martes, 6 de diciembre de 2022

 


RRR.

Jubiloso acercamiento al más descacharrante estilo hindú de hacer cine, una bacanal donde se dan cita todos su excesos y marcas de identidad, para llegar a parecer una parodia de sí misma. Este es un drama épico de acción y aventuras híper realista en idioma telugu (idioma que se habla principalmente en los estados del sur de la India) dirigido por S. S. Rajamouli, quien co-guionizó con V. Vijayendra Prasad, el padre de Rajamouli, V. Vijayendra Prasad contó la historia original en la que se basa el libreto. Protagonizada por N. T. Rama Rao Jr. & Ram Charan, estando como el sádico y caricaturesco villano el británico Ray Stevenson. Centrándose el argumento en dos revolucionarios indios reales, Alluri Sitarama Raju (Charan) y Komaram Bheem (Rama Rao), su amistad (esto es falso, pues nunca se cruzaron ambos) y su lucha contra el Raj-Gobernador británico Scott encarnado por Ray Stevenson (en una actuación plana de malo Aterrador. Ambientada en la década de 1920, la trama explora el período indocumentado (y ficticio) de sus vidas cuando ambos revolucionarios optaron por pasar a la oscuridad antes de comenzar la lucha por su país centrado en Nueva Delhi. Rajamouli encontró historias sobre las vidas de Rama Raju y Bheem y conectó las coincidencias entre ellos, imaginando lo que habría pasado si se hubieran conocido y hubieran sido amigos. En la vida real, Bheem era un líder del pueblo Gondi que colaboró con otros grupos para resistir a los terratenientes y las empresas mineras que invadían las tierras tribales. Mientras Raju lideró ataques guerrilleros contra estaciones de policía imperiales, incautando armas y municiones británicas para nivelar el campo de juego entre colonizadores y colonizados.

 

Realizada la película con un presupuesto de 550 millones de rupias (72 millones de dólares), es la producción india más cara hasta la fecha. Con ₹ 240 crore (US $ 30 millones) en todo el mundo en su primer día, RRR rompió el récord de la recaudación más alta en el día de apertura obtenida por una película india. RRR es abreviatura de Rajamouli, Ram Charan y Rama Rao.

 

Son tres horas trepidantes de RRR (Rise, Roar, Revolt), con su ‘InteRRRmission’, donde se mezcla la acción más delirante, con números musicales rimbombantes muy Bollywood (El primo mayor de Rajamouli y colaborador habitual, MM Keeravani, compuso la partitura y la banda sonora de la película), con una historia más simple que el mecanismo de un martillo, todo se atiene a la batalla del Bien vs Mal, una simplista critica al colonialismo (británico), los ingleses son unos ogros sin sentimientos, racistas, sanguinarios, despóticos, sádicos, alejados de los retratos de la mayoría de films famosos (“La carga de la Brigada Ligera”, “Gunga Din” o “El hombre que pudo reinar”), el Raj Británico les espeta a sus hombres que no desperdicien buenas balas británicas con escoria marrón cuando pueden romperles sesos fácilmente. Su esposa está a su altura (o más) raptando a niñas, o pidiendo fustiguen a un preso con un látigo con espinas. Todo sin matices.

 

Se hace una oda a la amistad, lo que se llama un bromance cargado de testosterona, con los componentes de hablar del sacrificio por un bien mayor, lo que se puede denominar sentido del deber. Aquí la mujer es algo accesorio bonito (lo que se viene llamando una mujer florero), y su inherente opresión brutal, las complejidades están ausentes, los buenos son buenísimos y los malos horribles, para disfrutarla hay que anular de nuestra mente que existen las leyes de la física, y los héroes, son en realidad súper-héroes semi-dioses con capacidades omnipotentes, sin que en realidad sepamos de donde le vienen estas cualidades sobrehumanas.

 

‘Dones’ supra terrenales mostrados con un despliegue de efectos visuales y cinematografía radiantes de cromatismos fulgentes, con todo un tsunami de recursos estéticos que desborda la pantalla en su imaginación entusiasta puesta al servicio del disfrute del espectador, CGI (alterna escenas bien manejado esto y otras cutres como las de los animales que cantan su falsedad), con la mezcla de slows, congelados, peleas con creativas coreografías toon donde los cuerpos son impulsados hacia el infinito, y donde un solo hombre (o dos) pueden provocar un ‘genocidio’ imposible de detener, donde incluso una moto en marcha es cogida como arma de mano, con persecuciones furibundas, donde un niño con un solo rifle de carga de una sola bala es capaz de exterminar a un batallón inglés, con explosiones disparatadas, con escenas de salvamento alocadas (epítome la que hacen los protas del niño bajo el puente, donde andan bajo el agua), componiendo planos constantemente para esculpir en mármol, con acrobacias inundadas de fantasía, los límites de lo ridículo son rebasados hasta ser algo que disfrutas en su espíritu de jolgorio de comic. La sutileza ni está, ni se le espera. Una gamberrada que no hay que tomar mínimamente en serio, donde la inventiva es un chute de alegría sensorial, donde el humor mana del desfase de lo que vemos. Y para darle un toque hindi se le endosa un toque místico, donde Raju (lleva un carruaje en llamas y lanza flechas ardiendo) representa el Fuego y Bheem el Agua (los animales del bosque son sus aliados).

 

La mecha se enciende para una reunión explosiva de estos hombres excepcionales cuando el gobernador británico Scott Buxton (Ray Stevenson) y su cruel esposa Catherine (Alison Doody) van a los barrios bajos de un pueblo de Gond, acompañados por un contingente de soldados fuertemente armados. Catherine está encantada con una niña llamada Malli (Twinkle Sharma) y afirma que la niña es un juguete divertido para entretener a los invitados en su casa palaciega de Delhi. Todo este inicio con el precioso tema “Komma Uyyala”.

 

Tras ello está la presentación de los protagonistas. Primero vemos a Bheem (N.T. Rama Rao Jr.), en medio del bosque de Adilabad, que se enfrenta primero a un lobo gigante y luego a un tigre aún más grande, para intentar llevarlo a una trampa, ello en un ritual de entrenamiento previo a la misión de intentar dar con su hermana Malli y rescatarla. Al otro, Raju (Ram Charan), lo vemos como soldado británico dentro de un cuartel asediado por cientos de hindús, y ante el requerimiento de un superior para que atrapen al cabecilla de los insurrectos salta al exterior para en medio de ser de una multitud linchadora se deshace de la turba una y otra vez, hasta que se hace con el líder y tras innumerables golpes lo lleva al interior cuartel. Raju, al que aquí se hace referencia como Ram, en realidad es un infiltrado ferozmente determinado de Andhra Pradesh, a hacerse con fusiles para armar a su pueblo; En este inicio ya asistimos al poder supra natural de estos Mitos hechos de carne y hueso (en apariencia!).

 

Ya en Nueva Delhi, donde terminan ambos. Los dos conectan por azar cuando un niño queda atrapado cuando está sobre una balsa bajo un puente donde cae un tren con depósitos de gas tras un accidente, provocando un enorme incendio, y ellos, cada uno por un lado no dudan en ir al rescate del niño. El destino actuando para unirlos de forma colaboradora con una coreografía de acrobacias sublimes a cámara lenta con moto, con cuerdas colgando bajo el puente, hasta acabar los dos bajo el agua caminado bajo ellas y sobre ellas el fuego (Agua y Fuego). A partir de aquí, la amistad y camaradería, ello bendecido por un fastuoso número musical, “Dosti”. Aunque Ram mantiene una identidad falsa ocultando que es un policía inglés en misión. Los dos congenian, siendo esplendoroso en este sentido el número musical arrollador, ‘Naatu Naatu’ en la fiesta del Gobernador al aire libre del jardín palaciego (filmado esto en Ucrania [preguerra]], realizan un dueto impresionante de vivacidad, donde Bheem será ayudado por Ram en sus acercamientos románticos hacia la sobrina del gobernador inglés, Jenny (Olivia Morris), en un romance pasteloso y que no aguanta un mínimo análisis, pero aquí la idealización del amor lo puede todo, aunque en el tramo final se olviden de este amorío, y es que los amores aquí son algo accesorio para lucir a unas bonitas jóvenes, como el amor de Ram hacia una hermosa Sita (Alia Bhatt). Pero como catarsis llegará que los secretos de uno y otro jugarán en su contra, esto atomizado en una apabullante escena de acción propia de la Marvel. Todo en un crescendo dramático bien llevado, donde su extenso metraje no se hace pesado, para desembocar en un rush final fastuoso (con una huida apoteósica de prisión con los héroes uno encima de otro cual Doble-Dios simbiotizados, para llegar al bosque donde el caos medido se despliega de modo sublime, para acabar en el palacio, qué más da que todo sea hiperrealismo, es solo un entretenimiento, y como todo film proveniente de esos lares acaba con un festivo número musical, en este caso “Etthara Jenda”.

 

Las actuaciones ellos protagonistas Charan y Rama Rao son las de dos héroes sin defectos, que además (como ya he mencionado) poseen dotes de semi-Dioses (esto ejemplificado cuando Bheem coge el arco de la figura del Dios Rama), cruzado con superhéroes, escalan paredes cual Spiderman, corren cual Flash, tienen la fuerza de Hulk, la puntería de Bullseye, son inmunes al dolor cual Deadpool, pueden pelar con cientos de enemigos cual Superman, ah y bailan cual cruce entre Fred Astaire y Gene Kelly. Se les dan a ambos su momento dramático. Al primero se le da que está en una misión de bien superior, en la que incluso su amigo puede ser sacrificado por su Causa, para ello los matices que se le adosan en sus dudas tristes con respecto a Bheem; Mientras Rama tiene su momento dramático en la secuencia de la flagelación pública, donde se paraleliza claramente con “La Pasión de Cristo”, donde su rostro ejemplifica el dolor y la resistencia a no arrodillarse, esto adornado por el plañidero tema “Komuram Bheemudo”; Ambos con una fisicidad y compenetración formidable, siendo también espléndidos en los números de baile.

 

Hay quien ha encontrado un sub texto sobre la comunión entre las castas hindúes, pues parece que Raju repe4senta a los hindúes y Bheem a los musulmanes, pero esto queda anulado cuando Bheem le confiesa su verdadera misión a Ram, sus primeras palabras son: “No soy musulmán”, cual si fuera esto una lacra.

 

La puesta en escena es realmente llamativa, colosal en su colorido, ya desde la cinematografía de KK Senthil Kumar en comunión con el sensacional montaje de A. Sreekar Prasad. Sabu Cyril es el diseñador de producción de la película, con escenarios grandiosos, esto ayudado por la magna labor de los efectos visuales supervisados por V. Srinivas Mohan supervisó los efectos visuales, aun que como ya he mencionado cantan con los animales. Nick Powell (“Gladiator”, “The Bourne: Identity”, o “Cinderella Man”) fue el director de acrobacias de la película y se encargó de la coreografía de las secuencias de acción culminantes de la película; Y tenemos el  omnipresente apartado musical con siete canciones originales electrizantes compuestas por Keeravani, "Dosti", "Naatu Naatu", "Janani", "Komuram Bheemudo", "Raamam Raaghavam", "Etthara Jenda" y "Komma Uyyala". Las letras están escritas por Sirivennala Seetharama Sastry , Chandrabose , Keeravaani, Suddala Ashok Teja , K. Shiva Dutta y Ramajogayya Sastry.

 

Iconografía religiosa: Esto es hinduismo incondicional de principio a fin, representación adecuada para país ha empleado tácticas autoritarias para potenciar el nacionalismo hindú violento y la transición a un estado etnocrático de facto. Después de que Ram desafía abiertamente a sus empleadores coloniales para salvar la vida de Bheem, se lo ve asumiendo un vestuario que invoca a su tocayo Rama, el héroe del antiguo mito hindi Ramayana, que es una reencarnación de la poderosa deidad hindú Vishnu. (Ram of RRR también usa un arco y una flecha que, según una canción de fondo, es tan "fuerte como la de Shiva", refiriéndose a otra deidad prominente). El período previo a esta apoteosis no es sutil: la novia de Ram en RRRse llama Sita, igual que la amada secuestrada de Rama en Ramayana, pero cuando asume esta forma final, es aún más evidente: el arco y la flecha llameante, el antiguo atuendo que deja al descubierto el pecho, la postura guerrera, la fuerza divina.

 

RRR toma prestado de las dos principales epopeyas mitológicas hindúes de la India: Ramayana y Mahabharata. Los dos protagonistas de la película, Alluri Sitarama Raju y Komaram Bheem, se basan en personalidades de la vida real, también siguen el modelo de sus homónimos de la mitología hindú. Rama Raju comparte las cualidades del ágil y hábil Rama del Ramayana, mientras que Komaram Bheem es equivalente al musculoso e inamovible Bhima del Mahabharata. Al igual que Rama Raju y Komaram Bheem, Rama y Bhima nunca se encontraron en la mitología. El secuestro de Sita, que es el tema central del Ramayanase desarrolla a la inversa en RRR, con Rama Raju siendo capturada luego de una serie de eventos. Komaram Bheem (que también sigue el modelo de Hanuman ), lleva un mensaje de Sita y salva a Rama Raju.

 

La bandera personalizada de Vande Mataram que aparece en escenas esenciales como el rescate del niño, protegiendo a Bheem de las llamas del tren, fue diseñada en parte por Veer Savarkar, el padre del nacionalismo hindú.

 

Todo un soplo de aire fresco esta superproducción de la India, donde se hace del exceso virtud. Gloria Ucrania!!!

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario