GLADIATOR 2.
Decepción
Kolossal esta secuela tardía del mega éxito peplum del año 2000. Tantos años
hablándose de su continuación, esperaba que saliera algo disfrutable, si no a
la altura del original, al menos satisfactorio, pero mi gozo en un pozo. Y es
que estando a los mandos el productor y director de la primigenia Ridley Scott
(hay que alabar que a sus 86 años aun siga con ganas de trabajar), esperaba
mucho, pues es especialista en manejar con brillo los grandes presupuestos,
aquí alrededor de los 300 millones $. Pero me he vuelto a topar con la misma
piedra con este realizador, prolífico hasta hacer casi una película por año,
por en medio produce series televisivas, y es que hace mucho que sus
producciones parecen hechas al ralentí, sin fuerza, sin punch, adolecen de
guiones con fuerza dramática, epítome de ello es este pastiche, un refrito que
intenta plagiar (para obtener réditos seguros) la estructura de la del 2000,
cambiando algunas cosas, pero en esencia la misma historia, con una batalla
inicial, un romano apresado que se convierte en gladiador, ascenso mediante
enfrentamientos en la arena hasta llegar al Coliseo de Roma, por en medio
alguna intriga por el poder del Imperio, con ahora en vez de un emperador
indolente, son dos hermanos, habiendo esta vez un villano sibilino que se
esconde en la sombra del poder hasta poder asaltarla. Pero todo ello
sintiéndose ajado y sin emoción mínima. Nada de sus taras se las achaco a las
licencias y alteraciones en la historia, esto es puro entretenimiento, y no
busco eso.
El guion de David Scarpa
(“American Gangster”) basada en una historia que escribió con Peter Craig (“The
Batman”) es uno de los defectos, pues hace un trabajo pésimo a la hora de que
empaticemos con los personajes, que nos importe lo que les pase, algo que el
guion de la antigua si conseguía desde el comienzo, luego la travesía dual
entre el ascenso del gladiador y las conspiraciones por el poder resultan
pobres, sin garra alguna. La acción se sucede sin más imaginación que la
exageración hiperbólica cuasi caricaturesca, la batalla del principio que
apunta mucho en el trailer se queda cuasi in media res al cortarla mientras se
produce. Los enfrentamientos en la arena son particularmente comicqueros,
tenemos una lucha con monos babuinos que aparecen drogados en su salvajismo, un
rinoceronte amaestrado para ser montado y una batalla naval en el Coliseo con
tiburones en las aguas, todos estos animales debidamente creados por
desnaturalizadores CGI, que quitan el encanto natural. Solo se puede medio
recordar el duelo entre el protagonista y Pascal, pero más por el carisma de
del segundo, que por una corografía atractiva. Todo para desembocar en un rush
final caótico y risible en su épica inverosimilitud, una falta de respeto al
espectador.
Falta algún momento
emotivo a la altura épica de los discursos de Máximo Décimo Meridio, tanto es
así que solo saben tirar de los leit motives de este recordando sus frases para
dar algo de empaque. Carece de un villano arrollador como Joaquin Phoenix, pues
por mucho que sea un grandioso actor Denzel Washington, me ha resultado pasado
de vueltas, sobreactuado en su petulancia altiva, irritante; Y ante todo
careciendo de un protagonista Totémico como lo fue Russell Crowe, aquí se émulo
es un anti carismático Paul Mescal, la antítesis de alguien con carácter, nulo
en carácter, más plano que el encefalograma de Julio Cesar. No ayuda lo
pesimamente que está escrito. Nunca sientes se mueva por venganza de la muerte
de su mujer, como no entiendes porque es tan bueno en la arena, Maximo era
general romano, este es un Don Nadie. Luego está su odia a Roma, cuando él es
romano, teniendo unos vaivenes de cambio de opiniones repentinas que hacen
pensar en un problema de bipolaridad; El único que aporta personalidad y dimensión
humana es el chileno Pedro Pascal, pero el libreto margina de modo fachoso; Los
actores que dan vida a los bufonescos emperadores Geta y Caracalla son Joseph
Quinn y Fred Hechinger, especie de cruce entre Calígula y Neron, tanto monta
uno como el otro en su infantilismo grotesco; Solo repiten de la de hace 24
años Connie Nielsen (atascada de bótox en su rostro), única mujer con rol en la
película, con un personaje florero, que intenta tener hondura, pero por lo mal
delineado queda atrofiado, importándome un bledo lo que le pase. Tenemos que
entender que esta lumbrera, cuando muere el Emperador Cómodo, ella lo envía
lejos de Roma para protegerlo. Pero que insulto a la inteligencia es esta! El
niño Lucio, cuando muere su tío Cómodo, pasa automáticamente a ser Emperador,
por que debería huir!!!??? Y luego pasan décadas y la madre no se ha preocupado
por él (¿?); El otro de vuelta es Derek Jakobi (86 años tiene), con una
presencia de poco más que cameo.
La película se
desarrolla un par de décadas después de la muerte de Maximus. Lucius (Paul
Mescal), hijo de Lucilla (Connie Nielsen) y antiguo heredero del Imperio
Romano, ha estado viviendo en el exilio con su esposa en la provincia de
Numidia. Junto a sus compañeros, luchan por proteger su hogar de ser colonizado
por los romanos, han estado expandiendo agresivamente su dominio por todo el
mundo. Cuando el ejército liderado por Marcus Acacius (Pedro Pascal) finalmente
invade y captura la tierra, Lucius es tomado prisionero como esclavo y llevado
de regreso a Roma contra su voluntad. Pronto se ve obligado a convertirse en
gladiador para luchar por su libertad y vengar el asesinato de su esposa en el
contexto de un imperio políticamente inestable.
Relato liso como un
folio, adoleciendo de alma los personajes, meros clichés con patas, con los que
jamás conectas. Tiene diálogos hueros, que solo tiene sentido comercial en la
búsqueda del espectador nostálgico con la del 2000. En la del pasado sabemos
hay un usurpador en el trono, que ha asesinado a ala familia del verdadero
heredero, en esta la vendetta es porque en una batalla ha muerto la amada del
gladiator, algo común en las guerras, no hay componente de ira en ello. Los
emperadores gemelos que vemos, no sabemos de cómo han llegado al trono, por lo
que no sabemos sin son legítimos o no. Tampoco sabemos porque lo de querer
hacer el golpe de estado, pues nunca vemos el pueblo esté en la miseria o
viviendo en la injusticia, esto se debe presuponer y punto. Esto hace que no
haya anclaje emocional alguno, todo sea impostado. El liderazgo en la arena de
Maximo se entiende por ser un gran militar, el de este Lucio es mero artificio,
de hecho, no tiene siquiera un amigo con carácter en la arena, como si lo tenía
máximo en el personaje encarnado por Hounsou. Tendrá un amigo en un médico de
gladiadores (Ravi por Alexander Karim), pero más parece el guía turístico para
recordar a Maximo. La sub trama de Lucio con su madre Lucilla resulta grimante
en cómo se desarrolla a trompicones. En la primera el ascenso de Maximo se
entrelazaba de modo majestuoso a como se tambaleaba el trono de Comodo,
mientras en esta esto está metido con fórceps. La sub trama de Macrino
(Washington) de ladino Pepito Grillo de los emperadores resulta chusca en su
simplicidad increíble.
Lo bueno (no todo es
desechable): “Gladiator II” comienza con un precioso resumen pictórico de la
primera película sobre créditos iniciales sirve como resumen y prefiguración de
los contrastes que el público inevitablemente hará entre la original y su
continuación; A pesar de cortarla, la batalla por Numidia (tomada por Roma
siglos antes) es espectacular, con esa combinación de navíos atacando las
murallas, las torres que se despliegan, las catapultas con bolas de fuego,
formidable; Las fascinantes tomas panorámicas en alto de la Roma Imperial; Apoteósica
la imagen de un gladiador montado de pie sobre un rinoceronte gigante, lástima
que tras esto la escena se resuelva de modo tan de bajón; Tiene su punto el
tramo en el Coliseo de la naumaquia, pero al colocar tiburones n el agua, la
cosa desbarra hasta lo fachoso. Hay una serie de tv de este mismo año, “Those
about to die", enmarcada también en el Imperio de Roma, con una escena similar,
pero mucho mejor expuesta.
Hay situaciones que se
cortan de modo abrupto y sonrojante, como cuando vemos al pueblo rebelarse
contra el Emperador, vemos peleas nocturnas, no sabemos cómo acaba esto, pero a
la siguiente escena ya no se vuelve a hablar de esto; También interesante el
(ya mencionado) duelo de Lucio contra Acacio (Pascal).
Para más inri, el
compositor aquí ha cambiado de Hans Zimmer con su mítico tema con Lisa Gerard,
a Harry Gregson-Williams (“Man on Fire” o “Kingdom of Heaven”), que es un gran
músico, pero aquí parece ir con el frno d eman o echado, quizás superado por tener
la sombra de la BSO de Zimmer encima, perom su trabajo es d elo más
anodino.
Spoiler:
El protagonista Lucio
resulta un personaje errático en su personalidad. Al principio desea destruir
Roma, para sin solución de continuidad desea ser su salvador elegiaco. Esto
mediante discursos vacíos, pero por imperativo del guion termina siendo líder
de una revuelta absurda. Asimismo Lucio pasa de no querer reconocer a su madre
a adorarla e modo superlativo.
El modo de amotinarse
los gladiadores en el Coliseo resulta de un modo burlesco. Pero que nadie en el
Coliseo se entere justo antes de comenzar oro espectáculo es de traca. Ver a
los gladiadores salir a la arena para pelear con la guardia pretoriana que va a ajusticiar a los rebeldes es propio
de un mal peplum sesentero. Pero es que nos cuelan el clímax con Lucio peleando
contra Macrino a las puertas de Roma, ante dos ejércitos, uno que va atacar
Roma y el otro a defenderla, y los dos bandos se paran frente a frente a ver el
duelo. Esta vez el protagonista vence y mata a Macrino, no iba a morir en las
dos, ya mí me emociona entre el zero y la más absoluta nada. Tras ello Lucio da
un discurso lleno de lugares comunes, sin chicha, tras lo que ambos bandos lo
vitorean. Hay un epílogo con Lucio en la arena del Coliseo cogiendo arena del
suelo, cual emulando a Maximo que esto hacía antes de cada pelea, hace una
exhortación a este y fin. Puaj!
Por cierto, menudo rol
de psicópata empericida de Denzel, se carga a los dos emperadores gemelos. Y
con que autoridad Macrino iba a coger el trono de Roma?
Algunas inexactitudes
incluyen el asedio de una ciudad númida por trirremes romanos y la presencia de
tiburones en una naumaquia. Numidia ya había sido parte del Imperio Romano
durante unos 250 años durante el reinado de Caracalla; Al mismo tiempo, los babuinos
y un rinoceronte exhibidos en la arena del Coliseo están atestiguados
históricamente, aunque no hay registro de gladiadores montando un rinoceronte;
Antes de la batalla naval recreada en el Coliseo, el locutor afirma que los
gladiadores recrearían la Batalla de Salamina entre los troyanos y los persas.
En realidad, la Batalla de Salamina se libró en el año 480 a. C. entre las
ciudades-estado griegas y los persas, sin participación de los troyanos; El
verdadero Macrino fue un prefecto pretoriano de ascendencia bereber del norte
de África que se convirtió en emperador romano en el año 217 d. C. después de
conspirar contra Caracalla y hacerlo asesinar. No fue esclavo de Marco Aurelio
y nunca entrenó gladiadores; Los emperadores Geta y Caracalla no eran gemelos
(Caracalla era aproximadamente un año mayor que Geta). Lucio Vero fue emperador
romano desde el año 161 d. C. hasta su muerte en el año 169 d. C., junto con su
hermano adoptivo Marco Aurelio; El personaje de Lucila también está basado en
una figura histórica real. La Lucila de la vida real era hija de Marco Aurelio
y esposa de Lucio Vero. Uno de sus hijos se llamaba Lucio Vero; Caracalla, tras
convertirse en emperador único, nombra cónsul a su mono mascota. No hay
evidencia histórica de que esto sucediera. Posiblemente esto se inspiró en el
emperador romano Calígula, quien, según Suetonio, tenía la intención de nombrar
cónsul a su caballo Incitatus.
De juzgado de guardia
que Ridley tire piedras contra su tejado con este olvidable film. Gloria
Ucrania!!!
Realmente hubo un
Macrino, nacido en lo que hoy es Argelia; fue el primer emperador romano (217-218)
que nunca visitó Roma durante su reinado. Fue Imperator por imposición del
ejército, no del senado, sucediendo a Caracalla, asesinado por Julio Marcial,
dentro de la conspiración auspiciada por Macrino.
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