Las aventuras de Tom Sawyer. (1938)
En fechas veraniegas he decidido regalarme un chute de vitalismo, de entrar en la máquina del tiempo que puede ser el cine y trasladarme a mi siempre idealizada niñez, y para ello he apostado por “Las aventuras de Tom Sawyer” de 1938, la mejor adaptación hasta la fecha de la popular novela homónima de aventuras de 1876 del estadounidense Samuel Langhorne Clemens, conocido por su seudónimo Mark Twain. Una gratísima película donde es imposible no sentirte emocionado al reflejarte en ese mocoso travieso protagonista, imposible no querer vivir esas aventuras constantes, ese primer amor, como querer escabullirte de tus responsabilidades, querer bañarte en el río, la libertad de jugar descalzo, las tropelías en el colegio, las reprimendas en casa, todo con un sentido juvenil arrollador. Las aventuras de Tom Sawyer fue la cuarta adaptación cinematográfica de la novela de Twain, después de las versiones lanzadas en 1907, 1917 y 1930, y esta es la primera filmada en Technicolor. Dirige Norman Taurog (había dirigido en 1931 otra adaptación ‘twainiana’ spin-off de esta como es 1931, con Jackie Coogan y Junior Durkin), con guion del poeta y novelista John VA Weaver (“Y el mundo marcha”), murió de tuberculosis poco después de su estreno, por lo que se puede sentir este libreto como que ante la cercanía de Grim Reaper quiso mirar en su juventud, el deseo de todos de sentirnos eternamente niños, y a fe que lo consigue con su sensacional síntesis del libro original, de una brillantez concisa y arrolladora en su magnetismo, en su poder evocador de la nostalgia de esa niñez que se nos escapó sin darnos cuenta.
Guion que sabe orgánicamente ir haciendo fluir las
situaciones más míticas como el encalado de la cerca, el enamoramiento de
Becky, la tropelía en el premio de la Biblia (Adán y Eva los primeros discípulos
de Jesús?), las fechorías en el colegio (esa caricatura del maestro que acaba
en ‘sacrificio’ de Tom, que acaba con la azotaina que vemos en fuera de plano a
través d ellos rostros de los alumnos), la visita al cementerio a medianoche,
la escapada juvenil a la isla en el Mississippi, los juegos de piratas, la
asistencia de Tom a su propio funeral, el running-gag del enfrentamiento de Tom
con su hermano Sidney (Tía Polly!!!), el juicio con colofón de la intrépida
huida, la excursión a la cueva, y el enfrentamiento entre el indio y Tom. Todo
ello con un ritmo trepidante, pero sabiendo incluir dosis de humanismo en el
trato de Tom con su tutora tía Polly. Regado con un humor delicioso (esa Polly
esperando con palo abajo cuando Tom huye por la ventana; el tramo en que Tom da
aceite de ricino al gato; ese golpe de dedos de tía Polly con el dedal), con dosis
de dramatismo (ese amigo de Tom en la isla contando que anhela los regaños de
su madre) y emoción fenomenales (esa visita furtiva que Tom hace a tía Polly
huir), así como habiendo dosis de acción tensa, summum el espectacular tramo en
la cueva. Todo con un equilibrio formidable. Ello gracias a una sensacional
producción de David O. Selznick, que pone gran énfasis en trasladarnos a la atmósfera
de ese tiempo y lugar, un atemporal recordatorio de nuestra infancia como
símbolo de un tiempo sin responsabilidades, donde maximizábamos los problemas,
nos metíamos en travesuras, todo eso captura esta entrañable película
Protagonizada por un
Tommy Kelly espléndido en la vitalidad que transmite, cuando pensamos en este
personaje solo este pecoso chico es la personificación eterna de chico con
sombrero de paja, con ojos radiantes, y su sonrisa pícara, incluso conmoviendo
en los tramos dramáticos (este tierno beso que le da a tía Polly durmiendo). Aunque
me ha faltado saber porque su tía Polly está a cargo suyo y de su hermano menor.
No se dice el porqué de ser huérfanos. Este fue su mejor papel en cine Apareció en “Lo que el viento se llevó" como un plañidero tras las muertes en la Batalla de Gettysburg), pronto solo
interpretó papeles secundarios y dejó la actuación a los 25 años. Sirvió en el
Ejército de los EE. UU. en Europa durante la Segunda Guerra Mundial. Después de
su carrera como actor, obtuvo un doctorado de Michigan State y fue maestro de
escuela secundaria y consejero en Culver City, California. Uno de los últimos
supervivientes de “Lo que el viento se llevó”, lloraba ante la cámara como el
chico de una banda en Atlanta, mientras se repartían las listas de muertos;
Junto a él Jackie Moran como Huck Finn, fumador de pipa, vagabundo sin hogar en
el pueblo, cumple, aunque me ha faltado más de este personaje, empezando por
saber de su situación de ‘perro callejero’. Su rol es de acompañamiento de Tom,
solo tiene algo de papel cuando explica a Tom lo del gato muerto en el
cementerio (Moran aparecería en Wind como el hijo del Dr. Meade); Ann Gillis como
el anhelo amoroso Becky Thatcher es estupenda en su inocencia y con una química
fabulosa con Kelly, maravillosa la escena en que él se le declara junto al rio,
pero también emitiendo realismo dramático como lo es en el tramo del clímax en
la cueva; David Holt como el hermano Sidney de Tom da muy bien como el
repelente sabelotodo; como es divina Cora Sue Collins como la niñita Amy
Lawrence, tremenda en su escaso, pero rico rol de enamorada de Tom, como
coquetea con él regalándole un par de veces un regaliz; Mickey Rentschler como
el amigo de fuga Joe Harper, excelente cuando en la isla trémulo cuenta a Tonm
que hecha de menos las reprimendas maternas; Marcia May Jones como la prima
Mary de Tom, aparece, pero siempre en la cuasi-sombra; También está Philip
Hurlic, un niño afroamericano, que no se dice claramente, pero es esclavo de
tía Polly, hay que poner el filtro de que estamos en el Sur USA en 1840, apenas
habla, pero expresa mucho con la mirada, sobre todo ese llanto bajo el carro
cuando cree haber perdido a su amigo. Se agradece el film, aun estando en 1938 en
plena era Jim Crow, no se haga caricatura por su color de piel. Hurlic apareció en varias películas en la década de
1930 y principios de la de 1940, incluso formó parte del elenco de la mítica
serie infantil serie “Our Gang”. Se retiró del negocio del cine en 1942 con 15
años, después de 30 películas.
Entre los mayores
destaca una prodigiosa May Robson como tía Polly, la australiana es una
portentosa roba escenas con su carisma y carácter, sabiendo aunar dureza y
sensibilidad, ello en el trato a Tom, visceral, impulsiva, pero cariñosa, muy
buena actuación la suya, teniendo el honor de tener la última frase genial: “Tom
llegará a presidente, si antes no lo ahorcan!); El gran secundario de Hollywood,
Walter Brennan (ganó tres Oscar en esta categoría: “Rivales”, “Kentucky” y “El
Forastero”) como el borracho Muff
Potter, dando otra lección de que no hay papeles pequeños, si no actores buenos
y malos, deja impronta de personaje patético, pero noble, con esa enternecedora
charla tras los barrotes con Tom y Huck; Victor Jory es una figura plana del
villano con componente racista, pues es ‘Joe el Indio’, para ello con maquillaje
que lo palidece, cumple con su rostro de malo malísimo, sobre todo en la escena
del juicio. El actor (siguiendo con las referencias a “LQEVSL”) hizo su puede
rol más recordado como el amoral y brusco capataz de Tara en “Lo que el viento
se llevó”; Olin Howlin en una escena deja huella con su rígido maestro de
escuela con todo un arsenal de varas para azotar, aterrador en los primeros
planos, sexteados por el contraplano de las caras estremecidas de los niños;
Aparece Margaret Hamilton como la madre del amigo de Tom, que al año siguiente
pasaría a la historia con legendario rol de "Bruja Malvada del Oeste"
en “El mago de Oz” (1939); También aparece Donald Meek, que también al año
siguiente haría su papel puede más destacado como uno de los viajeros en la ‘fordiana’
“La Diligencia” (1939).
A O. Selznick le sirvió
esta película como especie de banco de pruebas para su Icónica producción “Lo
que el viento se llevó”, estrenada un año después, aquí con parte del equipo
que haría el milagro de que una de las películas más problemáticas en su rodaje
fuera una Obra Maestra. Aquí dirige Norman Taurog, aunque George Cukor dirigió
algunas escenas (sin acreditar), este también tuvo realización la cinta con Rett
Butler, aunque también sin acreditar. Así igual que con el referido hubo una
gran campaña de marketing por todo USA para escoger al protagonista, como la
hubo para escoger a la Scarlett O’Hara. Se hizo la película en el poco utilizado
hasta entonces Technicolor (los primeros se hicieron en 1935), en este caso
bajo el DP James Wong Howe (“La
cena de los acusados” o “Chantaje en Broadway”), aquí con un despliegue
cromático pastel que cala en los niveles melancólicos de cuasi ensoñación de
nuestra niñez, ello también jugando con los subjetivos y primeros planos, así
como planos generales prodigiosos en como expone la cueva, como buenísimo el
plano de la Iglesia donde el sacerdote oficia un funeral y la cámara se eleva y
vemos a los muertos observar a escondidas desde las alturas; Así como compartieron
ambos films el diseñador de producción William Cameron Menzies (“El ladrón de
Bagdad” o “La vuelta al mundo en 80 días”) y el director de arte Lyle Wheeler (“Rebeca”
o “El Rey y yo”), sobre todo magnos en la recreación de la cueva; el director
de efectos especiales Jack Cosgrove (“Recuerda” o “Invasores de Marte”), siendo
valioso este elemento en el tramo en la cueva para acentuar la intensidad con
escenarios que huelen a reales, con esa caída al vacío; el diseñador de
vestuario Walter Plunkett (“La Diligencia” o “Esmeralda, la Zíngara”); e
incluso el compositor musical es el maestro Max Steiner; Todo da el valor de
los grandes valores de producción que tiene este film de aventuras juveniles.
Comienza con un sobreimpresionado de una cita del
autor Mark Twain, recordando que la historia que vamos a ver l está destinado a
evocar la travesura y la emoción cruda de la infancia. Tras ello entramos en
las travesuras de Tom, ya de inicio haciendo novillos para ir a bañarse al río,
siendo ‘destapado’ por su hermano Sidney ante su rígida tía Polly y ya vemos en
funcionamiento su dedal; Tras ello la clásica secuencia en que es obligado a pintar
la cerca de la casa y Tom se las ingenia para hacer creer a sus amigos que no
es un trabajando y sí un juego, obteniendo encima regalos por dejarlos ‘jugar’,
entre ellos un elemento recurrente en la película (apareciendo de modo
fundamental en el clímax), como es un picaporte dorado (genial cuando lo ve Tom
y pregunta que es, y tras decírselo el dueño, comenta que siempre ha querido
tener uno); pasamos a ver a Tom con una niña que coquetea con él y Tom pasando
de ella por el flechazo que ha sufrido con Becky, y con ello flirtea con ella
con una acrobacia que Sidney sabotea; Tras ello una jocosa escena de premio de
una Biblia; Y más y más, en esta sucesión de viñetas divertidas, con algunos
tramos neurálgicos (como esa nota escrita a mano de Tom para su tía Polly el
juego que da). Hasta desembocar en el gran clímax en la cueva, de un realismo
tremendo (pongamos el filtro del tiempo en marcha), llegando a niveles de pesadilla
con esos abismos bajos los pies, esa cascada, esos derrumbes, y la aparición
final. Me falla un poco la inclusión final de una sub trama mejor trabajada en
el libro, aquí la meten de rondón y resulta orgánicamente coja (spoiler).
Spoiler:
Rush final: Desesperados Tom y Becky en la cueva, el
primero decide con un pequeño trozo de vela y con un hilo de cometa buscar otra
salida (por la que entraron está tapada por un derrumbe. Por el camino
encuentra una moneda, y tras ello una caja de monedas tras unas rocas. Esta es
la subtrama que me refiero que la meten con fórceps, por aquello de meterlo
todo lo de la novela, pero resulta torpemente metida en la historia, mejor
haberla dejado fuera. Entonces, tras hallar el botín aparece Joe el indio, que
corre tras Tom, en una angustiosa persecución, acaba con Tom sobre un risco y
Joe intentando llegar hasta él, ello ante la aterrada mirada de Becky. Cuando
Joe está apunto de coger a Tom, este saca de su bolsillo el picaporte dorado (ese
que ha pasado de las manos de Joe Harper a Tom, de ahí a Becky, de vuelta a Tom
y de ahí a arma salvadora) y se lo lanza a Joe, este cae para a tras hasta
desbocarse por un acantilado al vacío. Tom baja y Becky grita de modo demencial
ante la muerte que ha presenciado. Tom le dice a Becky que si ha entrado es que
hay otra salida, Y buscan esta con lo que queda de vela, hasta que esta se
apaga, y justo ahí un haz de luz entra del techo. Tom deja A Becky con la promesa
de que volverá. Escala por las rocas hasta dar con la salida. Hay una elipsis y
estamos en una fiesta en honor de la valentía de Tom. Allí llega Tom y Huck con
la caja de monedas, vuelvo a comentar que esto no era necesario, y nada aporta
en amontonar finales, se nota es un pegote esto. Lo bueno es cuando se ponen a
comer tartas y una mano coge una de fresa, y vemos a Sidney al que ll ama Tom,
responde y Tom le lanza el pastel a la cara. Sid llora y llama a la tía Polly,
esta charla con amigas, se acerca Sid manchado y sollozando y Polly le da una
torta. A lo que Polly dice a sus compañeras: ‘Tom puede llegar a presidente. Si
no lo Ahorcan antes!!! Genial frase.
Sorprendentemente, la película perdió $302,000 en
taquilla.
Después de leer las tarjetas de comentarios
completadas por una audiencia en un adelanto de la película, Selznick envió al
director Taurog un memorando expresando su preocupación por la escena
culminante en la cueva, que muchos espectadores habían descrito como
"demasiado horrible para los niños". Le dijo a Taurog que "esto
me preocupaba, porque ciertamente queremos que la película sea para una
audiencia familiar", y como resultado estaba cortando un primer plano de
Becky, en el que su histeria era "quizás un poco demasiado como la de una
mujer muy enferma, más bien que la de una niña", "con
remordimientos".
Algunas escenas exteriores se filmaron en Big Bear
Lake, Lake Malibu, Paramount Ranch en Agoura, California, y el rancho
cinematográfico Encino de RKO. Otras escenas se filmaron en decorados
reciclados que quedaron de Ha nacido una estrella (1937), como el interior de
la casa de la familia Blodgett (cocina, sala de estar y dormitorio) y la
silueta de un lobo aullando a la luna. Las tomas largas del río Mississippi de
Tom Sawyer se reutilizarían más tarde en el musical Show Boat de MGM de 1951.
Thomas Sawyer es el personaje principal de la novela
de Mark Twain Las aventuras de Tom Sawyer (1876). Aparece en otras tres novelas
de Twain: Adventures of Huckleberry Finn (1884), Tom Sawyer Abroad (1894) y Tom
Sawyer, Detective (1896); Sawyer también aparece en al menos tres obras
inacabadas de Twain, Huck and Tom Among the Indians, Schoolhouse Hill y Tom
Sawyer's Conspiracy. Si bien las tres obras incompletas se publicaron
póstumamente, solo la conspiración de Tom Sawyer tiene una trama completa, ya
que Twain abandonó las otras dos obras después de terminar solo unos pocos
capítulos. Está ambientado en la década de 1840 en el Mississippi.
El nombre del personaje ficticio puede haberse
derivado de un jefe alegre y extravagante llamado Tom Sawyer, a quien Twain
conoció en San Francisco, California, mientras Twain trabajaba como reportero
en The San Francisco Call. Twain solía escuchar a Sawyer contar historias de su
juventud: " Sam, escuchaba estas bromas mías con gran interés y de vez en
cuando las anotaba en su cuaderno. Un día le dice a yo: 'Voy a ponerte entre
las tapas de un libro uno de estos días, Tom'. 'Adelante, Sam', le dije, 'pero
no deshonres mi nombre '". El mismo Twain dijo que el personaje surgió de
tres personas, luego identificadas como: John B. Briggs (quien murió en 1907),
William Bowen (quien murió en 1893) y Twain; sin embargo, Twain luego cambió su
historia diciendo que Sawyer se formó completamente únicamente a partir de su
imaginación, pero como dice Robert Graysmith, "al gran apropiador le
gustaba fingir que sus personajes surgieron completamente crecidos de su mente
fértil".
Me queda un clásico imperecedero para toda la familia,
que deberían ver todos los niños y los no tanto. Gloria Ucrania!!!
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