DESMONTANDO A HARRY.

Woody Allen en su madurez creativa nos regaló otra Obra Maestra, su labor más ácida, más transgresora, más políticamente incorrecta, más malhablada, una trituradora en la que no deja títere con cabeza, arremetiendo con saña e ingenio contra su temario acostumbrado, pero redoblando la artillería de modo Impresionante, siendo sus objetivos, la familia, el matrimonio, la religión, los psiquiatras, el sexo, las prostitutas, la literatura, la monogamia, la muerte, todo apabullantemente metido en una batidora nos da un film Colosal. El guión de Allen está en plena ebullición, alcanza cotas sublimes, desde unos diálogos frescos, chispeantes, hirientes, una estructura en la que rinde homenaje a una mezcla entre la “Fresas Salvajes” (1957), de Bergman por lo del viaje para recoger un premio y como en la travesía de modo onírico el protagonista repasa su vida, algo similar a la alleniana “Recuerdos” (1980), con “Ocho y medio” (1963) de Fellini, por lo de la crisis del creador y como le atacan sus recuerdos, también posee referencias literarias a Dante Alighieri con su “Divina Comedia”, componiendo un relato que te atrapará en su tela de araña de personajes y alter egos literarios. Es una cinta con evidentes alegorías autobiográficas, ejemplo es que en 1967, Harlene Rose, primera esposa de Woody Allen, lo denunció a él y a la NBC (en la que trabajaba), por ridiculizarla en sus actuaciones, algo similar ocurre en el film con Joan, solo que en vez de ser tv es en un libro donde se burla de ella.

El escenario principal es Nueva York, el protagonista absoluto es Harry Block (Woody Allen), un cincuentón novelista de éxito que vive solo, es un cínico, ateo, mujeriego, adultero, egocéntrico, inseguro, neurótico, putero, alcohólico, y no lo digo como algo ofensivo, ha estado casado tres veces, a las tres engañó ha tenido seis psiquiatras, en sus libros semiautobiográficos ridiculiza a sus esposas y familia, es por ello que cuando recibe un premio de su antigua universidad, Adair College University (de la que fue expulsado), tiene problemas para que alguien le acompañe. El relato se ve salpicado de la fantasía de su mente donde se mezclan escenas de sus libros, donde los personajes de estos interaccionan con él. En la historia tienen importancia personajes como Lucy (Judy Davis), una de sus ex, Leslie (Julia Louis-Dreyfus), alter ego de la anterior en un libro, Ken (Richard Benjamin), alter ego de Harry en el mismo libro,  Fay (Elisabeth Shue), su última pareja que le ha dejado por su mejor amigo, Larry (Billy Cristal), Harvey ( Tobey Maguire) es otro alter ego literario de Harry, tipo obsesionado con el sexo, su ex esposa Joan (Kirstie Alley), con la que tiene un hijo, Hilliard (Eric Lloyd),  Epstein (Stanley Tucci) es otro alter ego literario de Harry, que se casa con Helen (Demi Moore), alter ego de Joan, Richard (Bob Balaban) es un amigo de Harry obsesionado con su precaria salud, Cookie (Hazelle Goodman) es una prostituta contratado por Harry con la que traba amistad, Harry Doris (Caroline Aaron) es la muy judía hermana de Harry, casada con Burt (Eric Bogosian).

Allen nos sumerge en una historia alambicada, quizás al principio te resulte algo confusa (a mí no), pero prestando atención en pocos minutos cogerás su entramado de personajes reales que se cruzan con sus alter egos literarios, todos delineados de modo sobresaliente,  todo visto a través de los ojos de un protagonista en crisis existencial, quedando una muy divertida mezcolanza, interactuando diferentes personajes salidos de la mente de un escritor pero que han tomado personalidad, y llegan a discutir con su “creador”, en este coctel también hay cabida para flash-backs, y para trucos que beben de “Cuento de Navidad” DE Dickens, o con elipsis cortas pero inquietantes, con costes abruptos. Allen crea una amalgama de personajes alejados de la ternura habitual, aquí todos poseen aristas, matices, grises, aunque mantiene el componente habitual de neurosis, los adereza con mala leche, siendo el alma del film un Harry Block apoteósico, alejado de los simpáticos que nos tenía acostumbrado, el personaje más salvaje, de todos los interpretados por este genio neoyorkino, egoísta, machista, narcisista, soez, de expresiones sexuales explícitas,  y en sus relaciones con los demás personajes brotan chispas de humor sarcástico, cinismo, ironía, nihilismo, misantropía, produciendo situaciones que van de lo hilarante o lo epicúreo, poniendo en el diván sus filias y fobias. Allen hace con un aguijón envenenado realiza una radiografía de cómo un artista en crisis lidia con sus demonios, con sus dudas, con sus fracasos, con sus frustraciones, poniendo en solfa el amor, la existencia de Dios. Allen despliega en esta valiente comedia un poso de amargura y desesperanza, un tipo que cercano al otoño de la vida se da cuenta que está solo,

Woody Allen borda esta puede su mejor actuación, le imprime dosis de una malicia y egolatría formidable, emite ese toque de nihilismo, de pragmatismo, de mujeriego constante, de inmaduro, de inseguro, de psicótico, lo dota de un tremendo carisma, de aura de personaje que trasciende en su funcional filosofía de vida, fabuloso. El fastuoso elenco de secundarios cumple con excelencia. Hazelle Goodman como la prostituta que acompaña a Harry en su viaje, muy creíble en su pose y lenguaje barriobajero. Judy Davis como siempre maravillosa, ejemplo ese arranque tremendo en el piso de Harry amenazándolo de muerte con la pistola, delirante. Kirstie Alley notable en su papel de doliente cornuda, desternillante en la sesión con cliente mientras discute furibundamente con Harry. Julia Louis-Dreyfus estupenda en alter ego de Lucy, con un toque muy jocoso. Billy Cristal resulta muy bien en su doble papel, sobresaliendo en su sustancioso y gratificante rol de Jefe del Infierno, fabuloso. Caroline Aaron hace de hermana de Harry, extraordinaria en su pelea con Harry sobre el judaísmo. Robin Williams resulta muy tierno en su rol de tipo fuera de lugar, tanto que está difuso de ver. Demi Moore meritoria en su papel de esposa que se hunde en el judaísmo. Y más y más.

La puesta en escena es de gran brillantez, con un buenísimo diseño de producción de Santo Loquasto (“Balas sobre Broadway” o “Blue Jasmine”), destacando sobremanera la creación del Averno, Carlo DiPalma (“Hannah y sus hermanas” o “Poderosa Afrodita”), de un cromatismo fulgurante, con tomas precisas, con valiosos movimientos de cámara, captando los detalles en segundo plano, los fuera de campo,  y viniéndose arriba en el averno, emitiendo calor y un rojo intenso-fuego, todo punteado por temas coordinados por Carmel Malin (“Todos dicen I love You” o “Acordes y desacuerdos”), como “Twisted” (canta Annie Ross), “Out of Nowhere” (en versión Django Reinhardt), “La chica de Ipanema” (interpretada por Stan Getz), “All The Things You Are” (Art Tatum) y “Rosalie” (de Cole Porter), se suma un fragmento de “Una noche en el monte pelado”, de Modest Musorgski, y más. Asimismo cobra importancia el espléndido trabajo en el montaje de Susan E. Morse (“Manhattan” o “Hannah y sus hermanas”), por los continuos saltos entre personajes, las elipsis rupturistas, muy bueno haciendo entendible la historia.

Momentos recordables: El inicio con esa relación adultera en la cocina de una casa, mientras en el exterior celebran una barbacoa, a los amantes los pilla en “faena” la abuela, lo bueno es que es ciega, entonces se produce un diálogo con un doble sentido sobre el verbo “correr” hilarante; La historia de Harvey , como acaba en manos de “La Muerte” por suplantar a un amigo, cuando él lo único que quería era acostarse con una prostituta asiática; La muy simbólica trama de Mel (Robin Williams), actor que en pleno rodaje de un film sufre una extraña patología, queda desenfocado, y como el mundo no es capaz de verlo como es, debe ponerse su familia unas gafas para corregir su imagen, alegoría de cómo cuando no vemos bien a alguien debemos corregir nuestra visión de él; Cuando Joan, esposa psiquiatra de Harry se entera de que este le ha sido infiel, entonces le llega un cliente, este se tumba en el diván a contarle sus problemas, Joan nerviosa, le pide le perdone, debe salir un momento, sale y de fondo se oye la pelea enfervorecida con Harry, vuelve, sigue el cliente y Joan vuelve a salir, de nuevo la pelea, vuelve, y el tpo continua, entonces Joan comienza a gritar a Harry iracunda, el cliente queda helado (algo parecido ocurre en la anterior “Maridos y mujeres” de 1992); La celebración judía dedicada a “Star Wars”, con el turbador coctel de las dos imaginerías, la de la hebrea con la del film de Lucas; La visita de Harry al Infierno, demencialmente divertida, un descenso paroxístico, donde Allen vuelve a demostrar que posee una vis cómico-crítica Antológica; El final en que Harry se da cuenta que solo es apreciado por sus creaciones literarias.

Harry visita al psiquiatra y le comenta <Doctor, Vd. cree que es normal que quiera follarme a todas las mujeres que veo por la calle? Acaso el Presidente de los E.E.U.U. tiene esa obsesión? (en esos momentos era Bill Clinton) .... Bueno, bueno, está bien, tal vez no sea el mejor ejemplo>; Harry a una prostituta <El Universo se desintegra. Sabes lo que es un agujero negro?>. Respuesta de ella <Claro, con lo que me gano la vida>; <Sabes qué hacíamos en mi época a tu edad? Ponerle nombre a nuestro pito. Al mío le pondré Dillinger>; <Tú y la ciencia… Qué hay de malo en ella? Entre el aire acondicionado y el Papa, prefiero el aire acondicionado>; <Las palabras más bonitas no son “te quiero” sino “es benigno”>; <Es curioso. A todas las putas que conozco les revienta ser camareras. Camarera debe ser el peor trabajo del mundo; <Siempre llevo dinero encima para putas. Una vez pagué con cheque y el fisco me machacó>; <Soy tan víctima como tú. Crees que me resulta agradable que una tetuda de 26 años me haga una mamada?>; < Sí, soy demasiado viejo para ella, pero por mi inmadurez tengo un carácter muy juvenil>; <Soy propenso a la violencia. Una vez casi atropello a un crítico literario, pero el coche resbaló>; La tradición es la ilusión de la permanencia>.

Diálogos delirantes:

- Quiero que me pegues, y me hagas un francés...

-(Cookie) Vale... Un francés, y te pego...

- No, no. Quiero que primero me pegues y luego me hagas un francés. Lo quiero en el orden correcto/

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- No tienes valores. Toda tu vida es nihilismo, cinismo, sarcasmo y orgasmo

- En Francia con ese eslogan sería presidente.

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-Sigues con tus ligues, busconas y zorrongas.

- (La puta) tiene un doctorado.

- Sí? Seguro que en el examen oral sacó un sobresaliente.

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- Hagas lo que hagas, escucha la versión de Max.

- Max tiene una versión? Mata a su familia, se los come y tiene una versión?/

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- Wolf Fishbein dijo que para ocultar los cuerpos…te los comiste!

- ¡Entonces por qué te escandalizas! Unos los entierran, otros los queman y yo me los comí.

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- ¿Te importa el Holocausto? O crees que no ocurrió?

- Sé que perdimos a 6 millones. Lo horrible es que los récords se hacen para superarlos.

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- Quién es peor que yo?

- Hitler.

- Vale. Quizá Hitler, Goering y Goebbels, pero yo soy el cuarto.

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 - (En el infierno) Qué hizo usted?

- Inventé los muebles de metacrilato.

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- Déjenle ir al cielo.

- Soy judío, no creo en el cielo.

- A dónde quieres ir?

- A un restaurante chino.- Llévenlo al “Pato feliz”. A pesar de todo, lo quiero.

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- ¿Tenéis aire acondicionado (en el infierno)?

- Sí, jode la capa de ozono.

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- Soy feliz aquí en el infierno. He tenido muchas ofertas en tu mundo.

- ¿Qué te ofrecían? Dirigí dos años un estudio de Hollywood, pero no te puedes fiar de ellos.

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 (Voz del ascensor del infierno

)- 5ª Planta: Carteristas de metro, mendigos agresivos y críticos literarios. 6ª Planta: Extremistas de ultraderecha, asesinos en serie, abogados que salen por televisión. 7ª Planta: Medios de comunicación, lo sentimos, esta planta está llena. 8ª Planta: Criminales evadidos de guerra, telepredicadores y asociación pro armas. Planta baja: todo el mundo fuera.

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Harry conversa con su hijo de 10 años.

Harry: Hilly, te acuerdas que una vez hablamos de Freud? Pues Freud una vez dijo que las dos cosas más importantes para una buena vida son el trabajo que tienes y el sexo. Ésas son las dos cosas. Las mujeres son diosas...

Hilly: Dios es mujer?

Harry: No, no digo que Dios sea una mujer. Lo diré de otro modo: las mujeres están. No sabemos si Dios existe, pero las mujeres están. Y no en un cielo imaginario, sino aquí, en la Tierra. Y algunas de ellas, Hilly, algunas de ellas... ejem!... compran lencería Victoria's Secret.

Uno de los grandes films de Woody Allen. Recomendable a todo el Mundo. Fuerza y honor!!!