lunes, 30 de diciembre de 2024

 


GREMLINS

  

Entretenido fil de terror y comedia, un clásico ochentero y por tanto ‘videoclubero’, de los que me regocijaron en mi ya muy lejana adolescencia, pero que visto hoy día deja entrever sus muchas costuras, aun así, mantiene parte del encanto que me entusiasmó, y con él rememorando la nostalgia de un tiempo cuasi olvidado. La he visto con motivo de la Navidad (transcurre la historia en estas fechas) y de que ha cumplido este año el 40 aniversario de su estreno (se estrenó en cines el 8 de junio de 1984), la cinta mantiene el atractivo de esos traviesos murciélagos sin alas, maravillosamente creados por animatronics por el experto en la materia Chris Walas, lejos de los ahora pujantes CGI. Dirige Joe Dante, realizado que en esta década apuntaba alto, pero entró en declive muy pronto, con guion de otro que tuvo sus años de gloria, con este guion en el año de su debut en la escritura, con “Los Goonies” y con la segunda aparte de “Gremlins”, luego pasó a ser director de éxitos como “Solo en casa”, “La señora Doubtfire”, e incluso dirigió dos secuelas de la saga Harry Potter, pero tampoco terminó de cumplir las expectativas. Pero sobre todo esta producción lleva el sello de su totémico productor, Steven Spielberg (hace un cameo llevando una bicicleta en la convención de inventores), que sabía lo que al público teenager le gustaba, que eligió a Dante por su trabajo en nel film “Aullidos”. Los Gremlins se basan en leyendas de criaturas traviesas folclóricas que causan disfunciones en la Real Fuerza Aérea Británica que se remontan a la WWII, la historia sigue al joven Billy Peltzer, recibe el regalo navideño de una extraña criatura como mascota, esta por accidente genera otras criaturas se transforman en monstruos agresivos parecidos a diablillos que causan estragos en la ciudad natal de Billy durante la Nochebuena, esto para mezclar de modo juguetón la alegría de estas fiestas con el horror de estos bichos, pariendo un divertido humor negro. Esto gracias a las formidables escenas en que se juntan en grupo los juguetones gremlins, maravillosamente achuchables, tanto es su magnetismo que cuando ellos no están en pantalla la película cae en picado. Y es que su elenco interpretativo resulta plano, meros clichés sin alma, si acaso, el único que tiene algo de chispa es Dick Miller con su chovinista ultra patriota que odia todo lo no estadounidense, resto con fuerza alguna, ejemplo de esto es que 40 años después ninguno de los principales aquí llegó a destacar en cine. El éxito de esta película provocó un sinfín de pseudo plagios que bebían de este formato humor con bichejos, ejemplo son los Critters, Ghoulies, o Hobgoblins

 

Los gremlins, tiene un diseño ya legendario, sobre todo el peludito Gizmo con esos adorables ojitos, achuchable, adorable, tierno, o su doppelgänger Stripe y sus adláteres, que resultan menos achuchables al no llevar pelaje y su piel resultar parecida a la de serpientes. Estos un enjambre de chistosos cafres, groseros, violentos, pervertidos, borrachines, unos bad-ass: Tiene tras ellos efectos especiales brillantes, sobre todo teniendo en cuenta los medios disponibles entonces. Los gremlins son en realidad un ejército de marionetas con piel de látex ideadas por el experto en efectos especiales Chris Walas (“Piraña” o “En busca del arca perdida”) y ensamblados por una ganga de 1,3 millones de dólares. Los monstruos de color marrón verdoso, de 58 cm de alto y orejas de murciélago de 25 cm, se controlaban con manos, cables, varillas, señales de radio y un método efectivo que Walas describe como "títeres de lanzarlos por la habitación". El gremlin más complicado tenía 60 cables operados por una docena de técnicos que se encontraban a una distancia de entre 2,5 y 3 metros; se diseñaron "supercaras" para Gizmo y su archirrival gremlin Stripe, con unos 36 cables que controlaban el movimiento de los ojos, la frente, la boca y las fosas nasales del personaje. “Cada toma requería de diferentes duendes”, dice Walas. “Creamos doce versiones de Gizmo y 14 Stripes, cada una utilizada en un primer plano diferente o para un movimiento específico o para expresar una nueva emoción. Un duende tenía que ser capaz de inhalar y exhalar humo de cigarrillo. Otro tenía que arrojar platos a la madre de Billy y otro tenía que andar en patineta por los grandes almacenes. Con toda la reescritura del guion durante la producción, estuvimos haciendo marionetas hasta los últimos días de rodaje”.

 

Aparte de ellos, es ya parte de la cultura pop todo su imaginario de reglas para cuidarlos (Que no les de la luz; que no se mojen; y que, sobre todo, que no se alimenten después de la medianoche). Cinta que tarda en tomar impulso, pero que cuando lo hace, emergiendo toda la hueste de monstruitos haciendo de las suyas por el nevado idílico pueblo, la cosa resulta trepidante, donde las situaciones jocosas se encadenan una tras otra, jugando con la comedia negra, provocando el caos más bizarro en los vicios y desmadres de estos seres. Es una peli con el único objetivo de sacarte sonrisas y lo consigue con creces, lástima que la historia en si resulte tan poco estimulante.

 

La cinta está repleta de guiños cinéfilos: Centauros del desierto, Encuentros en la tercera fase, El mago de Oz, Para complacer a una dama, La invasión de los ladrones de cuerpos, Orfeo, El guerrero de la carretera, Planeta prohibido, La máquina del tiempo Qué bello es vivir!, Blancanieves y los Siete Enanitos, Flash Dance y ET, dibujos animados de los viejos maestros de Warner, Chuck Jones y Bob Clampett, las obras completas de Roger Corman.

 

Tiene un cautivador inicio con es padre buscando en Chinatown un regalo especial para su hijo, y como es guiado a una misteriosa tienda en un sótano. Y allí encuentra una extraña mascota para su hijo, para poder llevársela debe sortear las reticencias del anciano chino. Sorteado por el nieto que entrega la caja con el animal remarcando las normas para cuidarlo.

 

Luego entramos en una fase un tanto renqueante de una trama en que ternemos al dulce e inocente Gizmo, pero esto tiene poca salsa, como poca tiene toda la sub trama del joven protagonista en el pueblo, sus problemas en su trabajo con una caricaturesca villana o su romance con una camarera. Pero todo eso cambia cuando los gremlins comandados por uno con cresta deciden que es su hora de divertirse, precisamente en Nochebuena, y sus fechorías serán enfrentadas por los humanos como puedan, como ese modo sanguinario de reventar a uno de ellos en el microondas.

 

Tendremos momentos épicos: Como el coro navideño (ataviado para la ocasión) de gremlins; el tuneo a la silla ascensora; el tractor excavadora que sacan a pasear; el hackeo a los cables de los semáforos; disfrutaran de modo bárbaro en su poca disciplina de una sesión nocturna en el cine de “Blancanieves y los siete enanitos”; pero sobre todo está la set piece más bizarra en como toman el pub, un festín apoteósico de viñetas chorreantes, beben cerveza, fuman, hacen de exhibicionista, uno se cuelga del ventilador en marcha, otros juegan una timba de póker (que acaba con tramposo tiroteado), otro se traviste, otros juegan al billar, otros juegan a la diana con Gizmo, otro parodia la mítica escena del baile de “Flashdance”, un tramo delirante de ingenio, ,muy cartoon, imposible no reírse con estos gamberros.

 

Además de ser un homenaje a las películas series b de esas de sesión doble, es una especie de revisión ácida de la Navidad, la familia, las autoridades policiales, el patriotismo, los peligros de tener mascotas extrañas, y es que en realidad todo el caos se desencadena por la negligencia humana.

 

Siento fuera de lugar la historia que cuenta la coprotagonista (Phoebe Cates) explica por qué odia la Navidad, no entiendo que se espera de esta trágica ‘anécdota’, da grima y te deja el gesto torcido. De hecho los productores de la Warner, con Spielberg entre ellos, quisieron quitar este tramo, pero Dante se impuso y la dejó, y se equivocó; Tampoco el climáx me resulto a la altura de lo que esperaba, por lo visto en el ‘akelarre’ descacharrantre, falto de chispa.

 

La banda sonora de la película fue compuesta por Jerry Goldsmith, compuesta con el objetivo de transmitir "el humor travieso y el suspenso creciente de Gremlins". Goldsmith también escribió la canción de Gizmo, tarareada por Ilene Keys, actriz infantil y conocida de Goldsmith, en lugar del propio Mandel. Goldsmith también aparece en la película, junto a Steven Spielberg, en la escena en la que Rand llama a casa desde la convención de vendedores.

 

La película cuenta con varios cameos de miembros de la tripulación o invitados. Alguno ya mencionado: El animador Chuck Jones interpreta al Sr. Jones, el mentor de dibujo de Billy.

 

La noción de gremlins fue concebida por primera vez durante la década de 1920, cuando se atribuía en broma a los pequeños monstruos las fallas mecánicas de los aviones de la RAF. El término "gremlins" también entró en la cultura popular cuando el autor infantil y piloto de la RAF Roald Dahl publicó un libro llamado The Gremlins en 1943, basado en las traviesas criaturas. Walt Disney consideró hacer una película de la película. Una caricatura de Bugs Bunny de la época, Falling Hare, muestra a Bugs Bunny luchando contra un gremlin en un avión. Joe Dante había leído The Gremlins y dijo que el libro había influido en cierta medida en su película. En 1983, Dante se distanció públicamente de sus trabajos de películas anteriores, explicando: "Nuestros gremlins son algo diferentes: son como verdes, tienen bocas grandes, sonríen mucho y hacen cosas increíbles y realmente desagradables a las personas y lo disfrutan todo el tiempo".

 

La historia de Gremlins fue concebida por Chris Columbus. Como explicó Columbus, su inspiración vino de su loft, cuando por la noche "sonaba como si saliera un pelotón de ratones y oírlos corretear en la oscuridad era realmente espeluznante". Luego escribió el guion original como un guion especulativo para mostrar a los posibles empleadores que tenía habilidades para escribir. La historia en realidad no estaba destinada a ser filmada hasta que Steven Spielberg se interesó en convertirla en una película. Como explicó Spielberg, "Es una de las cosas más originales con las que me he encontrado en muchos años, por eso la compré". Spielberg consideró a Tim Burton para dirigir la película después de ver su cortometraje Frankenweenie.

 

Con sus defectos, pero aguanta el paso del tiempo. Gloria Ucrania!!!

 

PD. Película seguida por una secuela, “Gremlins 2: La nueva generación” (1990).

sábado, 28 de diciembre de 2024

 


LA SUSTANCIA.

 

Turbador film de terror (‘body horror’ sería el sub género), obra que pasará a ser de culto por su forma de abordar la temática no apta a todos los paladares, entrando de lleno en la obsesión por la Fuente de la Juventud, nos sumergen en una fábula con claros ribetes gores ultra sangrientos. Película desequilibrada en sus defectos, pero magnética en cómo se nos presenta la idea.  Escrita, dirigida, coeditada y coproducida por la parisina Coralie Fargeat, sobre una historia que sigue a una celebridad en decadencia, Elisabeth Sparkle encarnada por una sensacional y valiente Demi Moore (teniendo su rol mucho de meta cine), quien, después de por su edad ser despedida por su productor, un arrollador en su mezquindad Dennis Quaid, usa una droga del mercado negro que crea una versión mucho más joven de ella misma que será interpretada por una formidable Margaret Qualley, con efectos secundarios inesperados. Una narración que ágilmente con muy pocos diálogos, con apenas tres personajes con entidad y alma, una estética prodigiosa dónde sobresale el filmar gran angular (cercano al ojo de pez popularizado por Lanthimos), entra de lleno en como las presiones sociales empujan a las mujeres a combatir la edad de modo radical (lo hacen con cirugías desnaturalizadoras), la lucha eterna contra la vejez, ello sacudido con mucho humor negro, con enorme mordacidad, una sátira entre lo onírico y lo pesadillescas, una punzante caricatura del mundo del entretenimiento sediento de carne joven, con bonitos cuerpos que exhibir. Una ácida crítica a la superficialidad que demanda el público general, el culto a las falsas sonrisas, el ataque a un mundo que margina a lo muy visto en favor de lo nuevo.

 

Todo esto con claras influencias a la cultura pop, pues se pueden ver trazas a “El Doctor Frankenstein”, en como la Elisabeth pasa a ser el Mad Doctor jugando a ser Dios-a creando el ‘Mosntruo’; se ven influencias a ‘Doctor Jekyll y Mr. Hyde’, en la dualidad de personalidades de las dos mujeres; a El retrato de Dorian Grey por querer mantenerse bella y joven, con la contraparte de los efectos que absorbe el cuadro, o sea, Elisabeth; vemos a David Cronenberg por La Mosca por la deformación física o Videodrome por el spot tv de la Sustancia; hay toques a lo Kubrick en su puesta en escena, como es el pasillo del set de tv claramente recuerdan a los del Hotel Overlook de “El Resplandor”, también se puede sentir la influencia por la escena del abrazo de Jack Torrance a una mujer en la bañera y como se transforma, el baño todo blanco remite al famoso dormitorio de 2001, en la fase de transformación que nos lleva al viaje Interstellar final del protagonista de (reitero) 2001, y hasta está presente el poema sinfónico de Richard Strauss Also sprach Zarathustra, que aparece en la susodicha 2001; hay visos al David Lynch de “El Hombre Elefante”, no quiero spoilear pero el que la vea sabrá porque; La aparición de una figura supuestamente bella (¿?), va acompañada de la tonadilla de la hitchcockiano Vértigo; hay del cine de Aronofsky se puede notar en la batería de imágenes truculentas que remiten a ‘Réquiem por un sueño’; puedes rememorar a imágenes de La Cosa de Carpenter; y hasta del de Brian De Palma, con ese clímax sangriento con efluvios notorios al de Carrie.

 

Tiene una intro magnífica con un primer plano sostenido de como colocan una estrella de una actriz (Elisabeth Parkle) en el Paseo de la Fama de Hollywood, primero todo es boato sobre ella, los turistas se hacen fotos sobre ella, pero el tiempo pasa y ya no hay respeto por la estrella, la gente la pisotea, y ya en el colmo de la alegoría se cae sobre ella una hamburguesa que se rebaña dejando una mancha, ejemplificando como ha pasado el tiempo de la homenajeada en la baldosa. Hay un número de baile en un programa tv de aerobic con Elisabeth de líder. Cuando acaba la danza, es llamada a almorzar con un zafio ejecutivo, y allí con un vomitivo primer plano de la boca de este lo vemos devorar langostinos de modo hediondo, ello remarcado por el sonido de los mordiscos, y mientras despide a Elisabeth por mayor, ello sin sensibilidad alguna, es material ya defectuoso a reemplazar.

 

Hay un mensaje y hay una forma de ofrecerlo, es el mensaje de “La muerta os sienta tan bien” o de “El retrato de Dorian Grey”. Se muestra como el declive físico de la mujer que se usa como objeto sexual deja de ser atractiva para los cánones ‘normales’, sobre todo en la industria del espectáculo, algo que ellas intentan combatir con métodos quirúrgicos (bótox, operaciones de estética, ...). También les ocurre a los hombres, pero para estos la presión es mucho menor, es ella la que tiene sobre sí mayor oprobio. Y por otro lado está el modo de trasladar el mensaje al espectador, donde la directora ha buscado impactar y remover a través de shockear con fuerza dramática, mostrando con cinismo la hipersexualización de la mujer en cómo se filman los cuerpos, los traseros turgentes, los pechos, las caderas, en los cuerpos desnudos que se hace profusión de ellos. Pero sobre todo en las escenas gore, desde el ‘nacimiento’ de Sue, como trata Sue a Elizabeth cosiéndole la espalda, los pinchazos (tenía que hacerlos todos en mismo lugar?), como se pudre el lugar de la inserción, el envejecimiento flash (ese dedo, la pierna, …), hasta desembocar en el aparatoso rush final, donde lo bizarro y vitriólico se apodera de la pantalla hasta hacerla chorrear de sangre en su pesadillesca coda final.

 

Es un relato compuesto a base de metáforas, como lo es ese enorme cartel que hay frente al ventanal del apartamento de Elizabeth, o que las ansias de juventud le quiten la vida a la Elisabeth mayor, o por supuesto como la deformación final física representa la deformación del alma de la protagonista ya degradada.

 

 

Demi Moore está maravillosa como esta mujer de mediana edad que por como la ven termina odiándose a sí misma. Actuación vigorosa, visceral, cargada de ira, impotente, malograda, comprometida en como muestra su cuerpo sin pudor, nada gratuitamente, es necesario para ver el contraste, encuentra una esperanza en el renacer titular, y entonces comenzará un duelo cruento contra su YO más joven, ye s que como dice el dicho ‘Ten cuidado con lo que deseas…’. Tiene escenas electrizantes, pero me quedo con la de cuando tiene una cita y se alista poniéndose lo más bella posible, y acaba frente al espejo frustrada por no poder alcanzar la plenitud que desea, se encuentra no pudiendo competir con la idealización que es Sue, y acaba en un acto de rabia descontrolada se rebaña el pintalabios, se quita violentamente las pestañas postizas y se desmelena, y acaba deprimida tirada en la cama. Para un papel que tiene mucho de ella misma, fue un icono sexual en los 90 con films como “Ghost”, “Una proposición indecente” o “Striptease”, ahora a sus 62 años tiene problemas par ale den papeles de calidad en cine, marginada en favor de chicas más prietas de carnes.

 

Margaret Qualley hace de Sue, aportando sensualidad idealizada (como curiosidad los pechos que vemos cuando está desnuda son prótesis), simpatía, alegría, vitalidad, seguridad en sí misma, se sabe objeto sexual y goza con ello, no es su anhelo dinero o reconocimientos, desea ser atractiva y deseada. Demuestra gran pasión por como la vemos moverse y comportarse, dueña de una sonrisa magnética, tiene un tour de forcé chispeante con la Moore.

 

El tercero en discordia es un apabullante Dennis Quaid que se nota disfrutando en su personaje More Than Life, un ser despreciable, pero carismático en su histrionismo adecuado para su carácter gesticulante, con ese toque ridículo de las chaquetas horteras. Tiene momentos tan delirantes como es la secuencia en que se acerca a Sue en el pasillo con un grupo de ejecutivos mayores y canosos, le exige a Sue que sonría que las jóvenes hermosas deben hacerlo, cuando lo hace los viscosos tipos que rodean a Quaid babosean de modo lujurioso. Para su escena del almuerzo con Demi Moore, Quaid consumió aproximadamente 2 kilogramos de camarones. Sobreactuado. Ray Liotta fue elegido originalmente para interpretar a Harvey, pero murió en mayo de 2022. Tres meses después de comenzar el rodaje, Liotta fue reemplazado por Dennis Quaid..

 

Los valores de producción son un gran pilar del encanto del film. Con un diseño de producción de Stanislas Reydellet (“Los ríos del color púrpura” o “La vida en rosa”), esplendido en su primordial función de transmitir un estado de ánimo, sobre todo en los dos escenarios nucleares, como es el estudio de tv donde sobresale ese pasillo (al ya mencionado “The Shining”, pero sobre todo la residencia de Elisabeth/Sue, con ese salón con esa cristalera con primer plano exterior de un enrome cartel, primero de Elizabeth y luego de Sue, pero también del cuarto de baño blanco a lo “2001”; Ello en miscelánea con la buenísima fotografía de Benjamin Kracun (“Beats” o “Una joven prometedora”), manejando los colores primarios en claro sentido freudiano, con jugando con los contrastes cromáticos, con los blancos, el rosa del body de Sue, el amarillo del chaquetón de Elisabeth, el azul, todo para penetrar al espectador con sensaciones; para esto también importante el diseño de vestuario de Emmanuelle Youchnovski (“Café de Flore” o “La belle époque”), que potencia en sus diseños el colorido referido para dar leit motive de carácter a los roles, ejemplo el desabrido productor al que da vida Quaid; Y todo esto adornado por la rítmica música del británico Raffertie (nombre real es Benjamin Stefanski), impregnando en sus melodías vértigo e incluso por momentos son ominosas. Presenta "Pump It Up!" versionada por DJ Endor.

 

Mención aparte merece el trabajo del diseñador de efectos especiales de maquillaje Pierre-Olivier Persin, toda una labor espectacular, ello en mezcolanza con su maquillaje protésico, con tomas insertadas, con ese momento desgarrador en que Sue emerge de modo doliente, y donde en el tramo final los f/x desbordan la pantalla, siendo épico el manejo cual aspersión mastodóntica de aproximadamente 21.000 litros de sangre falsa.

 

Como he dicho en mi encabezado el film no es ni mucho menos perfecto, empezando por su desmedido metraje de 140 minutos, a todas luces desmedido para lo que cuenta, haría falta mayor capacidad de síntesis, y no sentirse varios tramos en que se subrayan y reitera el mensaje sin aportar algo nuevo, ejemplo es el encuentro de Elisabeth con el hombre mayor en la cafetería que ella sospecha es el que le dio la tarjeta-gancho, y que luego este hilo se abandona. Como la cantidad de veces que vemos a Elisabeth ir a recoger su paquete. Entiendo que es una fábula, pero aun así podrían haber pulido un tanto algunos detalles chirriantes, como que veamos a Elisabeth en plan albañil creando una habitación secreta ella sola en su apartamento, increíble que una estrella del espectáculo hago esto ella y sin  ayuda (¿?); porque deja cada una Elisabeth y Sue a su doppelgänger tirada en el suelo como basura, por que no la colocan en un sofá o cama?; Porque no acepta las normas que le han dado si sabe que si se las salta colapsará todo?; y más preguntas sin respuesta; Y ya para mi el tramo final desbarra al querer provocar al espectador, lo que hace es pasarse varios pueblos.

 

Spoiler:

 

Rush final: En medio de la noche en que Sue debe ‘romper’ como estrella del espectáculo de Nochevieja, sin Elisabeth, el cuerpo de Sue comienza a deteriorarse rápidamente, se le caen los dientes, las uñas, incluso una oreja. En pánico, intenta crear una nueva versión de sí misma usando el suero activador sobrante a pesar de la advertencia de un solo uso. Esto crea un cuerpo mutado grotesco, "Monstro Elisasue", con las caras de Sue y Elisabeth. Con una máscara recortada de un póster de Elisabeth, Elisasue regresa al estudio e intenta presentar el programa, pero la audiencia estalla en caos. Esto solo puedes aceptarlo dando la licencia que todo es una farsa, pues como espera que la acepten en la tv? Como entra el engendro en las instalaciones? Como nadie sospecha del ser deforme con una careta grotesca? Yo pensaba que al quitarse la careta la gente aplaudiría y soltaría vítores ante tanta ‘belleza’, hubiera sido un buen giro, pero no el guion de la directora opta por el desprecio de los asistentes, hasta que un miembro de la audiencia la decapita, solo para que vuelva a crecer una cabeza aún más mutada y uno de sus brazos se rompa y empape tanto a la audiencia como al estudio en torrentes de sangre. Elisasue huye del estudio, pero se derrumba y explota en vísceras. El rostro original de Elisabeth se desprende de la sangre, arrastrándose sobre su estrella abandonada en el Paseo de la Fama de Hollywood . Sonríe mientras alucina admiración antes de derretirse en un charco de sangre, que es limpiado por un fregador de pisos al día siguiente.

 

Fargeat escuchó variedad de música para influir en el guion. Citó la banda sonora de Mica Levi para Under the Skin (2013), y otra música experimental y compositores tenían "este tipo de latido o pulsación... relacionada con latido del corazón del nuevo ser humano o forma puedes sentir con tu cuerpo". Fargeat también escuchó música hipersexualizada, que ayudó a inspirar el espectáculo Pump It Up dentro del universo.

 

Fargeat en el plano musical quería algo que estuviera "relacionado con la princesa" con una "especie de dulzura"; Inicialmente probó varias piezas clásicas y música de Cenicienta, pero no le gustaron los resultados.  Sintió que "The Nightmare And Dawn" funcionaba en un nivel meta, haciendo referencia a sus connotaciones con el sistema estelar.  Otras canciones que aparecen en la película incluyen " Pump It Up! " de DJ Endor (un remix de la canción del músico belga Danzel), "At Last" (versión edulcorada) interpretada por Etta James, "Ugly and Vengeful" de Anna von Hausswolff.

 

Como es posible que le cueste a la Elisabeth anciana enderezar una rodilla, pero sin embargo la veamos correr en otro momento con una liebre?

Como es posible que la joven Sue no solo sea bella y sexy, si no que tenga fuerza sobrehumana? Le da una patada a Elisabeth que la lanza varios metros en el aire!

 

Film valiente, intenta ofrecer algo original, es loable su mensaje, con unas buenas actuaciones, aunque tenga algunos defectos que la impiden elevarse más. Gloria Ucrania!!!

jueves, 26 de diciembre de 2024

 


YELLOWSTONE. (Serie TV 5 Temporadas y Fin)


Notable serie neo western creada por el Rey Midas de la tv en que se ha convertido Taylor Sheridan (Hell or High Water), aquí con el productor John Linson (“Grandes esperanzas”), se emitió en Paramount Network del 20 de junio de 2018 al 15 de diciembre de 2024. La serie sigue los conflictos a lo largo de las fronteras compartidas del rancho Yellowstone Dutton, un gran rancho de ganado, la reserva india Broken Rock, el parque nacional de Yellowstone y los desarrolladores de tierras. Terminado de ver 53 episodio de toda la serie, catorceavo y último capítulo de la quinta y última temporada de esta exitosa producción, mi veredicto es de pulgar en alto. Una triunfante serie que ha provocado todo un universo propio, con hasta ahora dos spin-off precuelas en “1883” y “1923”, está en producción la segunda temporada. También se prepara “6666” sobre el rancho texano donde van a parar varios cowboys del “Yellowstone” y donde trabaja Travis, al que da vida Taylor Sheridan, hay otra que se llamará “The Madison”, sobre una familia neoyorkina que se traslada a Montana, e incluso hay otra en preproducción sobre el matrimonio de Beth y Rip, amén de haber otra en desarrollo llamada “1944”, secuela de “1923”. Todo esto da idea del espectacular triunfo de la serie matriz “Yellowstone”.

 

Sheridan escribe y dirige toda la primera temporada, dejando su impronta de serie con vigor, ritmo, elegancia visual, personajes tallados con hacha en su realismo, tejiendo conflictos apasionantes sobre todo entre el choque entre progreso y conservadurismo. En las siguientes temporadas destacan en la dirección Ed Bianchi (2 dirige), Stephen Kay (14 dirige), John Dahl (45 dirige; este un prometedor realizador que apuntaba mucho en thrillers como “La última seducción” o “Rounders”, pero que al final su carrera ha estado enfocada a la tv con dirección en producciones como “Dexter”, “Californication”, “Breaking Bad”, “True Blood”, “Justified, “The Waliking Dead”, “Homeland”, “Hannibal” o “House of cards”), Ben Richardson (también director de fotografía de la serie, marcando la pauta estética al hacer todos los 9 primeros capítulos; DP entre otros films de “Bestias del sur salvaje” o “Wind River”), Christina Voros (19 episodios, también directora de fotografía en varios capítulos), Guy Ferland (dirige 5; especialista en tv con dirección en exitosas series como “House”, “Nip/Tuck”, “The Unit”, “Prison Break”, “Damages”, “The Blacklist”, “Daredevil”, y sobre todo, The Shield , para la que ha dirigido trece episodios, también en “ Sons of Anarchy”, también dirigió seis episodios de la serie de televisión de zombis “The Walking Dead” o “The Strain”), dando idea de los veteranos que dan lustre a la serie, engrandeciendo en sus realización los vastos y espectaculares lares naturales de Montana, sus montañas, praderas, ríos, y ello surcado de modo lírico por el ganado vigilado por los vaqueros, esa labor ya en declive, esto que el protagonista John Dutton (dueño del Yellowstone) intenta proteger, su modo de vida y el mantenimiento virgen de este paraíso fronterizo. Toda esta épica adornada por la neurálgica música de Brian Tyler (“Un ciudadano ejemplar” o “Vengadores: La era de Ultron”). Trabajó con músicos de la Orquesta Filarmónica de Londres y solistas de viola, violonchelo y violín.

 

Es complicado sintetizar los valores de una serie de calidad de 53 episodios, cuando además lo que tiene uno más reciente son los 6 últimos capítulos (segunda parte de la quinta temporada). Desde enero de 2023 (cuando se estrenó el octavo capítulo de la primera tanda de la quinta) a noviembre de 2024 (cuando se estrenó el noveno capítulo), la serie se ha hecho famosa por las disputas entre Taylor Sheridan y Kevin Costner, entraron en una disputa, que estaba vinculada a su salario y tiempo fuera de la serie para dirigir su proyecto personal, (la errada) “Horizon: An American Saga”. La entente entre los dos titanes se ha saldado con la aparatosa salida de Costner para esta última tanda de 6 episodios.

 

Sheridan ha sabido integrar de modo orgánico la desaparición al desarrollo natural de la serie, no resultando cortante su ausencia, pero sabiendo que era el elefante en la habitación, rindiendo pleitesía e importancia a su no presencia, hasta desembocar todo en una conclusión buena, no notable, pero si satisfactoria, un final que sigue una lógica circular excelente, pero que podría haber sido mejor, siendo algo más valiente. Asimismo, la sub trama de Beth con Jamie me ha sido bastante apresurada, como si se hubieran acordado en el último momento que quedaba un cabo suelto. Pero en conjunto, la serie me ha sido un gran placer que he degustado con algunos altibajos, pero manteniendo siempre el listón a gran altura. Un relato que como el propio Sheridan ha mencionado, es una especie de revisión suigéneris de “El Padrino” pasado por el filtro de un rancho, en una suma ardiente entre melodrama, violencia, salvajismo, romance, traiciones, alianzas contranatura, acción, e incluso un canto ecologista.

 

Entre los defectos, alguno ya mencionado que la impiden ser redonda, mencionar que la espoleta de partida que fue el capítulo piloto, fue fallido en como quiso hacer de uno de los hijos el Santino Corleone de la serie, pero Sheridan no midió bien los tiempos, y se equivocó en no haber dado hondura dramática al personaje para que al espectador le importase y se conmoviese e impactara. Por suerte, luego la serie supo rellenar estos agujeros con inteligencia, seres complejos, ambiguos, amorales, imperfectos, corruptos, codiciosos, megalómanos, muy humanos y por tanto cercanos. Salpicando los episodios de secuencias de enorme potencia emocional, donde hay incluso tiempo para arremeter contra el maleable mundillo de la política.

 

Es una producción que ha revitalizado el western moderno, apareciendo ya por ahí series influenciadas por esta como la aussie “Territory”. Además de mandar un poderoso mensaje contra los males del progreso, poniendo en valor el guardar las tradiciones, el estilo de vida que son las raíces de una nación (para ello es brillante el monólogo de Rip sobre esto en el inicio de la quinta temporada B, mientras mitra el horizonte amaneciendo cuando han dormido al raso) no contaminándolas con el hedonista turismo y todos los males que llevan consigo. Como tradicional es el amor que a la institución de la familia desprenden los capítulos, y el amor por la vida rural. Y ello sorteado por tramas que atraen por cómo se mueven entre las conspiraciones y la explosión de acción vibrante, con peleas, tiroteos, asaltos, persecuciones, muertes (ese genial toque de La Estación de Tren, cuando te llevan a ella los del Yellowstone sabrás que tu próxima parada es el sueño eterno).

 

Está protagonizada por un rol Totémico al que da vida un carismático Kevin Costner, como el patriarca John Dutton, que intenta cumplir el juramento que hizo a su padre de nunca vender su rancho y tierra de Yellowstone, sin importar el costo, sin importar guerras que se libren librar para defenderlo. Un icónico rol al que dota de aristas y matices que lo humanizan. Para los anales de la tv sus discursos políticos, cuando anuncia su candidatura a gobernador de Montana: "Soy lo opuesto al progreso", les dice a los posibles votantes del estado… Soy el muro contra el que se estrella, y no seré el que se derrumbe… El mensaje es el siguiente: no somos su patio de recreo. No somos (a los ‘visitantes’ de fuera de Montana) su refugio frente a la contaminación, el tráfico y la mala administración de sus estados de origen. Este es nuestro hogar. Tal vez si deciden hacer de Montana su hogar, comiencen a tratarlo como un hogar y no como un lugar de alquiler vacacional".

 

Una arrolladora Kelly Reilly, como una mujer segura de sí misma, autosuficientes, inteligente, mordaz, sin prejuicios, con una vena salvaje, con un amor desmedido por su padre John Dutton, tiene una formidable química con Hauser, sobresaliente; un brillante Cole Hauser irradiando fuerte carácter; West Bentley en un rol para mi errado (uno de los pocos errores de la serie); el guaperas Luke Grimes, en una actuación un tanto sosa; la bella aborigen Kelsey Asbille; y un fenomenal Gil Birmingham como Thomas Rainwater, el noble rival del patriarca de Yellowstone, desprendiendo hidalguía, tenido durante la serie su propia sub trama cuando conspiran para quitarle de en medio en la reserva india Broken Rock frente a la leguleya Angela Blue Thunder (correcta Q'orianka Kilcher), en lo que es otra batalla entre lo nuevo y lo viejo; Amén de secundarios recurrente que dan vigor a las diferentes sub tramas que se suceden en esta guerra soterrada de unos y otros por arrebatar al patriarca su rancho; Danny Huston como un sibilino promotor inmobiliario, Josh Holloway como un seductor intermediario; Will Patton como un brillante Pepito grillo para su hijo; Michael Nouri como un elegante agente de bienes raíces; Neal McDonough como un sádico sicario; o la sensual Dawn Olivieri como la manipuladora que utiliza sus hermosas armas de mujer para sus espurios objetivos cual maestra de marionetas con Jamie (Bentley); Jacki Weaver como la tiburón Caroline Warner, directora ejecutiva de Market Equities, en una fogosa actuación demostrando su fulgor interpretativo.

 

Amén de los vaqueros que trabajan para el rancho, y que de modo tremebundo (menuda genialidad para hacerse notar como parte de la tribu) se marcan a fuego (cual res del rancho) la Y del mismo. Desde el veterano Forrie J. Smith, destilando sabiduría, con esos andares de cowboy patizambo, sensacional actuación, con una química sensacional con Hauser; el muy humano en sus defectos Jefferson White como el torpe aspirante a cowboy, Ian Bohen como el divertido vaquero; Ryan Bingham como el melancólico vaquero (con tirantes y sombrero con pluma al estilo trovador medieval ¿?) metido en una espiral que parece trágica cuando no transige con los métodos del rancho (este es también compositor y cantante country, de hecho tiene un Oscar por su canción ‘The Weary Kind’, perteneciente a la banda sonora de “Crazy Heart” de 2009); Jennifer Landon como la extrovertida vaquera, cual pez fuera de la pecera por su condición de mujer, muy buena su interpretación como tosca habladora.

 

Spoiler:

 

El final es circular con la serie precuela “1883”, los Dutton llegaron a las tierras del rancho sin nada, usurpándoselas a los nativos y estas al final, por mor de la burocracia de la apisonadora de hacienda acaba, por el impuesto de sucesiones, obligando a los Dutton a una solución imaginativa donde es el mal menor. Pues el vasto rancho está condenado a perderse de las manos de la familia, pero los Dutton deciden elegir quien se lo quede, y deciden cuasi- regalárselo a los nativos de la reserva Brocken Rock comandados por Rainwater. Teniendo un triste final en como vemos que los aborígenes desmontan el rancho, como cae la Y del establo o como desmontan a piezas la mansión de troncos del clan Dutton. Pero la vida sigue.

 

Por el contrario, me ha resultado metida con calzador la sub trama de Beth con Jamie (personaje este que nunca termina de definirse, parece empujado por unos y otros en su debilidad). El plan maestro que se le supone a Beth para asesinarlo es una chapuza sin paliativos. Al menos sirve de homenaje a la Estación de Tren.

 

Gran serie, de las que te reconcilia con la tv de calidad. Gloria Ucrania!!!

 

La fotografía principal de la serie en el Chief Joseph Ranch cerca de Darby, Montana, hogar de John Dutton. El rodaje también tuvo lugar ese mes cerca de Park City, Utah. La producción utilizó los tres estudios de sonido en Utah Film Studios en Park City, tiene un total de 45,000 pies cuadrados. El edificio también alberga oficinas, edición, un departamento de vestuario y talleres de construcción. Filmada en más de veinte lugares en Utah, incluidos Salt Flats, Promontory Club y Spanish Fork. Además, el rodaje también tuvo lugar en varios lugares de Montana. Las ubicaciones de la película en Montana incluyeron el Centro Médico Comunitario, Ryman Street cerca del Palacio de Justicia del Condado y un restaurante (Ruby's Cafe) en Brooks Street en Missoula, así como lugares en las cercanías de Hamilton, Montana.

 

El rodaje de la casa-mansión de troncos de John Dutton se lleva a cabo en la casa principal del Rancho Chief Joseph, que ahora es un rancho para huéspedes justo al sur de Darby. La casa fue construida entre 1914 y 1917 después de que los residentes de Cincinnati, Ohio, William S. Ford (1866-1935) y Howard Clark Hollister (1856-1919) compraran 2500 acres en el río Bitterroot para una casa de vacaciones y formaran el rancho Ford-Hollister. Ford era presidente de Owens-Illinois Glass en Toledo, Ohio. Hollister fue juez del Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Sur de Ohio. Bates & Gamble de Toledo fueron los arquitectos. La casa tiene 5000 pies cuadrados, incluido un salón de 2200 pies cuadrados. La casa tiene un diseño de cabaña de troncos y The New York Times la denominó "mansión de troncos". Se la ha comparado en estilo con el Old Faithful Inn, que abrió en 1904 y se encuentra a 470 kilómetros en automóvil de distancia en el Parque Nacional de Yellowstone. The Times la describió como "Una combinación diversa de arcos, frontones y buhardillas, resaltados por troncos colocados vertical y horizontalmente, agrega una elegancia al diseño de una casa de troncos que rara vez se ve". El complejo incluye tres grandes graneros construidos para albergar ganado Holstein. Se afirmó que era el rebaño lechero más grande al oeste del río Mississippi. Ford luego abandonó el ganado lechero y comenzó a criar ganado Hereford. Después de que Ford murió, su esposa e hija lo operaron como casa de huéspedes. Lo vendieron en 1952. Pasó por una serie de nuevos propietarios que lo rebautizaron en honor al jefe Joseph, quien se dice que pasó por su área durante la Guerra Nez Perce. Mel Pervais, miembro de la Nación Ojibwa, fue su propietario desde 1987 hasta 2004.

sábado, 21 de diciembre de 2024

 


ROCKY III.


Solaz entretenimiento esta tercera entrega de las aventuras del púgil de Filadelfia, Rocky Balboa, empezó en sus primeras partes como un retrato del mítico Sueño Americano, aquí esa meta conseguida deberá luchar por mantenerla, ahora lidiando con lo acomodado de ser un millonario con la barriga llena. Vira de modo chirriante para el que tenga presente la anterior Rocky, habíamos visto que el boxeador de rostro picassiano era alérgico a hacer publicidad, ahora sin saberse como se comporta con ella como si fuera David Beckham, aparece en programas de tv, es portada de revistas de prestigio, está instalado en la fama, ahora ha tornado de tímido a extrovertido, da discursos. Ha tenido 10 peleas por mantener su cinturón de campeón mundial (no se nos dice porque Apollo Creed no es contendiente, o si se ha retirado). Vive una existencia feliz hasta que parece en acción el villano de la partida, un fanfarrón que toma el relevo de Apollo como lenguaraz arribista, que como si fuera un pistolero en el salvaje oeste anhela derrotar al más rápido para tomar su puesto. Nada nuevo bajo el sol en el argumento, el cuasi axioma del príncipe de Lampedusa ‘’…que algo cambie para que todo sea igual’. Misma estructura narrativa, con dosis de dramatismo, aquí con una catárquica muerte, elemento este que se calcaría para la cuarta, habrá un vigoroso adversario (ahora cercano a la caricatura por su maldad porque sí), como en la pretérita Rocky tendrá dudas e inseguridades, como en la pretérita será su esposa Adrian (ahora más segura de sí misma y menos retraída, en una actuación buena, sobre todo en el inspirador monólogo de la playa) la que le impulsará para el duelo final, como en las pretéritas tendremos un musicalizado (el mítico “Eye of the tiger”) montaje (en realidad dos) sobre el entrenamiento de Rocky (ahora sin la carrera por Filadelfia), y como colofón el entente final climático bien rodado, con buen pulso inmersivo, sin sorpresas, la originalidad es algo ausente aquí, pero tampoco lo pretende Sly, es puro blockbuster ochentero.

 

Escrita, dirigida y protagonizada por Sylvester Stallone, secuela de Rocky II (1979), con los secundarios los recurrentes

Talia Shire, Burt Young (parece tendrá peso drama ´tico por su inicio, pero luego se diluye, en este primer tramo demuestra ser un buen actor desaprovechado en un alivio cómico), Carl Weathers (demuestra es un buen actor) y Burgess Meredith, con el añadido de Mr. T como el malo malísimo. Destaca en esta Rocky III la asociación entre Apollo y Rocky, el primero como entrenador del segundo, y derivando en una buena química de amistad, con un entrenamiento enfocado al ‘baile’ sobre el ring para flotar ante el rival. Aquí Stallone decide colocar más combates que en las dos anteriores, enfocando más hacia la acción, pues al comienzo tendremos una edición fragmentada de varios exitosos combates de Rocky, habrá un divertido duelo de exhibición de Rocky contra el luchador de WWF Hulk Hogan, y tendremos dos combates contra el ‘mohicano’ Clubber Lang. Este último encarnado por Mr. T (nombre de nacimiento Laurence Tureaud, aunque se lo cambió legalmente a T en 1970), el papel que le impulsó a su rol legendario de "BA" Baracus del Equipo A. Film este también famoso por el arrollador tema musical "Eye of the tiger" de los Survivors, el título es uno de los mantras inspiradores de la cinta como sinónimo de persona que se fija un objetivo sin desviarse de él.

 

Comienza con una edición estupenda en que vemos como Rocky, tras ganar a Apollo se aposenta en la popularidad, engalana portadas de Newsweek y Sports Illustrated, sirve de maestro de ceremonias en telemaratones, hace spots televisivos para la cerveza Budweiser y hace aparición con los socios de Miss Piggy, los Muppets. Lo vemos viviendo en una mansión de la Main Line de Filadelfia, hay un montaje donde Rocky se enfrenta a púgiles que derrota fácilmente una y otra vez, sin sufrir dolor alguno. En paralelo vemos a un púgil negro con pelado mohicano de rostro adusto observar entre el público los combates, para luego ser él protagonista en el ring derrotando con una violencia inusitada a sus oponentes. Esto será durante los créditos iniciales, tras ellos nos cuelan una sub trama con un Paulie (Burt Young), cuñado de Rocky, que no se sabe porque (quizás demandó alguna escena dramática el actor), siente celos de la fama de Rocky, se siente vejado y con un acto de rabia acaba en el calabozo policial del que le saca Rocky, y tienen una charla bastante grimante por las tonterías que dice Paulie, incluso llega a decirle que ante él estaba más unido a su hermana (¿?). Esto podría llevar a pensar que Paulie tendrá más cancha en esta entrega, pero esto no es así, de hecho, esta rabia del cuñado desaparece para el resto del metraje, como si esto no hubiese ocurrido (¿?).

 

Veremos un jocoso combate contra natura entre un boxeador y un luchador de pressing catch, nada suma a la trama esto, pero resulta muy humorística, y sobre todo se haría también para aprovechar la fama de Hulk Hogan, toda una estrella en aquel momento en USA. Asentado en la cima Rocky decide dejarlo, pero el ‘mohicano’ llamado Clubber Lang asiste a la inauguración de una estatua en honor a Rocky en la cima de las escaleras del museo de Arte de Filadelfia, allí Clubber lo provoca para que se enfrente a él. Entonces Rocky decide que tiene que hacer una última pelea para salvar su honor y no lo tilden de cobarde, tras salir a relucir que su entrenador Mickey le ha cuidado demasiado, ello expuesto en una emotiva escena donde Burgess Meredith demuestra lo gran actor que es, y regalándonos una buena como penetración con Sly. Rocky vuelve a entrenar, pero lejos de lo primario de las anteriores, ahora es un circo mediático y comercial, en contraposición a como vemos entrenar a Clubber en solitario de forma arcaica, ejemplificando como Rocky ha dejado de ser quien fue, se ha aburguesado.

 

Tras la catarsis emocional entra en escena Apollo Creed, lo hace de modo visualmente elegante, emergiendo de entre las sombras de un gimnasio. Originando una amistad extraña entre dos antiguos contendientes, dos veteranos del ring, de vuelta de todo, con buenos diálogos, de la que hay compenetración. Con el cambio radical de marco, cuando se trasladan a Los Ángeles para el entrenamiento, la ciudad de Apollo (por cierto, la saga Rocky ha cogido un singular vericueto al coger en el SXXI el afluente de un hijo de precisamente Apollo Creed para continuar con pelis de boxeo épico), cambiar para volver a los orígenes humildes. 

 

Para todo culminar en el esperado enfrentamiento clímax entre Clubber Lang y Rocky, donde emergerá el fetiche de los icónicos pantalones de Apollo con la bandera de las Barras y estrellas. Para haber un estupendamente coreografiado, aunque sintiéndose los golpes secos, gracias aun gran trabajo de edición, pero restando que parece menos inspirado por como los dos combatientes van a tumba abierto, ninguno, poco verosímilmente, apenas se cubren, sino que esperan los golpes del otro a modo de desafío, cual Power Slap (duelo de bofetadas), los dos se lanzan mandobles alternándose en salvajes ataques, hasta que uno de los dos cae (no quiero spoilear). Aunque la miscelánea entre el montaje del binomio Mark Warner (“Límite 48 horas” o “Golpe en la Pequeña China”) & Don Zimmerman (“El Regreso” o “Men In Black 3”), el trabajo de cinematografía de Bill Butler (“Alguien voló sobre el nido del cuco” o “Deliverance”), más la épica música de Bill Conti “Elegidos para la gloria” o “Karate Kid”), elevan la intensidad de modo epidérmico, generando emociones, un tanto superficiales, pero mientras sucede te engancha.

 

 Spoiler:

 

En la segunda parte la catarsis dramática es el problema de salud de Adrian mientras está embarazada, aquí esto se redobla con la muerte del entrenador Mickey. Emocionante charla final entre Mickey y Rocky tras este perder el combate, engaña a su mentor par hacerle feliz sus últimos segundos con los vivos.

 

Rush final: Después de meses de entrenamiento, la revancha se lleva a cabo en el Madison Square Garden de la ciudad de Nueva York. Apollo le presta a Rocky los calzoncillos con la bandera estadounidense que usó durante su primer combate. Al comienzo del combate, Rocky sale corriendo de su esquina, golpeando a Lang con un nivel de habilidad y espíritu que nadie esperaba. Rocky domina por completo la primera ronda, dejando a Lang enfurecido y desconcertado después de la campana. Lang gana la ventaja en la segunda ronda, y Rocky adopta una estrategia completamente diferente que enoja y confunde a Apollo al recibir una paliza intencional de Lang, incluso siendo derribado dos veces, todo el tiempo burlándose de Lang de que no puede noquearlo. En la tercera ronda, Lang, que está acostumbrado a ganar combates rápidamente con nocauts en las primeras rondas, pierde los estribos y comienza a lanzar golpes salvajemente mientras Rocky se burla de él, quedándose gradualmente sin resistencia. Con Lang desconcertado y vulnerable, Rocky contraataca con una ráfaga de golpes, que culmina en un brutal nocaut para recuperar el campeonato de peso pesado; Tras ello hay un genial epílogo, que da lustre, pues Rocky debe en el ‘quid pro quo’ devolver el favor que Apollo le pidió, una tercera revancha privada con él en el gimnasio Mighty Mick's Gym. La película concluye sin mostrar el resultado, pero se congela en una pintura al óleo de dos boxeadores lanzando simultáneamente el primer puñetazo, mostrando a dos atletas igualmente habilidosos enfrentándose no como rivales, sino como amigos.

 

Y una pregunta sin respuesta: Clubber Lang, no podría haber pedido otra revancha, le ha ganada Rocky pero no dejado inútil o matado. Rocky, bajo su código de honor, hubiera estrado obligado a concedérselo.


Para el papel de Clubber Lang, se consideraron en primer lugar dos boxeadores de peso pesado de talla mundial: Joe Frazier y Earnie Shavers. Ambos tenían aproximadamente la misma altura que Sylvester Stallone y tenían el físico poderoso que buscaba, pero, según la directora de casting Rhonda Young, Frazier tenía un problema de tartamudez, mientras que Shavers tenía una voz aguda que habría socavado la presencia amenazante del personaje. Después de buscar por todas partes (incluso yendo a prisiones con la esperanza de encontrar un antagonista adecuado), Rhonda Young se topó con un programa de televisión de la NBC, America's Toughest Bouncer, mostraba una competencia deportiva, y quedó hipnotizada por la destreza física del ganador, así como por su carisma. Luego llamó al productor, Don Ohlmeyer, para preguntarle sobre "el hombre con el mohawk". Resultó el Sr. T no sólo era perfecto para el papel, además demostró estar tremendamente decidido a dar la mejor interpretación posible desde la primera prueba de pantalla para lo que sería su papel revelación.

 

En preparación para la película, Stallone afirma haber logrado reducir su porcentaje de grasa corporal a su mínimo histórico de 2,6% y pesar 155 libras (70 kg). Afirmó que comía solo diez claras de huevo y una tostada al día, y que comía una fruta cada tres días. Su entrenamiento consistía en trotar dos millas por la mañana seguido de dos horas de entrenamiento con pesas, una siesta durante la tarde seguida de 18 rondas de sparring, otra sesión de entrenamiento con pesas y terminar el día nadando.

 

Una estatua de bronce de Rocky, llamada "ROCKY", fue encargada por Sylvester Stallone y creada por A. Thomas Schomberg en 1981. Se crearon tres estatuas, y una fue colocada en la parte superior de las escaleras del Museo de Arte de Filadelfia para el rodaje de Rocky III. Después de que se completó el rodaje, estalló un furioso debate en Filadelfia entre el Museo de Arte y la Comisión de Arte de la Ciudad sobre el significado de "arte". Afirmando que la estatua no era "arte" sino más bien un "atrezo de película ", la ciudad consideró varias ubicaciones alternativas y se decidió por el frente del Spectrum en el sur de Filadelfia. Más tarde fue devuelta al Museo de Arte, donde se utilizó en el rodaje de Rocky V, así como Mannequin y Philadelphia. Después, fue nuevamente trasladada al frente del Spectrum. La estatua fue devuelta a la parte inferior de las escaleras del museo el 8 de septiembre de 2006. Los escalones que conducen a la entrada este del Museo de Arte de Filadelfia también se conocen como "Los escalones rocosos". Una estatua similar se encuentra en Žitište, Serbia.

 

Amena secuela, que sin ofrecer nada nuevo, lo que se espera lo da con brío. Gloria Ucrania!!!

 

PD. Rocky III recaudó $270 millones en todo el mundo, superando a sus predecesoras para convertirse en la película más taquillera de la franquicia en ese momento, y la cuarta película más taquillera en la taquilla nacional y la segunda película más taquillera de 1982 en todo el mundo. Con lo que la secuela era inevitable, Rocky IV, se estrenó en 1985, pero esa es otra historia.

miércoles, 18 de diciembre de 2024

 


CONCLAVE

 

Sugestivo thriller dramático eclesiástico, que indaga en los vicios (pecados) de aquellos que son los máximos jueces de estos, la curia cardenalicia. Dirige el alemán Edward Berger (el que ya me sorprendió gratamente en 2022 con su oscarizada “Sin novedad en el frente”), adaptando el inteligente guion de Peter Straughan (“El Topo”), basándose en la novela de 2016 de Robert Harris, versando como un cardenal organiza un cónclave papal para elegir al próximo papa y se encuentra investigando secretos y escándalos sobre cada candidato. Obra de una elegancia que por momentos recuerda al sibarita cine de Paolo Sorrentino (su díptico “El joven papa” y “El nuevo Papa”), con una prodigiosa ambientación que no s sumerge de modo claustrofóbico en la intrigas palaciegas del reino de Dios en la Tierra, abordando temas universales como la ambición, la traición, la hipocresía, las inseguridades, las dudas, las crisis de fe, todo ello en durante las deliberaciones secretas para elegir a un nuevo Papa, con camarillas, lobbies, chantajes, sobornos, enfrentado posiciones contrapuestas en el seno de la  Iglesia Católica como es el conservadurismo frente a las ansias de renovación, tomando claramente parte el guion por lo segundo (en esto falla). Un desarrollo salpicado de misterio, suspense, intriga, y ello exquisitamente manejado por el realizador, con solidez y fluidez narrativa, que atrapa al espectador en estas cloacas del poder, donde se dosifican los giros narrativos, los twist a cada paso, haciendo que algo tan a priori aburrido como unas votaciones resulten apasionantes por como a cada una hay diferentes vericuetos que hacen varíen de una a otra, todo por conseguir los 79 votos mínimos necesarios para alcanzar el anillo papal.

 

Siendo una de las grandes bazas los intérpretes. Empezando sobre todo por su sensacional protagonista por Ralph Fiennes, como el diacono Lawrence (en el libro era italiano, aquí inglés), en una actuación brillante, llevando todo el peso del film sobre sí mismo, prácticamente no hay escena en la que no esté él presente, desprende dudas, se mueve con hidalguía, derrochando carisma, ejerciendo de detective, tipo lacónico, pero que cuando habla sentencia, con ententes estupendos, demostrando toda una gama de emociones a flor de piel en sus silencios, en sus miradas, es nuestra brújula moral en el relato; En espléndidas actuaciones de apoyo está el gran Stanley Tucci, demostrando potencia en un rol sibilino de aparente humilde que se esconde un poderoso ambicioso, como el cardenal estadounidense Bellini; John Lightgow como el cardenal Tremblay, astuto manipulador en la sombra, derrocha carácter; Lucian Msamati como el cardenal africano Adeyemi, en un papel corto pero con fuerte presencia cuando toma protagonismo, representa el peso de como los pecados del pasado nos persiguen; El mexicano Carlos Diehz en su primer papel en cine está sobresaliente impregnado la pantalla de humanidad en sus intervenciones sentenciadoras, lástima que el discurso ¡que debería haber sido neurálgico intentando contrarrestar otro, sea tan superficial y lleno de lugares comunes; El italiano Sergio Castellito está magnífico en su papel de cardenal Tedesco, sobre todo en dos de sus intervenciones, la primera cuando deja constancia ante Lawrence de su visión tradicionalista de la iglesia (anhelando volver a las homilías en latín), y sobre todo en el incendiario discurso que da en el rush final contra la invasión islámica que sufrimos (por cierto, muy de acuerdo con él estoy, mi voto hubiera sido para Tedesco), arrollador; Y en un film de hombres, hay un pequeño personaje para Isabella Rossellini como la hermana Agnes, en una interpretación que destaca por como observa este mundillo de hombres, en sus pocas interv enciones posee gran fuerza dramática.

 

Tras la inesperada muerte del sumo pontífice, el cardenal Lawrence es designado como responsable para liderar uno de los rituales más secretos y antiguos del mundo: la elección de un nuevo Papa. Cuando los líderes más poderosos de la Iglesia Católica se reúnen en los salones del Vaticano, Lawrence se ve atrapado dentro de una compleja conspiración a la vez que descubre un secreto que podría sacudir los cimientos de la Iglesia.

 

Tiene un comienzo exquisito visualmente. Vemos al cardenal Lawrence caminar por el arcén de la carretera raudo. Llega al dormitorio del Papa que está muriendo, allí rodeado de cardenales rezando. Asistimos a los rituales tras la muerte, todo filmado con esmero y sofisticación, lo vemos amortajar el cadáver, sacar el cuerpo, y sellar la habitación lacrando un lazo sobre el pomo del aposento del Santo Padre.

 

Tras lo que llega, con la elipsis correspondiente el conclave para la elección papal. Con ello una batalla de ideas y de personalidades, imperando el maquiavelismo. Confeccionando Berger una atmósfera cerrada, angustiosa, cargada de incertidumbre, con complots, investigaciones dosificadas, donde a cada información nueva se genera tensión y giran las tornas, ello jugando el director con los elementos que sabemos y lo que nos oculta para provocar al espectador. Con choques entre los candidatos, siempre sin caricaturizarlos, humanizando sus razones, y con ello haciéndolos débiles. Haciendo la realización que el aislamiento de los cardenales sirva para aumentar la tensión emocional, ello mientras se intentan de desentrañar preguntas candentes, como por qué el Papa, en el día de su muerte despidió al cardenal Tremblay? Quien es esa monja que se ha estremecido cuando servía la comida? Porque el cardenal Benítez desistió de ir a una clínica a Suiza? A medida que avanza el metraje, cardenales, cual, si fuera la bolsa, suben y bajan en sus aspiraciones. Las dos vertientes contrapuestas que se enfrenta, conservadores y progresistas, es solo una excusa para que veamos como los que deberían ser los más pulcros y puros, no son más un trozo de carne con los mismos instintos primarios de codicia que el común de los mortales.

 

La puesta en escena es prodigiosa en su función primordial de proyectar un estado de ánimo y sumergirnos en la trama. Desde el formidable diseño de producción de Suzie Davies (“El espía inglés”), los diseñadores de escenografía con prodigioso mimo transmutaron la Capilla Sixtina en los Cinecittà en Roma, aunque con licencias artísticas con la Domus Sanctae Marthae. Emitieron sensación de presidio sobre la famosa sala. Los diseñadores de vestuario visitaron Gammarelli, Tirelli Costumi y varios museos en Roma como parte de su investigación. Para el atuendo rojo de los cardenales, la diseñadora de vestuario Lisy Christl (“Anonymous”) optó por un tono utilizado en vestimentas cardenalicias del siglo XVII, en lugar de uno de los actuales, creyendo sería "mucho más hermoso y mucho más agradable para nuestros ojos", acentuando el rojo pasión el contraste cromático con las paredes blancas de las estancias yen simbiosis estética con la Capilla Sixtina. Esto potenciado por la notable cinematografía de Stéphane Fontaine, que se mueve con tremenda fluidez por el sinuoso escenario, con tomas generales maravillosas, así como punzantes primeros planos, con movimientos suaves, con tomas de detalles fenomenales; Y puntualmente maximizando la tensión está la incisiva música de Volker Bertelmann, colabora de nuevo  con Berger tras ganar el Óscar, otra vez desconcertando con sus melodías ominosas, con profusión de música de cuerdas que azuzan, remueven e inquietan. Volker Bertelmann en su quinta colaboración con Berger, habló sobre el desarrollo de un sonido que no fuera "demasiado eclesiástico [ni] clásico", experimentando con instrumentos menos conocidos, gran parte de la partitura hace uso del Cristal Baschet, un cristalófono que se toca con las manos mojadas (¿?).

 

Entre los defectos está que siendo el personaje sobre el que pivota todo el film, el cardenal Lawrence, lo vemos dudando de su fe, pero nunca se sabe  a causa de que, simplemente es así y punto, quería dejar de ser decano con el Papa, pero no se hace mención al motivo, esto es una laguna; Hay un cambio brusco en como Bellini pasa de humilde a ambicioso aspirante a Papa, soltando bilis por su boca en sus ansias de poder; Tremblay es uno de los grandes aspirantes al báculo papal, sabemos de como se mueve en el patio trasero, pero no sabemos de su ideas si llega al papado, como si sabemos parte del ideario de los otros; Y sobre todo está su final, primero el ya mencionado discurso de Benites, me ha faltado jugo y me ha sobrado brocha gorda, no me creo esto pueda cambiar votos, máxime cuando los que votan a Tedesco saben de sus ideas conservadoras, y por tanto no deberían cambiar sus votos, me resulta esto chirriante; Tampoco su giro final (*spoiler)me ha sido satisfactorio, supongo que es el del libro, pero me ha sido rocambolesco y resta.

 

Spoiler:

 

Spoiler: Finalmente, el ansiado humo blanco de la fumata dará por terminado el encierro y la difícil decisión de los cardenales. El más inesperado de ellos, será el elegido. Pero hay un último giro de acontecimientos, el cardenal Thomas Lawrence se entera de una información crucial. La visita médica cancelada de Benítez era para una histerectomía laparoscópica. Inocencio (el nombre que Benítez se ha dado como papa) explica que es intersexual y que se le asignó un sexo masculino al nacer, pero no sabía que también tenía útero y ovarios hasta una apendicectomía reciente. El difunto Papa ocultó el secreto, lo que implica que facilitó el ascenso de Inocencio al poder. Inocencio explica que eligió conservar sus órganos femeninos, afirmando: "Soy como Dios me hizo". Aceptando mantener el secreto de Inocencia y confiarle a Dios los resultados divinamente inspirados, Lawrence escucha a la multitud vitorear la elección del nuevo Papa; *Esto me resulta una falta de respeto a los católicos, pues es empezamos mal si el Papa miente, pues una mujer no puede ser Papa. La Iglesia Católica es un club al que se apunta y desapunta el que quiere, no estamos en la Edad Media que era obligatorio, por tanto, si no cumples los requisitos no puedes estar en él, si para llegar a Papa debes ser hombre y no lo eres por completo, o se cambian las reglas o lo siento, pero eres un impostor.

 

Film atractivo, cautivador, pero que en su parte final resta puntos queriendo dar varios tirabuzones. Gloria Ucrania!!!

 

‘Un cónclave es una reunión secreta del Colegio Cardenalicio, es decir, todos los cardenales católicos romanos del mundo. Con sus tradicionales gorros rojos y sus vestimentas ceremoniales, se reúnen en la Capilla Sixtina con el único propósito de elegir un nuevo papa. Votan en secreto en papeletas de votación. Nadie puede marcharse hasta que se elija a un sucesor. Se instala una chimenea provisional en la Capilla Sixtina. Si sale humo negro, la votación no ha tenido éxito y el mundo sigue esperando; si sale humo blanco, tenemos un nuevo Papa.’

 

Film que ha recibido seis nominaciones a los Globos de Oro, incluida Mejor Película - Drama, y ​​empató con Wicked con once nominaciones líderes en los Critics' Choice Awards, incluida Mejor Película.

jueves, 12 de diciembre de 2024

 


CITA EN SAN LUIS.


Vistoso musical, aunque falla en su argumento fraccionado y sin sustancia, puro naif, un retrato idealizado de la vida estadounidense de principios de SXX. La he visto con motivo del 80 aniversario del estreno (22/11/1944), y me he encontrado una cinta tan bonita como hueca. En su tercer film y musical Minnelli (primero en color) crea para la MGM una sinfonía de luz cargada de alegría de vivir, reflejado en lo evocador y vitalista que resulta todo, una producción que buscaba alejar al espectador del horror de la WWII, obra rebosante de nostalgia enarbolando los valores de la nación, un canto al amor de la familia, a esta nuclear institución. Proporcionó a la MGM el mayor éxito de público después de "Lo que el viento se llevó", se le considera inició para la época dorada del género musical. Dividida en serie de viñetas estacionales, comenzando con el verano de 1903, relata la historia de un año en la vida de la familia Smith en St. Louis conduce a la inauguración de la Exposición de la Compra de Luisiana (más comúnmente conocida como la Feria Mundial) en la primavera de 1904. Basada en "The Kensington Stories", una serie de 12 relatos de Sally Benson, referidos a cada uno de los meses del año, en los que evoca los recuerdos de su estancia en San Luís entre 1903 y 1904, que aparecieron en The New Yorker en 1941-1942 y más tarde en forma de novela como Meet Me in St. Louis. Poco después de la publicación de las historias, el productor Arthur Freed, había disfrutado de un éxito anterior con Judy Garland en musicales de MGM, convenció al director del estudio Louis B. Mayer para que comprara los derechos cinematográficos por 25.000 dólares, y Benson también fue contratada para trabajar en la adaptación cinematográfica, adaptada por Irving Brecher (“La sombra del acusado”) y Fred F. Finklehoffe (“Por mi chica y por mi”).

 

En el verano de 1903, la familia Smith lleva una vida cómoda de clase media alta. Alonzo Smith y su esposa Anna tienen un hijo, Lon Jr., y cuatro hijas: Rose, Esther, Agnes y Tootie. Esther, la segunda hija mayor, está enamorada del chico de al lado, John Truett, aunque él no se fija en ella al principio. Tootie viaja con el repartidor de hielo Mr. Neely, y debaten si St. Louis es la ciudad más importante del país. Rose, la hija mayor, espera en vano recibir una propuesta de matrimonio de Warren Sheffield. Esther finalmente conoce a John cuando él es invitado a la fiesta de los Smith y espera volver a encontrarlo en un viaje en tranvía hacia el sitio de construcción de la Feria Mundial.

 

Protagonizada por la estrella del momento Judy Garland, la sensacional roba-escenas Margaret O'Brien, Mary Astor, Lucille Bremer, Tom Drake, Leon Ames, Marjorie Main, June Lockhart y Joan Carroll. Garland estrenó las canciones "The Trolley Song", "The Boy Next Door" y "Have Yourself a Merry Little Christmas", todas escritas por Hugh Martin y Ralph Blane para la película, y todas se convirtieron en éxitos después del estreno de la película. El productor de la película, Arthur Freed, también escribió e interpretó una de las canciones. Banda sonora adaptada por Roger Edens (“Cantando bajo la lluvia”), también se desempeñó como productor asociado no acreditado. Georgie Stoll (“El Mago de Oz”) dirigió las orquestaciones de Conrad Salinger (“Siete novias para siete hermanos”). Todo el apartado musical engarzado con fluidez narrativa.  

 

Judy Garland da bien con su buenista personaje, la segunda hermana del clan familiar, y por supuesto canta desplegando su fulgor de voz, destacando su gozoso tema "The Trolley Song" en el repleto tranvía, el romántico "The Boy Next Door", entonado de modo suave y seductor, y el festivo “Have Yourself a Merry Little Christmas” que le canta a su hermanita pequeña en una calidad de voz enervadora, todos estos temas los nuevos escritos; Aunque la que se apodera del espectáculo es la pequeña Margaret O'Brien (O'Brien tiene ascendencia mitad irlandesa y mitad española), de apenas siete años (comenzó su carrera en la MGM a los 4 años como respuesta a la Shirley Temple de la FOX), desborda la pantalla en cada aparición con su trémula frescura, rol cargado de emociones intensas, y con lado oscuro turbador, parece obsesionada con la muerte (entierra sus muñecas que dice murieron de una rara enfermedad; acusa al vecino de intentar matarla; "mata" al Sr. Braukoff en Halloween; y arrasa con los muñecos de nieve para que nadie los tenga). Su rostro resulta arrollador en su tremenda expresividad, tiene escenas que se llevan el foco total, sobre todo la de vestida de Satanás en Halloween visitando al Ogro, o su arranque de furia en el rush final, Brillante. Amén de cantar con gran gracejo “Drunk Last Night”.

 

Ganó un Oscar especial para niños ese año; Harry Davenport como el abuelo es otro que deprende ternura estupenda; Leon Ames como el patriarca de la prole está muy bien, siempre sintiéndose fuera de lugar en su propia casa por como lo marginan una y otra vez, pero a la vez demostrando gran cariño familiar; Mary Astor como la matriarca tiene buena química con Ames, amén de desprender gran calor por sus hijos.

 

Es un cuadro bucólico de la Norteamérica de principio de SXX, todo edulcorado, centrado en una familia acomodada, sin más problemas cotidianos que tener o no tener pretendientes las hijas mayores (baste decir que una de las crisis es que un novio no tiene esmoquin para el baile!), o él mayor de todos, la gran crisis, que al patriarca lo ascienden en su curro y con ello lo trasladan a Nueva York. Haciendo un lindo lienzo del momento y lugar, con esa gran casa victoriana/eduardiana (llega a parecer una casa de muñecas), las calles de tierra, los jardines, los carruajes tirados de caballos, hombres con sombreros canotier, vecinos amables, lámparas de gas, todo esto en gran parte gracias a la labor tras las cámaras del diseñador ganador Lemuel Ayers (“Bésame Kate”), y el decorador de set Edwin B. Willis (“Cantando bajo la lluvia”), sumando el colorido vestuario de Irene Sharaff (“Cleopatra”), en miscelánea con la nominada al Oscar cinematografía en fulgente Technicolor de George J. Folsey (“Siete novias para siete hermanos”), inspirándose en pinturas realistas del estadounidense Thomas Eakins (1844-1916), con recursos tan vividos como enfocar algunas tomas a través de ventanas, creando efectos de cuadro luminoso gracias al arrollador juego de cromatismos desbordantes de la fotografía. Con tomas preciosas en espiral, hermosos fundidos que recuerdan al cine mudo, o jugando con el cine de terror con el tramo Halloween con ese avernal fuego en la calle. Y sobre todo resaltando a las dos estrellas del film la Garland y O'Brien.

 

Destacar como el director coloca a la mujer como motor de la vida familiar, son las que dan calidad hogareña, las que equilibran, las arterias de lo cotidiano, sobre todo si tenemos un clan con cuatro hijas y un solo hijo, este marginal en el relato. La película es puro champán, espuma y cuando se diluye hay poca cosa. Las sub tramas tiene poco peso dramático, se mueven por el humor candoroso. Todos los personajes son entre buenos y buenísimos. Donde solo hay un segmento que te remueve un poco, es precisamente la secuencia favorita de Minnelli, la Noche de Halloween, con las niñas disfrazadas en una velada con Tootie (Margaret O’Brien) apoderándose de la pantalla, con su carita primero aterrada, pero luego erigiéndose en un "fantasma horrible que murió con el corazón roto", dice de ella misma. Para luego ser la más valiente, por atreverse a ‘combatir’ al demonio en la figura del inane Sr. Braukoff, al que con rostro aterido le lanza harina, como si fuera lo más peligroso del mundo (el tipo lo acepta como si nada), y le grita: ‘Te odio’,  luego les espeta a sus amigos: ‘Yo lo maté. Soy la más horrible!’, dejando un halo perturbador en la núbil niñita.

 

Hay buenos números musicales, aparte de los ya mencionados cantados por la Garland y la O’Brien, está el reivindicativo "Meet Me In Saint Louis", el jovial "Under The Bamboo Tree", con ese jolgorioso baile, o el “You and I” entonado a dúo entre Leon Ames y Mary Astor, de claro sentido unificador familiar. Pero siendo bonitos en el aspecto musical, no tiene un número que sea para enmarcar, no hay sensación de trascendencia.

 

El film peca de hinchado de merengue, todo tan pulcro y hermoso, como falto de crear seres de carne y hueso, ; los pretendientes de las jóvenes hermanas Rose y Esther son unos sin sangre, acartonados y sin carácter, aderezado por unos romances pastelosos y sin chispa alguna, nunca conectas con sus amoríos, muy blanditos.

 

“El acto final, ambientado en la primavera, período de renovación, muestra a la familia en la Exposición de la Compra de Luisiana. Al mirar las luces brillantes con asombro, Judy dice: ‘Nunca soñé que algo pudiera ser tan hermoso! Está justo en nuestro propio patio trasero! No puedo creerlo! Justo aquí donde vivimos. Justo aquí en San Luis!’.”

 

El proyecto de Freed recibió luz verde con un presupuesto preliminar de $ 1,395,000 y planes para comenzar la producción a principios de octubre de 1943. Sin embargo, la producción se retrasó debido a problemas del estudio y la apretada agenda de Technicolor Inc., y el proyecto finalmente entró en producción el 7 de diciembre de 1943, con un rodaje programado para 58 días y un presupuesto que había aumentado a $ 1,500,000. Casi la mitad del presupuesto de la película se dedicó a los decorados ($ 497,000) y la música ($ 234,000). Los costos de la historia y la continuidad superaron los $ 132,000 debido a las numerosas reescrituras. A Garland le pagaban 2.500 dólares por semana, a Margaret O'Brien 250 dólares por semana y a Minnelli 1.000 dólares por semana mientras producían la película. El rodaje comenzó el 1 de diciembre de 1943 y se completó el 7 de abril de 1944, con retraso y con un presupuesto final cercano a los 1,8 millones de dólares. La idea de Minnelli de introducir cada segmento de la temporada con una ilustración de una tarjeta de felicitación que se disuelve en acción en vivo probablemente estuvo influenciada por una técnica similar utilizada en la película de Orson Welles de 1942 The Magnificent Ambersons.

 

Tras su estreno, Meet Me in St. Louis fue un éxito tanto de crítica como de público. Se convirtió en la segunda película más taquillera de 1944, solo detrás de Going My Way, y también fue el musical más exitoso de MGM de la década de 1940. En 1994, la película fue considerada "cultural, histórica o estéticamente significativa" por la Biblioteca del Congreso y seleccionada para su preservación en el Registro Nacional de Cine de los Estados Unidos.

 

Ameno, aunque sobrevalorado musical, donde prima más el continente que el contenido. Gloria Ucrania!!!

 

PD. Minnelli y Garland contrajeron matrimonio un año después del estreno de la obra.

 

martes, 10 de diciembre de 2024

 


ALIEN: ROMULUS

 

Interesantillo thriller de ciencia ficción perteneciente a la franquicia Alien iniciada hace 45 por Ridley Scott, que hace aquí de productor. La original tuvo una homérica agrupación de talentos cinematográficos y artísticos, con los  guionistas como Dan O'Bannon y Ron Shusett, artistas como Ron Cobb, H.R Giger, Chris Foss o Moebius, un director en la cima como Ridley Scott, actores como Sigourney Weaver, Ian Holm o Yaphett Koto, de compositor al maestro Jerry Goldsmith, derivando en un icono del Séptimo Arte, provocando una serie de secuelas, y hasta un crossover (“Alien vs Predator”), con esta nueva entrega la saga vuelve a jugar con sus orígenes, pues en las dos anteriores, “Prometheus” y “Alien Covenant” se quería dar trascendencia filosófica a las raíces de los xenomorfos, aquí mayormente es una aventura de supervivencia en una nave, como la primera parte.

 

En 2142, una sonda Weyland-Yutani recupera un gran capullo de los restos del USCSS Nostromo. ​​Meses después, en la destartalada colonia Jackson's Star en el perpetuamente oscuro LV-410, la colona huérfana Rain Carradine (Cailee Spaeny) se entera de que Weyland-Yutani ha extendido a la fuerza su contrato de trabajo. Decidida a escapar, se une a un plan con su hermano adoptivo Andy (David Jonsson), androide defectuoso reprogramado por su padre, su exnovio Tyler (Archie Renaux), su hermana embarazada Kay (Isabela Merced), su primo Bjorn (Spike Fearn) y la hermana adoptiva de Bjorn, Navarro (Aileen Wu). El grupo se apodera del transportador Corbelan IV para llegar a Renaissance, estación Weyland-Yutani dividida en los módulos Romulus y Remus, con intención de robar equipo de criostasis para sobrevivir al viaje de varios años a Yvaga III, planeta aparentemente idílico no afiliado a Weyland-Yutani. El grupo se da cuenta de que la estación inactiva colisionará con los anillos planetarios de LV-410 en cuestión de horas.

 

Dirige el uruguayo Fede Álvarez, que ya demostró genio al crear una especie de similar historia en “No respires” (2016), donde unos jóvenes advenedizos ladrones quedaban atrapados en la casa de experto depredador. Guioniza junto a su inseparable Rodo Sayagues, ambientando la acción entre los eventos de Alien (1979) y Aliens (1986). Protagonizada por Cailee Spaeny, David Jonsson, Archie Renaux, Isabela Merced, Spike Fearn y Aileen Wu como seis jóvenes colonos espaciales oprimidos que se encuentran con criaturas hostiles mientras hurgan en una estación espacial abandonada.

 

El realizador sabe crear una ambientación sugerente desde el inicio, salpicando la trama de constantes referencias a sus predecesoras, e incluso en su inicio creando una escena parecida a la de “2001: Una Odisea del Espacio”, cuando los astronautas descubren el monolito en la luna, aquí encontrando al Alíen original, con efluvios a “Blade Runner” (también de Ridley Scott) en la exposición de la ciudad minera de Weylan. Pero sobre todo sugestivo en la parte central en la nave varada en el espacio, crean escenas ingeniosas en su desarrollo, atrapándote en la intriga, misterio y terror, jugando con el clima tenso, volviendo a los mantras de las últimas secuelas de refilón, como es los experimentos con los Alien, con lo que se vuelve a explorar la ética de jugar a ser dioses, también se vuelve a tratar los peligros de la Inteligencia Artificial con el robot (en este caso llamado sintético) de turno, en todas las entregas hay uno.

 

Aunque siendo amena, carece de solidez narrativa, al sentirse un eterno déjà vu, carece de originalidad, todo se atiene a típicos cánones de un grupo que va cayendo uno tras otro por el villano de turno, hasta el duelo final, en este caso copiado de una parte anterior (no quiero spoilear). Lo que en un principio resulta estimulante, como son los guiños a las diferentes partes, termina por ser excesiva pleitesía cuando llega a plagiar ideas y escenas, adoleciendo de escenas que trasciendan. Como tampoco sus personajes poseen fuerza personal alguna, solo el ‘sintético’ me ha sido una actuación de relieve, el londinense David Jonsson borda su rol en una actuación dual carismática, de ese ser cuasi autista del inicio, a cómo cambia a tipo seguro y ágil de mente, dotando de una expresividad espléndida a su rol, haciéndonoslo cálido y cercano; el resto de roles son meramente intercambiables, tener que comparar a Cailee Spaeny con Sigurney Weaver es lapidario, la primera carece del carisma que la segunda irradia de modo natural.

 

En el arranque hay la primera referencia a la primera parte, con el iniciado de 'madre', tenemos a Rook con el guiño recurrente de Ash (Ian Holm integrante del elenco de la primera película de la saga, traído a la vida [muerto en 2020] por los efectos CGI), armas de “Aliens, el regreso”, el tête à tête de “Alien 3”, xenomorfos que nadan como en “Alien: Resurrección”, el líquido negro de “Prometheus” y muchos más ‘guiños’.

 

En el inicio se indaga de modo aparatoso en el poder de las grandes corporaciones, capaces de esclavizar a sus obreros, poniéndoles en este caso, los ‘grilletes’ de estar en un planeta-minero imposible de escapar a otro lugar. Aunque aquí hay una laguna argumental grimante, pues la protagonista Rain está presa allí sine die, pero de buenas a primeras nos enteramos que hay un grupo de jóvenes que manejan una nave espacial que se mueve con libertad afuera del planeta, nadie les supervisa, nadie vigila una nave que sale al espacio exterior, esto el guion lo deja muy cojo; También tenemos la gran nave Renaissance, propiedad de la mega corporación Weyland-Yutani, varada en medio de la nada del vasto espacio, pero que la compañía sin que se nos diga cómo es posible, no la buscan (¿?), lo cual es inverosímil, con lo que debe costar y con la información que posee de sus experimentos, o tampoco es verosímil que no tengan medios para alertar de donde está, esto me chirría, y es una licencia que hay que dar para disfrutarla; Luego pasamos al meollo de la aventura, como es cuando estos jóvenes se encuentran en el interior de la Renaissance, donde se juega bien con la tensión, con el misterio, con las sugerencias, pero sobre todo con que el espectador es sabedor de más que los protagonistas, cuando vemos el rastro de destrucción de la nave sabemos a qué es debido, y más con ese agujero claramente por acido (aunque queda un poco cutre que tarden en ver el Alien en el techo muerto ¿?). Tenemos la entrada en acción de Rook, conexión con la primera entrega, a la par que con el resto, por como se juega con el poder de las Inteligencias Artificiales, algo presente en esta entrega por mor de este Rook y de Andy, aunque aquí esto es más un McGuffing que algo ‘complejo’, pues cuando quiere impedir que alguien sea devuelto a la nave en la que viajan los jóvenes por estar ‘contaminado’ es lo más coherente, no veo inhumanidad en ello, de hecho es lo mismo que hizo la teniente Ripley en la primera entrega con otro probable ‘contaminado’, y ella no era ‘sintético’. Se vuelve a indagar, pero de refilón en los peligros de los experimentos genéticos, lo que se llama el Humano jugando a ser Dios.

 

Pero aquí el director prima en la acción, con escenas vibrantes, jugando con las escotillas a modo de cerrar es el salvavidas, con la escena en que deben pasar en silencio absoluto e intentando no variar la temperatura de su cuerpo (aunque muy mal resuelta por como uno de los humanos se pone a hablar por el interfono sabiendo pone en peligro su vida y la de sus compañeros, muy idiotesco); Está la escena de videojuego espectacular en que Rain es sujetada por Andy mientras ella, en atmósfera zero dispara a las decenas de aliens en un pasadizo, provocando los bichos suelten su sangre-ácido que deja unas sinuosas nubes, que luego en una danza agobiante deben intentar sortear Rain y Andy. Aunque volvemos a los ‘goof’, pues como es creíble una Don Nadie minera que se supone nunca ha tenido contacto con armas se comporta con este fusil como un Terminator infalible, por mucho que sea un arma inteligente; Está el trepidante rush final, en nel esperado duelo entre la heroína y el (supuesto) último alíen, en este casi un mutante (spoiler), ello mientras la Renaissance está apunto de colisionar con los anillos, te atrapa por la tensión, pero una vez acaba y lo piensas, teniendo presentes las pretéritas entregas, es un plagio de otras.

 

Fede Álvarez piensa que más aliens es más emoción, pero piensa que Ridley Scott lo hizo mejor con solo uno, cual tiburón en “Jaws”, el que hay un solo malo, cual psycho-killer exterminado uno por uno a los jóvenes en un slasher. El que haya tsunami de Aliens resta emoción, pues sabes que con ello son menos peligrosos en manada que en ´lobos solitarios’, con lo que la única forma de dar un salto es haciendo que al final hay uno más peligroso que el resto, y aquí se vuelve a plagiar la cinta.

 

Spoiler:

 

En esta entrega se vuelve a dislocar el ciclo de vida de los aliens, en las diferentes entregas se estira y comprimen a gusto del guion sin ton ni son, en la primera Alien tardaba horas y aquí minutos (¿?), no digamos ya el humano/alien que, de modo incongruente, pues de dónde saca la ‘materia’ para en cuestión de minutos pasar de bebe a ser de y tres metros de altura; El xenomorfo que es mutante de humano es directamente un remedo del de “Alien: Resurrección”, con la diferencia de que en la anterior la cabeza era de Alien y aquí la base es de humano. Por cierto, muy manido el tête à tête de este con Rain, por que no la mata directamente?; Y lo de que mate al bicho dejándolo el espacio exterior lo absorba lo vimos en la primera y cuarta parte, se pediría un poco de originalidad, una cosa es homenajear y otra carecer de inventiva para el final.

 

La película presenta conexiones y referencias a las seis películas anteriores de Alien: Alien, Aliens, Alien 3 (1992), Alien Resurrection (1997), Prometheus (2012) y Alien: Covenant (2017), en alguna capacidad. En particular, la película se vincula directamente con Alien y Prometheus, con Weyland-Yutani recuperando al xenomorfo que atacó a Ellen Ripley en Alien del USCSS Nostromo, androide llamado Rook que se parece físicamente a Ash de la primera película, y la "sustancia negra" de Prometheus que da a luz a un híbrido humano-xenomorfo que se parece a un Ingeniero de Prometheus y la criatura del final de Resurrection. Rook aparece a través de un animatrónico con la imagen del fallecido Ian Holm, anteriormente interpretó a Ash. Álvarez confirmó las conexiones con Prometeo y afirmó el parecido del híbrido con los Ingenieros era intencional; esto se hizo para cerrar la brecha entre las precuelas y las películas originales. La película también se inspira en el videojuego Alien: Isolation (2014). Esto implicó integrar puntos de registro del teléfono de emergencia del juego en el diseño del escenario de la película. Estos teléfonos, que funcionaron como puntos de guardado en el juego, sirven como huevos de Pascua presagian peligro inminente para la audiencia. El embarazo del personaje Kay se inspiró en Dina de The Last of Us Part II (2020) debido a que Álvarez jugó el juego mientras escribía la película.

 

‘-La escena de la sala donde parece caer lluvia del techo es la misma que nos planteó Ridley Scott pero sin gato de por medio.- Los pasillos revestidos de cadáveres colgando de viscosidad alienígena son los mismos pasillos que nos enseñó "James Cameron" en su ratonera particular.- La misma cuenta atrás con las mismas pantallas con una "X" parpadeando.- "No tenéis ninguna posibilidad, pero contáis con mi simpatía". (Esto lo dijo la Teniente Ripley en “Aliens, el regreso”) - Cailee se mete en un traje del espacio (pero esta vez ella no va en bragas como Sigourney), para su enfrentamiento final con tu "humanalien" particular.- También el monstruo final es tragado por el espacio. -Rain calza las mismas Reebok que Ripley en Aliens. - Tyler enseñando a Rain a manejar el rifle, como hacía Hicks con Ripley en Aliens; Diálogos como el "Aléjate de ella, perra" pronuncia Andy al mientras revienta a tiros a un xenomorfo, como hacía Ripley en Aliens para proteger a Newt.

 

 

Rook, oficial científico androide a bordo del Romulus, tiene la voz de Daniel Betts, mientras su apariencia física se basa en la imagen del fallecido Ian Holm, interpretó al androide Ash en la película original. Después de obtener el permiso de los herederos de Holm, Rook fue realizado por la compañía de efectos Legacy Effects, creó una cabeza y torso animatrónicos basados ​​en un escaneo de cabeza que Holm había hecho durante la producción de la trilogía cinematográfica de El Señor de los Anillos. Para ciertas tomas, el personaje práctico también fue mejorado por CGI y tecnología de inteligencia artificial deepfake de la compañía CGI Metaphysic, como para sincronizar los labios o mejorar su nariz y ojos. Las grabaciones de diálogo de Betts luego se modificaron con el software de filtrado Speecher, para basarse en el diálogo de Ash extraído del Alien original.

 

Trevor Newlin interpreta al xenomorfo, mientras el híbrido humano-xenomorfo (acreditado como "Offspring") interpretado por el ex jugador de baloncesto rumano Robert Bobroczkyi. Para interpretar a Offspring, Bobroczkyi usó maquillaje protésico de cuerpo completo creado por Legacy Effects, con la excepción de la cola de la criatura que fue CGI.

 

El rodaje se realizó en Budapest, ciudad elegida por sus "ubicaciones fuera de lo común". El diseñador de producción Naaman Marshall tuvo como objetivo reinterpretar el mundo Alien y honrar el legado de la franquicia, particularmente las dos primeras películas de la serie. Como tal, la sección Romulus de la estación espacial Renaissance fue diseñada para recordar el diseño del escenario visto en la película Alien y el videojuego Alien: Isolation , influenciado por el arte conceptual original de Alien de Ron Cobb , así como maquinaria y vehículos industriales de carga pesada. Mientras tanto, la sección Remus más avanzada fue diseñada para recordar el diseño de producción representado en la película Aliens.

 

El Xenomorfo fue hecho para parecerse más al diseño original de Alien de HR Giger de la primera película, en lugar de los diseños de las secuelas. Filmefex Studios creó el maquillaje protésico para los actores, así como para los cadáveres de la película, mientras que una secuencia que muestra imágenes de seguridad en time-lapse de una rata siendo aplastada y regenerada fue una animación stop motion creada por Phil Tippett. Un elemento de diseño notable es el rifle de pulso, fusiona características del lanzallamas original de Alien y el rifle de pulso de Aliens.

 

El director de fotografía Galo Olivares filmó la película usando cámaras digitales Arri Alexa 35 con lentes asféricas Arri Master Prime y Ultra Prime para una relación de aspecto de 2.39:1. Esto fue elegido para ser un equilibrio visual entre Alien, filmada usando lentes anamórficas en relación de aspecto de 2.39:1, y Alien , filmada usando lentes asféricas para una relación de aspecto de 1.85:1. Olivares comenzaría a filmar escenas con lentes gran angular y gradualmente cambiaría a lentes cada vez más largas a medida que las escenas se volvían más intensas, siendo una lente de 75 mm la lente más larga utilizada. Álvarez seleccionó tono naranja como color define la película, divergiendo de los tonos azules de las películas anteriores de "Alien".

 

El artista de efectos visuales Ian Hunter creó efectos en miniatura para la película, incluyendo la nave espacial Corbelan IV y la sonda Weyland-Yutani Echo. Estos efectos se filmarían directamente o se escanearían en una computadora para modelar CGI.

 

La banda sonora fue compuesta por Benjamin Wallfisch. presenta temas y pistas de Alien, compuesta por Jerry Goldsmith; Aliens, compuesta por James Horner; y las pistas "Life" y "We Were Right" de Prometheus, compuesta por Harry Gregson-Williams. También se escucha la composición "Entry of the Gods into Valhalla" de Das Rheingold de Richard Wagner, apareció en gran medida en Alien: Covenant.

 

Con los defectos mencionados, Fede ha conseguido amenizarme un rato, buen estilo visual, con espíritu de la aventura, y se nota que no ha pretendido más que ser un buen pasatiempo y esto, sin trascender, lo alcanza. Gloria Ucrania!!!