sábado, 3 de febrero de 2024

 

El TESTIGO.

 

Notable Sátira Destroyer contra el régimen comunista dictatorial húngaro, valientemente realizado en plena autocracia, y que por ello fue censurada durante 10 años. Todo un descubrimiento este refrescante film magiar, todo un acto de valentía ir contra el régimen del poder con una mordaz historia que desnuda a la Tiranía. Dirigido por Péter Bacsó en 1968-1969, estuvo archivado durante una década debido a su prohibición, se proyectó oficialmente en 1979, siendo una película de culto en su tierra de origen. Su repercusión también se dio en el extranjero cuando finalmente fue lanzada fuera de Hungría, incluso con su amplia aceptación durante el Festival de Cannes de 1981. “El testigo” ocurre durante la era de Rákosi, cuando el comunismo magiar tomaba como modelo cercano al régimen de Stalin. Una corrosiva obra que pone contra el paredón un régimen nauseabundo, y lo hace desde la comedia más jocosa caricaturizando con gags incisivos al comunismo, sabiendo exponer sus contradicciones, navega entre la fina línea entre lo jocoso y lo surrealista, habiendo por el camino mucho de absurdo. Exhibiendo a unos mandatarios pomposos, opresores, sanguinarios, psicópatas, cainitas, déspotas, sátrapas. Siendo lo ´más sangrante de todo es que esta supuesta exageración de este régimen no estaba tan lejos de la realidad, pues todas las situaciones están sacadas de la vida real en Hungría durante esta época oscura.

 

La película sigue la vida del encargado ordinario de un dique, József Pelikán, quien es procesado por matar ilegalmente su cerdo (en ese tiempo, las políticas de racionalización y colectivización de los recursos, exigían la denuncia y control sobre los alimentos). Llevado a la cárcel por su delito, y en medio de absurdas idas y venidas burocráticas, Pelikán pasa por diversos cargos de relativa importancia, reservados generalmente para los miembros destacados del partido. Pelikán no termina de asimilar su cambio de suerte, por no mencionar sus nuevos trabajos. Incluso su benefactor, el misterioso camarada Virág, es renuente a revelar la verdadera razón en el trato preferencial a Pelikán. Así, comienza para el personaje la divertida aventura dentro de la burocracia comunista. Un error después de otro, llevan a Pelikán cada vez más alto en los cargos dentro de la estructura, mientras él no entiende nada el motivo de sus continuas promociones. Hasta un día, cuando él es llamado para devolver el "favor", atestiguando en falso contra un amigo y sacando a la luz el absurdo de las relaciones y la promoción de los cargos en un sistema autoritario.

 

Ferenc Kállai protagoniza con gran sentido dramático, transmite ser un pobre hombre movido por las circunstancias, un pelle ejemplo de cómo los tiranos manipulaban los buenos sentimientos de las buenas personas en pos de sus espurios fines, siempre de rostro y expresividad estoica, solo se altera durante el juicio, el resto del tiempo acepta su destino resignado a saberse arrollado por esta tiranía; Lajos Öze como el sibilino camarada Virág da una buena actuación.

 

Estamos en 1950. József Pelikán (Ferenc Kállai), es guardia de la barrera del Danubio, cría solo a sus hijos desde que su esposa se escapó con un timonel de una barcaza rumana. Pelikán no puede conseguir carne en la tienda para alimentar a sus hijos, vemos que las cartillas de racionamiento no dan ni para eso, en lo que es un dardo acerado contra este sistema injusto que hizo florecer el estraperlo. Pelikán anuncia en casa: "Dezsó debe morir", deben sacrificar en secreto a su cerdo criado en el sótano, era ilegal en ese momento. El plan se lleva a cabo: en el sótano, el padre mata y trocea a Dezsó, mientras los hijos, para que no se oigan los gritos del cerdo afuera, canta a coro el patriótico ‘Ej-haj, száll az anek...’. Una patrulla policial irrumpe en la casa por que alguien los ha delatado por haber matado a un animal, pero los polis no encuentran nada, no saben del sótano. Esto deja ver como la simple denuncia ciudadana era motivo para allanar una casa la policía. Esto nos lleva posteriormente a un gag ácido cuando Pelikán que ha atendido en su hogar a un antiguo amigo, ahora ministro, Zoltán Dániel (Zoltán Fábri), que ante los guardias registradores que han vuelto da un discurso de porque József no puede ir contra la ley que acaba de modo impactantemente risible. Acabando esto con: "La ley se aplica a los comunistas diez veces o cien veces más!".

 

La cinta es bastante episódica a partir de que Pelikán es detenido y encarcelado, nada menos que con su torturador Gulyás en tiempos nazis, él que le destrozó la dentadura. También junto a ellos es encerrado un obispo católico (haciendo patente la persecución religiosa de esta dictadura). Allí en prisión recibe la visita József de su hija que le tranquiliza sobre la pena que le pueden imponer puede recibir un castigo leve, por su pasado de héroe nacional, a menos que quieran hacer de él un ejemplo, porque "Ley socialista y todo". Siendo llamativo cuando la hija le habla de su abogado defensor, que puede pida la pena más dura, riéndose con esto de la manipulación de la justicia del régimen.

 

Pero de buenas a primeras es conducido por un gran coche negro (se repetirá varias veces) a visitar al misterioso camarada Virág, le informa que "la situación internacional se está intensificando" , "la lucha de clases se intensifica" y "la vida no es un bizcocho". Le cuenta a Pelikán que la lucha entre comunismo y capitalismo se está volviendo dura, por lo que hay una enorme necesidad de viejos comunistas fiables en tantas posiciones sociales como sea posible, porque "donde no estamos, está el enemigo". Por eso le encarga ser director de la piscina cubierta y le dice que "un día te pediremos algo..." Pelikán dice inútilmente "no estoy lo suficientemente cualificado ideológicamente". Riéndose con esto de la demagogia comunista que llegan a ver peligros capitalistas en la gestión de una piscina. Produciéndose con ello la exposición de como funcionaba el nepotismo en la dictadura (muy divertido como los guardaespaldas de un al togerifalte comunista saltan a la piscina envestidos para salvar de la marabunta a su jefe). Y vuelta a prisión de Pelikán.

 

Y vuelta a recogerle el coche negro para visitar a Virág. Allí este, en una situación grotescamente chistosa regaña a su a su anciana secretaria por llevar la falda corta: "Dejemos la sexualidad al opio del Occidente en decadencia". Tras lo que encarga una nueva misión a Pelikán, ahora será director del Parque Inglés. "Pero por qué Angolpark? Por qué no un parque de atracciones? O el Parque Broma? (Pregunta Pelikan). Virág le responde: “Agarró la pregunta por el cuello… Parque Inglés! Para que el imperio mundial imperialista inglés se ría de él? Un fenómeno! Parque de atracciones! Esto es lo que necesitan los trabajadores!". Pero Pelikán sigue no creyéndose capacitado, pero debe hacerlo.

 

Pelikan reorganiza el parque de atracciones. Ya no existe el FERROCARRIL FANTASMA, sino el FERROCARRIL FANTASMA SOCIALISTA, con proletarios rompiendo sus esposas en lugar de esqueletos bailando y retratos de líderes estatales y del partido en lugar de monstruos. El alto gerifalte camarada Bástya es el primero en viajar por el ideologizado ferrocarril fantasma. Pero la realidad es demasiado fuerte para el corazón del camarada. Maraqvillosa metáfora de como la realidad no es apta para los hipócritas.

 

Y vuelta a prisión y vuelta a ser recogido por el coche negro para visitar, otra vez l camarada Virág. Su nuevo trabajo será la dirección del Instituto de Investigación de la Naranja, que tiene el cometido de crear la primera naranja conde ¡nominación de origen de Hungría. Solo consiguen una naranja que van a presentar en una celebración del ‘éxito’ donde por supuesto acudirá el camarada Bástya. Los hijos de Pelikán, hambrientos se comen la fruta prohibida, siendo sustituida por orden de Virág por un limón. Lo que sigue es demencial: Pregunta Bástya: Qué es esto?", Pelikán responde:  "Una naranja ... la nueva naranja húngara. Un poco más amarilla, un poco más ácida, pero es nuestra". Muy significativo por su realismo de como los comunistas no dejaban que la realidad estropease una buena noticia, siendo capaces de decir que el día es la noche, lo blanco es negro o que un limón es una naranja.

 

Hasta que nos enteramos del porque de estos encargos, dando sentido al título del film, pues a Pelikán se le pide sea testigo contra el ministro Zoltán Dániel (Zoltán Fábri), acusado de espionaje. "Dániel lo confesó todo", dice Virág. Preparándole de modo muy teatral al testigo, lo someten a examen médico, se le dan clases de oratoria, se le viste para la ocasión, se le hace repetir una y otra vez lo que debe decir, “un espía, un traidor, un informante de la policía fascista”. Hasta que llegamos al clímax del akelarre del juicio, allí debe emerger la verdadera personalidad de Pelikán, sobre todo cuando se enfrenta a la verdad y a quienes le acompañan en dar testimonio.  

 

Entre medias vemos como el afán de persecución política es más fuerte que dar buenos servicios a los ciudadanos, ello reflejado en como no reemplazan al vigilante de la presa que era Pelikán, y esta termina desbordada, inundándolo todo, los hijos de Pelikán acaban viviendo en las ramas de un árbol junto a la inundada vivienda.

 

Spoiler:

 

Rush final: Como Gulyás también es un testigo importante en el juicio, Pelikán queda confundido, en su indignación olvida el texto memorizado, para sorpresa del juez, no da declaración incriminatoria contra Dániel, pero se enfrenta a Gulyás. Gulyás modifica su testimonio sin pestañear y llama también espía a Pelikán, entonces nuestro héroe acusa a todos de traidores, y vemos a los presentes y a los espías que escuchan aterrados, emos a Daniel que lo exculpa en un arranque de dignidad.

 

Pelikán vuelve tras las rejas, esta vez bajo pena de muerte. Que se lo toma de modo muy flemático. Cuando llega el día de la ejecución, ni el verdugo ni su adjunto aparecen en la horca, a pesar de que el guardia y Pelikán lo esperan. Juntos gritan al verdugo estatal en el patio de la prisión: "Doctor Kotász! Doctor Kotász! Esto despierta de su sueño al director de la prisión, baja en pijama, mira sus documentos y anuncia la buena noticia: "Enhorabuena, quedarás rehabilitado". A lo que el decidido Pelikan, que no conoce esta palabra: "Será mejor que me cuelgues!", luego ante la mayor furia del guardia: "Devoró la comida de lujo de última cena, se bebió el vino, no se la terminó, también se metió tabaco...!". Una vez fuera, años más tarde, en el abarrotado tranvía del bulevar, Pelikán se reencuentra con el camarada Virág, arrugado, abandonado y gruñón, declara con resignación: "Está bien... Está bien, volverán a llorar por mí!". A lo que Pelikan responde: "Bueno, no me atrevería a jurar eso". La cita final de la película: "y LA HISTORIA SIGUE Por qué la historia va por este camino? Para que la humanidad pueda separarse tranquilamente de su mult"–Groutcho Marx

 

Versión original sin censura: La última escena, en la que el camarada Pelikán y Virág se encuentran en el tranvía, fue completamente eliminada (porque tuvo que ser insertada más tarde, por razones ideológicas, para un final positivo). Por tanto, la película termina con Pelican deambulando inseguro por la gran ciudad. Se detiene junto a un joven que lee un periódico y le pregunta qué día es y luego qué mes. Se lo cuenta, pero Pelikán incluso pregunta por la posición de Duna, y el joven le pregunta si Pelikán también debería ser su esposa. En esta versión, la cita de Marx está al comienzo de la película entre la lista de actores y la cita de József Attila .

 

Hay mucho más de realidad en esta película de lo que parece. Muchos de los personajes, motivos e historias están basados ​​en la realidad. La trama principal: el juicio conceptual del ministro Daniel y su grupo trata sobre el juicio conceptual del líder comunista y ministro Rajk. Era un ideólogo comunista y decían que podría ser el próximo líder de Hungría después de Rakosi, quien fue el líder estalinista de Hungría entre 1949 y 1956. Rajk tenía ideas diferentes a las de Rakosi en muchas cuestiones. Fue detenido en 1949. Tuvo un juicio público donde todo estaba arreglado de antemano. Las acusaciones falsas y los testimonios de los testigos fueron escritos por la administración de Rákosi y por Moscú. Los testigos fueron preparados y entrenados por la ÁVH (KGB húngara). Muchos intelectuales realmente creían en el comunismo, pero después del juicio a Rajk y la desaparición mística de personas a gran escala mostraron a todos el verdadero rostro del régimen de Rákosi.

 

Había un importante miembro del partido y general del ejército que era el modelo del camarada Bástya. El camarada Virág se basó en el muy temido líder de la ÁVH, Péter Gábor. ÁVH sacó a mucha gente de sus casas en mitad de la noche en coches con cortinas negras. Intentaron convencer y quebrantar a la gente siendo a la vez brutales y amables.

 

Los trabajos de Pelikán.

Piscina: Había un miembro importante del partido que solía vaciar una de las piscinas más importantes de Budapest cuando quería nadar. Este camarada mantuvo esta costumbre incluso en los años setenta/ Parque temático: El nombre original del parque temático húngaro era en realidad Parque Inglés que ha cambiado en algún momento durante el régimen de Rákosi. Además, el ferrocarril panorámico realmente tenía una versión comunista donde mostraban cómo evolucionó la sociedad (según la teoría de Engels)/ Naranja húngara: Es cierto que los húngaros querían cultivar naranjas en Hungría. El proyecto fue iniciado por el propio Rákosi.

 

Una vez finalizado, aunque se trata del sistema Rákosi, fue inmediatamente prohibido tras la muerte de István Szirmai en septiembre de 1969. György Aczél asumió el cargo. Estuvo en una caja durante diez años, y en 1979 sólo se mostró porque se estaban preparando para el Festival de Películas Prohibidas en el extranjero. En 1981, el XXIV. también se proyectó en el Festival de Cannes, pero no como película en competición, sino en la sección Una cierta mirada, con tal éxito que fue adquirida inmediatamente por treinta y dos países. Con el paso de los años, El testigo se ha convertido en una película de culto. Una de las primeras proyecciones legales en Hungría tuvo lugar en el marco de la reseña de comedia Bacsó de 1977, en el cine Bányász de József körút 63. Desde el 6 de junio de 1979 se proyectó en Tinódi en Nagymező utca durante muchas semanas y meses. En 2019, se encontró la versión original sin censura de la película, que fue restaurada digitalmente y presentada en el festival de Cannes de 2019, tras lo cual se proyectó en cines nacionales a partir de junio. Bacsó preparó su secuela en 1994 bajo el título “Megint tanú”, pero no logró el éxito de la primera parte.

 

Estupenda muestra de cine combativo a través de la comedia, y es que las cosas que se dicen en broma son las más serias. Gloria Ucrania!!!

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