lunes, 30 de diciembre de 2024

 


GREMLINS

  

Entretenido fil de terror y comedia, un clásico ochentero y por tanto ‘videoclubero’, de los que me regocijaron en mi ya muy lejana adolescencia, pero que visto hoy día deja entrever sus muchas costuras, aun así, mantiene parte del encanto que me entusiasmó, y con él rememorando la nostalgia de un tiempo cuasi olvidado. La he visto con motivo de la Navidad (transcurre la historia en estas fechas) y de que ha cumplido este año el 40 aniversario de su estreno (se estrenó en cines el 8 de junio de 1984), la cinta mantiene el atractivo de esos traviesos murciélagos sin alas, maravillosamente creados por animatronics por el experto en la materia Chris Walas, lejos de los ahora pujantes CGI. Dirige Joe Dante, realizado que en esta década apuntaba alto, pero entró en declive muy pronto, con guion de otro que tuvo sus años de gloria, con este guion en el año de su debut en la escritura, con “Los Goonies” y con la segunda aparte de “Gremlins”, luego pasó a ser director de éxitos como “Solo en casa”, “La señora Doubtfire”, e incluso dirigió dos secuelas de la saga Harry Potter, pero tampoco terminó de cumplir las expectativas. Pero sobre todo esta producción lleva el sello de su totémico productor, Steven Spielberg (hace un cameo llevando una bicicleta en la convención de inventores), que sabía lo que al público teenager le gustaba, que eligió a Dante por su trabajo en nel film “Aullidos”. Los Gremlins se basan en leyendas de criaturas traviesas folclóricas que causan disfunciones en la Real Fuerza Aérea Británica que se remontan a la WWII, la historia sigue al joven Billy Peltzer, recibe el regalo navideño de una extraña criatura como mascota, esta por accidente genera otras criaturas se transforman en monstruos agresivos parecidos a diablillos que causan estragos en la ciudad natal de Billy durante la Nochebuena, esto para mezclar de modo juguetón la alegría de estas fiestas con el horror de estos bichos, pariendo un divertido humor negro. Esto gracias a las formidables escenas en que se juntan en grupo los juguetones gremlins, maravillosamente achuchables, tanto es su magnetismo que cuando ellos no están en pantalla la película cae en picado. Y es que su elenco interpretativo resulta plano, meros clichés sin alma, si acaso, el único que tiene algo de chispa es Dick Miller con su chovinista ultra patriota que odia todo lo no estadounidense, resto con fuerza alguna, ejemplo de esto es que 40 años después ninguno de los principales aquí llegó a destacar en cine. El éxito de esta película provocó un sinfín de pseudo plagios que bebían de este formato humor con bichejos, ejemplo son los Critters, Ghoulies, o Hobgoblins

 

Los gremlins, tiene un diseño ya legendario, sobre todo el peludito Gizmo con esos adorables ojitos, achuchable, adorable, tierno, o su doppelgänger Stripe y sus adláteres, que resultan menos achuchables al no llevar pelaje y su piel resultar parecida a la de serpientes. Estos un enjambre de chistosos cafres, groseros, violentos, pervertidos, borrachines, unos bad-ass: Tiene tras ellos efectos especiales brillantes, sobre todo teniendo en cuenta los medios disponibles entonces. Los gremlins son en realidad un ejército de marionetas con piel de látex ideadas por el experto en efectos especiales Chris Walas (“Piraña” o “En busca del arca perdida”) y ensamblados por una ganga de 1,3 millones de dólares. Los monstruos de color marrón verdoso, de 58 cm de alto y orejas de murciélago de 25 cm, se controlaban con manos, cables, varillas, señales de radio y un método efectivo que Walas describe como "títeres de lanzarlos por la habitación". El gremlin más complicado tenía 60 cables operados por una docena de técnicos que se encontraban a una distancia de entre 2,5 y 3 metros; se diseñaron "supercaras" para Gizmo y su archirrival gremlin Stripe, con unos 36 cables que controlaban el movimiento de los ojos, la frente, la boca y las fosas nasales del personaje. “Cada toma requería de diferentes duendes”, dice Walas. “Creamos doce versiones de Gizmo y 14 Stripes, cada una utilizada en un primer plano diferente o para un movimiento específico o para expresar una nueva emoción. Un duende tenía que ser capaz de inhalar y exhalar humo de cigarrillo. Otro tenía que arrojar platos a la madre de Billy y otro tenía que andar en patineta por los grandes almacenes. Con toda la reescritura del guion durante la producción, estuvimos haciendo marionetas hasta los últimos días de rodaje”.

 

Aparte de ellos, es ya parte de la cultura pop todo su imaginario de reglas para cuidarlos (Que no les de la luz; que no se mojen; y que, sobre todo, que no se alimenten después de la medianoche). Cinta que tarda en tomar impulso, pero que cuando lo hace, emergiendo toda la hueste de monstruitos haciendo de las suyas por el nevado idílico pueblo, la cosa resulta trepidante, donde las situaciones jocosas se encadenan una tras otra, jugando con la comedia negra, provocando el caos más bizarro en los vicios y desmadres de estos seres. Es una peli con el único objetivo de sacarte sonrisas y lo consigue con creces, lástima que la historia en si resulte tan poco estimulante.

 

La cinta está repleta de guiños cinéfilos: Centauros del desierto, Encuentros en la tercera fase, El mago de Oz, Para complacer a una dama, La invasión de los ladrones de cuerpos, Orfeo, El guerrero de la carretera, Planeta prohibido, La máquina del tiempo Qué bello es vivir!, Blancanieves y los Siete Enanitos, Flash Dance y ET, dibujos animados de los viejos maestros de Warner, Chuck Jones y Bob Clampett, las obras completas de Roger Corman.

 

Tiene un cautivador inicio con es padre buscando en Chinatown un regalo especial para su hijo, y como es guiado a una misteriosa tienda en un sótano. Y allí encuentra una extraña mascota para su hijo, para poder llevársela debe sortear las reticencias del anciano chino. Sorteado por el nieto que entrega la caja con el animal remarcando las normas para cuidarlo.

 

Luego entramos en una fase un tanto renqueante de una trama en que ternemos al dulce e inocente Gizmo, pero esto tiene poca salsa, como poca tiene toda la sub trama del joven protagonista en el pueblo, sus problemas en su trabajo con una caricaturesca villana o su romance con una camarera. Pero todo eso cambia cuando los gremlins comandados por uno con cresta deciden que es su hora de divertirse, precisamente en Nochebuena, y sus fechorías serán enfrentadas por los humanos como puedan, como ese modo sanguinario de reventar a uno de ellos en el microondas.

 

Tendremos momentos épicos: Como el coro navideño (ataviado para la ocasión) de gremlins; el tuneo a la silla ascensora; el tractor excavadora que sacan a pasear; el hackeo a los cables de los semáforos; disfrutaran de modo bárbaro en su poca disciplina de una sesión nocturna en el cine de “Blancanieves y los siete enanitos”; pero sobre todo está la set piece más bizarra en como toman el pub, un festín apoteósico de viñetas chorreantes, beben cerveza, fuman, hacen de exhibicionista, uno se cuelga del ventilador en marcha, otros juegan una timba de póker (que acaba con tramposo tiroteado), otro se traviste, otros juegan al billar, otros juegan a la diana con Gizmo, otro parodia la mítica escena del baile de “Flashdance”, un tramo delirante de ingenio, ,muy cartoon, imposible no reírse con estos gamberros.

 

Además de ser un homenaje a las películas series b de esas de sesión doble, es una especie de revisión ácida de la Navidad, la familia, las autoridades policiales, el patriotismo, los peligros de tener mascotas extrañas, y es que en realidad todo el caos se desencadena por la negligencia humana.

 

Siento fuera de lugar la historia que cuenta la coprotagonista (Phoebe Cates) explica por qué odia la Navidad, no entiendo que se espera de esta trágica ‘anécdota’, da grima y te deja el gesto torcido. De hecho los productores de la Warner, con Spielberg entre ellos, quisieron quitar este tramo, pero Dante se impuso y la dejó, y se equivocó; Tampoco el climáx me resulto a la altura de lo que esperaba, por lo visto en el ‘akelarre’ descacharrantre, falto de chispa.

 

La banda sonora de la película fue compuesta por Jerry Goldsmith, compuesta con el objetivo de transmitir "el humor travieso y el suspenso creciente de Gremlins". Goldsmith también escribió la canción de Gizmo, tarareada por Ilene Keys, actriz infantil y conocida de Goldsmith, en lugar del propio Mandel. Goldsmith también aparece en la película, junto a Steven Spielberg, en la escena en la que Rand llama a casa desde la convención de vendedores.

 

La película cuenta con varios cameos de miembros de la tripulación o invitados. Alguno ya mencionado: El animador Chuck Jones interpreta al Sr. Jones, el mentor de dibujo de Billy.

 

La noción de gremlins fue concebida por primera vez durante la década de 1920, cuando se atribuía en broma a los pequeños monstruos las fallas mecánicas de los aviones de la RAF. El término "gremlins" también entró en la cultura popular cuando el autor infantil y piloto de la RAF Roald Dahl publicó un libro llamado The Gremlins en 1943, basado en las traviesas criaturas. Walt Disney consideró hacer una película de la película. Una caricatura de Bugs Bunny de la época, Falling Hare, muestra a Bugs Bunny luchando contra un gremlin en un avión. Joe Dante había leído The Gremlins y dijo que el libro había influido en cierta medida en su película. En 1983, Dante se distanció públicamente de sus trabajos de películas anteriores, explicando: "Nuestros gremlins son algo diferentes: son como verdes, tienen bocas grandes, sonríen mucho y hacen cosas increíbles y realmente desagradables a las personas y lo disfrutan todo el tiempo".

 

La historia de Gremlins fue concebida por Chris Columbus. Como explicó Columbus, su inspiración vino de su loft, cuando por la noche "sonaba como si saliera un pelotón de ratones y oírlos corretear en la oscuridad era realmente espeluznante". Luego escribió el guion original como un guion especulativo para mostrar a los posibles empleadores que tenía habilidades para escribir. La historia en realidad no estaba destinada a ser filmada hasta que Steven Spielberg se interesó en convertirla en una película. Como explicó Spielberg, "Es una de las cosas más originales con las que me he encontrado en muchos años, por eso la compré". Spielberg consideró a Tim Burton para dirigir la película después de ver su cortometraje Frankenweenie.

 

Con sus defectos, pero aguanta el paso del tiempo. Gloria Ucrania!!!

 

PD. Película seguida por una secuela, “Gremlins 2: La nueva generación” (1990).

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