ROBIN DE LOS
BOSQUES (1922)

Clásico del cine mudo y del
género de aventuras, una superproducción, la más cara hecha hasta la fecha (más
de un millón y medio $), hecha a mayor gloria del más grande actor de esta
década (solo comparable a Charles Chaplin), Douglas Fairbanks, la produjo con
su compañía, Douglas Fairbanks Pictures
Corporation y distribuida por United Artists (creada junto a su esposa, Mary Pickford, Chaplin y DW Griffith), la compañía que los
magnates hollywoodienses dieron en tildar como que “los payasos se hicieron con
el circo”, además la guionizó (bajo el pseudónimo "Elton
Thomas"), y por supuesto protagonizó. Douglas Fairbanks venía de realizar éxitos como “La marca del zorro” y
“Los tres mosqueteros”, con lo que tuvo carta blanca para su siguiente proyecto
de aventuras, “Robin Hood”, fue la primera gran producción cinematográfica
rodada en torno a la figura del mítico “Príncipe de los ladrones” (se dice que
hay dos versiones anteriores, una filmada una década antes en el bosque
alrededor de Fort Lee, Nueva Jersey, después de esta han venido incontables),
se basa
libremente en la balada de 1632 de Martin Parker quien presentó Robin Hood como
el conde de Huntington. Aparte del hecho de que un conde de Huntington existía
en el momento, que Ricardo Corazón de León luchó la Tercera Cruzada y que su
hermano John le regentó mientras él estaba ausente, ni la balada ni la película
son cercanos a la realidad histórica. Fue la primera
producción en presentar muchos de los elementos de la leyenda que se han
convertido en cultura popular para los espectadores de cine en versiones
posteriores, aunque hay recursos narrativos alterados, empezando por que
arranca con el origen del héroe, el antes de ir a las cruzadas (en posteriores
versiones lo conocemos cuando vuelve), también se cambia el título nobiliario,
aquí es el Conde de Huntingdon en lugar
de Robin de Locksley (de las posteriores), se potencia la
amistad de Robin con el Rey Ricardo, y se inicia con un torneo de justas con
Robin (algo que nunca más se ha visto en posteriores versiones), asimismo se omiten
momentos icónicos como el concurso de tiro con arco y la pelea entre Little
John y Robin Hood sobre el tronco del rio. El director es el prolífico Allan Dwan (realizó a lo
largo de su carrera que fue de 1911 a 1961, 404 películas), esta fue la última con Fairbanks, de las 12 que
dirigió con él. El desmesurado presupuesto
fue gran parte destinado a la construcción del
mayor decorado edificado en Hollywood para una película de cine mudo, se
construyó un imponente castillo y un pueblo (Nottingham) entero SXII,
edificados en el Estudio Pickford-Fairbanks en Hollywood, en los que participaron más de
cien carpinteros, diseñados decorados por Lloyd Wright, hijo del célebre
arquitecto Frank Lloyd Wright. Se pasaron del
presupuesto inicial y tuvieron que estrenar en cines una versión corta para
recaudar dinero necesario y poder continuarla. Dada la magnitud y grandiosidad
que alcanzó la película, fue la primera que contó con un estreno de gala en la
historia de Hollywood, el acto tuvo lugar en el Teatro Egipcio de Grauman, fue
un éxito de crítica y comercial, la más
taquillera de 1922. Como dato anecdótico cabe
señalar que este largometraje estuvo dentro de la lista de películas perdidas
del cine mudo hasta que, en los años sesenta, lograron recuperarla.
Douglas Fairbanks, fue (Chaplin
puede discutírselo) la mayor estrella del cine mudo, actuó en 48
películas,entre ellas algunas de las películas de aventuras más grandes de
todos los tiempos, Fairbanks era una superestrella antes de que existiera la
palabra, y junto con Chaplin y su esposa Mary Pickford, uno de los tres actores
mejor pagados y más populares de su tiempo. En su luna de miel con Pickford,
Fairbanks y su novia atrajeron a una multitud de 300.000 en París y Londres. En
casa, en su mansión, conocida como "Pickfair," los dos grandes
realizaban fiestas rutinariamente, siendo sus invitados enormes celebridades. Recibir una invitación a Pickfair era recibir la
bendición social de la realeza de Hollywood. Douglas creó al héroe de acción
moderna en una serie de films de capa y espada que eran una oda a la alegría de
vivir. Él prácticamente inventó el género de acción-héroe en la película con “La marca del Zorro” en 1920. Don Diego Vega-Zorro no tenía poderes sobrenaturales o
extraterrestres, a lo Superman o Hulk, pero fue el primer héroe de película con
identidad y refugio secretos, un disfraz, una máscara, un compañero y una
historia de fondo. Siguió su triunfo
en 1921 con “Los tres mosqueteros”. Al año siguiente, encontró en un personaje de leyenda
inglés (Robin Hood) su vehículo de lucimiento para sus enormes dotes de
acrobacias, sus grandes dotes físicas le permitieron
llevar a cabo las escenas de riesgo, prescindiendo para ello de dobles.
El Conde Robin de Huntingdon (Douglas
Fairbanks) es un noble amigo del inglés el rey Ricardo Corazón de León (Wallace Beery), los dos marcharán a Palestina en las Cruzadas, dejando el monarca en
su regencia a su hermano John (Sam De
Grasse), que se muestra en su ausencia como un vil
tirano para su pueblo. En la historia tienen importancia personajes como: Lady
Marian Fitzwalter (Enid Bennett), amante de Robin, Sir Guy de Gisbourne (Paul Dickey), amigo de John y
sibilino enemigo de Robin y el rey.

Film rebosante de vitalidad,
un chute de alegría, con un desarrollo partido en dos: Primer tramo algo más
lento, solo la escena del duelo de justas, esta sirve para enseñar la nobleza y
valentía de Robin, y al pérfido villano, Guy, es el día antes a salir el
ejército comandado por el rey Ricardo a las Cruzadas, se dedica este metraje a
presentar a los personajes, mostrándonos sobre todo la amistad y camaradería
entre Robin y el rey Ricardo, vemos la timidez ante las mujeres de Robin
(cumbre el momento en que decenas mujeres lo persiguen, antecedente de una
escena similar de Bustrer Keaton en “Las siete ocasiones”), su enfrentamiento
con el príncipe John, que es origen al romance entre Marian y Robin, con ese
delicioso momento en que Marian dibuja sobre un muro la silueta del perfil de
Robin, Dibuja también la maldad enconada de John contra Ricardo. Este tramo
tiene su fin en la hermosa escenas de la salida del castillo de las tropas a
las Cruzadas, una escenificación formidable, con decenas de caballos, con sus
ataviados jinetes medievales y sus banderolas al ristre, componiendo un épico cuadro del Medievo. Esta mitad contiene buenos momentos, pero carece de ritmo,
atascándose un poco, debía haber sido menos tiempo, para hacerla más fluida; El
segundo tramo contiene el nacimiento del mito Robin de los Bosques (o como lo
conocen los anglos Robin de la Capucha), un primer bloque en que la acción
acontece en dos lugares diferentes, uno Inglaterra , donde el regente John
despliega toda su villanía y despotismo,
en base a desproporcionados impuestos, castigos salvajes, e incluso se
medio entiende sádicos acosos sexuales, que al no ser complacido se tortura a
la víctima, y para combatir el Mal, a la hora de metraje aparece
subliminalmente el héroe, lo hace a través de flechas que se clavaran en
“ominosos” lares, hasta a aparecer físicamente el “salvador”, y entonces si la
acción se despliega en todo su fragor, con secuencias trepidantes, donde
Douglas Fairbanks demuestra porque fue el primera gran Leyenda del Cine,
arrollando con su energía, electricidad, sus dotes para irradiar simpatía y
vigor, saltando, cayendo, peleando, asimismo hacen acto de aparición los Merry
men, algo desdibujados como cuasi elfos, Oompa Loompas, o Peter Pans, personajes sin personalidad, siempre saltando
cual danzarines de un lado a otro, una caricatura muy envejecida por el tiempo.
Este tramo (pasado por el filtro buenista de su tiempo) resulta vibrante de
emociones, de acción de tensión bien construida, con escenas espectaculares, con
batallas fenomenales, ello con un gran manejo de extras.
Lo que no cambia en el relato
es su temática nítida, siendo el núcleo la sempiterna lucha del Bien contra el
Mal, también se habla de la amistad, del sacrificio, del amor verdadero, del
sentido del deber, del despotismo, del enfrentamiento contra las injusticias,
del abuso del poder, y sobre todo de la valentía para combatirlo, todo esto
abordado con simpleza y sencillez narrativa, sin complejidad, alguna, sin
matices, sin tonos grises, todo claro como requiere un producto familiar como
este. El metraje está salpicado de humor fresco, blanco, manando este de la
timidez ante el género femenino de Robin, de la brusquedad del Rey Ricardo
(jugando con su bufón o llamando a destiempo a gritos Robin), o cuando los
Merry men cual payasos saliendo de un seiscientos a decenas de soldados con
golpes de porra en la cabeza conforme salen por una pequeña puerta
Iinverosimil, pero divertido).
Reseñable es el subtexto homoerótico que recibe Robin Hood, no hay que ser
muy enrevesado para ver cierto amaneramiento en el héroe, le gusta estar más
con los hombres, y huye de las mujeres como si le repelieran, se añaden unos
Merry men más afeminados que Boris Izaguirre, de hecho ni su relación con Lady
Marian respira algo más que cariño, siendo exégeta se podría entender que Robin
se esconde en el bosque solo con hombres, no hay mujeres, creando su universo
gay propio, lejos de la homofobia del príncipe John, y escarbando algo más se
puede extraer que entre Robin y Ricardo hay tomate, de hecho es sabido
históricamente que a Corazón de León le tiraban los hombres que las mujeres.
Como taras estaría el modo de introducir a los Merry men del bosque de
Sherwood, los importantes Fraile Tuck, Will Scarlet, o
Little John son mostrados como mero decorado sin alma, personajes de relleno, tampoco
ayuda su modo bufonesco de comportarse, moviendo sea ritmo de saltos ridículos
de un lado a otro, queriendo infundir alegría al público, a lo mejor entonces
hizo efecto, hoy día causa vergüenza ajena.
Douglas Fairbanks
está tremendo en un rol que encarnaba con encanto y naturalidad, un torbellino
de energía vital, un chute de optimismo, un huracán en su acróbatas
movimientos, corriendo saltando, escalando, peleando, impresionante su descenso
por un enorme tapiz rasgándolo con un cuchillo, su tremenda escalada por la
cadena del portalón del castillo, o su sorprendente salto a la enredadera del
castillo, Magnífico. Wallace Beery como el rey Ricardo queda muy carismático
con su imponente figura, aunque en algún momento se pasa de tosco, restando
majestuosidad, el actor encarnó al mismo rey Ricardo Corazón al año siguiente en una secuela llamada “Ricardo Corazón de León”. Enid Bennett no deja huella con su rol apocado y sin
fuste, era una actriz de teatro australiana que apareció en 52 películas entre
1916 y 1941. Sam De Grasse encarna al príncipe John, pérfido villano,
demostrando perversión, sadismo, extraordinario cuando tortura a mujeres que se
niegan a sus aviesas peticiones (sexuales). Paul Dickey como el villano Guy de Gisbourne resulta muy poca cosa
frente al gran Fairbanks, no es rival. Alan Hale como Little John en la primera
parte tiene algo de peso, pero en cuanto aparece Robin Hood desaparece, encarnó
de nuevo al personaje dieciséis años más tarde en “Robin de los bosques” (1938) frente de Errol
Flynn , a continuación, interpretó
el personaje de nuevo en “Pícaros del bosque de Sherwood”
(1950).
La puesta en
escena ya comentada resulta impresionante sobre todo por el monumental
castillo, fachada del castillo de 90
pies de altura, e históricamente exacta, y la recreación medieval del pueblo de
Nottingham (nada de miniaturas, todo a tamaño real), siendo la dirección
artística supervisada por Wilfred
Buckland, considerado el primer director
artístico de Hollywood, se le
atribuye una serie de avances en el cine, incluyendo avances en técnicas de
iluminación, desarrollo de conjuntos arquitectónicos, y uso de conjuntos en
miniatura, en 1924 fue nombrado uno de los diez individuos que habían
contribuido en mayor medida al avance de la industria del cine desde el momento
de su creación, ahí es nada. Se suma el vivaracho y brillante vestuario
diseñado por Mitchell Leisen (posterior director de prestigio con obras como
“Medianoche”, “Si no amaneciera” o “La muerte de vacaciones”). Todo esto bajo
la cinematografía de Arthur
Edeson, (“Sin novedad en el frente”, “Frankenstein”, “El halcón maltés” o “Casablanca”),
con espectaculares tomas generales recogiendo los epopéyicos movimientos de
masas, captando la magnificencia de los interiores del castillo, sus altos y
amplios salones, o en las fantásticas tomas de la salida del ejército hacia las
cruzadas, aunque estática la cámara en un recurso propio del cine mudo que
provenía de la teatralidad, como destacable es la edición de William Nolan para
mostrar acciones paralelas en diferentes lugares, sumando agilidad narrativa y
tensión.

Momentos
recordables: El duelo de justas; Rbin huyendo de decenas de mujeres , destila
connotaciones homosexuales; El tierno dibujo de la silueta del perfil de Robin
que hace Marian; La grandiosa salida de Ricardo con su ejército hacia las
Cruzadas; El duelo aéreo entre la paloma mensajera de Robin y el halcón de Guy;
El excelente montaje en que subliminalmente en que aparece Robin Hood, con
varias flechas que son lanzadas fuera de campo hacia varias injusticias del
regente John, con su brazo armado del Sheriff de
Nottingham, acabando épicamente una flecha en el trono del susodicho regente, comenzando
en el castillo una espectacular batalla entre Robin y los soldados de John, con
la prodigiosa bajada por un tapiz enorme rasgándolo con un cuchillo; Lo más
parecido al torneo de arqueros, cuando un Merry men reta a Robin a puntería,
lanza un trozo de madera al aire y le clava una flecha antes de caer, entonces
lanzan otro trozo y Robin antes de caer le ha clavado dos flechas; Robin escalando
la cadena del gran puente levadizo; Robin lanzándose a través de un foso para ahorrarse
a una enredadera para poder escalar al dormitorio de Marian, mientras en la
susodicha habitación Guy acosa a Marian y esta ante ser violada se lanza por la
ventana, y entonces Robin la coge al vuelo; El singular modo en que Robin mata
a Guy; Robin enfrentándose a decenas de
soldados en solitario; Robin va a ser ejecutado con flechas, pero cuando estas
son lanzadas aparece de la nada el Rey Ricardo para con su escudo impedir su
muerte.
Notable superproducción de
aventuras que debería ser recomendable a todo buen cinéfilo, siempre dando la
licencia de que estamos en el cine mudo. Fuerza y honor!!!
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