EL ÍDOLO DE BARRO.
Más que film del realizador
Mark Robson (el boxeo lo practicó en su juventud), una ágil mezcla entre el
cine negro, el drama, y el sub-género pugilístico, una desglamurizada visión
del mundo del boxeo, basada en un relato
corto Ring Lardner que guioniza Carl Foreman (“Solo ante el peligro”), que años después
entraría en la nefasta “Lista Negra de los 10 de Hollywood”, un relato que hace
un retrato de carácter desolador, sobre un tipo que intenta salir de la pobreza
escapando a puñetazos de los fantasmas del pasado que lleva sobre sí como una
pesada mochila, Robson filmó siete años después
con misma temática boxística la notable “Más Dura Será La Caída” (último film
de Humphrey Bogart). Las cintas de boxeo son en realidad una alegoría sobre
nuestra sociedad darwinista, un mundo despiadado donde solo se puede salir a
golpes, también un submundo donde germina la corrupción moral, un mundo
desalmado donde muchas veces el más fuerte no es el que mejor físico tiene, si
no el más inteligente y con poder de manipulación, en este caso los promotores
que se aprovechan del sudor y sangre de en muchos casos incultos que se ponen
unos guantes para intentar escapar a la miseria, esto lo refleja muy bien este
film, esta deporte-jungla que deshumaniza. Fue la película que consagró
definitivamente a Kirk Douglas como una estrella, con una interpretación
arrolladora, intensa, iracunda, petulante, adornado esto por su fisicidad en
los combates lo elevaron al status máximo en la Meca del Cine. Obtuvo seis
nominaciones a los Oscars, ganó el de edición.
Midge Kelly (Kirk Douglas), desde Chicago viaja en trenes de carga de polizón o haciendo
auto-stop con su hermano Connie (Arthur Kennedy) a Los Ángeles para hacerse
cargo de una parte de una cafetería, pero su sino de perdedores los hace
camareros del local, para salir de las carencias económicas Midge convence a un
manager de boxeo, Tommy Haley (Paul Stewart) para que lo entrene para
pugilista, comenzando un duro
entrenamiento. En el relato tendrán importancia personajes como Emma (Ruth
Roman), hija del dueño de la cafetería donde trabajan, Grace Diamond (Marilyn
Maxwell), femme fatale emparejada a un campeón de boxeo, Johnny Dunne (John
Dahein), Palmer Harris (Lola Albright), bella y culta esposa del promotor de
boxeo Jerry Harris (Luis Van Rotten).
La historia trata con agilidad
narrativa de cómo la miseria puede ser el motor para la codicia, la ambición,
el materialismo, y ello puede derivar en la autodestrucción, al echarle al
mundo la culpa de tus males, todos terminan por convertirse en sospechosos de
tus padecimientos, esto es la energía del protagonista, esta es manejada de
modo tóxico para alienar todo lo que se le acerca, para viciarlo, para
exterminar lo que obstaculice su elevamiento al éxito, el dinero, la fama, el
favor del público, éxito que está en tener lo que nunca has tenido, y cuando lo
tienes desecharlo, ejemplo las mujeres que toma y aparta en cuanto le son
suyas, en una insaciable carrera por demostrar que él puede tener lo que se le
supone le es negado, la joven del ultraprotector padre, la bella que está con
un campeón, la inteligente y hermosa esposa de un empresario, son simples retos
en los que se demuestra una persona vacía de sentimientos, estos fueron
anulados por su sed de triunfar en la vida, donde todo parece insuficiente. Una
travesía por la que irá perdiendo la integridad, la nobleza, la honestidad,
ganando, la traición, la deslealtad, la ingratitud, una caída al abismo de la
degradación moral, y todo esto retroalimentado por los traumas de la infancia,
los que le marcaron trágicamente, y el boxeo siendo un pandemónium en el que se
hace el paralelismo atávico de que para salir a flote hay que hacerlo a puñetazos.
Todo esto es narrado con
crudeza, con intensidad dramática, con un increscendo hacia el clímax muy bien
llevado, con una estupenda construcción de personajes, con diálogos de calidad,
con situaciones tensas y de fuerte contenido que van de lo emocionante a lo
agrio, llegando a su meta con un estremecedor broche, valiente por no caer en
simplismos maniqueos facilones, termino nada complaciente (spoiler). Una
reflexión ácida sobre el sempiterno “Sueño Americano”, sobre la deshumanización
del Vellocino de Oro del triunfo, un enfoque amargo sobre las anheladas mieles del éxito, de cómo en estas ansias de
tener más y más puedes por el camino ir perdiéndolo todo.
El título en español, “El
ídolo de barro” (no el de inglés, “The Champion”), een este caso es uno de los
pocos ejemplos (no recuerdo otro) de que alguna vez el cambio en este sentido
ha sido acertado, y es que este es una metáfora sobrr como el éxito puede tener
los pies de barro, puede ser frágil y superficial. Asimismo puede tener su
metáfora en dos escenas, una cuando Palmer le hace al campeón una figura en
arcilla (barro) y Midge la deforma en una alegría sobre que él se ve como único
y nadie podrá poseerlo ni retóricamente en una escultura; Otro momento álgido
es cuando Midge despide a Tommy y este le dice que siempre supo que era una
especie de Golem (figura mítica de la cultura judía, un gigante de barro que
toma vida para salvar a los judíos de un mal).
Midge mantiene tres “affaires”
desiguales con mujeres a lo largo del metraje: El primero representa la
inocencia, es con Emma, una cándida y noble chica, refleja la pureza, con la
que quizás hubiera sido feliz; La segunda es Grace Diamond, representa la
belleza fatua, el ideal de la sensualidad fría, una oportunista mujer fatal
inalcanzable, pero que con la fortuna del boxeo la consigue, refleja estar en
la cúspide de la amoralidad; La tercera es Palmer Harris, esposa de un
promotor, una grácil y sensible mujer, refleja un paso más en la amoralidad del
protagonista, en este caso el fruto prohibido de una mujer casada con su jefe,
en este caso muy audaz por parte del realizador tratar el tema del adulterio nítidamente,
y además de cómo su esposo reacciona de modo flemático.

Noe sun film redondo, tiene
algunas taras, defectos, agujeros que la hacen haber perdido fuerza con el paso
de los años: Se alarga demasiado en el primer tercio, para después hacer lo
todo demasiado rápido en su ascensión al estrellato del cuadrilátero,; Asimismo
lo de la boda a la fuerza queda un poco chirriante, se casa y la abandona,
demasiado forzado a mostrarlo como malo; Tampoco se entiende que ella no se
divorcie, o pida la nulidad, total el marido no ha consumado, así ella es libre
de volver a casarse, su romance no parece están apresurado y juvenil que no
parece sea tan sólido como nos quieren hacer creer; Luego Connie la hace ir con
él a casa de la suegra para cuidarla, y esto lo hacen sin decírselo a Midge,
total, el paga la casa y se supone que también la manutención de ella; El
comportamiento de Connie es un tanto hastioso, siempre de mala cara,
enfurruñado, especie de Pepito Grillo de Midge, cuando en realidad, es costeado
por Midge en todo, no se le conoce a Connie oficio ni beneficio, se aprovecha del
éxito de Midge y se atreve a darle lecciones morales, estridente; Luego lo
abandona, vale, lección de dignidad, pero no, es un hipócrita, pues se va a por
la esposa de su hermano para camelársela, y para colmo va a residir a la
residencia de su madre, pero es una vivienda pagada con el sudor y sangre de
Midge, y como sigo diciendo no s ele conoce trabajo alguno a Connie está
viviendo del dinero que le pasa Midge, o sea que lecciones de superioridad
moral cero; Luego en el tramo final Midge tiene un encuentro con Emma, ya
prometida a Connie, entonces él intenta seducirla, hay una elipsis y no sabemos
lo que ha pasado realmente, la ha forzado o ella se ha entregado? Es importante
porque luego Connie se enfrenta a Midge por haber estado con ella, pero no
sabremos si Connie está enfurecido por haberla violado o por haberla seducido,
no lo sabremos, pero como Connie al final (tras la muerte de Midge) se va con Emma
se supone ha sido violada (si no es un cornudo consentido), esto no le pega a
Midge, pero es que si es así, no tiene perdón ni justificación que Connie hable
bien de Midge a la prensa; En la vertiente boxeo, decir que le falta dimensión
para mostrar la verdadera dureza del deporte del ring, y es que vemos un
montaje del entrenamiento de Midge y ala, comienza su escalada sin fin a la
cima, todo muy rápido y fácil; Tampoco es que sus dotes en el cuadrilátero son
muy realistas, y es que expertos en este deporte critican que Kirk solo sabe
atacar hacia a delante, en ningún caso lo vemos defenderse o pega o le arrean,
no hay término medio, estos expertos no le dan el premio al peor boxeador en el
cine, este se lo adjudican a Stallone por “Rocky”.
Kirk Douglas encarna con un
tremendo brío al púgil Midge Kelly, un Titán, con aristas, debilidades, duro,
áspero, orgullo, arrogante, simpático, determinación de hierro, vitalista, lo
vemos gradualmente como se va corrompiendo, del inicio en el vagón del tren a
su rostro ido del final, de una fisicidad poderosa, con ententes con las
mujeres de una misoginia cruenta, su expresividad es sublime. Arthur Kennedy
como Connie intenta ser la voz de la razón, y digo intenta porque le veo muchas
grietas en su comportamiento (ver sección taras). Paul Stewart como el
entrenador de Midge es muy bueno, este sí es la brújula moral del relato,
apasionado, reflexivo, de mirada intensa, fenomenal. Ruth Roman como Emma queda
muy bonita, espectacular cuando se queda en traje de baño, pero actuación blandita. Marilyn Maxwell la hermosa femme fatale, fría, arribista, oportunista,
vampiresa exprime ricachones, cumple bien. Lola Albright como Palmer también cumple
con su papel de infiel cariñosa que ve la realidad codiciosa de Midge.

La puesta en escena es
brillante, con un estimable diseño de producción Rudolph Sternad (“Solo ante el
peligro”, Vencedores o vencidos” o “El motín del Caine”), captando en sus
escenarios el clima turbio del boxeo, con sus gimnasios, las oficinas, los
despachos, los pasillos, y por supuesto los estadios, esto enaltecido por la
formidable fotografía del germano Franz Planer (“Vacaciones en Roma”, “20.000
leguas de viaje submarino” o “Desayuno con diamantes"), cubriendo de aires
de cine negro la cinta, jugando con efectos de iluminación, con las sombras,
ejemplo diáfano es un plano del rostro medio coulto por la oscuridad, en clara
alusión a su alma ennegrecida, con claras alegorías, al principio la pureza de
Midge con escenarios abiertos, paisajes inmensos,
la playa, y a medida que evoluciona todo son interiores, para dar más sensación
de opresión, haciendo claustrofóbicos los lares, sombríos, lóbregos, con mucho
humo, sumado a una labor muy dinámica en los combates, con planos cortos para
dar más impresión de crudeza, ayudada por la edición de Harry W. Gerstad (“Encrucijada
de odios”, o El gran Jack”), excelente en su montaje del training de Midge.
Esto unido a la música del ucranio Dimitri
Tiomkin de resonancias sobrias, encajando con el tono seco del relato, con composiciones orquestales con emocionante solo de piano y de cuerdas
(guitarras).
Spoiler:

Su épico
final resulta de enorme brillantez por su audacia: Clímax en un combate
devastador, Midge ha llegado a la cima, pero está solo, abandonó a su esposa,
echó a su hermano, despidió al entrenador que lo sacó de la calle (aunque ahora
está, pero ya no es el mismo), echó a la mujer que quitó a otro boxeador,
abandonó a otra mujer cuando le sobornaron económicamente, SOLO entre la
multitud que lo loa; Hay en el ring una golpiza insoportable, salvaje,
sangrienta, con continuos vaivenes, pareciendo al final que Midge no podrá
aguantar, pero al ver los rostros de la gente que el asimila con sus penurias
saca las fuerzas y en un brutal encadenamiento de puñetazos derriba al rival
Johnny Dunne, el público le aclama, le vitorea, es llevado por su manager Tommy
al camerino, allí comienza a delirar Midge, su rostro desfigurado es una
alegoría de su alma destrozada, y cae al
suelo; Luego vemos a Tommy que sale al pasillo y comunica a los periodistas que
Midge ha fallecido por derrame cerebral; Le preguntan a su hermano la prensa
que como lo definiría, Tommy lo mira y Connie dice (piadosamente) que era un
campeón; Conclusión valiente, pues no ha habido redención, no ha habido
despertar buenista en Midge, ha muerto preso de sus demonios internos, los que
al final le han derrotado, un final conmovedor por lo duro e imprevisible, uno
espera se hubiera redimido, pero este es mucho más realista y de calado.
Momentos recordables (algunos
ya comentados): El excelente plano en que Emma va al cuarto de Midge, los dos
se abrazan enamorados, la cámara sutilmente se mueve hacia la cama, en claro
símbolo de a donde se dirigen y entonces de refilón se abre la puerta y aparece
el cañón de una pistola, sobresaliente; Cuando el promotor Jerry Harris en su despacho en las alturas de Nueva York,
cual serpiente en el Edén le come el coco con promesas de subida, prometiéndole
TODO (ello mientras en la habitación está la sensual Grace como premio por
aceptar), poniéndole la pluma para firmar en las manos, cual Mephisto a Fausto,
extraordinario; Cuando tras estar con Palmer se encuentra con Grace, esta le
exige el matrimonio y Midge se ríe de ella, ya está casado, a continuación la
echa cual felpudo usado, ya ha tenido lo que quería y se ha cansado del juguete,
ahora tiene otro; El atronador combate final, donde los puñetazos te rozan,
abrasador clímax.
"El hombre lucha contra
el hombre. En esta vida si no tienes dinero no eres nadie."
“Éste (el boxeo) es el único
deporte donde, a dos tipos se les paga, por hacer algo por lo que serían
arrestados si lo hicieran borrachos y sin justificación alguna”.
Film recomendable por su
carga moral que conlleva, sin caer en simplismos o lugares fáciles, se
arriesga, sobre todo para su tiempo y no s ofrece una notable introspección de
la codicia condicionada por el aciago pasado. Fuerza y honor!!!
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