LA SUSTANCIA.
Turbador
film de terror (‘body horror’ sería el sub género), obra que pasará a ser de
culto por su forma de abordar la temática no apta a todos los paladares,
entrando de lleno en la obsesión por la Fuente de la Juventud, nos sumergen en
una fábula con claros ribetes gores ultra sangrientos. Película desequilibrada
en sus defectos, pero magnética en cómo se nos presenta la idea. Escrita, dirigida, coeditada y coproducida
por la parisina Coralie Fargeat, sobre una historia que sigue a una celebridad
en decadencia, Elisabeth Sparkle encarnada por una sensacional y valiente Demi
Moore (teniendo su rol mucho de meta cine), quien, después de por su edad ser
despedida por su productor, un arrollador en su mezquindad Dennis Quaid, usa
una droga del mercado negro que crea una versión mucho más joven de ella misma que
será interpretada por una formidable Margaret Qualley, con efectos secundarios
inesperados. Una narración que ágilmente con muy pocos diálogos, con apenas
tres personajes con entidad y alma, una estética prodigiosa dónde sobresale el
filmar gran angular (cercano al ojo de pez popularizado por Lanthimos), entra
de lleno en como las presiones sociales empujan a las mujeres a combatir la
edad de modo radical (lo hacen con cirugías desnaturalizadoras), la lucha
eterna contra la vejez, ello sacudido con mucho humor negro, con enorme
mordacidad, una sátira entre lo onírico y lo pesadillescas, una punzante
caricatura del mundo del entretenimiento sediento de carne joven, con bonitos
cuerpos que exhibir. Una ácida crítica a la superficialidad que demanda el
público general, el culto a las falsas sonrisas, el ataque a un mundo que
margina a lo muy visto en favor de lo nuevo.
Todo esto con claras
influencias a la cultura pop, pues se pueden ver trazas a “El Doctor
Frankenstein”, en como la Elisabeth pasa a ser el Mad Doctor jugando a ser
Dios-a creando el ‘Mosntruo’; se ven influencias a ‘Doctor Jekyll y Mr. Hyde’,
en la dualidad de personalidades de las dos mujeres; a El retrato de Dorian
Grey por querer mantenerse bella y joven, con la contraparte de los efectos que
absorbe el cuadro, o sea, Elisabeth; vemos a David Cronenberg por La Mosca por
la deformación física o Videodrome por el spot tv de la Sustancia; hay toques
a lo Kubrick en su puesta en escena, como es el pasillo del set de tv
claramente recuerdan a los del Hotel Overlook de “El Resplandor”, también se
puede sentir la influencia por la escena del abrazo de Jack Torrance a una
mujer en la bañera y como se transforma, el baño todo blanco remite al famoso
dormitorio de 2001, en la fase de transformación que nos lleva al viaje
Interstellar final del protagonista de (reitero) 2001, y hasta está presente el
poema sinfónico de Richard Strauss Also sprach Zarathustra, que aparece en la
susodicha 2001; hay visos al David Lynch de “El Hombre Elefante”, no quiero
spoilear pero el que la vea sabrá porque; La aparición de una figura
supuestamente bella (¿?), va acompañada de la tonadilla de la hitchcockiano Vértigo;
hay del cine de Aronofsky se puede notar en la batería de imágenes truculentas
que remiten a ‘Réquiem por un sueño’; puedes rememorar a imágenes de La Cosa de
Carpenter; y hasta del de Brian De Palma, con ese clímax sangriento con
efluvios notorios al de Carrie.
Tiene una intro
magnífica con un primer plano sostenido de como colocan una estrella de una
actriz (Elisabeth Parkle) en el Paseo de la Fama de Hollywood, primero todo es
boato sobre ella, los turistas se hacen fotos sobre ella, pero el tiempo pasa y
ya no hay respeto por la estrella, la gente la pisotea, y ya en el colmo de la
alegoría se cae sobre ella una hamburguesa que se rebaña dejando una mancha,
ejemplificando como ha pasado el tiempo de la homenajeada en la baldosa. Hay un
número de baile en un programa tv de aerobic con Elisabeth de líder. Cuando
acaba la danza, es llamada a almorzar con un zafio ejecutivo, y allí con un
vomitivo primer plano de la boca de este lo vemos devorar langostinos de modo
hediondo, ello remarcado por el sonido de los mordiscos, y mientras despide a
Elisabeth por mayor, ello sin sensibilidad alguna, es material ya defectuoso a
reemplazar.
Hay un mensaje y hay una
forma de ofrecerlo, es el mensaje de “La muerta os sienta tan bien” o de “El
retrato de Dorian Grey”. Se muestra como el declive físico de la mujer que se
usa como objeto sexual deja de ser atractiva para los cánones ‘normales’, sobre
todo en la industria del espectáculo, algo que ellas intentan combatir con
métodos quirúrgicos (bótox, operaciones de estética, ...). También les ocurre a
los hombres, pero para estos la presión es mucho menor, es ella la que tiene
sobre sí mayor oprobio. Y por otro lado está el modo de trasladar el mensaje al
espectador, donde la directora ha buscado impactar y remover a través de
shockear con fuerza dramática, mostrando con cinismo la hipersexualización de
la mujer en cómo se filman los cuerpos, los traseros turgentes, los pechos, las
caderas, en los cuerpos desnudos que se hace profusión de ellos. Pero sobre
todo en las escenas gore, desde el ‘nacimiento’ de Sue, como trata Sue a
Elizabeth cosiéndole la espalda, los pinchazos (tenía que hacerlos todos en mismo
lugar?), como se pudre el lugar de la inserción, el envejecimiento flash (ese
dedo, la pierna, …), hasta desembocar en el aparatoso rush final, donde lo
bizarro y vitriólico se apodera de la pantalla hasta hacerla chorrear de sangre
en su pesadillesca coda final.
Es un relato compuesto a
base de metáforas, como lo es ese enorme cartel que hay frente al ventanal del
apartamento de Elizabeth, o que las ansias de juventud le quiten la vida a la
Elisabeth mayor, o por supuesto como la deformación final física representa la
deformación del alma de la protagonista ya degradada.
Demi Moore está
maravillosa como esta mujer de mediana edad que por como la ven termina
odiándose a sí misma. Actuación vigorosa, visceral, cargada de ira, impotente,
malograda, comprometida en como muestra su cuerpo sin pudor, nada
gratuitamente, es necesario para ver el contraste, encuentra una esperanza en
el renacer titular, y entonces comenzará un duelo cruento contra su YO más
joven, ye s que como dice el dicho ‘Ten cuidado con lo que deseas…’. Tiene
escenas electrizantes, pero me quedo con la de cuando tiene una cita y se
alista poniéndose lo más bella posible, y acaba frente al espejo frustrada por
no poder alcanzar la plenitud que desea, se encuentra no pudiendo competir con
la idealización que es Sue, y acaba en un acto de rabia descontrolada se rebaña
el pintalabios, se quita violentamente las pestañas postizas y se desmelena, y
acaba deprimida tirada en la cama. Para un papel que tiene mucho de ella misma,
fue un icono sexual en los 90 con films como “Ghost”, “Una proposición
indecente” o “Striptease”, ahora a sus 62 años tiene problemas par ale den
papeles de calidad en cine, marginada en favor de chicas más prietas de carnes.
Margaret Qualley hace
de Sue, aportando sensualidad idealizada (como curiosidad los pechos que vemos
cuando está desnuda son prótesis), simpatía, alegría, vitalidad, seguridad en
sí misma, se sabe objeto sexual y goza con ello, no es su anhelo dinero o
reconocimientos, desea ser atractiva y deseada. Demuestra gran pasión por como
la vemos moverse y comportarse, dueña de una sonrisa magnética, tiene un tour
de forcé chispeante con la Moore.
El tercero en discordia
es un apabullante Dennis Quaid que se nota disfrutando en su personaje More
Than Life, un ser despreciable, pero carismático en su histrionismo adecuado
para su carácter gesticulante, con ese toque ridículo de las chaquetas horteras.
Tiene momentos tan delirantes como es la secuencia en que se acerca a Sue en el
pasillo con un grupo de ejecutivos mayores y canosos, le exige a Sue que sonría
que las jóvenes hermosas deben hacerlo, cuando lo hace los viscosos tipos que
rodean a Quaid babosean de modo lujurioso. Para su escena del almuerzo con Demi
Moore, Quaid consumió aproximadamente 2 kilogramos de camarones. Sobreactuado. Ray
Liotta fue elegido originalmente para interpretar a Harvey, pero murió en mayo
de 2022. Tres meses después de comenzar el rodaje, Liotta fue reemplazado por
Dennis Quaid..
Los valores de producción son un gran pilar del encanto del film. Con un diseño de producción de Stanislas Reydellet (“Los ríos del color púrpura” o “La vida en rosa”), esplendido en su primordial función de transmitir un estado de ánimo, sobre todo en los dos escenarios nucleares, como es el estudio de tv donde sobresale ese pasillo (al ya mencionado “The Shining”, pero sobre todo la residencia de Elisabeth/Sue, con ese salón con esa cristalera con primer plano exterior de un enrome cartel, primero de Elizabeth y luego de Sue, pero también del cuarto de baño blanco a lo “2001”; Ello en miscelánea con la buenísima fotografía de Benjamin Kracun (“Beats” o “Una joven prometedora”), manejando los colores primarios en claro sentido freudiano, con jugando con los contrastes cromáticos, con los blancos, el rosa del body de Sue, el amarillo del chaquetón de Elisabeth, el azul, todo para penetrar al espectador con sensaciones; para esto también importante el diseño de vestuario de Emmanuelle Youchnovski (“Café de Flore” o “La belle époque”), que potencia en sus diseños el colorido referido para dar leit motive de carácter a los roles, ejemplo el desabrido productor al que da vida Quaid; Y todo esto adornado por la rítmica música del británico Raffertie (nombre real es Benjamin Stefanski), impregnando en sus melodías vértigo e incluso por momentos son ominosas. Presenta "Pump It Up!" versionada por DJ Endor.
Mención aparte merece el
trabajo del diseñador de efectos especiales de maquillaje Pierre-Olivier Persin,
toda una labor espectacular, ello en mezcolanza con su maquillaje protésico,
con tomas insertadas, con ese momento desgarrador en que Sue emerge de modo
doliente, y donde en el tramo final los f/x desbordan la pantalla, siendo épico
el manejo cual aspersión mastodóntica de aproximadamente 21.000 litros de
sangre falsa.
Como he dicho en mi
encabezado el film no es ni mucho menos perfecto, empezando por su desmedido
metraje de 140 minutos, a todas luces desmedido para lo que cuenta, haría falta
mayor capacidad de síntesis, y no sentirse varios tramos en que se subrayan y
reitera el mensaje sin aportar algo nuevo, ejemplo es el encuentro de Elisabeth
con el hombre mayor en la cafetería que ella sospecha es el que le dio la
tarjeta-gancho, y que luego este hilo se abandona. Como la cantidad de veces
que vemos a Elisabeth ir a recoger su paquete. Entiendo que es una fábula, pero
aun así podrían haber pulido un tanto algunos detalles chirriantes, como que
veamos a Elisabeth en plan albañil creando una habitación secreta ella sola en
su apartamento, increíble que una estrella del espectáculo hago esto ella y
sin ayuda (¿?); porque deja cada una
Elisabeth y Sue a su doppelgänger tirada en el suelo como basura, por que no la
colocan en un sofá o cama?; Porque no acepta las normas que le han dado si sabe
que si se las salta colapsará todo?; y más preguntas sin respuesta; Y ya para
mi el tramo final desbarra al querer provocar al espectador, lo que hace es
pasarse varios pueblos.
Spoiler:
Rush final: En medio de
la noche en que Sue debe ‘romper’ como estrella del espectáculo de Nochevieja,
sin Elisabeth, el cuerpo de Sue comienza a deteriorarse rápidamente, se le caen
los dientes, las uñas, incluso una oreja. En pánico, intenta crear una nueva
versión de sí misma usando el suero activador sobrante a pesar de la
advertencia de un solo uso. Esto crea un cuerpo mutado grotesco, "Monstro
Elisasue", con las caras de Sue y Elisabeth. Con una máscara recortada de
un póster de Elisabeth, Elisasue regresa al estudio e intenta presentar el
programa, pero la audiencia estalla en caos. Esto solo puedes aceptarlo dando
la licencia que todo es una farsa, pues como espera que la acepten en la tv?
Como entra el engendro en las instalaciones? Como nadie sospecha del ser
deforme con una careta grotesca? Yo pensaba que al quitarse la careta la gente aplaudiría
y soltaría vítores ante tanta ‘belleza’, hubiera sido un buen giro, pero no el
guion de la directora opta por el desprecio de los asistentes, hasta que un
miembro de la audiencia la decapita, solo para que vuelva a crecer una cabeza
aún más mutada y uno de sus brazos se rompa y empape tanto a la audiencia como
al estudio en torrentes de sangre. Elisasue huye del estudio, pero se derrumba
y explota en vísceras. El rostro original de Elisabeth se desprende de la
sangre, arrastrándose sobre su estrella abandonada en el Paseo de la Fama de
Hollywood . Sonríe mientras alucina admiración antes de derretirse en un charco
de sangre, que es limpiado por un fregador de pisos al día siguiente.
Fargeat escuchó variedad
de música para influir en el guion. Citó la banda sonora de Mica Levi para
Under the Skin (2013), y otra música experimental y compositores tenían
"este tipo de latido o pulsación... relacionada con latido del corazón del
nuevo ser humano o forma puedes sentir con tu cuerpo". Fargeat también
escuchó música hipersexualizada, que ayudó a inspirar el espectáculo Pump It Up
dentro del universo.
Fargeat en el plano
musical quería algo que estuviera "relacionado con la princesa" con
una "especie de dulzura"; Inicialmente probó varias piezas clásicas y
música de Cenicienta, pero no le gustaron los resultados. Sintió que "The Nightmare And Dawn"
funcionaba en un nivel meta, haciendo referencia a sus connotaciones con el
sistema estelar. Otras canciones que
aparecen en la película incluyen " Pump It Up! " de DJ Endor (un
remix de la canción del músico belga Danzel), "At Last" (versión
edulcorada) interpretada por Etta James, "Ugly and Vengeful" de Anna
von Hausswolff.
Como es posible que le
cueste a la Elisabeth anciana enderezar una rodilla, pero sin embargo la veamos
correr en otro momento con una liebre?
Como es posible que la
joven Sue no solo sea bella y sexy, si no que tenga fuerza sobrehumana? Le da
una patada a Elisabeth que la lanza varios metros en el aire!
Film valiente, intenta ofrecer
algo original, es loable su mensaje, con unas buenas actuaciones, aunque tenga
algunos defectos que la impiden elevarse más. Gloria Ucrania!!!
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