SOSPECHOSOS HABITUALES.
Notable film
noir que con un bajo presupuesto que catapultó al estrellato a todos sus
componentes, empezando por su director Bryan Singer en su segunda obra (con
solo 29 años realizó la mejor hasta la fecha) y a su guionista Christopher
McQuarrie (26 años, idem), Oscar al libreto original, y a su elenco actoral,
donde solo Palmintieri tenía algo de renombre. Causó gran impacto por lo bien
que potencian sus recursos, la creación cuasi-mística de un villano cuasi-sobrenatural,
Keiser Sözé, lo juguetón de su argumento que te lleva a un giro final
sorprendente, a la altura del de “El sexto sentido”, y por la gran actuación de
un soberbio Kevin Spacey, en un rol que le valió el Oscar al secundario. Título
sacado de la famosa frase del jefe de policía Renault (Claude Rains) al final
del film “Casablanca”, tras esto el director y guionista tenían en mente el
cartel de los cinco en la rueda de reconocimiento, con el lema "Todos ustedes pueden ir al Infierno" y a partir de esto se fundieron varias ideas, McQuarrie incorporó una de un guión inédito suyo, sobre
un tipo que asesina a su familia y desaparece cual fantasma, este carácter se
mezcla con el de uno real, John List, contable de Nueva Jersey que mató fríamente
a su esposa, madre y tres hijos en 1971, evaporándose durante dos décadas, en
las que adoptó una identidad falsa con la que se casó, siendo detenido en Virginia
en 1989, tras lo que fue juzgado y condenado a 5 cadenas perpetuas, muriendo en
prisión con 88 años en 2008.
La historia arranca en el
puerto de la Bahía de San Pedro en California, en un barco atracado allí se
produce un tremendo tiroteo con colofón final de una gran explosión, ello con
numerosos muertos, sobreviven dos tipos detenidos por la policía, un húngaro
hospitalizado con graves quemaduras y Roger "Verbal" Kint (Kevin Spacey), un lisiado
con antecedentes penales que queda ileso. El FBI agente Jack
Baer (Giancarlo
Esposito) estará en el hospital intentando sacar información al
herido, y el agente de Aduanas Dave Kujan ( Chazz
Palminteri ) interrogará
a “Verbal” para intentar saber la verdad de lo ocurrido. Este con la inmunidad
por su confesión le cuenta los orígenes de lo ocurrido, fue en Nueva York donde
5 criminales fueron requeridos 6 semanas antes para una rueda de
reconocimiento: Dean Keaton ( Gabriel Byrne ), un oficial de ex policía corrupto que
dice haber renunciado a la vida delictiva, Michael McManus (Stephen
Baldwin), ladrón profesional, Fred Fenster (Benicio del
Toro), socio latino de McManus y Todd Hockney (Kevin Pollak), experto en
explosivos. En la historia aparece el mítico
nombre de Keyser Söze, un enigmático capo del crimen al que nadie parece haber
visto su rostro. Tienen importancia además personajes como el abogado
Kobayashi (Pete Postlethwaite), el icriminal intermediario Redfoot
(Peter Green), la abogada criminalista Suzy Amis (Edie Finneran), pareja de
Dean, el sargento Jeffrey "Jeff" Rabin (Dan Hedaya), asistente de Kujan en la
comisaría donde interrogan a “Verbal”.

El guión se convierte en un
juguetón rompecabezas que va y viene entre flash-backs y presente, donde prima
la intensidad sobre la acción, con una trama alambicada en la que las piezas
encajan prodigiosamente, con un relato ingenioso, desarrollado muy
inteligentemente, absorbente, imprevisible, desconcertante, evolucionando en un
increscendo dramático cautivador, hasta desembocar en su prodigioso clímax
final. Un fascinante film que te atrapa en sus redes con unos personajes que
beben claramente del cine negro, bien delineados, aunque sin profundizarlos, se
atiene a ser una obra de entretenimiento que dejará poso por su sorpresivo
final. En la narración se tocan temas como la codicia, las ansias de redención,
la frustración personal, las falsas apariencias, la venganza, ello en una
ambientación muy lograda, con diálogos y momentos destacables. Todo gira
alrededor del interrogatorio de Kujan a “Verbal”, mediante una serie de
flash-backs de ida y vuelta, narrados por el “Verbal” Kint, lo cual puede dejar
dudas sobre si el filtro del personaje cuenta la verdad o no, donde el juego de
la veracidad y la mentira se desplegará de modo maravilloso, enmarcado en una
historia salpicada de momentos fenomenales, con misterio, suspense, intriga,
humor, sobresaaliendo el tremendo tramo en que crea uno de los grandes momentos
del Cine con Mayúsculas, la del ser cuasi-sobrenatural Keiser Sözé. Singer describió la película
como una especie “Perdición”
sumada a “Rashomon”
sumada a “The Anderson Tapes” (film sobre un atraco a gran escala) e incluso a
“Ciudadano Kane”, por lo de la estructura del
interrogador e interrogado contando una historia (muy cogido con pinzas). Dijo
que su intención era sintieran ganas de verla una segunda vez y así captar
detalles ocultos en la primera visión, incluso se atrevió el realizador.

Kevin Spacey en uno de sus primeros papeles
importantes exhibe su gran porte para la
interpretación, borda su rol con frescura, chispa, mucha labia, un tullido muy
veraz, con mirada de fragilidad, emite debilidad, tormento, complejo de
inferioridad, y sobre todo humanidad, tremendo papel que le sirvió para ganar
el Oscar al secundario, en su discurso de aceptación Spacey dijo <Bueno,
quienquiera Keyser Söze es, te puedo decir él va a llegar gloriosamente
borracho esta noche>, el realizador y guionista le dieron el guión para lo
leyera, el actor dijo estar interesado en hacer de Keaton o Kujan, pero al
final le sedujo más el de “Verbal”, McQuarrie lo había escrito con él en mente.
Gabriel Byrne deja impronta de brillante actor, impregan de carisma y
melancolía a su Dean Keaton, lo reviste de hidalguía, inteligencia, sensacional
para crear intensidad, Byrne aunque le gustaba el guión era reticente a
formarlo por problemas personales, pero la presión de Spacey y que el film se
rodara en Los Ángeles (lugar de residencia del actor) lo hicieron posible. Stephen Baldwin realiza una
buena actuación como el visceral, enérgico y profesional McManus. Benicio del Toro como el
extrovertido Fred Fenster resulta un soplo de aire refrescante, muy bueno en un
rol destinado en principio a Harry Dean Stanton, pero que Spacey hizo fuera a él. Kevin Pollak como
Todd Hockney, el bromista y dicharachero del grupo, meritorio en su personaje.
Entre los cinco además de química hay un crisol de prototipos de
personalidades, aunque con su sello propio que los hace empáticos, el
carismático y lacónico, el temperamental, el chistoso, el acomplejado, etc. Chazz Palminteri da gran peso
a su agente Kujan, lo embiste de fortaleza, de obsesión, de personalidad, manteniendo
un gran tour de forcé con Spacey, papel ofrecido originalmente a Christopher Walken y Robert de Niro, ambos lo rechazaron (De
Niro por participar en “Heat”), así que se lo ofrecieron a Palmintieri, que lo
aceptó con la condición que su papael se rodaría en una semana, era el actor
más reconocido del elenco tras acabar de participar en “Una historia del Bronx”
y “Balas sobre Broadway”, y por el que consiguieron financiación. Pete Postlethwaite compone en su
poco tiempo en pantalla a un tipo que emite gran seguridad en sí mismo,
autosuficiencia, de carácter pétreo, excelente.
Como defecto le pondría que
su comienzo resulta algo confuso, le cuesta arrancar, se hace algo confusa en
su metraje inicial, aunque cuando lo hace te atrapa. Lo de la falta de
profundidad de los personajes que algunos achacan, no lo encuentro como una
tara, es un film que se despoja de presuntuosidad fatua, se atiene a ser un
thriller que juega con el espectador de modo sagaz.
La puesta en escena resulta
notable, con un buen diseño de producción de Howard Cummings (“Contagio”),
rodándose en Los Ángeles y Nueva York, espléndido el escenario de los dos
encuentros con Redfoot en la bella “Korean Friendship Bell”, esto potenciado
por la espléndida fotografía de Newton Thomas Siegel
(“Drive”), en marcados tonos apagados,
bebiendo del más genuino cine negro, poniendo la cámara siempre en el lugar
adecuado para maximizar la tensión, acunado por la deliciosa música John Ottman
(“X-Men”), que debutó en el cine en la anterior cinta de Bryan Singer, “Public
Access”, también ópera prima del realizador.
Ningún productor quería
financiar el proyecto de Singer y McQuarrie, creían que era una estructura
compleja de flash-backs, con demasiado diálogo y poca acción, y sin actor
conocido ligado al film. Tentaron con ayuda de un productor europeo para tentar
a Christopher Walken, Tommy Lee Jones, Jeff Bridges, Charlie Sheen, James Spader, Al Pacino y Johnny Cash, aún así un muy bajo salario, pero atraídos por el guión y el trabajar
unos con otros. Al final el dinero no llegó, pero mientras estuvieron en el
proyecto los actores les abrió las puertas de PolyGram que pondría 5,5 millones
$ para la cinta, rodándose en 35 días en Los Angeles , San Pedro y la ciudad de Nueva York.
McQuarrie se inspiró para el
nombre de Keyser Söze en uno de sus supervisores en el bufete de abogados de
Los Ángeles en que trabajó, Kayser Sume, cambió el apellido porque pensó su
antiguo jefe se opondría a la forma en que se utilizaría. Encontró la palabra Soze en
el diccionario Inglés-turco de su compañero de habitación, traducido es
"hablar demasiado". Además todos
los nombres de los personajes son tomados de miembros del personal de la firma
de abogados en que trabajó. McQuarrie asimismo había trabajado para una agencia
de detectives, y esto influyó en la representación de los delincuentes y las
fuerzas del orden en el guión.
Momentos para el recuerdo: La
rueda de reconocimiento en que en pocos segundos quedan definidas las
personalidades de los cinco; El atraco al “taxi” policial, muy bien
planificado; El robo al joyero en Los Ángeles, con McManus disparando a dos
manos con impresionante puntería; Cuando la banda decide secuestrar a
Kobayashi, con el tiroteo en el ascensor; El tramo de la masacre en el barco; Y
por supuesto su atronador final; Kint <El mejor truco
que el diablo inventó fue convencer al mundo de que no existía>.
Spoiler:

Gran momento para el recuerdo
es el relato que “Verbal” hace de la historia de Keyser Sözé, creando esa
figura Icónica Avernal, ello adornado por un flash-back febril: <Se supone
que es turco, dicen que su padre era alemán. Nadie creyó nunca que fuera real,
nadie le conocía, ni a nadie que trabajara directamente para él. Pero según
Kobayashi cualquiera podía trabajar para Sozé. No se sabía. Ese era su poder.
El mejor truco que el diablo inventó fue convencer al mundo de que no existía. Una
historia que los chicos me contaron y que yo creo, data de sus días en Turquía.
Había un grupo de húngaros que querían su propia mafia. Concluyeron que para
tener poder no necesitas dinero ni armas ni mucha gente. Sólo la voluntad de
hacer lo que otros no se atreven. Al poco tiempo, tomaron el poder y fueron a
por Sozé. Entonces no era muy importante, sólo vendía droga. Fueron hasta su
casa una tarde para hacerse con su negocio. En la casa encontraron a su mujer y
a sus hijos, y decidieron esperar a Sozé. (Arranca el flashback) Cuando llegó a casa, vio que
su mujer había sido violada y sus hijos estaban gritando. Los húngaros sabían
que Sozé era un tipo duro, no se podía jugar con él (vemos un húngaro corta la
garganta de uno de sus hijos). Así sabría que hablaban en serio. Le dijeron que
querían su territorio, todos sus negocios. Sozé se quedó mirando a toda su
familia. Luego le enseñó a esos hombres duros lo que significa la voluntad. (Soze
dispara a dos húngaros, después dispara a su mujer y a sus hijos mientras el
último húngaro contempla todo sobrecogido) Les dijo que prefería ver a su
familia muerta que vivir un día más después de aquello. Permitió que el último
húngaro escapara. Esperó a que enterraran a su mujer y a sus hijos y luego fue
a por el resto de la mafia. Mató a sus hijos. Mató a sus mujeres. Mató a sus
padres y a los amigos de sus padres. Quemó las casas en las que vivían y las
tiendas en las que trabajaban. Mató a la gente que les debía dinero, y
después... Se largó. Se deshizo, después nadie ha vuelto a verle. Se convirtió
en un mito, una espantosa historia que los delincuentes le cuentan a sus hijos
"Engañas a tu papá y Keyser Sözé te cogerá". Y realmente nunca nadie
lo creyó... Keaton siempre decía "Yo no creo en Dios, y sin embargo le
temo". Pues yo creo en Dios y la única cosa que me asusta es Keyser
Söze>.
Hay un revelador momento que
resplandece en un segundo visionado, cuando Kobayashireparte los expedientes
personales a cada uno de la banda todos leen lo que de ellos se expone, todos
no “Verbal” Kint no!
He leído que hay quien ve
fisuras en el film porque alguien que es tan listo como Keyser Sözé deja vean
su rostro, y esto acentuado por que Kujan ha descubierto el juego de “Verbal”
ha tenido con él, esto sería así si diéramos por buena la historia de “Verbal”,
cuando mi interpretación es que el personaje de Kevin Spacey es un tipo
travieso que juega con Kujan a su antojo, empezando porque “Verbal” ya ha
llegado a un acuerdo con la fiscalía para la inmunidad, y por tanto su
confesión a Kujan es innecesaria, yo interpreto que la hace para entretenerse
un rato, juega con el agente de aduanas como el que el gato lleva ovillo de
hilo, puede todo sea inventado, con lo que la percepción del relato toma una
dimensión distinta, quizás Sözé no exista, quizás Sözé sea Kobayashi, quizás
toda la trama de atracos sea imaginada por su gamberra mente, y es que Kujan,
como el espectador ha sido hipnotizado por un relato quizás fantaseado.
En conjunto un notable
thriller, que deja huella por varios elementos, pero resaltando su
extraordinario final. Fuerza y honor!!!
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