EXODUS: DIOSES Y REYES.
Tengo opiniones contrapuestas sobre
este épico film de Ridley Scott, por el lado positivo está LA vibrante puesta
en escena, su colosal recreación de las plagas, y sobre todo un ambiguo guión
que no se ata al Antiguo Testamento, nos quiere dar una valiente y compleja
respuesta a los hechos, donde cada cual podrá extraer sus propias conclusiones,
es por este coraje que ha recibido muchas críticas, yo en cambio se lo alabo,
el agnóstico declarado realizador se atreve a darnos una visión singular de los
acontecimientos, jugando con las casualidades, los fenómenos naturales y con la
fina línea que separa la locura del narcisismo mesiánico, en el lado negativo
está un desarrollo que divaga a trompicones, orgánicamente la historia hace
aguas, nunca llegas a empatizar con los protagonistas, tanto los egipcios como
los hebreos son gente invisible, sin alma, te da igual lo que les pase, el
drama humano es nulo en el film, esto hace contrapeso a lo bueno, habrá que
esperar a la versión de 4 horas, “director’scut”, esta teatral es de 2 horas y
media, con lo que igual en los 90 minutos adicionales rellenan lagunas, incoherencias
y boquetes narrativos.
Estamos en el año 1300 antes
de Cristo en el Imperio Egipcio, en Memphis, Moises (Christian Bale) es el
hermano del heredero al trono, Ramses (Joel Edgerton), el faraón es Seti (John
Turturro).Moises es enviado a una misión a la ciudad de Pitón para
entrevistarse con el virrey Hegep (BenMendelsohn), allí asiste a la esclavitud a que son sometidos los judíos. En
secreto es requerido por un esclavo para le cuenten una historia, Moises asiste
por curiosidad, allí Nun (Ben Kingsley) le cuenta que el no él no es quién
cree, es hijo de hebreos, enviado por su hermana Miriam (Tara Fitzgerald) para ser criado en secreto por la hija del faraón, Moisés reacciona
sin creérselo, se marcha del lugar, por el camino entre las callejuelas de los
esclavos es sorprendido por dos soldados egipcios a los que mata. Al poco de
volver a la capital el faraón muere y Ramsés toma el poder (Ramses II). Un cía
llega Hegep para contar al faraón de lo que se ha enterado, la historia de la
verdadera identidad de Moisés, entonces se desata una disputa entre Ramsés y Moisés
que deriva con el destierro de este. También tendrán importancia en la historia
la reina Tuya (SigurneyWeaver), Josue (Aaron Paul) un judío escudero de Moisés,
Séfora (María Valverde), mujer que pasará a ser su esposa, el hijo de ambos,
Gershon (HalHewetson),
y el padre de Sefora,Jethro (Kevork Malikyan),
y el niño (Isaac Andrews) Alter Ego de Dios.

La puesta en escena es superlativa, ya desde de su
macro concentración de personas, en Pechina (Almería) se hizo un casting para
4000 personas, en Fuerteventura (Canarias) de 2000, hubo filmación adicional en
los Pinewood Studios, con imponente diseño de producción de Arthur Max
(“Seven”, “Gladiator” o “El Reino de los Cielos”), recreando con fastuosidad el
Egipto faraónico, con sus pirámides, sus efigies, sus ciudades, filmada en
Tabernas (Almería), Ouarzazate (Marruecos), Sierra Alhamilla (Almería), reflejando la magnífica Memphis, la ciudad obrera de Piton, el
campo de batalla contra los hititas, o el mítico cruce del Mar Rojo, rodado en
Fuerteventura (Canarias), todo esto se mezcla con el sobresaliente trabajo en
el supervisor de f/x Peter Chiang (“Batman”, “United 93” o “Godzilla”), no
sabiéndose donde acaba uno y empieza el otro, con más de 1500 tomas de efectos
visuales, sirven para multiplicar a la gente (en una escena son unas 40
personas las que siguen a Moises, y lo que vemos en la pantalla son 400000),
para dar realismo a las plagas, llegando a manejarse 400 ranas en una de ellas,
para la espectacular granizada se crearon 30 cañones especiales que atomizarían
bolas polímero que rompen como el hielo, a todo esto
ayuda la fenomenal fotografía del polaco DariuszWolski
(“Piratas del Caribe”, “SweeneyTodd” o “Alicia en el país de las Maravillaas”),
con hermosos planos aéreos, con hermosa panorámicas, con energía en la acción,
captando la épica del relato, en tonalidades grisáceas-melancólicas, con amplia
gama de tomas desde múltiples ángulos, algunos en CGI. A este se suma un
impresionante realismo en el vestuario de Janty Yates
(“Gladiator”, “El Reino de los Cielos” o “Robin Hood”). La música del español
Alberto Iglesias (“Cometas en el cielo”, “El jardinero fiel” o “El topo”), no
es la más inspirada, ni en sus notas, ni en su colocación en el metraje, pasada
de vueltas en casos y metida con calzador en escenas que estorba y manipula.
El guión es de Adam Cooper (“Un golpe de altura”), Bill Collage (“Un golpe de altura”), Jeffrey Caine
(“El jardinero fiel”) y Steven Zaillian (“La lista de Shindler”), que adaptan de forma bastante
libre y secular el libro homónimo del Antiguo Testamento, lo humanizan, lo
despojan de afán dogmático religioso, realizan una ingeniosa reflexión sobre la
fe, sobre hasta dónde llega lo mundano y
empieza lo espiritual, de hecho para remarcar esta mirada laica reseñable es
que arranca el film con la leyenda
sobreimpresionada "1300 BCE" (secular Antes de la Era Común) en lugar
de esperada aC (antes de Cristo). El argumento se centra potencialmente en los
dos antagonistas, los secundarios son bastante plúmbeos de personalidad. Ridley explora desde una
óptica nueva una historia mil veces vista y sabida, le da un toque nuevo,
aunque si escarbas un poquito te darás cuenta que el relato no es ni más ni
menos que “Gladiator”, un gran líder militar al que el Emperador-Faraón tiene
en más estima que al hijo, que a la muerte de este es desterrado, y que vuelve
con objetivo de hacer tambalear el poder establecido, fácil confundir las
historias. Scott le da al film un prisma neutro, más que ateo, es aséptico, que
cada espectador saque su propia conclusión, nos muestra a un líder, Moisés, que
se cuestiona su fe, con atisbos d de terrorista, cuestiona los métodos de Dios,
un Dios vengativo, iracundo, sanguinario, este Dios es representado con gran
tino por la figura de un querubín, un niño de fuerte personalidad, en realidad
esto es más cercano al Dios del Antiguo Testamento.

Chiritian Bale da vida con
furibunda energía a Moisés, de poderío físico, pero le falta una personalidad
marcada, le noto difuso, es una nave a la deriva que no determina hacia dónde
va, lo he visto en otros roles mucho mejor, aquí le falta para llenar la
pantalla, su reconversión de egipcio a líder mesiánico de los hebreos, me queda
hecha a empujones, muy forzada, su desarrollo está mal realizado, no atisbas
gradualidad, está desprovisto de momentos dramáticos en los que puedas conectar
con el personaje. Joel Edgerton crea a un Ramsés sufriente, emitiendo un gran
lenguaje físico y gestual que hablan más que las palabras, aunque también le
falta profundidad. John Turturro en su breve papel deja contancia de su gran
hacer, aportando carisma y porte de Rey. Ben Mendelsohncomo el virrey egipcio,
se viene arriba con un personaje sibilino, amanerado y pérfido, muy bueno. Isaac
Andrews como el Niño Alter Ego de Dios lo borda, una iracunda presencia,
turbadora actuación que desborda furia y tormenta, de lo mejor del film. El
resto del reparto apoco escapan de sombras con alguna voz, Ben Kingsley queda
únicamente como un narrador de la vida de Moisés, el que oralmente narra la
clásica historia del bebé Moisés en una cesta surcando el Nilo, esta visión se
obvia, para el resto queda en muy segundo plano, Sigourney Weaver es un nombre
de estrella que añadir al cartel, en el film casi alguien que pasa por allí.
Aaron Paul tras su sádica presentación parece tendrá peso, y pasa a ser un
voyeur de Moisés, su misión es ser la visión del espectador, que cuando lo espía
tras unos arbustos hablando solo dudemos si es una alucinación moisística o es real, ara lo demás otra sombra, María
Valverde aporta belleza hispana, superficial y escasísimo rol.

Spoiler:
Momentos recordables: Las
muchas hermosas imágenes de la recreación del Egipto Faraónico, y sobre todo la
recreación de las plagas “bíblicas”, con la impresionante masacre de cocodrilos
en el Nilo, la invasión de ranas, el alud de langosta, y por último el maligno
eclipse, ingenioso que nos den una solución natural a las plagas, hacen nos
cuestionemos la el Dogma que muchas veces nos contaron; Asimismo soberbio el
tramo en que los hebreos cruzan el Mar Rojo, de una magnificencia superlativa,
en el clímax el ejército egipcio cargando contra los hebreos en el Mar,
mientras de fondo el majestuoso Mar vuelve, Ridley ha querido hacer que pudo
ser un tsunami; En el epílogo me es perturbador la osadía encomiable de Scott
al representar que Moisés subió al Monte Sinaí y allí es él el que talla las
Tablas de los 10 Mandamientos, y no le son entregadas por Dios, sigue jugando
con el espectador y la ambigüedad de la historia, muy apreciable nos haga
pensar.
En el rincón de los defectos
destaca lo mal aprovechados que están gran parte de los actores, Sigourney Weaver, Ben Kingsley,
María Valverde, Aaron Paul, presencias adorno, con roles apenas esbozados, sin
tiempo alguno para medio-desarrollarse, solo se pone énfasis en los
protagonistas el resto son, eras figuras sin alma, desangeladas. La que debiera
ser una batalla a la altura de la del inicio de “Gladiator” se nos expone de
modo plano, fríamente, sin sangre que la dote de realismo, no te hace vibrar,
te deja gélido, espera mucho más de Ridley. Las elipsis no son bien manejadas,
con evidentes cortes en caracteres que te impiden conectar con la historia,
produciendo confusiones en el espectador por el comportamiento errático de
algunos personajes. El esperado tramo de las plagas es simplemente Descomunal,
pero en su contra queda que suceden apresuradamente, no da tiempo a digerir su
extraordinaria visualidad, transcurren precipitadamente, error. El pueblo de
judíos es una masa uniforme desprovista de personalidad, se desplazan de un
lugar a otro como meros artificios, te importan bien poco sus penurias, no
tienes empatía alguna con su sufrimiento. Los diálogos no ayudan, se sienten
acartonados, lineales, sin frescura, nada currados, sumado a unas
interrelaciones entre personajes inexistentes,esto redunda en personajes sin
poderío, el ejemplo más nítido es la supuesta gran amistad entre Ramsés y
Moisés, muy mal proyectada, no sientes vinculo alguno entre ellos, parte del
motor de la historia debería ser esta gradualidad de la camaradería al odio,
pero esto nos llega insípido, insustancial, sin chicha. Todo esto deriva en
falta de emoción, en un gran espectáculo extirpado de chispa vital.
Hay otros errores pero a
estos les doy licencia dramática por ser de índole histórica: En el film el
faraón Sethi I (padre de Ramses II) es enterrado en el templo de Abu Simbel,
cuando este templo lo construyó el propio Ramséstiempo después del
fallecimiento del padre; Está demostrado que en el tiempo que sucede el relato
los faraones eran enterrados en el valle de los Reyes, no en templos, pues estos
eran saqueados con asiduidad.


Alteraciones del film con
respecto al relato bíblico: Moisés no era primo de Ramsés, era su hermano;
Moisés sufría de tartamudez, con lo que tenía problemas para la oratoria, esto
se omite en el film; Aarón era su hermano de sangre, este le hacía de portavoz ante
el faraón para tratar con este la liberación de su pueblo; Aarón apenas tiene
presencia en pantalla; Moisés mata a un soldado egipcio, no a dos, y este es el
motivo del destierro, no como se muestra en el film, que el virrey informa al
faraón de los orígenes hebreos de Moisés; Moisés adoraba a los Dioses egipcios
y aquí lo pintan como a un cínico agnóstico; En las montañas Dios se presenta
en forma de zarza ardiendo sin consumirse, y es la que le habla, en el film la
zarza sale, pero junto a ella hay un niño que es el que se comunica con él como
Dios; La Biblia cuenta que entre su destierro y la huida de Egipto pasaron 40
años, esto en el film no queda reflejado en la apariencia de Bale, solo cambia
por tener un poco de barba; Durante las plagas Moisés acude sucesivamente a
informar al Faraón de ellas, diciéndole que si no cede la siguiente será aún
más devastadora; Las plagas en la Biblia son 10, en el film 7, incluso está la
de los cocodrilos que no aparece en el antiguo Testamento; Las plagas son exhibidas
de modo ambiguo, pudiendo ser explicadas como fruto de tragedias naturales
concatenadas; En la salida de Egipto los hebreos acampan 3 veces antes de
cruzar el mar Rojo, aquí solo aparece una, como si todo sucediera en dos días;
En la Biblia Dios coloca una columna de nubes entre el ejército egipcio y los
hebreos para dificultar que los primeros cojan a los segundos, también hay otra
columna de humo que guía a los hebreos por el camino que deben seguir, esto se
omite en el film; En la Biblia Dios abre el Mar Rojo en dos enormes paredes de
agua, aquí el agua se retira como si de un tsunami se tratara, acrecentada esta
sensación en la forma en que el agua vuelve, en la Biblia retorna el agua por
Moisés, cuando hace esto el ejército egipcio ha comenzado a cruzar con sus
carros el Mar, que hasta entonces habían estado retenidos por Divinidad por una
columna de fuego, al echárseles encima el agua mueren todos, incluido el faraón
Ramsés, en el film hay un intento de duelo final entre los dos antagonistas, siendo
los dos arrastrados por el mar, y además los dos sobreviven saliendo cada uno
por una orilla. También se puede echar en falta dos clásicos sucesos del Éxodo,
primero la Adoración al Becerro de Oro, que el hermano de Moisés, Aarón
construyó mientras su hermano estaba en el Monte Sinaí, y que derivó en el
caos, o el Maná, como Dios todas las Maná dejaba pan para todos los hebreos.
En conjunto, sumado lo bueno y
malo me da una más que interesante propuesta, muy recomendable para los que
gusten de cuestionarse axiomas y dogmas de fe, con un envoltorio
visual-estético prodigioso. Fuerza y honor!!!
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