sábado, 23 de abril de 2022

 

Encubridora.

Chuck-a-luck vs Lost Cloud Ranch

Irregular tercer y último western del germano Fritz Lang, con guión de Daniel Taradash ("De aquí a la eternidad"), basado en un relato de Sylvia Richards. Obra que alterna recursos manidos cursis (ese inicio ajado donde se ve venir lo que va a suceder), elementos planos de venganza, una puesta en escena que rezuma serie B a gritos en su falta de exteriores (rodado en gran metraje en el Rancho Iverson en Chatsworth, sitio de cine alquilado a todos los estudios), hace de la carencia virtud (o lo intenta) Lang, jugando a la claustrofobia existencial, con tramos ingeniosos, con algunos diálogos sustanciosos (el que más me gusta es cuando el prota recibe dos guantazos tras dar un beso a una mujer, y este le replica que han sido dos y él solo ha dado un beso), con dinámicas complejas donde se confunden el Bien y el Mal, tiene a la diva Marlene Dietrich como algo bueno en un papel de clásico cine negro de femme fatale, pero a la vez algo forzado que los hombres caigan rendidos a sus pies cuando tiene ya 51 años y se notan bastante. Hay elementos que remiten a la icónica “Ciudadano Kane” en primero como las palabras de un moribundo hacen provocan toda una maquinaria por desentrañar lo que hay tras ellas, con la posterior investigación del protagonista encarnado por un siempre efectivo Arthur Kennedy (el actor en uno de sus pocos roles protagónicos), para dar con el paradero de la enigmática Altar Keane (obsérvese el parecido con el apellido del magnate wellesiano), componiendo su vida mediante los recuerdos en modo flash-back de la gente que la conoció, erigiendo un lugar cuasi-místico en el acervo popular de Rancho Chuck-a-luck (cual Xanadu de Kane). Hay otros elementos de auto-guiños languiano en cómo se reúnen y organizan los malhechores en este rancho, cual lo hacían en la grandiosa “M” (1931). También, escarbando más se pueden ver autoreferencias langianas en la escena de la ruleta de la fortuna y como esta es trampeada, al igual que en “Dr. Mabuse der spieler” (1922).

 

Es una película con ideas singulares ya desde el inicio con los créditos donde se escucha la balada “The Legend Of Chuck-a-Luck”, el reiterado tema musical de la película compuesto por Ken Darby y cantado por William Lee, algo extraño para el tiempo, una canción que funciona a modo de que conozcamos lo que sucede en pantalla, no de modo subliminal, sino directo, elementos de narración extradiegética, manejados a lo largo del film en montajes descriptivos (Marlene interpreta dos de ellas, “Gypsy Davey” y “Get away, young man”). Ello para un relato donde se dan cita los clichés sentimientos deux machine de un millón de películas, como son las ansias de vendetta, la sed de odio vs el mal. Eso sí, aportando el director berlinés agilidad narrativa desde el minuto uno, con ritmo fluido.

 

El inicio es pasteloso y por tanto previsible en la catarsis, cuando vemos arrullar el cow-boy Vern Hassey (Arthur Kennedy) a su amada y prometida Beth (Gloria Henry), comentando sobre el rancho Lost Cloud Ranch que esperan tener en su feliz futuro, tras lo que el hombre le regala un broche. Esto refleja el Sueño Americano de los colonos que fueron al oeste en busca de fortuna. Y tras esta almibarada introducción tenemos el giro del destino (cual la Ruleta de la Fortuna), con un par de forajidos que deciden asaltar la oficina donde trabaja ella, justo cuando él novio sale para ir a trabajar. Tras esto no solo habrá el asesinato, habrá violación, y con ello la sed de venganza de su prometido, que se embarca en una odisea en busca de un lugar cuasi legendario por el modo de ir delineándolo regido por una ‘Diosa de la Lujuria’, esto remarcado de forma atomizada con la presentación en flash-back de ella, estando en una libertina competición equina, donde los jamelgos son en realidad hombres que llevan a sus grupas a meretrices de saloon, en una carrera de obstáculos suigeneris, siendo una de las jockeys Altar Keane, gloriosa presentación que nos hace verla como una mujer que domina a los hombres; Tenemos otro flash-back, donde a Altar la despiden de un saloon, dándole el dueño, Baldy (Frawley), 20 dólares de finiquito, ella los apuesta en la Rueda de la Fortuna y gana, pone todo ella en el mismo lugar y vuelve a ganar. El dueño se da cuenta de que el que mueve la ruleta (la domina con un pedal invisible en el suelo) le hace ganar al creer que aún sigue trabajando allí, Baldy se acerca para presionar y hacer que ella apueste todo (y con ello lo pierda), pero aparece el famoso pistolero Frenchy Fairmont (Mel Ferrer), echa al que gira la rueda y lo hace él, todos aceptan por temor a su rápido revólver, y con el pedal gana. Y nace algo más que amistad entre Altar y Frenchy. Esto es otro de los vértices del film. Máxime cuando él rechaza sus favores sexuales al considerarlos un pago, él quiere su amor; Tras Vern enterarse de donde está apresado Frenchy, pergeña un plan, provocando un altercado en un saloon del pueblo donde se celebran elecciones, para entrar en los calabozos y allí entrar en contacto con Frenchy y así poder dar con el Chuck a Luck. Este tramo sirve a Lang para hacer una superficial crítica a la política y a quienes la ejercen de modo truhanístico. En cómo se desenvuelve este tramo puede recordar a la gran langiana cinta “Furia” (1936); Y entramos de lleno en el bloque del rancho Chuck a Luck, y la montaña parió un ratón. Me refiero a que espero un lugar escondido del mundo, misterioso, especie de Shangrilá del Mal. Y resulta que es un lugar al parecer (pues nunca lo vemos) cerca de un pueblo, donde el sheriff conoce a Altar, cuando hay sospechas registran el rancho, Y entonces me doy cuenta de que la primera parte de la película parece choque directo con esta, pues nos ponen este lugar como algo insondable casi inexistente, y resulta que es un sitio sin mística alguna. Hay una jerarquía en el lugar (empezando por los trabajadores, todos mexicanos, excepto la criada que es negra) que aguanta el menor análisis, me refiero a los forajidos que van a esconderse allí y le dan religiosamente a Altar el 10% de sus ganancias, esto es inverosímil. Ellos podrían engañarle de mil maneras posibles, desde esconder el botín antes de llegar allí, incluso puede ver algunos que vayan allí huyendo de las autoridades, pero sin plata, y cuanto es el 10% de nada? Pero es que siendo amorales malhechores que le impiden acabar con ella? Es solo una mujer, que además no lleva revólver, no tiene guardaespaldas que la protejan, pues Frenchy va y viene, no es fijo en el rancho. Esto no se sostiene.

 

Una vez en el rancho Vern es movido por su particular investigación de dar con el asesino y violador de su novia. Esto también tiene sus lagunas, pues el tipo podría no haber llegado allí, podría haberse ido ya, o podría estar muerto; Primero le intriga el arañazo sobre el rostro de uno de los forajidos. Pero el click lo hace con el broche que ve en un lujoso vestido de Altar, el que él le regaló a su amada antes de ser matada. Esto hace que Vern comience un peligroso juego por seducir a Altar para que como el que no quiere la cosa le diga esta quien le dio la joya. Generándose un triángulo amoroso muy propio del noir, donde la amistad y el amor chocarán. Los tres con carencias de lo que desean, Frenchy inseguro del amor de ella ante el soplo de aire fresco de Vern, Altar insegura por el antiguo amor y el que nace por el nuevo, y Vern viviendo una mentira por dar con su objetivo de vendetta. Aunque unas relaciones bastante forzadas, ya desde la atracción exprés de Altar por Vern, nada creíble y sin chispa alguna, solo generada por el imperativo del guión, siendo metido con fórceps como ella se deja mangonear para volver a ponerse el vestido verde..

 

Para desembocar todo en un tiroteo (Ah, donde aprendió a disparar Vern al principio nos dicen que no es bueno en ello, luego lo vemos ser un as del revólver. Vale que nos dicen que aprendió de Fernchy, pero esto tampoco lo vemos) propio de Tarantino aunque con muchas incongruencias, donde sobresale una grimante lección moral que solo parece estar para la mujer (spoiler). Donde realmente no genera demasiada emoción al no ser personajes muy tridimensionales los protagonistas, más bien estereotipados.

 

Resulta extraño que en un film de Fritz Lang no destaque la función de escenarios, ello para el cineasta de obras tan visuales como "Los Nibelungos", Metrópolis" o "M", aquí resulta un tanto extraño el trancho por dentro, con las paredes que no llegan al techo (¿?); Lo a reseñar es la fotografía en Technicolor de Hal Mohr (“El fantasma de la ópera”), con un fulgente tratamiento de la luz, sobresaliendo los rojos y verdes (el vestido de Marlene es prueba de ello, cuasi-traspasando la pantalla).

 

"Según dicen los libros, son tres cosas las que necesita el hombre, buen whisky, buena música y una mujer decente... o cualquier mujer".

 

Spoiler:

 

Porque los forajidos deben dar a Altar el 10% del robo a un banco antes de volver a refugiarse al rancho? Esto es una idiotez sin pies ni cabeza. Cuando además piensan robar otro banco después; Resulta que Altar se asombra de que el broche haya sido conseguido de manera maligna, esto es un insulto a la inteligencia. Me recuerda al policia Renault de “Casablanca” diciendo ‘Que horror! Awquí se juega!’ y alguien por detrás pasándole las ganancias; Me resulta muy moralista que tras todo lo vivido por Vern, tras saber quién es el asesino de su Beth, decide darle oportunidad al criminal, y sui este hubiera sido claramente más rápido que él y lo hubiera matado? Me repatea este recurso buenista. Pero es que luego acepta como si nada que se lo lleve el sheriff; Luego todo desemboca en el rancho en el mencionado tiroteo tarantiniano, pero antes debemos ver la amenaza del rifle colgado en la ventana. Pero si quiere ser una amenaza pro que no se ve al que lo coge? Porque Vern tras apresar al que lo cogía deja el rifle allí colgado? Porque tras la balacera, Frenchy y Vern los dejan sueltos a los malos? Porque estos dos encuentran muerta a Altar y Vern deja solo a Frenchy con ella cerrando la puerta, y a continuación en el epílogo los vemos a los dos juntos a caballo.

 

Ahora, dónde y qué es Chuck-a-Luck, Chuck-a-Luck?

Nadie lo sabe y los muertos no lo dirán.

Así, una y otra vez, sin descanso, este hombre persigue su búsqueda, a

través del otoño y el invierno, buscando el gran suroeste.

Esta cosa que lo impulsa como un látigo nunca lo dejará descansar.

Noche y día, temprano y tarde,

busca una ciudad, un lugar o un rostro,

y en su interior arden los fuegos del

odio, el asesinato y la venganza!

 

Dos hombres se alejaron cabalgando de Chuck-a-Luck

Y la Muerte cabalgó junto a ellos en el camino

Murieron ese día, según cuentan las leyendas:

Lucharon y cayeron

con las armas vacías (con las armas vacías !)

Y así termina la historia de

Odio, asesinato y venganza!

 

Originalmente se tituló The Legend of Chuck-a-Luck  nombre cambiado ante la insistencia de Howard Hughes, entonces director de RKO Pictures.

El productor del film Howard Hughes eliminó el nombre de Lloyd Gough de los créditos porque no testificó en la caza de brujas de Hollywood del HUAC.

Un western que aspira a más de lo que termina dando. Gloria Ucrania!!!

 

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