jueves, 19 de noviembre de 2015


LA SEMILLA DEL DIABLO.

Resultado de imagen de rosemary's baby 1968 filmUna fascinante y subyugante Obra Maestra de Roman Polansky, considerada por muchos como la mejor cinta de terror del Séptimo Arte. Polansky dirige y guioniza con brillantez basándose casi literalmente en el best-seller de Ira Levin, “Rosemary’s baby”, fue su primera realización en USA y lo hace entrando por la puerta grande, es su segunda cinta perteneciente a su particular trilogía, “Apartamento”,  que inicio con “Repulsión” (1966), la tercera sería “El quimérico inquilino” (1976), saga de terror psicológico que tiene como punto en común a un protagonista que vive en un apartamento y se ve acuciado por fuerzas siniestras. El film te atrapa desde el inicio, tejiendo una telaraña que se va cerrando poco a poco alrededor de la protagonista y que la asfixia, haciendo Polanski con su ambientación sintamos lo mismo, en un increscendo dramático-sofocante glorioso, para desembocar en uno de los Finales Míticos del Cine, auténtico “Akelarre” de sentimientos turbadores. Una historia que nos habla de temas universales y atemporales, sobre todo con marcado acento feminista en el estudio de la ansiedad del embarazo, sobre la creación de vida y del síndrome de soledad en la que se sumen muchas, llegando en algún caso a la paranoia, pueden ver enemigos por todos lados, el marido, el ginecólogo, los amigos, las medicinas que toma, se nos habla de la perdida de fe, de la religión, de la esperanza en algo mejor, del egoísmo, de la avaricia, de la codicia, y más. Fue un gran éxito taquillero con un presupuesto de 3,2 millones $ recaudó más de 33 millones en USA, además de obtener loables críticas y varias nominaciones a premios.

Resultado de imagen de rosemary's baby 1968 filmEl popular productor Robert Evans compró los derechos del libro antes que se publicara, gracias al consejo del director William Castle (cameo como hombre que espera mientras Rosemary está en una cabina teléfonos) , realizador  de films de terror de bajo presupuesto, el estudio le dejo producirlo pero no dirigirla. Evans era un entusiasta de la filmografía europea de del polaco Roman Polanski, y pensó en la novela como vehículo para su debut en USA, utilizó una artimaña, sabiendo que Roman era un gran aficionado al esquí, le mandó dos el guión de “El descenso de la muerte” y el libro “Rosemary’s baby”, Polanski se leyó el libro de Levin en una noche, llamando a Evans a la mañana siguiente para decirle quería adaptarlo al cine dirigiéndolo y guionizandolo, libreto que es fiel a rajatabla a la novela, incluso en detalles como el vestuario. Polanski quería de protagonista a Tuesday Weld o su actual novia Sharon Tate, pero Evans quería a alguien de más tirón comercial, e impuso a Mia Farrow, con solo un  papel en cine de secundaria e “Batasi” (1964), pero muy en boga por su personaje de Allison MacKenzie en la popular serie tv americana  “Peyton Place” y  por su reciente boda con Frank Sinatra, el famoso cantante exigió a Mia renunciar a su carrera cuando se casaron, amenazando en medio del rodaje con los papeles de divorcio, la actriz pidió a Evans liberarla del contrato, el productor la convenció para se quedara mostrándole una hora del metraje rodado, y asegurándole conseguiría un Oscar por su papel, se quedó, al final no sería ni nominada. Robert Redford fue la primera opción para el rol de Guy, rechazó la propuesta, Jack Nicholson se consideró brevemente antes que Polanski sugiriera a John Cassavetes. Para los papeles de vecinos de la tercera edad Polanski buscó a actores veteranos clásicos de Hollywood, Ruth Gordon, Ralph Bellamy,  Sidney Blackmer o Elisha Cook.


Resultado de imagen de rosemary's baby 1968 filmPolanski construye un entramado de atmósfera malsana que va ahogando a la desdichada protagonista, la va oprimiendo, impregna de claustrofobia climática sofocante los fotogramas, todo bajo el complejo punto de vista de Rosemary, un estudio de personaje penetrante, mujer embarazada con la que no sabremos a ciencia cierta cuál es la verdad, no sabemos si es su confusa imaginación bajo la angustia de estar en cinta la que crea este mundo de paranoia, o si por el contrario es real, nos sumiremos con ella en un submundo de tientes pesadillescos, poblado por seres de apariencia cándida pero que pueden esconder la pura maldad, monstruos con rostro ordinario, derivando en un thriller psicológico Antológico. No es un film de susto, de gore, o artificios maniqueos, es una cinta de calado emocional, que explora en lo cotidiano para sacar de ello el tormento mental, lo hace dosificando la información, haciendo cundir la desorientación en el espectador, aturdiéndolo por momentos, ello encauzado hacia un clímax final sublime. Manejando de modo extraordinario el director el suspense, la intriga, el misterio, haciendo se fuerte en la sugerencia, sin mostrar, jugando deliciosamente con la insinuación, el fuera de campo, potenciando lo que no vemos a través de las reacciones de los que lo ven, provocando la inquietud. El realizador amasa con su poderío visual un creciente aire denso, cuasi-irrespirable, explorando la ambigüedad moral de los personajes, lo hace con un ritmo sereno y fluido, haciendo que te cale de modo intenso su ambiente patológico. Todo con una espléndida delineación de personajes, con diálogos ingeniosos, incisivos, mordaces, y todo regado de un cínico humor negro.

Roman Polanski es un director que gusta de tratar al espectador como persona adulta, no nos da las situaciones masticadas y deglutidas, permite que este al tener que pensar el porqué de lo que ha pasado se involucre más en la historia, como el armario movido por el pasillo, la misteriosa muerte de Terry Gionoffrio, la cena con los Castevet, la desaparición del guante de Hutch y más. El director polaco saca gran partido del co-protagonista del film este turbador edificio de apartamentos, lugar lúgubre, lleno de secretos,  avejentado, rebosante de misterio, una especie de inframundo impenetrable.

Resultado de imagen de rosemary's baby 1968 filmUno de los temas importantes que se trata es el de la religión, se enfrenta el catolicismo en el que ha sido educada Rosemary frente al paganismo de la magia negra, de la invocación del mal, como este se puede esconder tras rostros inofensivos, como no tienen que tener cuerno y rabo, pueden ser el vecino de al lado, como el mal puede incrustarse en personas con dudas, volubles, faltas de fe, vemos en los sueños-pesadillas de Rosemary que fue a colegios religiosos, esto contrapuesto al vacío espiritual de la sociedad contemporánea, este hueco de fe puede ser cubierto por otras creencias manipulables que prometan riquezas eternas a cambio de “solo” tu alma. Durante el film se gotean elementos referentes como que el relato acontezca durante la visita del papa a Nueva York, los “tiernos” vejetes vecinos arremeten contra el papado, las referencias al Nacimiento de Jesús, la (ficticia) portada de la revista Time, "God is dead", cuadros con catedrales en llamas,... y más. Asimismo se juega con los paralelismos con el cristianismo, en el hecho de que el Anti-Cristo al igual que Jesús no será engendrado por el esposo de la madre, si no que este será padre putativo.

Resultado de imagen de rosemary's baby 1968 filmMia Farrow está brillante con un personaje lleva todo el peso de la trama, ella es el epicentro, es nuestros ojos y oídos, emite fragilidad, debilidad, soledad, angustia, tormento, frustración, desorientación, mujer atrapada en una telaraña sin escapatoria, encarnación empatizable, nos sentimos como ella un cordero rodeada de lobos, ayudada por su endeble aspecto físico que vemos se va degradando a medida que pasa metraje, su rostro va palideciendo, su cara va adelgazando, contrarrestado esto por vestiditos minifalda de floridos colores chillones para destacar su enclenque cuerpo, acentuado esto por el peinado cortísimo (supuestamente Vidal Sassoon), que como bien he leído la emparenta con la mártir Juana de Arco. John Cassavetes realiza un buen trabajo, dejando entrever sutilmente su egoísmo, quizás le falta algo de desarrollo para sepamos sus motivaciones, o quizás esto hubiera ido en detrimento de la magia de misterio de la narración. Ruth Gordon está magnífica como la entrometida vecina de Rosemary, una actuación que destila naturalidad, vitalidad, una enérgica labor que le valió el Oscar a la actriz secundaria tras cuatro nominaciones. Sidney Blackmer resulta una carismática presencia, infunde personalidad, una regia actuación que desborda elegancia y finura en su oralidad, es una víbora con piel de dulce ancianito. El veterano Ralph Bellamy demuestra en su poco tiempo en pantalla sus enormes dotes para la interpretación, dejando aura de grande.

Resultado de imagen de rosemary's baby 1968 filmLa puesta en escena resulta prodigiosa, con un manejo de los elementos memorable, con un diseño de producción formidable de Richard Sylbert (“El Graduado”, “Chinatown” o “Atrapado por su pasado”), con ese evocador exterior del edifico Dakota, con esos sombríos interiores (en estudio) del Bramford, destaca asimismo el diseño de vestuario de Joan Joseff (“Psycho”, “El padrino”, “Piratas del Caribe”) que hace resaltar a una Rosemary de rostro y físico pre-cadáver,  y esto realzado por la esmerada fotografía de William A. Fraker (“Bullit”, “La leyenda de la ciudad sin nombre” o “El cielo puede esperar”), con toques fantasmagóricos, jugando con las sombras, con la semioscuridad, con la luminosidad, con toques surrealistas en las pesadillas de Rosemary, con muy expresivos planos subjetivos, con sensibles primeros planos, y todo envuelto en la sensacional música del polaco Krzysztof Komeda (“Un cuchillo en el agua”, “Cul de sac” o “El baile de los vampiros”), que adorna con una enervadora nana los momentos claves, para llegar a ponernos el vello de punta con la conjunción de imágenes, música y las situaciones.

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Resultado de imagen de rosemary's baby 1968 filmResultado de imagen de rosemary's baby 1968 filmResultado de imagen de rosemary's baby 1968 filmMomentos recordables: Su inquietante inicio con la trémula música (nana) de Krzysztof Komeda, la cámara hace lento acercamiento a Manhattan por su bello skyline, se fija en un singular edificio de reminiscencias góticas y se acerca a la pareja protagonista; La cena deRoemary y Guy con los Castevet, Rosemary está en la cocina con Minnie y desde allí ve el salón, escucha pero no ve a su marido y al anfitrión Roman, que están charlando allí, lo que se ve es humo de fumar (señal del humo del Averno), una vez todo destapado todo caes en la cuenta que es allí donde Guy vende su alma al diablo por el éxito como actor; El tremebundo tramo de la violación satánica, cumbre del horror, con un montaje delirante se mezclan de modo pesadillesco imágenes caóticas, recuerdos de la infancia, el Akelare de viejos desnudos a su alrededor, sonidos extraños, colegios religiosos, un brazo diabólico que la acaricia y araña, tremebundo, la lucha entre las dos “religiones” en la mente perturbada de Rosemary; La fiesta de fin de año donde dejan caer una “endiablada” pista de las intenciones de la gente que rodea a Rosemary, al grito de  <Por 1966! El año 1!>, supongo que algo tiene que ver el 66, aunque le falta otro 6; Cuando Rosemary llama a Donald Baumgart, el actor que se ha quedado ciego y que fue sustituido por  Guy, la voz que se oye al otro lado del teléfono sin verse es la de Tony Curtis, Mia Farrow no lo sabía, pero le era conocida la voz, aunque no daba con su dueño, esto provocó confusión en Mia, emoción que pretendía Polanski; Cuando Rosemary se sabe rodeada por enemigos y decide huir, su imagen de mujer embarazada, frágil, tan poca cosa, arrastrando una maleta, cruzando demente el tráfico le confieren una imagen de estremecedora soledad, paradójicamente en una urbe masificada como Nueva York, todo imbuido por la electrizante música; Tras contarle Rosemary al Dr. Hill su historia, él dice creerle y le dice espere en una salita, al rato se abre la puerta y aparecen Guy y el Dr. Sapirstein, impactante; El desasosegante tramo del parto, provoca dolor su angustiosa recreación; Y uno de los momentos que han entrado en el Olimpo de los Más Grandes Finales de un Fuilm del Séptimo Arte, cuando a Rosemary le han dicho que el bebé murió en el parto, ella no lo cree, estando sola mira en el sospechoso armario, ve que entra luz del otro lado, es el apartamento de los Castevet, descubre es una puerta, coge un cuchillo y la abre, por el pasillo haya cuadros satánicos, como el de una catedral en llamas, llega al salón de los Castevet y allí hay un grupo de gente charlando y en el centro una cuna-moisés vestida de tul negro, los presentes la ven atemorizados, ella se acerca a la cuna, sobre ella una cruz invertida, ella observa el interior y su rostro es un poema (de terror) queda petrificada ante lo visto, hace al espectador se forme su propia imagen del “bebé”, tras esto ella se sienta horrorizada, Roman Castevet se le acerca cual serpiente del Paraíso, sibilino él cuenta lo que esperan de ella, que cuide al “bebé”, ellos son ancianos y no están preparados, ella escucha aterrada, pero tras unos densos segundos se levanta, se acerca a la cuna y lo arrulla con una sonrisa enternecedora, escalofriante.

Resultado de imagen de rosemary's baby 1968 filmHay una escena que con la perspectiva del tiempo resulta muy llamativa, tras la “extraña” noche que pasa Rosemary, esta se despierta arañada en su costado, su esposo Guy le dice de modo despreocupado que ha tenido relaciones sexuales con ella mientras estaba inconsciente, lo que se llama una violación, tema que se banaliza, pues de ello no se habla más, ella lo acepta sin darle mucha importancia, resulta estremecedor pensando lo que pasó años después, en 1977, que fue acusado de abusar de una menor con 13 años en la casa de Jack Nicholson.  

Resultado de imagen de rosemary's baby 1968 filmCuriosidades: Se rodó una escena que al final se elimino, Rosemary asistía a una obra de Broadway y allí se encontraba con Joan Crawford y Van Johnson, interpretándose a sí mismos; Rosemary dice que el corte de pelo cortísimo que se hace es por el estilista Vidal Sasoon, en realidad era por exigencias del personaje de la serie en la que trabajaba, “Peyton Place”; Mia Farrow era reacia a realizar la escena en la que vaga por en medio de la calle sorteándola coches que le pitan, y es que el tráfico era real, no estaba preparado, Polanski la convenció diciéndole que al verla embarazada (en realidad acolchada) nadie la golpearía,  la hizo, además nadie quería coger la cámara que la acompañaría entre los autos, tuvo que cogerla Polanski; Hubo una secuela en 1976, “Que pasó con el bebé de Rosemary”, de Sam O’Sheen (montador del film original), Patty Duke interpretó a Rosemary y Ruth Gordon repitió papel de Minnie Castevet, asistimos a la evolución de un adulto Adrian; En 2014, la NBC lanzó un remake miniserie de  4 horas con mismo título, con Zoe Saldana como Rosemary y Jason Isaacs como Guy, trasladando la acción y el rodaje a parís, dirigiendo la polaca (como Polanski) Agnieszka Holland.

Resultado de imagen de rosemary's baby 1968 filmSolo le encuentro una mini tara, y se lo quiero achacar a algo que se perdió en la mesa de montaje, y es que en un momento del film Guy le pide disculpas a Rosemary por su frialdad y distanciamiento hacia ella, esto es algo que no se ha mostrado mínimamente en el relato, es algo que de buenas a primeras se nos cuenta, reitero que algo se ha perdido en la edición, una gota de agua en un océano de maestría.


En conjunto queda una Obra Maestra del Cine, uno de los hitos del género de terror, que además deja un poso fulgurante. Fuerza y honor!!!

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