS NOS PERSONE.

Resultado de imagen de que dios nos perdone 2016 filmNotable thriller hispano, muy grata sorpresa esta segunda realización del madrileño Rodrigo Sorogoyen, guionizado con él e Isabel Peña (“Stockholm”), un denso descenso a los infiernos de la maldad humana, a sus miserias y patetismo moral, ello enmarcado de modo electrizante para trasladarnos esta idea de cuasi-antesala al purgatorio en que se convierte este Madrid co-protagonista, mugriento, feista, caluroso, decadente, por el que pulula un psicópata que viola y asesina a desvalidas ancianas, ello en un microcosmos de personajes oscuros y disfuncionales, con múltiples aristas, con defectos, lo que los hace más humanos, y nos hace empatizar con ellos. Cinta que te atrapa en la malsana red que va tejiendo poco a poco y que terminará por oprimirte en su sórdido entramado de lacras de nuestra sociedad. Un muy incisivo y profundo guión que enmarca paradójicamente los hechos en medio de una visita del Papa para unas jornadas dedicadas a la juventud en 2011, ello mientras un sociópata veja y mata ancianas solitarias, como queriendo gritar que nadie se preocupa de la tercera edad, son “material obsoleto”, brutal. Obra que denota influencias claras al David Fincher de “Seven” (1995) y “Zodiac” (2007), por su sequedad, por su crueldad visual, por su villano singular. Apoyado en un trabajo actoral glorioso, con secundarios que dotan de altura dimensional a los protagonistas, Roberto Álamo y Antonio de la Torre extraordinarios, la fuerza dramática emocional que transmiten traspasa la pantalla.

Resultado de imagen de que dios nos perdone 2016 filmResultado de imagen de que dios nos perdone 2016 filmSorogoyen edifica un relato agrio, adusto, con personajes defectuosos, en medio de un mundo que parece devorarse a sí mismo en su decadencia moral,  en su pobreza física y espiritual, con un arranque que engancha por lo bien que describe a los personajes, no son héroes, son personas de carne y hueso con sus taras y virtudes, que se desenvuelven en una sociedad violenta (vemos salpicadas escenas de manifestaciones y represión policial en la tele), embebida de religiosidad y a la vez egoísta, una sociedad degradada. Más preocupada de esconder la suciedad bajo la alfombra de la invisibilidad mediática, a estos no les “pone” la muerte de una “vieja”, todo sea por mostrar un hipócrita escaparate de fervor cristiano sin mácula. Las falsas apariencias ocultando la realidad de un submundo viciado en su podredumbre, una ciénaga donde lo peor de la naturaleza humana sale a flote, transmitiendo para ello con ingenio sudor y calor que se nos cuela en la epidermis, con recursos como que el aire acondicionado del coche no funcione, el sudor en las axilas, o Alfaro siempre con una botella de litro y medio de agua. El realizador hace un descarnado lienzo propio de Goya y su serie negra (ej, “Saturno devorando a sus hijos” o “Duelo a garrotazos”), pintando el patio trasero de nuestra juventud, la vejez, como un sumidero de personas que solo parecen encontrar consuelo en la religión, donde cualquier esperanza no es más que una mentira que las devora, su aislamiento social es un muestra de nuestro egoísmo patológico.

Resultado de imagen de que dios nos perdone 2016 filmEl director amasa con intensidad un atmósfera cerrada de esperanza, donde prima el individualismo y el sálvese quien pueda, en un desarrollo tan fluido como tenso, con diálogos inteligentes que discurren con tremenda naturalidad y frescura y a la vez describiendo con hondura a los personajes, salpicando de humor que sirve además de para hacer digerible, para humanizar y dar patina de realismo. Sorogoyen para impactar y dar  relieve al salvajismo del asesino no se priva de que asistamos con detalle a como ha dejado a sus infelices víctimas (elemento en el que se asemeja a “Seven”), imágenes nada políticamente correctas, de las que dejan huella en el subconsciente, no aptas a todos los estómagos, esto baña de autenticidad y nivel tétrico el metraje

Resultado de imagen de que dios nos perdone 2016 filmTiene su núcleo en la buddy-movie, dos protagonistas que son pareja policial, muy diferentes entre sí y a la vez con muchas similitudes, los dos con dificultades para socializar los dos con dificultades en su vida íntima: El inspector Velarde introvertido (por su tartamudez), meticuloso en su proceder profesional, pero apocado y cobarde, solitario que anhela a la limpiadora de su piso. Interpretado por Antonio de la torre de modo fascinante, imprimiéndole complejidad, mundo interior, fragilidad, grietas emocionales, impresionante la naturalidad de su tartamudez, su química con Roberto Álamo es vibrante, magnífico en su lenguaje corporal y gestual para hacernos creíble el personaje sin caer en la fácil sobreactuación (propia de encarnar esta patología), Formidable; El inspector Alfaro es su contraparte, visceral, impulsivo, violento, otro arrollador, temerario, autodestructivo en su rabia interior, con problemas con su familia, con su distante esposa y con su rebelde hija adolescente. Roberto Álamo lo encarna con una pasión brutal, rudo, temperamental, desplegando un dignidad y potencia ardorosa tremebunda, inunda la pantalla con un carisma enérgico, le otorga fondo, debilidad, frustración, melancolía, siempre un volcán a punto de estallar, con una compenetración con de la Torre espléndida, haciendo brotar entre los dos momentos ardientes de sensaciones, Colosal; Los dos con fantasmas en que les atosigan, los dos nobles a su manera, los dos unos perdedores, y lo mejor, el realizador no juzga, expone. El film entremezcla de modo hábil las dos tramas, la del asesino y la de las complicadas vidas sociales de los protagonistas, componiendo un entramado que se retroalimenta uno del otro.

Resultado de imagen de que dios nos perdone 2016 filmAsimismo entre los secundarios sobresale un brillante José Luis García Pérez en el rol de jefe de policía Sancho, dotado de un cinismo y vis cómica notable, con contención y mesura demuestra grandes dotes interpretativas, con interacciones con los protagonistas fenomenales, desplegando mordacidad, ironía y mucha mala baba, el ejemplo de la autoridad que se dobla ante la opinión pública; Luis Zahera en el rol de inspector Alonso lo borda en su mezquindad, en su hipocresía, en su dejadez, estupendo como reflejo del mal profesional que solo busca acabar otro día en la oficina manteniendo sea base de hacer la pelota al jefe; María ballesteros como el anhelo amoroso de Velarde hace una gran labor con un turbadora química con el actor, actuación en base a sutiles gestos, excelente; María de Nati como la hija adolescente de Alfaro deja estela de prometedora actriz en ciernes, manteniendo el tipo con Álamo.

Resultado de imagen de que dios nos perdone 2016 filmResultado de imagen de que dios nos perdone 2016 filmResultado de imagen de que dios nos perdone 2016 filmLa puesta en escena se convierte en uno de los pilares que sirve para incrustar al espectador este Madrid que parece la antesala al Averno,  con una memorable dirección artística de Miguel ángel rebollo (“La herida”), filmado en Madrid (Puerta del Sol, Calkle arenal, ...), en Torrelavega (Cantabria), y Santa Cruz de Tenerife (Tenerife), recreando un Madrid de calles estrechas, con basura amontonada en sus aceras, de bloques de pisos rancios, enmohecidos, de portales rancios, de escaleras angostas, de rellanos  vetustos, donde el olor a apolillado te cala, esto sustentado en una magna fotografía de Alejandro de Pablo (“Stockholm”), con un surtido de movimientos cámara en mano rebosantes de dinamismo, jugando con la semioscuridad para infundir inquietud, jugando con los reflejos en espejos, con los simbolismos visuales, con efectos de luz excepcionales (ejemplo el del final con Velarde acercándose  visto a través de un cristal mojado por la lluvia), Antológico el plano- secuencia del villano escapando por una ventana a la calle, de un virtuosismo visual epicúreo, entrando en la galería de secuencias mejores de la historia del cine patrio, todo esta labor crea momentos cuasi-pesadillescos, ayudado por una eléctrica edición de Alberto del Campo (“Stockholm”), y Fernando Franco (“Blancanieves”), que sabe modular el ritmo de trepidante en la acción (ejemplo la persecución por las calles de Madrid),a serena cuando es necesario, así como alternando los contrastes entre la visita papal y el truculento caso del asesino y violador. Y todo envuelto en la agobiante y zozobrante música de  Olivier Arson (“Stockholm”), disonante, lúgubre, siniestra, amoldándose de modo magno a la narración. Todo sumado crea un coprotagonista más que conforma un cosmos claustrofóbico-ominoso.

La tara que le pongo es que su trama detectivesca se apoya ciertos recursos azarísticos a los que es preciso poner en suspenso la credibilidad de tanta suerte; Asimismo hacia sus dos tercios hay cierta bajada de ritmo, derivando en algo de letanía (algo, no mucha). 

Spoiler:


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Resultado de imagen de que dios nos perdone 2016 filmMomentos recordables: Todas las escenas de crímenes de las ancianas, pavorosas, así como sus perturbadoras visiones en la morgue, esto sumado a la frialdad aséptica con que es visualizado esto por Velarde; Velarde interrogando a un sospechoso en un sótano, la tensión y el miedo del policía se masca, de pronto la luz parpadea y Velarde se pone nervioso al acercarse a él el tipo, saca su arma y se le cae patéticamente al suelo, el tipo lo que hace es apretar la bombilla y reírse del agente; La persecución por Madrid del asesino, urbe repleta de peregrinos, todo un alarde de manejo del tempo de tensión; El divertido y mordaz modo en que el jefe de policía hace a “Sesmillo” enumerar los daños y denuncias que la persecución por la ciudad han causado Velarde y Alfaro;  Velarde con la mujer de la limpieza, demostrando sus problemas de comunicación asocial, intentando fornicar con ella violentamente, desgarrador; La intensa escena en que Alfaro descubre a su mujer con otro en la cocina, estremecedor; El escalofriante tramo en que Alfaro ha caído en el abismo (lo han echado del trabajo y su esposa le pone los cuernos), siendo el culmen cuando intenta enterrar a su perro en el jardín de la comunidad, atronadora su actuación; Todo el tramo en que Alfaro busca en un piso de una víctima y de la nada aparece el asesino y le golpea con un trasto en la sien, cayendo este vahído, llega otro agente y desesperado el malo decide saltar por la ventana el piso de altura, con un magistral movimiento de cámara en plano-secuencia; El neurálgico final en la lluvia, Velarde ha dado tras tres años con el asesino que se cree a salvo en otra ciudad, pero Velarde tirando del nimio hilo de un libro llega hasta él, tras un tenso diálogo en que sabremos que Velarde ha dejado a su pareja, este se ha transformado en decidido y con coraje en un justiciero por su amigo, bajo la lluvia le da un tremenda paliza, lo mete en el coche y el último plano es un notorio primer plano de Velarde.

En conjunto un poderoso thriller que conjuga lo mejor de las influencias negras estadounidenses con el sabor cañí a lo nuestro. Fuerza y honor!!!

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