THELMA & LOUISE.

Obra Maestra del Séptimo Arte,
Icono pop cultural feminista desde su estreno, magnifica realización del inglés
Ridley Scott, una oda a la libertad de espíritu, a la amistad, a disfrutar de
la vida. El magno guión road-movie es la ópera prima de Callie Khouri (que ya nunca más hizo algo
de mínimo relieve), protagonizado de modo exuberante por unas radiantes Geena Davis como Thelma y Susan Sarandon como Louise, pocas veces se ha
visto en pantalla una química tan fascinante entre dos intérpretes, dos amigas
de Arkansas que se embarcan en un viaje por
carretera de fin de semana y que se convierte en una odisea de imprevisibles
consecuencias, cambiando sus vidas para siempre, también a parece como
secundario un desconocido por entonces Brad Pitt en un rol que haría que su
carrera despuntara hasta convertirse en una estrella. Fue un éxito comercial
(más en Europa que en USA) y de crítica, recibiendo seis nominaciones a los Oscar (director, las dos
protagonistas...), consiguiendo soplo uno, el de guión original, este fue el
año que arrasó “El silencio de los corderos”. La guionista Callie Khouri pensó por primera
vez en “Thelma & Louise” en 1979, pero el proyecto no llegó a los cines
hasta 1991. En 1980 Ridley Scott la contrató para que escribiera el guión y la
dirigiera, él la produciría. El proyecto se fue retrasando y tuvo varios
cambios de reparto (para Thelma se habló de Meryl Streep, Mia Farrow, Jessica
Lange, Liza Minnelli o Isabella Rosellini; y para Louise de Vanessa Redgrave,
Glenn Close, Kim Basinger, Goldie Hawn, Anjelica Huston, o Sigourney Weaver);
hasta que en 1990 Ridley Scott asumió la dirección, Khouri permaneció como
guionista, y Susan Sarandon y Geena Davis encarnaron a Thelma y Louise en unas
actuaciones míticas. Es una cinta que en su estreno creó cierta polémica por su
radical mensaje feminista y en contra de los hombres, el tiempo la ha elevado a
clásico atemporal y universal cinta que ha influenciado a posteriores y a su
vez se ha retroalimentado de otros
road-movies que tienen como escenario el medio oeste estadounidense,
ejemplos "Easy Rider", "Bonnie y
Clyde", "Badlands", "Midnight Run" o "Rain Man".
Dos amigas de un pueblo de
Arkansas, Thelma Yvonne Dickinson (Geena Davis) y Louise Elizabeth Sawyer (Susan
Sarandon), planean unas vacaciones de
dos días para descansar de sus vidas monótonas. Thelma es una frustrada ama de casa casada con Darryl (Christopher McDonald), que no le presta atención. Louise trabaja como camarera en un restaurante
fast-food, y está saliendo con un músico Jimmy (Michael Madsen), que pasa la
mayor parte de su tiempo en la carretera. El viaje será en el coche de Louise, un modelo de 1966 Ford Thunderbird convertible. De camino a su
destino se paran en un bar de carretera, Thelma tras tomar bastante alcohol se pone a bailar con Harlan Puckett (Timothy
Carhart). Entonces ya en los aparcamientos de la calle Harlan en el aparcamiento intenta forzarla sexualmente, ella se resiste
y aparece Louise con una pistola. También tendrá importancia en la historia el
investigador de la policía estatal Hal Slocumb (Harvey Keitel)
y el joven atractivo autoestopista JD (Brad Pitt).

Cinta entretenida que posee un
ritmo fulgurante, nos hace estar subidos en el T-Bird junto a las dos almas
rebeldes, te engancha en sus primeros minutos con una presentación de
protagonistas prodigiosa, montaje paralelo en que las vemos en sus quehaceres
diarios, con una síntesis fenomenal ya conocemos en escasas pinceladas a la
pareja de amigas de Arkansas, donde con nitidez, humor, y cotidianidad quedan
claras las “penurias” del binomio, y sus ganas de liberarse de las ataduras.
Desarrollada la historia con dinamismo, fluidez, mordacidad, con una
construcción de personajes fenomenal, matizados, con grietas, con arcos de
desarrollo graduales y que discurren e modo natural a través de los percances
que van sufriendo la pareja, definiéndose con diálogos que navegan entre lo
profundo y lo divertido, con situaciones brillantes en intensidad y calado
emocional, ello apoyado en una ambientación memorable, extrayendo toda la
magnificencia de los espectaculares escenarios naturales, a lo que se suma una
banda sonora vibrante que se amolda de modo espléndido a la trama. El relato
trata temas como el machismo imperante en nuestra sociedad, la violencia de
género, la lucha de la mujer para imponerse en un mundo masculino, se critica
el lado oscuro del Sueño Americano, se arremete contra nuestra decadente
sociedad consumista, y por supuesto la amistad y ansias de libertad. Todo
podría haberse contado de un modo seco, enfocándolo al drama más adusto, pero
el realizador sabe aderezar el argumento con dosis refrescantes de humor de
todo tipo, desde el físico, el verbal, el slapstick, el ácido negro, sobre todo
apoyándose en el cambio de roles que la sociedad asignan a los géneros, de
poner como al sexo fuerte a las mujeres, y al débil a los hombres, ello sirve
para hacer más digerible la trama y asimismo humaniza más a los personajes.
Esta road-movie se convierten
una especie de odisea iniciática con tintes existencialistas, marcados estos
por el duro entorno, donde a lo largo de la interminable carretera las
protagonistas irán redescubriéndose, haciendo aflorar partes de sí mismas que
creían inexistentes, erigiéndose su épica huida no solo en algo físico de la policía
que les persigue, si existencial por lo de intentar alejarse de sus ordinarias
vidas, emitiendo la sensación de que con su travesía homérica comienzan a vivir
de verdad, que estaban invernando en una crisálida y ahora son un par de mariposas
que empiezan a respirar, sus ojos se han abierto por completo a un mundo nuevo y disfrutan de la alergia vital,
sueñan con un futuro idílico, bucólico, feliz (en México bebiendo margaritas), la carretera como alegría de la transformación,
como aquello de que lo importante no es el destino, si no el disfrutar del
camino. Es un bromance contado con un tremendo lirismo visual, el T-Bird
surcando las infinitas carreteras del medio oeste, rodeadas de majestuosas
montañas, de poéticos desiertos, con hermosas puestas de sol, adornado con
música vibrante, una aventura única donde irán sorteando todo tipo de
vicisitudes, violadores, asesinatos, guapos ladrones de carretera, lujuriosos
encuentros sexuales, atracos a tiendas, mujeres mayores en las que la pareja protagonista
refleja su posible futuro del que intentan escapar, ancianos arrugados con bonitos
sombreros, un zafio camionero machista, retratando una América profunda anclada
en los instintos básicos, en lo retrógrado, en lo reaccionario, y el Gran Cañón
como metáfora del abismo de no marcha atrás.
La historia es un grito de
libertad para gran parte de las mujeres sometidas a un mundo machista que las
oprime, en este caso las dos son víctimas de violación, A Thelma la hemos
visto, a Louise queda entre líneas sobre el no explicitado “problema” que tuvo
en Texas. Hay quien incluso ha querido ver un subtexto de historia de amor
lésbico, donde la amistad va un paso más allá, esto me parece retorcido y no lo
comparto, por mucho que en el tramo final se den las dos un pico en los labios,
yo lo entiendo como un vínculo que va más allá del amor físico, es el
hermanamiento, sería como decir que Paul Newman y Robert Redford tienen “tema”
en algunas de las dos películas que rodaron juntos.

Las dos protagonistas componen
una de las grandes parejas Icono en la Historia del Cine, crean dos heroínas de
una fortaleza y empatía cumbre, diferentes entre sí y complementarias, y las
dos evolucionando mediante lo que les va aconteciendo. Susan Sarandon como Louise
es la voz de la experiencia, cínica, adusta, harta de un novio que no se
compromete, parece segura de sí misma, y ello arrastrando un pasado sombrío en Texas del que nunca
sabremos, la actriz desborda naturalidad, visceralidad, mundo interior,
sabiendo mostrar su despertare a una vida nueva de modo espléndido. Geena Davis es Thelma, una ordinaria ama de casa asfixiada por una marido que
la trata como un trapo, en el viaje se irá mostrando, espontánea, divertida,
lujuriosa, vivaracha, enérgica, explosiva, maravillosa actuación que enciende
la pantalla, las dos construyen una compenetración extraordinaria,
carismáticas, majestuosas, luminosas. Hay espacio en el excelso guión para
secundarios que en pocos esbozos quedan delineados de modo excelso, como un
Harvey Keitel fenomenal como el comprensivo agente policial que va tras el
binomio, dejando entrever su comprensión hacia ellas. Christopher MacDonald jocoso como el esposo de Thelma,
un zoquete. Michael Madsen es el novio de Louise, lo encarna con sensibilidad y
simpatía, con buena química con la actriz. Timothy Carhart da muy bien como el
pérfido mujeriego que intenta violar a Thelma. Michael Delman es el delirante
camionero (símbolo fálico el camión) que se convierte en un running-gag con sus
constantes gestos obscenos a Thelam &Louise, hasta que ellas le dan su explosivo
merecido. Y ewl que mejor partido le sacó a su pequeño rol, un entonces anónimo
Brad Pitt, que aprovechó sus minutos para dar su plataforma de despegue a futura
estrella de cine.

La
puesta en escena resulta memorable, con un impresionante diseñó de producción
de Norris Spencer (“Hannibal” o “Spy Game”), reflejando un medio oeste
deprimente y a la vez envuelto en un halo de anclado en el tiempo, sostenido en
una burbuja, aunque la ruta de la cinta es entre Arkansas y el Gran Cañón, fue filmada casi en su totalidad en California
y Utah, algunas zonas rurales alrededor de Bakersfield,
California y de Moab, Utah, las escenas
del Gran Cañón justo al sur de Dead Horse
Point State Park filmadas en la zona de Moab de Utah, con esas
carreteras que
parecen no llevar a sitio alguno, como la huida de la pareja a ningún lado, con
un magníficamente alusivo vestuario de Elizabeth McBride (“Paseando a Miss Daisy”
o “Cadena perpetua”), y estos lares son embellecidos por la majestuosa fotografía panorámica de Adrian Biddle (“Aliens, el regreso” o “La
princesa prometida”), con una luminosidad diurna resplandeciente, realzando con
brillantez los paisajes y sus llanuras, el polvo que desprende el viento y los
autos, tomas generales que nos retrotraen al estilo fordiano del oeste, ello
como símbolo fronterizo donde al borde existencial todo puede pasar, todo está
al límite, retratando con calidez y mimo el oeste rural, sus lugareños, sus
bares, y terminado en la Icónica escena final en el Grean cañón, espectacular.
Se suma el fascinante score del germano Hans Zimmer (“Piratas del Caribe”, “Gladiator”
o “Inception”), acompañando la acción y los tiempos de transición de modo neurálgico,
añadiendo temas country que se mimetizan con la acción, “Badlands” de Charlie Sexton), “Wild Night” de Van Morrison), o “The
Ballad of Lucy Jordan" de Marianne Faithfull, "I Do not Want To Play
House" de Paul Kennerly, “Better not look down” de B.B. King, o el trémulo
tema principal “Part of me, part of you” (Parte de mi, parte de ti) de Glen
Frey.

Spoiler:
Me sobra del film el subrayado
final, con el montaje de escenas retrospectivas de las dos amigas, hubiera
quedado mejor el fundido a negro tras el congelado de imagen de Thelma &
Louise surcando el cielo del Gran Cañón en su T-Bird con las manos cogidas.
Aunque es solo una gota de agua prescindible en un océano de aciertos.


Momento recordables: La mítica
foto en polaroid que se hacen las dos amigas cuando inician su viaje en el
T-Bird; El tramo en el aparcamiento del bar, con el intento de violación y como
Louise lo impide con el arma espetando al tipo "Sólo para
el futuro, cuando una mujer está llorando de esa manera, ella no está teniendo
ninguna diversión", al final tras un comentario ofensivo del arrogante Harlan,
Louise estalla disparando letalmente a Harlan; El encuentro de Thelma con el
ladronzuelo JD, donde ella redescubre el sexo lujurioso; Cuando Louise está
reunida en el motel con el novio y le pregunta como hace años, si sabe el color
de sus ojos (años atrás no supo responder), y este responde acertadamente;
Cuando Louise le dice a Thelma que llame a su marido y si nota algo raro en él
que cuelgue, la policía puede estar escuchando, Thelma llama y su marido contesta
“Thelma como estas?”, cuelga ella, y le dice a Louise la poli está allí; El
atraco de Thelma a la tienda visto primero fuera de campo primero, desde la
visión de Louise que nada sabe y espera en el T-Bird, con esa estremecedora mirada
que hace a una mujer mayor, y luego vemos el robo mediante las cámaras de
seguridad, escenificando ella fríamente la “clase” para atracos que le dio JD;
El tramo del poli que las para en medio de la nada, como Thelma
imprevisiblemente se impone, encañonando al poli, al que acojonan metiéndolo en
el maletero, y le dicen que se porte bien con las mujeres, si no que las mire a
ellas lo que puede pasar cuando se las trata mal, esto aderezado con el
ciclistas rastafari que echa humo de
porro por los respiraderos del maletero donde está el poli, esto mientras este
saca divertidamente el dedo; Cuando al final se reúnen con el camionero zafio
las amigas y este no para sus comentarios ofensivos, non disculpándose como
ellas le piden, terminando las dos por disparar al camión, que explota
violentamente entre los lamentos del camionero, mientras la pareja da vueltas
sonriendo alrededor de él, llevándoseThelma la gorra del tipo en señal de
trofeo; El homérico final con decenas de coches de policía tras ellas, ellas
frente a un abismo en modo acantilado, se juramentan con un beso que no las
atraparán, y pisan el acelerador cogiéndose las manos hacía el horizonte, el
T-Bird de 1956 pierde el suelo y queda suspendido en el aire, la imagen se
congela, en claro homenaje-plagio del final de “Dos hombres y un destino”,
escalofriante.
Film de
culto imprescindible para todo cinéfilo que se precie de serlo, Majestuosa
película, de las que olvidaras jamás. Fuerza y honor!!!
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