131/28(24/04/22) Entretenidísimo y muy divertido debut
en la dirección del hasta entonces guionista Brian Helgeland (mientras rodaba
le dieron el Oscar por el libreto de “L.A. Coiinfidential”), un producto
escapista sin ansias de trascendencia, simple y pura acción que homenajea a los
tipos duros de los 70 (llámense Clint Eastwood, Charles Bronson o Lee Marvin),
ello se nota en su estilo seco, adusto, en su escenografía anclada en el tiempo
(sin coches modernos, sin móviles [hablan por teléfonos de disco], sin nada que
nos diga exactamente el tiempo, ni tan siquiera sabremos la ciudad donde
estamos, se rodó entre Los Ángeles y Chicago), con una fotografía muy
granulada, música vintage, apareciendo nombres que nos retrotraen al tiempo del
tributo como Carter (“Get Carter” de 1971), Bronson (el mítico actor
encasillado en héroes de acción en los 70 y 80 Charles Bronson), la
organización criminal se llama Outfit (“The Outfit” de 1973, también basada en
una novela de Westlake), y está el bar Varrick's (“Charley Varrick” de Don
Siegel en 1973)
Un noir sencillo y directo desde el minuto uno. Aquí Helgeland
adapta libremente la novela “The Hunter” de Donald E. Westlake usando el
seudónimo de Richard Stark, que anteriormente se había adaptado en 1967 “Point
Blank”, dirigido por John Boorman y protagonizado por Lee Marvin. Producto
hecho para el lucimiento de un actor que estaba entonces en la cresta de la ola
como era Mel Gibson como Porter (solo Porter), donde luce rostro pétreo de tipo
duro imperturbable, no parece sentir ni padecer, no sonríe, no sufre, una roca que
no para de fumar, con un objetivo entre ceja y ceja, sus 70,000 $ y punto (como
bien espeta el malo al que da vida el siempre carismático James Coburn: ‘Mis trajes
cuestan más que eso’), no quiere, más ni menos. Esto lo hace singular ser un
tipo con principios, que sabe ese fue el valor de su vida. Ser estoico y brutal
en sus medios de ‘persuasión’, ejemplo el modo de interrogar a un tipo con un
piercing en la nariz (y si, lo que sucede lo has adivinado), un antihéroe de los
que cae bien pues sabes que solo zurrará
a los villanos. Tipo que por el modo de comportarse sabes que nadie
puede con él, lo cual repercute en la falta de tensión dramática, pero tampoco
busca eso el film
Película simplista, con múltiples clichés malos
malísimos en diferentes, aquí no hay gente moralmente buena, desde ‘amigos’
traidores, narcotraficantes, sicarios, polis corruptos, poderosas
organizaciones criminales, bandas chinas sádicas, todo un compendio de lo
mejorcito de cada casa. Donde este sub mundo del lumpen se divide entre
malotes, prostitutas de diversa índole (yonkis con una buena Deborah Kara
Unger; dominatrix con una sensacional roba escenas Lucy Liu; y putas de buen
corazón con Maria Bello en un papel tenue de mujer florero); remaneciendo un
claro tiente misógino), y en el centro Porter.
Gibson (productor del film) elogió al director novato.
Eso es, hasta que Helgeland le mostró a Gibson una versión preliminar de
Payback y la estrella vio lo poco heroico y repelente que era. Gibson quería
reescrituras; Helgeland no las haría. Así que Gibson trajo a Terry Hayes, quien
había escrito el guión “Mad Max”. Gibson quería que Helgeland dirigiera el
nuevo material (aproximadamente el último tercio de la película); Helgeland se
negó y fue despedido durante la posproducción (pocos días después de ganar un
Oscar al Mejor Guión Adaptado por “LA Confidential”). Entonces, Gibson contrató
a un nuevo director (no dirá quién), y dijo a Premiere: "No fue una
cuestión de ego, solo quería que la película fuera realmente buena". Ocho
años después de que fuera un éxito moderado en los cines, al escritor y
director Brian Helgeland se le permitió regresar y recrear su versión de
Payback para DVD. El corte de Helgeland
es más intransigente al estilo de los años 70 y termina con una nota más
ambigua. Un ejemplo de su tono más oscuro es que Helgeland tiene un bulldog
asesinado a tiros en su versión. La muerte del perro fue un punto principal de
discusión durante la batalla de Helgeland con el estudio, por lo que el perro,
por supuesto, se muestra sobreviviendo en el corte teatral. Habiendo muchos más
cambios, con comienzo diferente, eliminación de escenas, eliminación de personajes,
y un nuevo final.
La película engancha por su agilidad narrativa, con personajes
que aunque arquetipos, son seres bien delineados, con escenas que transmiten
carácter ya desde el inicio, con ese Porter que alegóricamente emerge de las profundidades...
del metro a la superficie, chocando con la gente modo flemático, robando el dinero
de un pedigüeño, al modo carterista dele encontronazo sustrayendo una cartera,
utilizando una tarjeta de la misma para ropa, comer o comprar un reloj que
luego empeña para obtener un revólver, y esto en apenas unos escasos minutos, maravillosamente
sintetizado en el montaje. Para a continuación llevarnos al torbellino de sus
indagaciones para dar con su objetivo Val (buen Gregg Henry), llevándonos con
una meretriz drogata con la que tiene una pelea nada políticamente correcta.
Luego encontrarnos con el narcotraficante Arthur Stegman (encarnado por un
jocoso David Paymer), y después adentrarnos en los gustos un tanto peculiares
del sexo de Val, con una brutal dominatrix que disfruta con su trabajo (Lucy Liu),
arrolladora en el humor negro que destilan sus acciones. Un festival de
palizas, peleas, disparos, atropellos, donde los límites de lo creíble se
rebasan con mucho. Todo ello con gran vigor en la acción.
Para desembocar todo en un final (con sus
incoherencias) bien expuesto en su desarrollo adusto y cotronado por una nota
ambigua ingeniosa (spoiler).
Spoiler:
Hay un tiroteo en la estación de tren/metro con
realismo, bien manejado en la tensión, con un buen giro con esa mujer que
parece una cosa y luego es una mercenaria, para al final caer Porter pero poder
reponerse desde el suelo para acabar con sus enemigos y llevarse el botín (supongo
que 70,000 $, si es más se cabreará). Pero esto tiene una incoherencia, pues si
no pensaban entregarle la plata, pues tenían una galería interminable de
sicarios para acabar con él, porque llevar el dinero, no tiene sentido.
Hay dos escenas en el corte del director que ya no
están en el corte del estudio donde nos encontramos con un Porter más malo. En
una escena, maltrata físicamente a su esposa traicionera y en otra escena mata
a un matón del sindicato a sangre fría después de que el matón insulta a su
amiga (Rosie interpretada por Maria Bello). Pero a Porter se le permite golpear
a una dominatriz (Lucy Liu) en el corte teatral, pero este momento no está presente
en la versión de Helgeland (¿?).
El corte teatral tiene una diferente escena de apertura,
Porter sacándole las balas de su espalda un outsider cirujano; En el corte de
Helgeland solo escuchamos (la voz de Sally Kellerman), pero nunca vemos al
todopoderoso Bronson. Sin embargo, para el corte teatral, se volvió a filmar todo
el último rollo y aparece Kris Kristofferson (no está en el corte del director)
como Bronson; En el corte del director hay colores más naturales, se elimina el
esquema de color desaturado y de aspecto azulado que se ve en el corte teatral;
Se elimina en la versión del director la voz en off, que ofrecía los pensamientos
nihilistas de Porter; Se agrega una escena donde Porter toma café junto a su
esposa y luego de una breve discusión, se produce una pelea a puñetazos; Se
agrega una escena donde a Val Resnick (Gregg Henry) lo palpan de armas antes de
ingresar a la reunión con Carter (William Devane, muy bueno en su entente con
Porter, descreído de las intenciones letales de este); Se agrega una escena en
plena calle donde Val Resnick sale de la reunión con Carter y observa cómo los
guardaespaldas se marchan hasta que Val consiga solucionar ‘su problema’; Se
elimina la escena donde Porter secuestra al hijo del Sr. Bronson; Se elimina la
escena donde secuestran y torturan a Porter para que brinde información
respecto al paradero del hijo; Esta versión tiene un final completamente
diferente y ambiguo en el que Porter resulta gravemente herido en un tiroteo en
la estación de tren y Rosie lo ayuda a huir herido, aunque no sabremos si vivirá
o no, se quedan en el auto, indicando Porter a Rosie donde ir a curarse, se
supone al cirujano que no hemos visto en esta versión, y que como he dicho
aparece en la del estreno de 1999.
Un producto escapista que cumple sin más, te diviertes,
te regocijas en la adrenalina, pero no da para más. Gloria Ucrania!!!
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