sábado, 4 de julio de 2015


BANDERAS DE NUESTROS PADRES.

Resultado de imagen de flags our fathersNotable drama bélico del maestro Clint Eastwood que deconstruye con mordacidad la artificiosa edificación de héroes, analizan con saña la necesidad imperiosa de los estados de crear celebridades a las que admirar, aunque sean cometas que deslumbran un rato y luego desaparecen, figuras que usar y tirar, manoseadas por una visión distorsionada del patriotismo.  Los guionistas William Broyles Jr. (“Naufrago”) y Paul Haggis (“Million Dollar Baby”), adaptan el libro homónimo escrito por James Bradley (hijo de uno de los izadores de la bandera, John "Doc" Bradley) y Ron Powers sobre 1945 Batalla Iwo Jima, centrándose en los protagonistas de la famosa foto de Rosenthal "Alzando la bandera en Iwo Jima", los derechos del libro fueron comprados por Dream Works en 2000, con la intención de que Steven Spielberg dirigiera el film, al final el gran interés de Clint consiguió el proyecto, produciendo los dos, Spielberg y Eastwood. Fue la producción de más alto presupuesto del realizador en su filmografía con 55 millones $, aunque disponía de 80, el resto lo invirtió en una original idea, hacer la contraparte de la batalla, y es que Eastwood recabando información sobre la batalla leyó sobre el General Tadamichi Kuribayashi, el encargado de la defensa de la isla y decidió el director dedicar un film desde la perspectiva japonesa, y hablado en el idioma original, sería “Cartas desde Iwo Jima”, estrenándose las dos el mismo año. Esta batalla ha sido llevada en otras ocasiones al cine como en “Arenas sangrientas” de Allan Dwan (1949) o “El sexto héroe” de Delbert Mann.

Resultado de imagen de flags our fathersResultado de imagen de flags our fathersCuanta la historia de los que alzaron la bandera USA de la famosa foto de Joe Rosenthal de Associated Press en el Monte Suribachi en la isla japonesa de Iwo Jima en la WWII, el 23 de febrero de 1945, cinco días tras el inicio de la batalla y con 30 (26 de marzo) aún por delante para hacerse con el lugar, foto que tras la batalla se hace popular por el Chicago Reader en todo Estados Unidos y los mandamases del gobierno deciden sacarle partido a la imagen, y traerán a los que la izaron para una gira por el país para vitorearlos como héroes y con esta corriente patriótica poder recaudar bonos de guerra para poder afrontar la contienda, lo malo es que de la isla de los seis que se ven en la foto solo quedan vivos tres, el marine de primera clase Ira Hayes (Adam Beach), un nativo indio Pima  de Arizona, el soldado de primera clase de Rene Gagnon (Jesse Bradford) , y el sanitario de  John "Doc" Bradley (Ryan Phillippe). A través de ellos el relato se compone de tres líneas temporales, en el presente un hijo de Bradley, James (Thomas McCarthy) recoge en entrevistas con supervivientes de la Batalla de Iwo Jima lo que les sucedió a los tres de la bandera, entonces la narración se bifurca, por un lado la propia y cruenta batalla y la otra la gira de los tres por la nación en la que se sienten extraños por ser agasajados como héroes. El sargento Mike Strank (Barry Pepper), el miembro de la marina Harlon Block (Benjamin Walker), el también cabo Franklin Sousley (Joseph Cross), fueron los otros tres que levantaron la bandera y murieron en la batalla. Bud Gerber (John Slattery) encargado de la campaña de recogida de bonos de guerra tiene importancia en la historia.


Resultado de imagen de flags our fathersEastwood a sus juveniles 76 años rueda con pulso firme, se le nota un poso de amargura en su visión del mundo, demuestra tener acidez crítica en su mirada, arremete con valentía y de modo punzante contra el Sueño Americano, contra la manipulación política, contra la hipocresía de las masas, contra la construcción de héroes con pies de barro, contra el horror de la guerra, contra el maniqueo orgullo patriótico, contra la demagogia de una sociedad americana que por un lado aclamaba a sus héroes y por otro no dejaba entrar en una bar a uno de ellos por ser indio, y es que con este personaje (Ira Hayes) arremete contra el nefasto racismo, arremete contra los medios de comunicación, que ensalzaron una foto como señal de victoria cuando faltaba aún un mes para finalizar la brutal batalla, contra los que manejan las guerras desde sus despachos, y que manejaron emocionalmente a unos jóvenes volubles haciéndoles participes de una medio mentira que les atormenta, arremete contra la sugestionable publicidad, esa que se promulgaba en el oeste de John Ford en “El hombre que mató Liberty Valance” (1962) <Este es el Oeste (en este caso la Guerra), cuando la leyenda se convierte en hecho, imprime la leyenda>, pero es un alegato antibélico que sobre todo sigue la máxima de <critica las guerras pero loa a los guerreros>. Y es que el film se convierte en emocionante tributo a todos aquellos que murieron anónimamente en esta o en cualquier guerra, a la camaradería imperante en los conflictos bélicos, a los héroes sin nombre que mueren y su rastro se lo lleva el viento.

Resultado de imagen de flags our fathersEastwood con gran arrojo despoja de mística y glamur a los supuestos héroes, hace una incisiva radiografía del heroísmo, sobre el culto a los héroes prefabricados por el sistema, ello como acto de propaganda para levantar la moral de la “patria”, se nos muestran supuestas gestas de heroísmo como actos de azar, simplemente están en el sitio justo, en el momento adecuado. Asimismo ahonda en el después de las guerras, como obras como “Los mejores años de nuestra vida”, para ello se hace un fresco poliédrico donde los tres jóvenes son una mirada distinta del tratamiento a los veteranos y de cómo estos afrontan el volver. El director está más preocupado por generar personajes humanos, con defectos, con dudas, con conflictos internos, que de la acción en sí, aunque hay bastantes escenas de acción guerrera, con demostración del infierno que es, con tiroteos, enfrentamientos cuerpo a cuerpo, explosiones, lanzallamas, mutilaciones, desgarradoras muertes, Eastwood está más a gusto mostrando las intrahistorias y la interacción entre los personajes, queriendo mostrar su tormento y las repercusiones que este les acarrea. En el film no hay buenos ni malos, solo grises, de hecho apenas en una escena se ve algún japonés, son simples sombras que disparan.

Resultado de imagen de flags our fathersLa estructura argumental despierta en mi sentimientos encontrados, por un lado hace que siempre estemos involucrados en la batalla, que siempre sobrevuele sobre el metraje, mezclándose en momentos espectacularmente turbadores, como en la recreación de los tres soldados en un estadio, donde los cañonazos de la batalla derivan en fuegos artificiales, trivializando la Guerra de modo pusilánime, o el sutil de cuando a “Doc” le sirven helado con forma de la imagen del izado de bandera y le hacen por encima fresa líquida, creando una estremecedora secuencia en la que el rojo-fresa es la sangre, escalofriante. Pero el defecto está probablemente en su metraje, quizás debería haber sido más, pues nunca llegas a saber realmente de ningún personaje, tanto salto provoca desorientación, los secundarios quedan en meros esbozos, tanto que apenas sabemos cuando mueren quien son, no hemos empatizado con ellos y deriva en no conectar con la camaradería que Clint quiere proyectar, con lo que la posterior angustia de los supervivientes nos llega distante,  apenas conocemos al grupo de soldados que mueren, la fluidez de la historia se resiente de tener que ensamblar los tres tiempos, con dos seguro habría ganado en consistencia, con el de la batalla y el de la campaña de Bonos de Guerra, y es la idea nos llega nítida, pero es el desplazamiento entre tiempos resulta irregular. Tampoco las elipsis temporales resultan de ayuda, una batalla que duró 35 se nos exhibe en flashes que parece durará unos pocos, no nos llega la agonía letárgica del conflicto.

Resultado de imagen de flags our fathersLa puesta en escena resulta apabullante en su realismo, con un gran diseño de producción de Henry Bumstead (“Vértigo”, “El golpe” o “Million Dollar Baby”), recreándose para la isla de Iwo Jima en Islandia, asimismo se filmó en sur de california y Chicago, estos escenarios ensalzados formidablemente por la fotografía de Tom Stern (habitual de Clint, “Million Dollar Baby” o “Gran Torino”), dotando de dinamismo a la acción, con cámara en mano, planos generales extraordinarios, con tomas aéreas impresionantes, siendo crucial para distinguir los diferentes tiempos, para Iwo Jima  degradación de colores, mucho granulado, mucho gris, tanto que casi llega al b/n, jugando con los claroscuros, la penumbra, con radiantes travellings, con destellos en la noche terroríficos, trasladándonos una enorme sensación de terror latente, siendo más cromáticas las de la campaña de bonos, y la del presente, a esto se añade la sutil música del propio director Eastwood, nada intrusivo, con un tema central intimista, melancólico y conmovedor, tocado a piano y guitarra, con momentos de orquesta de fondo que acentúa el tono dramático del relato, se suman temas de la época de  Irving Berlin o Sammy Cahn, con otros más contemporáneos de Dianah Shore o Artie Shaw.

Resultado de imagen de flags our fathersLos actores cumplen con mérito. Ryan Phillippe es la mirada objetiva, la mesurada, es la razón, no está muy de acuerdo con la manipulación a que es sometido, pero debe adaptarse, emite gran empatía y química con sus compañeros. Jesse Bradford como Rene Gagnon es que se siente a gusto en la campaña publicitaria, tipo matizado, sin caer en el cliché, se le nota no le gusta la guerra, sabe dotar de tridimensión a su rol. Adam Beach camina todo el tiempo entre la fina línea que separa la sobreactuación de la emoción, a veces se pasa, como cuando abraza a la madre en la recepción, se le nota pasado de vueltas, irregular, teniendo esos sí, algunos buenos momentos, su personaje refleja el desencanto de la guerra, la integridad ante la manipulación a que es sometido, es el que representa la angustia de la post-guerra, este dolor lo intenta apagar en el alcohol, esto aumentado por como él defendió a USA y esta le paga con el racismo, falleció en pobre y en el anonimato en 1955, a los 32 años, Johnny Cash y Bob Dylan le dedicaron una canción sobre él <Murió borracho, una mañana / Solo en la tierra que él luchó para salvar / dos pulgadas de agua en una zanja solitaria /¿Era una tumba para Ira Hayes?... Resaltaría entre los secundarios a uno que deja huella en su poco tiempo en pantalla, John Slattery, muy bueno en su rol sibilino de encargado de organizar la campaña publicitaria.  Le achacaría que con el gran elenco de secundarios que tiene el film no se le saque provecho, queden desdibujados actores como Barry Pepper, Paul Walker, Jamie Bell o Robert Patrick no pasen de meros esbozos sin alma. Como curiosidad decir que aparece el hijo del realizador, Scott Eastwood en el papel de un soldado, Lundsford.

Spoiler:

Resultado de imagen de flags our fathersMomentos recordables, algunos ya mencionados: La desesperada lucha nocturna de “Doc” buscando a su amigo “Iggy”, más tarde encuentran su cuerpo en una cueva y “Doc” lo observa horrorizado, la cámara se fija en la mirada estremecida de “Doc”, obviando al fallecido en un acto de elegancia; Cuando la infinita flota navega hacia Iwo Jima escoltada por cienes de aviones, los marines desde los navíos los vitorean alegre, uno se sube a la barandilla y en pleno delirio cae al océano, los compañeros ríen mientras el marine pide ayuda, le echan un flotador y entonces se dan cuenta que la flota no va a parar por un solo hombre, los rostros de los risueños colegas cambian, saben que nadie le rescatará, durísimo; La llegada y desembarco en la playa de Iwo Jima, visualmente fascinante; El momento en que ponen la bandera y todos desde abajo aplauden enfervorecidos; Cuando en una recepción-fiesta los tres supervivientes se encuentran ante las madres de los muertos de la foto, Ira rompe a llorar sobre una de las madres, otra cuestiona a “Doc” sobre quién es su hijo en la foto, “Doc” nervioso no sabe que responderle, pues su hijo pertenece a la primera foto y no quiere romperle la ilusión; Cuando Ira borracho pelea en medio de la calle con la policía, “Doc” va a recogerle, Ira le dice que es que no le dejan entrar al bar al ser indio, tristemente paradójico cuando la entrada del local está adornada con la famosa foto; El magnífico final, cuando tras izar la bandera en el Suribachi, los seis soldados van a bañarse a la playa, se quitan la ropa y disfrutan en el mar como los niños aún que eran, la mitad de ellos morirían en pocos días, los otros serían atropellados por el recuerdo de lo vivido allí, una broche de ponérsete el vello de punta.

Resultado de imagen de flags our fathersFrases: Un anciano John “Doc” Bradley <Buenos y malos, héroes y villanos, de eso siempre hay… pero la mayoría de las veces no son los que nosotros creemos>; Un desencantado Ira Hayes <No soporto que me llamen héroe. Lo único que hice fue intentar que no me mataran”, promulga>; <Tal vez lucharon por su patria, pero murieron por sus amigos, por aquellos que estaban allí luchando a su lado>; <Hay muchos imbéciles que se creen que saben lo que es la guerra, sobre todo aquellos que no han estado en una>;

Resultado de imagen de flags our fathersResultado de imagen de flags our fathersResultado de imagen de flags our fathersLa isla de Iwo Jima era una pequeña mancha de tierra volcánica en medio del Pacífico, 20 km cuadrados, unos 8 km de largo, en el lado más estrecho de 900m y en el más ancho 4,5 km, habitada únicamente por militares nipones, tenía una pista de aviones que poseía un gran valor estratégico, su control supondría un gran cabeza de puente para los bombardeos de Japón. Los estadounidenses desembarcaron en la isla el 19 de febrero de 1945, 70.000 marines frente a 20.919 japoneses, aconteciendo una de las batallas más mortales de la WWII, con una sangrienta y desgarradora batalla, los japoneses esperaban agazapados en una interminable red de galerías y bunkers subterráneos, y con un entramado de trampas, minas, cañones escondidos, y con un espíritu de combate que les llevaba a no querer rendirse, peleando hasta la muerte, la lucha duró 45 días, hasta que el 25 de marzo pudieron cantar victoria, allí murieron 5.600 marines, 418 desaparecidos y 17.788 heridos en el bando USA, en el japonés 20.703 muertos y solo 216 heridos japoneses. El primer objetivo de los americanos fue controlar el Monte Suribachi, posicionado en una punta de la isla, esto sucedió a los 3 días de combate, para levantar la moral de las tropas el Coronel Chandler Johnson decidió mandar una expedición con una bandera USA a la cima del Monte, llegaron y la izaron, un cámara lo fotografió, pero entonces se produjo un tiroteo contra nipones, muriendo el fotógrafo, perdiéndose la foto original, entonces el Secretario de la Marina James Forrestal, pide la bandera para sí mismo, el Coronel decide que la bandera es de su segundo Batallón, y manda a otro grupo a la cima para sustituirla y quedarse él con la primera,  con la segunda expedición sube el fotógrafo Joe Rosenthal de Associated Press que tomó la icónica foto "Alzando la bandera en Iwo Jima", esta vez con seis  protagonistas nuevos en el izado, donde los rostros de los soldados no se ven. De los seis hombres de la foto, sólo tres sobrevivieron a la batalla.


Recomendable a todos los que gusten de cine bélico de calado emocional, de los que desmenuza mitos, y da humanidad a las personas, solo son humanos en condiciones extremas. Fuerza y honor!!!

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