DRÁCULA. (1931)
La más famosa versión del
mítico Conde Drácula es esta de 1931, la que más ha influido en posteriores
revisiones vampíricas, sobre todo en la imagen Icónica del Conde por parte de
la encarnación del húngaro Bela Lugosi. Film al que el tiempo no le ha hecho
bien alguno, avejentándolo en mucho. Destacable sobre todo por el tramo que
acontece en los Cárpatos, imbuido de gran expresionismo gótico, transmitiendo
ambiente lúgubre, pero una vez se traslada la acción a Londres el guión se
convierte en confuso, no se saben las motivaciones del Conde, se establecen
relaciones de la nada, no se sabe por qué Drácula tiene un comportamiento al
parecer caprichoso, no se entra mínimamente en la psique del vampiro, es así y
punto, no se aborda su melancolía, es malo y punto, quedando muy superficial.
No hay acción alguna en el film, todo muy plano, siendo muy triste su final por
lo anticlimático, carente de emoción alguna. El desarrollo y puesta en escena todavía
está muy influenciado del cine mudo, con tramos de bastantes silencios, con
actuaciones muy teatrales, con algún intertítulo.
Arranca en los Cárpatos
húngaros, hasta allí llega en diligencia el agente en bienes raíces Renfield (Dwight Frye), va a reunirse con el Conde Drácula (Bela Lugosi), los
lugareños advierten al agente del peligro que es este Conde, Renfield no hace
caso y se desplaza al hogar de este extraño tipo, vive en un decrépito
castillo, la intención de Drácula es comprar una abadía (Carfax) en Londres. También
tienen importancia en la historia personajes como el Dr. Van Helshing (Edward
Van Sloan), el Dr. Seward (Herbert Bunston), la hija de este Dr., Mina (Helen
Chandler), su novio John Harker (David Manners), y la amiga de Mina, Lucy
Weston (Frances Dade).
En 1922 ya se hizo la primera
versión del libro del irlandés Bram Stoker (1897), la germana “Nosferatu” de
Murnau, que alteró el nombre al no poder adquirir los derechos de la novela,
quedando una de las cimas del terror gótico. Esta versión de Tod Browning no es
una adaptación del libro exactamente, deriva de una versión libre para el
teatro británico de 1924, escrita por Hamilton Deane, cuando se estrenó en
Broadway fue un gran éxito. Carl Laemmle fundó la Universal en 1915 y desde
entonces deseaba llevar al cine “Drácula”, para ello adquirió legalmente los
derechos de la novela, pretendía hacer una gran superproducción muda al estilo
“El jorobado de Notre Dame” (1923) y “El fantasma de la ópera” (1925),
pero el proyecto se fue atrasando y llegó la “Gran depresión” que afectó a la
Universal. Laemmle barajó como vampírico
protagonista a Paul Muni, Chester Morris, Ian Keith, John Wray, José Schildkraut, Arthur Edmund Carewe y William Courtenay. El actor húngaro Lugosi era el Drácula de
la obra de teatro en Broadway, por suerte para él, la obra se estaba
representando en Los Angeles cuando se estaba gestando el film, y Lugosi
presionó con fuerza para conseguir el rol, lo obtuvo en parte a sus bajas
pretensiones monetarias, $ 500 por semana, en 7 semanas de trabajo, $
3.500.
La adaptación de la obra de teatro es del guionista John L. Balderston (films de los 30 como “Frankenstein”, “La momia” o
“El prisionero de Zenda”), la cinta te atrapa en su inicio por su fascinante fuerza
visual, todo el segmento en el Borgo, pero cuando llega a Londres, cuando el
argumento debe desarrollarse se produce un decaimiento de la historia bajando
enteros, haciéndose las motivaciones muy borrosas, indefinidas, con
comportamiento caótico de los personajes y sobre todo del vampírico Drácula,
las situaciones se suceden de forma errática (no se sabe por qué viaja a
Londres, por que se encapricha de una mujer u otra, por que se dan unas
relaciones de la nada, y mas), no hay atisbo de emoción, ni sentimientos, ni
calado, ni ritmo narrativo, ni mucho menos miedo, este pudo aparecer en su estreno,
hoy día produce nostalgia cinéfila, a lo que se añade un tramo final que da
bajón de lo atropellado que resulta, estimula bien poco, se le ha anulado
cualquier mínima señal de romanticismo, de ese halo melancólico de la soledad, y esto no se lo puedo ni debo achacar a la
supuesta bisoñez de estar en los años 30, pues nueve años antes, en 1922,
Murnau creó una Apoteósica cinta de terror, que esta si ha aguantado el paso
del tiempo. Este es un film que hay que pasar por el filtro de lo añejo, darle licencia
de ser precursora en algunos aspectos del mítico vampiro, pero su calidad
cinematográfica está muy por debajo de su fama.
De lo más interesante, sobre todo por la época es el
subtexto erótico en comunión con el terror, el ataque a la yugular de Drácula
puede ser visto como una posesión carnal, abraza a sus víctimas antes de
chuparlas, creando una conexión íntima de fluidos de claras reminiscencias
sexuales de la fornicación, al fin y al cabo los colmillos pueden ser vistos
como un símbolo fálico, Drácula posee cuando sus “objetivos” se han rendido a
su sugestión.
Las actuaciones denotan
histrionismo, este proveniente todavía del cine silente donde las emociones se
debían transmitir sin palabras, con gestos. Bela Lugosi es el Drácula por
antonomasia, carismático, con una siniestra presencia, con su cabello negro
azabache peinado hacia atrás, con su mirada penetrante, sus orejas puntiagudas,
su lento caminar, su habla cuasi-cadavérica proveniente de su marcadísimo
acento centroeuropeo, aguantando en implacable silencio sombríos primeros
planos, con pocos diálogos, taciturno, intenso, creando una figura popular
mítica en la Historia del cine, tanto como la de Charlot. Este personaje marcó
para lo bueno y malo su carrera, se le enquistó de tal manera el rol que
terminó creyéndose su papel, su creación ha influenciado durante décadas a
todos los muchos Dráculas posteriores, Frank Langella,
Louis Jordan y sobre todo el de la Hammer, Chistopher Lee, su vida en sus
últimos años estuvo marcada por las drogas, yendo a aparar en su último trabajo
con el mítico Ed Wood (el conocido como el peor director de cine de la
historia), con el que estaba rodando en 1956 “Plan 9 del espacio exterior”,
cuando murió (esto aparece en el film de Tim Burton “Ed Wood”). Lugosi era muy
conocido en Hungría cuando viajó en 1921
a USA y sin conocer Inglés y obtuvo
papel principal adaptación teatral Drácula, aprendido parte fonéticamente.
Dwight Frye resulta una vigorosa presencia, sobreactuado pero muy divertido en su
delirio, su personaje tiene mucha más importancia que en la novela en
detrimento de Harker, el actor quedo encasillado en secundario de films de
terror, aparece entre otros como jorobado Fritz en el Frankenstein de este mismo año, en “La novia de Frankenstein”, “El hijo de Frankenstein”, “El fantasma de Frankenstein” o “El Hombre Lobo”. Edward Van Sloan está muy bien en su
cazavampiros, manteniendo un duelo de miradas esmerado con Lugosi, con
alocuciones sobre sobre los vampiros aterradoras, salió, al igual ¡que Lugosi
de la obra de teatro. David Manners como Harker
resulta bastante desangelado. Helen Chandler es una mujer
florero sin alma, así como Frances Dade. Herbert Bunston
como el dr. seward es otra actuación bastante liviana.
La puesta en escena muy
teatral, rodándose toda en interiores, con marcados decorados en los pocos
exteriores, con un muy expresionista diseño
de producción de John Hoffman (“Boom Town”) y Herman Rosse (“The Emperor
Jones”), viniéndose arriba en el castillo de Drácula, donde la fotografía del
germano Karl Freund (“El Golem”, “La última risa” o “Metrópolis”) es
fundamental para crear un ambiente claustrofóbico, jugando con la
semioscuridad, con suaves movimientos de cámara, con travellings emocionantes,
al aprecer Freund quería dar más toques originbales al film perro Browning y su
conservadurismo se negaron, se dice que buena parte del film es dirigido
realmente por Freund, que Browning se tomó la relaización con bastante
“distanci”, que bien puede ser un director no acreditado, este cargo lo asumió
oficialmente un año después en otro film de terror, “La momia” (1932). No fue
compuesta una banda sonora para el film, por decisión del director para que
fueran los efectos de sonido los que enfatizaran las emociones en vez de la
música aunque se oyen melodías, una en los créditos iníciales, un extracto de
“El Lago de los Cisnes” de Tchaikovsky y cuando
Drácula va al teatro se escucha de fondo un tema de Wagner, “Los maestros cantores de Nuremberg” y otro
extracto de Schubert "Unfinished Symphony".
El film fue estrenado
originalmente con 85 minutos de duración, siendo reeditada en 1936, siendo dos
escenas cercenadas del montaje original, era el prólogo, uno similar al de
“Frankenstein” (producción del mismo año, estrenada poco después que esta), en
el que Edward Van Sloan (Van Helshing) hacía una entradilla a la historia a
modo de tranquilizar a la audiencia y alertar sobre lo que iban a ver, y que no
les provocara pesadillas, Van Sloan advierte que <Realmente hay cosas tales
como vampiros!>, este prólogo fue retirado en la reedición por miedo a
ofender a grupos religiosos, ya que esto podría entenderse como alentar el
paganismo y lo sobrenatural.
Curiosidades: La muchacha que
pronuncia el primer dialogo al comienzo es Carla Laemmle, sobrina del productor;
Los clásicos colmillos de Drácula no aparecen en todo el film, nunca se ve
morder a nadie, tan solo se sugiere, y únicamente se ve sangre cuando Renfield
se corta una yema del dedo; Las escenas a bordo del buque Vesta con la violenta
tormenta son en realidad de otro film de la Universal, “El Interruptor Tormenta” (1925).
En la cultura popular y en el libro de Stoker la
primera parte de la historia acontece en Rumania, en la región de Transilvania
en la cordillera de los Cárpatos, pero en este film este segmento transcurre en
Hungría, puede entenderse como una deferencia al protagonista Lugosi que era
natal de allí, pero la realidad es otra, y es que al parecer el mito de los
vampiros proviene de país magiar, fue un profesor
Universidad Budapest, contó a Stoker la historia de Drácula una tarde lluviosa
en Londres, de hecho situó el relato en Transilvania, región mayoritariamente
poblada por descendientes de húngaros.
En los primeros tiempos del
cine sonoro se estiló producir versiones de sus films en otros idiomas (aún no
se había inventado el doblaje),se utilizaban los mismos decorados y vestuario,
Browning filmaba su film de día y el director George Melford rodaba de noche su
versión en castellano, con protagonizada por Carlos Villarías de Conde Drácula, esta versión
estuvo décadas desaparecida, hasta que en la década de 1970 se encontró y
restauró.
Spoiler.



Momentos recordables: Lo mejor
es su primera parte, todo el tramo en los Cárpatos, un carruaje con pasajeros a
toda prisa para llegar antes de la noche a la posada, es la temida Noche de
Walpurgis, en la posada los lugareños crean una figura terrorífica de Drácula,
ante su nombre se estremecen, hablan que es un vampiro chupasangre que vive con
sus temidas novias, Renfield lo achaca a supercherías y continua viaje, tras
esto vemos el castillo de Drácula, tras ello una imagen de las catacumbas de
este en el que hay varios ataúdes, hay un lento travelling hacia uno de ellos y
la tapa se mueve saliendo una serpenteante mano, tras esto de los otros ocurre
lo mismo, entonces hay una icónica toma del Conde Drácula de pie hierático
mirando a cámara, vemos a sus tres novias de blanco satén moverse lentamente
por el decrépito lugar, Drácula se dirige a las escaleras, tras lo que lo vemos
en un pescante de una diligencia en medio de la nada, Renfield llega en otra
allí, se baja y pregunta si el un enviado del conde, Drácula con un ademán silencioso
le señala se suba a su carruaje, se sube, hay un espectral recorrido a toda
velocidad en principio, en medio del viaje se asoma Renfield al exterior y ve
anonadado que nadie hay en el pescante, ve siniestramente los caballos son
guiados aparentemente por un murciélago, ello por un paisaje escarpado y montañoso,
tras esto la llegada al castillo, para el carruaje, se baja Renfield y ve nadie
hay en el pescante. Entra en el castillo, un enorme salón gótico de apariencia
abandonada, semiderruido, con ramas entrando por los ventanales, de altísimos
techos, con enormes ventanas con cristales rotos, por los que se ven volar
murciélagos, polvoriento, rebosante de telarañas, e incluso con armadillos,
Drácula le recibe en una gran escalera con un candelabro como luz, el conde se
muestra amable, y mientras le guía a su habitación es capaz de atravesar una
gran telaraña sin rozarla, Renfield la rompe con su bastón y ve a la gigante
araña huir, Drácula mira sonriente a su invitado y le dice <La raña teje su
tela para cazar a la mosca incauta. La sangre es la vida, Sr. Renfield>; Ya
en el dormitorio de Renfield este charla con Drácula cuando Renfield se corta
la yema de un dedo, brotándole sangre(la única que aparece en el film), Drácula
la ve y se pone en modo depredador acercándosele furtivamente, cuando de
Renfield cae de su bolsillo un crucifijo que hace cubrirse al Conde; Le ofrece
el Conde de cenar y el noble le comenta a su invitado <Nunca bebo...
vino>, frase original del film; se va Drácula del dormitorio de su invitado
y Renfield parece sentir un sofoco, se acerca a un ventanal y lo abre, el
jardín está en niebla y de él aparece un murciélago, Renfield termina desmayado
y aparecen la tres novias de Drácula hacia el cuerpo, del jardín llega Drácula
que con un gesto echa de allí a sus novias, se van y él se inclina sobre el
cuello del invitado, y antes de que le hinque los colmillos fundido a negro y
ya estamos en barco maldito; El film posee algunas dosis de humor goteado por
el metraje, destacaré dos notas, cuando Harker pregunta a Van Helshing que
podría haber causado las dos marcas en el cuello de Mina, de pronto se oye una
voz fuera de plano que dice <El Conde Drácula>, la cámara se mueve y
vemos a una criada que anuncia la visita del Conde, el otro chistoso momento es
cuando el empleado del sanatorio charla con una enfermera sobre la gente que
les rodea <Todos están locos, excepto tú y
yo, y a veces tengo dudas de usted>; El duelo de mentes entre Drácula y Van Helshing,
intentando el primero doblegar la voluntad del segundo, este tras aturdirse
algo termina sacando un crucifijo salvador; La única muestra de la melancolía
interior de Drácula es cuando dice sentidamente <Morir, estar realmente muerto, debe ser excepcional. Al hombre pueden
aguardarle peores cosas que la muerte>; Drácula es invitado por Mina entra en su
dormitorio cuando le abre su ventana, este se le acerca y se cierne sobre ella
para morderle el cuello de una pasiva Mina; Cuando en el exterior de la casa de
Mina Drácula llama mentalmente a Mina, esta sale de su habitación y se dirige
en silencio al Conde, cuando llega a este, Drácula la envuelve siniestramente
en su capa;
En conjunto me queda una
sobrevalorada y a la vez enternecedora muestra por lo ingenuo y cándido del
cine de “terror”, con un arranque muy sugestivo pero este dura 18 minutos,
hasta que se llega a Londres y el argumento desbarra. Fuerza y honor!!!
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