domingo, 26 de mayo de 2024

 


VIVIR.

 

Con motivo del 30 aniversario de este film chino (17/05/1994) me lo he visto, encontrándome una película entrañable, sin caer en la sensiblería barata en el lienzo de una familia ordinaria china a lo largo de varias décadas donde los cambios en el país de la Gran muralla fueron constantes, en realidad un melodrama con tintes telenovelesco, no es maravillosa, pero si deja huella sensible. Dirige Zhang Yimou, adaptando el guion de Yu Hua (“Guo nian hui jia”) y Wei Lu (“Adiós a mi concubina”), basado en la novela homónima de Yu Hua, tomando como excusa una familia común china se hace un recorrido desde los años 40 a los 70, la familia protagónica afronta los cambios, las desdichas y las alegrías que les depara la vida a través de tres grandes etapas de la historia del país: los últimos años de la Guerra Civil (1927-1950), el Gran Salto Adelante (1950-60) y la Revolución Cultural (1966-69). Protagonizada por Ge You y Gong Li, en su séptima colaboración con el director Zhang Yimou (su marido entonces). El tema de la novela es la capacidad de soportar el sufrimiento y la actitud optimista ante el mundo, se esconde en estas pequeñas personas que están indefensas ante su propio destino, pero que aun así viven con fuerza. En ese periodo el país va a vivir profundos cambios, la Guerra Civil, el advenimiento del comunismo y el nuevo orden de la maoísta Revolución Cultural en la década de 1960, y estos vaivenes los sufrirá la prole protagonista, intentando salir adelante superando las trabas de la vida.

 

Tratando temas como la ludopatía, el amor, los lazos familiares (trémulo como descubre el padre Xu que su hijo Xu Youqing [Deng Fei]). no es un travieso al que hay que castigar, todo lo ha hecho por amor a su hermanita muida), el paso lapidario del tiempo, la pérdida de seres queridos, los sacrificios por un bien mayor, y sobre todo la supervivencia. Un recorrido vital que atrapa en la humanidad que transpiran los personajes, todos imperfectos, falibles, con ilusiones, con esperanzas, y siempre padeciendo los infortunios del destino.

 

El director da una visión ácida de los cambios sufridos en el país de la Gran Muralla, da un enfoque agrio sobre los cambios, como es el miedo de los civiles a ser perseguidos por su pasado (ese hombre que quema su gran casa para no se la arrebate el estado), hasta por tener marionetas, se remarca caricaturizando el culto religioso a Mao, e incluso se arremete contra la Revolución Cultural que eliminó del sistema a gente con carreras, como médicos, solo por estar ‘sobre-educados’ (¿?), somos testigos del histerismo de turbas justiciero-inquisidoras. Por ello la Administración Estatal de Radio, Cine y Televisión de China le negó a la película su estreno en cines en China continental debido a su descripción crítica de las políticas y campañas.

 

En la década de 1940, Xu Fugui (You Ge), hijo de un hombre rico y jugador compulsivo, pierde la propiedad de su familia ante un hombre llamado Long'er (Dahong Ni). Su padre (Zongluo Huang) muere después de ceder la casa familiar a Long'er, y su esposa Jiazhen (Gong Li) lo deja, junto con su hija, Fengxia (Lo Zhang de niña), y su hijo por nacer, Youqing. Long'er, sin embargo, le da a Fugui un juego de marionetas de sombras. Forma un grupo de títeres de sombras con un compañero llamado Chunsheng (Tau Guo). La Guerra Civil China está ocurriendo en ese momento, y Fugui y Chunsheng son reclutados en las fuerzas armadas de la República de China del Kuomintang durante una actuación. A mitad de la guerra, los dos son capturados por el Ejército Popular de Liberación comunista y obtienen un certificado de elogio por interpretar sus óperas de títeres de sombras para los revolucionarios comunistas. Después de la victoria comunista, Fugui regresa a casa, solo para descubrir que debido a una fiebre que ha durado una semana, Fengxia se ha quedado muda y parcialmente sorda.

 

Historia con epicentro en una familia ordinaria, apolítica, sin más aspiración que sobrevivir, humildes trabajadores, que son arrastrados por las circunstancias. Ello narrado con naturalidad, con dosis de humor, relatado con una pizca de sutilidad irónica en detalles sobre como es la revolución

 

Una odisea en la que somos testigos de cómo la revolución se introduce en las vidas chinas. Desde La Guerra, donde Yimou nos regala un estremecedor tramo donde el objetivo del cinematógrafo Yue Lü (“La joya de Shanghái” o “Acantilado Rojo”) crea panorámicas grandiosas en la tundra helada con cientos de cadáveres sembrados por el suelo, y luego con un espectacular avance de miles de soldados comunistas cual plaga bíblica cayendo sobre tres pobres tipos; Como el gobierno maoísta cala en las gentes chinas, como hay gente ajusticiada por el ‘crimen’ de haber tenido muchas tierras, ejemplo Long’er que se las había ganado a Xu Fugui, en una turbadora escena se cruzan las miradas ambos cuando al primero lo llevan a ejecutar, Xu corre a esconderse a un callejón y desde allí oye cuatro disparos y todos sabemos lo que ha pasado; Saltamos una década a 1958 y el llamado Gran Salto Adelante, con toda la población movilizada para suministrar hierro para la industrialización masiva. China intenta hacerse con Taiwan, la China que se escindió para permanecer capitalista, y vemos una donación masiva de chatarra para ayudar al esfuerzo de guerra. Tenemos el ‘gran avance’ d ellos comedores comunales donde como todo el pueblo; Saltamos a la Revolución Cultural y ahora se considera un entretenimiento burgués las marionetas y por ello Xu debe quemarlas. Vemos como se conciertan matrimonios sin tener en cuenta lo que la mujer quiera, los padres acuerdan como algo natural el matrimonio con un hombre, en el caso del film, el nexo en común entre la pareja es que los dos tiene taras físicas, ella es muda y él es cojo (¿?).

 

Relato donde a medida que avanza la vida, aumentan los sinsabores, la perdida de una casa, el reclutamiento forzoso para la guerra, una hija se ha quedado muda, muere un hijo pequeño y en el rush final …(spoiler). Y donde el azar parece estar presente, así lo ve el protagonista que primero se infortunado por haber perdido la propiedad paterna del hogar y luego, lo ve como una bendición, la muerte de un niño sucede por azar, y la muerte de una mujer fruto de que quizás se pasaron alimentando al médico. En realidad, es solo la vida jugando a los dados. Todo hasta desembocar en un rush final a tono con el sentido del film de a cada fatalidad intentar salir a flote.

 

Hay una sub trama conmovedora Chunsheng, el mejor amigo de Xu, y como asciende en el partido, con ello se hace un hedonista de los jeeps, y como esto le sale ‘caro’. Deviniendo en una caída en el abismo de Chunsheng que tiene su zenit en la visita nocturna que le hace a Xu (spoiler), trémulo tramo.

 

Entre los defectos está que nunca sabemos que piensa el protagonista sobre los muchos cambios en su nación, parece un Forrest Gump arrollado por los acontecimientos en los que no tiene, pero tampoco tiene voz, ni voto. Me ha faltado algo de valentía ene l guion para saber lo que piensa este y no ser cual Forrest llevado por el viento de lado a lado; Asimismo, Gong Li y Ge You dan unas muy buenas actuaciones, ella con sutilidad, con encanto, con simpatía, con ternura. Él transmitiendo siempre esperanza en las peores situaciones, sabiendo emitir emociones con ese rostro tan particular que moldea tan bien. Pero entre Li y You o hay calor de amor alguno, no te crees en momento alguno que se amen, viven juntos, se compenetran, pero no hay complicidad amorosa alguna entre ambos, parecen juntos por imperativo del guion.  

 

La puesta en escena es buena, notándose que la mayoría esta filmado en unos estudios, aunque cuando hay que dar épica, Yimou lo hace en el tramo bélico, sobre todo con la ayuda de la cinematografía de Lu Jua (“La joya de Shanghai”), ofreciendo magnificencia en esta parte, así como sabiendo dar intimismo a las situaciones, manejando con tino las masas de extras, ello con patinados cálidos, sobre tonos rojos macilentos contra grises ajados; aunque lo que más huella me ha dejado en la parte ambiental es la estremecedora música de Zhao Jiping (“La linterna roja”), con predominio de una melodía que cada vez que se oye eleva los sentidos y maximiza los sentimientos con esos toques folk chinos tan delicados con esas flautas que sobrecogen y que escucho mientras escribo.

 

Spoiler:

 

Momentos recordables (aparte de los ya mencionados): La muerte de Youqing, hijito de Fuqui, aplastado en un accidente provocado por el jeep de Chunseng. A la madre desesperada no le dejan ver el cuerpo, mientras Fuqui le grita al hijo que se despierte; En el entierro Chunsheng intenta pedir perdón a sus amigos Jiazhen y Fuqui, quiere darles dinero, estos lo echan y no quieren que se acerque, ella le grita que les debe una vida. Cuando Chunseng llega al jeep comienza a darle golpes rompiendo cristales y abollándolo, y se aleja del auto diciendo que ya no quiere coches; Tiempo después, Fuqui se entera que a Chunsheng se se le acusa de reaccionario y capitalista. En la noche Chunseng va a visitar a Fuqui, le dice afuera que su esposa se ha suicidado y que él también tiene la intención de hacerlo, pero antes ha venido a darle todo el dinero que tiene en su cuenta bancaria, Fuqui no lo toma, cuando se dispone a alejarse de dentro de la casa Jiazhen le grita y ordena que viva, pues como le dijo le debe una vida, estremecedor; El tramo en que Fengxia, hija de Fuqui y Jiazhen va a dar a luz, y está en un decrépito hospital llevado por estudiantes jóvenes en medicina, los doctores han sido expulsados por contrarrevolucionarios, la educación se tilda de burguesa (Toma ahí! Sería gracioso si no fuera porque es cierto). Fuqui asustado trae a un médico (Zhao Yuxiu) que humillaban con un paseíllo por la calle con un cartel insultante, este está hambriento y Fuqui le compra siete panecillos. La joven da a luz, pero a continuación sufre una hemorragia, y las estudiantes no saben que hacer. Fuqui va a por el doctor, pero este se ha atiborrado de los panecillos y está en mal estado. Fengxia muere dejando a su hijito huérfano de madre al nacer. La familia pone al bebe Mantrou (nombre que los chinos dan a los panecillos al vapor)

 

La película termina seis años después de la muerte de Fengxia, con la familia ahora formada por Fugui, Jiazhen, su yerno Erxi y su nieto Mantou. La familia visita las tumbas de Youqing y Fengxia, donde Jiazhen, según la tradición, deja bolas de masa para su hijo. Erxi compra una caja llena de pollitos para su hijo, que deciden guardar en el cofre que antes se usaba para los accesorios de las marionetas de sombras. Cuando Mantou pregunta cuánto tiempo tardarán los polluelos en crecer, la respuesta de Fugui es una versión más moderada de algo que dijo anteriormente en la película. Expresa optimismo por el futuro de su nieto y la película termina con su afirmación: "y la vida será cada vez mejor" mientras toda la familia se sienta a comer.

 

Zhang, en una entrevista, describió utilizó diferentes elementos divergían de la novela original. El uso del juego de sombras y el teatro de marionetas tenía como objetivo enfatizar apariencia visual diferente. El final de To Live es diferente al de la novela porque Zhang quería pasar la censura en China y obtener la aprobación de la audiencia en China continental, a pesar de que la película aún no se ha proyectado públicamente en China. Por otro lado, la familia de Zhang había sufrido enormemente durante la Revolución Cultural, pero, como afirmó Zhang, aún sobrevivieron. Por lo tanto, sintió que el final del libro en el que todos los miembros de la familia de Fu Gui habían muerto no era tan razonable. Además, Zhang Yimou eligió a Ge You, famoso por sus papeles cómicos, para interpretar al protagonista, Fu Gui. De hecho, Ge You inspiró a Zhang a agregar elementos más humorísticos a la película, por lo que es más razonable no matar a todos los personajes al final.

 

Diferencias con la novela: Se trasladó el escenario de la zona rural del sur de China a una pequeña ciudad en el norte de China; Se agregaron elementos de títeres de sombras; Un símbolo de riqueza. Demuestra que está a merced de los demás y no puede hacer nada por su propio futuro; Segundo narrador y el buey no presentes en la película; Fugui tenía un sentido de idealismo político que perdió al final de la película; La novela es una retrospectiva, pero Zhang adapta la película sin el tono de recuerdo; Zhang introdujo la eliminación de la narración en primera persona de Yu Hua; Solo Fugui sobrevivió en la novela, pero Fugui, Jiazhen, Erxi y Mantou sobrevivieron en la película.

 

Para mí no es la obra maestra que algunos han visto, pero si un buen film, amén de didáctico sobre los cambios en el gigante asiático. Gloria Ucrania!!!

 


DUNE: PARTE DOS.

 

Siempre ateniéndome a lo que esperaba a tenor de su apabullante primera parte, esta segunda me ha sido decepcionante, no he leído (entono el mea culpa) el libro, pero su historia me ha resultado muy pobre, sobre todo comparándola con la espléndida primigenia. Un simplista remedo de “Tarzán”, “Lawrence de Arabia”, “Bailando con lobos”, “El último samurái”, y “Avatar”, es decir, un extranjero que se sumerge en un grupo-tribu ajena a su cultura, y que poco a poco se convierte y mimetiza con sus costumbres y rituales hasta erigirse en especie de líder por su causa, casi siempre contra un invasor. Ya me resultó ajado en la ‘cameroniana’ referida “Avatar”, no digamos si ya se repite, y encima con menos fuste y garra como comentaré más adelante.

 

Film de ciencia ficción (como el primero) dirigido y producida por Denis Villeneuve,que  coescribió el guión con Jon Spaihts (“Prometheus” o “Doctor Stranger”), secuela de Dune (2021), segunda de una adaptación en dos partes de la novela Dune de 1965 de Frank Herbert. En esta entrega sigue a Paul Atreides encarnando por Timothée Chalamet mientras se une al pueblo Fremen del planeta desértico Arrakis para librar la guerra contra la Casa Harkonnen. Teniendo un elenco numeroso de intérpretes en Rebecca Ferguson, Josh Brolin, Stellan Skarsgård, Dave Bautista, Zendaya, Charlotte Rampling y Javier Bardem repitiendo papeles de la primera película, con Austin Butler, Florence Pugh, Christopher Walken, Léa Seydoux y Souheila Yacoub uniéndose al plantel.

 

En realidad, se siente un Star Wars serio, sin comedia, adusto y solemne en sus formas, de hecho, George Lucas bebió mucho de este material literario para su saga estelar, aquí un Imperio malo, un Emperador maligno, unos rebeldes, un planeta desértico (como Tatooine), tenemos una logia religiosa con poderes sobrenaturales (los Bene Gesserits), e incluso hay revelaciones folletinescas al estilo sorpresivo de ‘Yo soy tu padre!’, aunque aquí tratado de una forma mucho más ligera.

 

Pero se anula la complejidad de la primera, con sus juegos políticos, traiciones, personajes carismáticos, villanos todopoderosos, escenarios múltiples, imaginativo armamento, imaginativos medios de transporte, vestuario impactante, aquí en el mejor de los casos es una extensión, solo estiran de la de 2021 el aspecto visual, casi nada nuevo hay que destacar estéticamente, quizás la metida con calzador pelea del circo ‘romano-Harkonnen’ en monocromo, el resto es más de lo mismo.

 

Y en lo referente a los personajes es de juzgado de guardia como han bastardeado los roles que maravillaron en la pretérita. Los harkonnen han pasado de aterradores villanos, a unos clones de Star Wars cualquiera, mindundis, el colosal e inquietante Glossu Rabban de Bautista ha tornado aquí en un ser pusilánime, con tácticas de guerra propias del hermano tonto de Forrest Gump, el Barón Vladimir de Skarsgård, temible en cada plano, con esa forma de moverse, con esa frialdad psicópata que transmitía, aquí pasa a ser una parodia de sí mismo, indignante; El carismático Stilgar de Bardem ha virado aquí en un bufón que solo sabe decir llamar a su Mesías, el tremendo en cada aparición Gurney Halleck de Brolin ha pasado aquí a ser un personaje totalmente prescindible, sin peso en la acción alguno, está pero como si no, la madre de Paul, Lady Jessica  a la que da vida la Ferguson ahora es una sacerdotisa de enorme pesadez, si acaso reseñable es la relación de ella con su hijo manipulándolo; nada hay de un rol que medio sustituya al Duncan Idaho de Momoa, el Paul de Chalamet es un veleta jartible en su no quiero ser el Mesías pero debe serlo, parece estar deshojando la margarita todo el tiempo, en medio de un cansino filosofar que da grima, en como estiran, y más y más su conversión que todos sabemos llegará. Los nuevos roles resultan muy poco estimulantes, desde una Zendaya (era una presencia cuasi-testimonial en la primera) irritante en como parece solo motivada por el imperativo del guion, solo así se explica que de buenas a primeras se enamore de Paul, pero también repudie se crea un Mesías, todo el tiempo con cara de estreñida, un romance entre zero y nada creíble, impostado, no fluye calor humano entre ellos, como no se sabe de dónde le viene a la chica su ateísmo, de echo así no es en el libro (por comentarios leídos). Entre los secundarios fremen nadie más destaca. Entre los nuevos villanos, aparece el emperador al que da vida el gran Christopher Walken, y desgraciadamente aquí no es gran, en puede uno sus papeles más penosos en su exitosa carrera, un personaje que se le supone que debe acojonar, y parece un patético ancianito desorientado buscando salir del plano, y me pregunto cómo ha podido llegar a Emperador esta insignificancia, muy triste. Aparece un villano nuevo en la figura de Feyd-Rautha al que embiste un alopécico para el rol Austin Butler, apunta a ser Montaña y se queda en menos de ratoncito. Luego hay otros personajes con actrices de relieve que o sea perdido su metraje en la mesa del editor o están hay tipo Zendaya en la primera para la siguiente y tercera parte, pues Léa Seydoux, Florence Pugh y Anya Taylor-Joy merecen mucho más que lucir tocados, amén de lo triste que es tener a la gran Charlotte Rampling en un rol velado por el ‘burka’.

 

 

 

No me vale, como he leído que hay demasiados personajes, también los había en la primera, y el guion y edición lo cuadraban todo de forma magnífica. De hecho, pienso que es, al contrario, me ha resultado mucho más lineal que la anterior, casi todo centrado en la conversión de Paul a Mesías fremen, entre medio escenas de acción por ataques en modo guerrillas contra los Harkonnen, fachosamente todos estos enfrentamientos ganados por los ‘David’ fremen, ni tan siquiera vemos algún herido y mucho menos muerto entre los de esta tribu ‘berebere’, con algunos hermosos momentos, como el que hay entre medio de una tormenta de arena, pero tengo la impresión que ante la falta de ideas han tirado de lo fácil, explosiones a mansalva, carreras, giros y nada de inventiva, cosa que si había en la primera. Está bien como cabalgan los gusanos de arena (Avatar no voy a decir que se adelantó, pues supongo que esto estaba en el libro, pero es muy similar a los Na’vi montando a los Toruk), pero no te hace especial tilín por algo épico a recordar, nada como la visita a una máquina que sacaba especia y aparece un gusano, o la toma de los Harkonnen de la fortaleza Atreides en Arrakis, o la batalla de Duncan Idaho. El colmo de los desatinos es la parte final, esperando que, tras dos horas, al menos nos tengan reservados un Homérico final, y mi gozo en un pozo, pues hay un rush final donde la sensación de estafa me ha sido muy acuciante.

 

Tras la destrucción de la Casa Atreides por la Casa Harkonnen, la princesa Irulan, hija del emperador Padishah Shaddam IV, escribe en secreto su disgusto por cómo su padre traicionó a los Atreides. En Arrakis, las tropas Fremen de Stilgar, incluidos Paul Atreides y su madre embarazada Bene Gesserit, Lady Jessica, superan una patrulla Harkonnen. Cuando Jessica y Paul llegan a Sietch Tabr, algunos Fremen sospechan que son espías, mientras que Stilgar y otros ven señales de la profecía de que una madre y un hijo del "Mundo Exterior" traerán prosperidad a Arrakis. Stilgar le dice a Jessica que la Reverenda Madre de Sietch Tabr está muriendo y que Jessica debe sucederla bebiendo el Agua de la Vida, un veneno fatal para hombres y mujeres no entrenados. Jessica transmuta y sobrevive al veneno, heredando los recuerdos de todas las Reverendas Madres pasadas. El líquido también despierta prematuramente la mente de su hija no nacida, Alia, permitiéndole a Jessica comunicarse con ella; acuerdan centrarse en convencer a los Fremen del norte más escépticos de la profecía. Chani y su amiga, Shishakli, creen correctamente que la profecía fue fabricada para manipular a los Fremen, pero comienzan a respetar a Paul después de que él declara que sólo tiene la intención de luchar junto a los Fremen, no de gobernarlos. Paul y Chani se enamoran mientras Paul se sumerge en la cultura Fremen: aprende su idioma, se convierte en un luchador Fedaykin, monta un gusano de arena y asalta las operaciones de especias Harkonnen. Paul adopta los nombres Fremen "Usul" y "Muad'Dib". Debido a las continuas incursiones en especia, el barón Vladimir Harkonnen reemplaza a su sobrino, Rabban, como gobernante de Arrakis por su sobrino más joven, más astuto pero psicótico, Feyd-Rautha. Lady Margot Fenring, una Bene Gesserit, es enviada para evaluar a Feyd-Rautha como un posible Kwisatz Haderach y asegurar su linaje genético.

 

Ahora los fremen, que creíamos monolíticos en sus ideas, son en realidad dos facciones, una religiosa que cree en el advenimiento del nuevo Mesías en la figura de Paul, y los no creyentes, y esto ya me cruje, pues no es creíble esta gente apegada a las viejas costumbres y el tradicionalismo que hay nativos ateos, y si es así debe haber algún motivo, no solo porque sí, porque es muy moderno y woke pensar que no hay Dios. Pero a la vez que son ateos estos fremen, si siguen las costumbres y por ejemplo extraen el ‘agua’ a los muertos y la vierten en un grandioso estanque. Tampoco es que la indagación en las costumbres de estas gentes me sea algo singular o atractivo, no les vemos haciendo algo especial que nos diga, ‘OH!!!’. Son una copia de la cultura sahariana tuareg, con su atuendo, forma de expresarse e incluso sus tatuajes, pero sui hasta las sacerdotisas se visten con atuendo propio de ser burka. Luego está lo mal explicado de las diferentes tribus fremen, de buenas a primeras nos enteramos que hay otras tribus fremen en el sur, pero estas nunca las vemos, y más lagunas. No sabemos por que la inquina de los fremen a los que quieren extraer la especia del suelo, pues no sabemos para que les hace falta a ellos. Paul se une a los fremen y termina liderándolos, pero nunca sabemos que tenga estrategia o idea alguna quien los haga mejores a los fremen, simplemente es porque sí, ósea, imperativo del guion.

 

Como localiza Feyd-Rautha el Sietch Tabr fremen en las montañas?

Como se alimentan los fremen? De que si no vemos ninguna plantación de algo o alguna granja o cacería?

Como se mantiene limpios y saludables si nunca los vemos lavarse y menos ducharse?

De donde han sacado el armamento para combatir contra los fremen?

Y porque los harkonnen utilizan espadas para combatir a los fremen, si vemos que tiene material de proyectiles?

 

Hay un (vergonzante) tramo en que le hacen una prueba a Paul para que se convierta en un buen fremen (o muera en el intento), y lo sueltan en el desierto y que tiene que pasar allí días atravesándolo, y pensamos que debe ser algo épico al estilo Lawrence de Arabia llevando su mensaje a El Cairo, pero hay una elipsis y resulta que Chani se le junta en su supuesta odisea, y a continuación ya ha vuelto con los fremen, nada de épica o dramatismo, como si la edición se hubiera tragado esto ridículamente. Pero es que también nos ponen que montar y dirigir un gusano de arena pantagruélico es algo para los Elegidos, para más tarde ver que los fremen han montado la tribu sobre ellos con tiendas de campaña y todo, muy chusco.

 

Casi todo se reduce a una lánguida travesía de Paul a en Muad'Dib, todo lo demás es accesorio, cuando en realidad lo que motiva a Paul no es guiar a los fremen a su ‘liberación’, es simple y llanamente el deseo de vengar a su padre asesinado y a toda su gente exterminada, no hay nada de mesianismo en sus motivaciones. Incluso las conspiraciones palaciegas de los Harkonnen con el emperador y las Bene Gesserit me son poco sustanciosas, y más cuando el metraje las constriñe a unos pocos minutos con relación a todo lo fremen. Tenemos la sub trama de Jessica que habla con su feto, que aparte del toque sobrenatural, aporta la nada al desarrollo. Hasta en esta entrega se han olvidado del porque es importante este planeta Arrakis, la Especia, en la novela tenía conexión con los fremen y con los gusanos, y aquí es algo marginal al fondo.

 

Por supuesto que la puesta en escena es apabullante, como es ya en las superproducciones de este nuevo David Lean que quiere ser el canadiense Villeneuve, maneja los grandes presupuestos haciéndolos lucir en pantalla como ha demostrado en la primera parte, en “La Llegada” o en “Blade Runner 2049”. Todo el envoltorio brilla como es el diseño de producción espectacular de Patrice Vermette (el de todas las mencionadas y “Sicario”), destacando la cueva del estanque, el coliseo de los Harkonnen o la nave espacial del Emperador; con una fenomenal cinematografía de Greig Fraser (“Rogue One” o “The Batman”), con resonancias claras a “Lawrence de Arabia”, con colosales tomas panorámicas; unos sensacionales efectos de sonido; todo esto en miscelánea con los f/x coordinados por Rafiq Kamhawi (“Star Wars: El ascenso de Skywalker” o “John Wick 4”), destacando la profusión de gusanos de arena mastodónticos surcando el vasto desierto, incrustándose en las dunas, esto aderezado por como los fremen los cabalgan, con esas tormentas de arena arrolladoras. El equipo de producción logró filmar durante el eclipse solar parcial del 25 de octubre y utilizó el metraje para la escena inicial de la pelea entre los soldados Harkonnen y Fremen; Y esto adornado por la banda sonora de Hans Zimmer, partitura reciclada de la primera, que me resulta algo más perezosa y enardecedora que la anterior.   

 

Spoiler:

 

Feyd-Rautha desata un ataque devastador contra los Fremen del norte, destruye Sietch Tabr, mata a Shishakli y obliga a Paul y a los supervivientes a viajar hacia el sur. Al llegar, Paul bebe el Agua de la Vida y cae en coma. Esto enfurece a Chani, pero Jessica la obliga a mezclar sus lágrimas con el líquido, lo que lo despierta. Paul, que ahora posee clarividencia a través del espacio y el tiempo, ve a una Alia adulta en Arrakis lleno de agua. También ve un camino singular hacia la victoria entre todos los futuros posibles, y que Jessica es la hija del barón. Paul se reúne con el consejo de guerra Fremen del sur, galvanizando a la multitud al demostrar su capacidad para discernir sus pensamientos más profundos. Se declara Lisan al Gaib y envía un desafío al emperador Shaddam, quien llega a Arrakis con Irulan y los Sardaukar. Mientras Shaddam reprende a los Harkonnen por sus fracasos, los Fremen lanzan una ofensiva, utilizando armas atómicas y gusanos de arena para dominar a los Sardaukar. Paul ejecuta al barón y captura a Shaddam y su séquito. Mientras tanto, Gurney lidera un asalto a Arrakeen donde intercepta y mata a un Rabban que huye. Paul desafía a Shaddam por el trono y, para consternación de Chani, exige casarse con Irulan. Previamente convocadas por el barón, las Grandes Casas llegan a la órbita; Paul amenaza con destruir los campos de especias con armas atómicas si intervienen. Feyd-Rautha se ofrece como voluntario para ser el campeón de Shaddam, pero Paul lo mata en un duelo. Irulan acepta la solicitud de matrimonio de Paul con la condición de que su padre viva. Shaddam se rinde a regañadientes, se arrodilla y besa el anillo de sello de Paul . Cuando las Grandes Casas rechazan el ascenso de Paul, él ordena a los Fremen que ataquen la flota en órbita. Mientras Stilgar conduce a los Fremen hacia los barcos Sardaukar capturados, Jessica y Alia reflexionan sobre el comienzo de la guerra santa de Paul. Chani se niega a inclinarse ante Paul y se marcha sola en un gusano de arena.

 

Resulta que hay una reserva atómica de los Atreides en Arrakis de la que no se sabía nada, y que podrían haber utilizado en la primera parte contra los harkonneen, y sin embargo Gurney Halleck se lo calló (¿?); Paul pasa de no querer ser el gurú mesiánico a convertirse en un (nada creíble) Lawrence de Arabia; La pelea entre Gurney Halleck y el fornido Glossu Rabban deriva en algo pequeñito y sin épica alguna; Ha llegado el Emperador a Arrakis con un séquito de seguridad propio de Mortadelo y Filemón? Muy chusco. Ah, y como ha llegado la noticia al Emperador apra este viaje hasta allí, si el planeta estaba bloqueado?; La esperada batalla entre los fremen liderados por Paul y los Harkonnen liderados por Feyd-Rautha, resulta un mal chiste. Nadie de los harkonnen detecta, con la gran tecnología que se suponen tienen que los fremen están a unos pocos metros? Tras ello unos chupinazos y la batalla resulta una cosa de tapadillo sin chispa alguna; Cuando ante el emperador Paul tiene la victoria, se saca de la manga que se va a casar con Irulan, y es la primera noticia de sus intenciones (¿?); Pero es que en el rush final parecen querer hacer todo lo posible por transmitir la nada, pues la forma en que Paul mata al Baron Vlafdimir Harkonnen no puede ser más patética, ningún dilema moral por matar a su abuelo; La pelea final entre Feyd-Rautha y Paul no puede ser más rutinaria, dos tipos que no se conocen y que realmente no tiene nada el uno contra el otro, por lo que la sensación es de frialdad. Incluso nos cuelan un clásico juego tramposo de hacernos creer que el que numere es el bueno, cuando este, no se sabe como ha conseguido invertir la dirección del puñal, bluff; A todo esto, me asalta la pregunta de porque el emperador quiere acabar con los Atreides aliándose con los harkonnen, esto nunca se dice; En el libro Chani no se pelea con Paul, de hecho, en la novela Paul dice a Chani que, aunque ha de casarse con Irulán jamás la tocará, ni sentirá caricia suya, ni tendrán hijos, solo tendrá su nombre y Chani será la madre de sus hijos. A lo que Jessica le dice a Chani que, aunque sean concubinas, la historia las conocerá como las auténticas esposas. Aquí esto se obvia en pos de hacernos ver a Chani como un a rebelde al fanatismo religioso fremen; En el tramo final los fremen se suben a las naves para cual República combatir al Imperio (las otras famosas casas que aun no hemos vistos y al parecer nos tiene reservadas para la hipotética tercera parte), pero como leches saben manejar estos aparatos?; Y ya la repanocha es escuchar voz omnisciente que ahora empieza la verdadera guerra. No me jodas, más de cinco horas en las dos partes y nos dicen que es el prólogo de lo bueno, menuda tomadura de pelo!

 

Con las ganas que tenía de ver esta continuación tras el boom que me supuso la primera, con lo que mis esperanzas eran altas y esto ha sido un bajonazo, no es que sea mala, es que la mido con respecto a la primera, habiendo tramos que incluso me ha sucedido lo peor con un film, me ha aburrido. Gloria Ucrania!!!

miércoles, 22 de mayo de 2024

 


L'ATALANTE


Con motivo del reciente 90 aniversario del estreno (24/04/1934) de este mítico film, me lo he visto por vez primera, subsanando una laguna imperdonable en mi cinefilia, encontrándome una película fascinante de principio a fin. Obra francesa escrita y dirigida por el trágico Jean Vigo, en lo que era su primer largometraje tras tres cortometrajes, él último el maravillosamente controvertido “Cero en conducta”, a sus 29 años daba el salto y desgraciadamente por sus problemas de salud falleció antes del estreno del film, de hecho, la parte final del rodaje lo llevó acabo desde una camilla. Una Obra maestra del Séptimo Arte de un poderío visual entrelazado a su apasionante historia de amor, donde se nos habla con modernidad del amor puro, de la libertad, del despertar de la inocencia, del sentido de la vida. Una carta de amor a la vida formidable, adornada por secuencias que embelesan en su potencia lírica subyugante. Contándonos la historia de amor entre el capitán Jean al que da vida un excelente Jean Dasté y la joven Juliette, encarnada por la gran y achuchable Dita Parlo, a bordo de L’Atalante en su recorrido por el rio Sena. Vigo consigue con su modo de filmar transmitir un estado de ánimo, apoyado en la sensacional cinematografía del polaco Boris Kaufman, componiendo algunas secuencias onírico-surrealistas que son Everest del Cine, como la deslumbrante que da inicio al film con Juliette en la barcaza y al final alejándose esta de la ciudad; la de la zambullida de Jean en el río parisino con lo que ve bajo las aguas; el Antológico tramo de los dos protagonistas en éxtasis sexual, pero cada uno en un sitio diferente, pero que la edición los une poética y turbadoramente. Un conmovedor relato de los que cala en el espectador, cargado en su divina sencillez de encanto, inundado de un romanticismo delicioso sin caer en lo sensiblero. Narración que ahonda en aquello de que cuando la espuma de la Luna de Miel se extingue llega el tedio y el hastío, el amor es algo que hay que ir regando para que no se seque.

 

Jean Vigo iniciaría el rodaje de la película en diciembre de 1933, sólo ocho meses antes de una muerte prematura -tenía 29 años- en un hospital de París. Este breve maestro de filmografía supo captar y trasladar a la pantalla la sencillez, ternura, deseos y sentimientos más íntimos de los personajes, pero la tuberculosis no le dejó ver ni una sola de las secuencias rodadas. Tras varios procesos de mutilación y montaje ajenos a las ideas de Vigo, la productora Gaumont recuperaría la propiedad de la obra, reuniendo finalmente en 1989 al asistente de dirección Pierre Merle, el actor Jean Dasté y otros colaboradores del cineasta parisino. Recuperaron imágenes perdidas y, con el propósito de salvaguardar el concepto original, conseguirían restaurar tan fenomenal e irrepetible película, obra maestra del realismo poético francés.

 

Jean, el capitán de la barcaza del canal L'Atalante, se casa con Juliette en su pueblo. Deciden vivir a bordo de L'Atalante junto con la tripulación de Jean, el desaliñado y excéntrico Père Jules (Michel Simon), el grumete (Louis Lefebvre), y al menos seis gatitos. La pareja viaja a París para entregar cargamento y disfruta de una improvisada luna de miel en el camino. Jules y el grumete no están acostumbrados a tener una mujer a bordo, y cuando Jean descubre a Juliette y Jules hablando en las habitaciones de Jules, Jean se enfurece por celos rompiendo platos y haciendo que los numerosos gatos de Jules se dispersen. Al llegar a París, Jean le promete a Juliette salir por la noche, pero Jules y el grumete desembarcan para ir a ver a un adivino. Esto decepciona a Juliette porque Jean no puede dejar la barcaza desatendida. Más tarde, sin embargo, Jean lleva a Juliette a un salón de baile. Allí conocen a un vendedor ambulante que coquetea con Juliette, baila con ella y le pide que se escape con él.

 

Inicio de resonancias mágicas, con la presentación de la frágil y curiosa Juliette, con esas bucólicas vistas de ella sobre la barcaza mientras el día se inclina a la noche, ataviada de virginal blanco se adentra en un mundo de hombres, la vemos pasear por la cubierta, haciéndose presente el halo de alguien que viene a cambiar el status en la nave. Y tras la primera noche juntos en L’Atalante, el ayudante Jules y el grumete la mañana dan una serenata bucólica con acordeón y canción de un barquero. Tenemos la enternecedora secuencia de la gata habiendo dado a luz gatitos en la cama de Jean y Juliette, quizás como alegoría de fertilidad del matrimonio. Tras ello embarcándonos en un torbellino de sensaciones mediante escenas punzantes que dan relieve a esta gran historia de amor, con mucho de comedia y mucho de drama emocional. Con momentos de gran beldad, como ese contrapicado tan soviético de una mujer con su hijo contra el cielo nublado que observa pasar la barcaza, ese abrazo de Jean a Juliette en la proa de la barcaza, antecediendo a la famosa escena de “Titanic”, como entre la bruma cuando no aparece Juliette y la buscan en la barcaza y Jean la encuentra sentada melancólica en la cubierta y se abrazan.

 

Y comenzarán los choques, sobre todo con la colisión entre Juliette y Jules, el ayudante de Jean, un curtido marino que ha  estado en Yokohama, Melbourne o Singapur, y que ahora navega aguas dulces navegables entre Le Havre y París. Entre el veterano marino y la curiosa Juliette surge una turbadora amistad, primero con el gusto común por coser a máquina, luego ella lo hace modelo cuando le pone una falda, con ese momento conmovedor en que él le muestra todos sus ‘tesoros’, desde una maquinita de música, una marioneta (maestro de orquesta), fotos trucadas, un colmillo de elefante, una gran navaja, un gran abanico, le enseña unas manos enfrascadas de su mejor amigo de Jules, le toca el acordeón, y al final se quita la camiseta para mostrarle todos sus tatuajes, y con ello aparece Jean enfadado, celoso de la atención que ella ha prestado a Jules, y acaba maltratando a un gatito y rompe platos y destroza cosas en el camarote de Jules (entre medias Jules ha ido a cortarse el pelo a un peluquero de perros ¿?). Está el tramo en que Juliette desea conocer París, y Jean solo le lleva a un bistró, donde aparece mago-vendedor-cantante-músico callejero (gran Gilles Margaritis) que con simpatía embauca a Juliette y bailan juntos ante los celos y rabia de Jean, tras lo que emerge el atavismo de Jean, su carácter posesivo y termina peleándose con el ‘intruso’ mago, que se mueve con acrobacias delirantes. Este choque al parecer fue origen para de la subtrama de “La Strada” (1954) de Fellini, donde el bruto Zampanò (Anthony Quinn) sentía celos del acróbata encarnado por Richard Basehart, y como encandilaba a la apocada Gelsomina (Giulietta Masina). Acaba con Jean llevándose a Juliette al L’Atalante. El mago los sigue cuando la ve a solas la invita a París, describiéndole la ciudad como algo mágico, aparece Jean y lo echa de allí a patadas. La semilla de la curiosidad está sembrada en Juliette, y acaba, por la frialdad de Jean, escapando en la noche para ver París. Pero la Ciudad de la Luz es hostil para ella le roban, la acosan, la hostigan. Jean descubre ha salido Jean y encolerizado de noche ordena a Jules partir de allí y abandonarla. Jean creía poder volver a la barcaza antes de que se dieran cuenta de su escapada, pero cuando vuelve ya han partido, ello filmado con ella aislada del mundo, exponiendo en tomas generales su fragilidad ante la nueva situación. Vuelve a la ciudad a buscar trabajo y no lo encuentra.

 

Tras ello vemos a Jean sumido en la apatía, sufriendo, ello maravillosamente expuesto en una divertida partida de damas entre Jules y Jean, con protagonismo para los gatos. Jean termina echándose las manos a la cabeza, en clara señal de arrepentimiento por haber abandonado a su amada Jean. Y busca encontrarla en el fondo de un cubo con agua, como ella ya le había dicho anteriormente, que lo había visto a él antes de conocerlo en el fondo del agua, y sabemos que él la busca. Hay una preciosa escena en que Jules mueve su dedo sobre un disco y hace sonar la música, lo hace varias veces y desconcierta al espectador, cuando vemos al grumete que toca el acordeón. Tras vemos a Jean saltar por la borda y nada bajo las aguas y termina viendo a su amada vestida de blanco mientras le sonríe feliz. Jules y el grumete lo buscan en el agua creyendo se ha querido ahogar, Jean sale por un lado que no le ven y se acerca a mirar lo que Jules y el grumete buscan, escena divertida tantas veces plagiada (me acuerdo de una similar en “Indiana Jones y la última cruzada”). Tras ello Jules para animarlo le pone música alegre en un fonógrafo (que antes Vigo nos había regalado y una entrañable secuencia con varios gatitos alrededor del aparato escuchando inquietos la melodía del disco), Jean primero reacciona con una sonrisa fugaz, tras lo que se da la vuelta intentando encontrar en el puerto a su amada, entonces se corta a Juliette en otro lugar junto al rio intentando encontrar a su amado. Tras lo que se produce uno de los grandes momentos de la Historia del Cine. Juliette y Jean los vemos acostarse en lugares diferentes, la música acompaña a la excitación de los dos pensando cada uno en el otro, se acarician y abrazan en clara referencia a masturbarse, se contorsionan, las imágenes se fusionan en superposiciones que los hacen hacer el amor virtualmente, todo hasta llegar al éxtasis orgásmico, Homérico. 

 

Comienza la demencia de Jean huyendo de la barcaza intentado dar con Jean sin rumbo, ido mentalmente. Hay un tramo que lleva a Jean a estar a punto de perder la barcaza, pues el armador de la Compañía Fluvial (Maurice Gilles), le pide explicaciones, aunque no sabemos lo que ha hecho mal (¿?).  Jules le defiende, tras lo que este decide buscar a Jean. Tras pasear por distintos lugares, Jules oye por un altavoz en una sala de discos ‘Chant des Mariniers’ (la que él y el grumete le cantaron la mañana de su Luna de Miel), entra y allí está oyéndola Jean, ella ve a Jules por el reflejo en el cristal y se ruboriza y avergüenza, él la coge a hombros y se la lleva de allí. Cortamos a la barcaza, el grumete le dice a Jean que Jules ha ido a buscar a Juliette, tras lo que se altera y pide le traiga agua el grumete para afeitarse y adecentarse. Juliette llega y entra en el camarote de Jean, tras lo que Jules cierra la escotilla en clara señal de saber lo que habrá allí debajo de índole sexual. Jean la espera, los dos se miran unos tensos segundos, la música arranca, tras lo que se abrazan y caen al suelo rendidos el uno al otro. La imagen cambia, como queriendo respetar si intimidad, y la cámara se coloca en Ojo de Dios en una espectacular (sobre todo para su tiempo) toma aérea recorre la barcaza (metáfora fálica para lo que acontece en el camarote?) el objetivo tras lo que se pierde por el cauce fluvial. Maravilloso Final, de los que conmueve por lo que has empatizado con estos muy humanos seres frágiles.

 

Me queda la pregunta de cómo vivió este indeterminado tiempo sola Jean, pues la vemos en una habitación, que se supone alquiló, y de dónde sacó el dinero para ello? Cuando le habían robado el bolso con su plata. Y vemos que no puede encontrar trabajo.

 

Juliette es interpretada por Dita Parlo (verdadero nombre Grethe Gerda Kornstädt, actriz nacida en Berlín; Su otro papel famoso fue el de la granjera que acoge a los convictos fugitivos en "La Gran Ilusión" de Renoir  en 1937), derrochando una delicadeza, un poder de encariñarse con ella sensacional, la debilidad que transmite, su pose asustadiza, la forma de expresar expectación, la inocencia que desborda, un rostro angelical que la hace achuchable, Fascinante actuación; Jean Daste como Jean, resulta entrañable en su cariz imperfecto, su cariño por ella, sus celos, su dureza aparente, la desesperación ante su falta, el actor es brillante en como nos llega esto en una interpretación Magnífica; Está un Michel Simon como Père Jules, como uno de esos secundarios roba escenas prodigiosos, su carisma y carácter llenan la pantalla con esa pose y rostro ajado por lo curtido de sus años de marinería (tenía 39 años y aparenta muchos más en sus arrugas), tiene una química con Parlo extraordinaria, sobre todo en las dos escenas de camarote, la compenetración entre ambos es sublime, acaba con ella peinándole. Rol (transgresoramente) ambiguo sexualmente, algo sutil como primero lo muestran cogido de la mano del grumete corriendo a la iglesia, luego lo vemos que sabe coser a máquina, se prueba vestidos, y dice que tiene las manos y foto de su mejor amigo guardadas, dejando que probablemente era su amante; Incluso Gilles Margaritis como el mago ambulante tiene espacio para crear en poco tiempo un personaje de gañán callejero formidable en su dónde encantar a Juliette.

 

La puesta en escena destaca por la Antológica cinematografía en glorioso b/n del polaco Boris Kaufman (“La ley del silencio” o “12 hombres sin piedad”), creando en exteriores secuencias de una beldad enervadora, jugando con el expresionismo alemán en muchos tramos, con contrapicados contra cielos nublados, con vistosos travellings descriptivos, moviéndose entre la neblina, creando tomas rebosantes de vida en los camarotes, con cuadros tiernos como los de los gatitos, Maravillosa labor entrelazada a la edición de Louis Chavance, sobre todo en las dos escenas claves, como es la de la zambullida de Jean para buscar a Jean y la escena pan-sexual entre Jean y Juliette en lugares alejados. Tan buena es la labor que la película podría haberse filmado de forma silente y solo con música y todo se hubiera entendido. Música de un vivaraz Maurice Jaubert (“Zero en conducta” o “El muelle de las brumas”), con vitalistas melodías de acordeón que se amoldan de forma prodigiosa a la narración.

 

Me queda la pregunta de si Juliette estaba en París y la barcaza en Le Havre, como pudo Jules buscar a Juliette, algo me falla.

 

La toma aérea final de la película se filmó más tarde según instrucciones de Vigo, por lo que es probable que el propio Vigo nunca la haya visto).

 

Tras el difícil estreno de su controvertido cortometraje Zero for Conduct (1933), Vigo inicialmente quiso hacer una película sobre Eugène Dieudonné, con quien el padre de Vigo (el anarquista Miguel Almereyda) había estado asociado en 1913. Después de Vigo y su productor Jacques-Louis Nounez tuvo dificultades para encontrar el proyecto adecuado para un largometraje y finalmente le dio a Vigo un guión inédito de Jean Guinée sobre los habitantes de las barcazas. Vigo reescribió la historia con Albert Riéra, mientras que Nounez consiguió un contrato de distribución con la Gaumont Film Company con un presupuesto de 1 millón de francos. Vigo utilizó para Conduct a muchos de los técnicos y actores que trabajaron con él en Zero, como el director de fotografía Boris Kaufman y el actor Jean Dasté.

 

La productora Gaumont, preocupada con los propietarios de los cines tras el cortometraje de Jean Vigo Zero en conducta , decidió sustituir la música de Maurice Jaubert por la exitosa canción Le Chaland quien pase de Lys Gauty. La productora eliminó 19 minutos del metraje en un montaje de Louis Chavance y la duración de la película quedó en 65 minutos; En 1940, Henri Beauvais, el nuevo propietario de los derechos y ex accionista de la promotora, presentó una versión restaurada con el título y la música originales de la película. Desgraciadamente, el negativo de esta copia fue destruido durante la Segunda Guerra Mundial; En 1950, Henri Langlois y la Cinémathèque française se basaron en la versión de Beauvais para introducir correcciones procedentes de las diferentes copias encontradas. La calidad técnica de esta restauración no es óptima; En 1983, el director Jean-Louis Bompoint se enteró de que la Filmoteca Francesa había encontrado, recientemente, elementos no publicados, por tanto, quiso empezar una nueva restauración, pero Vicente Pinel, curador dentro de la Filmoteca Francesa, ya el había comenzado en secreto; En 1990, la productora Gaumont lanzó versión restaurada de la película. El objetivo era preservar los derechos de la obra, ya que en poco tiempo iban a pasar a ser de dominio público. Esta versión fue producida por Michael Schmidt y dirigida por Jean-Louis Bompoint y Pierre Philippe. Esta restauración se presentó en el Festival de Cine de Cannes y se consideró completa. La versión incluye material no incluido en la versión de 1934 y el famoso, plano iceberg que muestra a Jean Dasté lamiendo un cubito de hielo. Los restauradores no sabían dónde colocar el plan y lo situaron en el centro de la película. En cuanto al montaje de la pieza restaurada, éste está más ligado a la gramática más moderna del lenguaje cinematográfico; Ese mismo año, el de la restauración de Bonpoint, Jean-Louis Bointpoint encontró en Londres una copia de trabajo de L'Atalante de 1934 muy cercana a la versión final pero, los restauradores de 1990 no dispusieron del tiempo necesario para trabajarla en su totalidad.

"París , ciudad infame y maravillosa. Amada por los enamorados y los bandidos. París es como una bruja" (La canción de Jules)

 

Mientras terminaba de trabajar en Zero for Conduct, el productor Jacques-Louis Nounez estaba interesado en trabajar con Vigo en un largometraje. Vigo sugirió trabajar en una película carcelaria sobre el anarquista francés Eugène Dieudonné, a quien el padre de Vigo, Miguel Almereyda, había defendido en un artículo periodístico en 1913.Vigo comenzó a trabajar en la película con Dieudonné, quien había aceptado interpretarse a sí mismo, y Julot Dupont, experto en prisiones francesas. Después de que Zero for Conduct fuera prohibido en Francia por su controvertida descripción del sistema educativo francés, a Nounez le preocupaba que una película así no pudiera distribuirse. Otras ideas para películas consideradas por Nounez y Vigo incluyen una adaptación de L'Affaire Peau-de-Balle de Georges de La Fouchardière y un guión que Vigo había escrito sobre la relación entre un padre burgués y su hijo más progresista. En julio de 1933, Nounez finalmente regaló a Vigo un guión sobre "habitantes de barcazas" llamado L'Atalante, escrito por Jean Guinée. A principios de la década de 1930, las películas y la música sobre los "habitantes de las barcazas" eran populares en Francia y habían inspirado canciones pop como "Chanson de halage" y "Le chaland qui passe".  A Vigo inicialmente no le gustó el escenario, pero finalmente aceptó hacer la película y comenzó a hacer sugerencias para la historia.  Nounez produjo la película por ₣ 1 millón e hizo un trato con Gaumont Film Company para proporcionar decorados de estudio y distribuir la película. Vigo contrató a personas con las que colaboraba frecuentemente, como el director de fotografía Boris Kaufman, el compositor Maurice Jaubert y el director de arte Francis Jourdain, que era un viejo amigo de su padre. Boris Kaufman, hermano del cineasta soviético Dziga Vertov, describió sus años de trabajo con Vigo como "un paraíso cinematográfico". Vigo también contrató al editor de cine Louis Chavance después de que le resultó difícil editar él mismo Zero for Conduct. Chavance había asistido al estreno de Zero for Conduct y había sido uno de sus primeros partidarios y rápidamente se hizo amigo de Vigo. Vigo y Albert Riéra escribieron rápidamente un guión de rodaje y exploraron localizaciones en los muelles durante el verano de 1933. También encontraron y alquilaron Louise XVI, la barcaza utilizada para la película.

 

Vigo trabajó por primera vez con estrellas de cine consagradas, que fueron contratadas por Gaumont pero aprobadas por Vigo. Michel Simon había sido actor principal después de aparecer en el papel principal de Boudu salvado del ahogamiento (1932) de Jean Renoir. Simón declaró que aceptó el papel del poco conocido y ya controvertido Vigo porque simpatizaba con Vigo y quería ayudarlo en su turbulenta carrera. Dita Parlo era una estrella menor que acababa de regresar a Francia después de seis años en Alemania. Jean Dasté sólo había aparecido en Zero for Conduct y Boudu Saved from Drowning antes de su papel principal, pero tuvo una larga carrera en Francia. Louis Lefèbvre había aparecido anteriormente en Zero for Conduct. Vigo estaba familiarizado con la falta de formación actoral de Lefèbvre y su torpeza ante la cámara y trabajó esas características en su personaje para que la actuación de Lefèbvre funcionara.

 

Aunque estaba previsto que el rodaje comenzara durante el verano, la producción no comenzó hasta mediados de noviembre de 1933. L'Atalante tardó cuatro meses en rodarse, parcialmente en una réplica de la barcaza en un estudio de Gaumont y parcialmente en exteriores.  Durante el rodaje, Vigo a menudo representaba las escenas él mismo para los actores e insistía en que volvieran a filmar las escenas hasta que quedaran perfectas.

 

Entre los cambios que Vigo hizo en el guión original se encontraba la sustitución del perro mascota de Père Jules por más de diez gatos callejeros proporcionados por la Sociedad para la Prevención de la Crueldad contra los Animales. Al padre de Vigo le gustaban esos gatos y los hogares de la infancia de Vigo a menudo estaban invadidos por gatos callejeros. Durante las escenas en las que Père Jules toca su fonógrafo, los gatos quedaban inmediatamente fascinados por el fonógrafo y lo rodeaban cada vez que tocaba música. Vigo rápidamente reunió a su equipo y filmó imágenes de los gatos escuchando la música y durmiendo dentro del altavoz. Más tarde, Simon adoptó el gatito que descansaba dentro de la bocina del fonógrafo. Vigo también visitó los mercados de pulgas locales en Saint-Ouen y el mercado de chatarra en el Boulevard Richard-Lenoir para encontrar accesorios para la colección de artefactos de todo el mundo de Père Jules.

 

La producción comenzó con los exteriores en exteriores y se rodó principalmente en secuencia. La primera escena rodada fue la secuencia de la boda en Maurecourt, en Oise. Los exteriores de la secuencia del salón de baile donde Juliette conoce por primera vez al showman se rodaron en el salón de baile Charentonneau en Maisons-Alfort , mientras que los interiores se rodaron en un elaborado decorado en los estudios Gaumont. El personaje del showman no estaba muy desarrollado en el guión de rodaje y Vigo se basó en la improvisación en el set para crear un personaje más interesante. Debido a que Gaumont había insistido en que se incluyera música en la película, el showman canta "The Pedlar's Complaint", una canción popular francesa escrita por Vigo, Goldblatt y Jaubert que se burla del género musical que de mala gana se les pidió incluir. en la película. Vigo había experimentado previamente una mala calidad de sonido al filmar Zero for Conduct y estaba preocupado por un problema similar en L'Atalante a pesar de tener mejor equipo. Dado que Michel Simon tenía la mayor cantidad de diálogos en la película y una forma de hablar claramente inarticulada, Vigo hizo que Simon adoptara el rasgo de carácter de repetir las preguntas que se le hacían a su personaje.

 

Las dos primeras semanas de rodaje comenzaron en Oise, entre el Marne y el Rin, y bajando por el canal Ourcq hasta la cuenca de La Villette . El duro clima invernal ralentizó el calendario de rodaje y afectó a la salud de Vigo. [15] A pesar del frío, Vigo quería rodar cada vez más de noche para utilizar las luces artificiales de las barcazas y las casas a lo largo del canal. Vigo también necesitaba mantener la continuidad, y el frío creaba hielo flotante en el canal. En medio del rodaje, Vigo trasladó al elenco y al equipo al set de réplica de la barcaza en los estudios Gaumont en La Villette , pero rápidamente cambiaba el rodaje del día al lugar cuando el clima lo permitía. Vigo dejó todos los planos de transición para el final del rodaje, lo que se convirtió en un gran problema al quedar el suelo cubierto de nieve. Vigo tomó muchas tomas de ángulo bajo que solo mostraban el cielo de fondo para mejorar este problema.

 

A mediados de enero, la película estaba retrasada y excedía el presupuesto, y aún no se habían rodado varias secuencias importantes. Los ejecutivos de Gaumont culparon a Vigo y lo presionaron para que terminara la película de manera rápida y económica. Vigo se vio obligado a filmar imágenes de estilo documental, como la escena en la que Juliette pasa junto a una fila de verdaderos trabajadores desempleados. A pesar de no contar con fondos suficientes de Gaumont para pagar extras o localizaciones, pudo filmar la escena en la que Juliette es asaltada en la Gare d'Austerlitz en mitad de la noche con algunos amigos apareciendo como extras de fondo. Chavance también pudo reclutar a miembros del "Grupo Octubre", como Jacques Prévert, Pierre Prévert y Loutchimoukov, para aparecer en la película.

 

En el lugar, las condiciones de rodaje eran a menudo frías y húmedas, lo que provocó que Vigo se enfermara y tuviera fiebre.  Ya padecía tuberculosis y estuvo postrado en cama durante gran parte del rodaje. Vigo se negó a tomar un descanso y a menudo peleaba con los ejecutivos de Gaumont por la película. Trabajó hasta que la película estuvo casi terminada y se hizo un primer montaje.

 

Al cabo de cuatro meses de rodaje continuo, a principios de febrero de 1934, Vigo se tomó unas vacaciones en Villard-de-Lans con familiares y amigos para intentar recuperar su salud. Tenía la intención de terminar el montaje final de la película, pero su estado empeoró y regresó a París para recuperarse. Las pocas tomas aéreas restantes fueron realizadas por Boris Kaufman, mientras que el editor Louis Chavance terminó el montaje final sin Vigo. La salud de Vigo no mejoró y estuvo confinado en cama por el resto de su vida. Dasté afirmó más tarde que Vigo "hacía bromas todo el tiempo. Pasar un día con él era maravilloso y agotador, incluso unas semanas antes de su muerte. Era una persona muy vivaz".

 

Film Icono del séptimo Arte. Gloria Ucrania!!!

 

 


LA CONFESIÓN

 

Sugestivo drama político, que en su ataque desgarrador contra las tiranías y los abusos del poder omnímodo tiene el defecto de estirar demasiado el tramo central y con ello iterando las situaciones, es hora uy media de humillaciones en pos de romper el espíritu del protagonista, hasta haber cierto estancamiento, del que se sale con brillantez en la parte final del estrafalario teatrillo del juicio. Dirige el combativo políticamente heleno Costa-Gavras siendo valiente, pues sabe mirarse el ombligo, siendo un militante de izquierdas arremete con garra contra la represión comunista. El español Jorge Semprún (colaborador de Costa-Gavfras en “Z” y “La sección oficial”), basándose en la historia real del izquierdista comunista checoslovaco Artur London, acusado en el juicio de Rudolf Slánský de 1952, novelada en un libro titulado, “L’Aveu” (La Confesión), escrito por Artur con su esposa Lise y publicado en 1968. Artur London, uno de los 14 líderes comunistas checos acusados de traidores, trotskistas, titistas, sionistas, etc, y uno de los tres que no fueron ejecutados. 14 miembros de alto rango del Partido Comunista de Checoslovaquia (KSC) que fueron obligados a confesar que eran agentes del imperialismo occidental. Un lienzo descarnado de las luchas de poder cainitas siempre presentes en los comunistas, aquello de ‘quítate para aponerme yo’. 

 

Costa-Gavras expone lo que históricamente ha sido la lucha de poder despiadada y mortal del comunismo. Evoca la paranoia política, utilizando montajes rápidos, flashbacks, flash-forwards y una claridad visual espeluznantemente precisa para retratar tanto el escenario de la década de 1950 como la reminiscencia contemporánea de Gérard. Las imágenes más imborrables muestran a Gérard con gafas cegadoras y una soga alrededor del cuello, o sentado en una sala del tribunal con otros juzgados por sus vidas, ante jueces que imponen el dominio del régimen.

 

Gavras no pretendía la película fuera una película anticomunista sino un alegato contra el totalitarismo y el estalinismo. Tanto es así, que el protagonista Gérard no pierde la fe en la idea del comunismo, como haciéndonos ver (torticeramente, pues este sistema solo ha traído hambre y miseria haya donde ha estado… y está) que son los dirigentes los que no han sabido hacer bueno el izquierdismo, en consonancia con la mentalidad del director griego.

 

El film desarrolla situaciones vividas por una de las víctimas del llamado Proceso de Praga (1952), London, comunista de los de “toda la vida” (afiliado a juventudes del partido con 14 años, brigadista en la Guerra Civil Española, combatiente en la Resistencia Francesa…), en ese momento viceministro de Relaciones Exteriores de Checoslovaquia (desde 1949) y detenido en 1951, junto a otros 14 altos cargos, bajo la acusación de "conspiración contra el estado". London conoció la tortura de manos de sus propios camaradas en un proceso kafkiano, la película refleja con esmero agudo la penosa travesía de este hombre embarcado en un encierro cargado de vejaciones físicas y psicológicas para quebrarlo y con ello sacarle una confesión ad hoc, ello con repeticiones de situaciones para deshacer su dignidad, con interrogatorios surrealistas.

 

Es un tratado denso sobre la travesía de tortura para fabricar ‘Verdades’ buenas para el Partido. No es una película para todos los públicos, en la parte de la reclusión se hace muy densa con profusión de nombre y fechas que se suceden sin que sepamos bien de que hablando es un film fácil de seguir, muy recargado en datos históricos, fechas, nombres y momentos clave. El anterior y exitoso film de Gavras fue “Z”, donde se iba contra el fascismo de ultraderecha, aquí se va contra el fascismo de izquierdas, en realidad entiendo la política como algo circular, que cuando más radical e intolerante eres más te vas acercando a la parte de atrás del redondel, y entonces tan los fundamentalistas de un lado y otro se tocan y se asemejan en su fanatismo.

 

Gavras toma de ”Z”, muchos elementos., como es la gestión que hacen los gobiernos totalitarios de la ‘verdad’, las manipulaciones de los medios de comunicación, la corrupción del poder. En el apartado técnico está la edición provocadora de emociones de Françoise Bonnot (también en “Z” o “El quimérico inquilino”), que en miscelánea con la cinematografía ágil de Raoul Coutard (también “Z” o “Lemmy contra Alphaville”) con corte fragmentados, con continuos flash-backs que remueven en su sincopado estilo, con saltos de escenas mientras la voz de la última termina una frase, con una cámara que nos hace sentir en la reclusión claustrofóbicos, con tomas subjetivas que nos sumergen en el lugar y momento, con enfáticos zooms, con estos y alejamientos bruscos para hacernos sentir  el kafkiano protagonista en su desorientación, con slows remarcadores, teniéndonos la realización siempre en continuo movimiento, y con cuasi-nula banda sonora (Giovanni Fusco).

 

Artur Ludvik, alias Gerard (Yves Montand, Gerard era el nombre que el actor galo tenía en la Resistencia Francesa), es un comunista leal y héroe de la WWII que se desempeña como viceministro de Asuntos Exteriores de Checoslovaquia en 1951. Se da cuenta de que lo están vigilando y siguiendo, y se reúne para discutir esto con un grupo de amigos también han alcanzado altos cargos gubernamentales. Se dan cuenta de que los están vigilados a todos, incluso al jefe de la StB, la policía secreta que lleva a cabo la vigilancia. Un día, Artur es detenido y encarcelado por una organización que se declara "por encima del partido gobernante", y puesto en régimen de aislamiento durante meses sin que le digan el motivo. Allí intentan arrancarle su personalidad con tácticas como hacerlo repetir que ya no tiene nombre, es un simple número. El gobierno mantiene a su esposa Lise (Simone Signoret, esposa   entonces de Montad) y a sus hijos en la ignorancia y les dice que cooperen por su propio bien. Más tarde, Lise es retirada de su trabajo como destacada locutora de noticias de radio y el partido la obliga a trabajar en una fábrica. Aunque cree en su marido, está igualmente segura de la sabiduría y la bondad fundamental del partido.

 

Finalmente lo detienen, esposan, le vendan ojos y llevan a un lugar desconocido. No hay arresto formal, ni cargos formales. Sus interrogadores (principalmente policías secretos checos que trabajan bajo la dirección de asesores soviéticos) son varios, farragosos cuestionarios repitiendo una y otra vez las mismas preguntas, obligándole a dormir con luz en una forma determinada, obligándole a caminar en círculos sin descanso, echándole agua cuando para, dándole pan y agua de comer, destruyendo su yo interior, llevándolo a la extenuación. Poco a poco, admite hechos que luego se tergiversan y reformulan para parezcan siniestros. Hay términos como trotskista y titista, que significaban una cosa en la juventud del prisionero, pero ahora son un crimen es será tildado de ello. Todo para llevarlo al clímax de una pantomima de juicio, donde sí, le ponen un abogado defensor, pero más parece fiscal por cómo le acusa.

 

La cinta es contada en racconto con el protagonista contando a unos amigos los sucesos, saltamos varias veces durante el calvario de Gérard a esto, aunque era innecesario, desequilibra los momentos de agobio del encierro, amén de romper cualquier tensión sobre si el prota sobrevivió a esta purga stalinista. Estos y cuando vemos a la esposa de Gérard, son los únicos momentos en que abandonamos la reclusión. Una pesadilla de tintes surrealistas donde una persona es arrollada por el sistema, este capaz de engrasar sus engranajes para colapsar tu dignidad, transmitiendo al mundo una imagen distorsionada de quién eres, para lo que son necesarios los medios de comunicación, esto lo vemos durante el juicio como correa de transmisión al pueblo, vemos como había altavoces en los lugares de trabajo para que la gente oyera las (forzadas) confesiones, incluso se dice que el juicio se proyectará en los cines.

 

Un interrogador: “No se entiende el ABC de la dialéctica. El pasado debe juzgarse a la luz de las verdades establecidas hoy”; A Gérard le espetan: “La confesión es la forma más elevada de autocrítica. La autocrítica es la principal virtud de un comunista. Es una fe”. Su (suigéneris) confesión final no es más que un acto de fe en su religión comunista, dice: “En nombre de la religión, porque en este momento el Estado es una religión”.

 

Es un film, que como he dicho, le sobra metraje en la parte del lavado de cerebro, entiendo Gavras pretendía en el subrayado constante el hacernos sentir en la mente de Gérard, pero aun así hay un límite que sobrepasa el director. Podría haber dado más cancha al padecimiento familiar. Como también Gavras peca de hacernos ver Gérard de algo muy común en su filmografía, como es hacer hagiografías de muchos de sus personajes, en este caso de Gerárd/Artur, y es que omite la propia culpabilidad de Gérard por apoyar purgas anteriores que resultaron en la ejecución de hombres tan inocentes de crímenes políticos como él. Incluir esto habría dotado de complejidad al film, que del modo en que lo vemos es una simple lucha entre el Bien atacado por el Mal.

 

Yves Montand está sensacional en el rol de Gerárd, una inmersión en el rol antológica, tanto física, como psicológica. El actor perdió más de 15 kilogramos para desempeñar su papel. Transmite con patetismo desgarrador su odisea, vemos gradualmente en su rostro (se le van hundiendo los ojos, va palideciendo), se demacra y con ello agrietando su pundonor, emite la desesperación (ese momento en que observa mientras confiesa mecánicamente, como su interrogador come una salchicha), la sinrazón de su situación, labor de una intensidad que nos toca la fibra sensible, nos llega su atrofiado periplo de estado de ánimo, sobresaliente actuación. Montand se había sentido conmovido por los acontecimientos de 1956 en Hungría y más tarde dijo de la película: "Había en lo que me infligí [para este papel] algo así como un acto de expiación "; Simone Signoret hace de su esposa en un pequeño papel, sabiendo con flema emitir los vaivenes de lo que le va llegando de la situación y confesión de Gerárd; Entre los secundarios interrogadores destaca Gabriele Ferzetti como Kohoutek, despiadado, racial, vigoroso, arrollador en sus ententes con Gerárd, manejando la manipulación con una vibra tsunami, incluso tiene un epílogo (*spoiler) turbador en sus encuentros con Gerárd, brillante.

 

Spoiler:

 

Para el recuerdo queda el perturbador momento en que un camión transporta las cenizas de diez de los ajusticiados en el macro juicio, y como el vehículo se atasca, no tiene otra cosa que hacer para conseguir tracción, que arrojar las cenizas para poder avanzar. Quizás en una alegoría de como el comunismo solo conseguía ir hacia adelante con las muertes cainitas de otros comunistas, que se lo digan por ejemplo a Leon Trotski.

 

Rush final: En el juicio, Artur y sus colegas desempeñan fielmente su papel. Lise, para su vergüenza, se ve obligada a hacer una declaración grabada desautorizando a su marido y elogiando la fiesta que se transmite durante el juicio. Los prisioneros son condenados a muerte o cadena perpetua, siendo Artur la última. Cuando sus interrogadores no regresan, los prisioneros entran en pánico y amenazan con apelar, pero sus abogados designados por el tribunal les dicen que las sentencias son sólo para beneficio de la parte y no se ejecutarán si no apelan. Los condenados comparecen ante el tribunal por última vez para aceptar sus sentencias y renunciar a su derecho de apelación. Posteriormente, Artur y algunos de sus compañeros son gradualmente liberados y rehabilitados entre 1956 y 1963. Sin embargo, el resto son ejecutados e incinerados, con sus cenizas esparcidas a lo largo de una carretera. Al mismo tiempo, varios de los funcionarios detrás de la terrible experiencia terminan enfrentando sus propias persecuciones, incluido Kohoutek, el propio interrogador de Artur. Más tarde, Artur se encuentra con el degradado *Kohoutek, intenta restar importancia a su papel en el tormento de Artur afirmando solo siguió órdenes y nunca entendió lo que quería el grupo. En 1968, Artur completa las memorias de sus experiencias en cautiverio y regresa a Checoslovaquia para publicarlas. Para entonces, en medio de la Primavera de Praga, los elementos estalinistas que habían orquestado todo el asunto habían sido expulsados ​​del poder por el partido, y Artur creía que el partido ahora deseaba exponer la verdad de lo sucedido durante esos años tanto como el propio Artur hizo. Desafortunadamente, llega a Praga justo cuando comienza la invasión de Checoslovaquia por el Pacto de Varsovia en 1968. Esto lo vemos en un ácido montaje de como la maquinaria militar soviética aplastó a los civiles con ansias de libertad.

 

“El Febrero Victorioso”, es el nombre con el que el Komunistická Strana Československa, KSČ, (Partido comunista checoslovaco) denominó a febrero de 1948, fecha en que pudo acceder al gobierno de Checoslovaquia. Fue, el 25 de aquel mes cuando, el presidente Edvard Beneš, entregó el poder en pleno a Klement Gottwald, primer ministro y a Rudolf Slánský, su secretario general, en lo que se denominó, El Golpe de Praga. Al final de la II Guerra Mundial, el KSČ se hallaba en muy buenas migas con el pueblo checo, por las decisiones políticas que lo tenían en muy cordiales relaciones con los partidos de la oposición y por su estrecha conexión con la Unión Soviética que había expulsado a los nazis de su territorio. Pero, llegado el año 1951, se inició una fuerte disputa entre el primer ministro y su secretario, pues, éste no convenía con la estrecha aplicación del modelo soviético en su país. Poco después, Slánský y otros dirigentes, fueron arrestados bajo el cargo de ‘conspiración de orden trotskista-titoista-sionista’ y tras un largo proceso, durante los llamados Juicios de Praga, en 1952, el secretario general y diez dirigentes más fueron condenados y ejecutados. Pero, hubo tres dirigentes que recibieron otra suerte de castigo, y entre éstos se hallaba, Artur London (1915-1986), viceministro de asuntos exteriores desde 1949, quien, en un libro titulado, “L’Aveu” (La Confesión), escrito con su esposa Lise y publicado en 1968 -cuando los reformistas se tomaron el poder-, decide contar el largo y penoso proceso por el que pasó, según él, una cortina de humo para desviar la atención sobre el descalabro político en que venía el país.

 

Artur London, nació en Austria-Hungría de ascendencia judía, era político comunista checo había luchado contra los fascistas en España y había sido arrestado por actividades antinazis en Alemania durante la Segunda Guerra Mundial y pasó un tiempo en un campo de concentración. Mientras era Viceministro de Asuntos Exteriores en Checoslovaquia, fue arrestado junto con otras 13 personas (11 de las cuales, como era de esperar, eran judíos) y obligado, después de meses de tortura, a confesar espionaje y traición para que el dictador soviético Josef Stalin pudiera purgar a los disidentes. opiniones de los gobiernos de los países satélites de la URSS.

 

Costa-Gavras se mudó de su Grecia natal a Francia en 1951 y pasó sus 20 años como participante activo tanto en la política de izquierda como en la floreciente cultura cinéfila que inspiraría la Nueva Ola francesa. Cuando comenzó a dirigir sus propios largometrajes a mediados de la década de 1960, emergió con una sensibilidad plenamente formada, aprovechando su compromiso con los derechos humanos y su pasión por el cine como arte y comunicación. Casi de inmediato, con su tercera película, Z de 1969, Costa-Gavras obtuvo un éxito internacional ganador del Oscar, exponiendo los abusos de la vida real de la dictadura militar de Grecia en forma de un misterio/thriller ligeramente ficticio que agradó al público. Luego pasó la década de 1970 tejiendo variaciones de Z, contando historias apasionantes y extraídas de los titulares sobre el abuso de poder del Estado en todo el mundo.

 

Notable film en su poder de hacerte pensar en los Totalitarismos, aun con sus taras. Gloria Ucrania!!!

sábado, 18 de mayo de 2024

 

OPERACIÓN PACÍFICO.


Divertida comedia en el marco bélico de la WWII, una trama ligera cargada de situaciones absurdas que, al parecer la mayoría basadas en hechos reales (la reclamación de papel higiénico, el hundimiento de un submarino en Cavite Navy Yard, el camión torpedeado, la recogida de civiles,...), aunque algo exagerados en la cinta. Dirigida por el experto en el género Blake Edwards, adaptando el guion (nominado al Oscar sin premio) de Stanley Shapiro (“Confidencias De Medianoche” o “Pijama Para Dos”) y Maurice Richlin (“La Pantera Rosa” o “Confidencias De Medianoche”), basado en una historia de los veteranos en series de tv Paul King (“Caravana” o “Bonanza”) y Joseph Stone (“The Rough Riders” o “Stagecoah West”), teniendo su mejor aliciente en la pareja protagonista Cary Grant y Tony Curtis, ambos en el zenit de sus carreras, el primero saliendo de su éxito hitchcockiano “Con la muerte en los talones” y el segundo tras su rol en la maravillosa wilderiana “Con faldas y a lo loco” (donde Curtis imitaba a Grant). Fue Curtis el que impulsó el proyecto al querer trabajar con Grant que era su ídolo desde que lo vio en el film de submarinos “Destino Tokio” (1943), que fue el motivo para que Tony se alistara en la Armada, y quería tener a su lado a Cary mirando otra vez por el periscopio. Aquí la salsa es el choque entre las dos personalidades, Grant como el gerifalte Sherman del submarino estoico y rígido en su sentido del deber, mientras Curtis da vida al oportunista Holden, ladrón, hedonista, mujeriego, y entre ambos la química es fenomenal, traspasándose al espectador.

 

En 1959, el contralmirante de la Marina de los EE. UU. Matt Sherman (Grant), ComSubPac, aborda el obsoleto submarino diésel USS Sea Tiger, antes de su partida hacia el depósito de chatarra. Sherman, su primer oficial al mando, comienza a leer su diario personal de tiempos de guerra y comienza un flashback. El 10 de diciembre de 1941, un ataque aéreo japonés hunde al Sea Tiger mientras estaba atracado en el Cavite Navy Yard en Filipinas. El teniente comandante Sherman y su tripulación comienzan las reparaciones, con la esperanza de navegar hacia Darwin-Australia, antes que los japoneses invadan el puerto. Creyendo no hay posibilidad de reparar el submarino, el comodoro del escuadrón transfiere a la mayor parte de la tripulación de Sherman a otros barcos, pero le promete a Sherman que será el primero en llamar a los reemplazos disponibles. El teniente (grado junior) Nick Holden (Curtis), ayudante de un almirante, es reasignado a Sea Tiger a pesar de una falta total de entrenamiento o experiencia en submarinos.

 

Edwards se toma a risa la guerra, la despoja de cualquier seriedad o intensidad dramática, para zambullirse en situaciones bufas una tras otra, eso sí, muy bien encadenadas, haciendo chanzas del belicismo, de lo establecido. Tenesmo al principio el torbellino que supone la llegada de Holden al submarino, un tipo despierto al que asignan como encargado de suministros, ello en tiempo que escasean no, lo siguiente. Y Holden tiene sus métodos personales para hacerse con lo necesario para poder reflotar y hacer funcionar el submarino, ósea, robar, robar y volver a robar, con la ayuda de un militar ex convicto, tuberías de lavabos, motores, y hasta en un desternillante gag por lo bien filmado que está, vemos al mandamás de la base naval quejarse de que le han quitado la pared del despacho (que ra de metal y le han cortado varios metros cuadrados. En lo que recuerda al sargento Bilko en su picardía y inmoralidad dentro del ejército. Para colmo del humor cuando el submarino debe zarpar de urgencia Holden ha contratado a un Chamán hawaiano, toda ayuda es poca. Para sus propósitos Holden, en otra isla crea un casino para conseguir material para el submarino, dando crédito a cuenta en el local de juego, ello contando con que los ‘crupier’

 

Entonces aparece otro running-gag del film, como son las explosiones y gruñidos del motor que dan la sensación de no mucha seguridad a bordo. Y cual videojuego la situación se vuelve más y más disparatada conforme avanza el metraje, y cual camarote de los hermanos Marx se va llenando de gente. Primero con la recogida de cinco (hermosas y voluptuosas) enfermeras militares de una isla. Entonces las tensiones sexuales se suceden, lo delirante se desarrolla con continuos conflictos que el capitán intenta solventar, desde rifas entre la tripulación para adjudicarse una mujer, los cruces por los angostos pasillos donde la ‘delantera misil’ femenina crea ‘claustrofobia’, la torpeza femenina (muy misógina representación), como quieren secar la ropa interior, o colisiones con el mecánico central, todo ello para ir feminizando poco a poco el submarino desde sus entrañas, el motor termina convulsionando gracias a una faja, hasta por supuesto tener pintado de rosa el exterior.

 

Por supuesto, en una peli sin riesgos, tenemos varios romances en ristre donde brotan la guerra de sexos. Holden y la segunda teniente Barbara Duran (Dina Merrill), entre Sherman y la torpe segunda teniente Dolores Crandall (Joan O'Brien), o el jefe de máquinas Sam (Arthur O'Connell), y la mayor Edna (Virginia Gregg), por supuesto entre ellos de primeras hay batallitas; La primera es la desmaña de ella, desde hacer salir agua en la ducha cuando no debe, hasta presionar un botón crucial cuando no debía; la segunda es que Barbara queda enamorada de Holden y este sincero le dice que está prometido a una rica heredera (ello en medio de una jocosa escena en que ella huye de él nadando mientras él la persigue en un pequeñito bote de aire); y la última, es la misoginia de él la que crea la barrera, no acepta a una mujer entre sus queridas máquinas, no acepta (por su lívido supongo) la faja oscilante, pero al final le confiesa que le gusta porque no es una mujer (¿?), le dice que es algo mejor: "Me gustas porque eres más que una mujer: eres un mecánico".

 

Aquí la guerra es algo accesorio, hay tres escenas bélicas, una al inicio cuando los japos bombardean la base donde está el Sea Tiger, la segunda la del (desternillante) hundimiento del camión, y la tercer, la del fuego amigo que acaba de modo fachoso entre sostenes. Todas estas secuencias tratadas con claro sentido del humor, sin víctimas, no es que no hay muertos, es que ni hay heridos, aquí la asistencia médica para lo más tenso que se utiliza es para dar a una luz a unas mujeres nativas. No hay misión peligrosa, no hay enfrentamientos peligrosos, solo ir de un lugar A al B y luego al C. Solo es lo que pasa por en medio. Tenemos escenas tan chistosas como cuando en una isla Holden, en vísperas de Nochevieja decide buscar algo de comida especial y roba un cerdo a un granjero local nativo, la situación se desmadra en un control de caminos con la policía militar, vistiendo al porcino con un chaquetón, y todo culminando en el submarino, con la denuncia del nativo asaltado, teniendo ese momento Lubistch cuando Sherman abre la puerta con ‘Hastings’ (el cerdo) y solo vemos el rostro de Grant, su reacción es maravillosa, no vemos lo que él ve y ese fotograma oculto es descacharrante, acabando todo con el ladrón ‘robado’ cuando el granjero crea su propio bazar barato con las cosas de Holden en su camarote (hasta su masajeador se lleva), ello auspiciado por un entusiasmado Sherman ante la mirada irritada de Holden. Todo desembocando en un rush final jocoso cuando deben dejar de echar la última capa de pintura gris al submarino, quedando la superficie pintada de rosa, y con ello el chiste homófobo queda servido, y es que puede que este gag visual visto hoy día no sea del todo `políticamente correcto. Como también algunas elementos son algo envejecidos, pero como tampoco busca trascender en el tiempo, son perdonables. También podría haberse acortado algo el minutaje, pues dos horas son excesivas para lo que cuenta, con algunas situaciones que se estiran más de lo que debiera. Aunque para bien tiene un rush final satisfactorio en su humor.

 

Cary Grant está notable en un rol que dominaba sin problemas, el de caballero estoico, sobre todo aquí quedan su faz sorprendida con gesto de contención en cada una delas vicisitudes que sufre, desde como afronta que le regañen el mandamás de la base por la referida pared robada, su mirada cuando encuentra en un cigarrillo en el café, cuando ‘alguien’ presiona un botón que no debía, cuando se sienta sobre un caliente rizador de pelo, o cuando comunica a la tripulación por altavoz que cuando se crucen con las mujeres por el pasillo les dejen pasar sin cruzarse con ellos (por aquello de sus prominentes senos); Tony Curtis hace de sí mismo, de su encasillamiento, y lo borda, con ese encanto de gañán que desborda; del resto de secundarios destaca Arthur O'Connell como el jefe de máquinas, un obseso de su trabajo que encuentra la horma de su zapato en la nueva intrusa, mucha chispa tiene su actuación.

 

Spoiler:

 

Rush final: Desde la radio japonesa se burlan del misterioso submarino rosa, mientras la Marina de los EE. UU. cree se trata de un engaño japonés y ordena lo hundan en cuanto lo vean. Un destructor estadounidense detecta al Sea Tiger y abre fuego, luego lanza cargas de profundidad cuando el submarino se sumerge. Sherman intenta una mancha de petróleo y luego lanza mantas, almohadas y chalecos salvavidas desde su único tubo lanzatorpedos que funciona, pero el engaño falla. Por sugerencia de Holden, Sherman expulsa lencería de las enfermeras. El sostén de Crandall convence al capitán del destructor de que "los japoneses no tienen nada como esto" y cesa el fuego. Sea Tiger, todavía pintada de rosa, llega a Darwin, maltrecho y escorado, pero por sus propios medios, ello en medio de las burlas de los presentes en el puerto, hasta que de modo digno el capitán ordena ondear la Barras y Estrellas y cesan las risas; Los recuerdos de Sherman terminan con la llegada del comandante Nick Holden, su esposa (la ex teniente Duran) y sus dos hijos. Sherman promete a Holden el mando de un nuevo submarino de propulsión nuclear, también llamado Sea Tiger. La esposa de Sherman (la ex teniente Crandall) llega tarde con sus cuatro hijas y choca por detrás el auto del personal de su esposo, lo que hace que se bloquee los parachoques con un autobús de la Marina. Cuando el autobús se aleja, arrastrando consigo su auto, Sherman le asegura a su esposa que lo detendrán en la puerta principal. Luego, el comandante Holden lleva a Sea Tiger a su último viaje, mientras vemos y oímos el estallido de los motores rugiendo de su modo característico.

 

Tony Curtis había adquirido condición de estrella, con producciones como Los vikingos (1958), de Richard Fleischer o Fugitivos (1958). Tras aceptar protagonizar Con faldas y a lo loco (1959), de Billy Wilder, en donde se inspiraba para la creación de su personaje en su admirado Cary Grant, La Universal le preguntó cuál sería siguiente proyecto quisiera protagonizar. Curtis ya había trabajado con Blake Edwards en dos ocasiones, El temible Mr Cory (1956) y Vacaciones sin novia (1957). El director había colaborado también en el guión de una comedia centrada en ambiente militar, Operación Gran Baile (1957), de Richard Quine, en que el soldado que encarnaba Jack Lemmon, en registro interpretativo tan sobrio o severo como en la magnífica Cowboy (1958), de Delmer Daves, compartía algunas características, como el dominio urdidor de la picaresca, con el personaje de de Curtis de Operación Pacífico. La Universal propuso a Jeff Chandler para el papel del comandante del submarino Sea Tiger, pero Curtis sugirió que fuera Cary Grant, cuya interpretación como comandante del submarino en Destino Tokio (1943), de Delmer Daves, había sido determinante para que Curtis se decidiera a alistarse. Grant, en principio, se mostró remiso, porque consideraba que era demasiado mayor para el papel, pero acabó aceptando. Durante el rodaje se apuntalaría una singular sintonía entre ambos actores, derivaría en una duradera amistad. Stanley Shapiro, que había escrito el guion de Vacaciones sin novia, y Maurice Richlin, desarrollaron un argumento de Paul King y Joseph B. Stone. Ese mismo año firmarían ambos otro guion, junto a Russell Rouse y Clarence Greene, para Confidencias a medianoche (1959), de Michael Gordon. Por ambos guiones sería nominados en los Oscar, y lo ganarían por el segundo.

 

La Operation Petticoat se produjo con un amplio apoyo del Departamento de Defensa y la Marina de los EE. UU. La mayor parte del rodaje se realizó en la Estación Naval de Key West y sus alrededores, ahora el Anexo Truman de la Estación Aérea Naval de Key West-Florida, que sustituyó a Filipinas y Australia. El rodaje del período que sugiere la posguerra de 1959 se realizó en la Estación Naval de San Diego, California.

 

El USS Sea Tiger fue retratado por tres submarinos estadounidenses diferentes de clase Balao de la Segunda Guerra Mundial:

USS  Queenfish , en las escenas de apertura y cierre (siendo visible el "393" en la torre de mando)

USS  Archerfish , para todas las escenas en las que el barco estaba pintado del color gris y negro estándar.

USS  Balao , por todas las escenas en las que Sea Tiger estaba pintado de rosa

El destructor atacante y, durante la llegada a Darwin, el destructor visible al fondo es el destructor USS Wren de clase Fletcher.

 

Algunos de los puntos de la trama de Operación Enagua se basaron en incidentes de la vida real, como:

La evacuación de una enfermera de la Armada y varias enfermeras del Ejército de Corregidor a Australia por el submarino USS  Spearfish , comandado por el futuro receptor de la Cruz Naval, James C. Dempsey; La evacuación de civiles filipinos a Australia puede haberse inspirado en la evacuación de 32 civiles de Mindanao por parte del USS Narwhal, incluidos 8 mujeres, 2 niños y un bebé, durante su séptima patrulla de guerra el 15 de noviembre de 1943; El hundimiento del submarino USS  Sealion en el muelle de Cavite Navy Yard en Filipinas; El torpedeo de un autobús por parte del USS  Bowfin; La carta del Capitán Sherman al departamento de suministros de Cavite sobre la inexplicable falta de papel higiénico (basada en una carta real al departamento de suministros del Astillero Naval de Mare Island escrita por el teniente comandante James Wiggins "Red" Coe del submarino USS  Skipjack ); La necesidad de pintar un submarino de rosa debido a la falta de suficiente capa base de plomo rojo o blanco: el calor del USS Sealion en llamas también quemó la pintura negra del cercano USS  Seadragon; Durante un tiempo, el submarino luchó con sólo su capa interna de plomo rojo visible. Esto llevó a Tokyo Rose a menospreciar los "submarinos piratas rojos" estadounidenses. Otra posible fuente del submarino "rosa" es el condecorado USS  Harder , comandado por Samuel David Dealey . Con la creencia de que un tinte rosado ayudaría con el camuflaje, especialmente cerca del amanecer y el anochecer, Dealey añadió rosa al gris claro que era estándar para el esquema de pintura de la Medida 32 de la Marina.

 

Operation Petticoat fue un gran éxito de taquilla, recaudando más de 9,3 millones de dólares en alquileres de salas de cine en los Estados Unidos y Canadá, la convirtió en la tercera película más taquillera de 1959, la comedia con mayor recaudación nacional de todos los tiempos. hasta ese momento, así como la película de mayor éxito financiero de la carrera de Cary Grant. A través de su contrato, los residuos de Grant superaron los 3 millones de dólares, haciendo de Operation Petticoat su película más rentable hasta la fecha.

 

Operation Petticoat se adaptó como serie de ABC-TV se desarrolló del 17 de septiembre de 1977 al 10 de agosto de 1979. Inicialmente protagonizada por John Astin en papel de Grant del teniente comandante Sherman, la serie de tv presentó a la hija de Tony Curtis, Jamie Lee. Curtis, como el teniente Durán. La mayor parte del elenco fue reemplazado para la segunda temporada del programa, una decisión que provocó bajos índices de audiencia y cancelación. Solo se produjeron 32 episodios de la serie (22 en la temporada 1, 10 en la temporada 2) en total.

 

Paul King, Joseph Stone, Stanley Shapiro y Maurice Richlin fueron nominados al Premio de la Academia al mejor guión por su trabajo en Operación Enagua.

 

Los miembros del elenco incluyen varios actores que se convirtieron en estrellas de televisión en las décadas de 1960 y 1970: Gavin MacLeod de The Love Boat y McHale's Navy, Marion Ross de Happy Days y Dick Sargent de Bewitched.

 

Me queda un film muy ameno y divertido, con picos que lo hacen recomendable, sin ser redondo, si es bueno. Gloria Ucrania!!!