UNA MENTE MARAVILLOSA.
Decepcionante biopic dirigido por Ron Howard, versando
sobre la vida del matemático estadounidense John Nash, premio Nobel de Economía
y ganador del Premio Abel. El guión de Akiva Goldsman (“Tiempo de matar” o “Cinderella
Man”) se inspiró en el libro homónimo de 1997 nominado al premio Pulitzer de
Sylvia Nasar. Siendo protagonizada por Russell Crowe como Nash, junto con Ed
Harris, Jennifer Connelly, Paul Bettany, y Christopher Plummer en papeles
secundarios. Film muy desorientado disperso, y que no enfoca lo importante,
pues es un riesgo querer hacer una película con parte del terma en las ciencias
matemáticas, aquí naufraga el realizador con mayor estrépito que el Titanic. Pues
acaba la historia y no sabes cuál era el ‘Don’ de Nash para las mates, no sabes
por qué le dieron el Noble, esto parece de rondón en el rush final y te quedas
con un ‘Pues vaya!’. No hay inspiración para que sintamos la importancia dela
materia científica abordada, una entelequia indescifrable para el espectador.
Pues además Howard pone más hincapié la parte de su patología esquizofrénica, y
en esto el director aborda el tema desde lo funcional, lo mil veces visto.
Tiene una primera hora interesante con la presentación
del protagonista de estudiante en la Universidad, con ese tipo singular,
asocial, introvertido, apasionado de las matemáticas, con trabajos tan locos
como estudiar los movimientos de una manada de palomas mientras comen. Allí
conoce a Charlie (encarnado por un vibrante Paul Bettany), joven estudiante que
le sirve a John de apoyo moral ante sus bajones. Luego tiene la epifanía que le
hace encenderse la bombilla, cuando en la cafetería del campus de la
Universidad elabora una teoría exprés sobre cómo acercarse con éxito un grupo
de amigos a otro grupo de chicas que tiene a una muy guapa entre ellas, lo cual
le lleva a una tesis exitosa. Pasando a otra fase con un romance mostrado de
modo inverosímil, con una sexy joven (encarnada por una de mis debilidades
Jennifer Connelly), nadie se puede creer que esta hermosa chica se le ofrezca a
este tímido ser (además de que el modo de exhibirlo es más falso que una moneda
de euro de madera). Peo lo crucial aquí, en este bloque de la primera parte es
cuando cae en el thriller (con documentos secretos, incrustaciones de chip en
la piel, persecuciones, tiroteos,...) extraño de espionaje de Guerra Fría (donde
está un siempre carismático Ed Harris imponiendo su nervio y fuerza) en que nos
hunden (sabemos hay gato encerrado), epro este efectismo de acción no pega, es
banalizar la enfermedad. Pero una vez, las cartas se ponen boca arriba, la
cinta cae en picado en un bucle de situaciones que hacen provocar el tedio,
pues además no hay asideros de profundidad a los que asirse, todo resulta rutinario,
melodramático, sin sustancia, una travesía por la demencia ya muy ajada, donde parece
un cruento psiquiatra (un desaprovechado Christopher Plummer), con métodos arcaicos
(sobre todo con la perspectiva del tiempo), con problemas derivados de la medicación
de impotencia, todo recursos apolillados, con un catárquico potencial accidente
dramático, que deriva en un clímax bastante edulcorado e increíble. Una estructura
narrativa muy manida de alguien al que se le ven rasgos de genio en su
juventud, se trunca por x motivos y luego resurge, nada nuevo bajo el sol.
Pero es que además la tan cacareada actuación de
Russell Crowe resulta un aliciente, pues esta está sacada del manual macilento
de ‘Los que quieren optar al Oscar deben hacer esto’ (y obtuvo la nominación,
aunque sin premio final), lo peor que le puede pasar a un actor es que se le
note actuar, se le noten los tics forzados, no aporta nada al típico autista,
su modo de andar, de moverse, de mirar cabizbajo, se ve el molde por todos
lados.
Y encima una vez termina y leo sobre el protagonista me
siento estafado y sobre todo engañado, pues si me quieren vender un biopic no
pueden haber y tantas y tantas licencias hasta desnaturalizar al personaje,
eliminando muchísimos hechos (se obviaron: experiencias homosexuales [el típico
miedo a la homofobia de Hollywood], su arresto por exhibicionismo, un hijo fuera
del matrimonio al que abandonó que abandonó, el divorcio de su esposa, y siendo
de lo más sangrante para mí que su esquizofrenia era auditiva y no visual, con lo
que todo el invento de la primera parte es una mentira como Sol de grande; y
más). Con lo que te das cuenta de lo dulcificado que ha sido el film, como se
han limado asperezas en pos del espectáculo y la hagiografía, donde se expone
sin rubor como el Amor es la cura de la esquizofrenia (con un par!).
‘La visión creativa del libreto de Goldsman del
proyecto fue evitar que los espectadores entendieran que están viendo una
realidad alternativa hasta un punto específico de la película. Esto se hizo
para robarles a los espectadores su comprensión, para imitar cómo Nash
comprendió sus experiencias.’ Lástima que esto sea algo torticero y deshonesto
al mostrar una realidad falsa de cómo afectaba la enfermedad a mental a Nash.
‘Los cineastas desarrollaron una técnica para
representar las epifanías mentales de Nash. Los matemáticos les describieron
esos momentos como una sensación de "desvanecimiento del humo",
"destellos de luz" y "todo se une", por lo que los
cineastas usaron un destello de luz que aparecía sobre un objeto o una persona
para indicar la creatividad de Nash en el trabajo.’
Comienza en los días de Nash como estudiante de
posgrado en la Universidad de Princeton. Al principio de la película, Nash
comienza a desarrollar esquizofrenia paranoide y sufre episodios delirantes
mientras ve la carga que su condición trae para su esposa Alicia y sus amigos.
Es una película que tiene su iconografía para un buen tráiler,
como es el modo de hacer los apuntes John
en los ventanales; como la forma en que John siente ha dado con un
mensaje encriptado y las letras se despegan de un periódico brillando en oro y componen
sobreimpresionados mensajes ocultos; la forma en que expone la cámara la
desorientación de Nash con esta rodeándolo en círculos ante un lugar desconocido;
Y está el mejor elemento del film, que es su Homérica música compuesta por
James Horner (“Titanic” o “Avatar”), muy por encima de la calidad del film, una
melodía central prodigiosa, mágica, evocadora, de coros celestiales que te tocan
la fibra.
En la película, Nash sufre alucinaciones
esquizofrénicas mientras está en la escuela de posgrado, pero en su vida no
tuvo esta experiencia hasta algunos años después; No se mencionan las
experiencias homosexuales de Nash en RAND, que se mencionan en la biografía,
aunque tanto Nash como su esposa niegan que esto haya ocurrido; Nash tuvo un
hijo, John David Stier (nacido el 19 de junio de 1953), de Eleanor Agnes Stier
(1921-2005), enfermera a quien abandonó cuando ella le contó de su embarazo,
relación que ni existe en el film. La película no incluyó el divorcio de Alicia
de John en 1963. No fue hasta después de que Nash ganó el Premio Nobel en 1994
que renovaron su relación. A partir de 1970, Alicia le permitió vivir con ella
como huésped. Se volvieron a casar en 2001; Se muestra que Nash se unirá al
Laboratorio Wheeler en el MIT, pero no existe tal laboratorio. En cambio, fue
designado como instructor CLE Moore en el MIT y luego como profesor; La
película, además, no toca el trabajo revolucionario de John Nash en geometría
diferencial y ecuaciones diferenciales parciales, como el teorema de
incrustación de Nash o su demostración del decimonoveno problema de Hilbert,
trabajo que realizó en su época en el MIT y para el cual recibió el Premio Abel
en 2015; La llamada tradición de la ceremonia de la pluma en Princeton que se
muestra en la película es completamente ficticia. La película tiene a Nash
diciendo en 1994: "Tomo los medicamentos más nuevos", pero de hecho,
no tomó ningún medicamento desde 1970 en adelante, algo que se destaca en la
biografía de Nasar. Howard declaró más tarde que agregaron la línea de diálogo
porque les preocupaba que la película fuera criticada por sugerir que todas las
personas con esquizofrenia pueden superar su enfermedad sin medicamentos.
Además, Nash nunca dio un discurso de aceptación de su premio Nobel.
Tom Cruise fue considerado para el papel
principal. Para el papel de Alicia Nash,
a Rachel Weisz se le ofreció el papel, pero lo rechazó. Charlize Theron y Julia
Ormond audicionaron para el papel. Según Ron Howard, los cuatro finalistas para
el papel de Alicia fueron Ashley Judd, Claire Forlani, Mary McCormack y Jennifer
Connelly, y Connelly ganó el papel. Antes del casting de Connolly, Hilary Swank
y Salma Hayek también eran candidatas para el papel.
Pero como mis gustos cinéfilos no son ‘Legión’, la
película tuvo un gran éxito en la ceremonia de los Oscar, ganó cuatro premios
de la Academia, entre ellos nada menos que los más importantes, a la Mejor
Película, Mejor Director, Mejor Guión Adaptado y Mejor Actriz de Reparto.
También fue nominada a Mejor Actor, Mejor Montaje de Película, Mejor Maquillaje
(horrendo en el tramo final con Crowe haciendo e viejo) y Mejor Banda Sonora
Original.
Al final todo se reduce al biopic de un tipo aburrido.,
que trabaja en una ciencia aburrida, y Ron Howard ha intentado insuflar vida estafándonos
la realidad. Y que se inventa síntomas para tener algo de acción y esto es un
tiro en el pie. Para en la segunda hora ser un melodrama tostón, sin miga
alguna, donde el quizás mensaje de superación personal queda muy diluido en
medio de los artificios. Y para colmo la ‘genialidad’ de John Nash es una
nebulosa. Gloria Ucrania!!!
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