FARGO. (TEMPORADA 2)
Estupenda
segunda temporada de la aclamada serie creada por Noah Hawhley, inspirada en el
microcosmos de personajes y escenarios
salido del homónimo film de los hermanos Coen de 1996. Esta temporada
viene a ser una especie de precuela de la primera, el nexo de unión es Molly que en la primera
era una agente de la policía, y otro personaje (spoiler), aquí retrocedemos 27
años al mismo, aquí ella es una niña, hija del matrimonio Betsy y Lou, que en
la primera era un sheriff retirado que llevaba una cafetería y que daba sabios
consejos a su filia, asimismo en la primera hay un comentario de Lou (Keith
Carradine) sobre unos violentos hechos acaecidos en la década de los 70 en
Minnesota que los emparenta con la violencia que desborda Lorne Malvo, de los
que se niega a dar detalles, pues estos son los que se relatan en esta segunda.
La serie mantiene el buen tono general, con personajes muy bien construidos,
con escenas de tensión que te atrapan, con diálogos jugosos, con villanos
carismáticos, con un desarrollo de guión que no deja de sorprenderte, y ello
enmarcado en una ambientación fenomenal. Es una segunda temporada que
disfrutaras aunque no hayas visto la primera, pero si no la has visto, al
terminarla desearas ponerte en ello.
Estamos en 1979, Lou
Solverson (Patrick Wilson) es un joven veterano de la Guerra del Vietnam, ahora
policía estatal en Luverne, un pueblo de Minnesota, su jefe es el sheriff Hank
Larson (Ted Danson), el padre de su esposa, Betsy (Cristin
Milioti), que lucha contra el cáncer, tienen una hija, Molly (Raven
Stewart), nieta de Hank. Por otro lado está la familia Gerdhart de Dakota del
Norte, unos mafiosos violentos, con el patriarca Patriarca Otto (Michael Hogan), en estado cuasi-vegetativo, el que
dirige el clan es la matriarca Floyd (Jean Smart), con el
violento hijo mayor Dodd (Jeffrey Donovan), deseando tomar el mando, el hijo
intermedio Bear (Angus Sampson), en dura competencia con Dodd, y el menor, Rye
(Kieran Culkin), un problemático chico en busca de su lugar en el mundo, los
Gerdhart tienen a un sicario eficaz en la figura del sioux, Hanzee Dent (Zahn McClarnon). El negocio
familiar criminal de los Gerdhart lo intentan comprar una mafia de Kansas City
que funciona como una corporación, el flemático negociador es Joe Bulo (Brad
Garrett), este tiene de resuelve-problemas a Mike Milligan (Bokeen Woodbine),
que tiene dos guardaespaldas gemelos mudos, Gale (Todd Mann) y Wayne Kitchen
(rad Mann). Y está el matrimonio Ed (Jesse Plemons) y Peggy Blumquist (Kirsten
Dunst), él con su sueño mundano de comprar una floreciente carnicería, y ella
una peluquera con el sueño de salir de la vida ordinaria en la que reside. Todos
estos personajes se entrecruzaran por una masacre que se produce en el primer
capítulo.
La historia está encuadrada
en un clima geopolítico que pretende marcar a los personajes, un relato en el
post- Guerra del Vietnam, con protagonistas que han vivido el horror de esta
contienda, con el escándalo Watergate que dejó grietas de autoestima en la
sociedad americana, con un presidente, Jimmy Carter, en la casilla de salida
nefasto para USA, y con la esperanza de un nuevo “Guía del Desfiladero” en la
figura del ilusionante Ronald Reagan, que aparece en la figura de Bruce
Campbell, con lo que es una época convulsa, sin referentes. Los Coen
conformaron en el film “Fargo” un microcosmos de personajes disfuncionales
enmarcados en zonas rurales gélidas y nevadas de Minnesota, donde las fuerzas
del mal se confundían entre la gente ingenua y buena, donde el contraste
resultaba perturbador,

La narración es desarrollada
con una sabrosa mezcla de drama, comedia negra, thriller, acción, ello dejando
subcapas para dar que pensar en el sentido de la vida (si es que lo tiene),
sobre los sueños, las ansias, las obsesiones o el sentido atávico de la
venganza. La serie te engancha como lo hacia la primera con un episodio inicial
impactante, con situaciones rocambolescas tratados con un mordaz humor negro,
con guiños al cine de los Coen, entrelazando de modo fluido varias subtramas,
aportando tensión, intensidad y agudeza humorística, esto ya dejando a fuego el
tono entre caustico e irónico que devendrá en los sucesivos capítulos, siempre
con algún pico de acción excelente en cada uno de ellos, en un increscendo
dramático loable, con dosis exquisitas de sarcasmo, cinismo, violencia latente,
que termina por explotar en varios momentos, y siempre con ingenio y sentido de
la reflexión, con personajes complejos. Se aborda con ácida crítica y mucho
pesimismo el llamado “Sueño Americano”, reflejado en el matrimonio Peggy y Ed,
para ella es salir de la rutina, salir del ordinario pueblo en que vive, ver
mundo, él su anhelo es comprar una carnicería, reflejado también en la familia
Gerdhart, de inmigrantes alemanes que llegaron sin nada a los USA y
construyeron un Imperio del crimen , reflejado en Mike Milligan, un culto y
flemático tipo que con su labia y sus guardaespaldas intenta ascender en su
empresa (del crimen), incluso en el indio Hanzee Dent, el
más americano de todos que debe sufrir el racismo.
Como bien he leído en la
primera se acercaron bastante al espíritu del film referenciado, en esta el
abanico coeniano a su filmografía es más amplio, con guiños a “El hombre que no
estuvo allí”, a “Miller’s Crossing”, o a “Sangre fácil”, o a “No es país para
viejos”, pero además hay efluvios al
cine de Tarantino, sobre todo en la figura de Mike Milligan, y sus monólogos
inquietantes que parecen preludio de una tormenta. También hay un personaje que
recuerda indefectiblemente al Fredo Corleone de “El padrino II”, no solo en
comportamiento, si no en físico, me refiero a Rye (Kieran Culkin), alguien que intenta destacar en una familia criminal en
la que es tratado con desdén.
Un relato que en su evolución
toca temas como el sentido de la vida, la importancia de la familia, el
racismo, la traición, el hastío de la rutina diaria, el sentido del deber, ello
con esos toques coenianos referentes a la importancia del azar, el nihilismo,
la ingenuidad, el egoísmo, la codicia y a la violencia como modo de arreglar
problemas. Gran importancia tiene el modo en que se resuelven muchas
situaciones, nunca sabes cómo discurrir, con estallidos de violencia inesperados,
con tensión atronadora en bastantes diálogos, estos siempre singulares, con
referencias bíblicas turbadoras.
La muy cuidada puesta en
escena es una de las grandes señas de identidad de la serie con un fascinante
diseño de producción de Warren Alan Young (“La vida secreta de las abejas” o
“American Crime”), 8 episodios, y John Blackie (“Copper” o “Infierno sobre
ruedas”), 2 episodios, filmándose en hermosos parajes del estado de Alberta en
Canadá, como Calgary, Srathmore y High River, esto embellecido por la excelente
de fotografía Dana Gonzales (“Crash”, “60 segundos” o “The fighter”), 4
episodios, Matthew J. Lloyd (“Mi amigo Frank”), 2 episodios y Craig Wrobleski,
4 episodios, con un cromatismo tenue-pastel precioso, se añade el recurso de
pantalla dividida en varios escenarios para acentuar la tensión, se suma la
música de Jeff Russo (“Extant” o
“Manhattan”), delicosa partitura inspìrámdose claramente en la carter Burwell
para el film original, que da un toque evocador al realto.
El extenso elenco actoral
resulta un poderoso pilar. Patrick Wilson demuestra lo buen actor que es,
irradiando bondad, justicia, mesura, sentido del deber y amor por su esposa.
Ted Danson es la voz de la sabiduría, de la veteranía, con carisma y aplomo.
Jessse Plemons es la viva expresión de la candidez, manipulado por su mujer,
tipo de sueños pequeños que vive a gusto en su pueblo. Kirsten Dunst está
brillante en el rol de soñadora que desea salir de la prisión en que ella se
siente vivir, maravillosa, y entre Dunst y Plemons una gran química por el
contraste de caracteres. Bokeem Woodbine, sobresaliente
en su papel de flemático matón con ansias de trepar en su “Empresa”, una
trémula mezcla entre encantador, amenazador, simpático, temible, y siempre
dejando perlas deliciosas de cinismo. Jean Smart deja momentos fabulosos de
carisma como la matriarca de la familia criminal Gerdhart, mezclando dureza,
inteligencia y grietas de fragilidad. Jeffrey Donovan está culmen en su Dodd, ambicioso,
maquiavélico, violento, impone una impresionante figura de tipo crudo,
sanguinario, un sociópata aterrador sensacional. Angus Sampson como el hermano
de Dodd impone temor, grandes duelos con Jeffrey Donovan. Rachel Keller como
Simon Gerdhart deja destellos de chica perversa, sensual, con personalidad y
arrojo. Kieran Culkin en su
participación en el primer episodio deja huella con un emulo de Steve Buscemi,
entre brutal, divertido, y torpe, un amoral bien delineado en su mezquindad. Zahn McClarnon está impresionante como el fiel sicario de Dodd,
apabullante su estoicismo, su laconismo, su hieratismo, su imperturbabilidad,
extraordinario, todo un hallazgo. Emily Haine la joven adolescente en
como Noreen despliega una
honda dulzura en su melancólico rol. Hay más.
Spoiler:
Momentos para el recuerdo hay
muchos, innumerables, me dejaré algunos, pero comentaré algunos: El
encabezamiento de cada episodio sobreimpresionado <Esto es una
historia real. Los eventos aquí descritos tuvieron lugar en Minnesota en
2006. A petición de los supervivientes, los nombres han sido cambiados. Por
respecto a las víctimas, el resto ha sido contado exactamente como sucedió>,
guiño al film de los Coen, también aparecía en la primera temporada, y en todas
las ocasiones es falso; El arranque del capítulo uno, primero con imágenes en
b/n del rodaje de una película se supone en los 40 del oeste, “Masacre en Sioux
Falls”, una masacre del ejército USA contra los sioux, vemos el campo de
batalla cubierto de cadáveres, el rodaje está parado esperando a que maquillen
con flechas a Reagan, mientras un caracterizado indio con plumas charla con un
judío parte de del equipo de filmación, a esto sigue una elipsis de décadas y
estamos ante un discurso televidado del presidente USA Jimmy Carter,
hablándonos de la crisis de de valores y económica que sufre la nación,
mientras gotean esto con imágenes de archivo, con manifestaciones y revueltas,
dejándonos patente el pesimista entorno en que nos moveremos; La carnicería en
la cafetería Waffle Hut, comienza con un intento de amenaza a una juez de Rye
Gerdhart, ella se ríe del palurdo que es, pero al final todo deriva en una
balacera sanguinaria con tres muertos, todo rodeado de imprevisibilidad,
derivando en lk aparición en la noche de un OVNI, Rye queda obnubilado por su
visión, tanto que un coche lo atropella, impresionante tramo; La conversación
de Dodd con un tipo al que está torturando en el establo, vemos hay una oreja
en un cubo (guiño a “Pulp fiction”; La tensa charla en medio de la nada entre
Hank y Milligan, cuando el sheriff está solo y Milligan con sus dos sicarios
gemelos; Ed deshaciéndose en la nocturnidad en la carnicería del cuerpo de Rye
con una trituradora de carne (guiño a “Fargo”), cuando aparece el agente Lou,
el aire se puede cortar con un cuchillo, sobre todo cuando un dedo cortado cae
al suelo; El tenso encuentro en la tienda de máquinas de escribir entre Lou y
Milligan y sus secuaces; El original modo en que se carga Dodd al tipo de las
máquinas de escribir, enterrándolo en alquitrán; El asfixiante encuentro entre Hanzee y un mecánico, el indio le cuenta lo que hacía en la Guerra del Vietnam;
El cruento tiroteo en la carnicería, comienza con una nota de humor negro,
cuando Charlie Gerdhart (Allan Dobrescu) intenta matar a Ed y todo deriva en un
cuasi-apocalipsis, con la carnicería ardiendo, y un muerto, con una pelea
atávica; La formidable escena en que Beart Gerdhart intenta tomar la comisaría
para sacar a su hijo Charlie apresado, y para matar a Ed, resuelto de un modo
sorpresivo cuando el abogado Karl Weathers (Nick Offerman) mantiene una
flemática charla con Bear y su jauría; El paseo que Bear obliga dar a su
hermana Simon por el bosque, él la hace arrodillarse y la apunta con una
pistola, ella pide clemencia, entonces una bella toma cenital de los dos, hay
un fuera de campo por el bosque mientras oímos el “Danny boy”, y vemos a Bear
llegar a su coche solo, nítido homenaje a “Miller’s crossing”; El impactante momento en que Milligan y los Kitchen se cargan a los tres enviados de Joe, en
un plis plas de coreografía explosiva, filmada en una fenomenal toma cenital;
El tramo en que Hanzee va un bar a por información, los lugareños con el dueño
a la cabeza despliegan su racismo sobre él, primero Hanzee aguanta
estoicamente, pero ya fuera le siguen increpando unos paletos del lugar, Hanzee
explota y acaba en un tiroteo brutal; Cuando Dodd en la cabaña con los Blumquist,
se ha escapado de sus cuerdas y consigue colgar a Ed, mientras Ed agoniza
enrojeciendo de asfixia Dodd le suelta un monólogo sobre las mujeres, entonces
Peggy le clava un cuchillo en el pie y lo deja ko, tras lo que baja a Ed de la
horca, reponiéndose poco a poco, entonces aparece Hanzee con una pistola, los Blumquist se acojonan, y sorpresivamente
Hanzee le pide a Peggy que le corte el pelo, Dodd le exige los mate de una vez,
y Hanzee responde disparándole letalmente en la frente; El espectacular tiroteo
en el Motel, de los Gerdhart contra los policías, con el turbador momento en
que en medio de que Berar estrangule a Lou aparece sobre ellos un OVNI,
aprovechando el confusión Lou para disparar a Bear, con la guinda de que los Blumquist
salen huyendo del motel, Ed ve el platillo volante impresionado, y Peggy le
dice imperturbable, es solo un OVNI; Milligan con el subalterno que le queda,
entrando en la casa de los Gerdhart, ya sin ellos, el encuentro que tiene allí
con un matón de los Gerdhart que intenta robar la plata, Milligan le sorprende,
y le cuenta una historia sobre como el día de la coronación de un Rey este debe
hacer un acto de amabilidad y otro de crueldad, y la cocinera ya ha tenido la
amabilidad...; Y más.
Hay más conexiones con la
primera temporada, se dan en el personaje de Hanzee Dent, que
en la primera temporada es Mr. Trípoli, con una operación para cambiarse el
rostro y no ser reconocido, el mafioso
jefe de los singulares matones Mr. Wrench (Russell Harvard
en la primera) y Mr Numbers (Adam Goldman en la primera), el primero es mudo,
estos aparecen en esta segunda temporada fugazmente en un campo de beisbol con
Hanzee.
Hay dos momentos que
descolocan por lo desconcertante que resulta, por supuesto me refiero a cuando
aparece en la noche un OVNI, los dos momentos en que se ha desbordado la
violencia del modo más sangriento y letal, aparece en el primer episodio,
cuando Rye ha perpetrado una carnicería en una cafetería, el otro avistamiento
es colectivo, en el penúltimo episodio durante el violente tiroteo en el motel,
este toque ufológico está inspirado en hechos reales, pues en la zona está
documentado que hubo muchos avistamientos de platillos volantes.
Recomendable serie a todo el
mundo. Una sólida propuesta con multitud de subtextos. Fuerza y honor!!!
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