miércoles, 13 de mayo de 2015



EL HUNDIMIENTO.

Resultado de imagen de der untergang 2004Notable y muy valiente fresco del director germano Oliver Hirschbiegel, narra con neutralidad desprovista de maniqueísmos la Caída del Régimen Nazi, destinado según su mesías a perdurar mil años, por suerte fueron algunos menos, cuenta con un vigor radiante los últimos días del nefasto tirano Hitler en su reclusión voluntaria del búnker, un retrato que lo enfoca de modo humano, algo muy criticado, por darle alma a este Demonio, pero es que eso es lo que debe dar más terror que una persona común, con sentimientos, fuera capaz de provocar tantas y tantas muertes, fuera capaz de ser seguido ciegamente por gente de todo tipo. El audaz guión de Bernd Eichinger (también produce), se basa en varios libros, el de Joachin Fest, “Hasta la hora final”, el de las Memorias de Traudl Junge (secretaria personal de Hitler en sus últimos años), co-escrito con Melissa Müller, el de las Memorias de Albert Speer, “Dentro del Tercer Reich”, el de Gerhardt Boldt, “Los Últimos días de Hitler: Relato de un testigo”, el del doctor Ernst-Günther Schenck, “Das Notlazarett unter der Reichskanzlei: Ein Arzt erlebt Hitlers Ende en Berlín”, y el de Memorias “Siegfried Knappe, Soldat: Reflexiones de un soldado alemán, 1936-1949”, el libreto consigue un lienzo desolador de la decadencia humana, con personajes encerrados en el subsuelo, alejados de la realidad, con situaciones surrealistas, delirantes, una especie de purgatorio, donde reina el caos, donde se hacen fiestas bacanales con los rusos guerreando a las puertas de la ciudad, con un protagonista absoluto que despliega sus delirios de grandeza mezclados con una falta total de autocrítica, esputando bilis contra sus chivos expiatorios de siempre, moviéndose por los extremos de la furia más desatada a los silencios más absorbentes, ello interpretado por un suizo, Bruno Ganz, en estado de gracia, transmutado en ese ser pusilánime que dominó el mundo y ahora se encuentra preso física y psíquicamente de sus ansias de grandeza, de su arrogancia, de4 su narcisismo, de su egolatría, y lo peor es que aún había gente que le seguían, otros (pocos) intentaban salvaguardar la poca dignidad que todavía les podía quedar, un micromundo de intrigas, mentiras, adhesiones inquebrantables y mucho fanatismo, mientras en el exterior se vivía la verdadera realidad, una ciudad masacrada por los soviética incesantemente, y enfrente los referidos fanáticos que tenían entre sus filas a niños, dirigidos por gente que no aceptaban la derrota, y preferían morir, no sin antes ser cómplices de la destrucción del mundo. Sirve como un muy valioso documento histórico, una clase de historia enérgica y muy aleccionadora, teniendo el valor añadido de haber sido realizada por los propios alemanes, con lo difícil que debe ser mirarse el ombligo de esta Negra época, que a muchos avergüenza.

Resultado de imagen de der untergang 2004El film arranca en 1942 en “La Guarida del Lobo”, el Cuartel General de Hitler (grandioso Bruno Ganz) en la Prusia Oriental, allí son convocadas varias aspirantes a secretarias del Dictador Nazi, es elegida personalmente por el Führer Traudl Junge (Alexandra Maria Lara), se produce una elipsis temporal y saltamos al 20 de abril de 1945, en el 56 cumpleaños de Hitler, la Batalla de Berlín está en marcha, los soviéticos se acercan imparablemente a la capital germana, están a solo 12 km del centro de la urbe. El cuartel General se ha trasladado a un Búnker bajo el Reichstag, allí Hitler departe con el alto mando la situación de la contienda en un clima caótico, la sensación de surrealismo se apodera del lugar y de los personajes, el protagonista sufre constantes cambios de humor, manejando sobre un mapa ante sus generales ejércitos que ya no existen, confiando en gente que ya no cree en él, pero no se atreve a decírselo, con otros que le siguen fervientemente, mientras los bombardeos son continuos, vemos subtramas en las calles donde se mezcla la sinrazón de la guerra con otras personas que intentan traer algo de dignidad a este submundo. En el relato tienen importancia personajes como la pareja de Hitler, Eva Braun (Juliane Köhler), Joseph Goebbels (Ulrich Matthes), su esposa Magda (Corinna Harfouch), el Ministro de Armamento, Albert Speer (Heino Ferch), el SS Hermann Fegelein (Thomas Kretschmann), hermano de Eva Braun, que trabaja para el Reichsführer-SS Heinrich Himmler (Ulrich Noethen), los Generales Wilhelm Burgdorf (Justus von Dohnányi), Karl Koller (Hans H. Steinberg), Helmuth Weidling (Michael Mendl), Wilhelm Keitel (Dieter Mann) y Alfred Jodl  (Christian Redl), el Brigadeführer Wilhelm Mohnke (André Hennicke), la secretaria compañera de Traudl, Gerda Christian (Birgit Minichmayr), el doctor de las SS Ernst-Günther Schenck (Christian Berkel), un tipo que se niega a dejar Berlín a favor de asistir a enfermos de un hospital, los gerifaltes nazis Martin Bormann (Thomas Thieme) y Hermann Göring (Mathias Gnädinger), el chiquillo Peter Kranz (buen Donevan Gunian), que combate a los tanques en derrumbada Berlín, y su padre Wilhelm (notable Karl Kranzkowski).

Resultado de imagen de der untergang 2004El inteligente guión trata el tema sin posicionarse, toma distancia con los personajes, no los hace empáticos, ni desagradables, desde la asepsia y el rigor, sin artificios sensibleros, con imparcialidad, sin sectarismos, con gran intensidad, con enorme naturalismo se nos exhiben los “grandes monstruos” en su lado intimista, una visión singular que nos turba, ejemplo de esto es la singular presentación de Hitler, en el inicio en el primer encuentro entre Traudl Junge, Hitler aparece condescendiente, amable, comprensivo, dictando con delicadeza una carta, y perdonando con ternura los errores en la transcripción mecanográfica, alejado de la proyección (justa) de su imagen del Gran Satán del SXXI, nos descoloca hábilmente. El film nos habla de la deshumanización, de no saber aceptar el fracaso, de lealtades inquebrantables, de mantener el sentido común, de la irracionalidad de la locura, de la delgada línea que separa el patriotismo del fanatismo, de lo confuso de la palabra honor, de lo complicado que es mantener la nobleza y dignidad en ambientes donde reina ferozmente la intolerancia, del la xenofobia, de si es correcto desobedecer a tus superiores cuando crees que lo que te ordenan es injusto, y sobre todo nos habla de lo pernicioso de los liderazgos incontestables, del Adanismo, del Mesianismo.

Resultado de imagen de der untergang 2004Resultado de imagen de der untergang 2004Hirschbiegel dirige con ritmo pétreo, sólido, ágil, asfixiante, componiendo personajes muy bien delineados, ricos en matices, creando situaciones electrizantes por las emociones que desbordan, con diálogos y soliloquios fulgurantes, en un cuadro deprimente de la Naturaleza Humana, con gente que se cree que el mundo es solo una obra de teatro en la que ellos son los protagonistas, y los millones que mueren son simples figurantes sin alma, somos testigos de la patética personalidad de los canallas que impulsaron la peor de la Guerras, de cómo el nazismo no lavó cerebros, los centrifugó. El búnker se convierte en una especie de corte en descomposición, donde un Hitler en el ocaso físico y mental es un rey macilento, allí las intrigas palaciegas son continuas, traiciones, mentiras, ansias de suceder al “monarca” a su esperada muerte, asistimos a como un demente manejaba tropas sobre un mapa como el que juega al Risk, tropas solo imaginarias, ante la perplejidad de los mandos, que no se atreven a decir la verdad, ello punteado por secuencias bizarras, de borracheras, fiestas, bacanales, bailes, patéticas entregas de medallas a niños, ejecuciones sumarísimas, ahorcamientos, calles sembradas de cadáveres, cuerpos mutilados, acentuando el tono de Apocalipsis en que viven en el búnker, todo con el trasfondo del sonido estridente de continuos bombardeos, transmitiendo al espectador congoja y zozobra, lo hace sentir incómodo.

Resultado de imagen de der untergang 2004Resultado de imagen de der untergang 2004El director intenta crear un mosaico más allá de la figura de Hitler, aunque siempre todo bajo su influjo hay varias subtramas que dan una mirada poliédrica de los acontecimientos, está la de la secretaria, que ve los hechos con una miscelánea de embrujo inocente y melancolía, está la de los Goebbels, reflejo del fanatismo dogmático más extremo hacia Hitler, está el doctor militar Ernst-Günther Schenck, representa la sensatez y el humanitarismo en medio del horror, está la subtrama del desencantado General Monke refleja el hastío del guerrero, pero obligado por el sentido del deber, está la del niño Peter Kranz, un chico empujado en su ingenuidad a combatir en las derruidas calles berlinesas, reflejo de la sin razón de una guerra que convoca a niños a coger las armas, esto mientras su padre Wilhelm, intenta que deje de “jugar” a la guerra, este refleja el cansancio vital de la población civil.

Resultado de imagen de der untergang 2004Hitler es el absoluto protagonista del film, tanto poder y fascinación desprende que cuando el no aparece lo echamos en falta, bajando la intensidad, aún así su aura sobrevuela cada fotograma, se nos expone con tridimensionalidad, con múltiples aristas, pero con sutiles rasgos de humanidad, persona de carne y hueso, esto parece dolió en su momento, el que se radiografiara al Tirano con sentimientos no gustó a muchos, pero es que aunque duela incluso los más psicópatas arraigan algún tipo de sentimiento, una bipolaridad que se manifiesta perturbadoramente durante todo el metraje, donde lo vemos dar de comer con cariño a su perro Blondi, dar las gracias por una buena comida al cocinero, mezclado con ataques de histeria, bajones de humor que los sumen en silencios, colérico, adanista, monólogos iracundos contra sus demonios personales, los judíos, e incluso el pueblo alemán por no haber sabido ganar la guerra, un tipo inseguro, megalómano, acomplejado, trastornado, alejado de la realidad, un paranoico asolado por la decrepitud física, de andares encorvado, con ataques continuos de párkinson  que intenta esconder a sus espaldas,  un tipo temperamental y revanchista, capaz de ansiar la destrucción de su nación, repudiando con desprecio e indiferencia a la población, llegando a decir que no derramará lágrimas por ellos, proclamando en sus estertores su irracional odia a los judíos.

Resultado de imagen de der untergang 2004Bruno Ganz metamorfoseado en Hitler, no lo interpreta, lo clona, se mimetiza en él, lo dota de alma, el actor estudió sus grabaciones, sus gruñidos, sus movimientos, para hablar como él, expresarse como él, moverse como él, lo aleja de la fácil a caricatura histriónica, le aporta frescura, originalidad, patetismo, nos emite como su cuerpo sobrelleva el peso del fracaso, la decadencia física, su encorvamiento, su uniforme desgastado, su mirada desorientada, tipo crepuscular que deja entrever el furioso carisma que atesoró y que embrujó a todo un país bajo su perverso influjo, ahora es solo una sombra de lo que fue, un ser que sueña en la penumbra mirando meditabundo el cuadro de Federico El Grande, lo vemos evolucionar gradualmente de la fe ciega inicial que es capaz de henchir a sus militares, evolucionando por mor de las circunstancias adversas, las deslealtades, el nihilismo, la inderrotable realidad, explota en coléricas diatribas inmisericordes, cayendo paulatinamente, se atisba frágil, derrotado, gris, Colosal.

Resultado de imagen de der untergang 2004Resultado de imagen de der untergang 2004El resto del elenco cumple con creces, pero opacados la atronadora actuación de Bruno Ganz. Alexandra Maria Lara como la secretaria aporta dulzura, ingenuidad, y una belleza encantadora. Corinna Harfouch como Magda Goebbels está tremenda en su devoción cuasi-religiosa por Hitler (sus seis hijos en su honor tenían nombres que empezaban por la H), llega a decir fanáticamente <No voy a dejar que los niños crezcan en un mundo donde no hay Socialismo Nacional>,  tras esto protagoniza la escena más desgarradora del film, el frío asesinato de sus seis vástagos, como primero con gelidez brutal les da engañándoles un somnífero, la mayor no quiere y Magda la fuerza oprimiéndola, tras ello cual, una vez dormidos los retoños, ella flemáticamente, sin emitir sentimiento alguno les suministra las píldoras de cianuro, haciendo que partan la cánula recipiente entre sus dientes, en un sonido seco doloroso, una escena sin sangre que nos encoge el corazón. Juliane Köhler como Eva Braun interpreta con la despreocupación adecuada a la cándida pareja del Führer, organizando fiestas hedonistas en medio del caos del derrumbe del régimen. Ulrich Matthes como Goebbels da un perfil del siniestro adulador del Dictador. Christian Berkel da muy bien con el doctor militar que se siente más obligado por su honor y dignidad que por el nazismo. Heino Ferch como Albert Speer encarna con elegancia y carisma al ministro capaz de desobedecer a su Dictador, dándose cuenta de su locura autodestructiva. Thomas Kretschmann como Fegelein, el cuñado de Hitler, demuestra gran personalidad, discutiendo directrices, se sabe en caída libre. André Hennicke como el General Monke dota de gran carisma a su empático rol, que cuando le es encomendada la misión de dirigir la defensa de la capital dice que hubiera preferido ser ejecutado. Y más.  

Resultado de imagen de der untergang 2004Resultado de imagen de der untergang 2004Destaca su magnífica puesta en escena, con un fabuloso diseño de producción de Bernd Lepel (“RAF” o “La Papisa”), rodando en los realistas exteriores de San Petersburgo para recrear la derruida Berlín, recordando a urbes colapsadas de otros films de la WWII, como “Stalingrado” o “El pianista” con Varsovia, y construyendo un maravilloso y laberíntico claustrofóbico búnker, Lepel dijo <No había margen para la fantasía, para la interpretación libre. Nuestra apuesta fue por la autenticidad y logramos el efecto deseado. El escenario se construyó de forma que la cámara no tenía por dónde moverse, siempre estaba en medio. Normalmente se llevaba en mano. Sólo empleábamos luz natural, ya que teníamos un techo fijo, sin grandes instalaciones eléctricas por arriba. Queríamos que el público percibiese la fétida claustrofobia del búnker>, y a fe que se consigue atosigar al espectador, lo asfixia, lo agobia, haciendo del lugar un personaje más con vida propia, sus paredes hormigonadas nos oprimen, sus alambicados pasillos, el tránsito estrecho de personas de un lado a otro, edificando una atmósfera enrarecida, haciendo del reducido espacio una alegoría de unos protagonistas encerrados en sí mismos, y todo esto realzado por la notable fotografía de Rainer Klausmann (“El experimento” o “La invasión”) aportando iluminación macilenta, tenue, dura, grisácea, como si estuviéramos en la antesala del infierno, de expresivos primeros planos, de ágiles movimientos cámara en mano, subjetivos sensibles, excelente para canalizar emociones, y todos estos recursos punteados por la melódica música de Stephan Zacharias, nada intrusiva, resalta el tormentoso sonido de las bombas cayendo sobre la superficie y que producen inquietud en el espectador.

Spoiler:

Resultado de imagen de der untergang 2004En el debe del film se pueden achacar varios elementos: Durante el film el realizador demuestra gran coraje y audacia al no hacer juicios de valor, no intenta moralizar, ni dar lecciones éticas, pero esta grata impresión se ve socavada por su prólogo y epílogo, en que Hirschbiegel con la inclusión del testimonio real de Traudl Junge parece disculparse por su asepsia, me chirría, me queda forzado; Queda extraño, disfuncional, que en un film en no nos privan de imágenes de muertes y sangre, el realizador haga un fuera de campo para el doble suicidio de Eva Braun y Hitler, queda estridente, esto es dar munición a quien critica el film, debería haberse mostrado su fallecimiento, quedando una sensación de mitificación al privarnos de su patética muerte; Otra tara que hayo es la estructura crisol de la trama, se deberían de haber suprimido los segmentos del exterior del búnker, esto rompe el ritmo, baja la intensidad, es interesante pero nos desvía de lo importante, lo que pasa bajo tierra, son historias muy trilladas que aportan poco y lastran el conjunto final de la intensidad, la cinta hubiera despuntado aún más si se hubiera atenido totalmente al búnker, los niveles de agonía y asfixia podría habernos dejado una marca indeleble, pero los saltos a la superficie le reducen potencial.

Resultado de imagen de der untergang 2004Resultado de imagen de der untergang 2004Momentos para el recuerdo (aparte de las ya comentadas): Las reuniones del Estado mayor con Hitler donde este mueve ejércitos fantasmas; Los furibundos ataques de ira de Hitler ante sus oficiales, un derroche de energía diabólica, esputando bilis verbal; Cuando Hitler tiene reunido a sus gente de confianza y estos le aconsejan deje Berlín, Hitler pide consejo a Albert Speer y este poéticamente le dice <Cuando el telón de una obra de teatro baja el protagonista debe estar sobre el escenario>; La lírica salida y paseo que hace Eva con Traudl a la superficie para pasear al perro y aprovechar para fumar (en el búnker Hitler lo prohibía); La cerermnia de condecoración de chavales de las juventudes hitlerianas en la superficie del búnker, oficiada por Hitler, surrealista; El último encuentro entre Albert Speer y Hitler, el primero le dice que lleva meses sin obedecerle las ordenes de destruir las infraestructuras teutonas, pero a pesar de esto le sigue siendo leal, Hitler se queda helado, Speer se levanta para despedirse ofreciéndole la mano, unos segundos tensos en los que el Dictador no hace gesto alguno, fríamente Speer sale del búnker; La fiesta organizada en el búnker por Eva Braun con vestido de fiesta, con los militares desbocados, con Eva bailando en frenesí sobre una mesa, todo bañado en alcohol, exhibiendo una felicidad artificial de tintes apocalípticos, coronada por el final, una bomba estalla produciendo el caos de la guerra, todo esto lo vemos desde los turbados ojos de Traudl; La crepuscular boda civil de Eva y Hitler, vista en tercera persona desde lejos por Traudl, el que fuera dueño de Europa se casa en un cochambroso cuarto, oficiando un funcionario que realiza los votos con flema, llegando a preguntar a Hitler si es ario (por mor de las leyes promulgadas por él), patética ceremonia; La frase de Eva sobre Hitler <Le conozco desde hace quince años y ni siquiera sé cómo es>.

En conjunto me queda un notable film, un gran documento de historia, con un actor, Bruno Ganz apoteósico. Fuerza y honor!!!


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