L'ATALANTE
Con motivo del reciente
90 aniversario del estreno (24/04/1934) de este mítico film, me lo he visto por
vez primera, subsanando una laguna imperdonable en mi cinefilia, encontrándome
una película fascinante de principio a fin. Obra francesa escrita y dirigida
por el trágico Jean Vigo, en lo que era su primer largometraje tras tres
cortometrajes, él último el maravillosamente controvertido “Cero en conducta”,
a sus 29 años daba el salto y desgraciadamente por sus problemas de salud
falleció antes del estreno del film, de hecho, la parte final del rodaje lo
llevó acabo desde una camilla. Una Obra maestra del Séptimo Arte de un poderío
visual entrelazado a su apasionante historia de amor, donde se nos habla con
modernidad del amor puro, de la libertad, del despertar de la inocencia, del
sentido de la vida. Una carta de amor a la vida formidable, adornada por secuencias
que embelesan en su potencia lírica subyugante. Contándonos la historia de amor
entre el capitán Jean al que da vida un excelente Jean Dasté y la joven
Juliette, encarnada por la gran y achuchable Dita Parlo, a bordo de L’Atalante
en su recorrido por el rio Sena. Vigo consigue con su modo de filmar transmitir
un estado de ánimo, apoyado en la sensacional cinematografía del polaco Boris
Kaufman, componiendo algunas secuencias onírico-surrealistas que son Everest
del Cine, como la deslumbrante que da inicio al film con Juliette en la
barcaza y al final alejándose esta de la ciudad; la de la zambullida de Jean
en el río parisino con lo que ve bajo las aguas; el Antológico tramo de los dos
protagonistas en éxtasis sexual, pero cada uno en un sitio diferente, pero que
la edición los une poética y turbadoramente. Un conmovedor relato de los que
cala en el espectador, cargado en su divina sencillez de encanto, inundado de
un romanticismo delicioso sin caer en lo sensiblero. Narración que ahonda en
aquello de que cuando la espuma de la Luna de Miel se extingue llega el tedio y
el hastío, el amor es algo que hay que ir regando para que no se seque.
Jean Vigo iniciaría el
rodaje de la película en diciembre de 1933, sólo ocho meses antes de una muerte
prematura -tenía 29 años- en un hospital de París. Este breve maestro de
filmografía supo captar y trasladar a la pantalla la sencillez, ternura, deseos
y sentimientos más íntimos de los personajes, pero la tuberculosis no le dejó
ver ni una sola de las secuencias rodadas. Tras varios procesos de mutilación y
montaje ajenos a las ideas de Vigo, la productora Gaumont recuperaría la
propiedad de la obra, reuniendo finalmente en 1989 al asistente de dirección
Pierre Merle, el actor Jean Dasté y otros colaboradores del cineasta parisino.
Recuperaron imágenes perdidas y, con el propósito de salvaguardar el concepto
original, conseguirían restaurar tan fenomenal e irrepetible película, obra
maestra del realismo poético francés.
Jean, el capitán de la
barcaza del canal L'Atalante, se casa con Juliette en su pueblo. Deciden vivir
a bordo de L'Atalante junto con la tripulación de Jean, el desaliñado y
excéntrico Père Jules (Michel Simon), el grumete (Louis Lefebvre), y al menos
seis gatitos. La pareja viaja a París para entregar cargamento y disfruta de
una improvisada luna de miel en el camino. Jules y el grumete no están
acostumbrados a tener una mujer a bordo, y cuando Jean descubre a Juliette y
Jules hablando en las habitaciones de Jules, Jean se enfurece por celos
rompiendo platos y haciendo que los numerosos gatos de Jules se dispersen. Al
llegar a París, Jean le promete a Juliette salir por la noche, pero Jules y el
grumete desembarcan para ir a ver a un adivino. Esto decepciona a Juliette
porque Jean no puede dejar la barcaza desatendida. Más tarde, sin embargo, Jean
lleva a Juliette a un salón de baile. Allí conocen a un vendedor ambulante que
coquetea con Juliette, baila con ella y le pide que se escape con él.
Inicio de resonancias
mágicas, con la presentación de la frágil y curiosa Juliette, con esas
bucólicas vistas de ella sobre la barcaza mientras el día se inclina a la
noche, ataviada de virginal blanco se adentra en un mundo de hombres, la vemos
pasear por la cubierta, haciéndose presente el halo de alguien que viene a
cambiar el status en la nave. Y tras la primera noche juntos en L’Atalante, el
ayudante Jules y el grumete la mañana dan una serenata bucólica con acordeón y
canción de un barquero. Tenemos la enternecedora secuencia de la gata habiendo
dado a luz gatitos en la cama de Jean y Juliette, quizás como alegoría de
fertilidad del matrimonio. Tras ello embarcándonos en un torbellino de
sensaciones mediante escenas punzantes que dan relieve a esta gran historia de
amor, con mucho de comedia y mucho de drama emocional. Con momentos de gran
beldad, como ese contrapicado tan soviético de una mujer con su hijo contra el
cielo nublado que observa pasar la barcaza, ese abrazo de Jean a Juliette en la
proa de la barcaza, antecediendo a la famosa escena de “Titanic”, como entre la
bruma cuando no aparece Juliette y la buscan en la barcaza y Jean la encuentra
sentada melancólica en la cubierta y se abrazan.
Y comenzarán los
choques, sobre todo con la colisión entre Juliette y Jules, el ayudante de
Jean, un curtido marino que ha estado en Yokohama, Melbourne o
Singapur, y que ahora navega aguas dulces navegables entre Le Havre y París.
Entre el veterano marino y la curiosa Juliette surge una turbadora amistad, primero
con el gusto común por coser a máquina, luego ella lo hace modelo cuando le
pone una falda, con ese momento conmovedor en que él le muestra todos sus
‘tesoros’, desde una maquinita de música, una marioneta (maestro de orquesta),
fotos trucadas, un colmillo de elefante, una gran navaja, un gran abanico, le enseña unas manos
enfrascadas de su mejor amigo de Jules, le toca el acordeón, y al final se
quita la camiseta para mostrarle todos sus tatuajes, y con ello aparece Jean
enfadado, celoso de la atención que ella ha prestado a Jules, y acaba
maltratando a un gatito y rompe platos y destroza cosas en el camarote de Jules
(entre medias Jules ha ido a cortarse el pelo a un peluquero de perros ¿?). Está
el tramo en que Juliette desea conocer París, y Jean solo le lleva a un bistró,
donde aparece mago-vendedor-cantante-músico callejero (gran Gilles Margaritis)
que con simpatía embauca a Juliette y bailan juntos ante los celos y rabia de
Jean, tras lo que emerge el atavismo de Jean, su carácter posesivo y termina
peleándose con el ‘intruso’ mago, que se mueve con acrobacias delirantes. Este
choque al parecer fue origen para de la subtrama de “La Strada” (1954) de
Fellini, donde el bruto Zampanò (Anthony Quinn) sentía celos del acróbata
encarnado por Richard Basehart, y como encandilaba a la apocada Gelsomina
(Giulietta Masina). Acaba con Jean llevándose a Juliette al L’Atalante. El mago
los sigue cuando la ve a solas la invita a París, describiéndole la ciudad como
algo mágico, aparece Jean y lo echa de allí a patadas. La semilla de la
curiosidad está sembrada en Juliette, y acaba, por la frialdad de Jean,
escapando en la noche para ver París. Pero la Ciudad de la Luz es hostil para
ella le roban, la acosan, la hostigan. Jean descubre ha salido Jean y
encolerizado de noche ordena a Jules partir de allí y abandonarla. Jean creía
poder volver a la barcaza antes de que se dieran cuenta de su escapada, pero
cuando vuelve ya han partido, ello filmado con ella aislada del mundo,
exponiendo en tomas generales su fragilidad ante la nueva situación. Vuelve a
la ciudad a buscar trabajo y no lo encuentra.
Tras ello vemos a Jean
sumido en la apatía, sufriendo, ello maravillosamente expuesto en una divertida
partida de damas entre Jules y Jean, con protagonismo para los gatos. Jean
termina echándose las manos a la cabeza, en clara señal de arrepentimiento por
haber abandonado a su amada Jean. Y busca encontrarla en el fondo de un cubo con
agua, como ella ya le había dicho anteriormente, que lo había visto a él antes
de conocerlo en el fondo del agua, y sabemos que él la busca. Hay una preciosa
escena en que Jules mueve su dedo sobre un disco y hace sonar la música, lo
hace varias veces y desconcierta al espectador, cuando vemos al grumete que
toca el acordeón. Tras vemos a Jean saltar por la borda y nada bajo las aguas y
termina viendo a su amada vestida de blanco mientras le sonríe feliz. Jules y
el grumete lo buscan en el agua creyendo se ha querido ahogar, Jean sale por un
lado que no le ven y se acerca a mirar lo que Jules y el grumete buscan,
escena divertida tantas veces plagiada (me acuerdo de una similar en “Indiana
Jones y la última cruzada”). Tras ello Jules para animarlo le pone música
alegre en un fonógrafo (que antes Vigo nos había regalado y una entrañable
secuencia con varios gatitos alrededor del aparato escuchando inquietos la
melodía del disco), Jean primero reacciona con una sonrisa fugaz, tras lo que
se da la vuelta intentando encontrar en el puerto a su amada, entonces se corta
a Juliette en otro lugar junto al rio intentando encontrar a su amado. Tras lo
que se produce uno de los grandes momentos de la Historia del Cine. Juliette y
Jean los vemos acostarse en lugares diferentes, la música acompaña a la
excitación de los dos pensando cada uno en el otro, se acarician y abrazan en
clara referencia a masturbarse, se contorsionan, las imágenes se fusionan en
superposiciones que los hacen hacer el amor virtualmente, todo hasta llegar al
éxtasis orgásmico, Homérico.
Comienza la demencia de
Jean huyendo de la barcaza intentado dar con Jean sin rumbo, ido mentalmente.
Hay un tramo que lleva a Jean a estar a punto de perder la barcaza, pues el
armador de la Compañía Fluvial (Maurice Gilles), le pide explicaciones, aunque
no sabemos lo que ha hecho mal (¿?).
Jules le defiende, tras lo que este decide buscar a Jean. Tras pasear
por distintos lugares, Jules oye por un altavoz en una sala de discos ‘Chant
des Mariniers’ (la que él y el grumete le cantaron la mañana de su Luna de
Miel), entra y allí está oyéndola Jean, ella ve a Jules por el reflejo en el
cristal y se ruboriza y avergüenza, él la coge a hombros y se la lleva de allí.
Cortamos a la barcaza, el grumete le dice a Jean que Jules ha ido a buscar a
Juliette, tras lo que se altera y pide le traiga agua el grumete para afeitarse
y adecentarse. Juliette llega y entra en el camarote de Jean, tras lo que Jules
cierra la escotilla en clara señal de saber lo que habrá allí debajo de índole
sexual. Jean la espera, los dos se miran unos tensos segundos, la música
arranca, tras lo que se abrazan y caen al suelo rendidos el uno al otro. La
imagen cambia, como queriendo respetar si intimidad, y la cámara se coloca en
Ojo de Dios en una espectacular (sobre todo para su tiempo) toma aérea recorre
la barcaza (metáfora fálica para lo que acontece en el camarote?) el objetivo
tras lo que se pierde por el cauce fluvial. Maravilloso Final, de los que
conmueve por lo que has empatizado con estos muy humanos seres frágiles.
Me queda la pregunta de
cómo vivió este indeterminado tiempo sola Jean, pues la vemos en una
habitación, que se supone alquiló, y de dónde sacó el dinero para ello? Cuando
le habían robado el bolso con su plata. Y vemos que no puede encontrar trabajo.
Juliette es interpretada
por Dita Parlo (verdadero nombre Grethe Gerda Kornstädt, actriz nacida en
Berlín; Su otro papel famoso fue el de la granjera que acoge a los convictos
fugitivos en "La Gran Ilusión" de Renoir en 1937), derrochando una
delicadeza, un poder de encariñarse con ella sensacional, la debilidad que
transmite, su pose asustadiza, la forma de expresar expectación, la inocencia
que desborda, un rostro angelical que la hace achuchable, Fascinante actuación;
Jean Daste como Jean, resulta entrañable en su cariz imperfecto, su cariño por
ella, sus celos, su dureza aparente, la desesperación ante su falta, el actor
es brillante en como nos llega esto en una interpretación Magnífica; Está un
Michel Simon como Père Jules, como uno de esos secundarios roba escenas
prodigiosos, su carisma y carácter llenan la pantalla con esa pose y rostro
ajado por lo curtido de sus años de marinería (tenía 39 años y aparenta muchos
más en sus arrugas), tiene una química con Parlo extraordinaria, sobre todo en
las dos escenas de camarote, la compenetración entre ambos es sublime, acaba
con ella peinándole. Rol (transgresoramente) ambiguo sexualmente, algo sutil
como primero lo muestran cogido de la mano del grumete corriendo a la iglesia,
luego lo vemos que sabe coser a máquina, se prueba vestidos, y dice que tiene
las manos y foto de su mejor amigo guardadas, dejando que probablemente era su
amante; Incluso Gilles Margaritis como el mago ambulante tiene espacio para
crear en poco tiempo un personaje de gañán callejero formidable en su dónde
encantar a Juliette.
La puesta en escena
destaca por la Antológica cinematografía en glorioso b/n del polaco Boris
Kaufman (“La ley del silencio” o “12 hombres sin piedad”), creando en
exteriores secuencias de una beldad enervadora, jugando con el expresionismo
alemán en muchos tramos, con contrapicados contra cielos nublados, con vistosos
travellings descriptivos, moviéndose entre la neblina, creando tomas rebosantes
de vida en los camarotes, con cuadros tiernos como los de los gatitos,
Maravillosa labor entrelazada a la edición de Louis Chavance, sobre todo en las
dos escenas claves, como es la de la zambullida de Jean para buscar a Jean y la
escena pan-sexual entre Jean y Juliette en lugares alejados. Tan buena es la
labor que la película podría haberse filmado de forma silente y solo con música
y todo se hubiera entendido. Música de un vivaraz Maurice Jaubert (“Zero en
conducta” o “El muelle de las brumas”), con vitalistas melodías de acordeón que
se amoldan de forma prodigiosa a la narración.
Me queda la pregunta de
si Juliette estaba en París y la barcaza en Le Havre, como pudo Jules buscar a
Juliette, algo me falla.
La toma aérea final de
la película se filmó más tarde según instrucciones de Vigo, por lo que es
probable que el propio Vigo nunca la haya visto).
Tras el difícil estreno
de su controvertido cortometraje Zero for Conduct (1933), Vigo inicialmente
quiso hacer una película sobre Eugène Dieudonné, con quien el padre de Vigo (el
anarquista Miguel Almereyda) había estado asociado en 1913. Después de Vigo y
su productor Jacques-Louis Nounez tuvo dificultades para encontrar el proyecto
adecuado para un largometraje y finalmente le dio a Vigo un guión inédito de
Jean Guinée sobre los habitantes de las barcazas. Vigo reescribió la historia
con Albert Riéra, mientras que Nounez consiguió un contrato de distribución con
la Gaumont Film Company con un presupuesto de 1 millón de francos. Vigo utilizó
para Conduct a muchos de los técnicos y actores que trabajaron con él en Zero,
como el director de fotografía Boris Kaufman y el actor Jean Dasté.
La productora Gaumont,
preocupada con los propietarios de los cines tras el cortometraje de Jean Vigo
Zero en conducta , decidió sustituir la música de Maurice Jaubert por la
exitosa canción Le Chaland quien pase de Lys Gauty. La productora eliminó 19 minutos
del metraje en un montaje de Louis Chavance y la duración de la película quedó
en 65 minutos; En 1940, Henri Beauvais, el nuevo propietario de los derechos y
ex accionista de la promotora, presentó una versión restaurada con el título y
la música originales de la película. Desgraciadamente, el negativo de esta
copia fue destruido durante la Segunda Guerra Mundial; En 1950, Henri Langlois
y la Cinémathèque française se basaron en la versión de Beauvais para
introducir correcciones procedentes de las diferentes copias encontradas. La
calidad técnica de esta restauración no es óptima; En 1983, el director
Jean-Louis Bompoint se enteró de que la Filmoteca Francesa había encontrado,
recientemente, elementos no publicados, por tanto, quiso empezar una nueva restauración,
pero Vicente Pinel, curador dentro de la Filmoteca Francesa, ya el había
comenzado en secreto; En 1990, la productora Gaumont lanzó versión restaurada
de la película. El objetivo era preservar los derechos de la obra, ya que en
poco tiempo iban a pasar a ser de dominio público. Esta versión fue producida
por Michael Schmidt y dirigida por Jean-Louis Bompoint y Pierre Philippe. Esta
restauración se presentó en el Festival de Cine de Cannes y se consideró
completa. La versión incluye material no incluido en la versión de 1934 y el
famoso, plano iceberg que muestra a Jean Dasté lamiendo un cubito de hielo. Los
restauradores no sabían dónde colocar el plan y lo situaron en el centro de la
película. En cuanto al montaje de la pieza restaurada, éste está más ligado a
la gramática más moderna del lenguaje cinematográfico; Ese mismo año, el de la
restauración de Bonpoint, Jean-Louis Bointpoint encontró en Londres una copia
de trabajo de L'Atalante de 1934 muy cercana a la versión final pero, los restauradores
de 1990 no dispusieron del tiempo necesario para trabajarla en su totalidad.
"París , ciudad
infame y maravillosa. Amada por los enamorados y los bandidos. París es como
una bruja" (La canción de Jules)
Mientras terminaba de
trabajar en Zero for Conduct, el productor Jacques-Louis Nounez estaba
interesado en trabajar con Vigo en un largometraje. Vigo sugirió trabajar en
una película carcelaria sobre el anarquista francés Eugène Dieudonné, a quien
el padre de Vigo, Miguel Almereyda, había defendido en un artículo periodístico
en 1913.Vigo comenzó a trabajar en la película con Dieudonné, quien había
aceptado interpretarse a sí mismo, y Julot Dupont, experto en prisiones
francesas. Después de que Zero for Conduct fuera prohibido en Francia por su
controvertida descripción del sistema educativo francés, a Nounez le preocupaba
que una película así no pudiera distribuirse. Otras ideas para películas
consideradas por Nounez y Vigo incluyen una adaptación de L'Affaire
Peau-de-Balle de Georges de La Fouchardière y un guión que Vigo había escrito
sobre la relación entre un padre burgués y su hijo más progresista. En julio de
1933, Nounez finalmente regaló a Vigo un guión sobre "habitantes de
barcazas" llamado L'Atalante, escrito por Jean Guinée. A principios de la
década de 1930, las películas y la música sobre los "habitantes de las
barcazas" eran populares en Francia y habían inspirado canciones pop como
"Chanson de halage" y "Le chaland qui passe". A Vigo inicialmente no le gustó el escenario,
pero finalmente aceptó hacer la película y comenzó a hacer sugerencias para la
historia. Nounez produjo la película por
₣ 1 millón e hizo un trato con Gaumont Film Company para proporcionar decorados
de estudio y distribuir la película. Vigo contrató a personas con las que
colaboraba frecuentemente, como el director de fotografía Boris Kaufman, el
compositor Maurice Jaubert y el director de arte Francis Jourdain, que era un
viejo amigo de su padre. Boris Kaufman, hermano del cineasta soviético Dziga
Vertov, describió sus años de trabajo con Vigo como "un paraíso
cinematográfico". Vigo también contrató al editor de cine Louis Chavance
después de que le resultó difícil editar él mismo Zero for Conduct. Chavance
había asistido al estreno de Zero for Conduct y había sido uno de sus primeros
partidarios y rápidamente se hizo amigo de Vigo. Vigo y Albert Riéra
escribieron rápidamente un guión de rodaje y exploraron localizaciones en los
muelles durante el verano de 1933. También encontraron y alquilaron Louise XVI,
la barcaza utilizada para la película.
Vigo trabajó por primera
vez con estrellas de cine consagradas, que fueron contratadas por Gaumont pero
aprobadas por Vigo. Michel Simon había sido actor principal después de aparecer
en el papel principal de Boudu salvado del ahogamiento (1932) de Jean Renoir.
Simón declaró que aceptó el papel del poco conocido y ya controvertido Vigo
porque simpatizaba con Vigo y quería ayudarlo en su turbulenta carrera. Dita
Parlo era una estrella menor que acababa de regresar a Francia después de seis
años en Alemania. Jean Dasté sólo había aparecido en Zero for Conduct y Boudu
Saved from Drowning antes de su papel principal, pero tuvo una larga carrera en
Francia. Louis Lefèbvre había aparecido anteriormente en Zero for Conduct. Vigo
estaba familiarizado con la falta de formación actoral de Lefèbvre y su torpeza
ante la cámara y trabajó esas características en su personaje para que la
actuación de Lefèbvre funcionara.
Aunque estaba previsto
que el rodaje comenzara durante el verano, la producción no comenzó hasta
mediados de noviembre de 1933. L'Atalante tardó cuatro meses en rodarse,
parcialmente en una réplica de la barcaza en un estudio de Gaumont y
parcialmente en exteriores. Durante el
rodaje, Vigo a menudo representaba las escenas él mismo para los actores e
insistía en que volvieran a filmar las escenas hasta que quedaran perfectas.
Entre los cambios que
Vigo hizo en el guión original se encontraba la sustitución del perro mascota
de Père Jules por más de diez gatos callejeros proporcionados por la Sociedad
para la Prevención de la Crueldad contra los Animales. Al padre de Vigo le gustaban
esos gatos y los hogares de la infancia de Vigo a menudo estaban invadidos por
gatos callejeros. Durante las escenas en las que Père Jules toca su fonógrafo,
los gatos quedaban inmediatamente fascinados por el fonógrafo y lo rodeaban
cada vez que tocaba música. Vigo rápidamente reunió a su equipo y filmó
imágenes de los gatos escuchando la música y durmiendo dentro del altavoz. Más
tarde, Simon adoptó el gatito que descansaba dentro de la bocina del fonógrafo.
Vigo también visitó los mercados de pulgas locales en Saint-Ouen y el mercado
de chatarra en el Boulevard Richard-Lenoir para encontrar accesorios para la
colección de artefactos de todo el mundo de Père Jules.
La producción comenzó
con los exteriores en exteriores y se rodó principalmente en secuencia. La
primera escena rodada fue la secuencia de la boda en Maurecourt, en Oise. Los
exteriores de la secuencia del salón de baile donde Juliette conoce por primera
vez al showman se rodaron en el salón de baile Charentonneau en Maisons-Alfort
, mientras que los interiores se rodaron en un elaborado decorado en los
estudios Gaumont. El personaje del showman no estaba muy desarrollado en el
guión de rodaje y Vigo se basó en la improvisación en el set para crear un
personaje más interesante. Debido a que Gaumont había insistido en que se
incluyera música en la película, el showman canta "The Pedlar's
Complaint", una canción popular francesa escrita por Vigo, Goldblatt y
Jaubert que se burla del género musical que de mala gana se les pidió incluir.
en la película. Vigo había experimentado previamente una mala calidad de sonido
al filmar Zero for Conduct y estaba preocupado por un problema similar en
L'Atalante a pesar de tener mejor equipo. Dado que Michel Simon tenía la mayor
cantidad de diálogos en la película y una forma de hablar claramente
inarticulada, Vigo hizo que Simon adoptara el rasgo de carácter de repetir las
preguntas que se le hacían a su personaje.
Las dos primeras semanas
de rodaje comenzaron en Oise, entre el Marne y el Rin, y bajando por el canal
Ourcq hasta la cuenca de La Villette . El duro clima invernal ralentizó el
calendario de rodaje y afectó a la salud de Vigo. [15] A pesar del frío, Vigo
quería rodar cada vez más de noche para utilizar las luces artificiales de las
barcazas y las casas a lo largo del canal. Vigo también necesitaba mantener la
continuidad, y el frío creaba hielo flotante en el canal. En medio del rodaje,
Vigo trasladó al elenco y al equipo al set de réplica de la barcaza en los
estudios Gaumont en La Villette , pero rápidamente cambiaba el rodaje del día
al lugar cuando el clima lo permitía. Vigo dejó todos los planos de transición
para el final del rodaje, lo que se convirtió en un gran problema al quedar el
suelo cubierto de nieve. Vigo tomó muchas tomas de ángulo bajo que solo
mostraban el cielo de fondo para mejorar este problema.
A mediados de enero, la
película estaba retrasada y excedía el presupuesto, y aún no se habían rodado
varias secuencias importantes. Los ejecutivos de Gaumont culparon a Vigo y lo
presionaron para que terminara la película de manera rápida y económica. Vigo
se vio obligado a filmar imágenes de estilo documental, como la escena en la
que Juliette pasa junto a una fila de verdaderos trabajadores desempleados. A
pesar de no contar con fondos suficientes de Gaumont para pagar extras o
localizaciones, pudo filmar la escena en la que Juliette es asaltada en la Gare
d'Austerlitz en mitad de la noche con algunos amigos apareciendo como extras de
fondo. Chavance también pudo reclutar a miembros del "Grupo Octubre",
como Jacques Prévert, Pierre Prévert y Loutchimoukov, para aparecer en la
película.
En el lugar, las
condiciones de rodaje eran a menudo frías y húmedas, lo que provocó que Vigo se
enfermara y tuviera fiebre. Ya padecía
tuberculosis y estuvo postrado en cama durante gran parte del rodaje. Vigo se negó
a tomar un descanso y a menudo peleaba con los ejecutivos de Gaumont por la
película. Trabajó hasta que la película estuvo casi terminada y se hizo un
primer montaje.
Al cabo de cuatro meses
de rodaje continuo, a principios de febrero de 1934, Vigo se tomó unas
vacaciones en Villard-de-Lans con familiares y amigos para intentar recuperar
su salud. Tenía la intención de terminar el montaje final de la película, pero
su estado empeoró y regresó a París para recuperarse. Las pocas tomas aéreas
restantes fueron realizadas por Boris Kaufman, mientras que el editor Louis
Chavance terminó el montaje final sin Vigo. La salud de Vigo no mejoró y estuvo
confinado en cama por el resto de su vida. Dasté afirmó más tarde que Vigo
"hacía bromas todo el tiempo. Pasar un día con él era maravilloso y
agotador, incluso unas semanas antes de su muerte. Era una persona muy
vivaz".
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