miércoles, 22 de octubre de 2014




BRAVEHEART.

Sobrevaloradísima cinta del egocéntrico Mel Gibson que realiza una hagiografía pomposa en la que él se mimetiza con un santón, realiza un film petulante, pretencioso, grandilocuente, aparatoso, y todo sostenido por un guión nefasto, que deriva en un relato previsible, maniqueo, manipulador, con personajes más planos que el pecho de Keyra Knightley, con una profundidad pueril, con la complejidad del tebeo,  y sobre todo tratándose de un biopic cabe achacarle la total falta de rigor en la historia, una orgía errores, falsedades, exageraciones, personajes inexactos, faltan otros, e incluso en la vorágine de darle igual todo es capaz de recrear la famosa batalla de Stirling Bridge sin puente, elemento clave en la victoria. Y ojo, a mi me encantó, su primera dirección “El Hombre Sin Rostro”, la que hizo tras esta, “La Pasión de Cristo” y la mejor de todas la exuberante “Apocalypto”, pero esta la he revisionado a ver si es que cuando la vi me pilló en mal momento, y no me ha sido peor que la anterior vez que la vi, un despropósito con lo peor de los clichés y estereotipos, un tsunami de desaciertos. Sin embargo fue su mayor éxito taquillero y en los Oscars fue la triunfadora, 10 nominaciones y 5 premios, con mejor film y mejor dirección entre ellos, la declaro la Peor de las Ganadoras a los Oscars, no se puede ser más complaciente y condescendiente con el espectador.







Estamos en 1280, el rey Eduardo de Inglaterra “Longshanks” (buen Patrick McGoohan) invade Escocia tras la muerte de Alejandro III de Escocia, que no dejó heredero al trono.  William Wallace (inane James Robinson) es un muchacho escocés al que matan al padre los hombres de los invasores, huyendo William con su tío Argyle (buen Brian Cox) a Roma, donde es educado. Años después el rey Eduardo pone la ley “Prima nocte” en Escocia, o sea, que los señores feudales de las tierras escocesas tienen el derecho de pasar la primera noche de bodas con cualquier novia que se case, William (Mel Gibson de adulto) vuelve a su tierra (de su tío se omite información), allí se enamora de Murron MacClannough (correcta Catheline McCormack ), y se casan en secreto para impedir la “Prima nocte”, pero un día en la aldea donde vive unos soldados intentan violar a Murron, William lo impide matando a soldados, Murron ejecutada en castigo, William provoca en la aldea una revuelta contra los soldados ingleses, acabando con todos ellos, derivando en un efecto en cadena de revueltas contra la opresión inglesa, esto hace un efecto bola de nieve por la que cientos de escoceses se unen a William Wallace en un levantamiento contra el invasor inglés., derivando el 11 de septiembre de 1297 en la decisiva batalla de Stirling de los escoceses comandados por William Wallace contra los ingleses y que lo encumbró  a la categoría de Mito Legendario, pero las luchas intestinas entre los nobles escoceses harán tambalear la reconquista. También tendrán importancia en la historia Robert The Bruce (buen Angus Macfadyen), y su padre Robert el Viejo (buen Ian Bannen), aspirantes al trono escocés, Isabel de Francia (correcta Sophie Marceau), nuera del rey Eduardo, y el Príncipe de Inglaterra, Eduardo II (pasado Peter Hanly).





El guión de Randall Wallace (“Pearl Harbor”) realiza una abstracción megaexagerada del legendario personaje, basándose más en un poema épico del SXV de Blind Harry “Los actos y hechos de Sir William Wallace. Caballero de Elderslie” que en algo realista y que rezume autenticidad, el poema es una fabulación idealizada pasada por un filtro de fantasía del rebelde escocés, donde realidad y ficción se mezclan en un coctel irregular, donde se rejuntan inexactitudes, amplificaciones, hechos inventados, fechas falseadas, personalidades tergiversadas, vestuario inventado, escenarios  engañosos, todo esto para obtener en 2009 ser la segunda la lista de filmes con más inexactitudes, pero sobre todo esto me extenderé en spoiler relatando todo lo falseado. Es un épico drama de aventaras para el que Mel Gibson dice haber bebido de clásicos de su infancia como “Spartacus” de Kubrick o “The Big Country” de Wyler, pero el tiro le sale errado, pues le sale un pastiche pseudo-teológico sobre un ser narcisista en su perfección, una historia de carácter mesiánico que entronca con la figura de Jesucristo (sobre la que haría su film posterior), se siente un Elegido para guiar a su pueblo a la libertad, tras tener múltiples seguidores será traicionado, apresado, torturado y al final ejecutado, solo falta que lo vEamos sobreimpresionado por los cielos célticos. Es un relato manipulador, con personajes caricaturas, malos malísimos y buenos buenísimos, donde incluso hay lugar para la homofobia, no me extraña hayan acusado a Mel de esto. Se suman recursos que parecen creados por mi sobrina de 3 años, llegan a producir vergüenza ajena, como el juego previo de miradas al intento de violación entre Murron y William, pasteloso no apto a diabéticos, o que Wallace se enrolle con la princesa Isabel, o que en medio de la batalla de Falkirk la caballería le traicione y abandone, elementos que quieren sumar emoción y dramatismo, solo podrán alcanzarlo en mentes simples El guió resulta una mediocridad, donde su única función es mantener una mínima atención entre batalla y batalla, batalla en algunos casos sonrojantes en su recreación, como la del inicio de todo en la aldea con Wallace en plan mártir acercándose a caballo a los soldados con las manos extendidas, todos sabemos lo que va a pasar, pero la cámara lenta hace que el bochorno sea una lenta agonía, o con la famosa batalla de Stirling donde fue clave para el desenlace un puente, pues Gibson lo obvia, o en la batalla de Falkirk con la vergonzosa persecución a caballo de Wallace al Rey y su cohorte, los límites del ridículo son infinitos, o Wallace entrando en una reunión de nobles escoceses a caballo para vengarse, los límites del ridículo son infinitos, o que el guionista no tuvieron pudor en colocar en boca de un rebelde escocés una frase escrita por un inglés para ser pronunciada por un Rey inglés, Shakespeare para Enrique V. 


No todo puede ser malo ya que Mel por lo menos tiene un gran sentido del espectáculo, sabe lo que dar la masa, aunque no sea calidad da escenas sangrientas, batallas épicas y algunas imágenes permanecen en la memoria, como la preciosa boda, en la noche, a la luz de la luna frente a una roca, muy hermosa la postal, la otra imagen que permanecerá es la del ejército escocés enseñando el culo en masa a los ingleses, gran combinación de desprecio y de coraje ante la muerte. Las batallas resultan sangrientas, cruentas, bestiales, aunque con algunas salidas que merman su realismo.


Su puesta en escena también resulta buena, con un estupendo diseño de producción de Thomas E. Sanders (“Salvar Al soldado Ryan” o “Apocalypto”), rodada 6 semanas en Escocia, pero principales batalla filmadas en Irlanda, con hasta 1600 extras de la Reserva del Ejército irlandés, para ahorrar Mel utilizó los mismos extras para los 2 ejércitos, sin que dieran el cante, los bellos escenarios son bien manejados, las tierras altas escocesas, Edimburgo, los castillos, y esto meritoriamente fotografiado por John Toll (“La Delgada Línea Roja”) que embellece los lindos paisajes escoceses, a esto se suma la celtica música de James Horner (“Titanic”), de resonancias mágicas, lástima que todo esto esté al servicio de algo tan fallido y decepcionante.

Mel Gibson aporta al personaje carisma, y sobre todo un sentido elegiaco de endiosado, un actor enamorado de sí mismo,  que todo el tiempo parece sumido en una nube de arrogancia propia del Mesias, él es el bien, si no estas con él eres el mal, Mel está desatado aquí, su director (¿?) no sabe manejarlo y se le desmadra. Resto del reparto son guiñoles, solo se salvan de la quema un Patrick McGoohan que de malo que es resulta divertido, y un Angus McFadyen que es el único que intenta dar algo de matices a su rol, el resto es una caterva de desaprovechamientos.


Todo sumado me da una amena propuesta, si no piensas mucho, donde el realismo es algo ni está ni se le espera, hay que darle una galería de licencias interminables para poder disfrutarla algo, no apta a gente que le gusten los films con algo de fondo, y como he dicho, sobrevaloradísimo. Fuerza y honor!!!


Spoiler:
  

Retorcimientos y mentiras del film: En la historia vemos a los escoceses con faldas escocesas a cuadros, en el tiempo en que sucede la historia el kilt no existía, no es creado hasta el SXVI, menuda metedura de pata; El ahorcamiento de los nobles escoceses al inicio de la cinta, mentira que se extrae del poema de Blind Harry; La utilización de “Prima nocte” es un bulo, para villanizar más aún a los ingleses; En el film se sugiere que Escocia llevaba ocupada por los ingleses muchos años, desde la infancia de William hasta la batalla de Falkirk, cuando la realidad era que había sido invadida solo un año antes de la rebelión de W.W., antes de la muerte del rey Alejandro III era un reino independiente; Referente a la batalla de Stirling, su recreación acarrea una tara vital, y es la falta de un puente, de hecho la batalla se llama también “Stirling Bridge”, además falta Andrew Moray, comandante del ejército de Escocia, mortalmente herido en la contienda; Inventada la relación amorosa entre William Wallace y la princesa Isabel de Francia, un insulto a la inteligencia del espectador, que alguien se crea que en la Edad media un Rey manda a su nuera a negociar con un guerrillero es ridículo, que encima se enamoren, puaj, y para coronarlo que se diga que está en cinta de él, mentira hedionda, además Isabel de Francia tenía 3 años cuando se produjo la batalla de Falkirk, no se casó con Eduardo hasta que no fue Rey, y no tuvo a su primer hijo hasta 7 años después de la muerte de W.W., esto se inspira en una obra teatral, “The Wallace: un triunfo en cinco actos” de Sydney Goodsir Smith en que se cuenta que Isabel estuvo en la batalla buscando a un hombre de verdad; W.W. invadió el norte de Inglaterra, pero nunca llegó hasta York, ni mucho menos mató al sobrino del Rey Eduardo, al menos no exagera tanto como Blind Harry que escribió que W.W. llegó a las afueras de Londres, y se retiró por el ruego de la mujer del alcalde; Se cuenta que Robert de Bruce cambió de bando entre los ingleses y escoceses en varias ocasiones, puede ser cierto, pero no lo es que luchara en contra de W.W. en alguna ocasión, no peleando con los ingleses en batalla de Falkirk, por cierto, en esta batalla no hubo tropas irlandesas como se muestra en el film; La batalla de Bannockburn es la que se escenifica al final, se expone que los escoceses improvisan pelearse contra los ingleses en vez de presentarle respeto a los  ingleses, en realidad fue una lucha planeada por Robert de Bruce y que venció en la misma, de hecho Robert estuvo batallando en una campaña de guerrillas contra el invasor durante 8 años, su título antes de ser Rey era Conde de Carrick y no Conde de Bruce como se dice en cinta; Se retuerce la personalidad del Rey Eduardo, retratándolo como un sádico sin escrúpulos, cuando en realidad era un hombre que degustaba de las artes, como la poesía y el arpa, era un gran religioso, asimismo  murió el 21 de junio de 1377 de un derrame cerebral y no como se muestra en el film, cuando es ejecutado W.W. el 3 de agosto de 1305, 72 años después; Eduardo II se exhibe como un afeminado muy amanerado.



William Wallace fue un escocés que lideró una revolución en contra de la ocupación inglesa a finales del SXI, sus actos fueron mitificados en el SXV por el poeta Blind Harry, se cree nació en 1270 en Elderslie o Ellerslie, hijo de un terrateniente, Alan Wallace, se dice que era alto, de fuerte carácter y muy culto, hablaba gaélico, latín, inglés y francés, se cree fue internado en la abadía de Paisley con su tío, y se cree nunca salió de la isla británica, el primer acto del que se tiene conocimiento de él fue una pelea en mayo de 1297 con un sheriff inglés en Lanark, Blind Harry sugiere (sin ninguna base) que lo hizo en venganza por este haber matado a su esposa Marion Braidfute, pasando entonces William a vivir en la clandestinidad, tras esto marchó a Ayrshire para unirse un grupo de nobles que anhelaban la independencia escocesa. Dirigió un grupo de guerrilleros que realizó incursiones contra las tropas inglesas, creciendo poco a poco su popularidad, esto propició que Eduardo I pusiera precio a su cabeza. Su zenit estuvo cuando guió al ejército rebelde escocés en la legendaria batalla de Stirling el 11 de septiembre de 1298, co-liderando las tropas célticas junto a Andrew de Moray, 2300 escoceses (300 caballería y 2000 infantería) vencieron a más de 10000 (unos 2000 de caballería) ingleses liderados por el Conde de Surrey y Hugh de Cressingham siendo crucial para la victoria el puente sobre el rio North donde Wallace embotelló a los anglos, esto aprovechando la arrogancia de los ingleses, la derrota obligó al invasor a retirarse de casi toda Escocia, Wallace y de Moray fueron nombrados guardianes de Escocia, además de Sir, tras la muerte de de Moray Wallace invadió el norte de Inglaterra, el rey Eduardo volvió de Francia donde también batallaba y encontró una nación temerosa de que Wallace llegara a Londres. El Rey lideró un ejército de 15000 (2500 caballería y 12500 infantería) soldados que se enfrentaron a Wallace y su gente en la Batalla de Falkirk el 22 de julio de 1298, 6000 escoceses (1000 a caballo y 5000 infantería), fueron derrotados estrepitosamente los escoceses con más de 2000 muertos, por solo 1000 de los ingleses, Wallace consiguió escapar y su leyenda se agrandaba en la penumbra, el 5 de agosto de de 1305, cerca de Glasgow fue atrapado por los ingleses, gracias a traidores escoceses, tras un juicio en Londres el 23 de agosto fue arrastrado desnudo por un caballo por la capital inglesa, y en Smithfield fue colgado, arrastrado y estrangulado, y todavía estaba vivo, tras lo que fue castrado y eviscerado (extraídas las entrañas), sus entrañas fueron quemadas frente a él, tras lo que fue decapitado y descuartizado en 4 partes, su cabeza fue mojada en alquitrán y colocada en una pica en lo alto de la Torre de Londres, cada una de sus 4 partes fueron en viadas a 4 esquinas del reino inglés. 


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