LOS VIKINGOS.
Sugerente film de aventuras realizado por el experto en
la materia Richard Fleischer, un tributo a los vikingos, a como su aparente
salvajismo no distaba mucho de la sociedad cristiana del momento. Película
basada en una novela de Edison Marshall, con guión de Dale Wasserman (“El
Hombre De La Mancha”) y Calder Willingham (“El Graduado”, “Senderos De Gloria”), producida por el propio Kirk Douglas y
protagonizada de modo vibrante por él, cuenta también con un racial Ernest
Borgnine y con el matrimonio Tony Curtis-Janet Leigho. Se hizo que coincidiera
el estreno en Nueva York (11 de junio de 1958) con la llegada de un barco
vikingo reconstruido, que había partido de Noruega unas semanas antes. Un
relato que aúna acción, romance, traiciones, drama, luchas fratricidas, abordajes,
batallas, duelos, odios enconados, todo ello (mayormente) en el bello marco de
los fiordos noruegos. Pero no todo es sólido, el tiempo ha hecho mella en la
cinta dejando al descubierto muchas de sus costuras mal cosidas, algunas
lagunas narrativas, algunas incoherencias, pero son perdonables, pues su única
intención es entretener al público con un neurálgico desarrollo, con momentos
imperecederos.
En la Europa del siglo VII. Einar (Kirk Douglas), hijo
del rey Ragnar (Ernest Borgnine), es un impulsivo vikingo que disfruta con las incursiones
que realiza en la cercana isla de Inglaterra, fruto de uno de las cuales
consigue tomar como rehén a la bella princesa inglesa Morgana (Janet Leigh), de
la que queda prendado. El tercer vértice del triángulo lo compone el esclavo Eric (Tony Curtis), hijo ilegítimo de Ragnar y por tanto hermano de padre de
Einar (aunque ninguno de ellos lo sabe), también está enamorado de Morgana y
cuyo destino está unido al de Einar por un profundo odio. También tendrá
importancia en la historia el rey de Northumbria, Aella (Frank Thring) y Lord
Egbert (James Donald), un rival de Aella.
El realizador imprime un ritmo arrebatador desde el
minuto uno, componiendo personajes bien construidos, con una ambientación
magnífica, con escenas de gran poder sugestivo, destacando el modo explícito en
que se trata la violencia, muy adelantado a su tiempo, ejemplo es la crudeza
del ataque del halcón al ojo de Einar, o cuando cortan la mano a Eric, o la
violación fuera de campo de Ragnar a la madre de Eric, o la muerte (homérica)
también fuera de campo de Ragnar entre sanguinarios lobos, con esto ya te
puedes esperar cualquier salvajada, la puerta a lo imprevisible está abierta de
par en par, aportando un caustico realismo.
La cinta tiene su eje central en el retrato de una cultura
poco conocida y que la historia y la mitología ha tergiversado en muchas
ocasiones, los vikingos, aquí los vemos vitalistas, pendencieros, bárbaros, mujeriegos,
supersticiosos, misóginos, paganos, violadores, aventureros, salvajes,
navegantes, guerreros, alcohólicos, en
comunión con la naturaleza, pero Fleischer tiene la cualidad de dentro de su
“villanía” otorgarles dignidad y cierta humanidad, principios éticos, cariño
paterno-filial, y sabe contraponerlo a la “pacífica”, “noble” y “civilizada”
sociedad cristiana, mostrando como la violencia de unos no es menos que la de los otros, que la misoginia de unos no es distante a la de los otros, esto hace
con el devenir de los acontecimientos deje de haber malos y buenos, si no
personajes egoístas, vengativos, mezquinos, pero en todos los bandos. La
narración evoluciona con tramos de gran tensión, con duelos interpretativos
radiantes, personajes con carácter, formado todo con brío, con ímpetu, con
pasión, con electricidad, imbuyéndonos de este mundo norteño donde primaba la
mitología de Odín, superchería de las runas, las bacanales de borracheras,
navíos drakar, orgias y violencia, miedo
a lo desconocido, cetrería, mezclado-contrapuesto este primitivismo con la
“civilización” cristiana de los castillos medievales, las conspiraciones
palaciegas, los matrimonios de conveniencia, ejecuciones desgarradoras (echar a alguien al pozo de los
lobos).
Pero tiene sus peros (valga la redundancia), el
argumento se siente cogido con pinzas, demasiadas casualidades, demasiadas
situaciones regularmente engarzadas, orgánicamente se siente a trompicones,
analizarla supone desarmarla, ejemplo es que de buenas a primeras, sin que nos
enteremos de donde viene, en la primera escena entre Einar y Eric ya se odian
(nada menos que Eric le echa al ojo un halcón), no sabemos porque, situación
impactante, pero orgánicamente abrupta sin que atisbemos la raíz del
enconamiento, simplemente porque sí. Hay más situaciones “regulares”, el
“romance” entre Morgana y Einar surge de modo nada creíble, de la nada, se ven
y ya está (por parte de él), hay elipsis cogidas por los pelos, situaciones de
acción muy artificiosas, y un final frenético, pero con varios agujeros que su
bien planificada acción no pueden ocultar. Me extiendo con algo más de detalle
en spoiler.
Kirk Douglas como Einar está culmen, un derroche de
energía, de vitalidad, de arrojo, de arrogancia, de viscerabilidad, de bravuconería,
una fuerza desatada de la naturaleza, desborda la pantalla en cada escena por
su fuerza vital. Ernest Borgnine lo borda, apoteósico, racial, eléctrico,
salvaje, y sobre todo carismático, un portento de actuación. Tony Curtis está
más blandito, queda opacado por Kirk, no puede soportar los ententes,
desequilibrado al querer emitir la rabia. Janet Leigh resulta bastante desaprovechado,
un florero bonito pero sin fondo alguno. Frank Thring es un villano clásico de
films como “Ben-Hur”, “Rey de Reyes” o “EL Cid”, y aquí cumple con notable
exhibiendo sadismo, sutilidad, sofisticación y sobre todo maldad congénita.
La
puesta en escena resulta fulgurante, irradiando aire aventurero, con una
fascinante dirección artística de Harper Goff (“20.000 leguas de viaje
submarino” o “Un mundo de fantasía”), para el reino vikingo se rodó en su mayoría en Maurangerfjorden y Maurangsnes (Noruega), construyendo
una aldea vikinga en una roca, el tiempo fue un
problema de los 60 días de rodaje en Noruega, 49 eran lluvioso y oscuro, por lo
que para terminar el rodaje se tuvieron que trasladar a Croacia al fiordo de la
Bahía de Lim, para el castillo del Rey Aella se filmó en Fort de la Latte en el noreste de la Bretaña (Francia),
siendo rebosante de realismo, así como los navíos drakar construidos en los astilleros de
Bergen (Noruega), reproducciones de barcos vikingos encontrados hundidos a
escala 1:1, luego los actores eran mucho más altos que los vikingos del siglo
VIII y tenían que remar apretujados. Esto maximizado por la espectacular
fotografía en muy aprovechado technicolor de Jack Cardiff (“Las zapatillas
rojas” o “La Reina de África”), creando tomas de una belleza epicúrea, con las
gloriosas montañas, ensalzando la magnificencia de los fiordos, con la preciosa
cascada cayendo al mar, resaltando los verdes, los reflejos del mar, los azules
cielos, componiendo tomas brillantes de
los drakar con el fondo de las paredes imponentes de los fiordos, reforzando la
sensación de la acción en las diferentes escenas, una labor subyugante. Y todo
esto envuelto en la épica música del italiano Mario Nascimbene (“La condesa
descalza” o “Barrabas”), de resonancias majestuosas, de las melodías que se te
quedan tiempo después de haber acabado el film.
Spoiler:
Taras: El tramo chusco en que Eric huye en un barco
drakar del poblado vikingo con Morgana, Einar ha llegado al barco y echado al
mar a los que allí habían, sea balanza sobre la princesa, y de pronto aparece
Eric tirando al mar a Einar, donde están los que Einar había lanzado al
mar? Se evaporizado? Huye del fiordo en
un pequeño barco con el que deben de remar,
con los vikingos tras ellos, pero Eric consigue llegar a la niebla y
moverse por ella, el barco comandado por el rey Ragnar tropiezan en rocas, no
hay por donde coger que los vikingos eran expertos marinos y van a tropezar en
una roca del fiordo que deberían conocer como la palma de su mano? ; Luego Eric
rescata del mar a Ragnar, y con lo fieros que son los vikingos, pues Ragnar no
se resiste a ser apresado, manso como un corderito, indignante. Luego en una de
las muchas elipsis chirriantes de la nada aparecen los del botecito en
Inglaterra, como si las cientos de millas que separan Escandinavia de la Gran
Bretaña fueran un paseíto; Luego le cortan una mano a Eric y dicen meterlo en
un bote, con la susodicha extremidad recién sesgada y la siguiente vez que
vemos al manco está ya en Escandinavi, como ha conseguido llegar el solo
malherido? Acaso ha encontrado una cabina telentransportadora y no nos lo han
dicho? Si no como consigue el ínclito recorrer este largo tramo como si nada? Eric
consigue convencer a Einar de que el que ha matado a su padre ha sido el rey Aella,
parece Einar olvidar que el raptor necesario para la ejecución de Ragnar es Eric.
Bueno pues la vendetta será contra Aella, llegamos frente al castillo del rey, se
produce una gran batalla, pero... hay un momento que no se sostiene,
visualmente impresionante, me refiero a como los vikingos con sus hachas montan
una especie de escalera sobre el portalón de la fortaleza, para despues Einar
en una acción de enorme coraje y esfuerzo físico subirla mientras desde arriba
le atacan, como pueden no acertarle desde corta distancia expertos guerreros?
Pero el colmo de los despropósitos es que nadie de los defensores del castillo
aposte a alguien tras la puerta para acabar con Einar, saben lo que va a hacer,
pero lo dejan, solo explicable si el encargado de la defensa es el hermano
tonto de Forrest Gump. Seguimos, continua la batalla tras el último portalón,
Eric entra en el castillo y tras un duelo acaba con Aella, hasta aquí bien,
luego Einar espectacularmente entra en la capilla donde está Morgana, salen
fuera a las almenas, y a lo lejos ve a los dos Eric que intrépidamente salta
por las murallas para llegar frente a Einar para producirse entre los dos el
duelo final, precioso el enfrentamiento, pero en esta vorágine de acción se nos
olvida que Einar solo fue al castillo para vengarse de Aella que había asesinado
a su padre, y al final a Einar sobre esto ha sufrido amnesia, no le importa si
este rey está vivo o no, menuda incoherencia.
En la
versión original contaba con el atractivo añadido de la voz del gran Orson Welles
como narrador. Janet Leigh estaba casada con Tony Curtis desde 1951, matrimonio
que duraría hasta 1962 y fruto del cual nacería Jamie Lee Curtis.
Momentos
recordables: El cruento momento en que Eric le lanza a Einar el halcón al ojo,
muy bien rodado, con gran autenticidad, desgarrador; La bella toma del barco
vikingo entrando en el fiordo mientras los vikingos hacen acrobacias sobre los
remos; El “juicio” por infidelidad en medio de una fiesta, con una mujer con
tres trenzas colocadas para que las corten a distancia con hachas, Einar borracho se autoerige en su salvador con el hacha, espectacular; Cuando huye
Eric con Morgana del poblado vikingo y ella dice que no puede remar por el
apretado vestido, entonces Eric le destroza la vestimenta encorsetada por la
espalda; Eric sumergido en el agua entre cangrejos mientras una “bruja” le
alienta a resistir; Cuando Ragnar se lanza alegremente (irá al Valhala) con la
espada sobre los lobos al grito de “Odin!!!”; La extraordinaria batalla de los
vikingos por tomar el castillo de Aella, coreografiada brillantemente; El duelo
entre Einar y Eric en las almenas del castillo, dejando entrever al final que
Einar puede tener más humanidad que Eric, pues cuando Einar tiene a Eric para
matarlo duda y es Eric el que lo mata; El entierro vikingo a Einar, con el
cuerpo sobre un barco drakar yendo hacia el infinito del mar mientras arde,
ello con la trémula música de fondo.
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