ASESINO IMPLACABLE.
Brutal thriller de
acción, neo noir seco, adusto, cortante, que ha ganado con el tiempo, 54 años
después de su estreno transpira modernidad y autenticidad. Film británico escrito
y dirigido por Mike Hodges en su debut como director, dio eso que se da de vez
en cuando, que es que un realizador novel de su mejor trabajo en su primera
película (salvando las distancias Orson Welles lo hizo en “Ciudadano Kane”). Adapta
la novela de Ted Lewis de 1970 “Jack's Return Home”, sigue al homónimo Jack
Carter, gánster londinense que regresa a su ciudad natal en el noreste de Inglaterra
después de la muerte de su hermano, sospechando un juego sucio y con venganza
en su mente, investiga e interroga, recuperando una sensación por la ciudad y
su elemento criminal endurecido, siendo protagonizado por un estelar Michael
Caine (ejerce como productor no acreditado). Hodges, Klinger (productor
impulsor del film) y Caine pretendían crear una representación más realista de
la violencia y el comportamiento criminal que la que se había visto previamente
en las películas británicas, Hodges realizó una investigación sobre el submundo
criminal de Newcastle, en particular el asesinato de la máquina tragamonedas.
El gánster nacido en
Newcastle, Jack Carter, lleva años viviendo en Londres al servicio de los jefes
del crimen organizado Gerald y Sid Fletcher. Jack mantiene una aventura con
Anna, la novia de Gerald, y planea escapar con ella a Sudamérica, pero primero
debe regresar a Newcastle y Gateshead para asistir al funeral de su hermano
Frank, fallecido en un supuesto accidente por conducir bajo los efectos del
alcohol. Sus jefes le advierten que no provoque problemas, ya que son amigos de
la mafia de Newcastle. Insatisfecho con la explicación oficial, Jack investiga
por su cuenta. En el funeral, conoce a su sobrina adolescente, Doreen, y a
Margaret, la evasiva amante de Frank. Jack va al hipódromo de Newcastle en
busca de su viejo conocido, Albert Swift, para obtener información sobre la
muerte de su hermano, pero Swift lo evade. Jack se encuentra con otro viejo
socio, Eric Paice, quien se niega a revelarle a Jack quién lo contrata como
chófer. Seguir a Eric lo lleva a la casa de campo del jefe mafioso Cyril Kinnear.
Jack confronta a Kinnear, pero aprende poco de él; también conoce a una
glamurosa mujer borracha, Glenda. Al marcharse, Eric le advierte que no dañe
las relaciones entre Kinnear y los Fletcher. De vuelta en el pueblo, Jack es
amenazado por secuaces que quieren que se vaya, pero él los rechaza, capturando
e interrogando a uno para averiguar quién quiere que se vaya. Le dicen que se
llama "Brumby".
El director de
fotografía Wolfgang Suschitzky trabajó con Hodges para dar a las escenas
sensación naturalista, basándose en gran medida en sus antecedentes en
películas documentales. Uso de objetivos de larga distancia focal (como los que
había usado previamente en Hodges en Rumour) en muchas escenas para crear una
sensación de documental naturalista, especialmente en las escenas con
multitudes. La película se rodó en Metrocolor, nombre comercial de MGM para las
películas procesadas en su laboratorio Eastmancolor.
Una radiografía de la maldad
intrínseca humana devastadora, un escenario donde todos demuestran ser entre
malos y malísimos. En el cosmos
reinante deprimente, enmarcado en lugares desabridos de vida, una urbe gris,
hija de la revolución industrial, lares hormigonados, donde no hay sol,
aparcamientos, pensiones de mala muerte, hipódromos, canteras, pubs mugrientos
cargados de humo, mujeres más pintadas que puertas, ferris asquerosos, playas
donde cae carbón de vagonetas. Ello en medio de un desarrollo con muchos
personajes, cada uno con sus aristas del lumpen, dándose lo mejor de la
corrupción, como la mafia, máquinas tragaperras, prostitución, pornografía,
sicarios, y más ralea.
El protagonista es un
tipo violento, machista, misógino, nihilista, psicópata, narcisista, tipo que
tortura, mata, de todas las formas posibles (envenena, acuchilla, tirotea,
provoca saltos base sin paracaídas, etc). Crea un icono de imagen de gentleman
british, rubio con cabello rizado con patillas largas, moviéndose por Newcastle
con su gabardina negra (y hasta desnudo empuñando su chachaguata con flema
inglesa), en su escaparate hombre simpático, culto, frio, apenas se altera por
nada. Un crudo anti-héroe, busca su particular justicia (venganza), sabedor de
su propia villanía se autodefine como una mala persona, pero en él su carácter
no es binario, se reconoce salvaje, pero también y por ello quiere que su
hermano, que dice si era buena persona tenga justicia. Se sitúa en lo gris,
tiene sus matices, en el cariño que profesa a su sobrina, o cuando lo vemos
derrumbarse al ver un escabroso video y llora antes de rehacerse. No tiene
compasión de nadie, despiadado, cínico, sin ataduras morales, todo esto lo encarna
con estoicismo maravilloso dejando entrever sutilmente sus emociones un Caine
amenazantemente brillante.
Hodges imprime un ritmo
endiablado a su crudo thriller, una narración alambicada (quizás demasiado), propia
de Dashiell Hammett o Raymond Chandler (de hecho, hay un guiño a este escritor
de novela negra: Al principio, durante los títulos de crédito, Carter toma el
tren a Newcastle y lee una edición de bolsillo de "Adiós, mi amor" de
Chandler), ejerciendo de singular detective este Jack Carter, en unas
indagaciones que no tiene compasión, pero si teniendo momentos de relax
sexuales. A lo que el director añade geniales dosis de humor, un reguero de
situaciones mordaces. Con una casera metomentodo, un Carter escopeta en mano y
desnudo saliendo a la calle sin complejos ante las miradas d ellos vecinos, ese
caricaturesco ‘gafillas’ enviado por uno de los malos. Pero sobre todo la
tremebunda secuencia en que Jack telefonea a su ‘novia’, la espectacular sueca
Britt Ekland, la casera está sentada en una mecedora en la habitación mientras
Jack habla, la vemos en primer plano con Carter al fondo hablando, Jack
perversamente pide a su ‘novia’ (está en sexy ripa interior tumbada en la cama)
que se acaricie y se masturbe, la casera lo escucha turbada sin decir nada, a
Jack se le nota disfrutando por un lado en un y teléfono erótico y por otro
escandalizando a la casera, y en estas aparece la pareja oficial de la ‘novia’
en el dormitorio, desternillante.
Todo fluyendo de modo
afilado hacia un final nada acomodaticio, valiente, coronando para dejarte
impactado del modo áspero y penetrante en que acaba.
Destaca la puesta en
escena también por como Hodges disfruta con los fuera de campo, ello mostrando
el horror de las miradas ante la muerte sobre ellos, como ese acuchillamiento
en que no vemos el puñal y si el terror en la víctima. O la genialidad de ese
mercenario del que solo vemos su anillo con la inicial ‘R’; Pero sobre todo
queda la neurálgica música jazzística del pianista de Roy Budd, con esos
cortante primeros acordes que suenan a espagueti western, y luego viran a ritmo
de club cargado de humo, hipnótico sonido que te atrapa. Además de su banda
sonora, Budd también compuso tres canciones: "Looking For Someone",
"Love Is A Four Letter Word" (con letra de Jack Fishman) y
"Hallucinations". El tema (conocido como "Carter Takes a
Train"), la pieza más conocida de la película, interpretado por Budd y los
otros miembros de su trío de jazz, Jeff Clyne (contrabajo) y Chris Karan
(percusión).
Entre los secundarios el
dramaturgo John Osborne, interpreta al jefe del sindicato de la pornografía; Ian
Hendry es el villano que trabaja para Osborne, en un rol punzante; Geraldine
Moffatt está notable como la atractiva actriz porno, sensual, radiante,
seductora; Así como maravillosa Rosamarie Dunham como la zafia casera
(caricaturescamente maquillada), se nota reprimida sexualmente, delirante sus
ojos y cara durante la llamada de teléfono de Jack a su ‘novia’;
Spoiler:
Britt Ekland como Anna.
Ekland fue elegida como la protagonista femenina de la película, ya que era un
prominente símbolo sexual de la época y ya habría sido familiar para el público
estadounidense por su trabajo en " La noche en que asaltaron Minsky's"
y "Stiletto" . Por consiguiente, su papel secundario en la película
fue sobrevalorado en la publicidad. Se mostró reacia a aceptar el papel, ya que
no quería desnudarse; sin embargo, tenía problemas financieros en ese momento
debido a las malas decisiones de inversión de su contable. Más tarde se alegró
de haber participado en el proyecto.
Rosemarie Dunham como
Edna Garfoot, la casera de Carter. Aunque ya había aparecido en Los Vengadores
y Una Familia en Guerra en televisión, este fue su debut cinematográfico,
nacido en Escocia.
El personaje del asesino
interpretado por Carl Howard, "J", solo se identifica por la inicial
de su anillo en su único papel cinematográfico, y un misterio apropiado rodea
su verdadera identidad. Su nombre no aparece en los créditos de algunas copias.
Mike Hodges explicó que Howard fue un extra en su telefilme Rumour, y el
director le dio una línea para decirlo, pero otro extra fue acreditado
erróneamente. Hodges prometió compensarlo y lo incluyó en Carter, pero su
nombre omitió en algunas copias originales. Si se observa con atención, el
asesino también aparece brevemente en el mismo compartimento del tren mientras
Jack se acerca a Newcastle. Cuando se publicaron los créditos de la película en
Radio Times y TV Times, Howard también fue recortado.
Rush final: Jack
localiza a Albert, confiesa haberle dicho a Brumby que Doreen era hija de
Frank. Brumby le mostró la película a Frank para incitarlo a llamar a la
policía de Kinnear, así que Eric y dos de sus hombres organizaron la muerte de
Frank. Tras obtener esta información, Jack apuñala mortalmente a Albert. Jack
es atacado por los gánsteres londinenses y Eric, quien le había informado a
Fletcher del romance entre Jack y Anna. En el tiroteo subsiguiente, Jack mata a
Peter. Mientras Eric y Con escapan, empujan el deportivo al río, sin saber que
Glenda está en el maletero. Al regresar al aparcamiento, Jack encuentra a
Brumby y lo golpea antes de lanzarlo a la muerte. Luego envía la película a la
brigada antivicio de Scotland Yard. Jack secuestra a Margaret. Llama por
teléfono a Kinnear (quien está en medio de una fiesta desenfrenada en su casa),
diciéndole que tiene la película, y le ofrece a Kinnear que le entregue a Eric
a cambio de su silencio. Kinnear acepta y envía a Eric a un lugar acordado; sin
embargo, posteriormente llama a un socio. Jack lleva a Margaret a los terrenos
de la finca de Kinnear, la mata con una inyección letal y abandona allí su
cuerpo. Luego llama a la policía para que registre la fiesta de Kinnear. Jack
persigue a Eric por la playa. Lo obliga a beber una botella de whisky, como le
había hecho a Frank, y luego lo mata a golpes con su escopeta. Tras vengar a
Frank y a Doreen, Jack camina por la orilla, donde el cómplice de Kinnear lo
mata a tiros a distancia.
La importancia de la
escopeta de dos cañones como arma elegida por Carter (que en la novela
simboliza los lazos familiares y los recuerdos de Carter de tiempos más
inocentes cazando con su hermano) se perdió en la adaptación cinematográfica;
Por una extraña coincidencia, el doble de Caine en la película fue un hombre
llamado Jack Carter.
La decisión de Hodges de
matar a Carter fue inicialmente protestada por los ejecutivos de MGM, ya que
querían que el personaje sobreviviera en caso de que la película resultara lo
suficientemente exitosa como para justificar una secuela.
Una de las primeras
localizaciones que atrajo la atención de Hodges en Newcastle fue el
aparcamiento de varias plantas de Trinity Square, que dominaba el centro de
Gateshead. Para Hodges, el aparcamiento y los puentes de hierro fundido sobre
el Tyne parecían capturar la naturaleza del propio Jack Carter. El aparcamiento
encarna uno de los temas más sutiles de la película: la destrucción de un
antiguo paisaje urbano y su reconstrucción en consonancia con el brutalismo
moderno.
La ubicación de la
escena final de la película, Blackhall Beach, cerca de Hartlepool. Base de los
estanques de carbón de North Side, North Blyth, Northumberland. Cerca del final
de la película, Carter persigue a Paice por estos. La parte superior de los estanques,
tal como aparecen en la película, ha sido demolida; solo se conserva la base de
la estructura.
En 1999, Get Carter
ocupó el puesto 16 en el BFI Top 100 British films of the 20 century; cinco
años más tarde, una encuesta de críticos de cine británicos en la revista Total
Film la eligió como la mejor película británica de todos los tiempos; Hay un
remake homónimo estrenado en 2000, con Sylvester Stallone interpretando a Jack
Carter y Caine en un papel secundario.
Notable muestra de cine
neo noir potente directo a la mandíbula. Gloria Ucrania!!!