domingo, 17 de marzo de 2024

 


ASTÉRIX Y LAS 12 PRUEBAS.


Divertidísimo film de animación francés a mayor gloria de los populares galos Asterix y Obelix, creados aparecieron por primera vez el 29 de octubre de 1959 en la revista Pilote, creados por el guionista René Goscinny y el dibujante Albert Uderzo. Tercera caricatura adaptada del cómic, la película se basa por primera vez en una historia original, inspirada en los doce trabajos de Hércules, siendo la primera dirigida por los creadores Goscinny y Uderzo, después de Astérix y Cleopatra, es la segunda y última película de animación realizada por los autores originales de la historieta, y la primera producida por los estudios Idéfix, creados por René Goscinny, Albert Uderzo y Georges Dargaud. Tras su estreno, Las doce obras de Astérix cosechó un gran éxito con 2.202.481 espectadores en Francia.

 

Con una estructura de viñetas, cual juego de ordenador pasando por varias pantallas a modo de pruebas, caemos en lo de siempre en estas formas, y es en la irregularidad, con pruebas más incisivas humorísticamente que otras, sabiendo hacer chanzas de todo un arsenal de la cultura pop, generando humor incluso anacrónico, con esa montaña de basura en el bosque al principio, el cohete en que se convierte el corredor griego o la aparición de una estación de metro parisino. Además de los siempre carismáticos Asterix y Obelix destacan de secundarios otros roles simpáticos, como el herrero y su inquina por el juglar, o la arrogancia del líder de la aldea gala, o en el otro lado la soberbia de Julio Cesar, o la gracia de Caius Pupus, maestro de ceremonias de las pruebas, con esos andares y habla tan particular.

 

En el año 50 aC, toda la Galia fue ocupada por los romanos, a excepción de un pequeño pueblo que aún resistía al invasor. Sin embargo, la fuerza sobrehumana de los indomables galos da lugar a creencias relativas a su presunta naturaleza divina. Julio César permaneció incrédulo, pero algunos de sus consejeros retomaron estos rumores. El dictador romano decide entonces resolver la cuestión lanzando un desafío al líder Abraracourcix: para demostrar que son efectivamente dioses, los galos deberán vencer una serie de doce pruebas lejanamente inspiradas en la obra del semidiós Hércules. Si lo logran, César promete admitir la derrota, pero si pierden sólo una de estas pruebas, todo el pueblo tendrá que someterse a la autoridad de Roma. Abraracourcix acepta y luego designa a Astérix y Obélix como sus campeones. César les envía un árbitro honesto llamado Caius Pupus, hombre bajo con andares de paloma.

 

La primera prueba consiste en vencer en una carrera a pie a Merino el Griego, atleta olímpico de Maratón. Gracias a la poción mágica, primera de las tres que se utiliza en las 12 pruebas, Astérix alcanza a su oponente sin esfuerzo aparente, tomándose también el tiempo para recoger flores y setas por el camino. En reacción, Merino acelera, se transforma en cohete y rompe la barrera del sonido; Aquí comienza la cinta a hacer un mosaico de personajes de territorios conquistados por el imperio de Roma, y con ello confiriendo condiciones referentes al cliché de la cultura popular. En este caso aprovechando que en la Antigua Grecia se hacían los Juegos Olímpicos (años más tarde se hizo una cinta de Asterix y Obelix en los Juegos Olímpicos). Muy jocoso como Asterix se sabe vencedor de antemano y hace recados por en medio de la carrera.

 

Segunda prueba: Consiste en lanzar una jabalina más lejos que Kermes, un persa con el brazo derecho muscularmente hipertrofiado. Con un gesto vigoroso, este campeón lanza su jabalina volando hasta América, hazaña que accidentalmente descubre el hacha entre los nativos americanos. Obelix será aquí su oponente, que sin esfuerzo, pues eso, desternillante lo que sucede, muy fantasioso como acaba; Hay un cameo de Oumpah-pah, personaje creado por Goscinny y Uderzo.

 

Tercera prueba: Deben ganar una pelea contra Cylindric el alemán. Descacharrante como todos esperamos a un gigante fornido que aparezca tras unas enormes puertas cual las de Skull Island que guarda a King Kong, y sin embargo aparece un tipo bajito rubio, regordete y con bigote, ataviado con un traje de judo, jugando con la percepción del espectador al sorprenderlo. Obelix siente lástima por él y pide a Asterix le dé un poco de poción (¿?). Obelix será el rival del teutón, pero las apariencias engañan, y termina siendo más un duelo de ingenios que de fuerza; Es una caricaturización del sub género de cine que triunfaba en esta década, el cine de  artes marciales; Jocoso!

 

Cuarta prueba: Deben cruzar un lago embrujado, pues en medio está la Isla del Placer, habitada por las sacerdotisas del placer. Cuando cruzan Asterix y Obelix son hipnotizados por el canto que proviene de la isla y reman hacia ella. Allí hermosas mujeres les agasajan e invitan a que pidan cual placer desean, pero no están preparadas para la gran pasión de Obelix; Prueba picantona, algo subidita de tono para el público infantil, epro que se resuelve de modo desternillante.

 

Quinta prueba: Los galos deben soportar la mirada insoportable de Iris, hipnotizador egipcio capaz de hacer creer a la gente que son animales. Sin embargo, desconcertado por las interrupciones de Astérix, que le interroga incansablemente sobre sus ojos luminosos ("Puedes encender uno a la vez?"), el egipcio acaba ordenándole que repita: "Soy un jabalí, soy un jabalí". ¡Jabali!" », y… pues eso; Parodia divertida de los hipnotizadores tan de moda entonces.

 

Sexta prueba: Consiste en comerse toda la comida preparada por el belga Mannekenpix (nombre parodia de la icónica fuente de Bruselas), el cocinero de los Titanes. Este desafío le conviene perfectamente a Obélix, cuyo apetito se ha abierto con todas las alusiones a los jabalíes durante la prueba anterior (sobre todo porque son las doce). El repartidor de menhires devora sucesivamente: un jabalí adornado con "  manzanas que crecen en la tierra" , un rebaño de gansos, un rebaño de ovejas, una tortilla de ocho docenas de huevos, todo un banco de peces, un buey, una vaca y dos terneros ( “Sí, porque separar familias no es bueno, eh!” , explica caritativamente el cocinero), una montaña de caviar (con su tostada) , un camello disecado, un elefante relleno de aceitunas,  etc. Y… pues lo esperado.

 

Séptima prueba: Los galos deben ingresar a la "Guarida de la Bestia", siniestra caverna alberga una criatura desconocida, y salir con vida. Imperturbables, Astérix y Obélix van allí y se encuentran con extraños pájaros con alas membranosas, asisten a un espectral partido de tenis jugado con una calavera, se topan con una grosera aparición fantasmal y luego se encuentran por un corto tiempo en la estación de metro de Alésia; Puede que la más floja de las set-pieces, sin chispa alguna, y no sabiendo acabarla; Esta prueba es una referencia a las catacumbas de París, tema central de la colaboración anterior entre René Goscinny y Pierre Tchernia, “Les Gaspards”.

 

Octava prueba: Astérix y Obélix deben obtener el pase A-38 en la “casa que te vuelve loco”. Este laberinto burocrático cortesano alberga a un recepcionista sordo, empleados procesales y secretarias parlanchinas que redirigen constantemente a los dos galos de una oficina a otra, prolongando a sus anchas los interminables trámites necesarios para obtener el pase en cuestión. Después de calmar a Obélix, víctima de un violento ataque de nervios, hasta que Astérix planea su propio juego; De la docena de pruebas, esta es en la que más sufren los protagonistas; Abracadabrante parodia de la kafkiana burocracia a la que en muchas ocasiones nos vemos abocados; Obélix rompe los brazos de una estatua de mujer que en realidad representa a Venus de Milo. Este gag será utilizado en la película “Astérix y la sorpresa de César”, así como en “Astérix en los Juegos Olímpicos” de 2008.

 

Novena prueba: Apela a la agilidad de los dos galos. Deben cruzar un barranco caminando sobre un cable invisible suspendido sobre los cocodrilos del Nilo. En medio de la travesía, Astérix y Obélix pierden el equilibrio; muy Looney Toones esta prueba. Divertidilla sin más; Es la segunda vez en que Asterix toma la poción mágica.

 

Décima prueba: Astérix y Obélix deben a escalar las empinadas laderas de un imponente nevado para resolver el enigma del “Venerable de la Cumbre”. Este último desafía a Astérix, con los ojos vendados, a reconocer qué montón de ropa lavada fue lavada con “Olimpo, la ropa de los dioses”; En lo que es una descacharrante parodia de los spots publicitarios televisivos; No s insertan al final una secuencia en el Olimpo con los Dioses donde estos discuten sobre las capacidades de los galos, y al igual que las imágenes de la Isla del Placer me han sido algo subiditas de tono por las mujeres desnudas tumbadas (entre ellas una indisimulado dibujo de la sensual Brigitte Bardot), que se ven, no viene a cuento.

 

Undécima y penúltima prueba: Los galos deberán pasar la noche en la llanura de Trépassés. Sin embargo, el lugar no es propicio para el descanso porque sigue perseguido por los fantasmas de los legionarios caídos en combate. Nada asustado, Obélix lucha en vano por noquear a los fantasmas inmateriales y a su oficial, hasta el punto de que el ruido nocturno despierta a Astérix; Otra parodia del cine de terror  muy bien acabada. Además de ser buenas las animaciones de estos espíritus.

 

Finalmente, la duodécima y última prueba: Consiste en participar y sobrevivir a los juegos del circo. Con razón, los dos héroes se despiertan inexplicablemente frente al palacio de Julio César en Roma Todos los caminos llevan a Roma). Allí encuentran a todos los miembros de su pueblo, invitados a luchar en la arena del circo Maxime; Aquí se rompe sin sentido la tónica de que deben ser Asterix y Obelix los que deben afrontar todas las pruebas, para ser ahora todo el pueblo, acudiendo por tercera vez a la pócima mágica de Panoramix; Hay un delirante giro cómico sobre como el Circo de Gladiadores pasó a ser el Circo de artistas, equilibristas, malabaristas, acróbatas, payasos o domadores de fieras.

 

Todo para terminar con un epílogo satisfactorio en su tono irreverente de romper la cuarta pared, para reírse con el espectador de lo visto.

 

En el apartado técnico hubo muchas mejoras respecto a los 60s. Se pasó al formato panorámico, los movimientos son más suaves y el diseño de los personajes es tan sublime que, a pesar de las limitaciones de la época, se mantendrá prácticamente intacto en las próximas adaptaciones al cine.

 

La banda sonora Gerard Calvi es Homérica en su tono distendido y pegadizo, destaca por su tema central, todo un clásico indeleblemente unido a la franquicia gala, un leit-motive que desde mi infancia ha permanecido unido al humor desenfadado.

 

Spoiler:

 

Epílogo: Julio Cesar se ha retirado a vivir cuidando del huerto junto a Cleopatra dejando a los galos de dueños del Imperio. Caius Popus está retirado en la Isla del Placer (¿?). Tras lo que vemos a los galos en su aldea en un festín de comida, cuando Obelix pregunta: "Somos realmente los dueños de Roma?", Astérix responde: "Seamos realistas, esto es una caricatura y todo vale". Genial complicidad con el espectador. Encantado, Obelix se teletransporta a Pleasure Island para disfrutar de su jabalí, en brazos de la suma sacerdotisa.

 

En los años 1960, la exitosa tira cómica francesa Astérix vio sus primeras adaptaciones a dibujos animados. La primera, Astérix el Galo, adaptación del primer álbum del mismo nombre, fue producida por los estudios belgas Belvision, bajo la dirección del editor Georges Dargaud, sin informar a los dos autores de la serie, René Goscinny y Albert Uderzo. Éste sólo descubrió la película durante una proyección privada, pero no se opuso a su estreno en salas, que fue un éxito. No convencidos por la calidad artística de esta primera adaptación, decidieron supervisar ellos mismos la dirección artística de la segunda adaptación, Astérix y Cleopatra, basada en el álbum del mismo nombre, todavía producido por Belvision. Uderzo dibuja el guión gráfico y Goscinny cuenta con el apoyo de Pierre Tchernia para adaptar el guión. A pesar de su implicación en la realización de la caricatura, Goscinny y Uderzo quedaron algo decepcionados por el aspecto visual de la película, aunque realizaron numerosos viajes a Bruselas, a los estudios Belvision, para controlar la calidad de la animación y el respeto por los gráficos de la película. personajes. Para ellos, estos viajes siguen siendo insuficientes y necesitarían una presencia casi permanente con los facilitadores para realizar numerosos controles y correcciones. En el otoño de 1973, René Goscinny, Albert Uderzo y su editor Georges Dargaud unieron fuerzas para crear su propio estudio de animación, los estudios Idéfix. Ser propietario de su estudio de dibujos animados ha sido durante mucho tiempo un sueño para Goscinny y Uderzo, que quieren convertirse en el Walt Disney francés. En aquella época, lanzar la creación de un largometraje de dibujos animados en Francia era una aventura compleja y casi sin precedentes, ya que Francia no tenía un gran estudio de animación desde el cierre de los estudios Les Gémeaux de Paul en 1952. Grimault, arruinado por el proyecto de La Bergère et le Chimney deshollinador.

 

René Goscinny decidió que el primer proyecto de los estudios Idéfix se basaría en un guión original, adaptado directamente a la narración cinematográfica. Albert Uderzo encuentra el punto de partida de la historia y se la cuenta a Goscinny mientras esperan en una sala de espera del hospital americano de Neuilly donde Gilberte Goscinny se somete a exámenes médicos: “Al explorar las leyendas clásicas de la Antigüedad , me detuve en los doce trabajos de Hércules . René aprovechó la idea porque vio la posibilidad de realizar doce bocetos injertados en un tema central» —Alberto Uderzo.

 

Cuando Brutus está jugando con un cuchillo al comienzo de la película, César le dice: "Brutus, deja de jugar con ese cuchillo, terminarás lastimando a alguien"» Esta frase es un guiño a la muerte de Julio César que fue apuñalado por Bruto (entre otros). Además, Brutus se lastima; En la escena del circo, vemos una gallina aplastada por el casco de Abraracourcix, lo que es un guiño al cómic, en el que una gallina del pueblo está enamorada del casco del líder, que a menudo se encuentra en el suelo tras sus innumerables caídas. Esta idea también se confirma ya que en la película, la gallina comienza a poner huevos llevando el casco de Abraracoucix (además de hueveras, la cabeza de Donald, chisteras, etc.); Al final de la película, cuando Julio César, obligado a entregar su poder y su imperio en manos del pueblo galo, se encuentra retirado, se encuentra haciendo jardinería en su casa de campo, con un sombrero de paja. Se trata de una alusión al álbum “Los laureles del César” (1972), donde los dos héroes viajan a Roma para hacerse con el famoso tocado del dictador. Al encontrarse en prisión, reciben la visita de su abogado que les informa de la inminente llegada de César. Y cuando Astérix le pregunta si llevará su corona de laurel, el abogado responde: “Nunca lo he visto con sombrero de paja, amigo”; La escena en la que Astérix tira de Obelix mientras es atacado por un águila es un guiño al ataque del cóndor en el álbum de “Tintín, El templo del sol”.

 

No puedo ser objetivo con este film que recuerdo de la infancia y que me marcó en su inventiva y desparpajo ligero, sin sentimentalismos, simplemente destinado a hacerme reír, y a fe que lo consigue. Gloria Ucrania!!!

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