viernes, 16 de septiembre de 2016



LOS ENCANTOS DE LA GRAN CIUDAD.

Resultado de imagen de los encantos de la gran ciudad 1970Infravalorada comedia realizada por Arthur Hiller, una endiablada comedia, que me recuerda en gran medida a la obra maestra de Billy Wilder “Un, dos, tres”, por su trepidante ritmo en el que no paran de suceder cosas encadenadas brillantemente unas a otras para componer un todo fascinante de humor permanente, en un increscendo humorístico maravilloso, donde la empatía con el sufrimiento de los personajes es determinante para mimetizarse con esta odisea urbana, en lo que es una dura crítica solapada al egoísmo y el egocentrismo de las grandes ciudades, y a la vez y aunque contradictoriamente es un homenaje a Nueva York, a su locura permanente, a su caos, a su día . Una excelente comedia escrita por el gran y prolífico Neil Simon (“Descalzos por el parque”, “La extraña pareja” o “California Suite”), su segundo guión original (primero en solitario), originalmente el dramaturgo Simon planeó su historia para formar parte de un cuarteto de subtramas en su obra para Broadway Plaza Suite”, (inspirándose en un viaje del músico David Merrick llevó a Boston en 1967), pero se dio cuenta, las posibilidades cómicas eran lo suficientemente numerosos como para justificar un tratamiento de larga duración, y la acción era más apropiado para la gran pantalla que para el teatro. Protagonizada por dos actores en estado de gracia, Jack Lemmon y Sandy Dennis, apareciendo en pequeños papeles otros reconocidos cómicos estadounidenses, todos embarcados en una aventura que despliega un torrente infinitos de catastrofiucas desdichas una sobre otra. Esta cinta la he visto con motivo de la reciente muerte del realizador Arthur Hiller (17 de agosto de 2016 a los 93 años), vi primero un film inédito para mí, precisamente el más famoso y exitoso (comercialmente) film del director, “Love story”, y fue una decepción tan enorme que tuve que intentar lavar su memoria con una obra que tenía alejada en el tiempo de la última visión, pero que la recordaba con buen regusto, esta “Los encantos de la gran ciudad”, y al verla me he reconciliado con Hiller, he disfrutado tanto, me he reído tanto, que el comprobar que “Love story” y esta son del mismo año, y el pastiche romántico fue un tsunami de éxito taquillero y esta comedia un fracaso, me ha dejado desencantado con una masa de espectadores que... bueno, me autocensuro, pero en los puntos suspensivos iba un exabrupto. Un film que en su revisión se nota fresca, no solo no ha perdido con el tiempo, ha ganado.
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Resultado de imagen de the out of towners 1970Narra la historia de Georg Kellerman (Jack Lemmon) y Gwen (Sandy Dennis), casados hace 14 años y padres de dos hijas. Viajan desde su ciudad natal de Twin Oaks, Ohio, lugar de nacimiento y residencia, a NY, porque Georg se ha de entrevistar con un alto ejecutivo de la empresa en la que trabaja, del que depende su prácticamente seguro nombramiento como vicepresidente de la división de ventas en NY. Es el candidato mejor situado y sus probabilidades de promoción son muy elevadas. Desde el momento en que salen los contratiempo se acumulan una tras otro, cual juego del destino que trata de impedir llegue George a tiepo a su crucial cita.

Resultado de imagen de the out of towners 1970Es una cinta con un discurrir frenético, embarcándonos con este veterano matrimonio en una odisea en formato de comedia, donde la miga del humor reside en el choque entre este par de cándidos enfrentados a un mundo hostil, donde la ciudad de Nueva York se convierte en el “villano” de la historia, un malvado desalmado que maltrata una y otra vez a este binomio de ingenuos, y a la par también saltan chispas de comedia de las fricciones entre los esposos, de diferentes y marcadas personalidades, él, George, un enfermo de la puntualidad (trabaja para empresa fabrica instrumentos de precisión), de la precisión , de planificar, maniático defensor de sus derechos (fabuloso running-gag que tras un enésimo traspiés saque una hoja y un boli para apuntar el nombre del ínclito chivo expiatorio de sus penas), y ella, Gwen, tímida, apocada, sumisa, cariñosa, aguantando resignada los errores y ataques de ira de su marido. El humor reside en gran medida en cómo afronta el dúo las inesperadas desgracias que surgen una tras otra, en cómo nos identificamos con ellos, por lo bien delineados que están, en lo creíbles que son los contratiempos, y de cómo se van hilando, en sus sabrosos y mordaces diálogos, en su brillante combinación de humor físico, oral orgánico, en sus divertidos momentos de acción, inundando la pantalla de vitalidad, alegría, ironía, cinismo, un chute vitalista espléndido. De esas películas que deseas que no acabe, para ver la siguiente desventura que les puede acontecer, cosa que te preguntas constantemente.

Resultado de imagen de the out of towners 1970Es un argumento sencillo, pero paradójicamente su guión es rico en matices, en hondura, en reflexión, ello haciéndonos pensar en el egoísmo, en el altruismo, en el estrés de la vida en la gran ciudad, en la soledad entre la multitud, en la defesa de tus derechos, en el valor de una vida tranquila por encima de una llena de lujos. Para ello la cinta arranca en el cielo azul de Ohio, con sus carreteras tranquilas, y una vez que la dejan atrás comienzan los infortunios, desvíos aéreos, overbooking ferrovial, la lluvia, huelgas, ladrones, secuestradores, y más y más tropelías durante 24 horas arrolladoras, una pesadilla urbana donde se produce la tormenta perfecta de factores en contra, los elementos “malignos” se ponen de acuerdo para hacer un “Infierno” para los Kellerman, y ellos lo afrontan todo con enorme dignidad, lo cual provoca aún más risas.

Resultado de imagen de the out of towners 1970Resultado de imagen de the out of towners 1970La puesta en escena resulta prodigiosa, contribuyendo a dotar de ritmo fluido al relato, gracias entre otros elementos a los cambios continuos de escenarios, esto impulsado por la vibrante dirección artística de Charles Billey (“El exorcista”, “Serpico” o “Tarde de perros”), filmándose en localizaciones de Long Island, el Central Park, la estación Grand Central, el Hotel Waldorf Astoria y el Aeropuerto MacArthur, de NY, este último haciendo las veces del terminal del aeropuerto de Ohio,  y en el Aeropuerto Logan y la South Station, de Boston. Todo esto ensalzado rítmicamente por la fotografía Andrew Laszlo (“Los amos de la noche”, “Acorralado” o “El chip prodigioso”), que se erige en el tercer miembro de la pareja (valga la incoherencia), con ágil cámara en mano, derivando en sensación de realismo verité cuasi-documental, parodiando algunos spots y secuencias de moda en aquel tiempo, como la escena en que Gwen en Central Park aparece con galletas y corre hacia George, que también corre, lo vemos en slow, ello mientras un gran perro desea el alimento, en lo que es una sátira de una anuncio romántico de entonces, se suman lindas panorámicas que enaltecen la beldad urbana de la Gran Manzana,sabiendo provocar emociones con tomas opresivas, como el tren abarrotado, con colorido arenoso, con primeros planos que extraen los mejor de las interpretaciones, extrayendo el humor de la gesticulación, del lenguaje corporal. Se añade un dinámico y setentero score de Quincy Jones (“En el calor de la noche”, “El prestamista” o “El color púrpura”), con rítmicas melodías de percusión y viento, adornando la acción justo cuando debe, no estorbando, sin ser intrusiva, pero estando en momentos claves para adornar y potenciar el humor y el sinsentido cuasi-kafkiano de estos infelices.

Resultado de imagen de the out of towners 1970Jack lemmon está radiante en su rol de George Kellerman, con un arco de desarrollo excelso, vemos como evoluciona a medida que las dificultades comienzan la interminable traca, pasando gradualmente por varios estado de ánimo, fabuloso, la ira, la rabia, los nervios, el abatimiento, una actuación vibrante de energía, su naturalidad para la comedia es extraordinaria, su eléctrica verbalidad, su ultraexpresivo lenguaje gestual y corporal, un Titán. Sandy Dennis está tremenda en su rol de abnegada, sufrida y dócil esposa, un apoyo a Lemmon espectacular, compenetrándose con él de modo sublime, con una gestualidad fascinante, una empatía estupenda, sabiendo sobresalir frente a su partenaire, siendo el contrapunto amable a los ataques de irritación de su esposo, teniendo para sí uno de los running-gags(divertidísimo), de cómo a cada adversidad ella responde con un "Oh Dios mío!" cada vez que nuevo desastre sobreviene la pareja pobre.  Ambos juntos desprenden una gran química en pos de una vis cómica soberbia, saltan chispas de humor, la frescura con que se compenetran es magna. El resto de secundarios son solo pequeños papeles sin peso alguno, eso sí, la mayoría encarnados por cómicos locales deimportancia en su momento.

Spoiler:

Resultado de imagen de the out of towners 1970Resultado de imagen de the out of towners 1970Poner los momentos recordables es una sucesión cuasi-interminable, y es que el film es un gag sobre otro, relatare sus vicisitudes y a cada una solaz divertimento: Por motivos del tráfico aéreo y problemas meteorológicos su vuelo no aterriza en Nueva York a la hora prevista, es desviado a Boston; no aparecen las maletas cuando les quedan 20 minutos para coger el último tren a Nueva York; Cuando llegas al tren se equivocan y lo pierden; Lo cogen en taxi en la siguiente estación y este está en overbooking y por tanto se les ha acabado la comida; En Nueva York hay huelga de transporte y deben ir al hotel caminado por 8 manzanas, para colmo les llueve a mares; El hotel les ha cancelado la reserva por no llamar que llegaban tarde; Un tipo les engaña y roba por la calle, y encima sigue lloviendo a mares; Que en un coche policial sean secuestrados por unos ladrones; Los abandonan en Central Park en plena noche; Agotados se echan adormir bajo un árbol y la mujer le da un tipo sospechoso el reloj de él; Gwen consigue comida y se la quita un perro grande; Intentando ayudar a un niño perdido en Central Park, George es tomado por la policía montada por un pederasta y deben huir por el parque; Que por la calle le explote cerca a George una tapa de alcantarilla; Se ven envueltos en una manifestación anticastrista y son tomados por pro-comunistas cubanos; Ya en el hotel no pueden abrir las maletas que les han llegado por que la llave la tenían en la cartera robada; En el epílogo, de vuelta a casa, cuando ya han decidido no aceptar el trabajo y regresdar a su cómoda vida en Ohio, el avión es secuestrado, algo muy en boga por entonces.., ah, se me olvidaba ha Gwen se le rompe un tacón del zapato y a George se le rompe un diente, con lo que en las s silba, delirante. 

Resultado de imagen de the out of towners 1970Muchos de los incidentes descritos en la película son reflejando acontecimientos de la vida real que había en el tiempo, especialmente en Nueva York. Algunos de los incidentes descritos incluyen: La huelga de transporte que padecen los Kellerman, hubo en la vida real en la ciudad de Nueva York una huelga de transporte de 1966, que comenzó el día de Año Nuevo de 1966; La huelga de saneamiento representada en la película refleja la de 1968 que también afectó a la ciudad; El estado ruinoso y el mal servicio del tren abarrotado que los Kellerman toma de Boston a Nueva York refleja la disminución del servicio ferroviario de pasajeros que ocurre en todo el país a finales de 1960; Los atracos y robos sufridos por los Kellerman reflejan el aumento de la criminalidad en muchas ciudades americanas importantes en el momento, especialmente en la de Nueva York. Además, la ciudad Central Park de Nueva York  es retratado como un refugio para el crimen, el cual refleja la realidad del momento.


Resultado de imagen de the out of towners 1970En conjunto una notable comedia, un exuberante catálogo de catástrofes y desdichas enfocado de modo humorístico supremo, a la que por ponerle un pero le falla un poco el final, podría haber sido más mordaz y no políticamente correcto con la oda a las pequeñas comunidades. Fuerza y honor!!!

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