sábado, 17 de febrero de 2024

 


VIVEN!


Con motivo del reciente estreno de “La Sociedad de la Nieve” de Bayona, y tras verla, me he revisionado como ejercicio comparativo esta de hace veinte años atrás de Frank Marshall (antiguo productor de Spielberg), la de ahora como conmemoración del 50 Aniversario de la épica aventura, y la que voy a disertar se hizo por el vigésimo. No siendo esta la primera versión ficcionada de los hechos, pues en 1976, solo tres años después se hizo una película mexicana. Esta que me ocupa se basa en el libro “Viven!” (1974), de Piers Paul Read, a su vez está basado en las entrevistas realizadas a los supervivientes uruguayos del accidente del vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya ocurrido en 1972. Un primer guion de “Viven!” comenzó a circular en Hollywood en 1981, diferentes factores —principalmente lo sensible del tema de la antropofagia y la adaptación mexicana (Supervivientes de los Andes)— evitaron la película fuera realizada sino hasta una década más tarde. Uno de los supervivientes, Fernando Parrado (Ethan Hawke en la película), trabajó como asesor técnico. El reparto se complementa con Bruce Ramsay, interpreta al superviviente Carlitos Páez, y John Malkovich como Carlitos Páez adulto y narrador al comienzo y final de la película.

 

El 13 de octubre de 1972, miembros del Old Christians Rugby Football Club de Montevideo, Uruguay, alquilaron un vuelo a través de las montañas de los Andes para un partido de exhibición en Chile. El avión se estrelló contra los picos de las altas montañas, matando inicialmente a 16 personas y dejando a 29 varados entre los escombros. Su desgarradora historia de supervivencia fue contada en la novela más vendida de Piers Paul Read, “Alive: The Story of the Andes Survivors”. La película solo usa los nombres reales de los 16 sobrevivientes, mientras que los de los fallecidos fueron cambiados, con la excepción de Eugenia y Susana Parrado y Liliana Methol. Además, incluye algunos incidentes de ficción para añadirle acción a la historia. Según el sobreviviente real Fernando Parrado, el hecho «exactamente como pasó hubiera sido imposible de filmar y hubiera sido imposible de ver» debido a la crudeza de los sucesos que tuvieron lugar durante y tras el accidente.

 

Una aventura Homérica de magnitud mayestática, da el mayor de los dilemas morales, sobre hasta donde estarías dispuesto a llegar para sobrevivir, que línea moral estarías dispuesto a cruzar para vivir un día más (espero no verme nunca en esa tesitura), aquí al otro lado de esta raya está la antropofagia, aquí tratado con elegancia, sin morbo, ahondando en diferentes posturas, pero sobre todo incidiendo en el lado místico del dilema, “En su muerte está nuestra vida”, espeta uno de los supervivientes, señalando los cadáveres congelados. Comenta si estaban más cerca del cielo en esas cumbres andinas y por ello Dios les ponía a prueba, este lado católico se toca en varias ocasiones en la historia, algo muy creíble teniendo en cuenta la mayoría pertenecía a un colegio católico, incluso llegan a tomarse la primera vez que cortan carne humana para comer como una eucaristía, todos reunidos alrededor del cuerpo a rajar, proyectando en su desarrollo ser una Experiencia Religiosa de enorme Fe en el Espíritu Humano. Esto atomizado por una escena cumbre (y nunca mejor dicho) en que Nando comenta desde la cima de una a la montaña al ver que están en el centro de la Cordillera y habla de que es feliz porque nunca ha estado más cerca de Dios, especie de éxtasis metafísico. Ello muy diferente a la cinta de Bayona, que lo hacen tres de ellos a escondidas del resto para que no supieran de quien era la carne que comerían. Incluso, incidiendo en este aspecto me choca la diferencia con la peli de 2023 con clara vertiente atea, sobre todo en un monólogo de uno de los supervivientes diciendo que ya no cree en Dios, si no en los compañeros que le ayudan a sobrevivir (¿?). También Bayona aporta mucho más buenismo entre los supervivientes, exponiendo menos discusiones entre ellos.

 

A ensalzar la hermosa fotografía de Peter James (“Paseando a Miss Daisy” o “Manto Negro”), hace sobrecogernos ante la inmensidad de los Imperiales Montes, que hace la experiencia algo elevado, donde los humanos son hormigas en medio de la inmensidad de las montañas nevadas, lo que hace más ‘Imposible’ pensar puedan escapar de las fauces de la Kolossal Naturaleza. Aunque, y esto me hace torcer el gesto, se rodó en las montañas Purcell de la Columbia Británica (Canadá), y me disgusta porque no sé si era mejor o peor la situación para los accidentados, un hecho real debe filmarse in situ.

 

La película comienza y termina con un primer plano de John Malkovich, no acreditado, quien, interpretando a uno de los supervivientes, reflexiona sobre la terrible experiencia y cómo ha afectado su vida desde entonces. Malkovich, aunque aparece en pantalla sólo brevemente, efectivamente prepara el escenario para lo que está por venir.

 

Maravillosa la recreación del accidente del del vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya (a diferencia del film español, que tiene un prólogo en Montevideo, aquí empieza ya en el avión) espectacular en el horror que transmite por mor de ILM (Industrial Light and Magic). El libro de Read comienza con los planes para el viaje. Marshall comienza pocos minutos antes del accidente. Vemos a los pasajeros haciendo bromas, lanzando un balón de rugby, cuando en la cabina intuimos ya la cosa no va bien, la aeronave ha entrado en una bolsa de aire, y uno de los pasajeros aterrado hace la pregunta clave: "Se supone que debemos volar tan cerca de las montañas?". Y llega el impacto cuando las alas se rompen por los golpes contra las cumbres y el fuselaje se parte en dos, saliendo disparados varios pasajeros con la cola, la parte delantera termina deslizándose montaña abajo, acaban chocando violentamente contra un banco de nieve, haciendo que los asientos se compriman unos contra otros, con los pasajeros en ellos. Y llegamos a este purgatorio que fue el valle de las Lágrimas para estos supervivientes.

 

Marshall consigue emitir parte del terror y desazón que pasaron estos héroes. Emite las luchas por la jerarquía, el hambre, las esperanzas, el frío, las desesperanzas, las disputas, las ilusiones puestas en elementos que termina por colapsar uno tras otro, desde la esperanza que los rescaten, ese avión que creen les ha hecho una señal de que los ha visto, el encontrar la radio, la radio que por la que oyen que dejan de buscarlos, el encontrar la cola del avión con la batería y no saber conectarla. Compone un desarrollo entendible sobre las luchas de poder por el liderazgo del grupo, las rencillas entre unos y otros, la solidaridad, todo fluido en como expone el darwinismo que termina imperando. Hasta el tramo climático de la gran decisión sobre si comer lo único que pueden, carne humana de los muertos, el debate moral colapsa ante el espíritu humano de supervivencia, unos antes y otros reticentes después. Todo llevado sin morbo, sin planos crudos, vemos cortar de medio lado los cuerpos, vemos el pavor de su acción en los rostros, pero no hay otra. Siendo particularmente perturbadora una secuencia donde vemos a Nando ir a hablar con Roberto por en medio de huesos a medio devorar, escalofriante por como se exhibe la banalidad con que se terminaron comiendo cadáveres. 

 

Y como las desgracias no viene solas tras el accidente, 18 días después, una noche con todos los supervivientes refugiados dentro del fuselaje sufren una avalancha brutal que entra como una apisonadora en el interior, sepultándolos. Emergiendo unos pocos (el primero Roy) que ayudan a sacar con la luz de un mechero a los enterrados como pueden en medio del terror, pero ocho de ellos mueren bajo la nieve. Teniendo que permanecer días enterrados en el sarcófago del fuselaje hasta que la tormenta exterior amainara.

 

Problema que tiene la cinta en su desarrollo es que al tener tantos personajes a los que dar carácter la cinta termina por dar preponderancia a unos pocos en detrimentos de unos pocos a los que se les da luz de líderes, siendo estos Nando Parrado  al que da vida Ethan Hawke, en una actuación un tanto de sobrado, cumple bien, pero me resulta algo arrogante, tiene dos grandes momentos, uno es cuando se entera que por la radio que dejan de buscarlos y se encarga de decírselo a los supervivientes como si fuera algo bueno, el otro es el mencionado mísitco en la cumbre de la montaña; Antonio Balbi  encarnado por Vincent Spano, el capitán del equipo ejerce de líder con fuerza, organizándolo todo, bueno sin alardes; y Roberto Cannessa embestido por Josh Hamilton, como el gran amigo de Nando, entre los dos hay chispeantes choques, con Roberto más reflexivo y Nando más impulsivo, buena su química, aunque descompensada por como la balanza se decanta por Nando (no por nada fue consultor del film); aunque varios más tiene sus momentos de gloria, como lo es el actor (perdón, pero no se su nombre) que da vida al que más fe religiosa tiene que habla siempre con esperanza católica, como zenit el sueño que les cuenta a los tres expedicionarios, también el actor que da vida al herido en el pie (tampoco se su nombre), que remarca que se salvará en varios momentos.

 

Entre los defectos está uno de raíz, y es que al querer ser comercial, los productores se decantaron por un reparto norteamericano, sin intérpretes no ya uruguayos, ni tan siquiera hispanohablantes, por lo que la cinta es en inglés, incluso cuando a Nando lo vemos escribir en un cristal lo hace en este idioma, y esto me es estridente; Otra tara es que la demacración física del hostilidad ambiental y el hambre masacrando los cuerpos no se percibe en los actores, lucen impolutos, con dentaduras limpias, sin apariencia de que adelgazaran, cuando lo hicieron por decenas de kg; Como no es de recibo, sabiendo que no sucedió, las dos escenas caídas durante dos salidas de varios, una cayendo un abismo cubierto de nieve y otra con un resbalón que uno de ellos queda en el quicio de una acantilado, como si lo que sucedió no fuera bastante; Nos meten de rondón una especie de villano loco en la figura de un mecánico que parece demente, del que luego se olvida el guion, innecesario; Estos fallos son subsanados por Bayona en su film, aunque el barcelonés tampoco da el realce que se merece a la aventura de 10 días por la nieve de Canessa y Parrado, que da por sí solo para una película.

 

Spoiler:

 

Un film que iba bien se estropea en su parte final de forma grimante. Vemos a Nando convencer a Canesa para seguir hasta su meta de llegar a la civilización a por rescate, este le dice que probablemente mueran, Nando asiente ‘… Pero al menos lo haremos caminando. Entonces se supone empieza lo duro, Y tras ello apenas unos segundos después están en un valle sin nieve y con una cascada de agua, llegan a un lago y ya está. Saltamos en elipsis a como llegan dos helicópteros a rescatar a los supervivientes con Nando y Canesa. Hurtándonos del calvario que sufrieron estos dos en su odisea, su encuentro con unas vacas, y peor aún, anulando la importancia a del arriero Sergio Catalán, su salvador al otro lado del río Azufre. Nada vemos del reencuentro con sus familias, o el jolgorio de la multitud mediática que les esperaba

 

Y lo más curioso del tema, Parrado y Cannesa caminaron más de 8 días e hicieron más de 100 kilometros, cuando tenían la salvación a 3 días por otro camino y a tan solo 8 kms de distancia del avión, había un hotel que tenía almacenada gran cantidad de alimentos en conserva.

 

‘Los padres de los desaparecidos movieron tierra y cielo para llegar a sus hijos. Hablaron con los dirigentes de tres países, Chile, Argentina y Uruguay. Contrataron a pilotos, aviones, helicópteros, andinistas. Visitaron a videntes de Europa. Sin embargo, no se hace ni una referencia en toda la peli.’

 

Cuando vemos cortar las primeras ‘lonchas’ de carne, es la parte exterior (nalgas parece), y ya no vemos que corten más, aunque si vemos comerla en varios momentos en trozos sin definir de dónde. En el libro dice que comieron carne, músculos, órganos, lengua, testículos, grasa, sesos, hígado y corazón. Haber expuesto esto me hubiera sido sensacionalismo rayando en la pornografía gráfica e innecesario.

 

Vemos la rápida extracción de un trozo del avión que atravesaba el abdomen de Enrique Platero. Marshall muestra el eje metálico saliendo más o menos limpio, en realidad, Gustavo Zerbino (David Kriegel) extrajo la metralla junto con quince centímetros de intestinos de Rafael. Con la esperanza de salvar a la mayor cantidad posible, simplemente empujaron la mayor cantidad posible del órgano dentro de la herida, lo vendaron con una camisa y regresaron al rescate. Otra anécdota inquietante involucra a Carlos Valeta, quien sobrevivió ileso al accidente, pero intentando llegar al fuselaje guiado desde este por los supervivientes este desapareció entre la tormenta de nieve. Nadie más volvió a verlo hasta Canessa, Parrado y Tintín lo encontraron en su ruta de expedición final que condujo al milagro. Y eso fue un 14 de diciembre, dos meses y un día después del accidente.

 

Un documental afiche a este film, titulado “Alive: 20 Years Later (Viven! 20 años después)”  fue escrito, producido y dirigido por Jill Fullerton-Smith y narrado por Martin Sheen.

 

Un mensaje final dice: "Esta película está dedicada a las 29 personas que murieron en la montaña y a las 16 que sobrevivieron".

 

Nando: "Me siento orgulloso de ser un hombre en un día como hoy. Vivo! Que he vivido para verlo. Y verlo en un sitio tan increíble. Absorberlo. Te quiero amigo (a Canessa). Mira… Es magnífico. Es Dios. Y nos llevará por encima de todo, te lo juro…"

Canessa: "Sabes que moriremos."

Nando: "Puede ser. Pero si morimos, moriremos andando."

 

‘El libro de Read ofrece una descripción franca y algo inquietante de esta fuente de alimento, desde el corte de los cuerpos hasta el sabor de diferentes órganos. Pero ni el libro ni la película identifican a ninguna persona específica cuyo cuerpo sea consumido. Esto es algo que los propios niños han prometido nunca hacer, creyendo que sólo sería molesto para las familias de sus amigos caídos. Marshall se asegura de no sensacionalizar los elementos de canibalismo de la historia y presenta la terrible tarea sólo como último recurso. La escena en la que Canessa hace el primer corte es más desgarradora que aterradora. Uno por uno, el resto sigue su ejemplo y se vuelven aún más decididos a sobrevivir con su nueva fuente de fuerza.’.

 

El libro narra las diversas misiones de rescate organizadas por las familias de los que estaban a bordo, el director aquí se centra única y exclusivamente en los accidentados.

 

Un film inspirador, de los que cala por su fuerza dramática aposentada en saber que lo que vemos sucedió, e incluso, según dicen, los acontecimientos están suavizados. En su contra los lastres comentados. Gloria Ucrania!!!

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