domingo, 30 de octubre de 2022

 


Rengô kantai shirei chôkan: Yamamoto Isoroku

Interesante drama bélico centrado en la icónica figura de uno de los más populares militares de la WWII, el Almirante Isoroku Yamamoto. Producción japonesa que da una visión singular sobre el lado de los perdedores, encumbrando al protagonista hasta cuasi-santificarlo en su enfoque de hombre con visión de futuro contrario al enfrentamiento contra USA, pero que su sentido del deber lo hacía ir contra su propia conciencia, anhelando poder plantearles la Paz estando en ventaja rápida, pues a la larga sabía perderían, pero no yendo contra el pan-Japón (expansionismo nipón en Asia), del que nunca se le oye crítica alguna, es anti guerrear contra USA, no contra países más débiles. Dirige Izuru Narushima, con guion de Yasuo Hasegawa y Kenzaburō Iida, historia creada en base a los diarios perdidos del propio Yamamoto, escritos entre 1939 y 1941, narra los últimos años de la vida del hombre que ascendió para convertirse en Comandante en Jefe de la Flota Combinada de la Armada Imperial Japonesa durante la Guerra en el Pacífico y quien planeó el ataque a Pearl Harbor. Mostrando el libreto a Yamamoto como un tipo reflexivo, de fuerte carácter, noble, mesurado, respetuosos, sin miedo a decir lo que piensa, aunque sea contra lo que todos esperan. Teniendo como gran baluarte la carismática actuación de Kōji Yakusho como el Almirante, mostrándolo en medio de dilemas morales entre sus deseos y lo que le ordenan, pero me falta ver su maestría táctica, que se da por supuesta, pero no la sentimos.  

 

No esperes una película con grandes batallas filmadas, los pocos tramos bélicos se notan muy mucho son CGI, con los portaaviones y buques generados por computadora, los duelos de batallas aéreas entre Zeros y Mustangs cantan el granulado falso, las explosiones se notan más falsas que un euro de madera, llega a parecer un videojuego en el escaso realismo de las mismas. Es más de conversaciones, croquis de batallas, de posiciones, de comentar el modo de afrontar la contienda, o de ver en la intimidad a Yamamoto, sea con su familia (esto muy esquemático, se siente como algo forzado, pues nunca sabemos que piensa su familia de su patriarca, ni vemos especial cariño de este por ellos), e incluso con gente con la que se cruza (en especial con una niñita ¿?).

 

Tiene más éxito en el apartado cuasi-documental en que nos cuentan la evolución de Japón, con sus tiras y afloja con adherirse o no al Tripacto con Alemania e Italia, las dudas de los altos mandos militares, sabremos de la versión cercenada del Mein Kampf para Japón, de la ‘traición’ que supuso para Japón que Alemania pactará con la URSS su Pacto de No Agresión en 1938, como al final entra Japón y con ello decidido hacer enemigo a USA, lo que terminaría, como predice Yamamoto, su fin. Muestra a la sociedad japonesa a través del los comensales de un restaurante, como estos civiles se dejan manipular por la propaganda que hacen ver al Imperio como invencible, pues las guerras contra Rusia y China así los encumbraban, los primeros embates contra USA (Pearl Harbor y las Filipinas), el Imperio Inglés (Singapur), e incluso Holanda (con …), parecían convertirlos en Dioses Indestructibles pero la Guerra contra USA será de desgaste, y en solo seis meses las tornas cambiaron, ello en la Batalla de Midway, donde la estrategia japonesa fue desastrosa y perdieron, aunque los periódicos decían  lo contrario, haciendo ver que la lejana guerra seguía viento en popa para los intereses samuráis. Y es que la prensa también es retratada aquí como parte necesaria para ‘marionetizar’ con su propaganda patriótica e infundir a la nación el fervor nacionalista-imperialista, ello a través de un editor de periódico belicoso (correcto Teruyuki Kagawa), que se molesta cuando Yamamoto no le responde lo que su marcial mentalidad desea, y tenemos a un joven reportero, Shindo (cumplidor Hiroshi Tamaki), que resulta ser la especie de brújula moral del film, especie de visión nuestra en los hechos, tiene un *final su sub trama ingenioso. Los medios hacen ver la Guerra como algo lejano que no afectará al ‘inexpugnable’ Japón (hasta que llega el bombardeo de USA sobre Tokio), llamando la atención en su nexo con el núcleo del Almirante algunas entrevistas que le hicieron, y como van evolucionado, siendo llamativa su forma de engañar a la gente cuando decían haber ganado una batalla, y tras lo cual trasladan las tropas más atrás.

 

También da un enfoque de los combatientes, aunque muy esquemático, con tres pilotos aviadores de cazas como Saeki (Masahiro Usui), Arima (correcto Kenji Kawahara), y Makino (correcto Shunji Igarashi), tres militares japoneses, que cual reflejo de la sociedad en la que viven comienzan entusiasmados con los triunfos en e expansionismo que parece no tener fin de su país, los vemos impregnados luego de la calma de su Almirante, para luego ser parte de los peones a sacrificar en la caída al vacío que sufre Japón, con el punto de inflexión que fue Midway, apareciendo los famosos pilotos (simbólicos) kamikazes.

 

En realidad, una obra revisionista que intenta hacer ver que no todos los nipones eran locos expansionistas, que había gente Sabia que fueron arrastrados por superiores ‘Malos’. Donde el relato se cuenta de como casi al Japón no le quedó mas remedio que atracar Pearl Harbor (aunque se nota lo hace por obediencia, pues sabe que esto es el principio del Fin), obviando que lo hizo para asegurarse el control del Pacífico y así poder invadir toda Asia sin oposición. Pasando de modo invisible por las tropelías que el imperio del Sol Naciente cometió por donde iba pasando, miles y miles de muertos en China de forma sumarísima. Hace un retrato diverso en las opiniones de los altos mandos, donde el patriotismo es visto de desiguales formas, intentando humanizarlos (llamativo lo que da más de esto es cuando cantan juntos), aunque esto de regular éxito, solo los que tienen amistad con Yamamoto parecen algo tridimensionales, en especial Yamaguchi (notable Hiroshi Abe), destilando calor humano entre ambos, tenido este un final muy poético (muy de capitán de barco).

 

El amo y señor del film es la gran actuación de Koji Yakusho, infundiendo serenidad, mesura, raciocinio, ganándose nuestro respeto en su análisis, creando un halo de sabiduría en cada una de sus intervenciones, con una capacidad expresiva cargada de matices y sutilidad, siendo maravillosa esa media sonrisa que tiene. Homérico cuando quita hierro al dramatismo de los acontecimientos, ejemplo cuando discuten oficiales de la marina y él corta para hablar del sabor del pescado, cuando le tren noticias (malas) sobre la Batalla de Midway sigue jugando al juego de estrategia de mesa japonés, shogi, con su teniente como si nada, o cuando el almirante Nagumo (buen Takeo Nakahara), llega hundido tras haber perdido una batalla decisiva, y Yamamoto no le reprende, no cuestiona, simplemente le pide que como del cuenco que tiene enfrente, todo esto para mostrar el temple y disciplina regia que le hacen venerable. Vemos su congoja y miedo a haberle dado un motivo a USA para la guerra total contra Japón, ello al haberle enviado la Declaración de Guerra después del ataque a Pearl Harbor, en contra de sus indicaciones. Y tenemos su final (no puede ser spoiler), relatado cual autosacrificio, como alguien que sabía de su fin y se dejó ir, ello mostrado en una lírica secuencia con su calma incluso cuando la muerte se le acercaba.

 

Luego nos dicen en off que hubo más muertes en la guerra de japoneses tras el fallecimiento de Yamamoto, que en vida de este. Me resulta un apunte a pie de página ventajista, pues cuando murió aun quedaba la mitad de la Guerra contra USA, y como siempre las partes finales de las contiendas son las más sangrientas, y más si el fin Total, contra una país que nunca fue invadido.

 

*El reportero Shindo es reclutado por el ejército cuando todo está ya perdido.

 

He leído que Yamamoto no era la figura deidífica que vemos aquí, que era un juerguista, que anhelaba la fama y dinero; ‘La película retrata a Midway a la manera del libro de Fushido, se ha demostrado mentira. El plan Midway de Yamamato era un mal plan. Dividió sus fuerzas enviando dos portaaviones clave a las Aleutianas, que era un objetivo sin sentido, y dio órdenes contradictorias a su almirante al mando Nagumo. No tenían las fuerzas para apoyar el ataque a Midway. En 1953, Fushido escribió un libro que culpaba a la mala suerte y a los descifradores de códigos estadounidenses por la pérdida, pero el plan falló desde el principio.’

 

Los años anteriores a la guerra vieron mucho interés en la expansión imperialista en Japón, luego de simples victorias a principios de ese siglo en Rusia y China. La idea era que, luchando en territorio extranjero, las fuerzas japonesas eran indomables, y cuando surgió la oportunidad del Pacto Tripartito, pareció la forma ideal de deshacerse del yugo de la influencia estadounidense en expansión en la región. El Ejército estaba a favor, el Gobierno estaba a favor, y hasta el pueblo estaba a favor. Solo la Marina se opuso al tratado, y el principal punto de conflicto fue el subsecretario Yamamoto, lo que lo convirtió en una figura impopular. Fue un intento de asesinato que lo vio 'ascendido' a Comandante en Jefe de la Marina, y una vez fuera del ministerio, no pasó mucho tiempo antes de que la Marina también fuera persuadida de estar a favor de aliarse con Alemania e Italia. Ahora la influencia japonesa en la región podría promoverse adecuadamente y su dependencia del acero y el petróleo de EE. UU. podría reemplazarse con recursos locales a través de la expansión. El único problema era la Flota del Pacífico de Estados Unidos. Le tocó a Yamamoto idear un plan para acabar con ese problema. Un hombre honorable al que se le ordenó luchar en una guerra deshonrosa, el plan que se le ocurrió fue Pearl Harbor.

 

He leído que el general Nimitz dudó bastante si deberían matar a Yamamoto, porque pensó que Yamamoto era un Almirante sobrevalorado y con muchas lagunas en la estrategia, y si acaban con él podrían poner a alguien bueno a los mandos.

 

Me queda una película interesante, con una soberana actuación central en Koji Yakusho, pero me cabe la duda razonable de si han endulzado al protagonista y alisado sus aristas, pues me ha sido muy hagiografía. Gloria Ucrania!!!

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario