REBELIÓN A BORDO. (1935)

El
infravalorado realizador Frank Lloyd nos regaló un Clásico imperecedero del
cine de aventuras, un exótico relato mezclado con sabrosas dosis de profundidad
en lo que es un magnífico alegato en favor de la dignidad humano arremetiendo
contra el despotismo y la tiranía. Basado libremente en uno de los motines
reales más afamados de la historia de la marina, con guión de Talbot Jennings
("La buena tierra"), Jules Furthman ("Río Bravo") y Carey
Wilson ("Scaramouche"), adaptan los dos primeros volúmenes de la
trilogía de novelas “Bounty”, "Mutiny On TheBounty" (1932),
“Menagainstthe sea” (1933), la tercera es “Pitcaim’sisland” (1934), de Charles
Nordhfort y James Norman Hall, los hechos contados en los libros han sido rebatidos,
y es que al dramatizar la historia han exagerado e inventado algunos elementos
para potenciar las emociones. El film fue un gran éxito en su tiempo, sumando
componentes muy atractivos, como una historia de un épico motín, un viaje a
tierras remotas, un formidable guión, una producción que no escatima
presupuesto (2 millones $), y todo esto sustentado en pantalla por unos actores
en estado de gracia, además obtuvo 8 nominaciones a los Oscars, ganó el de
Mejor Película, de calidad de sus interpretaciones habla el hecho único de que
los tres protagonistas, Gable, Laughton, y Tone fueron candidatos a Mejor
actuación en los Oscars, seguramente se repartieron los votos, perjudicándolos,
llevándose el premio el único otro candidato Victor McLaglen por “El delator”,
debido a esto al año siguiento la Academia creó dos categorías para actores, el
principal y el de secundario.

Arranca la historia en
Portsmouth en Inglaterra en 1787, de allí parte un barco, el HMS Bounty, rumbo a Tahití en el
Pacífico, un viaje de dos años para recoger plantas de árbol del pan y
llevarlas a Nueva Gales Del Sur. El capitán del navio
es el despótico y sádico William Bligh (gran Charles Laughton), el segundo de a bordo es el
Tte. Fletcher Christian (buen Clark Gable), tipo afable y comprensivo,
que repudia el tiránico comportamiento del capitán, este se hace buen amigo de
uno de los guardiamarinas, Roger Byam (Franchot Tone), un idealista que se divide entre su sentido del deber de haciaBligh,
y su amistad con Christian.A medida que avanza el viaje los castigos
arbitrarios de Bligh se multiplican, esto hace que Christian cada vez se sienta
más enfrentado a él. En el relato también tienen importancia personajes como el
jefe de la Tahití, Hitihiti (William Bambridge), su hija, Tehanni (Movita
Castañeda), que mantiene un idilio con
Byam, la joven Miamiti (Mamo Clark), que tiene un romance con
Christian, o el médico de a bordo, Dr. Bacchus ( Dudley Digges ).

Alteraciones de la historia:
El capitán Bligh no estuvo en el HMS Pandora, el navío que fue a buscar a los
amotinados, y que termina naufragando, tampoco estuvo presente en el juicio a
los amotinados, de hecho en esos momentos se encontraba intentando realizar la
misión abortada por el motín, estaba rumbo a Tahití en el HMS Providence para recoger el árbol del
pan (todo un éxito, hoy en día en la Indias Occidentales sigue siendo una fruta
muy popular). El padre de Fletcher Christian murió antes de que su hijo zarpara
en la Bounty, por tanto no era posible estuviera en el juicio a los amotinados.
Se describe al capitán Bligh como un sádico
cruento, flagelos con látigo o pasar por la quilla eran castigos que
vemos, está contrastado que esto no era real, pasar por la quilla era un
castigo ya abandonado en época del capitán, y la flagelación según los estudios
de a bordo era inferior a la media del tiempo. Antes del motín solo hubo dos
muertes a bordo, un marinero que murió de escorbuto, no por pasarlo por la
quilla (film), y el cirujano que murió a causa de su excesivo alcoholismo, y no
por el despotismo del capitán (film). Durante el motín que vemos en el film
mueren varios tripulantes leales al capitán, la realidad es que ninguno murió,
al parecer lo más cercano fue que un rebelde estuvo a punto de disparar al
capitán Bligh, detenido por Fletcher.
Que ocurrió tras el final del
film? Fletcher da un enardecido discurso en el final sobre crear una sociedad
democrática, de hombres libres y justos, su sede en la Isla de Pitcairn,
alejados de la tiranía británica, se tiene constancia de que la realidad dio la
espalda esta idealizada sociedad, en poco tiempo este micromundo cayó en el
caos y la anarquía con constantes peleas entre ellos, matándose entre ellos,
sobre Fletcher hay muchas teorías, nunca se ha encontrado su cuerpo, una de las
teorías es que dejó Pitcairn y viajó de incógnito a Inglaterra, otra es que
murió en un enfrentamiento en la isla. Hoy en día en la isla Pitacairn hay
descendientes de la mezcla de polinesios y europeos, herencia del motín.
Fletcher Christian, él y sus
amigos sobrevivió en isla de Pitcairn, mezclado europeo- descendientes
polinesios viven allí hasta hoy.
historias contradictorias sobre destino último del Cristian, pudo haber
sido asesinado en disputa en la isla, incluso algún día más tarde se dirigió
clandestinamente a Inglaterra.

El capitán Bligh lejos de lo
que pueda aparentar el film no cayó en el ostracismo, quedó absuelto por el
Motín de la Bounty (no sale en el film), en 1797 estuvo envuelto en otro motín,
el “Spithead”, por la falta de paga de los marinos, algo que no solo padeció él
si no otros capitanes, participó como capitán en varias batallas navales,
estando a las ordenes en alguna del almirante Nelson, de as que salió victorioso
por su habilidad y disciplina, en 1805 fue elevado a vicealmirante de la marina
real, y nombrado gobernador
Nueva Gales del sur en Australia (el cuarto),su objetivo era acabar con el
contrabando de ron, durante este periodo sufrió otro motín, la llamada“Rebelión del ron” en 1808, única vez una toma armada exitosa del
gobierno en la historia de Australia. Volvió a Inglaterra y volvió a ser absuelto por la rebelión, ya no tuvo un barco
importante a su mando, aún así diseñó el North Bull Wall en la desembocadura
del rio Liffey (Dublín), también cartografió y realizó las cartas de la bahía
de Dublín. Murió el 6 de diciembre de 1817 en Londres, enterrado en una parcela
de la familia en St. Mary’s Lambeth (esta Iglesia es ahora “Museum of Garden History”),
su tumba está coronada por un árbol del pan. De su gran habilidad para la
navegación habla su Homérica gesta, una
de las más grandes de la Historia naval, con 18 hombres y una barca, surcó más
de 3600 millas hasta llegar al puerto de Timor, el más cercano asentamiento
europeo, solo murió un hombre, y fue por un ataque de un nativo.
El guardiamarina Roger Byam se
basa en una persona real, Peter Heywood, no aparece en la novela ni
en la película. Byam es indultado
al final del film, Peter Heywood fue condonado por su participación en el motín, abandonó idea de volver a por su mujer tahitiana después de su perdón
y reanudó su carrera naval, con el tiempo fue elevado a rango de capitán de
bandera (capitán del buque insignia de un almirante). El amotinado Thomas Ellison es real, se refleja en el final de la cinta como que se le permite ver a
su esposa antes de ejecución, pues de este hombre no hay registro real de que
estuviera casado, aún así esta visita como especie de último consuelo nunca se
habría permitido en la vida real.

Versiones de la historia: La
primera de que se tiene constancia data del año 1916, “Rebelión a bordo”, una
producción australiana dirigida por Raymond Longford, film perdido
oficialmente; En 1933 hubo otra “Rebelión a bordo”, producción inglesa, un
extraño híbrido entre lo documental y lo dramatizado, no tuvo éxito, el
productor Irving Thalberg compró la cinta para evitar problemas, aprovechando
el materilaThalberg pretendía acortar el film a un rollo y que se proyectara
antes de su película para dar información al público, en el montaje al
cazatalentos Thalberg le llamó la atención el joven protagonista, un vivaraz
Errol Flynn encarnando a Fletcher Christian, al que contrató para la Warner, se
da la casualidad que Flynn es descendiente real de Fltecher Christain; En 1962
se realizaría una aparatosa versión de
más de 3 horas en widescreentechnicolor con Lewis Milestone como director,
Marlon Brando como Christain Trevor
Howard como Bligh, desastre económico descomunal, el tiempo ha ido elevando sus
valiosos valores fílmicos; La última hasta ahora es la de 1984, con Roger
Shelton de director, Mel Gibson de Christian y Anthony Hopkins de Bligh, esta
no se basa en las novelas, se atiene en un ensayo histórico de Richard Hough,
“Bounty”, más cercana al parecer a los hechos reales.
Es una formidable propuesta
perteneciente al subgénero de aventuras en el mar, tan de moda en la Edad de
Oro de Hollywood, una obra que loa la rebeldía ante la injusticia, la valentía
ante la tiranía, el honor de hacer el bien ante el despotismo, la solidaridad
ante la opresión, la amistad frente al egoísmo, arremete contra el trato
vejatorio, contra las ansias de venganza, contra la corrupción, contra el
darwinismo social, realza las relaciones interraciales, los deseos de construir
un mundo mejor, da lustro a nuestro planeta con bellas imágenes de los Paraísos
de los Mares del Sur. Como en casi todas las historias en que aíslan a un grupo
de personas en un lugar cerrado, del que no pueden salir, los personajes son
una alegoría de la sociedad, expone diferentes clases sociales, desde los
reclutados en leva a la fuerza, los voluntarios, los veteranos, los novatos,
los arrogantes, el héroe noble y el sátrapa, en este contexto el barco fluye un
relato trepidante, no paran de suceder cosas, en un desarrollo donde la asfixia
de la tripulación por el modo avasallador del capitán en gobernarlos nos llega
diáfana, empatizamos con su sufrimiento, y creamos rabia contra el mandatario,
sus arbitrarios castigos. Toca un tema tan Universal como el del dilema moral
de si hay que tener un sentido del deber inquebrantable hacia los superiores, o
si por el contrario puede ser justificable rebelarse contra el poder
establecido por abuso contra sus inferiores, extrapolándolo se puede entender
como una Revolución, como la coetánea de Francia, una sentida reflexión sobre
la legitimidad de derrocar a un tirano, por mucho que la legalidad lo sustente.
El realizador maneja con inteligencia el motor del film, un clima denso de tensión creciente entre el capitán y su
lugarteniente, haciendo lo avanzar de modo ágil, con sabrosas dosis de humor,
siendo los exponentes de de estos alivios cómicos el torpe cocinero Smith
(Mundin) y el alcohólico médico Bacchus (Digges), aderezado con subtramas de
camaradería y románticas (en la isla), con estimulantes momentos marinos, en
sus rutinas o durante espectaculares tormentas.



Charles Laughton encarna con
una pétrea mesura al flemático villano, déspota, sádico, amanerado, cruel,
tirano, autoritario, despiadado, codicioso, mezquino, con pose calmada,
contenida, con ceño fruncido, de mirada penetrante, con caminar singular
encorvado, hombre que impone su ley con modos vejatorios, toda la marinería es
considerada por él como rufianes y piratas, es por ello que dice <No castigo
por disciplina, sino para humillar>, proclama que la mejor forma de gobierno
es el meter miedo, para el papel perdió 50 libras de peso, se puso cejas
gruesas, el traje que llevaba fue creado por la misma empresa que hizo el del
verdadero Bligh, para estar más cerca de su personaje, el actor sabe darle
matices, humanizarlo, no caricaturizarlo, sabe hacer de él uno de los malos más
potentes de la Historia del Cine, al parecer al principio Laughton era
reticente al rol por sentirse acomplejado ante el apuesto Gable. Clarke Gable
es el héroe del film, encarna los valores honorables, el respeto, la humanidad,
la comprensión, el compañerismo, la solidaridad, le dota de su habitual
carisma, de empatía, de bondad, de positivismo, sabe mostrar gran gama de
emociones, simplemente uno de los grandes actores en uno de sus mejores
personajes, cumbre, curiosamente tampoco era proclive al papel, no le gustó
tener que afeitarse su famoso bigote para dar realismo, no era de su agrado el
vestuario, el peinado y sobre todo consideraba que estar subordinado a otro
personaje perjudicaría su imagen de líder, entre Laughton y Gable existe una
química extraordinaria, en sus ententes la tensión dramática se puede rasgar.
Franchot Tone es la tercera pata protagónica, algo en segundo plano, tiene
buenos momentos, es la brújula moral de Fletcher Christian, tipo que se debate
entre lo que puede ser justo, el motín, o el sentido de obediencia a su
capitán, posee buena compenetración con Gable, desprenden compañerismo, un
idealista que en el mar se topa con la dura realidad, tiene su momento de
gloria en el discurso ante el Consejo de Guerra.

La ambientación es soberbia,
con una dirección artística Magna del gran Cedric Gibbons (“El mago de Oz”,
“Cantando bajo la lluvia” o “Un americano en París”), rodándose en escenarios
naturales, en California (Monterrey, San Francisco, San Miguel), Tahití,
Polinesia, Océano Pacífico y en MGM Studios (Culver City, CA), componiendo
junto a la espléndida fotografía de Arthur Edeson (“Frankenstein”, “El Halcón
Maltés” o “Casablanca”), planos preciosos que transmiten espíritu aventurero,
fascinantes, cautivadoras, sugestivas, con estupendos movimientos de cámara en
el barco, y emitiendo la hermosura plácida del Edén de Tahití, con planos
aéreos, cenitales, abiertos, grúas, expresivos primeros planos, desbordando en
las imágenes un tremendo dinamismo, todo esto punteado por vibrante música de
Herbert Stothart (“Historia de dos ciudades”, “Cantando bajo la lluvia” o “Con
faldas y a lo loco”), sabiendo moverse entre los diferentes tonos, en los
dramáticos, en la acción, en los intensos, muy adecuada.
Momentos recordables: El chiste de doble sentido (eróticamente
incorrecto para la época), al principio un marinero comenta que la chalana
Bounty es pequeña, y otro le espeta que el tamaño no cuenta, si no la sal que
lleva dentro; La previa a la salida del puerto inglés de Portsmouth, cuando a
un preso lo van pasando en una barca flagelándolo frente a cada barco que hay
en el lugar, cuando llegan a la Bounty, en la barca dicen que ha muerto, pero
el capitán Bligh exige se cumpla el castigo aun con su fallecimiento, y lo
latigan, dejando ya patente el sadismo de Bligh; El castigo que impone el
capitán al guardiamarina Bayam de estar en lo alto de un mástil durante una
tormenta, Fletcher tras horas lo baja, está con lipotimia e inconsciente, lo ve
Bligh y exige vuelva a subir, terrorífico; La pasada por la quilla de un
castigado, cuando lo sacan ha muerto; Todo lo acaecido con los quesos, como
acusan a un marino de haberlos robado, cuando ha sido Bligh quien los tiene; La
paradisiaca llega a Tahití, como si hubieran llegado a otro planeta, un lugar
que parece Utopia, lugar idealizado, bellas playas, bellas mujeres con escasa
ropa y muy cariñosas, buen tiempo, el Edén; El motín, excelentemente coreografiado,
un mecanismo de relojería perfectamente planificado; El enardecido discurso que
suelta Bligh tras ser embarcado por los amotinados, clamando venganza contra
ellos; La épica travesía de más de 3600 millas del capitán Bligh con una
pequeña barca por todo un océano; El divertido doctor narrando con todo el que
se encuentra un lugar diferente de donde perdió su pierna; El discurso de Bayam
ante el tribunal clamando por un buen trato a los subordinados; El discurso que
Christian enarbola hacia los amotinados en la Isla Pitcairn, clamando por un
mundo de hombres libres y justos.

Cabe achacarle que todo el
jugo está en la escalada dramática que desemboca en el motín, una vez que este
llega el ritmo baja, cae en situaciones algo planas, se alarga demasiado en el
epílogo, se estira, solo queda el fenomenal discurso de Bayam en l el juicio,
el resto no estando mal, da bajón tras do lo magnífico visto hasta entonces.
Hay elementos transgresores
para la época que se aprecian en el film, está una imagen de una nativa
tahitiana en top-less, está la sensación de que en la isla se propaga el amor
libre, sin previo matrimonio, además atisbo cierta tensión homoerótica entre el
lugarteniente Christian y el guardiamarina Bayam, cuasi-explícita en la isla
cuando se tumban a pecho descubierto con charlas rozando lo políticamente
incorrecto.
Recomendable a los amantes
del cine aventuras imperecedero, en el que subyace una honda reflexión sobre
como se debe administrar el poder. Fuerza y honor!!!

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