GAME CHANGE.
Se inicia con una entrevista a
Steve Schmidt (Woody Harrelason), estratega de la campaña principal de la
campaña de McCain de 2008, se le pregunta si se sentía la elección de Sarah
Palin como vicepresidenta candidata le costó la elección al senador de arizona.
Antes de responder y después de una pausa incómoda, la película retrocede hasta
el corazón de la campaña, cuando se necesitaba un comodín para contrarrestar la
popularidad de Obama y la gobernadora de Alaska parecía una posibilidad remota,
pero una posibilidad de poner McCain sobre el borde.
La cinta de modo lineal sigue
de cómo las campañas políticas se pueden convertir en puro marketing, de como
para ganar votos son capaces de hacer casting cual Gran hermano para ver quién
puede ser más simpático a la audiencia, perdón, al electorado,. Nos habla de la
enorme importancia que tienen los asesores políticos, de cómo pueden dirigir, y
torcer las campañas electorales, De cómo la política pasa a un segundo plano,
siendo lo vital las apariencias, las frases fáciles, los slogans, vamos lo que
viene llamándose el populismo, y aquí la candidata de Alaska era un cañón, todo
carisma, conexión con u público, tenía don de gentes, el problema es que solo
era una fachada y tras ella el vacío intelectual, muy limitada políticamente, esto
queda muy bien mostrado en el relato, sin caer en la caricatura, sin acudir a
la farsa que reste veracidad, de cómo estos asesores que en un inicio la vieron
como una solución, un impulso, una luz, vieron en ella un lastre, un peso
muerto, al que solo se podría hacer que se equivocara lo menos posible, que
metiera la pata cuanto menos mejor, que estorbara lo justo, y de este modo la imparable
derrota fuera lo más digna posible. Lo peor es que a medida que avanzaba la
mediocre política y enorme populista, ante los fervientes apoyos de unos
cuantos que vieron en ella a alguien que les hablaba directamente (se dice en
la película), se viene arriba y se cree la elegida por el plan de Dios (ella lo
menciona).
El film se convierte en una
mezcla amena y didáctica de comedia sutil con el docudrama político en que
asistimos a la trastienda de las campañas electorales, circos ambulantes donde lo
que prima es el espectáculo, todo desde el punto de vista del lado republicano,
donde deben combatir a ese especie de Mesías en que erigió ante la opinión
pública Barack Obama, como bien oye en
la cinta "Si él sana a un bebé
enfermo, realmente estamos jodidos", ello mientras ven un discurso de
Obama ante una infinita multitud que lo vitorea en Berlín. La historia hace un
retrato de personalidad de la gobernadora como una ingenua simplista, una
devota cristiana ultraconservadora, muy familiar, íntegra en sus ideales, que
en sus alocuciones en los mítines desborda retórica, pero que se rebela con
ínfulas de grandeza. El realizador al final no juzga a Palin, nos da
información de modo aséptico, dejando al espectador que forme su propio
veredicto si fue buena o no Palin para McCain, no carga las tintas sobre ella.
Como defectos está el hecho que no cuenta algo original o fresco, lo que vemos
ya lo sabíamos, es por ello que adolece de falta de intensidad, restando con
ello solidez emocional, aunque esto lo compensa en parte por su buen ritmo,
donde no paran de suceder cosas, donde las situaciones no se estancan,
provocando que el tedio no llegue al espectador.
Julianne Moore
realiza un formidable trabajo encarnando a la protagonista Sarah Palin,
dotándola de tridimensionalidad, otorgándole complejidad, transformándose en
ella, no solo físicamente (se transmuta en ella con su peinado, maquillaje y
vestuario), si no también gestualmente, en sus ademanes, en su oralidad,
imprimiéndole un arco de desarrollo gradual y potente, emitiendo una sentida
gama de emociones, vigor, ingenuidad, simpleza, rabia, timidez, catatonismo, ilusión,
frustración, desde el idealismo y pureza cuasi-juvenil del principio a la
sibilina que quiere su cuota de protagonismo, no cayendo en lo bufonesco,
humanizándola, excelente labor. Woody Harrelson es nuestra brújula moral en el
film, soberbio el actor encarnando al asesor Steve Smidt, denota carisma,
inteligencia, cautiva por su autosuficiencia, determinación, idealismo, manipulación,
le dota de vitalidad, pasión y rectitud, atrapado en su propia trampa que
supuso la elección de Palin como compañera de viaje del candidato presidencial,
absorbentes sus duelos con Moore. Ed Harris notable
como John McCain, pero algo más secundario, en un segundo plano asiste a como
Palin se convierte en “personaje” que termina por ser una solución para él, le
falta papel para dar lo que el actor puede. Sarah Paulson como la ayudante de
Palin, Nicoles Wallace, hace un buen papel, emitiendo su frustración ante los
problemas que le da su jefa.
La puesta en escena resulta
elegante, sin grandes alardes, pero correcta para lo que se quiere, con un buen
diseño de producción de Michael Corenblith (“Apollo 13” o “El Grinch”),
rodándose en Santa fe (Nuevo México), Brooklandville y Baltimore (Maryland),
recreando los escenarios de los mítines con un montaje hábil, y los debates con
efectos especiales para interactuar Julianne con Joe Biden (que no O’Biden),
esto filtrado por la luminosa fotografía de Jim Denault (“All the way” o “Sillicon
Valley”), con algunos picados y contrapicados alegóricos, sabiendo captar la
expresividad de los actores.
Momentos
recordables: Muy alegórica toma cuando tras el desastre de la entrevista de
Palin con la periodista Katie Kouric, la primera llama a su ayudante Nicole
Wallace desde unas escaleras, la cámara la toma en plano cenital, Palin levanta
la voz desesperada contra su asesora, siendo el plano una clara metáfora de
cómo cae en picado Palin; Cuando Vemos que Palin no sabe ni donde está Alemania
en un mapa y un par de asesores deben darle unas clases rápidos de historia,
aterrador que esta persona pudiera optar a un sillón de tanto peso; Palin tras convertirse en personaje público con sus taras intelectuales,
es parodiada por la popular humorista Tina Fey en el Saturday Night Live, pues
vemos a Palin viendo estas sátiras en la tele, quedándose deprimida con su
caricatura; Cuando Palin debate contra Biden, ella dice justo lo que Smidt le
ha dicho que se aprenda de memoria, qué más da que sean vaguedades inconcretas,
el equipo de de campaña republicano lo celebra alborozado, entonces llegan
noticias de que por las encuestas ha perdido Palin el debate, pero a los
republicanos esto no les importa, su loro ha interpretado su rol; Cuando tras perder las elecciones Palin quierte dar su
propio discurso y Smidt le da un electrizante discurso de porque no debe ni va
a hacerlo, y aún así ella va a McCain a pedírselo, viéndose que a Palin se le
ha quedado pequeña Alaska y quiere su cuota de estrellato, es por ello que
Mccain, antes de dar su discurso de aceptación de derrota le dice que no se
deje embaucar por radicales que se acercaran a ella (justo lo que ha pasado); "No fue una campaña. Fue
un mal reality show", Schmidt dice con tristeza.
Diálogo definitorio:
-Ahora se requiere carisma de estrella de cine para ser elegido
presidente. Y Obama y Palin, eso es lo que son. Son estrellas.
-La principal diferencia es
que Sarah Palin no puede nombrar una decisión de la corte suprema, mientras que
Barack Obama es profesor de derecho Constitucional.
Fueron otros factores (y no la
ignorancia de Sarah Palin en algunos temas) los que definieron el resultado:-
McCain confrontó con el hombre que tenía la posibilidad de ser el primer
afroamericano en alcanzar la presidencia, con una popularidad enorme que
trascendía los Estados Unidos. - McCain debía convencer al electorado de que iba a solucionar 2
problemas (la guerra de Irak y la crisis bursátil de 2008) generados por otro
presidente de su mismo partido: George W. Bush.- La veteranía de McCaín (72
años por ese entonces) contra la juventud de Obama (47 años). [Dixit]
Buen docudrama político que te
hace ver la política desde un punto de vista diferente, haciendo un perverso
análisis del efecto del populismo, algo que con el tiempo ha dado con un
“singular” populista nada menos que en la Casablanca, me refiero al ínclito
Donald Trump (Dios nos coja confesados). Fuerza y honor!!!