O.J.: MADE IN AMERICA. (DOC.)


Notable documental producido y dirigido por Esdras Edelman para ESPN Films y su serie
“30 for 30” (serie documental
ESPN comenzó en 2009 para conmemorar el
30 aniversario de la cadenadel con
historias trascendentes deporte USA),
estrenado en cinco partes. Hace una radiografía
incisiva sobre dos temas candentes en la cultura estadounidense, el racismo
contra los negros y la celebridad como metáfora del Sueño Americano, ello
siendo el protagonista OJ Simpson, al cual
seguiremos en sus crecimiento, su llegada a la Universidad del Sur de California, su exitoso salto al profesionalismo del Futbol
Americano (en 1968 ganó el prestigioso trofeo Heisman y en 1973 estableció récord corriendo para 2000 yardas en temporada, pero
al parecer eso es algún tipo de logro en el fútbol), su entrada en el mundo de la publicidad (pionero por
ser negro), su post-deporte con sus pinitos en el cine, y ello entrelazado a su
tormentosa vida íntima, que tuvo su clímax con la acusación de asesinato a su
esposa Nicole Brown Simpson y Ronald Lyle Goldman, mientras paralelamente se hace un análisis de la situación de racismo
imperante en USA en el SXX, con numerosos puntos calientes que exacerbaron a la
gente, esta muleta es manejada porque OJ durante su popular juicio se apoyó en
ella como símbolo de las injusticias de los blancos contra su raza, cuando él
nunca se quiso significar como combatiente por esta causa. El
documental ha recibido numerosos elogios y ganó el Oscar
al Mejor Documental. A través de entrevistas,
imágenes de noticiarios, y audio y vídeos de archivo, se hace un lienzo de los
dos temas, intentando en su metraje que los se retroalimenten. Fueron 18 meses hasta
su finalización, Edelman llevó a cabo 72 entrevistas para el documental, incluyendo
agentes clave de la acusación como Marcia Clark, Gil Garcetti y Bill Hodgman,
al equipo de defensa de OJ como F. Lee Bailey, Carl E.
Douglas y Barry Scheck, y a amigos de la infancia, miembros del jurado del juicio penal, ex
detectives del LAPD involucrados en el caso como Mark Fuhrman y Tom Lange, y
activistas afroamericanos de derechos civiles como Danny Bakewell, el sociólogo
Harry Edwards, el ex columnista deportivo del New York Times Robert Lipsyte y
al novelista Walter Mosely, así como a un amigo de OJ, el director de cine
Peter Hyams, y a gente que podía hablar en nombre de Ron Goldman y Nicole Brown
Simpson. Edelman también se acercó a OJ a través de una carta, que nunca fue
contestada; tenía la esperanza incluir a la primera esposa de OJ, Marguerite, no
pudo ser contactada, y el ex fiscal de distrito condado de Los Ángeles Christopher Darden , se negó a
participar, el combativo abogado defensor Johnny Cochran no participa por estar
fallecido, también se puede echar en falta el testimonio del juez Lance Ito). A pesar de
imaginar el proyecto documental a cinco horas, al final fueron 7,5 horas de
duración.
El juicio a OJ por asesinato
fue tal vez el famoso en USA, sobre todo por los componentes mezclados en él,
una celebridad acusada, sexo, celos, persecuciones televisadas, racismo
latente, metido en una coctelera se atomizó con su retransmisión televisiva que
lo hizo un cuasi-reality. El juicio duró más de ocho meses e involucró a más de
100 testigos, la producción de páginas de más de 45,000 de testimonios, los
costos de varios millones de dólares y libros y películas.


El documental con un ritmo
ágil y muy fluido, nos habla de temas como la fama, el sueño americano, la
creación de mitos de pies de barro, la brutalidad policial,, los privilegios de
los famosos, la violencia doméstica, el racismo socializado, la lucha por los
derechos civiles, lo manipulable que puede ser la justicia, el amarillismo de
los medios de comunicación, un fresco desalentador de una sociedad podrida.
Edelman realiza un tapiz dual en que alterna durante gran parte de su metraje
la evolución hacia la fama de OJ (su ascenso desde complejo de viviendas
Potrero Hill en San Francisco hacia el campus de la Universidad del Sur de
California, y luego a su carrera profesional con los Buffalo Bills y los 49ers
de San Francisco) con la evolución de las tensiones raciales en
los años 60 en USA (1965 disturbios de Watts en Los Ángeles, boicot negro a
Juegos Olímpicos de 1968, tiroteo de la policía a Eulia Love en 1979, el latido
1991 LAPD de Rodney king, muerte a tiros de la adolescente negra Latasha
Harlins por la dueña de una tienda, Soon Ja Du, que no entraría en prisión), las contextualiza y las entreteje con el modo de afrontarlas de algunos
deportistas negros que se implican de modo fundamental en luchar contra la
segregación racial, como Ali negándose a ir militarmente a Vietnam, o Tommie Smith y John Carlos levantando sus puños en señal de protesta
(contra la segregación racial) en los Juegos Olímpicos de 1968. Mientras sube la popularidad de OJ vemos como este no desea estar
identificado con la causa de su raza, llegando por esto a ser llamado “el negro más blanco de USA”. Lo vemos en fiestas de blancos, haciendo
gracietas con Bob Hope en televisión alternado esto con imágenes de disturbios raciales
en las calles, su ascenso estuvo ligado asimismo a la publicidad, haciendo
anuncios televisivos para la compañía de alquiler de vehículos Hertz, donde
corría por aeropuertos en los que solo había gente blanca, siendo tildado por
su comportamiento nada beligerante contra la batalla contra el racismo como
“atleta contrarrevolucionario”. Dedica dos de las cinco partes (tres horas) a
este lienzo bidimensional, en el segundo conoceremos rasgos de su personalidad
que pueden definir de algún modo (freudiano) su psique, como que su padre era
un amanerado homosexual, que le gustaba el golf, un deporte de caballeros, pero
él hacia trampas, estas eran consentidas por sus rivales, como luego toleraban
y escondían la policía su violencia doméstica, o como era muy fiel a sus amigos
pero con su esposa primera era un adultero consumado. Vemos como se conocen y
empiezan a relacionarse OJ con una camarera de 18 años, Nicole, dejando pistas
de lo que está por suceder, un amigo dice que sus
pantalones estaban rotos después de la primera cita con OJ y ella dijo "se
puso un poco áspero", mientras esto se relata el relato vuelve a girar a
la tensión racial, con un departamento de policía de la ciudad de Los Ángeles
con bastantes antecedentes sospechosos de racismo, siendo la gota que colmo el
apaleamiento (grabado en video) por parte de varios policías de Los Ángeles a
Rodney King, con el posterior juicio absolutorio de los implicados agentes,
juzgados por un jurado compuesto totalmente de blancos, lo cual derivó en los
más grandes disturbios en la ciudad angelina en el SXX. Estos hechos crearan
una onda expansiva que beneficio a OJ en su juicio, pues la comunidad negra lo
tomó como Icono de las injusticias raciales, con la paradoja de alguien que
nunca estuvo implicado en ella.
Desembocando en la tercera
parte donde estalla la noticia del salvaje doble asesinato, que deriva en la
detención como sospechoso de OJ, empezando el “circo mediático” a funcionar,
con uno de sus picos en la huida a ninguna parte de OJ por la autopista, Robert Kardashian lee la carta del cuasi-suicidio en vivo por tv, mientras intercalado las televisiones de todo el país interrumpían sus
emisiones para dar las imágenes del Ford Bronco circulando por la carreta
perseguido por decenas de coches policiales, luego llegaría el juicio, con lo
que se llamó el “Dream Team de abogados defensores” donde la irrupción en él de
Johnny Cochran hizo virar la estrategia a jugar la baza de la raza, para
intentar desmontar las pruebas de la fiscalía a base de acusarla de ser una
conspiración blancos racistas contra un símbolo afroamericano, siendo dos de
los clímax del juicio, el guante probado por Oj y la aparición de un agente de
policía, Mark Fuhrman, que se demuestra racista.
El tercer y cuarto bloque
(capítulo) se dedican a todo lo que envolvió al mediático juicio, donde todos
los que intervinieron se convirtieron en famosos, un carnaval banalizó dos
asesinatos, retorciendo su costoso equipo defensor de tal forma el tsunami de
pruebas en contra de OJ (tenía motivo, sin coartada, huellas lo pusieron en
escena y había manchas de sangre en su Ford Bronco), hasta sembrar la duda e
incluso las ansias de venganza en un jurado mayoritariamente compuesto por
negros (ocho mujeres negras en él), esto como prueba de cómo la fiscalía infravaloró
la baza de la raza, se creía cómoda con las pruebas acusatorias, pero la
astucia y manipulación artera de los defensores creo momentos abrumadores
contra la fiscalía como el incitar a Darden a pedir que se probara OJ el famoso
guante negro, o la aparición del siniestro agente policial Mark Furhman, esto
en un juego de espejos turbador, como es comentando en el presente como en el
pasado en el juicio oía una grabación sobre como pegar a un sospechoso sin
dejar marcas, y en el presente sonríe cínicamente, aterrador.
Y llegamos al veredicto del jurado, claramente
condicionado (lo deja claro el documental) por la causa racial, mostrando una
grieta enorme entre los negros que deseaban que fuese exonerado y los blancos
que lo querían culpable, esto es mostrado de modo diáfano con muchedumbres
agolpadas en la calle esperando la decisión, cual último capítulo de
“Perdidos”, un espectáculo que paralizó la nación, y fue declarado No culpable,
y estalló el jolgorio y alegría de unos (los negros) y la congoja de los otros
(los blancos). El documental muestra testimonios sangrantes de jurados que
hablan de que OJ no pudo hacerlo por la peregrina razón de que había jugado al
futbol en la USC, o lo más hiriente, un jurado (negra) dice que su voto fue de
venganza contra el sistema por lo que le pasó a Rodney King, con lo que su
absolución estaba escrita de antes de empezar el juicio.
Tras esto ocurrió un juicio civil, sin cámaras, sin la
feria mediática, y aquí si fue declarado culpable, solo que al ser juicio civil
su pena fue econímca, 36 millones a pagar a las familias de Nicole y de Ron,
paradójico y desconcertante el sistema que te puede declarar inocente y
culpable a la vez, cuando la justicia no es justicia.
A partir de aquí la modélica vida de OJ (la de antes de
los asesinatos) se convierte en una bajada al Averno, se torna en una
caricatura de sí mismo, su modo de vida cambia, ahora se traslada a Miami donde
se relaciona con narcotraficantes, allí su vida explota en licenciosa y viciosa,
de todas clases, hasta que su descenso llega al culmen en Las Vegas donde es
víctima de su creencia de “intocable”, yendo a parar a prisión con una condena
de 33 años por un extraño robo y secuestro.
Momentos recordables, algunos ya comentados: Cuando
Carl Douglas (abogado defensor de OJ) se muestra alegre y regocijado contando
como cambiaron la decoración de la vivienda de OJ en Brentwood para mostrarlo
como un adalid de la causa negra, con fotografías de este con lideres
afroamericanos que nunca estuvieron allí,
o detalles étnicos, todo para dar gusto al jurado mayoritariamente
negro; La forma en que el Dream Team de abogados
defensores provocan al abogado de la fiscalía (Darden) en medio del juicio
"Tienes las pelotas más pequeñas que un ratón de campo", retándole para
pida a OJ se pruebe los guantes, por Carl Douglas nos enteramos que todo era un
teatrillo prefabricado, pues OJ se tiró dos semanas sin tomar las pastillas de
las artrosis para que las manos se le hincharan y no le entrara el guante, el
resto es Historia; El testimonio de un (ex) amigo de OJ policía comentando que
no le creía, que sabía que él era el asesino de Nicole, inquietante; Como nos
cuentan (no se ve) que uno de los jurados tras ser exculpado OJ, levantó su
puño en claro homenaje a Tommy Smith y John Carlos que lo hicieron en el pódium
de las Olimpiadas 1968, en nítido mensaje de por donde fue su voto; Un
periodista que escribe un libro sobre OJ relata cómo este le contó como “pudo”
haber matado a Nicole y Ron, aterrador; El flemático modo en que la juez dicta
sentencia de 33 años en la cárcel en Las Vegas, lo hace mientras bebe un de un
vaso “fast food”.
En conjunto un notable
documental que a través de esta
celebrity caída en desgracia conoceremos el latir de un país. Pues con todo
lo dicho el defecto que le encuentro es que dedica demasiado tiempo a las
tensiones raciales que no implican a OJ, el centro es OJ, está bien
contextualizar, peros se pasan en su machacón mensaje, falta síntesis para dar
más solidez al conjunto. Fuerza y honor!!!
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