UNA HISTORIA VERDADERA. (THE
STRAIGHT STORY)


El Cine se creó
para emocionarte, para conmoverte, para estremecerte, para atraparte durante un
rato y al acabar sentirte un poquito mejor que antes de empezar a ver un film,
el Cine se inventó y se ha hecho grande por Obras Maestras como esta “The
Straight Story”. David Lynch consiguió en la primera visión que tuve de esta
cinta sorprenderme brillantemente, una obra que parece alejada de su
sensibilidad surrealsita-kafkiana-existencialista del aparentemente sencillo
relato, pero con solo escarbar un poquito encontraras sus señas de identidad.
Basada en un
hecho real publicado en el New York Times en 1994, la historia de
Alvin Straight que en 1994 emprendió un homérico viaje, convirtiéndose
en una Odisea Humanista Antológica, film
de rasgos intimistas, de tintes elegiacos, acunado por una enternecedora
melancolía, un canto crepuscular Magno a la Vejez, un guión por vez primera no
escrito por el director, original de Mary Sweeney (su primer guión, hasta
entonces montadora de David Lynch con “Twin Peaks” o “Carretera perdida”, por aquel entonces era su pareja), junto a Jay Roach, construyen una road-movie que
se mueva a base de cuidados silencios que hablan con bellas imágenes y con
encuentros del protagonista con gente de toda clase y edad a la que escucha con devoción y a la que baña
con su experiencia y sabiduría, con sus recuerdos que son una nostálgica
amalgama de dramas y pequeñas alegrías,
de estas vivencias añejas Alvin ha extraído cual cirujano lo malo y ha
comprendido que es lo que realmente merece la pena en esta vida, los cálidos momentos
viendo caer la lluvia o la visión de las estrellas con tu hermano, y todo esto
atomizado por la Antológica actuación de Richard Farnsworth, su última interpretación
le vale para a mi humilde entender realizar una de las mejores interpretaciones
de la Historia del Cine, su Carisma y Majestuosidad te turban. El título en
inglés resulta ambiguo, la primera versa sobre la de la historia del hombre con
ese apellido, la otra tiene que ver con su traducción al castellano, Straight
puede ser la historia del hombre recto, erguido u honrado.
El protagonista es Alvin
Straight (gran Richard Farnsworth), es un anciano de 73 años con enfisema que
vive en un pueblo del medio oeste estadounidense, Laurens, en Iowa con su hija Rose (buena Sissy Spacek),
una mujer de mediana edad algo retardada. Un día sufre un ataque en la columna
vertebral que le hará moverse con gran dificultad ayudado por dos bastones, el
doctor le ha aconsejado se cuide, deje de fumar, haga dieta y se opere, Alvin
no hace caso. Tras esto Alvin recibe una llamada, le comunican que su hermano
Lyle (no diré quién es), ha sufrido un infarto, hermano con el que Alvin no
habla desde hace 10 años debido a una disputa. Alvin decide que irá a ver a
Lyle, que está en Monte Sión a más de 500 km en Wisconsin, lo hará como de
purgar pecados en una cortacésped (un John Deere 110 Lawn Tractor ) tirando un remolque,
vehículo que no anda a más de 10 km/h. Comenzando una Odisea por carrera en la
que encontrara a varias personas a las que bañará con su veterana experiencia
vital. Una chica autoestopista embarazada (Anastasia Webb), que ha huido de su hogar, un equipo ciclista de jóvenes,
un exmecánico de John Deere, un veterano de la WWII, dos mellizos mecánicos, o
un sacerdote.

Es un film magnético, con
momentos silentes manejados de modo sibarita, un relato de miradas, de
introspección, de frases y diálogos que tras su aparente simpleza esconden un
pozo de profundidad infinita, es un arrollador estudio de personaje en que Alvin
no recorre km, recorre una camino hacia el pasado, rememora su juventud, sus
años de guerra, sus errores, sus fracasos, sus tragedias, y sabe extraer lo
positivo, Lynch junto a Alvin demuestra aquello que el camino es tan importante
como el destino. Es una Historia Atemporal y Universal donde se tocan temas con
trémula hondura como los sentimientos de culpa, la redención, los valores
familiares, el orgullo, la soberbia, el egoísmo, la fugacidad de la vida, la
humildad, el sentido de la vida, la búsqueda de la felicidad, la soledad, las
guerras, la expiación de los pecados, el alcoholismo, el tratamiento a la
tercera edad, la solidaridad, el sacrificio como acto redentor o el peso de
nuestros fantasmas interiores, sabiendo Lynch colocar pequeñas dosis de humor
ingenioso que endulzan está tierna ruta, ruta por la América profunda, la de
interminables campos de maíz, la de carreteras solitarias, la de apenas
poblaciones, la de cielos grises, y relatado con un halo Humanista
escalofriante. Alvin hace de su Odisea una Oda a la esperanza por un mañana
mejor, por saber aprovechar lo que nos da la vida, un viaje iniciático hacia el
centro del corazón, donde se hace epopeya de los bellos momentos ordinarios, se
nos cruza con personas sencillas, con sencillas historias, ello en medio de un
paisaje que emite soledad y honestidad, un melodrama de un calado emocional
punzante. Lynch dirige con ritmo sereno pero lúcido, haciendo que nos empapemos
de la sabiduría y de cómo Alvin se deleita del viaje como si fueran sus últimos
momentos vivo.
Aunque en principio pueda
parecer algo extraño y fuera de lugar en la filmografía, si rascamos un poquito
encontramos elementos propios de su singular cine, su gusto por las imágenes
místicas del cielo estrellado, el surrealismo presente ya desde su propuesta de
un tipo septuagenario tipo recorriendo cientos de km en una segadora, o su
peculiar sentido del humor, presente en escenas como cuando vemos en segundo
plano a través de una ventana a Alvin pegarle un tiro con la escopeta a la
segadora estropeada, cuando pregunta al vendedor de cortacésped que a quien
perteneció <Son cosas que ayudan a entender estas máquinas>, la de la mujer que adelanta a Alvin con su coche
cuando atropella a un ciervo, se baja del auto iracunda despotricando porque es el 13 ciervo que
atropella en las últimas 7 semanas, o la negociación de Alvin comprando un
bastón-agarrador, o el regateo del precio de una reparación de Alvin con unos
divertidos mecánicos hermanos, y por supuesto su final muy similar al de “El
Hombre Elefante” y que entronca con lo de su gusto por el cosmos infinito.

La Puesta en escena resulta
evocadoramente deliciosa, con un diseño de producción regio de Jack Fisk
(“Pozos de ambición”, “Mullholland Drive” o “El árbol de la vida”), rodada
sobre el mismo recorrido que hizo Alvin, además en orden cronológico, por
bucólicos parajes que desbordan serenidad y placidez, carreteras que son las
venas por las que corren la esperanza en un mañana mejor, rodeados de inmensos
campos mecidos por el viento, pequeñas granjas de vez en cuando, silos de
trigo, ríos tranquilos, pueblos de pocas casas, esto maximizado por la hermosa
fotografía de Freddie Francis (“El
Hombre Elefante”, “El Cabo del Miedo” o “Tiempos de Gloria”), captando un halo
cuasi-mágico, dando calor, encanto, son bellos cuadros con influencias claras
del famoso fotógrafo y pintor neoyorkino Norman Rockwell, atrapa hermosos
cielos, planos generales que sobrecogen, con sutil uso de planos aéreos, grúas,
marcando el ritmo del relato, con oníricos cielos estrellados, haciendo de la
lluvia algo único, con un lindos colores de los campos, con maravillosas
puestas de sol, con preciosas tomas del protagonista, lienzos de una belleza
epicúrea, y esto conjugado con la estremecedora música de Angelo Badalamenti
(Colaborador fetiche de David Lynch), con violines, guitarra, que nos emociona, nos hipnotiza, emite el
tempo narrativo perfecto para aguijonarnos los sentimientos, canaliza los
sentimientos, las sensaciones, evoca la melancolía del protagonista, y a la vez
su fe inquebrantable, de una honda
intensidad, pero ello sin manipular, sabe desaparecer cuando el momento lo
requiere y aparecer para deleitarnos, he de decir que me recuerda bastante la
majestuosa de Lennie Niehaus en “Sin perdón”.
Spoiler:


Momentos para el recuerdo
muchos, algunos ya mencionados: El comienzo, con los créditos sobre las estrellas y con sonidos
de grillos mezclándose con la dulce melodía, símbolo de lo que añora Alvin, le
siguen unas lindas tomas aéreas de los campos de maíz, vemos el pueblo de
Laurens, nos adentramos en una toma-grúa
por una calle desierta con perros, a lo que sigue una secuencia que recuerda a
el arranque de "Blue
Velvet", imágenes de tranquilidad de una casita con su césped y en él una
mujer oronda tomando el sol en una hamaca; Rose mirando por la ventana emocionada
un niño coger su pelota, añora los hijos que le recogió el estado; Alvin invita a una joven que hacía
autostop a cenar con él alrededor de una fogata, y dormir en su caravana,
aunque él tendrá que dormir al aire libre, Alvin <"Pero una cama y un techo me parecen mejor que
comer una salchicha pinchada en un palo con un viejo que viaja en una cortadora
de césped>, <Mi hija Rose… hay quien la llama lenta, pero no lo es.
Tiene una mente que atrapa todos los datos>, mientras charlan, Alvin que es un “zorro” se da cuenta
que está embarazada, ella le cuenta ha
huido de su casa por miedo a las reacciones a su estado, Alvin le da un
escalofriante consejo <Cuando mis hijo eran pequeños solía jugar a un juego
con ellos. Le daba una ramita a cada uno de ellos y les decía “Rompedla”. Y
podían hacerlo, era muy fácil. Luego les decía “Atad las ramitas junta e
intentad romperlas, y claro, no podían. Luego les decía “Ese atadijo de ramas
es la familia>, se acuestan a dormir, y por la mañana, tras una bella visión
del amanecer Alvin observa que ella no está, y junto a la fogata hay un atadijo
de ramas; Esa deliciosa parada de Alvin bajo un silo fumando mientras mira la
lluvia; Cuando se junta con un grupo de ciclistas y uno de ellos le pregunta <Que es lo peor de ser
viejo> y el responde <Lo peor de ser viejo, es recordar cuando tú eras
joven>; Conversación en el bar entre Alvin y otro anciano
(Wiley Harker), los dos veteranos de la WWII, los dos se emocionan contándose
sus trágicas vivencias en el conflicto y como les marcaron de por vida; Tras
regatear con dos hermanos mecánicos el precio de una reparación , ante las
evidentes desavenencias fraternales Alvin les dice <Mi hermano y yo nos
dijimos cosas imperdonables la última vez que nos vimos, pero intento dejar eso
atrás y olvidarlo. Este viaje es duro y significa tragarme mi orgullo, y solo
espero que no llegar tarde. Un hermano es un hermano>, los dos mecánicos se
miran; El
encuentro nocturno entre Alvin y sacerdote en un cementerio frente a una
fogata, el cura le pregunta por que no se habla con el hermano y Alvin responde
<Una historia tan vieja como la Bíblia. Caín y Abel. Ira, vanidad, mezcle
todo eso con alcohol, el resultado son dos hermanos que llevan diez años sin
hablarse. Fuera lo que fuera lo que nos enfrentó, ahora ya no importa. Quiero
hacer las paces, sentarme con él y mirar a las estrellas como solíamos hacer
hace tanto tiempo>;

El final: Alvin llegua renqueante con su cortacésped frente a la
casa de su hermano, se baja avanza acercádose a la vivienda y llama a su
hermano Lyle, pero no contesta, lo vuelve a llamar y al no contestar Alvin
tuerce el gesto, pero se oye responder el nombre de Alvin, Lyle se al porche
con un andador, es un anciano como Alvin, este sube al porche y los dos
ancianos se miran de pie, Lyle le pide se siente, y los dos se sientan y se
miran estremecidos, Lyle mira hacia el cortacésped, y le dice <Has conducido
esa cosa hasta aquí para verme( con lágrimas en los ojos)?>, Alvin <Asi
es Lyle>, los dos en silencio emocionados, sin un abrazo, pero enervándote el
vello, la cámara se eleva hacia las estrellas del cielo, mientras se oyen los
embriagadores acordes de la música, la imagen parece adentrar en el espacio
mientras aparecen los créditos finales, los dos hermanos vuelven a mirar las
estrellas juntos, escalofriante.

Richard Farnsworth en su
última actuación a la edad de 80 años está Colosal, un Titán que se transmuta
en Alvin, su lenguaje corporal lento nos acongoja, el peso de las culpas y de
sus fantasmas interiores nos cala, su dolor brilla con luz propia, de una
mirada que te traspasa, de unos movimientos gestuales fascinantes, el modo tan
natural con el que fuma, su angustioso caminar, emiten un ser entrañable,
comprensivo, íntegro, noble, honesto, persona con mucho tormento en su mochila
pero con nada de ira por como lo ha tratado la vida, un tipo adorable, con una
voz que te embruja, con unos relatos que te hipnotizan y seducen, de una
miscelánea entre el sufrimiento espiritual y ganas de vivir, poseedor de un
rostro tallado a base del hacha de la vida, con un bigote que le aporta
majestuosidad, con infinitas arrugas que esconden hastío y dejan ver energía,
una actuación desgarradora, lacónica, reflexiva, penetrante, donde la
metamorfosis con el personaje es Sobrecogedora, y es que el actor aprovechó sus
deficiencias y taras, sufría una dolorosa artritis además de un cáncer de
hueso, le provocaba parálisis en las piernas, lo que provocaba admiración en el
equipo de rodaje, Soberbio. Richard Farnsworth tiene una historia peculiar,
nació el 1 de noviembre de 1920 (mismo año que Alvin) en Los Ángeles, trabajaba
como mozo de cuadras en un campo de polo en la ciudad angelina, en 1937, con 16
años comenzó su carrera como extra como jinete en films como Las aventuras de Marco Polo con Gary Cooper, trabajó de doble para entre otros Gary Cooper, Kirk Douglas, Henry Fonda, Montgomery
Clift o Steve McQueen, en films como “Un
día en las carreras”, “Gunga Din” o “Spartacus”, hizo apariciones sin acreditar
en films como "Lo que el
viento se llevó “, “Río Rojo”), “The Wild One”, o “Los diez mandamientos “, hasta 1963
no se le dio crédito como actor, participando mayormente en films del oeste,
asimismo apareció en la mítica serie “Raices” de 1977, llegó a ser nominado al Oscar como secundario por “Llega un jinete salvaje y libre” en 1979. Estando e
retirado del cine en 1999 David Lynch le ofreció el papel de su vida, Alvin
Straight, que tomó por admiración al personaje y por el que sería nominado al
Oscar a mejor actor. En la década de los 90 fue diagnosticado con cáncer de
próstata, tras lo que llegó el terminal cáncer de hueso, que le dejhó
parcialmente paralizado, y que se refleja en “The Straight Story”, provocándole
gradualmente no poder caminar, el 6 de octubre del 2000, un año después de
haber estrenado su epílogo como actor decidió que él era el amo y señor de su y
lo sería de su muerte, y no una enfermedad, se disparó una bala mortal en su
cabeza en su rancho en Lincoln (Nuevo México).
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Alvin Straight |
Alvin Straight nació en
Scobey (Montana) el 17 de octubre de 1920, viviendo en Laurens (Iowa), Se casó con Frances Beek el 17 de octubre de 1946 en
Scobie, Montana. Se mudó con su
esposa Frances y su familia en Lake View, Iowa en 1973, allí trabajó como
obrero. Era un veterano de la Segunda
Guerra Mundial, donde sirvió como
soldado de primera clase (PFC) en el Ejército de los Estados Unidos y en la Guerra de Corea. Fue
padre de cinco hijos y dos hijas. En el
verano de 1994 con 73 años emprendió una travesía épica en una cortadora de
césped John Deere de 1966, la misma que describe el film, para visitar a Henry,
su hermano de 80 enfermo por un accidente cerebro vascular, Alvin no veía bien
por lo que no tenía carnet de conducir, por lo que utilizó este lento vehículo,
al que colocó un remolque cargado de gasolina, un equipo de camping, ropa y
comida, cruzando Iowa y Wisconsin en la cortadora de césped a velocidad máxima
de 5 millas por hora, el viaje duró seis semanas, llegó a mediados de agosto
junto a su hermano, tras esto Henry se mudó a Iowa para estar cerca de su
hermano. Alvin murió a causa de una
dolencia cardiaca el 9 de noviembre de 1996 a la edad de 76, una cortadora similar a la que había utilizado en su
viaje acompañó a su cortejo fúnebre al Ida Grove
Cemetery.

Sissy Spacek realiza una
labor formidable, un rol al que dota de ternura, entrañabilidad, autenticidad,
sabe hacernos llegar con sencillez su tormento interior. Destacable
también es el nimio pero aprovechadísimo papel de Harry Dean Stanton, no se puede
hacer mejor y emocionar más en menos tiempo, Grande.
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David Lynch |
Una Obra Maestra que gana en
cada visionado, y sigue emocionándote con esta Épica oda a los héroes
cotidianos, un canto a los pequeños placeres de la vida, así como una loa a la
Familia. Fuerza y honor!!!
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