LOCA EVASION.
Buena
primera dirección para cines del maestro Steven Spielberg (“Duel” era un
telefilm curiosamente otra road-movie], pero debido a su gran calidad fue
estrenada con gran éxito en cines). Una road-movie (en los 70 estaban muy de moda) que mezcla
ingeniosamente el drama y el humor, que adapta el guión de Hal Barwood y
Matthew Robbins, una dupla que volvería a colaborar con el director “en
reescrituras no acreditadas para “Tiburón” y “Encuentros en la tercera fase”, en
un relato de perdedores White-trash, que sigue a una mujer encarnada por una
notable Goldie Hawn, demostrando su capacidad para la comedia en comunión con su
capacidad expresiva para emitir emociones conmovedoras (vive el carpe diem,
visceral, infantil, maravillosa cuando decide maquillarse porque en una foto de
periódico sale ‘fea’; o su candidez al pedirle al secuestrado le firme un
periódico), y su esposo al que da vida un estupendo William Atherton (entre él
y la Hwn hay una muy apreciable química), que huyendo de la policía toman de
rehén a un oficial policial al que embiste un bue Michael Sacks, no son
conscientes que su fin solo puede ser uno, llegan a parecer un par de Quixotes
ensoñando un futuro esquivo, marchan por carreteras de Texas con intención de
llegar a la titular (originalmente) Sugarland para recuperar a su hijo que las
autoridades quieren dar a un hogar de acogida, ello mientras son perseguidos
por un noble sheriff al que da rostro un fenomenal Ben Johnson (su personaje
presume de no haber matado a nadie en 18 años de servicio, y querría seguir
este rumbo), inspirándose libremente en hechos reales, (por ejemplo: El hombre
no escapa en la vida real de prisión, estaba en libertad condicional), Lou Jean
Poplin, en 1969 secuestró a un agente de Texas y tuvo a la policía en jaque en
una cacería a través de todo el estado, todo en un esfuerzo por salvar a su
hijo de la adopción, este complejo personaje fue suficiente para convencer a
Goldie Hawn para que volviese a la pantalla después de un año de descanso tras
ganar un Oscar en “Cactus Flower” (1969).
Steven Spielberg con su
28 años persuadió a los coproductores Richard Zanuck y David Brown para que le
permitieran hacer su debut como director en la pantalla grande con esta
historia real. Un año más tarde, el siguiente proyecto de Spielberg para Zanuck
and Brown fue el éxito de taquilla de 1975 Tiburón. Marcó la primera de muchas
exitosas colaboraciones entre el Rey Midas de Hollywood y el gran compositor
neoyorkino John Williams, desde entonces ha compuesto la música de todas menos
cinco películas dirigidas por Spielberg, auqnue no es un trabajo musical a
recordar, muchas ganas de insuflar halo folk sureño con armónica, pero no
trasciende. Una historia algo irregular pero entretenida, con efluvios a la
gran película de Billy Wilder “Ace in hole” de 1951, en cómo se conforma en
efecto bola de nieve un ‘Gran Carnaval’ de circo mediático alrededor de la
huida, ello en un crescendo de tensión acuciante, donde sentimos que la
tragedia se cierne sobre estos desheredados, con picos de interés formidables,
para desembocar en un final impropio, por su crudeza, del muchas veces
sensiblero Spielberg, aquí nos deja una conclusión adusta y seca pro la empatía
que ha generado de los protagonistas con el espectador, nos los ha hecho muy
humanos en sus virtudes y falencias.
Aquí el director de
Cincinnati crea una película con un estilo sereno, aun con sus altibajos, con
mucha toma del convoy policial (quizás demasiados) con profusión de (excepto
por la inclusión de una subtrama cercenable en que dos jóvenes patrulleros se unen a la persecución en
dos Ford Custom 500/ Galaxie del año 72), Chrysler (con mucha toma de los tubos
de escape de motores V8), que sigue a los huyentes, con hermosos paisajes de
fondo áridos texanos, con bonistas tomas también nocturnas de los faros de coches
cual fantasmas entre medio de la oscuridad en hileras por las carreteras. Ello
regado de buenos momentos de acción en ágiles persecuciones, con accidentes,
vuelcos, choques, o tremebundos tiroteos (el alocado en el negocio de venta de
autos usados, que me recuerda a situaciones parecidas a la a la injustamente
incomprendida “1941” también de Spielberg).
Podemos auscultar en las
señas de identidad con que Spielberg ha regado sus películas ya por ya por seis
décadas, como es centrar el McGuffing en un niño, con el retrato de familias
disfuncionales (en muchos casos rotas), el mostrar como la inmadurez puede ser
vista como algo genuino frente a la agria realidad del implacable destino
(reflejado en dos francotiradores sin sentimientos, Mark Fenno [James N.
Harrell] y Logan Waters [Frank Steggall]) la acidez con que critica a los
medios de comunicación, tenemos el componente misógino en que la mujer se erige
en castradora y manipuladora del hombre (aquí ella obliga a huir de la cárcel a
su marido cuando solo le quedan 4 meses de condena, amén de cómo lo obliga a
bajar del auto en el rush final), critica a la sociedad irracional (ese trio de
cafres armados hasta los dientes que improvisan un akelarre de balacera).
Una película donde
Spielberg consigue con su fluida descripción de los caracteres de
protagonistas, que simpaticemos con ellos, con su ingenuidad, con su frescura,
hace nos importe lo que les pase, notamos el cariño que se procesan, como son
hijos del mal infortunio por lo que fueron a prisión. A la vez tenemos una
encantadora relación de la pareja con su reo, como va creciendo la amistad
entre ellos, todo hace estemos cerca de ellos. También tiene su importancia el
perseguidor sheriff, un tipo bueno, que intenta por todos los medios no hacer
lo que al final debe hacer con su orden parida de su sentido del deber.
Todo sorteado de algunas
muy buenos tramos en un todo orgánico atractivo: Como esos ancianos que llevan
en primera instancia a la pareja huida de la prisión a una velocidad donde
lenta se queda corta, les adelantan y pitan todo el mundo, ello ante la
inquietud de los huidos; La forma en que la acumulación de patrulleros
policiales forma un tapón que ayuda a los perseguidos a escapar a la tención
policial; Cuando Clovis (Atherton) ve en la pantalla de un auto-cine un corto
del Correcaminos contra el Coyote, todos entendemos es una metáfora de la
película, huyen y huyen; Goldie Hawn en braguitas presentándose coquetamente
ante Atherton en la caravana a media luz, con esa entusiasta sonrisa de él ante
la pícara visión; El caótico tiroteo en la casa de coches de segunda mano,
donde los huidos deberán pedir ayuda policial ante su acoso; Como pasan por el
pueblo siendo agasajados como Héroes por cientos de personas los huidos con el
rehén, les hacen regalos para el bebe, les dan un cerdo, ella aprovecha para
maquillarse en el auto, delirante; Y todo coronado por un final (aun muy
forzado en su clímax, *spoiler) satisfactorio en su valentía, donde hay un muy
poético plano final que sirve de fondo a los créditos finales (**spoiler).
También tiene elementos
que fallan y hacen tener que forzar la credibilidad hasta hacerla suspenderla,
ejemplo notorio (y falso con respecto a lo que pasó realmente) es la forma
idiotesca de la huida de prisión, es tomarnos por tontos que dejen a una mujer
de visita en prisión que vaya con un reo a los servicios sin ser vigilados,
allí el preso se ponga una ropa de civil y ya con esto escape sin que nadie les
pida documentación alguna al salir, ridículo. Como es poco verosímil
(*spoiler), parte d ellos acontecimientos finales.
Tiene una buena puesta
en escena, donde sobresale la miscelánea entre la fotografía pastelosa
crepuscular del magiar Vilmos Zsigmond, junto a la rítmica edición de Edward M.
Abroms y Verna Fields, con manejo (muy setentero) de pantallas divididas de
espejos retrovisores o los rostros reflejados en los cristales, con esa
sempiterna imagen tras el auto protagonista de una hilera infinita de coches
policiales, en un claro indicativo permanente de que no pueden escapar, es una
huida hacia la nada.
Spoiler:
Los Poplins llegan a
Sugarland, al hogar donde se supone está su bebe. *Y esto me es chirriante que
no se huelan es una encerrona, si hasta el rehén les advierte. Pero
incomprensiblemente a Lou Jean le entra un ataque de castradora y obliga a
Clovis a bajar e ir a la casa a por el bebe. Pero porque no piden se lo saquen
afuera? Porque él se deja avasallar y accede a la evidente trampa? No pueden
ser tan tontos. Por supuesto uno d ellos francotiradores le pega un tiro en el
costado, aun así consigue volver al auto, y conduce huyendo a toda mecha de
allí perseguido por los policías, que ahora si van a por ellos de modo brutal.
Y no lo entiendo, ya no les importa el rehén policial? Como no entiendo que el
otro francotirador no disparara a ella, pues se supone que en esta teoría de
que ambos son potenciales asesinos del rehén, si ella ve que matan a su marido
puede vengarse matando al secuestrado, me resulta atrompicado este rush final.
Aunque la persecución final es espectacular en su ritmo y vigor. Y todo acabando
con una lírica parada de coche de Clovis a orillas de un bucólico rio, donde muere
Clovis entre ya los policías rodeado el auto. El sheriff coge la pistola al
muerto, y se la da al rehén, que vemos a **contraluz del ocaso del sol ya acaba
la pelí con la evidente zozobra del ya ex rehén, dolido por la muerte de
Clovis. Un epílogo que precede a los créditos finales explica que Lou Jean pasó
posteriormente quince meses de una pena de prisión de cinco años en un centro
penitenciario para mujeres. Al salir, obtuvo el derecho a vivir con su hijo,
convenciendo a las autoridades de que podía hacerlo.
Lou Jean Poplin y Clovis
Michael Poplin de la película se basan en las vidas de Ila Fae Holiday/Dent,
entonces de 21 años, y Robert "Bobby" Dent, de 22 años,
respectivamente. El personaje de Texas Highway Patrolman Slide se basa en el
soldado J. Kenneth Crone, que entonces tenía 27 años (jugó un pequeño papel en
la película como ayudante del sheriff). El personaje del Capitán Tanner se basa
en el Capitán de la Patrulla de Carreteras de Texas, Jerry Miller; En la vida
real, Ila Fae no sacó a Bobby de la prisión: lo habían liberado en abril de
1969, dos semanas antes de que comenzara la persecución, por estar dispuestos
ambos a hacer cualquier cosa para volver a hablar con sus hijos. Al igual que
en la película, secuestrarían a un patrullero de carreteras de Texas y seguiría
una persecución en automóvil a alta velocidad. Llegaría a su fin siete horas
después de que Bobby Dent llegara a un acuerdo con el capitán Jerry Miller del
Departamento de Seguridad Pública de Texas. Miller mintió al hacer un trato y
Dent fue asesinado a tiros, que a diferencia de la película, murió
instantáneamente cuando le dispararon en la casa de los padres de Ila Fae cerca
de Wheelock-Texas donde habían ido a visitar a los dos hijos de Ila Fae
(nacidos de un matrimonio anterior). Ila Fae fue sentenciada a cinco años de
prisión, cumpliendo solo cinco meses. Murió en 1992, a los 40 años; Filmado parcialmente
en Sugar Land, Texas. Otras escenas de la película fueron filmadas en San
Antonio, Live Oak, Floresville, Pleasanton, Converse y Del Río, Texas.
Spielberg había leído
sobre la participación del alguacil del condado de Robertson. ¿Su nombre? Nada
menos que ET Elliott. La vida tiene una forma divertida de funcionar porque
Elliott más tarde protegería a ET en el clásico de 1982.
Amena y por momentos
sugerente película que además tiene el interés de ser el preludio en la entrada
del Olimpo del Cine de un mito. Gloria Ucrania!!!
PD. Cárcel debería tener
el que puso el título en español.
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