Asteroid City.
Irregular,
aunque en su conjunto atractiva nueva obra de unos de los cineastas con un
universo propio, eso tan complicado de conseguir, como es un sello distintivo
propio, como es el cine del texano Wes Anderson. Una dramedia imaginativa,
juguetona, una especie de juego de matrioshkas divertido. Dirige y produce Anderson,
con guion propio junto a su colaborador habitual Roman Coppola (“Moonrise
Kingdom”, “Isla de perros” o “La crónica francesa”), siendo una de las marcas
del realizador un reparto extenso de nombres reconocidos famosos, aquí con Jason
Schwartzman, Scarlett Johansson, Tom Hanks, Jeffrey Wright, Tilda Swinton,
Bryan Cranston, Edward Norton, Adrien Brody, Liev Schreiber, Hope Davis, Steve
Park, Rupert Friend, Maya Hawke, Steve Carell, Matt Dillon, Hong Chau, Willem
Dafoe, Margot Robbie, Tony Revolori, Jake Ryan y Jeff Goldblum. Para una trama
de meta ficción, narrando los eventos de una convención Junior Stargazer en una
versión retrofuturista de 1955 en el pueblo titular en el desierto USA, representada
como una obra de teatro, y dentro de ello la creación de la obra (ello por mor
de la narración de demiurgo de Bryan Cranston), subyaciendo una carta de amor
al arte de narrar historias, uno de los mantras en varios de los últimos films
del texano (“Gran Hotel Budapest”, “Moonrise Kingdom” o “La Crónica Francesa”).
Un relato que denota ser un homenaje a los films de sobre todo los años 50, los
que nacían de la paranoia de la Guerra Fría y su vertiente del miedo a la Bomba
H, de ahí el sub género de monstruos mutantes y de extraterrestres, de ahí sus
elementos con gran sentido retro como los cohetes, el armamento o este peculiar
desierto. El rodaje tuvo lugar en España entre agosto y octubre de 2021. Se
utilizaron varios decorados en Chinchón, que asemejan un paisaje desértico y
una estación de tren simulada.
Wes Anderson continua moviéndose
en ese micro universo particular, donde sobresale su epicúreo sentido
sensorial, toda una inmersión en un sub mundo de una esmerada planificación
visual simétrica, tirando de sus colaboradores habituales, como con el DP Robert
D. Yeoman (“Gran Hotel Budapest” o “Crónica Francesa”), planos híper mimados,
con una color pastel prodigioso, con mucha toma alargada en plano general, con
un ambientación que parece sacada de un cuento infantil donde se desplegaban
bocetos en 3D, todo muy caricaturesco, muy de sentido de cuento para niños en
sus decorados por mor del fabuloso diseño de producción de otro de sus inseparables
como Adam Stockhausen, divertidamente gritando cartón piedra, donde todo
resulta orgullosamente falso, creando para el espectador una grácil sensación
de meta ficción de estar en los años 50, ello con el añadido del manejo
dramático del b/n (todo lo que no es la parte Asteroide City) y el color, estos
cromatismos en maximizados tonos azules-verdes-terrosos, así como los cambios
entre formatos de pantalla para diferenciar entre las ‘matrioshkas’ (esto ya
usado por Anderson en “El Gran Hotel Budapest”).Todo ello adornado por una deliciosa
banda sonora creada por el galo Alexandre Desplat (en su sexta colaboración
consecutiva con el director); Amén del elemento del vestuario creado por la 4
veces oscarizada la turinesa Milena Canonero.
Un relato sin un
protagonista definido, se mueve en la coralidad, aunque con personajes entre su
maremágnum de roles que se destacan en cada ‘matrioshka’. En realidad, entre estas
decenas de personajes es complicado que las actuaciones sobresalgan, de hecho,
resultan estas algo ataráxicas, muy flemáticas. También este pandemónium de
historias hace que ninguna tenga fuerza de calado emocional, Anderson
atrapándome en su bonito caramelo con su envoltorio deslumbrante estéticamente,
no consigue equilibrar esto con una narrativa que te hinque el diente. Es un
film que me cautiva en su primera parte, pero a medida que avanza pierde ese
punch, pues le falta sustancia para mantener la garra, pues tras su fascinante
puesta en escena la historia es esquemática, te ríes, te conmueve en algún
momento, pero adolece del factor de trascendencia. Wes firma aquí cheques que
no puede avalar su guion, su proyección del existencialismo de sus personajes
resulta impostado, lo intenta potenciar con el hieratismo de los mismos, pero
me resulta forzado. Esta narración anidada una dentro de otra y así
sucesivamente hace que pierda fuerza siempre la de adentro, sientes que al
final el dramatismo se pierde al estar viendo a actores y no a personaje. Ya sé
que hablan de la dificultad de las conexiones humanas, pero al contarlo de esta
forma se pierde el foco de lo real, siéndome al final de ligereza, grácil, pero
reitero, ligera, donde precisamente la conexión, en este caso la emocional se
diluye entre tanto artificio atmosférico. Y es que tampoco es que me cuente
algo original, es volver por los temas ya ajados del cineasta, parece plagiarse
a sí mismo por momentos.
Ambientada en una
versión retrofuturista de la década de 1950, un presentador de televisión
(Bryan Cranston) presenta una producción televisada de Asteroid City, una obra
del famoso dramaturgo Conrad Earp (Edward Norton). En la obra, se lleva a cabo
una convención de astronomía juvenil en la ciudad ficticia del desierto de
Asteroid City, lugar en medio de la nada, con solo una gasolinera (la regenta
un mecánico encarnado por un cuasi cameo Matt Dillon), un motel (regentado por
un tipo encarnado por otro cuasi-cameo Steve Carell), la cafetería, y un puente
inacabado de fondo. En la obra, el fotoperiodista de guerra Augie Steenbeck
(Jason Schwartzman) llega temprano a la convención Junior Stargazer con Woodrow
(Jake Ryan), su intelectual hijo adolescente y sus tres hijas menores. Allí se
conmemora el ‘Totem’ del meteorito que aterrizó en este lugar del desierto en
el año 3007 a. C. y lo eligieron para hacerlo con una ceremonia especial de
entrega de premios. Cinco jóvenes inventores han sido invitados a recibir los
trofeos que han ganado como Junior Stargazers y Space Cadets. Cuando su auto se
avería, Augie llama a su suegro, Stanley (Tom Hanks), para pedirle ayuda. Augie
es un tipo inseguro, incapaz de comunicarles a sus hijos que hace tres semanas
por enfermedad falleció su madre (lleva las cenizas de ella en un tupperware).
Entrando aquí uno de los mantras del realizador de “El Fantástico Mr. Fox” como
es el factor dolor, aunque como casi todo en la peli me es superficial. También
hay espacio para criticar el militarismo, para criticar ello intentar
comprender al diferente (encarnados estos en el extraterrestre).
Augie conoce a Midge
Campbell (Scarlett Johanson), residen enfrente cada uno en el motel, hablando
charlando teatralmente a través de las ventanas que se comunican. Ella es una
actriz famosa pero cansada del mundo, y a su hija Dinah (Grace Edwards), quien,
al igual que Woodrow, será homenajeada en la convención. Llegan los demás
participantes de la convención, el general de cinco estrellas Grif Gibson (Joe
Wright), el astrónomo Dr. Hickenlooper (Tilda Swinton), tres homenajeados
adolescentes adicionales (Ricky, Clifford y Shelly) y sus padres (JJ, Roger y
Sandy), un autobús lleno de niños de escuela primaria acompañados por la joven
maestra June Douglas y una banda de vaqueros dirigida por la cantante Montana
(Rupert Friend). Un motel local ofrece alojamiento para todos; La creación de
la obra se intercala entre la obra. Algún tiempo después de que Conrad Earp
comenzara a escribir, se encuentra con el actor Jones Hall (..), quien realiza
una audición en la casa de Earp y es elegido de inmediato, teniendo importancia
el preparador de intérpretes (Willem Dafoe pasándoselo bien en un papel inane).
Durante la misma interacción, Earp y Hall se besan, estableciendo su relación
como amantes. Earp escribe la obra con la ayuda de una escuela de actuación
local y recluta a la mayoría de los miembros del reparto, incluida Mercedes
Ford (la Johanson ahora rubia), una actriz temperamental pero talentosa que
interpreta a Midge. Durante la representación grabada de la obra, Hall, que
interpreta a Augie, se enfrenta al director de la obra, Schubert Green (Adrien
Boody), diciendo que "todavía no entiende la obra" y le pregunta a
Green si "lo está haciendo bien".
Es una cinta de las que
es mejor por partes que en su suma. Teniendo buenas escenas, buenos diálogos,
personajes pintorescos, situaciones jocosas (toda la ceremonia de los premios
en el cráter que acaba con la llegada de un platillo volante a los “Encuentros
en la tercera fase”, y apareciendo un E.T. [un disfrazado de alíen Jeff Goldlum]
para robar un fragmento del meteorito que creó el cráter; lo bufonesco de los
niños usando sus inventos para acabar con el militarismo; o el running-gag de
la persecución policial que se ve de fondo de vez en cuando)
Spoiler:
Final: Seis meses
después de la ejecución de la obra, Conrad Earp muere en un accidente
automovilístico. En el epílogo de la obra , Augie y su familia son los últimos
en abandonar Ciudad Asteroide después de que el general Gibson levantara la
cuarentena. Las hijas de Augie entierran las cenizas de su madre en el
desierto, Woodrow gana la financiación de la beca y Midge le deja a Augie su
dirección postal. Augie y su familia se alejan en silencio.
Bill Murray fue elegido
originalmente como el gerente del motel, pero tuvo que abandonar el papel
debido a que estaba infectado con COVID-19. Sin embargo, después de su
recuperación, llegó al set de filmación en España, y aunque Anderson no pudo
agregar otro papel a la película en sí, le dio a Murray el papel de Jock
Larking, que era un personaje adicional creado para un cortometraje
promocional.
El rodaje en España fue entre
agosto y octubre de 2021, con las precauciones de seguridad de COVID-19
vigentes. Se construyeron varios escenarios en Chinchón, incluido un gran
diorama que se asemeja a un paisaje desértico con la ciudad homónima de
Asteroid City, incluida su estación de tren, un restaurante, un garaje y un
observatorio.
Me queda una bonita
fallida propuesta, a al que le falta solidez narrativa para elevarse por encima
de su artificio. Gloria Ucrania!!!
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