lunes, 6 de octubre de 2014




ÁNGELES DEL INFIERNO. (HELL’S ANGELS DE HOWARD HUGUES 1930)


El excéntrico millonario Howard Hughes comenzó el film con solo 21 años, en 1927, la dirigió y la produjo, siendo la producción más costosa del cine americano hasta entonces, 3’8 millones $, y es que la rodó casi por dos veces, la primera llevaba más de la mitad del rodaje en género mudo y llegó el sonido, y Hughes la volvió a filmar con sonido. Es un film bélico centrado en la Gran Guerra y más concretamente en la pionera aviación, un film que fue la comidilla de Hollywood con multitud de vicisitudes, entre ellas 4 muertes, un presupuesto que se multiplicó, la llegada del cine sonoro o demandas a competidores. Se combinaban sus dos pasiones el mundo de los biplanos y las mujeres bellas, resultando una obra antológica en cuanto a las magnas escenas de acción aérea,  pero bastante enclenque en cuanto a la historia, siendo además la primera aparición de la bella Jean Harlow que en una escena se ve en technicolor, única vez en que se ha visto así.

Estamos en 1914, Roy Rutledge (James Hall) y Monte (Ben Lyon) son dos hermanos ingleses universitarios de Oxford, Roy es un idealista que sale con Helen (Jean Harlow), a la que tiene en un pedestal, cuando ella es una promiscua que coquetea con el que tiene más cerca sin que Roy se dé cuenta, Monte es un mujeriego ligón, al inicio están de vacaciones en Alemania con su colega germano de Oxford Karl Armstedt (John Darrow), allí Monte ha seducida a una baronesa (Jane Witon), su marido el Baron Von Kranz (Lucien Prival), oficial teutón con mucha flema le conmina a un duelo a la mañana siguiente, Monte huye por cobardía y su hermano Roy combate en su lugar para salvar el honor de la familia, siendo herido de bala en el brazo. Empieza la Gran Guerra y los hermanos se unen a la aviación militar inglesa, la Royal Flying Corps, aunque cada uno por distintos motivos, y Karl a la homóloga alemana. Comienza entonces una serie de enfrentamientos aéreos, incluyendo un espectacular tramo de un zeppelín comandado por el estoico … (Carl von Haartman) sobrevolando Londres para bombardear Trafalgar Square, con Karl en la nave. Entre medias Helen provocará un terremoto entre los hermanos.


HOWARD HUGHES
Tras el éxito de “El Gran Desfile” y “Wings”, encuadradas en la Gran Guerra, Hughes quiso seguir su estela de cine bélico entrelazado con un melodrama romántico, asimismo homenajeando una de sus grandes pasiones, la aviación. El guión es de Harry Behn (“El Gran desfile”), Howard Estabrook (“David Copperfield” 1935) y Joseph Moncure March (“Set-Up”), su punto fuerte está en las escenas de luchas aéreas, auténtico hito por su arrollador realismo, lejos de los artificiosos efectos digitales actuales, todo lo que se ve en pantalla es real, no hay maquetas, no hay cromas verdes, incluyendo primeros planos asombrosos rodados en pleno vuelo. La subtrama entre los hermanos de diferentes personalidades resulta harto simplona, el romance de Roy con Helen es de lo más inverosímil, tomándolo a él por un estúpido, cuando no lo parece, y a ella por una golfa calenturienta, en una visión bastante misógina, e insultante para las mujeres. Los actores lo mejor que se puede decir de ellos es que ni una mala palabra ni una buena acción, sin carisma, ni demasiada personalidad, cumplen sin más, bueno, por lo menos tenemos la insolente presencia de Jean Harlow en un rol pre-censura hollywoodiense donde expone con furibunda alegría la liberación sexual de la mujer, con poses y ropas (escotes de vértigo)  bastante subidas de tono para su tiempo, además, da la impresión que en la mesa de montaje se han perdido fotogramas que darían cohesión al contenido, ejemplo es todo lo referente a Karl, denota al inicio que seguro tenía un peso en el guión que se perdió entre las tijeras delos montadores. Todo lo que no tiene que ver con los enfrentamientos de aviones son parches que seguro estorbaban a Hughes, imposiciones romanticuchas con las que esperaba dar fondo a los protagonistas, pero queda harto naif. Aunque Jean Harlow consiguió hacerse famosa en este film, por sus interminables escotes, y por la mítica frase <Le molesta me ponga algo más cómodo?>, apareciendo con una bata que apenas le tapa los pechos, ella fue la primera que pronunció estas palabras tantas veces escuchada en multitud de películas, la censura no llegó a Hollywood hasta 1934, con el Código Hays, es por ello la voracidad sexual que muestra sin pudor Helen.





También posee el aire del cine mudo, con actuaciones sobreactuadas, propias del cine silente en que la palabra era sustituida por el histrionismo exacerbado, el colmo es una escena en el final que llega a rozar el ridículo (spoiler) por lo que se atomiza la hipergesticulación teatral, incluso hay algunos intertítulos para mostrar lo que hablan los germanos, esto en el tramo del Zeppelin.






La cinta posee dos escenas por las que ha pasado a la historia del Séptimo Arte: La principal para mi es la Apoteósica del ataque del Zeppelin a Londres, brillantemente filmado, la primera aparición del aparato es cuasi-fantasmal a través de las nubes, lenta e inquietantemente se acerca a la urbe, vemos el interior de la nave en todo su grandioso esplendor, su magno fuselaje, cambia la imagen al puesto de control inglés, añadiendo tensión con el envío de aviones a la caza del “Monstruo Volador”, una cápsula con un soldado desciende del Zeppelin colgando de un cable, abriéndose paso entre las nubes, hasta emerger sobre Londres, es una visión cuasi-fantasiosa, lanzan las bombas del Zeppelin (no quiero spoilear con lo que ocurre), entonces se acercan los aviones ingleses, al Zeppelin le sobra peso, comenzando una cadena de sacrificios digna de la mejor secta lava-cerebros al grito de <Por el Káiser y la Patria> (me recuerda a un gag de humor negro de “Ser O No Ser” de Lubitsch, en que Hitler en un avión le pide al piloto que se tire en vuelo y este sin pensarlo obedece, quizás es copiado de aquí), se produce una cruenta batalla entre las ametralladoras del dirigible y los aviones de combate británicos, y cuando parece que el Zeppelin ha vencido a la jauría de avispas…(spoiler); También sobresale el Monumental tramo final cuando los 2 hermanos realizan la misión de bombardear desde un avión un polvorín germano, las explosiones son Impresionantes, a lo que le sigue una batalla aérea contra el circo del “Barón Rojo”, con el mismo Von Richtofen a la vanguardia, con imágenes de una belleza plástica por lo peligroso sublimes, desafiando a la gravedad, con la fascinante imagen de uno de los hermanos empuñando la ametralladora en medio de la inmensidad del cielo, con unas coreografías volátiles fascinantes de decenas de naves en vuelo; Luego está su tramo final en tierra, con la relación entre los dos hermanos bastante chirriante, pero sobresaliendo Lucien Prival aportando marcialidad y una acusada personalidad contenida.

Resulta curiosa un tramo del film, unos 8 minutos que transcurren en technicolor durante un baile, especie de intento de Howard Hughes de que su cinta fuera en color pero la tecnología del Multicolor no estaba preparada para esto y se quedó en esta escena donde lo que destaca sobremanera es una Jean Harlow arrebatadora en su sensualidad. Este metraje coloreado se creía desaparecido, estaba en b/n, hasta que en 1989, Michael Wayne, hijo de John Wayne, encontró una copia de la película en la bóveda de su padre, y en ella estaba el material coloreado.

La película fue concebida en su origen como cine mudo, la dirección iba a recaer en Marshall Neilan, pero  la presión a la que era sometido por Hughes le hizo abandonar a las pocas semanas, la Paramount le cedió a Luther Reed, que también abandonó el proyecto, contrató Hughes a un realizador que creía más dócil, Edmund Goulding, este para las escenas de  sin acción, para los tramos de batallas aéreas las dirigiría el magnate productor. A mitad de rodaje la Warner Bros estrenaba  “El Cantor De Jazz”, primer film sonoro, un tremendo éxito, Hughes decidió hacer sonora su producción, con todos los problemas logísticos que ello acarreó, la primera consecuencia fue el despido de la actriz noruega Greta Nissen, iba a ser Helen, su marcado acento nórdico para una inglesa la condenó, Hughes le pagó lo acordado y él mismo eligió a la sustituta, la rubia platino de 18 años Jean Harlow, sin experiencia en la actuación, pero una bomba de sensualidad, la contrató en exclusiva, pero al no utilizarla en otro film la “vendió” a la MGM por 60000 $. Al pasar a ser un film sonoro Hughes contrató al recién llegado a Hollywood, el director teatral de éxito en Broadway James Whale para las escenas habladas, debutando este en cine (aunque durante la larga post-producción le dio tiempo a estrenar otro film, “Jouerney’s day”, siendo esta “Ángeles …” la segunda estrenada, aunque sin acreditar). Hughes no estaba satisfecho con el guión y trajo para reescribirlo a Joseph Moncure March, a este Hughes le regaló la pistola Luger protagonista en la escena final. Hughes ideó las coreografías bélicas junto al piloto Harry Parry. La fotografía en las escenas aéreas fue de Elmer Dyer. Los pilotos aéreos eran todos veteranos de la Gran Guerra y Paul Mantz, los lideraba. Hughes, experto piloto de avión, dirigió las escenas aéreas mediante radio control. Mantz consideró la escena final en que un avión hace una retirada abrupta demasiado riesgosa, y aconsejó a los pilotos no hacerla, Hughes la realizó, estrellándose y resultando grave herido con fractura de cráneo, teniendo que ser sometido a cirugía facial. Y es que el rodaje estuvo salpicado de accidentes e incluso muertes, 3 pilotos y un mecánico murieron durante la filmación. Hughes cerca del fin del rodaje se enteró que Darryl F. Zanuck había producido “The Dawn Patrol” de Howard Hawks, con temática parecida a la suya, viendo en peligro su cuantiosa inversión intentó sabotear a Zanuck alquilando todos los aviones parta dejar sin ellos al productor, también Hughes lo demandó ante los tribunales por plagio del guión, esto hizo que Zanuck apresurará la post-producción de su cinta para estrenarla antes que la de Hughes, a finales de 1930 Zanuck ganó la demanda. “Los Ángeles Del Infierno” se estrenó el 15 de noviembre de 1930 en USA, recaudando en taquilla casi 8 millones $, doble de la producción y publicidad, hoy día equivaldrían a más de 110 millones $.


La cinta tuvo el inconveniente de coincidir en el mismo año con uno de los hitos de género bélico, “Sin Novedad En El Frente” de Lewis Milestone, cinta humanista que ahondaba en el sinsentido de las guerras, un mensaje de una tremenda carga de profundidad, con un guión glorioso que hace palidecer esta película, dejándola casi en una juvenil propuesta.
En conjunto puesto en una balanza un argumento flojo y en el otro unas escenas de acción soberbias me queda un buen film. Fuerza y honor!!!


Spoiler:


El final del tramo del Zeppelin es maravillosa, cuando ya todos los aviones británicos parecen haber desaparecido, de la nada en las alturas se materializa uno que ejerce de precursor kamikaze y se lanza cual proyectil sobre el dirigible, torpedeándolo mortalmente y explotando, convirtiéndose en una inmensa bola de fuego, siendo especie de premonitoria de lo que sucedió con el Zeppelin alemán Hindenburg el 6 de mayo de 1937 en Nueva Jersey.  

La sobreactuación a la que me refiero arriba es a la muerte de Monte en brazos de su hermano Roy, roza la autoparodia, no termina de morir mientras dices frases ajadas.



No hay comentarios:

Publicar un comentario