lunes, 27 de enero de 2025

 


UN HOMBRE LOBO AMERICANO EN LONDRES.

 

Enésimo golpe a mi adolescencia con la revisión de este film del que tenía buen recuerdo, pero que al volver a verlo las costuras son demasiado evidentes en sus muchos defectos. Film de terror y comedia de 1981 escrita y dirigida por John Landis, protagonizado por David Naughton, Jenny Agutter, Griffin Dunne y John Woodvine. El título cruce entre Un americano en París y El hombre lobo de Londres. La trama de la película sigue a dos mochileros estadounidenses, David y Jack, son atacados por un hombre lobo mientras viajan por Inglaterra, lo que hace que David se convierta en un hombre lobo bajo la siguiente luna llena. Landis era conocido exclusivamente como director de comedia, había tenido varios éxitos cómicos seguidos con “The Kentucky Fried Movie” (1977), “Animal House de National Lampoon” (1978) y “The Blues Brothers” (1980), de esta se trae Landis el desmadre de colisiones de autos en cadena en el clímax. Quiso hacer un cóctel con el cine de terror espeluznante y sangriento, pero la mezcla le quedó regulín, nunca Landis parece saber hacia dónde tirar, si hacia el humor o el drama del terror, y se queda en tierra de nadie y con ello ofrece una peli difusa.

 

Aun teniendo elementos destacables, como es un inicio sugestivo, unos efectos de metamorfosis licantrópicas espectaculares, incluso vistos más de 40 años después, totalmente artesanales, ensalzados como un gran salto adelante en el arte de los efectos especiales de maquillaje, tanto que Rick Baker, más conocido en ese momento por su trabajo en “Star Wars” (1977), recibió el primer Oscar de la historia al mejor maquillaje. Aunque esta transformación famosa tarda nada menos la hora de metraje (¿?), como apreciables por el tono de humor las dos apariciones de Griffin Dunne como muerto viviente que se va demacrando su rostro, siendo el zenit de esto el encuentro con su amigo en un cine porno en pleno Piccadily Circus. Landis adorna de modo juguetón la trama canciones populares que tienen la palabra "luna" en el título, incluidas "Blue Moon", "Bad Moon Rising" y "Moondance". Resto es una trama simplista, con personajes sin carácter alguno, donde hay comportamientos ridículos, con un romance metido con fórceps por lo inverosímil, y con un final atropellado y nunca mejor dicho, pues Landis recurre a recrear el caos automovilístico de “Desmadre a la americana” en precisamente la mencionada Square londinense.

 

En su indefinición tiene un lastre, pues es demasiado terrorífica como para llega a ser comedia, y la comedia negra que tiene resulta mal encajada, como si fuesen dos películas diferentes en una. Su historia resulta muy plana, sin giro alguno, todo muy liso y previsible, la clásica historia de la Universal de un hombre mordido por un licántropo, y por ello ya es un maldito condenado, nos cuelan un romance insípido, metido a empellones, supongo que para que empaticemos algo con el soseras del protagonista, pero esta supuesta historia de amor es de lo más forzada, no habiendo química alguna entre ambos amantes. Una enfermera que de buenas a primeras se lleva a un  tipo con evidentes síntomas de demencia a su casa, de lo más lógico (ataque de cinismo!).  No hay capacidad alguna de análisis o metáfora, si acaso esa xenofobia inherente a los pueblos rurales, pero esto en niveles primarios, solo un relato sin chicha. Típico film mejor en sus partes que en el conjunto.

 

Los turistas yanquis David (David Naughton) y Jack (Griffin Dunne) están viajando con mochila por los páramos ingleses cuando son atacados por una terrible bestia humana; Jack es asesinado, pero David solo resulta herido y es enviado a Londres para recuperarse. Una encantadora enfermera (Jenny Agutter) lo toma bajo su protección, pero David comienza a dudar de su propia cordura después de que se enfrenta a un Jack en descomposición, quien le informa que se convertirá en un hombre lobo durante la próxima luna llena.

 

Durante los créditos iniciales vemos tomas de los supuestos páramos verdes de Yorkshire (en realidad en Gales), sobre tomas anocheciendo se escucha de fondo el tema de Bobby Vinton ‘Blue Moon’, primera referencia lunar. Tras ello una clásica secuencia del cine de terror donde algún foráneo(s) llega(n) a una taberna (o pub) de un pueblo pequeño y allí los forasteros son recibidos con hostilidad. Para luego pasar al deux machine del ataque lobuno.

 

Después entramos en una fase de muchos bajones, donde solo algún momento imaginativo nos saca del amago de tedio. Como es los sueños (pesadillas) macabras de David como un lobo en el bosque cazando ciervos, o el de niño en casa con sus familia siendo atacada por una horda de ogros nazis; la aparición primera del amigo muerto, un cuerpo en descomposición, avisándole de la maldición que lleva consigo; Hasta que por fin llegamos a la transformación licántropa, todo un hito por sí sola del Séptimo Arte, de cómo escenificar con un realismo apoteósico esta metamorfosis, como su rostro se alarga en hocico, sus dientes se estiran, sus dedos crecen en falanges, las uñas se convierten en garras, su cuerpo transmuta arqueándose de forma grotesca la espalda  en lobo humano, el vello le crece. Secuencia realizada con prótesis de todo el cuerpo del actor que fueron moldeadas con 10 meses de anticipación y elaboradas con espuma sintética y ensambladas con la técnica de time lapse, lo cual permite detallada y realista transformación en lobo. Landis de modo paródico pone de fondo musical otra versión de “Blue Moon”. Pero las escenas de los ataques nocturnos no me resultan especialmente estimulantes. Tampoco la nota de humor con David apareciendo desnudo en un zoo con la consecuente forma de intentar volver vestido a ‘casa’ me son sugerentes; Hay otra tramo de ‘supuesto’ humor, haciendo chanzas de la rigidez de los ‘bobbys’ (los policías ingleses), cuando David intenta que lo detengan insultando a la monarquía inglesa (quizás por ello en los créditos finales se intenta contrarrestar esto alabando a la monarquía y en especial a Lady Di y el Príncipe Carlos, que hacía poco se habían casado), humor este plano; Hay una visita del doctor Hirsch (correctito John Woodvine) que ha atendido a David al pub ‘El cordero sacrificado’, en el páramo de Yorkshire, totalmente innecesario para la nada que aporta; Y tenemos la segunda aparición de Jack, aún más descompuesto, invitando a David al ya mencionado cine para adultos, allí acompañado de otros ‘amigos muertos’, son las seis personas que había matado la noche anterior como hombre lobo, todas comportándose con la flema british; desternillante el clip que ponen del film porno; Pero tras esto llega el final, tan aparatoso en Piccadilly Circus, como desprovisto de emoción alguna, por mucho de tras el caso de choques y gente aplastada, quiera Landis añadir dosis de romanticismo gótico, le queda atrofiado esto, pues nunca hemos empatizado con el superficial protagonista, del que no sabemos nada, y su pareja enfermera (insulsa Jenny Agutter), con la que ha entablado una relación exprés sin sentido alguno (colándonos gratuitamente escenas de sexo), por lo que me importa poco si viven, mueren, o se van de vacaciones a las Maldivas.

 

David se condenado a convertirse cada luna llena en Lobo, y Landis lo remarca burlonamente con los temas "Moondance" de Van Morrison, "Bad Moon Rising" de Creedence Clearwater y dos versiones más de "Blue Moon" en la banda sonora.

 

De lo mejor de la cinta son las apariciones como muerto (condenado a caminar por la tierra como un muerto viviente hasta que se corte la línea de sangre del hombre lobo) de Griffin Dunne (alcanzó su zenit en esta década con su atribulado papel en el film de Martin Scorsese “After Hours”) todavía con los cortes en la cara y la garganta desgarrada que le provocó el lobo (maravilloso por la labor del ya mencionado Baker en el maquillaje), y le dice a David: ‘Me doy cuenta de que no tengo muy buen aspecto, David, pero pensé que te alegrarías de verme (¿?)… Se te ha ocurrido que podría ser inquietante para mí verte levantarte de la tumba para venir a visitarme’

 

Spoiler:

 

La irónica y optimista banda sonora de la película está compuesta por canciones que hacen referencia a la luna. La versión lenta y relajante de Bobby Vinton de " Blue Moon " suena durante los créditos iniciales, "Moondance" de Van Morrison suena mientras David y Alex hacen el amor por primera vez, "Bad Moon Rising" de Creedence Clearwater Revival suena cuando David se acerca al momento de transformarse en hombre lobo, una versión balada suave y agridulce de "Blue Moon" de Sam Cooke suena durante la agonizante transformación en lobo, y la versión doo-wop de los Marcel de "Blue Moon" suena durante los créditos finales. La banda sonora fue compuesta y dirigida por Elmer Bernstein y grabada en los Olympic Studios de Londres, con la ingeniería de sonido de Keith Grant. La banda sonora de Bernstein se puede escuchar durante las pesadillas de David, cuando el Dr. Hirsch conduce por los páramos hacia East Proctor y cuando Alex se enfrenta a David en el callejón. Aunque Bernstein escribió y grabó música para acompañar la escena de la transformación, el director decidió no utilizarla.

 

Después de enterarse de los asesinatos de la noche anterior y darse cuenta de que él es el responsable, David intenta sin éxito que lo arresten en Trafalgar Square. Llama a su familia para decirles que los ama, luego pierde el coraje de cortarse las muñecas con una navaja de bolsillo. David ve a Jack, cuyo esqueleto ahora se está exhibiendo, afuera de una sala de cine para adultos. Dentro, Jack le presenta a David a las víctimas de la noche anterior, algunas de las cuales están furiosas con David y sugieren diferentes métodos de suicidio para liberarlas de su estado de no-muertos. David se transforma en un hombre lobo dentro del cine. Decapita al inspector Villiers y causa estragos en las calles, matando a varios automovilistas y transeúntes. La policía rodea y atrapa a David en un callejón. Alex llega, corre por el callejón e intenta calmar a David diciéndole que lo ama. Aunque la conciencia de David parece reconocer brevemente a Alex, se lanza hacia adelante y la policía lo mata a tiros, volviendo a su forma humana mientras Alex llora su muerte.

 

A John Landis se le ocurrió la historia mientras trabajaba en Yugoslavia de asistente de producción en la película Kelly's Heroes (1970). Según Landis, él y un miembro yugoslavo del equipo estaban conduciendo en la parte trasera de un coche en el lugar cuando se encontraron con un grupo de gitanos, parecían estar realizando rituales en un hombre que estaba siendo enterrado para que no "se levantara de la tumba".

 

Los páramos se filmaron alrededor de las Montañas Negras en Gales, y East Proctor es en realidad el pequeño pueblo de Crickadarn, a unas seis millas (9,7 km) al sureste de Builth Wells, saliendo de la A470. La estatua del Ángel de la Muerte fue un elemento de atrezo añadido para la película, pero la cabina telefónica roja es real, aunque las señales de tráfico galesas estaban cubiertas por un árbol falso. El pub que aparece en la película, conocido como Slaughtered Lamb, era en realidad una casa de campo situada en Crickadarn, y las escenas interiores se filmaron en Black Swan, Old Lane, Martyrs Green en Surrey.

 

Un hombre lobo americano en Londres fue la primera película a la que se le permitió rodar en Piccadilly Circus en 15 años. Landis logró esto al invitar a 300 miembros del Servicio de Policía Metropolitana del Gran Londres a una proyección de su nueva película The Blues Brothers. La policía quedó tan impresionada con su trabajo que le concedió a la producción un permiso de filmación de dos noches entre la 1 y las 4 a.m. El tráfico se detuvo solo tres veces en incrementos de dos minutos para filmar las acrobacias automovilísticas que involucraban al autobús de dos pisos. Otras ubicaciones de filmación incluyeron el Hospital General de Putney, el Hospital de Maternidad de Chiswick, Redcliffe Square en Earl's Court, el área alrededor del Puente de la Torre, la estación de metro de South Kensington, la estación de metro de Tottenham Court Road, el Zoológico de Londres, Putney High Street, Belgravia, Hampstead y Southwark. El rodaje también tuvo lugar en Twickenham Film Studios en Richmond Upon Thames.

 

Film que se salva de ser pasable/olvidable por las apariciones del desgarrado Jack/Griffin y por supuesto por la albor parteaguas de Rick Baker en el maquillaje. Gloria Ucrania!!!

 

PD. 1: La Academia de los Oscar creó especialmente el Oscar al Mejor Maquillaje para otorgarlo a este film, cosa que después ya se quedó para siempre para regocijo de uno de sus responsables: Rick Baker.

 

PD. 2: Frank Oz tiene un triple cameo, tanto como él mismo y como Kermit la Rana y Miss Piggy. Landis hace su habitual referencia a "See You Next Wednesday" como título de una película porno falsa.

 

PD. 3: Gracias a este film John Landis fue fichado por Michael Jackson para que dirigiera su mítico videoclip “Thriller” , también con Rick Baker en el mítico maquillaje.

 


LAS VIRGENES SUICIDAS.

 

Sugestivo drama, que desgraciadamente pierde cuando piensas en él, pues te das cuenta que quizás te ha seducido su febril ambientación, pero por dentro son demasiadas preguntas sin respuesta las que deja, faltando tal vez arrojo para haber profundizado en el tema central del hastío y angustia vital juvenil femenina ante una educación opresiva. Fue el debut en la dirección y guion de Sofia Coppola de un largo, adaptando la primera novela de Jeffrey Eugenides de 1993. Sofia nació, se crió y creció en el cine como testigo de lujo de la carrera de su padre Francis (produce aquí). Luego, despegó su carrera con actuaciones en películas de su progenitor, a continuación, participó en el guion de "New York Stories" compartiendo el libreto con nada menos que Scorcese y Allen. Por último, dio su gran salto al dirigir un corto de 14 minutos con temática adolescente, el cual le dio pie suficiente para dirigir este su primer filme. La película sigue la vida de cinco hermanas adolescentes en un suburbio de clase media alta de Detroit durante 1975 (en realidad filmada en Toronto), protagonizada por James Woods, Kathleen Turner, Kirsten Dunst, AJ Cook y Josh Hartnett, con Scott Glenn, Michael Paré, Jonathan Tucker y Danny DeVito en papeles secundarios. La película marcó la primera colaboración entre Sofia Coppola y Kirsten Dunst, a quien Coppola luego eligió para el papel protagonista en varias de sus películas posteriores. En una visión exógena de una familia suburbana, compuesta por un estricto matrimonio y sus cinco adolescentes núbiles rubias hijas [hermanas adolescentes Lisbon: Cecilia (Hanna Hall), Lux (Kirsten Dunst), Mary (AJ Cook), Bonnie (Chelse Swain) y Therese (Leslie Hayman)], a través de varios jóvenes (Tim, Noah, Robert)  25 años después de los trágicos hechos que describen el título-spoiler y que también abre el film (el alumno Richard, la periodista, los taladores, Trip, el grupo de adolescentes espías, etc).

 

Se nos cuenta la vida de estas chicas a partir de cuándo una de ellas intentó suicidarse cortándose las venas, y como eso insufló un halo melancólico etéreo que desprenden las hermanas. Esta visión de adolescentes tiende a idealizarlas cual sueño húmedo inalcanzable, fantasean con ellas, las espían, incluso leen el diario de una de ellas, evocando a unos seres elevados a un pedestal sublimado: "Supimos lo que era ser una chica y como el serlo te hacía soñar y saber qué colores combinaban bien… Nosotros no sabíamos nada sobre ellas, sin embargo, ellas parecían saberlo todo de nosotros”, comentan bajo la voz original de Givanni Ribisi (en “Lost in Traslation” de Sofia, interpreta al marido de Scarlett Johansson).

 

En el tranquilo suburbio de Grosse Pointe, Michigan, un grupo de chicos del vecindario, ahora hombres adultos, reflexionan sobre sus recuerdos de las cinco hermanas Lisbon, de entre 13 y 17 años, en 1975. Inalcanzables debido a sus padres católicos sobreprotectores, el profesor de matemáticas Ronald Lisbon (Woods) y su esposa ama de casa Sara (Turner), las chicas (Therese, Mary, Bonnie, Lux y Cecilia) son enigmas que llenan las conversaciones y los sueños de los chicos. Durante el verano, la hermana menor, Cecilia, se corta la muñeca en una bañera, pero sobrevive. Su terapeuta, el Dr. Horniker (DeVito), sugiere a sus padres que el intento de suicidio de Cecilia fue un grito de ayuda y que se beneficiaría de una interacción más amplia con sus compañeros, especialmente los chicos. A pesar de esto, la Sra. Lisbon no está dispuesta a permitir que sus hijas tengan una vida social normal. El Sr. Lisbon la convence de que permita una fiesta supervisada para que Cecilia se sienta mejor.

 

Es una especie de rompecabezas donde piezas van desfilando en los testimonios, pero al final faltan piezas, el puzle queda incompleto, bonito, delicioso, pero inacabado. Es una dirección que inteligentemente no juzga, no ensalza el suicidio, no caricaturiza a los represivos progenitores, sabe insertar dosis de humor, pero a la vez sabe describir ese mundillo adolescente tan de que todo lo atomiza como si no hubiera mañana. Sofia maneja la estructura narrativa para crear un halo mitológico en estas ‘sirenas’, al ser exterior el enfoque nunca sabemos realmente que piensan, que anhelan, que sueñan, y por supuesto, que les llevó a la decisión irreversible, por lo que la directora se queda en un hermoso esbozo de estas 5 Venus, faltando por ello introspección y con ello capacidad para empatizar con ellas. Esto es a la par un buen elemento el idealizarlas de modo lisérgico, pero también resta simpatía por ellas, pudiendo a llegar a verse como unas caprichosas. Tampoco ayuda que solo se le de un poco de carácter a una de ellas (Lux), resto son totalmente intercambiables, nada sabremos de ellas, meros bellos posters, en esto falla, pues no hay personalidades, solo la de Lux y su rebeldía ante la rigidez de la educación puritana.

 

Acaba siendo un lindo enigma, envuelto en una puesta en escena esplendida en su principal función de trnasmitir un estado de ánimo pesaroso, que nos retrotrae al tiempo y lugar. Con una cinematografía de Edward Lanchman (“Erin Brockovich”), granulada en tonos pastel que evocan, componiendo tomas de niveles cuasi hipnóticos en su lirismo visual, esos cuadros de las hermanas tiradas por el dormitorio, o esa forma de filmar la fiesta en la escuela, o esa desgarradora toma panorámica en alto de Trip abandonando a Lux en medio del campo de rugby; La película también se inspiró visualmente en la película de Peter Weir de 1975, Picnic at Hanging Rock; Todo esto adornado por la música original del grupo techno francés Air, que infunde un velo de sublimación a la historia, destacando la neurálgica canción “Playground love”, leitmotiv suena en varios momentos del film. Además hay un repertorio de temas pop que potencian las sensaciones, como cuando durante el baile de instituto se escucha “I’m not in love” de 10 cc; la presentación de Trip se hace al son del alusivo “Magic man” de Heart; o el vigoroso "The air that I breathe" de los Hollies.

 

Tiene un inicio que mueve a una turbadora intriga auscultando a estas virginales jóvenes. Ante el intento de suicidio de Cecilia, el Dr. Hornicker le espeta que no tiene edad suficiente para saber lo mala que es la vida, ella le dice con naturalidad cortante: “Obviamente, nunca has sido una niña de 13 años”. Tras lo que vendrá el éxito en darse muerta, esta vez de un modo truculento (recuerda a una de “La Profecía”). Ello tras un espacio esparcimiento y libertad, y es que la historia a cada destello de libertad que los padres dan a las jóvenes, hay un ‘catacrack’

 

He mencionado que la única de las hermanas un poco desarrollada (tampoco demasiado) es Lux, pero es que tampoco entre el grupo de chicos que llevan la voz cantante en la historia hay individualidad alguna son un ente monocorde sin personalidad. Solo tiene alma uno de los pretendientes de Lux (que no es uno del grupito), el arrogante y guaperas Trip, al que da vida un notable Josh Harnett, derrochando simpatía, muy buena la química que tiene con la Dunst. Él la ansía como a la Luna, y traza su plan, camelándose a los padres, teniendo que buscar Hasta desembocar en el manido baile escolar, allí por fin tendrá Trip la Luna, y como la máxima de que cuando tienes lo que quieres ya no lo quieres. Esto expresado en un devastador plano de Lux despertando sola en medio de un infinito campo de futbol, abandonada, y teniendo que volver sola a casa en taxi. Allí la reacción d ellos padres convertirá el hogar Lisbon en lorquiana ‘La Casa de Bernarda Alba’. Pagando justas por pecadora, pues esto me queda chirriante, que el castigo de lo `malo’ hecho por una lo pagan las otras tres, esto haría que le guardaran rencor a ella, amén de querer hacérselo ver a los padres, esta parte me resulta farragosa. Entonces los jovencitos vecinos entran en otra fase, pues ahora solo las entreven, las medio observan con telescopio por ventanas. Aunque inexplicablemente se nos cuenta que Lux se acuesta con todo el que pasa por la casa en el tejado, esto no me resulta verosímil, primero con el castigo de aislamiento, y luego que cualquiera pude verla ‘retozar’ y acabarían sabiéndolo los padres. Esta reacción de ella es para que sintamos como su autoestima ha colapsado después de su frustrada relación con Trip que la ‘abandonó’ despreciablemente. Trip lo explica a cámara (ahora encarnado por Michael Pare), que no sabe porque hizo esto.

 

Hay una divertida fase en que los chicos intentaran comunicarse con ellas de cualquier modo posible, acaban haciéndolo ‘originalmente’ por teléfono, cuando contestan les ponen música pop, pero ellos no les hablan. Esto queda muy poético. Pero vuelvo a que la represión de los padres no sería para tanto cuando pueden disponer ellas del teléfono como quieran, como no entiendo porque los chicos no las hablan.

 

Hasta que una noche deciden dar los chicos el gran salto, y cual príncipes de un cuento van a rescatarlas d ela Torre donde están ‘raptadas’. Pero lo que encuentran les deja aterrados. Tras el título del film (por lo que no puede ser spoiler). Hay un acto final formidable en como refleja la decadencia del barrio suburbano, como describe con punzón tóxico a este vecindario, con esa fascinante metáfora del aire viciado, con la consecuente fiesta con máscaras antigas en una casa con piscina. Por en medio la reacción de la Sra. Lisbon ante la múltiple tragedia: “Siempre hubo mucho amor en nuestra casa (Boom)”.

 

En el papel del señor y la señora Lisbon, James Woods y Kathleen Turner, espléndidos en el retrato sutil de unos padres ultra protectores puritanos, notándose en pequeños detalles que es ella la que lleva la voz imperante. El rol de la Turner con ese colgante de crucifijo que marca su carácter católico que luego vemos es bastante cerril. La actriz le da vida con naturalidad, sin histrionismos caricaturescos, sin hacerse ver como una villana ‘dickensiana’, madre con cinco hijas que vela por la moral de ellas; Woods da vida al patriarca que se nota llevado por ella, marcado por sus silencios, su mansedumbre, su mirada a veces perdida. El veterano actor impregna de humanidad al trágico progenitor; Kirsten Dunst en el de su hija Lux, la única con algo de personalidad, maravillosamente atractiva, sexy, el pecado echa mujer, pero dejando un halo de melancolía en su mirada, estupenda.

 

Además de los defectos mencionados que hacen impidan pueda elevarse más el film. Hay alguno más, como la entrada en acción del sacerdote encarnado por Scott Glen, que parece dará juego, pero se olvidan de él, seguro que en la edición se perdió más de su actuación; Falta introspección de las chicas correlacionándose entre ellas, nunca las vemos comentar nada entre ellas sobre que quieren o que temen, y esto resta, pues sin estos cimientos, la ‘Bomba’ titular cae de modo aparatoso. Pues además, son cuatro chicas que se tiene par apoyarse entre ellas, por lo que  es complicado tomen la drástica  decisión.  

 

Spoiler:

 

Rush final: Cuando los chicos finalmente llegan esa noche, encuentran a Lux sola en la sala de estar, fumando un cigarrillo. Pensando que van a ayudar a las chicas a escapar, los chicos son invitados por Lux para esperar a sus hermanas, mientras ella va a encender el auto. Curiosos, los chicos deambulan por el sótano después de escuchar un ruido y descubren el cuerpo de Bonnie colgando de las vigas del techo. Horrorizados, los chicos se apresuran a subir las escaleras, solo para tropezar con el cuerpo de Mary en la cocina, quien metió la cabeza en el horno de gas. Los chicos se dan cuenta de que las chicas se suicidaron en un aparente pacto suicida: Therese tomó una sobredosis de pastillas para dormir en el piso de arriba y Lux murió de intoxicación por monóxido de carbono al dejar el motor del auto encendido en el garaje cerrado. Devastados por el suicidio de todos sus hijos, el señor y la señora Lisbon huyen silenciosamente del barrio y nunca más se los vuelve a ver. El señor Lisbon hace que un amigo limpie la casa y venda las pertenencias de la familia en una venta de garaje; las fotos familiares y otros recuerdos se tiran a la basura y los chicos los recogen. Finalmente, la casa se vende a una pareja joven de la zona de Boston. Sin saber cómo reaccionar ante los acontecimientos, los adultos de la comunidad siguen con sus vidas como si nada hubiera pasado, o incluso se burlan de los suicidios, pero los chicos no pueden dejar de pensar en las hermanas Lisbon y en por qué hicieron lo que hicieron. Ahora, ya adultos, reconocen que habían amado a las chicas y que el misterio que rodea sus muertes los atormentará por el resto de sus vidas.

 

Me queda una película que tiene éxito en crear atmósfera, opero falla en dar profundidad, y en esta historia dramática debería ser fundamental. Gloria Ucrania!!!

 

El narrador cierra de modo lírico: "Lo que quedó después de ellos no fue la vida, sino la lista más trivial de hechos mundanos".

 

PD. El hermano de Coppola, Roman Coppola, fue el director de la segunda unidad de la película.

 


WALLACE Y GROMIT: LA VENGANZA SE SIRVE CON PLUMAS

 

Notable comedia de animación por stop-motion con maravillosos muñecos de plastilina, una maravilla más de los británicos Aardman Animations, producida para el gigante del streamingh Netflix, dirigida por el gran Nick Park junto al animador Merlin Crossingham. Sexta película de Wallace & Gromit, primera desde “A Matter of Loaf and Death” (2008), y el segundo largometraje después de “The Curse of the Were-Rabbit” (2005). Presenta el regreso del villano pingüino Feathers McGraw recuperado del corto “The Wrong Trousers” (1993), que se venga de Wallace y Gromit reprogramando su gnomo de jardín robótico. La animación artesanal stop-motion es sello distintivo de Aardman, aquí es expuesta con el mayor nivel detallista, en conjunción estupenda con algunos CGI, que se insertan de modo natural en su trama. Ello atomizando en grado sumo la expresividad facial de los personajes, con movimientos muy fluidos, con escenarios muy cuidados. Una obra que hará las delicias de los peques y de los mayores, eso tan difícil de hacer disfrutar a amabas generaciones lo alcanza de modo Hmérico.

 

Comenzamos viendo a un acomodado Wallace, que tiene su residencia montada alrededor de artilugios estilo Rube Goldberg, con solo presionar unos pocos botones y tirar de algunas palancas, puede hacer de todo, desde bañarse, vestirse, acariciar a Gromit, hasta preparar sus tostadas. Wallace (voz original de Ben Whitehead desde que reemplazó al fallecido Peter Sallis) inventa un gnomo robótico para jardín, Norbot (v.o. de Reece Shearsmith), y crea una empresa en la que lo contrata para trabajar en jardines locales. Su perro, Gromit, se siente excluido y le preocupa la dependencia de Wallace de la tecnología. También afectado por que siendo él un jardinero aficionado, el Norbot hace en modo flash las labores del jardín, pero de modo tan impersonal y cuadriculado como lo atestiguan las formas creadas, cual Minecraft. Molesto por el ruido que hace Norbot al recargarse por la noche, Gromit lleva a Norbot al sótano y lo conecta a una computadora para cargarlo. Feathers McGraw, un pingüino ladrón experto aprehendido por Wallace y Gromit después de robar el Diamante Azul del museo de la ciudad, es encarcelado en un zoológico. ​​Cuando se entera de Norbot en la televisión, piratea la computadora de Wallace y reprograma a Norbot para que lo sirva y cree un ejército de gnomos. Mientras trabajan en casas de la ciudad, los gnomos roban varios objetos. El inspector jefe Albert Mackintosh y su nuevo recluta, el agente Mukherjee, concluyen que Wallace es el responsable y confiscan la mayoría de sus inventos, pero no encuentran a los gnomos.

 

Wallace y Gromit son a esta altura un clásico indiscutido del cine. En 35 años han aparecido en decenas de cortos y en un par de largometrajes que la compañía Aardman con Nick Park y Peter Lord a la cabeza han llevado a las cumbres artísticas de la animación stop-motion (cuadro por cuadro). Este nuevo film retoma el robo de “THE WRONG TROUSERS” y muestra, en tono cine negro clase B que caracteriza a esta saga, al pingüino en cuestión siendo llevado a un zoológico que le funcionará como cárcel. Mucho tiempo después retomamos a un cada vez más alienado Wallace, ha generado tantos inventos para manejar su rutina que solo tiene que quedarse sentado y esperar que sus gadgets hagan las cosas por él, desde sacarlo de la cama, a vestirlo, prepararle el desayuno y hasta dárselo en la boca. Gromit, como siempre, mira todo con una mezcla de sorpresa, desconfianza e incomprensión, en lo que es una hábil y punzante crítica sobre los peligros de los avances tecnológicos como puede acomodarnos a tal grado que nos deshumanicen o que cual fábula de “Terminator” estemos creando a nuestros destructores mediante los peligros del al A.I. sobre cómo estas innovaciones pueden influir en nuestras vidas. Ensalzando en ello los valores que solo los humanos podemos aportar, el cariño y calor del amor a algo, a la amistad, a una afición, ello se puede entrelazar a precisamente los valores del arte del stop-motion, algo que parece ir contracorriente en estos tiempos, cariño y calor que se desprenden de estos enternecedores personajes, donde incluso hay ese toque meta de notarse las huellas dactilares en los cuerpos de ellos a modo vínculo afectivo entre creador y creación. Conlleva mensaje que llegará nítido a los infantes ya los adultos (algo muy del mantra del genio Jacques Tati, del que este film tiene mucho).

 

Todo ello trenzado con un ingenioso sentido del humor, con gags estupendos, combinando los orales, el slapstick, los equívocos, los que hay de fondo, los titulares de periódicos, jugando con nuestras expectativas para darles la vuelta. Pero sobre siendo brillantes en la comedia silente, expresándolo todo mediante el poder de la imagen, para ello nada mejor el duelo Épico entre el dogo Gromit y el pingüino (maestro del disfraz: ejemplo su traje de monja) Feathers McGrow, ambos contendientes no articulan palabra. Y ello desplegando una formidable galería de personajes, no solo los principales si no los coloridos secundarios. Gromit exuberante con la expresividad apabullante que le dan sus cejas, intrépido, valiente, inteligente, y con rasgos más humanos que su amigo Wallace; tiene su némesis en el ‘pérfido’ Feathers McGraw, excelso como villano megalómano, genialidad como pueden hacer que exprese tanto sin ningún rasgo de expresividad, solo con sus acciones, sus ojitos y pico, maestro del disfraz, ambos (él y Gromit) mantendrán un duelo vibrante; con de por medio esa creación chispeante de los Norbots, centelleante su primera aparición en el jardín, todo electricidad, un torbellino podando el jardín, ante la mirada ojiplática de un Gromit que disfrutaba con el trabajado de jardinería tranquilo, todo salta por los aires con el Norbot, menudas risas me he pegado cuando ha terminado la poda y se ha puesto a cantar y bailar. Siendo claramente este, y la legión que luehgo le acompañaran muñecos de metal creados en serie en clara contraposición de la atrtesania de los creados por plastilina.

 

Todo discurriendo en un crescendo de ritmo sensacional, con situaciones que aúnan risas y tensión de modo magno, hasta desembocar en un rush final climático fabuloso, en claro guiño a la saga Misión Imposible. Esa es otra de las señas de este film, la cantidad de guiños pop que se acumulan de modo descacharrante, insertados con una creatividad vigorosa, desde parodiar “El cabo del Miedo” (con la musiquilla y Feathers haciendo alzadillas en su celda), a Eduardo Manos Tijeras (ese Norbot podando en forma de figuras el jardín), a villanos cliché de la saga Bond (Feathers en un sillón acariciando su mascota, en este caso no es un gato, es una foca), a Matrix (ese norbot entrando en éxtasis con el reflejo del goteo cibernético verde), al Nemo de “20,000 leguas de viaje submarino” (Feathers tocando el órgano en su submarino”), ese rush final protagonizado por esas (lentísimas) típicas barcazas de los canales británicos (claramente, creo, un homenaje a la serie de culto de humor inglesa “Zomboat”), y por supuesto a la mencionada M.I., Gromit airado por el alienamiento de los norbots, lee “Una habitación propia de Virginia Woolf” y “El paraíso perdido” de John Milton. Incluso hay un cameo del dueño de la granja en la que vive la Oveja Shawn.

 

Una maravillosa carta de amor a la animación artesanal, ahora en que lo que se estila es la de ordenador, aquí unos artistas han decidido emplear horas en crear movimiento a sus figuritas de plastilina, con ello desprende una gracia nostálgica de calado.

 

Quizás la parte más débil, que rompe un poco el ritmo, es la subtrama del inepto inspector jefe Mackintosh (v.o. de Peter Kay) y la pujante policía Mukherjee (v.o. de Lauren Patel), en lo que es un ácido dardo contra la autoridad policial. Denota estar fuera de lugar, aportando demasiado habla aun film con pocos diálogos, se podría haber extirpado esta parte e incluso la cinta hubiera sido más sólida. No es que ste mál esta parte, es que no está a la altura del resto, es un humor más plano

 

La banda sonora, compuesta por Lorne Balfe y Julian Nott, complementa perfectamente la atmósfera de la película, recuperando temas clásicos y aportando nuevas composiciones que realzan las emociones de cada escena. Balfe previamente proporcionó música adicional para la banda sonora de Nott en “La maldición del hombre-conejo” (2005). Gromit escucha la canción de Eric Coates ‘Junto a la laguna soñolienta’ antes de ser interrumpido por Norbot. "Born Free" de Matt Monro también está brevemente en la película, interpretada por Feathers McGraw durante la escena de escape. McGraw en un momento toca la Toccata y fuga en re menor de JS Bach en el órgano montado en su submarino, referencia al uso de la pieza en la película de 1954 ‘20.000 leguas de viaje submarino¡, interpretada por el Capitán Nemo.

 

Spoiler:

 

Film sembrado de momentos delirantes a recordar (alguno ya mencionado): La presentación de Feathers en su particular prisión, descacharrante; Desde ese juego Rube Goldberg con Wallace para levantarse por la mañana y desayunar, un tour de forcé colosal; La mencionada aparición arrolladora de Norbot en el jardín; Como hacen una viñeta para hacernos ver que Wallace tiene una idea con un camión y la publicidad; El mono de lana que Norbot le crea en segundos a Wallace, mientras Gromit teje pesarosamente un calcetón con la inicial W; Como se recarga por la noche Norbot con un enchufe en la hebilla de su cinturón, su cara sugiere un éxtasis sexual (¿?), lo hace junto a la cama de Wallace que no lo aguanta y lleva al desván; El invento de Feathers para manipular desde su celda el ordenador del guardia que duerme, con esa mordacidad taparle la nariz al guardia cuando va a estornudar. Como debe descubrir la contraseña de acceso al ordenador de Wallace, cual puede ser la clave?; El guiño quizás Los Simpson cuando Feathers activa en el Norbot el modo EVIL, como en uno d ellos clásicos episodios de la serie de Matt Groening con un muñeco de Krusty; La visión abracadabrante del ejército de Norbots, para luego verlos bajar en sinérgica coreografía de la furgo con sus patinetes para currar; Elk montaje delirante de los trabajos que hacen los Norbots en diferentes jardines; Ese desván emulando al Infierno, con los decenas de Norbots trabajando en medio de calderas con acero hirviendo, con un entramado de andamios por los que se mueven armónicamente los Norbots; El juego de Rube Goldberg para levantarse desmantelado pero sufriéndolo Wallace; La aparición del submarino creado por los Norbots apareciendo en el estanque del zoo, para luego pasar revista Feathers  a su tropa de Norbots mientras uno de ellos toca la gaita (a este lo tira al agua Feathers), para subirse a la nave Feathers disfrazándose hábilmente de gallo (se pone un guante rojo en la cabeza); El corte de pelo que un Norbot reseteado le hace al león del zoo; La furgo de Wallace y Gromit, ahora ‘tuneada’ por Feathers (le han quitado las ruedas y es impulsada por decenas de Norbots; Ese supuesto Norbot salvador que entra en el armario con Wallace y Gromit amarrados, pero este tiene programado limpiar y pasa de ellos y coge el aspirador; El vehículo creado por el ingenio de Wallace que les sirve para escapar del armario, con el soplador de aire de jardín; La entrada en acción de las barcazas de canal, en un gag muy jocoso, cuando hay un edición frenética de como los ponen en marcha unos y otros, y cuando vemos la velocidad es entre lenta y parada (les adelanta una viejecita paseando a su perrito (este gag sacado directamente de la serie de humor negro “Zomboat”); Empieza el ataque de Feathers contra Wallace y Gromit lanzándole macetas, pero hay contraataque con el invento exprés de Wallace con una máquina para lanzar botas (¿?); Wallace haciendo improvisado esquí acuático y también terrestre; El clímax ‘misionimposiblenesco’ con al barcaza sobre un puente descarrilando a punto de caer al vacío con Gromit colgando de un extremo; Gromit cayendo al vacío, y siendo salvado en el último segundo por una cadena numerosa de Norbots que lo agarran milagrosamente; ‘Pero hay algunas cosas que una máquina no puede hacer, eh amigo?’, le dice Wallace a Gromit mientras le acaricia.

 

Una delicia de película para toda la familia. Gloria Ucrania!!!

 

PD. Film nominado en categorías de largometraje de animación en los Oscar, Premios Globo de Oro, los BAFTA y los Premios Annie.

lunes, 20 de enero de 2025

 

CARMEN (1918)


Sugestiva versión de la mítica novela de Prosper Mérimée de 1845. Primera gran producción del legendario director berlinés Ernst Lubitsch, protagonizada pro su actriz fetiche, la polaca Pola Negri como la icónica femme fatale titular, en rol de Don José Navarro está Harry Liedtke y Leopold von Ledebur como García. Al igual que la ópera Carmen de Bizet de 1875, esta película solo adapta la tercera parte de la novela corta de Mérimée y transforma al personaje de Don José al comienzo de la historia de bandido en fuga a hombre honesto enamorado de su novia de la infancia. En 1918, ya había sido llevada a la pantalla por Cecil B. DeMille, Raoul Walsh y Charlie Chaplin (todas en 1915; la de Chaplin, en realidad, es una parodia de la de DeMille).

 

Carmen vista hoy día, más de un siglo después de su estreno luce como un símbolo adelantado a su tiempo de mujer empoderada, segura de sí m isma, autosuficiente, que ama a quien quiere y como quiere. Lubitsch aprovecha el gran presupuesto de la UFA para exponer con potencia dramática el ambiente de una barriada andaluza, ello gracias a la fenomenal miscelánea entre la cinematografía de Alfred Hansen y la dirección artística del tándem Karl Machus (“Madame Dubarry”) & Kurt Richter, con sus bulliciosas calles empinadas, laberínticas, casas, haciendas, plazas de toros y tiendas con sus rótulos en español castizo, basándose en las ilustraciones y pinturas que Gustav Doré realizó durante su viaje por la península en 1862 y a las que Lubitsch devuelve el movimiento de masas, gente vestida con los coloristas ropas campesinas españolas, incluso hay una escena de acción con un ataque de militares a unos bandoleros en la sierra, muy bien filmado para su tiempo, con una vibrante edición, probablemente influenciada por el estilo que marcó el film parteaguas “El Nacimiento de una Nación” de Griffith. Recreándose con esmero en varias secuencias con cientos de extras. Incluso Lubitsch se permite una bien manejada escena de onirismo como reflejo punzante de sentimiento de culpa alguien que va a hacer algo malo siente la presencia del símbolo de la pureza y la bondad que le observa, su novia en un efecto de doble exposición fantasmal.

 

Pola Negri (nombre verdadero Barbara Apolonia Chalupiec), llegó a Alemania en 1917 y esta es la segunda de las 6 películas que hizo en Alemania con Ernst Lubitsch, dejó Alemania en 1923 para Hollywood, donde continuaría una carrera exitosa, incluida una más con Lubitsch. Aquí demuestra su energía y sensualidad para dar vigor a una mujer fatal que lleva a los hombres a la perdición con esa fiogosa vitalidad y esos enormes ojazos, siendo claramente su rol un remedo de la bíblica Eva del Paraíso tentando a Adán.

 

‘La película muestra que Lubitsch (tenía 26 años en ese momento), tenía un estilo de filmación muy moderno y apasionante. Los fotogramas están cuidadosamente compuestos con una iluminación hábil y el punto de vista cambia constantemente de planos generales, a veces muy generales, a planos medios, a primeros planos, con una cámara muy móvil siguiendo con naturalidad a los actores mientras se mueven. La duración de los planos es a veces muy limitada, un segundo o menos, sobre todo cuando la tensión dramática está en su punto más alto hacia el final de la película. La película alterna escenas íntimas con decorados bien diseñados, escenas de grandes multitudes en la ciudad y escenas de batalla en las montañas. La escena de la batalla alterna planos muy generales con primeros planos de los toreros. La corrida de toros incluye tomas reales de un toro en una plaza de toros, aunque es obvio el actor interpreta a Escamillo y el toro no estaban allí al mismo tiempo.’

 

Tiene un comienzo extraño, pues en la copia que he visto se ve a Ernst Lubitsch en su despacho sentado fumando un cigarro (cunado todo buen cinéfilo sabe que lo que al cineasta gusta eran los puros). Tras la introducción de José en su pueblo con su abnegada madre y su cariñosa novia, este es un soldado que es enviado a Sevilla. Hay una gratuita escena de la entrada a Sevilla del ejército vitoreado por el populacho en las calles, en una recreación estupenda de la capital de Andalucia. Y entonces conocemos a la verdadera protagonista, el huracán Carmen, la vemos por primera vez coqueteando con José, mientras este lee una carta de su novia, Carmen juega con él con una rosa, el se resiste y ella le deja caer una rosa y se marcha a trabajar, entonces vemos a José que ha cogido la rosa del suelo y la huele, y ya sabemos que ha caída en sus redes y no podrá escapar, el descaro de ella lo ha atrapado. Luego está el tramo famoso en la fábrica de tabaco, ella es una mujer de armas tomar que termina peleándose con otra obrera a la que pincha con una navaja. Acaba arrestada, pero José acaba dejándola libre, ello mientras vemos como ella sigue jugando con él, mientras José le amarra las manos a la espalda le arranca de la solapa con su boca la rosa que ella le había tirado previamente y con ello él arrestado. Entonces hay una escena descacharrante de como Carmen manipula a su antojo al viscoso carcelero. Hay una escena de un sarao andaluz brillante en la festividad que transmiten los decenas y decenas de extras en el patio andaluz, y en el centro Carmen bailando sobre una mesa ante el embelesamiento de todos los hombres allí presentes. Esto hará que José tenga un fatal enfrentamiento con su superior que acaba con José unido a una banda de bandoleros de la sierra, ya en el lado oscuro, ha pasado de digno y orgulloso militar a un miserable bandolero, ello por el amor de una mujer. Aquí Lubitsch nos cuela escenas un tanto de cara a la galería, pues por ejemplo la secuencia en la playa descargando paquetes de contrabando entre el oloeaje aporta entre cero y nada. Tampoco es verisímil la forma tan rápida en que el ejército da con los bandoleros en la montaña. Aunque para lo bueno está el bélico enfrentamiento en la ladera rocosa, muy bien rodada, con docenas de jinetes por una llanura, con un batallón subiendo una ladera para enfrentarse am los bandidos. Como también son bellas las escenas de Carmen a contraluz en las cuevas; Para en el rush final llegar al clímax con la corrida de toros, en una fastuosa recreación del ambiente taurino, con mujeres con su toquilla (Carmen entre ellas), con el típico traslado del matador en calesa a la plaza ante un numeroso público que ensalza al torero. Están los peinados femeninos con caracolillos (Carmen entre ellas), con el rezo en la capilla previa al toreo, con numeroso gentío entrando a la abarrotada plaza de toros, aunque la escena del toreo en sí resulte muy torpe, pues vemos al torero Escamillo (Magnus Stifter) en una toma alejada que aparece de imagen de archivo, y cuando hay un primer plano con su capote (cogido de modo ridículo) no se ve el astado). Tras ello el desenlace esperado, sin sorpresas (*spoiler).

 

Pola Negri como Carmen es un torbellino pasional y de lujuria, sabedora de su atractivo sexual y de su desparpajo, utiliza esto como su arma de mujer para vivir la vida a su modo, actuación seductora y con magnetismo animal; Harry Liedtke hace un José que destila se run pusilánime, beuno en su faceta de pelele en manos de una mujer tsunami, aunque el actor incluso para los establecido en cine silente, se pasa de histrionismo sobreactuado; Se hecha en falta más presencia de Grete Diercks como Dolores, la némesis de Carmen, de hecho llega a desparecer de la historia de modo extraño.

 

Spoiler:

 

Rush final: Con José como bandolero junto a Carmen. El amoor de Carmen parece solo era al uniforme y termina dejando a José. Ella se enamora del famoso torero Escamillo, Carmen a va en el carruaje de Escamillo camino de una corrida de toros. Al final de la corrida, José ido de sí, se enfrenta a Carmen y cuando ella le dijo que ya no lo amaba, la apuñala hasta matarla, mientras Lubitsch corta al triunfo en la plaza de toros de Escamillo, José termina abrazado a Carmen muerta en el suelo,

 

Apareció en Arte una nueva versión restaurada y más larga. Los títulos iniciales nos dicen: " Carmen de Ernt Lubitsch se proyectó por primera vez en 1918". En 1921, el negativo original fue alterado en gran medida para la versión estadounidense de la película, Gypsy Blood. Todos los elementos supervivientes provienen del mismo negativo de cámara, que ahora se ha perdido. Solo se conservan fragmentos de la versión de distribución alemana en película de nitrato en la Deutsche Kinemathek. No hay disponible una tarjeta de censura. La base para la restauración original de la Fundación Friedrich Wilhelm Murnau en 2018 fue un duplicado de archivo incompleto en blanco y negro de los antiguos fondos del Archivo Estatal de Cine de la RDA. Otro duplicado abreviado en blanco y negro de la producción occidental de la década de 1970 con intertítulos en alemán sirve como complemento para las tomas modificadas o faltantes. Ambos materiales se almacenan ahora en el Bundesarchiv-Filmarchiv. Para la digitalización en 4k de L'immagine Ritrovata se utilizaron los materiales de los fondos de la Deutsche Kinemathek y del Bundesarchiv-Filmarchiv y se combinaron para crear una versión prácticamente completa. Los 45 títulos que faltaban se reconstruyeron a partir de los títulos Flash contenidos en el duplicado del archivo o, en caso de no existir una plantilla gráfica, se reprodujeron digitalmente a partir de notas manuscritas con una fuente similar y marcadas con FWMS. Los fragmentos de película de nitrato sirvieron como base para los materiales en blanco y negro. Estos también sirven como base para el plan de color, que, sin embargo, sigue siendo en gran parte especulativo. 


Negri y Lubitsch hicieron un total de ocho películas juntos. Además de Los ojos de la momia y Carmen, hicieron Madame DuBarry (también conocida como La pasión) y Rausch (ambas de 1919), Sumurun (también conocida como Una noche árabe) (1920), Die Bergkatze ("El gato montés") (1921), Die Flamme (1923) y El paraíso prohibido (filmada en Hollywood en 1924 para la Paramount). La colaboración de Negri con Lubitsch la convirtió en una estrella internacional, y su reputación fue tan grande que Estados Unidos finalmente levantó su embargo de películas alemanas (instituido durante la guerra) solo para satisfacer la curiosidad popular. Después del éxito de Carmen (estrenada en Estados Unidos en 1921 como Sangre gitana), Negri firmó con Paramount y llegó a Nueva York en septiembre de 1922. Rápidamente suplantó a Theda Bara como el principal símbolo sexual del cine mudo y, aunque (gracias a los caprichos de la conservación de las películas) no puedo comparar a Negri con el papel más famoso de Bara, Cleopatra, si la película sobreviviente de Bara, A Fool There Was, es un indicador, Negri estaba a años luz por encima de ella en términos de proyección de sexualidad en la pantalla.

 

Me queda un atractivo film, donde no hay aun ese genial ‘Toque Lubitsch’, pero si hay elementos del gran manejo emocional del director alemán, con dosis de la épica de las masas. Gloria Ucrania!!!

miércoles, 15 de enero de 2025

 


1883.

 

Maravillosa miniserie de tv (10 episodios cerrados) creada por el Niño Maravilla del momento en la televisión, el texano Taylor Sheridan, ello para Paramount+. Cronológicamente la primera de varias precuelas de la popular serie tv “Yellowstone” de Sheridan, en la que Kevin Costner interpreta a un ranchero del siglo XXI, sexta generación desde los fundadores (a cuyos avatares asistimos en 1883), pero puede verse independientemente. Detalla cómo los Dutton llegaron a poseer la tierra que se convirtió en el rancho titular. La serie sigue a la generación posterior a la Guerra Civil de la familia Dutton mientras abandonan Tennessee, viajan a Fort Worth, Texas, y se unen a una caravana de carretas emprende el arduo viaje hacia el oeste hasta Oregón (los Dutton nunca están en el Camino de Oregón), antes de establecerse en Montana para fundar lo que eventualmente se convertiría en el Rancho Yellowstone. Pero 1883 (Paramount+, 2021-) permite a Taylor Sheridan abordar de forma directa el género western, que en buena medida se había dibujado en varios de sus proyectos cinematográficos como Sicario (Denis Villeneuve, 2015) o Comanchería (David McKenzie, 2016). La serie sin embargo no es estrictamente dependiente del universo de Yellowstone, incluye algunas referencias los seguidores de la serie pueden reconocer, pero ofrece una historia totalmente independiente sobre los colonos del viejo Oeste, aunque mantiene, si no intensifica, esa mirada melancólica hacia un estilo clásico de narración.

 

Protagonizada por un formidable Tim McGraw, una estupenda Faith Hill, un sublime Sam Elliott, una dulce (tanto que puede empalagar) Isabel May, y un notable LaMonica Garrett.  Para presentar la nueva serie “1883” a los espectadores de “Yellowstone”, Tim McGraw y Faith Hill aparecieron como James y Margaret Dutton en escenas de flashback durante la cuarta temporada de Yellowstone para mostrar cómo era la vida en el rancho Dutton en 1893, diez años después de la llegada de la familia Dutton a Montana. Estos episodios de Yellowstone se emitieron antes del lanzamiento de “1883” en Paramount+. En una de las últimas escenas del final de la quinta temporada de Yellowstone, ‘Life Is A Promise’, Elsa Dutton, con la voz de la actriz Isabel May, regresa como narradora para resumir el futuro del rancho de Yellowstone y cómo se relaciona con la profecía de Spotted Eagle a fines de 1883. La serie tiene un tono épico y dramático, esto atomizado por la sensacional cinematografía de Ben Richardson y Christina Voros (ambos también directores de la serie), con esos infinitos paisajes de laderas, ríos, montañas, eso horizontes hacia lo desconocido, esos amaneceres. Adornada por la música de Brian Tyler y Breton Vivian (ambos también han dado melodías a “Yellowstone”), neurálgica música de orquesta que te hace estremecer en muchos momentos.

 

Un excelente western revisionista, oda a los colonizadores que poblaron USA en el SXIX, una espléndida carta de amor al Sueño Americano, reflejada en esa caravana de alemanes con rumbo a sus anhelos de un futuro mejor que entonces era Oregón, liderada por gente dura, curtida en mil batallas, que sabe de los peligros que encontraran en estas hostiles tierras del medio oeste. Bebiendo de películas clásicas como “La gran jornada” (1930) de Raoul Walsh, “Cimarrón” (1931) de Wesley Ruggles, “Caravana de paz” (1950) de John Ford, “Caravana de mujeres” (1951) de William A. Wellman, “Cimarrón” (1960) de Anthony Mann, “Camino de Oregón” (1967) de Andrew V. McLaglen, de la serie tv “Lonesome Dove” (1989) Simon Wincer.

 

Una dirección sólida de un trio que ha trabajado en “Yellowstone”, con el propio Sheridan, Ben Richardson, Christina Voros, sin ser trepidante, deja que las situaciones y los personajes vayan calando en sus virtudes y falencias que los hacen humanos, mezclando con fenomenal equilibrio el drama, la aventura, el humor, el romanticismo y la Homérica Épica en esta odisea con reminiscencias Bíblicas al Éxodo. Una serie que habla de temas universales como el valor de los que buscan nuevas metas a sus vidas, el honor, el orgullo, la unión familiar, la solidaridad, el sacrificio, el suicidio cuando has perdido toda esperanza, el respeto a otras civilizaciones-culturas, el amor a la vida. Ello ahondando en el pasado de la nación más poderosa del mundo y como creció con gentes con mucho coraje.

 

Donde están todos los elementos inherentes al género, como tiroteos, caravanas, nativos asaltando caravanas, enfrentamientos a caballo tensos, caza de búfalos, paisajes inhóspitos, cruzar ríos imposibles con (otra vez) caravanas, picaduras de serpiente cascabel, cuatreros, muertes, y todo ello narrado con frescura. Con sub tramas con sustancia, llamando la atención por esos europeos recién llegados que desconocen el terreno, pero tienen el sueño de un mejor amanecer en la Tierra Prometida, sin maldad ninguna, sin pensar en los peligros que les acechan, solo con la promesa de esa Canaan. Todo en una evolución pétrea, donde las dificultades van sucediéndose de forma natural, dónde hay diferentes opiniones sobre cómo afrontarlas, provocando dilemas morales, pero dónde nadie tiene la razón absoluta. Todo para desembocar en un rush final nada complaciente, una conclusión valiente, que marca el tono realista de la serie, este es un viaje dónde quizás sean pocos o ninguno el que alcance la meta, dejándote un poso de amargura en su broche estremecedor final.

 

Lo más discutible de la serie es que la voz narradora en off sea la joven Elsa Dutton (May), entiendo que Sheridan lo hace para dar voz a las marginadas en la Conquista del Oeste de la mujer, a la vez de para impregnar con límpida inocencia la historia. Pero termina por su omnipresencia por ser cargante en muchos momentos, pues además su prosa resulta poco verosímil en una chica de 18 años sin apenas estudios. Isabel May tiene un encanto y belleza fulgentes en sus cabellos rubios incandescentes, su sonrisa seduce, pero al querer ponerla tan adelantada a su tiempo en sus ansias de empoderamiento femenino siento se excede Sheridan. Resto es muy bueno, con unas caracterizaciones y actuaciones vigorosas.

 

El mejor de todos es un Sam Elliott como Shea, un veterano cowboy, ajado en mil batallas. Empleado de la Agencia Pinkerton lidera la expedición. Ex capitán que sirvió en el Ejército de la Unión durante la Guerra Civil estadounidense. Su esposa Helen y su hija mueren de viruela justo antes del inicio de la expedición. Mientras lamentaba sus muertes, las incineró prendiendo fuego a su casa y contempló el suicidio, fue interrumpido por la llegada de Thomas. Una carismática interpretación con 76 años demuestra un temple y fuerza impresionante, lo ves y sientes estar frente al wild west, con esos andares de vaquero, con esos párpados caídos, esa mirada cansada, fabuloso. Es el guía de esta manada a Oregón, duro, rígido. Tiene una gran química con Tim McGraw. El final de su personaje es de los que cala; Precisamente Tim es el otro gran vértice, actor desconocido para mí (cantante country de éxito con dos Grammys), ejerce de macho alfa que irradia carácter, fuerza de voluntad, seguridad en sí mismo, destilando un gran amor por su familia, sientes te va a proteger siempre, muy bueno. Encarna a James Dillard Dutton, bisabuelo de John Dutton III (Kevin Costner en “Yellowstone”). Tiene una entrañable compenetración con Faith Hill e Isabel May; Faith Hill es la que da vida a la matriarca Dutton, es la pareja real de Mcgraw (los dos cantantes country), entre los dos fluye un gran cariño, con momentos en los que saltan chispas dramáticas en sus choques, la actriz desborda personalidad, de esas mujeres duras hechas para momentos duros, excelente; Isabel May como Elsa Dutton, hija de los Dutton, demuestra una gran curiosidad e inquietud por todo lo que ve a su alrededor, sus padres la alientan, con ello se convierte en una gran cowboy, tiene una gran energía, simpatía, tiene una gran expresividad. Aunque, como ya he mencionado puede ser el punto más débil, porque no me es creíble su comportamiento cuando llega a cierto punto, no me la creo enamorándose de un nativo y los padres aceptándolo como si nada, o su modo de vestir con pantalones indios, y esto ‘coronado’ por la demasiado poética forma de expresarse en off. Aunque esto se olvida en el fascinante capítulo final.

 

Aparte de eso, sin embargo, la chica, a la que apodarán Rayo Rubio (Lightning Yellow Hair) se muestra como una joven remangada, sin miedo, que todavía, por su juventud, puede permitirse ver el viaje como aventura emocionante más que como valle de lágrimas. También es de las que cambia rápidamente el vestido por los pantalones de montar y se arrima a los hombres que le gustan, por poco que a sus padres les plazca.

 

LaMonica Garrett como Thomas, agente de Pinkerton y sargento veterano del ejército de los EE. UU. de un regimiento de soldados de Buffalo. Se une a Shea Brennan para ayudar a guiar al grupo. Thomas es un hábil hombre de la frontera, comienza una relación con Noemi, viuda de la caravana, tiene poca cancha, pero la aprovecha para dejar una actuación notable, sobre todo en la química con Elliott; Marc Rissmann como Josef, inmigrante alemán (no hablan alemán, sino algún idioma de Europa del Este), está casado con Risa y trabajó como carpintero antes de viajar a Estados Unidos. Ayuda a la expedición sirviendo como intérprete para su grupo y como enlace entre los estadounidenses y los inmigrantes. Da una buena interpretación; Martin Sensmeier como Sam, hábil guerrero comanche leal a Quanah Parker, entabla una relación con Elsa. Actuación simplemente cumplidora.

 

Hay estrellas invitadas: Billy Bob Thornton como el alguacil Jim Courtright; Tom Hanks como el general George Meade. En un flashback de la batalla de Antietam, consuela a James Dutton después que muchos de sus compañeros soldados mueren, antes de que este último sea tomado prisionero. La esposa de Hanks, Rita Wilson, interpreta a Carolyn, la tendera; Graham Greene como Spotted Eagle, anciano Cuervo que ayuda a Elsa y que también le indica a James el Valle Paraíso, el destino final de la familia Dutton; Taylor Sheridan como Charles "Charlie" Goodnight, ranchero que cazaladrones de ganado.

 

Las escenas que se desarrollan en centros urbanos se filmaron en Dallas, Texas, Fort Worth, Texas y Granbury, Texas. Además, se construyó una nueva ciudad permanente del Oeste con 26 estructuras en el Yellowstone Film Ranch. Las escenas rurales se filmaron en una variedad de lugares, principalmente en Texas. Las escenas del Dutton Ranch se filmaron en el verdadero Chief Joseph Ranch en Darby, Montana; la enorme casa también se usa para la serie "Yellowstone".

 

Sin duda alguna, la mejor película de western del SXXI. Ya sé que es una miniserie, pero como el propio Sheridan conjsidera esto es un film de 10 horas. Gloria Ucrania!!!

lunes, 13 de enero de 2025

 


ROCKY IV

 

Todo un placer culpable esta entretenidilla película. Siguiendo con mi miniciclo de revisar esta saga pugilística que tan buenos ratos me dio en los 80, he llegado a esta cuarta parte. Y lo he hecho viendo el montaje del director estrenado en 2021 (Rocky vs Drago), donde se alteran algunos elementos, como anular casi por completo la presencia de Brigitte Nielsen, entiéndanse que entonces era su pareja y ahora hace décadas se divorció de ella. Se anula la presencia del robot y con él el alivio cómico de Burt Young (esto al parecer para no pagar royalties al creador del invento). Así como aumentar el prólogo de recuerdo de la tercera parte. También se potencian secuencias de la relación de Apollo con Rocky. La pelea entre Apollo e Ivan tiene más cancha. La secuencia del funeral es más extensa, dando cabida al discurso de su entrenador Tony Duke. Sólo hay dos escenas realmente nuevas, una al principio donde Apollo le dice a Rocky que quiere pelear contra Drago y la escena del comité de competición de boxeo que aparecía en los trailers de la época, pero no aportan demasiado con respecto a lo que anulan.

 

Cinta escrita, dirigida y protagonizada por Sylvester Stallone, volviendo en los roles habituales de la franquicia Talia Shire como la enternecedora esposa del protagonista, Burt Young como su ocioso cuñado, Carl Weathers como fiel amigo de combates, y en nuevos papeles Dolph Lundgren como el villano de turno y encarnando a una máquina de matar con guantes soviético, en su debut en cine. Historia que recoge el espíritu de la era Reagan de los 80 en su lucha contra la Unión Soviética, la Guerra Fría sobre un cuadrilátero representada en este boxeador prefabricado por el estado frente al luchador hecho a sí mismo, epítome del individualismo estadounidense. Como entretenimiento vacío de contenido tiene mucho éxito, en base a una labor cercana al encadenamiento de videoclips con montajes bien trenzados, un metraje fuera de lugar (para bien) para nuestro tiempo (todo lo que sea menos de dos horas y media es poco), apenas hora y media (prácticamente el mismo en la edición teatral que en el corte del director), que no pierde tiempo en estancamientos, siempre va hacia adelante, con gran ritmo, trepidante, ayudado por una edición y una música electrizante.

 

Todo ello en medio de un argumento calcado a las anteriores, sobre todo al de la tercera, sigue el mismo patrón, pero todo aumentado. Tenemos a Rocky queriendo dejar el ring, pero un ‘herculeano’ adversario le reta, entre medias hay una muerte trágica que remueve la conciencia de Rocky y le hace volver al cuadrilátero para pelear con su némesis en el clímax del film. Hay por el camino alguien que se toma a coña su entrenamiento y tiene sus consecuencias, para en la parte final haber un entrenamiento rudimentario, como en todas las partes anteriores, como en la tercera ya alejados de Filadelfia, esta vez el clásico éxtasis con los brazos en alto, esta vez se da sobre la cima de una nevada montaña, y también tenemos a su Aderian ejerciendo de terapeuta para anular sus dudas (cuando antes ella renegaba de lo tóxica de ansiar venganza, y Rocky vuelve a utiliza el manido un hombre tiene que hacer, lo que tiene que hacer, y ella es mujer. Y en las dos peleas que hay se destaca una gran labor en la coreografía, cargada de realismo, de hecho, hubo problemas por ello en su filmación, Weathers se enfadó y estuvo a punto de dejar el rodaje por cómo era golpeado, y Stallone estuvo ingresado por los golpes recibidos, y es que la sensación de realismo es salvaje en cómo los golpes impactan y salta el sudor de los cuerpos, impactante.

 

Obra con sus deficiencias notorias, se nota un auto plagio, en vez de Clubber Lang es ahora nada menos que la URSS representada en este Terminator cuasi perfecto en su figura de estatua griega apolínea, perfecto para un clásico David vs Goliat, el Mal vs el Bien. Ello con ingenio al no caricaturizar en exceso a los malísimos, se les da carácter. Aquí ya no hay evolución de personalidad de Rocky, solo es otra pelea vengadora más del italoamericano, con otro clásico discurso motivador de Adrian a su amado Rocky, nada nuevo bajo el sol, el mismo molde, pero esta vez Rocky embistiendo al Mundo Libre, por si fuera poco esto, con los shorts de las barras y estrellas frente al púgil de pantalón rojo que es el Demonio Comunista.

 

Es un puro pasarratos sin capacidad de profundidad alguna, donde sobra el discurso final de Rocky, cae en un buenismo rancio. Es la travesía de una saga desde la oscarizada primera parte sobre un adorable perdedor que tiene su oportunidad de alcanzar el Sueño Americano, a ser un blockbuster ochentero que destrozó taquillas, un protagonista ahora símbolo de una nación, un héroe de masas millonario, Sly solo buscaba llenar butacas y a fe que Stallone supo que resortes tocar para hacer el mismo Rocky III con algunos cambios y que los espectadores cayeran rendidos a sus pies, aquí no hay complejidades o sutilidad, todo es diáfano y directo. Fue la Rocky de mayor éxito comercial de todas, recaudó 300 millones de dólares. Al menos en los EE. UU., las únicas películas que recaudaron más dinero en 1985 fueron “Regreso al futuro” y “Rambo: First Blood Part II”, en la que también actuó Stallone (el gran año del actor), también peleando contra los soviéticos en una soterrada Guerra Fría.

 

Es un film donde Sly porfía bastante en que los montajes hagan de motor emocional, ello ya desde su inició con un resumen de la tercera parte, hay un clásico montaje de entrenamiento (en este caso dual) y hay mucho trabajo de montaje incluso en la pelea final. Hay una formidable escenificación show en la previa del enfrentamiento de Apollo contra Ivan Drago, brillante parodia de los abigarrados espectáculos chauvinistas estadounidenses. El púgil soviético espera en el cuadrilátero, este ring se eleva y emerge en la arena. Allí hay un estruendoso número musical en medio de un lugar atestado de público que vitorea a la bandera de Barra y estrellas, y aparece Apollo disfrazado de suigéneris Tío Sam, y escuchamos al clásico ‘Living in América’ cantado en persona por el Rey del Soul James Brown, mientras Apolo se pavonea por el escenario cual pavo real, Brillante en su exceso.

 

Está la tragedia que ejerce de elemento para empatizar con el sufrimiento interior de Rocky, como en la tercera parte. Y la acción se traslada a la URSS (en realidad Wyoming para las escenas de las montañas nevadas, y Vancouver para la arena de Moscú), nada mejor que colocar al héroe en el campo rival para que su combate sea aún más desigual. Tenemos la ya mencionada edición entre el entrenamiento rudimentario de Rocky y el de un Drago que lo hace con la última tecnología en un gimnasio (en realidad en California), ello utilizando máquinas Nautilus computarizadas; incluso con inyecciones que sugieren doping (esto nada lejos de la realidad, si tenemos en cuenta que Rusia tiene ahora mismo un castigo de no participar en Olimpiadas por tener un sistema de dopaje estatal), donde la cámara se deleita con la perfección de la musculatura y facciones de este adonis; mientras Rocky corre por un manto de nieve espeso, corta troncos, levanta árboles, mueve trineos cargados de gente, y sube una cresta de montaña, todo al ritmo de una electrizante música.

 

En el clímax por supuesto está el combate épico entre USA vs URSS, en una arena rebosante de enfervorecido público, para más presión hay un nutrido palco con el Politburó, con Gorbachov de líder. Y llega la colosal pelea, de una atavismo y brutalidad doliente, reflejada con un vigor apabullante gracias a la miscelánea entre la fotografía de Bill Butler “Deliverance” o “Rocky”) y la vibrante edición de John W. Wheeler (“El último testigo” o “Star Trek: Primer contacto & Don Zimmerman (“Rocky III” o “Men In Black 3”), aportando un brío y energía palpitant4 en cada puñetazo. Nada sorprende, pero como competente pasarratos cumple con creces en una sensacional lucha de titanes, con varios vaivenes en quien va ganando. Y habiendo alguna salida de tono que sobra (*spoiler), con la batalla entre las cuerdas hay suficiente sustancia como para incorporar clichés rancios.

 

Stallone da bien con un papel con el que ya se ha mimetizado, simplemente es Rocky, aquí sin aristas, sin complejidades, no hay atisbo de querer mirar en los márgenes de su personaje, es simplemente un vengador aquí; El sueco Dolph Lundgren a sus 28 años debuta en cine con el icónico y lacónico Ivan Drago (Dolph Lundgren), ha hecho desde entonces más de 80 películas, pero solo será recordado por este imponente villano, dueño de un físico que parece hecho por un escultor heleno, un cuasi robot que te crees su poderosa fuerza, un púgil frío, hierático, apenas habla, solo suelta unas pocas frases arrogantes. La cinematografía se deleita de modo cuasi onanístico con su figura. Y en la acción resulta un Terminator, con una fisicidad y expresividad en el tartán notable en la interacción con Sly. Cumple con creces lo que se le pide, aunque nadie busque traumas o algo de profundidad en su rol plano, si acaso su dependencia de su esposa (en la versión del director bastante atenuada en favor del comisario político que lo acompaña).

 

Uno de los elementos fundamentales de la saga es el manejo hábil de la música como impulsora de emociones, aquí de modo disfuncional con respecto al resto es compuesta por Vince DiCola, quien más tarde compondría la música de Transformers: La Película. Rocky IV es la única película de la serie anterior a Creed que no presenta música original de Bill Conti; sin embargo, presenta arreglos de temas compuestos por Conti de películas anteriores de la serie, como "The Final Bell". Conti, no pudo participar por estar inmerso en otra saga de duelos de lucha, la de karate Kid. Por supuesto está presente el icónico ‘Eye ofd the tiger” de Survivor, también ‘Burning heart’, del mismo.

 

Spoiler:

 

*La salida de tono que me hace torcer el ceño es cuando el público de buenas a primeras comienza a animar a Rocky gritando su nombre, esto sin venir a cuento, intentan que veamos como el púgil estadounidense se ha ganado con su pundonor a los soviéticos, pero esto es nada creíble, se nota un pegote que resta sin sentido. En este sentido tampoco es de recibo que el comisario político se acerque a Ivan a ordenarle que derribe ya a Rocky, como si este no quisiera, y ya el colmo es ver a Drago levantar a este enfurecido, esto queda muy caricaturesco, son elementos forzados para que en contraposición nos caiga más simpático Rocky, como si lo visto hasta entonces no fuera suficiente. El colmo es escuchar a Ivan decir que va a ganar por él mismo, en claro alegato individualista en contra de la idea colectivista comunista, es el triple salto mortal innecesario en como hacer un guiñol del villano.

 

Un clásico ochentero palomitero, tan hueco como entretenidillo, y con el valor de despertar en mi la nostalgia de mi adolescencia pasarratos. Gloria Ucrania!!!

 

jueves, 9 de enero de 2025

 


GLADIATOR 2.


Decepción Kolossal esta secuela tardía del mega éxito peplum del año 2000. Tantos años hablándose de su continuación, esperaba que saliera algo disfrutable, si no a la altura del original, al menos satisfactorio, pero mi gozo en un pozo. Y es que estando a los mandos el productor y director de la primigenia Ridley Scott (hay que alabar que a sus 86 años aun siga con ganas de trabajar), esperaba mucho, pues es especialista en manejar con brillo los grandes presupuestos, aquí alrededor de los 300 millones $. Pero me he vuelto a topar con la misma piedra con este realizador, prolífico hasta hacer casi una película por año, por en medio produce series televisivas, y es que hace mucho que sus producciones parecen hechas al ralentí, sin fuerza, sin punch, adolecen de guiones con fuerza dramática, epítome de ello es este pastiche, un refrito que intenta plagiar (para obtener réditos seguros) la estructura de la del 2000, cambiando algunas cosas, pero en esencia la misma historia, con una batalla inicial, un romano apresado que se convierte en gladiador, ascenso mediante enfrentamientos en la arena hasta llegar al Coliseo de Roma, por en medio alguna intriga por el poder del Imperio, con ahora en vez de un emperador indolente, son dos hermanos, habiendo esta vez un villano sibilino que se esconde en la sombra del poder hasta poder asaltarla. Pero todo ello sintiéndose ajado y sin emoción mínima. Nada de sus taras se las achaco a las licencias y alteraciones en la historia, esto es puro entretenimiento, y no busco eso.

 

El guion de David Scarpa (“American Gangster”) basada en una historia que escribió con Peter Craig (“The Batman”) es uno de los defectos, pues hace un trabajo pésimo a la hora de que empaticemos con los personajes, que nos importe lo que les pase, algo que el guion de la antigua si conseguía desde el comienzo, luego la travesía dual entre el ascenso del gladiador y las conspiraciones por el poder resultan pobres, sin garra alguna. La acción se sucede sin más imaginación que la exageración hiperbólica cuasi caricaturesca, la batalla del principio que apunta mucho en el trailer se queda cuasi in media res al cortarla mientras se produce. Los enfrentamientos en la arena son particularmente comicqueros, tenemos una lucha con monos babuinos que aparecen drogados en su salvajismo, un rinoceronte amaestrado para ser montado y una batalla naval en el Coliseo con tiburones en las aguas, todos estos animales debidamente creados por desnaturalizadores CGI, que quitan el encanto natural. Solo se puede medio recordar el duelo entre el protagonista y Pascal, pero más por el carisma de del segundo, que por una corografía atractiva. Todo para desembocar en un rush final caótico y risible en su épica inverosimilitud, una falta de respeto al espectador.

 

Falta algún momento emotivo a la altura épica de los discursos de Máximo Décimo Meridio, tanto es así que solo saben tirar de los leit motives de este recordando sus frases para dar algo de empaque. Carece de un villano arrollador como Joaquin Phoenix, pues por mucho que sea un grandioso actor Denzel Washington, me ha resultado pasado de vueltas, sobreactuado en su petulancia altiva, irritante; Y ante todo careciendo de un protagonista Totémico como lo fue Russell Crowe, aquí se émulo es un anti carismático Paul Mescal, la antítesis de alguien con carácter, nulo en carácter, más plano que el encefalograma de Julio Cesar. No ayuda lo pesimamente que está escrito. Nunca sientes se mueva por venganza de la muerte de su mujer, como no entiendes porque es tan bueno en la arena, Maximo era general romano, este es un Don Nadie. Luego está su odia a Roma, cuando él es romano, teniendo unos vaivenes de cambio de opiniones repentinas que hacen pensar en un problema de bipolaridad; El único que aporta personalidad y dimensión humana es el chileno Pedro Pascal, pero el libreto margina de modo fachoso; Los actores que dan vida a los bufonescos emperadores Geta y Caracalla son Joseph Quinn y Fred Hechinger, especie de cruce entre Calígula y Neron, tanto monta uno como el otro en su infantilismo grotesco; Solo repiten de la de hace 24 años Connie Nielsen (atascada de bótox en su rostro), única mujer con rol en la película, con un personaje florero, que intenta tener hondura, pero por lo mal delineado queda atrofiado, importándome un bledo lo que le pase. Tenemos que entender que esta lumbrera, cuando muere el Emperador Cómodo, ella lo envía lejos de Roma para protegerlo. Pero que insulto a la inteligencia es esta! El niño Lucio, cuando muere su tío Cómodo, pasa automáticamente a ser Emperador, por que debería huir!!!??? Y luego pasan décadas y la madre no se ha preocupado por él (¿?); El otro de vuelta es Derek Jakobi (86 años tiene), con una presencia de poco más que cameo.

 

La película se desarrolla un par de décadas después de la muerte de Maximus. Lucius (Paul Mescal), hijo de Lucilla (Connie Nielsen) y antiguo heredero del Imperio Romano, ha estado viviendo en el exilio con su esposa en la provincia de Numidia. Junto a sus compañeros, luchan por proteger su hogar de ser colonizado por los romanos, han estado expandiendo agresivamente su dominio por todo el mundo. Cuando el ejército liderado por Marcus Acacius (Pedro Pascal) finalmente invade y captura la tierra, Lucius es tomado prisionero como esclavo y llevado de regreso a Roma contra su voluntad. Pronto se ve obligado a convertirse en gladiador para luchar por su libertad y vengar el asesinato de su esposa en el contexto de un imperio políticamente inestable.

 

Relato liso como un folio, adoleciendo de alma los personajes, meros clichés con patas, con los que jamás conectas. Tiene diálogos hueros, que solo tiene sentido comercial en la búsqueda del espectador nostálgico con la del 2000. En la del pasado sabemos hay un usurpador en el trono, que ha asesinado a ala familia del verdadero heredero, en esta la vendetta es porque en una batalla ha muerto la amada del gladiator, algo común en las guerras, no hay componente de ira en ello. Los emperadores gemelos que vemos, no sabemos de cómo han llegado al trono, por lo que no sabemos sin son legítimos o no. Tampoco sabemos porque lo de querer hacer el golpe de estado, pues nunca vemos el pueblo esté en la miseria o viviendo en la injusticia, esto se debe presuponer y punto. Esto hace que no haya anclaje emocional alguno, todo sea impostado. El liderazgo en la arena de Maximo se entiende por ser un gran militar, el de este Lucio es mero artificio, de hecho, no tiene siquiera un amigo con carácter en la arena, como si lo tenía máximo en el personaje encarnado por Hounsou. Tendrá un amigo en un médico de gladiadores (Ravi por Alexander Karim), pero más parece el guía turístico para recordar a Maximo. La sub trama de Lucio con su madre Lucilla resulta grimante en cómo se desarrolla a trompicones. En la primera el ascenso de Maximo se entrelazaba de modo majestuoso a como se tambaleaba el trono de Comodo, mientras en esta esto está metido con fórceps. La sub trama de Macrino (Washington) de ladino Pepito Grillo de los emperadores resulta chusca en su simplicidad increíble.

 

Lo bueno (no todo es desechable): “Gladiator II” comienza con un precioso resumen pictórico de la primera película sobre créditos iniciales sirve como resumen y prefiguración de los contrastes que el público inevitablemente hará entre la original y su continuación; A pesar de cortarla, la batalla por Numidia (tomada por Roma siglos antes) es espectacular, con esa combinación de navíos atacando las murallas, las torres que se despliegan, las catapultas con bolas de fuego, formidable; Las fascinantes tomas panorámicas en alto de la Roma Imperial; Apoteósica la imagen de un gladiador montado de pie sobre un rinoceronte gigante, lástima que tras esto la escena se resuelva de modo tan de bajón; Tiene su punto el tramo en el Coliseo de la naumaquia, pero al colocar tiburones n el agua, la cosa desbarra hasta lo fachoso. Hay una serie de tv de este mismo año, “Those about to die", enmarcada también en el Imperio de Roma, con una escena similar, pero mucho mejor expuesta.

 

Hay situaciones que se cortan de modo abrupto y sonrojante, como cuando vemos al pueblo rebelarse contra el Emperador, vemos peleas nocturnas, no sabemos cómo acaba esto, pero a la siguiente escena ya no se vuelve a hablar de esto; También interesante el (ya mencionado) duelo de Lucio contra Acacio (Pascal).

 

Para más inri, el compositor aquí ha cambiado de Hans Zimmer con su mítico tema con Lisa Gerard, a Harry Gregson-Williams (“Man on Fire” o “Kingdom of Heaven”), que es un gran músico, pero aquí parece ir con el frno d eman o echado, quizás superado por tener la sombra de la BSO de Zimmer encima, perom su trabajo es d elo más anodino. 

 

Spoiler:

 

El protagonista Lucio resulta un personaje errático en su personalidad. Al principio desea destruir Roma, para sin solución de continuidad desea ser su salvador elegiaco. Esto mediante discursos vacíos, pero por imperativo del guion termina siendo líder de una revuelta absurda. Asimismo Lucio pasa de no querer reconocer a su madre a adorarla e modo superlativo.

 

El modo de amotinarse los gladiadores en el Coliseo resulta de un modo burlesco. Pero que nadie en el Coliseo se entere justo antes de comenzar oro espectáculo es de traca. Ver a los gladiadores salir a la arena para pelear con la guardia pretoriana  que va a ajusticiar a los rebeldes es propio de un mal peplum sesentero. Pero es que nos cuelan el clímax con Lucio peleando contra Macrino a las puertas de Roma, ante dos ejércitos, uno que va atacar Roma y el otro a defenderla, y los dos bandos se paran frente a frente a ver el duelo. Esta vez el protagonista vence y mata a Macrino, no iba a morir en las dos, ya mí me emociona entre el zero y la más absoluta nada. Tras ello Lucio da un discurso lleno de lugares comunes, sin chicha, tras lo que ambos bandos lo vitorean. Hay un epílogo con Lucio en la arena del Coliseo cogiendo arena del suelo, cual emulando a Maximo que esto hacía antes de cada pelea, hace una exhortación a este y fin. Puaj!

 

Por cierto, menudo rol de psicópata empericida de Denzel, se carga a los dos emperadores gemelos. Y con que autoridad Macrino iba a coger el trono de Roma?

 

Algunas inexactitudes incluyen el asedio de una ciudad númida por trirremes romanos y la presencia de tiburones en una naumaquia. Numidia ya había sido parte del Imperio Romano durante unos 250 años durante el reinado de Caracalla; Al mismo tiempo, los babuinos y un rinoceronte exhibidos en la arena del Coliseo están atestiguados históricamente, aunque no hay registro de gladiadores montando un rinoceronte; Antes de la batalla naval recreada en el Coliseo, el locutor afirma que los gladiadores recrearían la Batalla de Salamina entre los troyanos y los persas. En realidad, la Batalla de Salamina se libró en el año 480 a. C. entre las ciudades-estado griegas y los persas, sin participación de los troyanos; El verdadero Macrino fue un prefecto pretoriano de ascendencia bereber del norte de África que se convirtió en emperador romano en el año 217 d. C. después de conspirar contra Caracalla y hacerlo asesinar. No fue esclavo de Marco Aurelio y nunca entrenó gladiadores; Los emperadores Geta y Caracalla no eran gemelos (Caracalla era aproximadamente un año mayor que Geta). Lucio Vero fue emperador romano desde el año 161 d. C. hasta su muerte en el año 169 d. C., junto con su hermano adoptivo Marco Aurelio; El personaje de Lucila también está basado en una figura histórica real. La Lucila de la vida real era hija de Marco Aurelio y esposa de Lucio Vero. Uno de sus hijos se llamaba Lucio Vero; Caracalla, tras convertirse en emperador único, nombra cónsul a su mono mascota. No hay evidencia histórica de que esto sucediera. Posiblemente esto se inspiró en el emperador romano Calígula, quien, según Suetonio, tenía la intención de nombrar cónsul a su caballo Incitatus.

 

De juzgado de guardia que Ridley tire piedras contra su tejado con este olvidable film. Gloria Ucrania!!!

 

Realmente hubo un Macrino, nacido en lo que hoy es Argelia; fue el primer emperador romano (217-218) que nunca visitó Roma durante su reinado. Fue Imperator por imposición del ejército, no del senado, sucediendo a Caracalla, asesinado por Julio Marcial, dentro de la conspiración auspiciada por Macrino.