RRR.
Jubiloso acercamiento al más descacharrante estilo hindú de hacer cine, una bacanal donde se dan cita todos su excesos y marcas de identidad, para llegar a parecer una parodia de sí misma. Este es un drama épico de acción y aventuras híper realista en idioma telugu (idioma que se habla principalmente en los estados del sur de la India) dirigido por S. S. Rajamouli, quien co-guionizó con V. Vijayendra Prasad, el padre de Rajamouli, V. Vijayendra Prasad contó la historia original en la que se basa el libreto. Protagonizada por N. T. Rama Rao Jr. & Ram Charan, estando como el sádico y caricaturesco villano el británico Ray Stevenson. Centrándose el argumento en dos revolucionarios indios reales, Alluri Sitarama Raju (Charan) y Komaram Bheem (Rama Rao), su amistad (esto es falso, pues nunca se cruzaron ambos) y su lucha contra el Raj-Gobernador británico Scott encarnado por Ray Stevenson (en una actuación plana de malo Aterrador. Ambientada en la década de 1920, la trama explora el período indocumentado (y ficticio) de sus vidas cuando ambos revolucionarios optaron por pasar a la oscuridad antes de comenzar la lucha por su país centrado en Nueva Delhi. Rajamouli encontró historias sobre las vidas de Rama Raju y Bheem y conectó las coincidencias entre ellos, imaginando lo que habría pasado si se hubieran conocido y hubieran sido amigos. En la vida real, Bheem era un líder del pueblo Gondi que colaboró con otros grupos para resistir a los terratenientes y las empresas mineras que invadían las tierras tribales. Mientras Raju lideró ataques guerrilleros contra estaciones de policía imperiales, incautando armas y municiones británicas para nivelar el campo de juego entre colonizadores y colonizados.
Realizada la película con
un presupuesto de 550 millones de rupias (72 millones de dólares), es la producción
india más cara hasta la fecha. Con ₹ 240 crore (US $ 30 millones) en todo el
mundo en su primer día, RRR rompió el récord de la recaudación más alta en el
día de apertura obtenida por una película india. RRR es abreviatura de
Rajamouli, Ram Charan y Rama Rao.
Son tres horas
trepidantes de RRR (Rise, Roar, Revolt), con su ‘InteRRRmission’, donde se
mezcla la acción más delirante, con números musicales rimbombantes muy
Bollywood (El primo mayor de Rajamouli y colaborador habitual, MM Keeravani,
compuso la partitura y la banda sonora de la película), con una historia más
simple que el mecanismo de un martillo, todo se atiene a la batalla del Bien vs
Mal, una simplista critica al colonialismo (británico), los ingleses son unos
ogros sin sentimientos, racistas, sanguinarios, despóticos, sádicos, alejados
de los retratos de la mayoría de films famosos (“La carga de la Brigada
Ligera”, “Gunga Din” o “El hombre que pudo reinar”), el Raj Británico les
espeta a sus hombres que no desperdicien buenas balas británicas con escoria
marrón cuando pueden romperles sesos fácilmente. Su esposa está a su altura (o
más) raptando a niñas, o pidiendo fustiguen a un preso con un látigo con
espinas. Todo sin matices.
Se hace una oda a la
amistad, lo que se llama un bromance cargado de testosterona, con los
componentes de hablar del sacrificio por un bien mayor, lo que se puede
denominar sentido del deber. Aquí la mujer es algo accesorio bonito (lo que se
viene llamando una mujer florero), y su inherente opresión brutal, las
complejidades están ausentes, los buenos son buenísimos y los malos horribles,
para disfrutarla hay que anular de nuestra mente que existen las leyes de la
física, y los héroes, son en realidad súper-héroes semi-dioses con capacidades
omnipotentes, sin que en realidad sepamos de donde le vienen estas cualidades
sobrehumanas.
‘Dones’ supra terrenales
mostrados con un despliegue de efectos visuales y cinematografía radiantes de
cromatismos fulgentes, con todo un tsunami de recursos estéticos que desborda
la pantalla en su imaginación entusiasta puesta al servicio del disfrute del
espectador, CGI (alterna escenas bien manejado esto y otras cutres como las de
los animales que cantan su falsedad), con la mezcla de slows, congelados, peleas
con creativas coreografías toon donde los cuerpos son impulsados hacia el
infinito, y donde un solo hombre (o dos) pueden provocar un ‘genocidio’
imposible de detener, donde incluso una moto en marcha es cogida como arma de
mano, con persecuciones furibundas, donde un niño con un solo rifle de carga de
una sola bala es capaz de exterminar a un batallón inglés, con explosiones
disparatadas, con escenas de salvamento alocadas (epítome la que hacen los
protas del niño bajo el puente, donde andan bajo el agua), componiendo planos
constantemente para esculpir en mármol, con acrobacias inundadas de fantasía, los
límites de lo ridículo son rebasados hasta ser algo que disfrutas en su
espíritu de jolgorio de comic. La sutileza ni está, ni se le espera. Una
gamberrada que no hay que tomar mínimamente en serio, donde la inventiva es un
chute de alegría sensorial, donde el humor mana del desfase de lo que vemos. Y
para darle un toque hindi se le endosa un toque místico, donde Raju (lleva un
carruaje en llamas y lanza flechas ardiendo) representa el Fuego y Bheem el
Agua (los animales del bosque son sus aliados).
La mecha se enciende
para una reunión explosiva de estos hombres excepcionales cuando el gobernador
británico Scott Buxton (Ray Stevenson) y su cruel esposa Catherine (Alison
Doody) van a los barrios bajos de un pueblo de Gond, acompañados por un contingente
de soldados fuertemente armados. Catherine está encantada con una niña llamada
Malli (Twinkle Sharma) y afirma que la niña es un juguete divertido para
entretener a los invitados en su casa palaciega de Delhi. Todo este inicio con
el precioso tema “Komma Uyyala”.
Tras ello está la
presentación de los protagonistas. Primero vemos a Bheem (N.T. Rama Rao Jr.), en
medio del bosque de Adilabad, que
se enfrenta primero a un lobo gigante y luego a un tigre aún más grande, para
intentar llevarlo a una trampa, ello en un ritual de entrenamiento previo a la
misión de intentar dar con su hermana Malli y rescatarla. Al otro, Raju (Ram
Charan), lo vemos como soldado británico dentro de un cuartel asediado por
cientos de hindús, y ante el requerimiento de un superior para que atrapen al
cabecilla de los insurrectos salta al exterior para en medio de ser de una
multitud linchadora se deshace de la turba una y otra vez, hasta que se hace
con el líder y tras innumerables golpes lo lleva al interior cuartel. Raju,
al que aquí se hace referencia como Ram, en realidad es un infiltrado
ferozmente determinado de Andhra Pradesh, a hacerse con fusiles para armar a su
pueblo; En este inicio ya asistimos al poder supra natural de estos Mitos
hechos de carne y hueso (en apariencia!).
Ya en Nueva Delhi, donde
terminan ambos. Los dos conectan por azar cuando un niño queda atrapado cuando
está sobre una balsa bajo un puente donde cae un tren con depósitos de gas tras
un accidente, provocando un enorme incendio, y ellos, cada uno por un lado no
dudan en ir al rescate del niño. El destino actuando para unirlos de forma
colaboradora con una coreografía de acrobacias sublimes a cámara lenta con
moto, con cuerdas colgando bajo el puente, hasta acabar los dos bajo el agua
caminado bajo ellas y sobre ellas el fuego (Agua y Fuego). A partir de aquí, la
amistad y camaradería, ello bendecido por un fastuoso número musical, “Dosti”.
Aunque Ram mantiene una identidad falsa ocultando que es un policía inglés en
misión. Los dos congenian, siendo esplendoroso en este sentido el número
musical arrollador, ‘Naatu Naatu’ en la fiesta del Gobernador al aire libre del
jardín palaciego (filmado esto en Ucrania [preguerra]], realizan un dueto
impresionante de vivacidad, donde Bheem será ayudado por Ram en sus
acercamientos románticos hacia la sobrina del gobernador inglés, Jenny (Olivia
Morris), en un romance pasteloso y que no aguanta un mínimo análisis, pero aquí
la idealización del amor lo puede todo, aunque en el tramo final se olviden de
este amorío, y es que los amores aquí son algo accesorio para lucir a unas
bonitas jóvenes, como el amor de Ram hacia una hermosa Sita (Alia Bhatt). Pero
como catarsis llegará que los secretos de uno y otro jugarán en su contra, esto
atomizado en una apabullante escena de acción propia de la Marvel. Todo en un
crescendo dramático bien llevado, donde su extenso metraje no se hace pesado,
para desembocar en un rush final fastuoso (con una huida apoteósica de prisión
con los héroes uno encima de otro cual Doble-Dios simbiotizados, para llegar al
bosque donde el caos medido se despliega de modo sublime, para acabar en el
palacio, qué más da que todo sea hiperrealismo, es solo un entretenimiento, y
como todo film proveniente de esos lares acaba con un festivo número musical,
en este caso “Etthara Jenda”.
Las actuaciones ellos
protagonistas Charan y Rama Rao son las de dos héroes sin defectos, que además
(como ya he mencionado) poseen dotes de semi-Dioses (esto ejemplificado cuando
Bheem coge el arco de la figura del Dios Rama), cruzado con superhéroes, escalan
paredes cual Spiderman, corren cual Flash, tienen la fuerza de Hulk, la
puntería de Bullseye, son inmunes al dolor cual Deadpool, pueden pelar con
cientos de enemigos cual Superman, ah y bailan cual cruce entre Fred Astaire y
Gene Kelly. Se les dan a ambos su momento dramático. Al primero se le da que
está en una misión de bien superior, en la que incluso su amigo puede ser
sacrificado por su Causa, para ello los matices que se le adosan en sus dudas
tristes con respecto a Bheem; Mientras Rama tiene su momento dramático en la
secuencia de la flagelación pública, donde se paraleliza claramente con “La
Pasión de Cristo”, donde su rostro ejemplifica el dolor y la resistencia a no
arrodillarse, esto adornado por el plañidero tema “Komuram Bheemudo”; Ambos con
una fisicidad y compenetración formidable, siendo también espléndidos en los
números de baile.
Hay quien ha encontrado
un sub texto sobre la comunión entre las castas hindúes, pues parece que Raju
repe4senta a los hindúes y Bheem a los musulmanes, pero esto queda anulado
cuando Bheem le confiesa su verdadera misión a Ram, sus primeras palabras son:
“No soy musulmán”, cual si fuera esto una lacra.
La puesta en escena es
realmente llamativa, colosal en su colorido, ya desde la cinematografía de KK
Senthil Kumar en comunión con el sensacional montaje de A. Sreekar Prasad. Sabu
Cyril es el diseñador de producción de la película, con escenarios grandiosos,
esto ayudado por la magna labor de los efectos visuales supervisados por V.
Srinivas Mohan supervisó los efectos visuales, aun que como ya he mencionado
cantan con los animales. Nick Powell (“Gladiator”, “The Bourne: Identity”, o
“Cinderella Man”) fue el director de acrobacias de la película y se encargó de
la coreografía de las secuencias de acción culminantes de la película; Y
tenemos el omnipresente apartado musical
con siete canciones originales
electrizantes compuestas por Keeravani, "Dosti", "Naatu
Naatu", "Janani", "Komuram Bheemudo", "Raamam
Raaghavam", "Etthara Jenda" y "Komma Uyyala". Las
letras están escritas por Sirivennala Seetharama Sastry , Chandrabose ,
Keeravaani, Suddala Ashok Teja , K. Shiva Dutta y Ramajogayya Sastry.
Iconografía religiosa:
Esto es hinduismo incondicional de principio a fin, representación adecuada
para país ha empleado tácticas autoritarias para potenciar el nacionalismo
hindú violento y la transición a un estado etnocrático de facto. Después de que
Ram desafía abiertamente a sus empleadores coloniales para salvar la vida de
Bheem, se lo ve asumiendo un vestuario que invoca a su tocayo Rama, el héroe
del antiguo mito hindi Ramayana, que es una reencarnación de la poderosa deidad
hindú Vishnu. (Ram of RRR también usa un arco y una flecha que, según una
canción de fondo, es tan "fuerte como la de Shiva", refiriéndose a
otra deidad prominente). El período previo a esta apoteosis no es sutil: la
novia de Ram en RRRse llama Sita, igual que la amada secuestrada de Rama en
Ramayana, pero cuando asume esta forma final, es aún más evidente: el arco y la
flecha llameante, el antiguo atuendo que deja al descubierto el pecho, la
postura guerrera, la fuerza divina.
RRR toma prestado de las
dos principales epopeyas mitológicas hindúes de la India: Ramayana y
Mahabharata. Los dos protagonistas de la película, Alluri Sitarama Raju y
Komaram Bheem, se basan en personalidades de la vida real, también siguen el
modelo de sus homónimos de la mitología hindú. Rama Raju comparte las
cualidades del ágil y hábil Rama del Ramayana, mientras que Komaram Bheem es
equivalente al musculoso e inamovible Bhima del Mahabharata. Al igual que Rama
Raju y Komaram Bheem, Rama y Bhima nunca se encontraron en la mitología. El
secuestro de Sita, que es el tema central del Ramayanase desarrolla a la inversa
en RRR, con Rama Raju siendo capturada luego de una serie de eventos. Komaram
Bheem (que también sigue el modelo de Hanuman ), lleva un mensaje de Sita y
salva a Rama Raju.
La bandera personalizada
de Vande Mataram que aparece en escenas esenciales como el rescate del niño,
protegiendo a Bheem de las llamas del tren, fue diseñada en parte por Veer
Savarkar, el padre del nacionalismo hindú.
Todo un soplo de aire
fresco esta superproducción de la India, donde se hace del exceso virtud.
Gloria Ucrania!!!
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