ÉXTASIS (1933)
101/14(13/04/25) Sugestivo
melodrama checoslovaco, famoso por ser el primero en el que en un film
convencional aparece un desnudo integral de mujer (lo que le causó graves
problemas con la censura en muchos países), en este caso de la sensual Hedwig
Eva Maria Kiesler (en USA mutó su nombre a Hedy Lamarr), ese rol a sus 19
núbiles años le sirvió a la actriz vienesa para ser fichada en 1937 para
Hollywood. Dirige Gustav Machatý, que me ganó para su causa con el sugerente
drama “Erotikon”, dodne ya demostró su empatía por la mujer, mostrándola como
dueña de sus deseos no atados a la falsa moralidad imperante. Aquí un relato
cargado espíritu vanguardista en la visión empoderada de la mujer, una mujer mostrada
con deseos, con iniciativa sexual, y ello mostrado con un gran gusto visual,
con secuencias de un vigor y modernidad vigorosas.
Eva (Lamarr) y Emil (Zvonimir
Rogoz) se casan. La noche de bodas decepciona a Eva: Emil es mezquino y frío. A
largo plazo, la prosperidad que le ofrece no puede compensar su crueldad
psicológica. Ella regresa a la casa de sus padres. Su padre no comprende su
decisión, pero la deja ir. Eva y Emil se divorcian. Un día, cuando Eva sale a
montar a caballo y se baña en un estanque, su caballo se escapa junto con su
ropa. Desnuda, ahora se dispone a buscar su caballo y su ropa. Adán (Aribert
Mog), un ingeniero que está construyendo una línea ferroviaria cercana, atrapa
el caballo y lo conduce hacia ella. Eva queda impresionada por su actitud
empática y servicial y ambos se enamoran.
Además del virginal
desnudo (se produce durante un intento de la protagonista de hacerse con sus
ropas, dejadas sobre un caballo durante un baño en un lago), hay una valiente
secuencia del acto sexual en que la exhibe el rostro en primer plano de la protagonista
en pleno Éxtasis. Film Film que a pesar de realizarse en la era del cine sonoro,
es casi mudo, pues hay unos escasos diálogos, notándose que el director está
incómodo con estos, se desenvuelve mejor en la expresividad de las imágenes, en
la expresividad de sus protagonistas, ejemplo notorio de esto es su rush
inicial, toda una lección de cómo decir muchísimo líricamente sin palabras, el
deseo contenido que se cuece en el interior de ella, frente a la apatía de él,
cual si fuera impotente o gay, solo así se puede explicar su comportamiento.
Una narración con claros toques expresionistas propicios del cine soviético en
unas tomas de la naturaleza, los cielos nublados, las moscas siendo atrapadas
por papel, o los caballos (en clara simbología de sementales) que en la edición
se entremezclan con rostros humanos dando una trascendencia telúrica a los
personajes, ello con toques oníricos formidables. Remarcados por una serie de
close-ups sobre objetos que enfatizan emociones a flor de piel.
El arranque resulta
cautivador en cómo sin palabras se expone la insatisfacción sexual de la joven
chica ante la desidia del esposo de mediana edad, ello en pequeños gestos de
tedio ante lo que no llega. Para luego en una fenomenal edición de días juntos
ir proyectando el hastío de ella ante el asentimental y frígido marido. Para
ante la fuerza y coraje de ella abandonarlo, este matrimonio (que no sabemos
cómo se originó), es una prisión para ella, y lo deja. Con ello Eva se
encontrará en su Paraíso particular donde cual primera mujer bíblica del
Génesis se encontrará desnuda con su Adam en forma de bien parecido joven de
seductora sonrisa. En este encuentro pastoral evocador en el campo, hay un
momento en que ella ve la diferencia entre Adam y su ex esposo, cuando Emil
mató un insecto que le molestó y Adam lo que hace es liberarlo. Es la
representación de la Naturaleza como el Edén, donde la carnalidad es lo
predominante, el goce de la vida a través del placer sexual. Que tiene su
eclosión en esa noche tormentosa en que Eva ‘acalorada’ decide dar el primer
paso y lanzarse esclava de sus deseos carnales, y tendremos ese rostro de ella
en pleno orgasmo ida. Luego la película entrará en una sub trama un tanto
sobrante, quizás queriendo moralizar, donde aparece el ex esposo y se produce
la catarsis en una secuencia espléndida de tensión e intensidad con Emil
forzando su auto a toda velocidad llevando de pasajero a un Adam que no sabe quién
es realmente el piloto. Para llegar al rush final donde ella tiene el dilema
moral que hacer con su vida tras lo sucedido. Y tendremos otro de los mantras
del director, al menos por lo visto en “Erotikon”, como son los trenes con
locomotoras de vapor. Para desembocar en un epílogo desconcertante, aunque lo
que es la imagen final que empieza sobreimpresionada resulta muy bella y
poética.
Se le puede achacar la
simpleza de la historia, muy plana, un triángulo romántico sin aristas, todo
sucede de forma muy lineal; Tampoco su ritmo es del todo fluido, pues tiene
secuencias y tramos que se estiran demasiado; Así como su rush final resulta
desconcertante, parece sacado de otra película con mensaje al orgullo por el
trabajo del campo, muy en la onda de Eisenstein, no pega con lo visto hasta
entonces.
Hedy Lamarr borda su papel con un candor y fuerza vital que traspasa la pantalla, empatizas con su padecimiento, con su efervescencia juvenil, su erotismo nos desborda, maravillosa. Hedy Lamarr belleza del cine de los años 30 además era científica aficionada, dedicándose entre otras cosas a desarrollar la técnica de comunicaciones entre submarinos, con los años se convirtió en nuestro wifi. ; Zvonimir Rogoz está notable en su papel de tipo aburrido superado por la situación, su rostro durante el trayecto flash en coche es aterrador, así como su escena final; Aribert Mog como el guapo Adam derrocha alegría de vivir a través de su envidiable sonrisa con la que parece que se pueden superar cualquier problema, dueño de una expresividad sutil en como seduce, muy bueno.
Rush final: El día en
que Eva y Adán quieren viajar para escapar del “pueblo”, Emil aparece en la
granja de su padre para pedirle a Eva que regrese. Ella lo rechaza. De camino a
casa se lleva a Adam con él en el coche. Basándose en un collar con el que
juega pensativamente, Emil se da cuenta de que está conduciendo al hombre que
Eva ama. Luego parece querer correr con el coche hasta su muerte. En el último
segundo frena en el paso a nivel delante del tren que se aproxima. Adam coloca
al sorprendido Emil en la misma posada donde espera a Eva. Los dos celebran su
amor con champán y baile. Su delirio termina con el suicidio de Emil, quien se
quiebra bajo el peso de que su vida es para él. Sin sospechar nada, Adam se
apega a los planes de viaje. Él se queda dormido en el andén mientras esperan
el tren y Eva se va sola. En las tomas finales, vemos a Adán mirando con
nostalgia a los hijos de un extraño, sus expresiones faciales ambiguas, y a Eva
amamantando y jugando con un niño pequeño; Este final puede ser abierto a
interpretaciones. Puede que Eva se sintiera culpable del suicidio y con ello
renunciara a su amor, que causó la tragedia. O que simplemente quisiese
mantenerse libre de hombres y criar a su hijo (no sabíamos estaba preñada),
sola, como mujer adelantada a su tiempo.
La película, producida
por Slavia Film, con sede en Praga, era predominantemente muda. Las escenas de
cine mudo se rodaron a principios de octubre de 1932 en los estudios Schönbrunn
de Viena, mientras que las pocas escenas de cine sonoro se produjeron en alemán
entre el 15 de septiembre y el 3 de octubre de 1932 en los estudios AB
Vinohrady de Praga. Las tomas exteriores se filmaron en agosto de 1932 en
Eslovaquia y en los Cárpatos ucranianos checoslovacos.
Tal audacia de desafiar
la moralidad que asfixia los impulsos naturales le costó a la pobre Hedy en su
vida real ser vendida por sus padres como una yegua a un magnate obsesionado
con ella que la mantuvo encerrada y la celó como un cancerbero, persiguiendo
las copias de “Éxtasis” para impedir que otros viesen desnuda a su prisionera.
Hasta que con suerte y ardides ella pudo escapar del degenerado fantoche.
Turbadora película que
elevó a Hedy a niveles de mito Sexual Universal. Sumado lo bueno y malo me da
un notable. Gloria Ucrania!!!
Tras la asistencia de un periodista vaticano a una proyección en el Festival de Cine de Venecia, el Papa Pío XI denunció la película en el periódico vaticano. Como resultado, ninguna distribuidora italiana adquirió los derechos de distribución. En Alemania, la película fue prohibida y solo se estrenó en 1935 con escenas editadas. En Estados Unidos, la Legión Católica de la Decencia la consideró moralmente objetable y la condenó en 1933, convirtiendo a Éxtasis en una de las primeras películas extranjeras condenadas por la Legión.
Hedy tuvo una vida de película: Atraído por esa película, el magnate de la industria armamentística Friedrich Mandl (proveedor de armas para Hitler y Mussolini) arregló con sus padres un casamiento, por lo que Lamarr fue prometida en matrimonio en contra de su voluntad. Lamarr se refirió posteriormente a esa época como de auténtica esclavitud. En 1937, Lamarr por fin escapó de Mandl. Durante su enclaustramiento mantuvo una relación sentimental con su asistenta que le sirvió para obtener la ayuda necesaria para escapar. En una rocambolesca historia de amor, Lamarr consiguió la infraestructura necesaria para preparar un plan de fuga completo y escapar para siempre de las garras de su marido. Se deslizó por la ventana del baño de un restaurante y huyó en automóvil hasta París, seguida de cerca por los guardaespaldas de su marido. La versión que ella misma cuenta en su autobiografía es algo diferente: administró un somnífero a su asistenta y pudo salir de su casa disfrazada de ella (la había contratado hacía poco justamente por parecérsele físicamente). De esta manera, pudo llegar a la estación de tren y viajar hasta París; A comienzos de la Segunda Guerra Mundial, ella y el compositor George Antheil desarrollaron la patente de un sistema de guía por radio para torpedos.
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