Jurassic Park
Con motivo del 30 aniversario del estreno de este exitoso film comercial (13/06/1993), me lo he revisionado. Me resulta hinchada esta aventura dirigida por Steven Spielberg en su gran año, este es hasta la fecha su peli más taquillera (lo fue de la Historia hasta llegar “Titanic”) y solo 5 meses después estreno la película que le dio su tan ansiado primer Oscar tras cinco nominaciones, como fue “La lista de Schindler”, por la que obtuvo dos (Director y Película). Esta jurásica fue un pelotazo en lo que respecta al avance extraordinario con respecto a los efectos visuales, un film parte aguas en este sentido, su triunfo hizo que surgiera en todo el mundo la Dynomania, emparejada a todo un big bang de mercadotecnia ligada a estos extinguidos seres, algo que tres décadas después sigue vivo con el estreno de secuelas del film, la última de 2022 (“Jurassic World: Dominion”), aunque ya desde la tercera, sin la dirección del Rey Midas de Hollywood, pero por supuesto poniendo el cazo.
Esta primera entrega está
basada en la novela de 1990 del mismo nombre de Michael Crichton, con guion de
el mismo y de David Koepp (“Carlito’s way” o “Misión Imposible”), este último
limó y mucho las aristas de violencia del libro, amansándolo, hasta
infantilizarlo. Ambientada en la isla ficticia de Isla Nublar, ubicada frente a
la costa del Pacífico de América Central, cerca de Costa Rica, donde un rico
hombre de negocios llamado John Hammond (Attenborough) y un equipo de
científicos genéticos han creado un parque de vida silvestre de dinosaurios
extinguidos. La historia es una mezcla entre “King Kong” (esas enormes puertas
de entrada al parque son gran homenaje al film de 1933), “Tiburón”, pero sobre
todo tiene mucho del primer largometraje del novelista seminal del film, “Westworld”,
que versaba sobre un parque temático donde el ser humano había creado unos
seres atractivos al visitante, en este caso robots con forma humana, que
terminaban descontrolándose y siendo un peligro mortal para los creadores
humanos, el mismo relato cambiando los robot por dinosaurios, por tanto la
originalidad es nula en este aspecto. Siendo su leit motive el de
“Frankenstein”, por lo de los peligros del humano en querer jugar a ser Dios,
en transgredir los límites morales creando vida de la nada y con ello Dios nos
castigará, algo muy ajado, y aquí no hay nada nuevo bajo el sol en este
aspecto.
Un relato arrítmico, con
una primera mitrad tediosa, con una presentación de personajes densa, solo
sobrellevable por una clase (ficticia) de como traer los dynos a nuestro tiempo
a través de mosquitos (¿?), donde el asombro por la visión de los saurios es un
flash (la imagen icónica de Sam Neill observando lo imposible a lo lejos en uno
de esos zooms sobre el rostro míticos de Spielberg), y a otra cosa. Teniendo un
momento “Tiburón” (saboteado porque ya hemos visto a los Dynos) en cómo nos
muestran fuera de cámara al T-Rex, como devora vacas, dejando su visión para
más adelante, pero el efecto sorpresa (como ya he dicho) habría sido harto
mejorable si no hubiésemos visto anteriormente Dynos. Para colmo estos resultan
humanos insulsos, con menos fondo que una lata de anchoas, solo demuestra algo
de carisma Richard Attenborough, resto van de lo insulso (Sam Neill, Laura Dern
[estos dos con una sub trama ridícula, son pareja, no en el libro, y él parece
repudiar a los niños, y al final oh sorpresa…, y ella los mira con carita de
quiero ser madre’, puaj!] Bob Peck o Samuel L. Jackson) a lo irritante (Jeff
Goldblum [aunque paradójicamente tiene las frases más luminarias que son el
leit motive del film sobre la teoría del caos, su actuación de play boy resulta
grotesca, y que pinta un matemático aquí?], Wayne Knight [para mí siempre será
el mítico Newman de la “Seinfeld”, aquí en un rol caricaturesco hasta lo guiñolesco,
nadie se puede creer que nadie serio pueda fichar a este fantoche como cerebro
de la seguridad de este parque, es una burla al espectador su carácter
bufonesco, que hace que toda la posible seriedad se tambalee de forma imposible
de levantar], Martin Ferrero [en un rol cliché a más no poder de leguleyo
ridículo y por tanto todos sabemos que será …, pues eso], o los niños Joseph
Mazzello, Ariana Richards [aspirante penosa a Sream Queen], seres de cartón
piedra a los que nos importa entre muy poco y nada lo que les pase, son
transparentes.
Tiene una segunda mitad
trepidante de acción, aventuras, frenética de peligros, pero en realidad yo no
siento intensidad dramática alguna, se sabe los que van a morir y los que
sobrevivirán y desgraciadamente no hay sorpresas, es un relato muy manso, muy
para todos los públicos, incluso muy enfocado a niños más que nada, es como
estar precisamente en un parque temático, tienes subidas , bajadas, sustos,
pero sabes que nada te pasará, por no haber no hay ni sangre, apenas tres
muertes y solo es visible una, es todo tan pueril que desconecto de cualquier
tensión dramática prefabricada, y eso que tiene momentos apreciables, pero le
falta poder hincarme el diente (y nunca mejor dicho). Que hay del director que
no dudó en mostrar posteriormente el horror en “Salvar al soldado Ryan”? Pues
nada.
Por supuesto que los
valores de producción son sensacionales, sentimos que esos animales
prehistóricos (Jurásico o Cretácico) son reales: Los peligrosos
velocirraptores, acuchillan y atacan en manadas (aquí nos los cuelan con una
evolución exagerada en cómo pueden abrir puertas moviendo el pomo ¿?); los
aterradores tiranosaurios rex; los vegetarianos cuellilargos braquiosaurios;
dilofosaurios que escupen veneno; los remanetentes de avestruces gallimimus, o
el moribundo aquí triceratops. Todo ello tomando vida mediante la fascinante
labor del maestro en los efectos visuales Stan Winston, con cuatro Oscar en su
haber (“Aliens”, “T2” por f/x y por maquillaje y precisamente por su trabajo
aquí con los Dynos, amén de otras seis nominaciones más), creando los dynos
mediante animatronics, a partir de fibra de vidrio, arcilla, látex y pintura,
que fueron de los 2 a los 6 metros de altura. Redujo de 15 (del libro) a 6 los
tipos de dinosaurios (por ejemplo, anuló los dynos voladores rapaces) que
serían recreados. Esto en miscelánea con los programadores digitales (CGI) que
crearon escenas en movimiento de los dinosaurios a partir de los animatronics,
con sensación fluida natural.
Para devolver a la vida
al gran depredador T-Rex se construyó un animatronic a escala real de doce
metros de longitud, seis metros de altura y casi ocho toneladas de peso. La
maqueta fue la protagonista del rodaje —pasado por agua y, como veremos
después, bastante accidentado— de la famosa escena de la tormenta durante la
primera visita guiada del parque por parte de los visitantes. Spielberg juega
con la expectación del T-Rex (cual Tiburón en el epónimo), ya ha dejado
miguitas en la mencionada secuencia de la devoración de la vaca, y
anteriormente en la del inicio cuando está en la jaula y devora (sin sangre de
por medio, todo muy aséptico) a los guardianes. Con uno de los clímax provocado
por otro icónico momento del film como es las ondas en el vaso de agua
(concéntricas provocadas por los pasos de T-rex se inspiraron en Spielberg
escuchando Earth, Wind and Fire en su automóvil, y las vibraciones que causaba
el ritmo del bajo. Lantieri no estaba seguro de cómo crear la toma hasta la
noche anterior a la filmación cuando puso un vaso de agua en una guitarra que
estaba tocando, lo que logró los círculos concéntricos en el agua que quería
Spielberg. A la mañana siguiente, se colocaron cuerdas de guitarra dentro del
automóvil y un hombre en el piso las tocó para lograr el efecto), en el
todoterreno varado sin poder moverse, en medio de una tormenta tropical, el
T-Rex escapa de su cautiverio por no haber energía que alimente las vallas electrificadas,
provocando una secuencia terrorífica con el bicho jugando con el auto,
abriéndolo cual abrelatas con los niños dentro, ello ante la pasividad grimante
de los pasajeros del otro expectante auto que tardan y mucho en reaccionar,
tenido que utilizar el techo mirador de escudo los chicos. Culminando todo en
esa persecución del T-Rex al coche. Pero todo esto bueno queda saboteado por el
infantilismo de que solo muere uno d ellos personajes y es de un estereotipo
que da dentera (*spoiler).
Morcilla es la sub trama
del corrupto Nedry (Wayne Knight), un pegote de personaje que parece estar en
otra película, grotesco, con un plan oculto para sabotear al Parque robando embriones
de Dynos, no tiene ni pes, ni cabeza la forma de desarrollarse, ridículo,
propio de un cartoon malo, lo cual resta cualquier poder de tensión al film.
Podrá haberse trabajado más para dar algo de dramatismo y no resultar
Idiotesca.
Escena vibrante es la
que tiene el núcleo en la gran cocina con dos Raptors acosando a los hermanitos
Lex y Timmy. Comienza en el comedor del centro de visitantes, con sutilidad
ingeniosa arranca con una cucharada de gelatina que tiembla en la mano de
Timmy, y en otro mantra ‘spielbergiano’ (ya habíamos visto esto atomizado en la
mencionada mirada asombrada de Grant). Entonces el hermano observa la
atemorizada mirada de su hermana, la cámara corta a la visión acongojante de la
sombra de un raptor tras una cortina. Entonces los hermanitos corren a
refugiarse en la cocina, derivando en una secuencia acuciante (ello
desconectando del tono en que sabemos por cómo va la cinta lo que pasará) de
angustia vital con los niños escondiéndose d ellos amenazantes raptors, con ese
ingenioso momento del raptor viendo a lo lejos a la niña intentando cerrar su escotilla
sin éxito, como corre el bicho a por ella con ese mordaz final. Donde veremos
ese icónico momento del raptor mirando por el ojo de buey de la puerta y
soltando su respiración que enniebla el cristal. También hay un momento de
humor negro cuando se comenta entre los científicos sobre la inteligencia de
los raptors, poniendo de ejemplo que no puedan abrir puertas y entonces ha y un
corte y vemos a los mismos abriendo una puerta con sus garras.
Ejemplo de un Spielberg
inspirado es una secuencia que paradójicamente no tiene los dynos de
protagonistas: Alan Grant y los niños (Lex y Tim) caminan por el parque,
buscando llegar al refugio principal, tendrán de barrera una valla
electrificada de gran altura, que Grant prueba (en un gag poco inspirado) y no
está funcionando la energía por el corte de luz. Pero en paralelo vemos a Ellie
Sattler, sin saber lo que pasa con Grant y los niños, intentando restablecer la
energía ene l parque, esto provocará que la valla vuelva a estar electrificada.
Spielberg maneja la escena prodigiosamente en la edición (su habitual Michael
Kahn desde “Encuentros en la tercera fase”, y que ha obtenido de botín de esta
colaboración exitosa tres Oscar: “En busca del Arca perdida”, “La lista de
Schindler” y “Salvar al soldado Ryan”) para hacernos sentir emoción, para ello
constantemente vemos en primer plano sobre la valla el letrero "Peligro:
10,000 voltios". Acelerando la situación el rugido de un dyno a lo lejos,
mientras Ellie ceba el interruptor cuando solo queda el niño sobre la valla.
Malcolm con la Teoría
del Caos: “La falta de humildad mostrada ante la naturaleza me hace tambalear…
Los dinosaurios tuvieron su oportunidad y la naturaleza los seleccionó para su
extinción".
Hay una vistosa
secuencia de una estampida de Gallimimus por la verde pradera, inspirada
claramente en las estampidas de bisontes en películas westerns; Hay también una
tensa (según la ligereza del film) escena con un todoterreno deslizándose por
las ramas de un árbol con Grant y los niños de por medio, aunque la estiran
demasiado.
Spoiler:
Marca mucho el tono
ligero la escena primera de acción, la de la aparición avernal del T-Rex, ataca
el coche con los dos niños, a los que la bestia prehistórica no puede llevarse
a la boca, tampoco puede llegar al otro coche y se queda sin presa, pero oh,
sorpresa! Si consigue cazar de modo ridículo al abogado mientras este está en
el retrete, menudo cliché americano de que todos los abogados son malos y por
tanto puede hacer gracia y poco dolor que los coma un T-Rex, de hecho entre
todo lo que sucede en la isla, solo tres personas mueren allí por la furia
desatada de los dynos, y solo al leguleyo lo vemos morir (por supuesto de modo
aséptico, sin sangre alguna de por medio)los otros dos son fuera de pantalla.
El final creado para el
film, no estaba en el libro (donde Grant usa una máquina de plataforma para
maniobrar un ave rapaz hacia las fauces de un tiranosaurio fósil), se puede
decir ingenioso por lo inesperado. Cuando tras estar atrapados por los tres
velociraptors en el lobby del centro de bienvenida de visitantes, todo parece
perdido, de la nada aparece el T-Rex y muerde a uno de los bichejos, comenzando
una batalla darwinista entre los raptors y el gran dyno, y con ello aprovechan
los humanos para escapar, dejando al T-Rex allí batallando mientras cae la pancarta
con el letrero ‘Cuando los dinosaurios gobernaban la Tierra’. Llegan todos los
supervivientes al helicóptero y huyen de la isla, dejando a los dynos allí para
una esperada secuela; Realmente si fueran tigres o gorilas los dynos la cosa no
cambiaría mucho, me resulta todo un artificio.
El rodaje comenzó el 24
de agosto de 1992 en la isla hawaiana de Kaua'i; El rodaje programado de la
persecución de Gallimimus se trasladó a Kualoa Ranch en la isla de Oahu; Una de
las primeras escenas tuvo que crearse mediante la animación digital de una toma
fija del paisaje. La escena inicial fue filmada en Haiku, en la isla de Maui,
con escenas adicionales filmadas en la "isla prohibida" de Niihau.
El exterior del Centro de visitantes era una gran fachada construida en los
terrenos de Valley House Plantation Estate en Kauai.
Spielberg trajo a Stan
Winston para crear los dinosaurios animatrónicos; Phil Tippett (acreditado como
supervisor de dinosaurios) para crear dinosaurios en movimiento para tomas
largas ; Michael Lantieri para supervisar los efectos en el set; y Dennis Muren
de Industrial Light & Magic (ILM) para hacer la composición digital. El
paleontólogo Jack Horner supervisó los diseños, para ayudar a cumplir el deseo
de Spielberg de retratar a los dinosaurios como animales en lugar de monstruos.
Se siguieron ciertos conceptos sobre los dinosaurios, como la teoría de que se
convirtieron en pájaros y que tenían muy poco en común con los lagartos. Esto
provocó la eliminación de las lenguas moviéndose de las aves rapaces en los
primeros animatics de Tippett, ya que Horner se quejó de que era inverosímil.
El departamento de Winston creó modelos completamente detallados de los
dinosaurios antes de moldear el látex como pieles, que se colocaron sobre
robótica compleja. Tippett creó animaciones en stop-motion de las rapaces en la
cocina y el Tyrannosaurus atacando el auto. Muren le dijo a Spielberg que
pensaba que los dinosaurios podrían construirse usando imágenes generadas por
computadora; el director le pidió que lo probara. Los animadores de ILM Mark
Dippé y Steve Williams desarrollaron un ciclo de caminata generado por
computadora para el esqueleto de T. rex y fueron aprobados para hacer más.
Cuando Spielberg y Tippett vieron una animática del T-rex persiguiendo una
manada de Gallimimus, Spielberg dijo: "Estás sin trabajo", a lo que
Tippett respondió: "No querrás decir extinguido?" Spielberg luego
inyectó este intercambio en el guión, como una conversación entre Malcolm y
Grant. Aunque no se usó ningún movimiento, Tippett y sus animadores todavía
fueron utilizados por la producción para supervisar el movimiento de los
dinosaurios. Tippett actuó como consultor de anatomía de dinosaurios y sus
animadores de stop motion fueron capacitados nuevamente como animadores por
computadora.
Con el respaldo de
Universal Studios, Spielberg adquirió los derechos por 1,5 millones de dólares
antes de su publicación en 1990. Crichton fue contratado por 500.000 dólares
adicionales para adaptar la novela a la pantalla. Koepp escribió el borrador
final, omitió gran parte de la exposición y la violencia de la novela, al
tiempo que realizó numerosos cambios en los personajes. Unidos. Llegó a recaudar más de $ 914 millones en
todo el mundo en su carrera teatral original, convirtiéndose en la película más
taquillera de la historia en ese momento, superando al propio ET The
Extra-Terrestrial de Spielberg. Récord se mantuvo hasta el lanzamiento de
Titanic en 1997.
El rodaje tuvo lugar en
California y Hawái de agosto a noviembre de 1992, y la posproducción duró hasta
mayo de 1993, supervisada por Spielberg en Polonia mientras filmaba “La lista
de Schindler”. Los dinosaurios fueron creados con imágenes revolucionarias
generadas por computadora por Industrial Light & Magic, y con imágenes de
tamaño real dinosaurios animatrónicos construidos por el equipo de Stan
Winston. Para mostrar el diseño de sonido de la película, que incluía una
mezcla de varios ruidos de animales para los sonidos de los dinosaurios,
Spielberg invirtió en la creación de DTS, una empresa especializada en formatos
de sonido envolvente digital. La película estuvo respaldada por una extensa
campaña de marketing de 65 millones de dólares, que incluyó acuerdos de
licencia con más de 100 empresas.
Tras su relanzamiento
del vigésimo aniversario en 2013, Jurassic Park se convirtió en la película más
antigua de la historia en superar los mil millones de dólares en venta de
entradas y la decimoséptima en general. La película ganó tres Oscar por sus
logros técnicos en efectos visuales y diseño de sonido.
En 2018, la Biblioteca
del Congreso la seleccionó para su conservación en el Registro Nacional de Cine
de los Estados Unidos por ser "cultural, histórica o estéticamente
significativa".
A la película le
siguieron cinco secuelas: The Lost World: Jurassic Park (1997), Jurassic Park
III (2001), Jurassic World (2015), Jurassic World: Fallen Kingdom (2018) y
Jurassic World Dominion (2022).
Warner Bros. y Tim
Burton, Columbia Pictures y Richard Donner, y 20th Century Fox y Joe Dante
pujaron por los derechos, pero Universal Studios finalmente los adquirió en
mayo de 1990 para Spielberg. Después de completar Hook, Spielberg quiso filmar
La lista de Schindler. Sid Sheinberg, presidente de Music Corporation of
America (la empresa matriz de Universal Pictures en ese momento) dio luz verde
a la Lista de Schindler con la condición de que Spielberg hiciera Jurassic Park
primero. Dijo más tarde que, al elegir un thriller basado en criaturas, quería
intentar hacer una buena secuela de Tiburón, en tierra. Spielberg también citó
a Godzilla como inspiración para Jurassic Park, específicamente Godzilla, el
Rey de los Monstruos! (1956), que creció viendo.
Algunas
caracterizaciones fueron cambiadas de la novela. Hammond pasó de ser un hombre
de negocios despiadado a un anciano amable, porque Spielberg se identificó con
la obsesión de Hammond por el espectáculo. También cambió los personajes de Tim
y Lex; en el libro, Tim tiene once años y está interesado en las computadoras,
y Lex tiene solo siete u ocho años y está interesado en los deportes. Spielberg
hizo esto porque quería trabajar con el joven Joseph Mazzello, y le permitió
introducir la trama secundaria del enamoramiento adolescente de Lex por Grant.
Koepp cambió la relación de Grant con los niños, haciéndolo inicialmente hostil
con ellos para permitir un mayor desarrollo del carácter.
Finalmente, se
eliminaron dos escenas del libro. Spielberg eliminó la secuencia de apertura
con Procompsognathus atacando a un niño pequeño porque lo encontró demasiado
horrible. Por razones presupuestarias,
Koepp cortó el T. rex que perseguía a Grant y los niños río abajo antes de ser
tranquilizado por Muldoon. Ambas partes se incluyeron en secuelas de películas.
Spielberg sugirió agregar la escena en la que el T. rex persigue un jeep, que
al principio solo tenía a los personajes alejándose después de escuchar los
pasos del dinosaurio.
Sean Connery fue
considerado para el papel de John Hammond antes de que se eligiera a Richard
Attenborough. Fue la primera aparición en pantalla de Attenborough como actor
en 13 años; Samuel L. Jackson iba a filmar una larga escena de muerte donde su
personaje es perseguido y asesinado por aves rapaces, pero el set fue destruido
por el huracán Iniki; Mientras que el libro de Crichton presenta Toyota Land
Cruisers eléctricos como autos de gira en Jurassic Park, Spielberg hizo un
trato con Ford Motor Company, que proporcionó siete Ford Explorers.
A pesar de que el título
de la película hace referencia al período Jurásico, Brachiosaurus y
Dilophosaurus son los únicos dinosaurios presentados que realmente vivieron
durante ese tiempo; las otras especies presentadas no existieron hasta el
período Cretácico. Esto se reconoce en la película durante una escena en la que
el Dr. Grant describe la ferocidad del Velociraptor a un niño, diciendo:
"Intenta imaginarte a ti mismo en el período Cretácico ..."
Un divertimento
pasajero, sin poder de ser algo más que un entretenimiento para todos los
públicos, que en pos de esto pierde colmillo, siguen la máxima del creador de
este Parque, Hammond, lo que importa es hacer plata! Amena, pero todo revestido
de almíbar. Gloria Ucrania!!!
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