jueves, 12 de diciembre de 2024

 


CITA EN SAN LUIS.


Vistoso musical, aunque falla en su argumento fraccionado y sin sustancia, puro naif, un retrato idealizado de la vida estadounidense de principios de SXX. La he visto con motivo del 80 aniversario del estreno (22/11/1944), y me he encontrado una cinta tan bonita como hueca. En su tercer film y musical Minnelli (primero en color) crea para la MGM una sinfonía de luz cargada de alegría de vivir, reflejado en lo evocador y vitalista que resulta todo, una producción que buscaba alejar al espectador del horror de la WWII, obra rebosante de nostalgia enarbolando los valores de la nación, un canto al amor de la familia, a esta nuclear institución. Proporcionó a la MGM el mayor éxito de público después de "Lo que el viento se llevó", se le considera inició para la época dorada del género musical. Dividida en serie de viñetas estacionales, comenzando con el verano de 1903, relata la historia de un año en la vida de la familia Smith en St. Louis conduce a la inauguración de la Exposición de la Compra de Luisiana (más comúnmente conocida como la Feria Mundial) en la primavera de 1904. Basada en "The Kensington Stories", una serie de 12 relatos de Sally Benson, referidos a cada uno de los meses del año, en los que evoca los recuerdos de su estancia en San Luís entre 1903 y 1904, que aparecieron en The New Yorker en 1941-1942 y más tarde en forma de novela como Meet Me in St. Louis. Poco después de la publicación de las historias, el productor Arthur Freed, había disfrutado de un éxito anterior con Judy Garland en musicales de MGM, convenció al director del estudio Louis B. Mayer para que comprara los derechos cinematográficos por 25.000 dólares, y Benson también fue contratada para trabajar en la adaptación cinematográfica, adaptada por Irving Brecher (“La sombra del acusado”) y Fred F. Finklehoffe (“Por mi chica y por mi”).

 

En el verano de 1903, la familia Smith lleva una vida cómoda de clase media alta. Alonzo Smith y su esposa Anna tienen un hijo, Lon Jr., y cuatro hijas: Rose, Esther, Agnes y Tootie. Esther, la segunda hija mayor, está enamorada del chico de al lado, John Truett, aunque él no se fija en ella al principio. Tootie viaja con el repartidor de hielo Mr. Neely, y debaten si St. Louis es la ciudad más importante del país. Rose, la hija mayor, espera en vano recibir una propuesta de matrimonio de Warren Sheffield. Esther finalmente conoce a John cuando él es invitado a la fiesta de los Smith y espera volver a encontrarlo en un viaje en tranvía hacia el sitio de construcción de la Feria Mundial.

 

Protagonizada por la estrella del momento Judy Garland, la sensacional roba-escenas Margaret O'Brien, Mary Astor, Lucille Bremer, Tom Drake, Leon Ames, Marjorie Main, June Lockhart y Joan Carroll. Garland estrenó las canciones "The Trolley Song", "The Boy Next Door" y "Have Yourself a Merry Little Christmas", todas escritas por Hugh Martin y Ralph Blane para la película, y todas se convirtieron en éxitos después del estreno de la película. El productor de la película, Arthur Freed, también escribió e interpretó una de las canciones. Banda sonora adaptada por Roger Edens (“Cantando bajo la lluvia”), también se desempeñó como productor asociado no acreditado. Georgie Stoll (“El Mago de Oz”) dirigió las orquestaciones de Conrad Salinger (“Siete novias para siete hermanos”). Todo el apartado musical engarzado con fluidez narrativa.  

 

Judy Garland da bien con su buenista personaje, la segunda hermana del clan familiar, y por supuesto canta desplegando su fulgor de voz, destacando su gozoso tema "The Trolley Song" en el repleto tranvía, el romántico "The Boy Next Door", entonado de modo suave y seductor, y el festivo “Have Yourself a Merry Little Christmas” que le canta a su hermanita pequeña en una calidad de voz enervadora, todos estos temas los nuevos escritos; Aunque la que se apodera del espectáculo es la pequeña Margaret O'Brien (O'Brien tiene ascendencia mitad irlandesa y mitad española), de apenas siete años (comenzó su carrera en la MGM a los 4 años como respuesta a la Shirley Temple de la FOX), desborda la pantalla en cada aparición con su trémula frescura, rol cargado de emociones intensas, y con lado oscuro turbador, parece obsesionada con la muerte (entierra sus muñecas que dice murieron de una rara enfermedad; acusa al vecino de intentar matarla; "mata" al Sr. Braukoff en Halloween; y arrasa con los muñecos de nieve para que nadie los tenga). Su rostro resulta arrollador en su tremenda expresividad, tiene escenas que se llevan el foco total, sobre todo la de vestida de Satanás en Halloween visitando al Ogro, o su arranque de furia en el rush final, Brillante. Amén de cantar con gran gracejo “Drunk Last Night”.

 

Ganó un Oscar especial para niños ese año; Harry Davenport como el abuelo es otro que deprende ternura estupenda; Leon Ames como el patriarca de la prole está muy bien, siempre sintiéndose fuera de lugar en su propia casa por como lo marginan una y otra vez, pero a la vez demostrando gran cariño familiar; Mary Astor como la matriarca tiene buena química con Ames, amén de desprender gran calor por sus hijos.

 

Es un cuadro bucólico de la Norteamérica de principio de SXX, todo edulcorado, centrado en una familia acomodada, sin más problemas cotidianos que tener o no tener pretendientes las hijas mayores (baste decir que una de las crisis es que un novio no tiene esmoquin para el baile!), o él mayor de todos, la gran crisis, que al patriarca lo ascienden en su curro y con ello lo trasladan a Nueva York. Haciendo un lindo lienzo del momento y lugar, con esa gran casa victoriana/eduardiana (llega a parecer una casa de muñecas), las calles de tierra, los jardines, los carruajes tirados de caballos, hombres con sombreros canotier, vecinos amables, lámparas de gas, todo esto en gran parte gracias a la labor tras las cámaras del diseñador ganador Lemuel Ayers (“Bésame Kate”), y el decorador de set Edwin B. Willis (“Cantando bajo la lluvia”), sumando el colorido vestuario de Irene Sharaff (“Cleopatra”), en miscelánea con la nominada al Oscar cinematografía en fulgente Technicolor de George J. Folsey (“Siete novias para siete hermanos”), inspirándose en pinturas realistas del estadounidense Thomas Eakins (1844-1916), con recursos tan vividos como enfocar algunas tomas a través de ventanas, creando efectos de cuadro luminoso gracias al arrollador juego de cromatismos desbordantes de la fotografía. Con tomas preciosas en espiral, hermosos fundidos que recuerdan al cine mudo, o jugando con el cine de terror con el tramo Halloween con ese avernal fuego en la calle. Y sobre todo resaltando a las dos estrellas del film la Garland y O'Brien.

 

Destacar como el director coloca a la mujer como motor de la vida familiar, son las que dan calidad hogareña, las que equilibran, las arterias de lo cotidiano, sobre todo si tenemos un clan con cuatro hijas y un solo hijo, este marginal en el relato. La película es puro champán, espuma y cuando se diluye hay poca cosa. Las sub tramas tiene poco peso dramático, se mueven por el humor candoroso. Todos los personajes son entre buenos y buenísimos. Donde solo hay un segmento que te remueve un poco, es precisamente la secuencia favorita de Minnelli, la Noche de Halloween, con las niñas disfrazadas en una velada con Tootie (Margaret O’Brien) apoderándose de la pantalla, con su carita primero aterrada, pero luego erigiéndose en un "fantasma horrible que murió con el corazón roto", dice de ella misma. Para luego ser la más valiente, por atreverse a ‘combatir’ al demonio en la figura del inane Sr. Braukoff, al que con rostro aterido le lanza harina, como si fuera lo más peligroso del mundo (el tipo lo acepta como si nada), y le grita: ‘Te odio’,  luego les espeta a sus amigos: ‘Yo lo maté. Soy la más horrible!’, dejando un halo perturbador en la núbil niñita.

 

Hay buenos números musicales, aparte de los ya mencionados cantados por la Garland y la O’Brien, está el reivindicativo "Meet Me In Saint Louis", el jovial "Under The Bamboo Tree", con ese jolgorioso baile, o el “You and I” entonado a dúo entre Leon Ames y Mary Astor, de claro sentido unificador familiar. Pero siendo bonitos en el aspecto musical, no tiene un número que sea para enmarcar, no hay sensación de trascendencia.

 

El film peca de hinchado de merengue, todo tan pulcro y hermoso, como falto de crear seres de carne y hueso, ; los pretendientes de las jóvenes hermanas Rose y Esther son unos sin sangre, acartonados y sin carácter, aderezado por unos romances pastelosos y sin chispa alguna, nunca conectas con sus amoríos, muy blanditos.

 

“El acto final, ambientado en la primavera, período de renovación, muestra a la familia en la Exposición de la Compra de Luisiana. Al mirar las luces brillantes con asombro, Judy dice: ‘Nunca soñé que algo pudiera ser tan hermoso! Está justo en nuestro propio patio trasero! No puedo creerlo! Justo aquí donde vivimos. Justo aquí en San Luis!’.”

 

El proyecto de Freed recibió luz verde con un presupuesto preliminar de $ 1,395,000 y planes para comenzar la producción a principios de octubre de 1943. Sin embargo, la producción se retrasó debido a problemas del estudio y la apretada agenda de Technicolor Inc., y el proyecto finalmente entró en producción el 7 de diciembre de 1943, con un rodaje programado para 58 días y un presupuesto que había aumentado a $ 1,500,000. Casi la mitad del presupuesto de la película se dedicó a los decorados ($ 497,000) y la música ($ 234,000). Los costos de la historia y la continuidad superaron los $ 132,000 debido a las numerosas reescrituras. A Garland le pagaban 2.500 dólares por semana, a Margaret O'Brien 250 dólares por semana y a Minnelli 1.000 dólares por semana mientras producían la película. El rodaje comenzó el 1 de diciembre de 1943 y se completó el 7 de abril de 1944, con retraso y con un presupuesto final cercano a los 1,8 millones de dólares. La idea de Minnelli de introducir cada segmento de la temporada con una ilustración de una tarjeta de felicitación que se disuelve en acción en vivo probablemente estuvo influenciada por una técnica similar utilizada en la película de Orson Welles de 1942 The Magnificent Ambersons.

 

Tras su estreno, Meet Me in St. Louis fue un éxito tanto de crítica como de público. Se convirtió en la segunda película más taquillera de 1944, solo detrás de Going My Way, y también fue el musical más exitoso de MGM de la década de 1940. En 1994, la película fue considerada "cultural, histórica o estéticamente significativa" por la Biblioteca del Congreso y seleccionada para su preservación en el Registro Nacional de Cine de los Estados Unidos.

 

Ameno, aunque sobrevalorado musical, donde prima más el continente que el contenido. Gloria Ucrania!!!

 

PD. Minnelli y Garland contrajeron matrimonio un año después del estreno de la obra.

 

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