jueves, 19 de noviembre de 2015



EL SUBMARINO.

Resultado de imagen de das boot 1981El germano Wolfgang Petersen nos obsequió hace ya más de tres décadas el mejor film de submarinos de la Historia, uno de los mejores bélicos jamás rodados, una Obra Maestra del Séptimo Arte, una de esas películas que gana con el tiempo, mejora a cada visionado, te atrapa en sus diminutos metros cuadrados, te hace tener claustrofobia, angustia, zozobra, sofoco, una obra con claros tintes humanistas que hace empatices con los normalmente los “malos”, les da alma a los soldados que combatieron bajo la bandera nazi, intenta despojarse de etiquetas no hablando de política, solo aspira a ser un retrato de los horrores de uno de los Cuatro jinetes del Apocalipsis, La Guerra. En su momento fue la mayor superproducción de la R.F.A., con 32 millones de marcos alemanes, fue un éxito tremendo de público y crítica, nominada a 6 Oscars.

Comienza con la afirmación sobreimpresionada de que de 40.000 hombres que sirvieron en los submarinos alemanes durante la Segunda Guerra Mundial, sólo 10.000 sobrevivieron. En 1.941, en plena Segunda Guerra Mundial, tras una noche de fiesta, se hace a la mar del puerto militar de la Rochelle un submarino nazi, un U 96, su misión es hundir buques mercantes sospechosos de transportar mercancías al Reino Unido, ello por el Atlántico Norte. La nave es comandada por el capitán (Jürgen Prochnow), sin nombre en el film, a bordo sube el corresponsal de guerra teniente Werner (Herbert Grönemeyer), para hacer un artículo sobre la vida en el submarino, el jefe de máquinas es Fritz Grade (Klaus Wennemann).

Resultado de imagen de das boot 1981Es la adaptación de la novela homónima de Lothar-Günther Buchheim, inspirándose en sus propias memorias como corresponsal de guerra, Buchheim era un oficial en propaganda de la unidad de la Kriegsmarine en la WWII, corresponsal de guerra que escribía sobre sus experiencias en dragaminas, destructores y submarinos, también hizo dibujos y tomó fotografías. Como zur Leutnant Ver en el otoño de 1941, se unió al Kapitän leutnant Heinrich Lehmann-Willenbrock y su tripulación del U-96 en su séptima patrulla en la batalla del Atlántico. Sus órdenes eran fotografiar y describir el submarino en acción. A partir de sus experiencias escribió una historia corta, “Die Eichenlaubfahrt”, Lehmann-Willenbrock fue galardonado con la Cruz de Caballero con hojas de roble. Buchheim puso fin a la guerra como un Oberleutnant zur See. En el film el alter ego claro de Buchheim es el corresponsal teniente Werner. Buchheim intentó primero en 1976 que Hollywood adaptará su libro, se barajaron directores, e incluso se llegó a elegir a Robert Redford como el capitán, al fracasar lo llevó a su país, con un guión para seis horas de metraje, le compraron los derechos, pero su guión fue rechazado, al final fue guionizado por el propio realizador. Buchheim estuvo bastante en contra de la versión final, atacándola por su falta de realismo, incluso arremetió contra ella por que su obra era antibélica y el film lo tildó de glorificar y mitificar la vida en los submarinos.

Resultado de imagen de das boot 1981Hay tres versiones distintas del film: La teatral con la que se estrenó en los cines en 1981, la versión para televisión de 1985, en que se convirtió en una serie, y el montaje del director de 1997, en cada una la duración varía; La teatral dura 149 minutos, la que fue nominada al Oscar; La versión para serie televisión, tres episodios, dos de 105 y otro de 98 minutos, 308 en total, en 1987 se rehízo en serie de 6 capítulos de 52 minutos, en esta versión hay un narrador en off  en la persona del teniente Werner; El montaje del director de 1997, una versión restaurada en imagen y sonido, es de un metraje de 208 minutos, se anula la voz del narrador en off, esta versión es la que Petersen quiso se estrenara en cines en 1981, pero los productores la vieron demasiado extensa para ser comercial.

La versión que yo comento es el “Director´s cut”, de 49 minutos más que la que se vivió originalmente en cines, una versión más rica en matices y en profundidad que la primigenia, se le da más cancha a los secundarios para desarrollarse, se les da un fondo por el que conectar mejor con ellos, hablan de sus amores, ilusiones, esperanzas, algo que en la versión teatral queda algo más desdibujado por falta de tiempo, con lo que nos sentimos más inmersos en el sufrimiento de este submarino.

Resultado de imagen de das boot 1981El film se convierte en una fascinante aventura, una oda al compañerismo, al sentimiento del deber, al infinito espíritu de supervivencia del ser humano en las peores de las condiciones, a la valentía, emparejándose la tripulación de 50 estos sufridores a una especie de Santos Job incrustados en las entrañas de esta ballena de acero y remaches, una bestia que es a la vez su tumba y su salvación, un grupo de personas confinadas en un angosto habitáculo de 10mx150m, ahí nos sentiremos inmersos en un tsunami de emociones trémulas. La ambientación resulta Colosal, creando un icono por el que a partir de entonces se miden las cintas de este subgénero, te hace sentir uno más de la tripulación, padeciendo la claustrofobia de las estrecheces, la angustia ante el terror que no ves, sientes el pánico a la muerte, la desesperación, la falta de aire, la humedad, la atmósfera opresiva, el hacinamiento que te provoca sensación de hedor, el agobio, esas luces de colores que te ponen en alerta, los sonidos que te martillean, nos sentimos como pez en lata, con esas visiones del medidor de profundidad como baremo de que conforme baja más cerca estamos de la muerte, estos elementos nos hacen estar en permanente tensión, donde su extenso metraje se pasa sin darte cuenta, y es que el director maneja con maestría los tiempos de cada tono, con diálogos inteligentes, con situaciones creadas de modo fluido. Wolfgang Petersen quiso lanzar un mensaje humanista en contra de la guerra, aquí no hay buenos o malos, solo unos soldados en guerra donde su victoria es sobrevivir y para ello su sentido del deber es acabar con el enemigo antes de que lo haga este, dijo el director que veía la historia como un viaje a la locura para mostrar la realidad de la guerra en que somos testigos de la terrible vida en interior de submarino.

Resultado de imagen de das boot 1981La humanización que se hace de los soldados alemanes fue muy polémico en su momento, la tripulación se abstiene de hacer cualquier alabanza a Hitler o su ideario nazi, no hablan de política, en sus uniformes apenas se distingue iconografía nazi, no hacen el saludo nazi, apenas vemos un par de veces la bandera gamada, e incluso hacen chanzas riéndose del Fuhrer y Goebbels, esto hace que el espectador se aleje de la tópica, demoniaca y fanática imagen del desalmado soldado nazi, hay quien dice que esto es irreal, pero es sabido que en el ejército germano además de radicales hitlerianos había también caballeros, hay muchos casos. Son militares haciendo lo que deben, no se atisba maldad alguna, lo más cerca que están de esto es cuando dejan a heridos ingleses varados tras hundir un petrolero, pero esto lo entiendo yo como algo pragmático, no pueden alojar a nadie en el U, incluso se nota desazón en el capitán cuando se aleja de los náufragos.

El elenco actoral pasó una semana de entrenamiento intensivo para poder adaptarse a los fluidos movimientos por los estrechos pasillos y escotillas del submarino, los actores tuvieron prohibido en el verano antes del inicio del rodaje tomar el sol, así como durante la filmación se tuvieron abstener de salir a la luz solar, ello con el fin de tomar la palidez veraz de una tripulación submarina, así como 10 días antes de comenzar la producción no podían afeitarse, en los U era costumbre no afeitarse para ahorrar agua potable.

Resultado de imagen de das boot 1981La tripulación es un excelente dibujo de personalidades con sus aristas, dudas, ilusiones. Siendo el amo absoluto un extraordinario Jürgen Prochnow, carismático, taciturno, reflexivo, hastiado, nada autoritario, impone su mando con serenidad, figura paternal en la que su tripulación confía ciegamente, la viva estampa del sentido del deber, aunque lo cuestiones, maravilloso. Klaus Wennemann está sobresaliente en su rol de ingeniero jefe, con esas miradas y como escucha a sus máquinas, en una química tremenda con esas máquinas y sus movimientos acompasados, fenomenal el realismo que transpira. Hay más, como el único oficial que se considera del partido nazi y del que se ríen, o el marino con una novia francesa embarazada.

Resultado de imagen de das boot 1981Resultado de imagen de das boot 1981La puesta en escena es uno de sus pilares más sólidos, vital para transmitir emociones, con un impresionante diseño de producción de Rolf Zehetbauer (“Cabaret”, “La historia interminable” o “Enemigo mío”), consiguiendo hacer gran protagonista al submarino, un ente que parece tener vida propia, respira, se mueve,  sufre, agoniza, se pavonea, son creados dos en Múnich a escala 1:1 para la producción, uno para escenas en el exterior del mar, que se movía con un pequeño motor, se dividió en tres partes, se llevaron al puerto de la Rochelle, donde fueron montadas, durante la filmación de la tormenta el submarino se partió en dos y se hundió en el puerto, el barco vuelto a montar a partir de partes recuperadas y nuevas, este naufragio fue aprovechado para la escena final en que se hunde el “submarino protagonista”, se le añadieron cables y bisagras que al soltarlos fue tragado de modo veraz por el mar. El otro submarino fue para los momentos en interior, copiado fielmente, 55 metros de largo, el original es de 67 m., la diferencia estriba las puntas frontales no accesibles, y no necesarias para la filmación, la obsesión del director por la veracidad le llevó a exigir que hasta los tornillos fueran los mismo que los utilizados en los referidos U-Boat de la WWII, teniendo de consultor histórico a Hans-Joachim Krug, que fue primer oficial en el U-219, esta maqueta montada a 16 pies del suelo para simular inclinaciones de hasta 45 grados, esto gracias a un motor hidráulico, este interior se encuentra en la Ciudad del cine de Bavaria, es accesible a visitantes. Asimismo hubo varios modelos más pequeños para filmar a distancia, el único submarino superviviente del rodaje construidos de acuerdo a los planos de submarinos que hayan en el Museo de Ciencia e Industria de Chicago. La maqueta de la Torre de mando es colocada en un tanque de agua para simular los momentos en el exterior, ello cuando no hace falta se vea toda la nave. El único superviviente original de este tipo de submarinos VII C, 995, se encuentra en Kiel en el Mar Báltico Laboe. Lorient es el puerto de submarinos en la novela, La Rochelle / La Pallice es el elegido para el rodaje, su aspecto había cambiado mucho menos en décadas que Lorient.  La cubierta para submarinos todavía estaba en buen estado, muchos artefactos, incluyendo contenedores de torpedos, se encontraron y se utilizan como accesorios en el rodaje,  algunas escenas de los modelos a escala reducida se realiza cerca de la isla de Helgoland, en el Mar del Norte,  el tramo en superficie que ocurre en el estrecho de Gibraltar se rodó en el Lago Constanza. Para la escena del ataque aéreo se manejan 200 extras franceses, y rodada para reducir costes en una sola toma.

Resultado de imagen de das boot 1981Fundamental para dar vigor, energía, y emoción es la cámara extraordinaria de Jost Vacano (“Robocop”, “Starship Troopers” o “Desafio total”), jugando con los tonos de color, apagados, tenues, metálicos, con esas luces lánguidas de emergencia, emitiendo tensión, inquietud, asfixia, haciéndonos sentir la presión de estar apretados por la inmensidad del agua, Vacano creó una especie minicámara steadycam, una cámara Arriflex portátil con giroscopio estabilizador, cámara en mano realiza vivaraces y estresantes travellings por los minúsculos pasillos del U, moviéndose a toda velocidad por estos de punta a punta, por escotillas, subiendo, bajando, Vacano se crea un traje acolchado de cuerpo entero para amortiguar los golpes mientras corre por el submarino, asimismo son destacables los contrapicados, los muy expresivos primeros planos, ello emitiendo al espectador calor, sudor, suciedad, óxido, humedad, insalubridad, formidable.

Resultado de imagen de das boot 1981El sonido es otro de los puntos fuertes, crucial para potenciar la tensión anímica, con los sonidos exteriores que marcan a fuego la inquietud interior, las cargas de profundidad, el punzante sonido del sonar, el crujido seco de los remaches saltando, el acompasado ruido de la sala de máquinas,  el jadeo de la tripulación en los tensos silencios, los golpes de agua en el exterior. Debido al ruido del motor de la hidráulica y la mala acústica en la filmación en el interior del U, se dobló todo el diálogo.

Excelente es la música compuesta por Klaus Doldinger (“La historia interminable” o “Palmetto”), una enfervorecida partitura con rasgos épicos, que mezclada con las impetuosas imágenes cuando sale el navío a la superficie te pone el vello de punta, se suman varios temas populares, la canción cantada por intérprete femenina en la barra al principio es "Mon Gars" interpretada por Rita Cadillac, canción que los marinos cantan en bar es "O du schöner Westerwald", se oye "Es un largo camino a Tipperary" cantada por el Coro Ejército Ruso, o el tema favorito del capitán, "J'attendrai" cantada por Rina Ketty, la canción que se escucha cuando al principio el U deja puerto es "Muss I Denn", o el tema que la banda toca al final al llegar el U a puerto es el “Erzherzog-Albrecht-Marsch”.

Spoiler:

Resultado de imagen de das boot 1981Resultado de imagen de das boot 1981Momentos recordables: La fiesta militar en el burdel de los marineros antes de partir, comienza con la meada grupal sobre el auto del capitán, en un increscendo hacia una bacanal caótica; La emocionante salida del puerto del U; El primer ataque a un convoy británico, los torpedos lanzados, no vemos nada, lo sentimos todo en primera persona, no vemos el exterior, y entonces el gato se convierte en ratón y el U es acosado por destructores ingleses, sumiendo en la zozobra de las cargas de profundidad al submarino; El ataque de pánico del ingeniero jefe, siendo un fenomenal retrato de cómo los nervios se pueden perder en las peores condiciones, incluso los más veteranos; Cuando emergen y ven a un petrolero al que han dado con sus torpedos que arde en medio del mar, el capitán decide terminar el trabajo y le lanza otro proyectil para se hunda, tras impactar comienza a ver marinos saltar desesperados del petrolero, se enerva por que nadie les ha salvado, los marinos británicos al tiran al mar nadando hacia el U y gritando desesperados, pero el pragmatismo del capitán le hace ordenar descender, no pueden alojar en sus estrecheces a presos, en su diario de navegación escribe <Ningún hombre estaba a bordo>; El tenso tramo clímax del film, cuando el U debe atravesar el Estrecho de Gibraltar, cuando este está atestado de buques de guerra británicos, emerge de las profundidades para ver entre la niebla a decenas de navíos enemigos, tras unos largos minutos es avistado y debe sumergirse, pero es alcanzado por una carga, yéndose sin control al fondo del mar en unos segundos eternos en que sentimos la presión del mar de modo agobiante, los pernos saltan, el agua comienza a colarse en el U, la angustia vital sacude a la tripulación, la falta de aire asfixia a todos, mientras los mecánicos trabajan contrarreloj para poder salir de allí, las dudas hacen que cunda el pesimismo, hasta que por fin el mecánico jefe comunica al capitán que las fugas de agua están taponadas, trémulo; Su descorazonador epílogo, con el U tras mil avatares salvados llegan a puerto, entonces el lugar es atacado por aviones británicos, un brutal bombardeo que hace decenas de heridos y muertos, además de daños materiales como el hundimiento del U protagonista ante la última mirada antes de morir del capitán.

Resultado de imagen de das boot 1981La cinta no fue del agrado del escritor del libro en que se basa Lothar-Günther Buchheim. Algunas diferencias reseñables entre el film y la novela: Puede la principal diferencia entre el libro y el film es que la obra literaria está contada a través de la perspectiva narrativa del corresponsal de guerra Werner, mientras en la película el punto de vista es el coral de la cámara que se mueve por toda la nave siguiendo a unos y a otros, nos lleva por la turbadora sala de máquinas o alguna toma exterior, con las fugas de agua y los posteriores trabajos de reparación, en la novela todo es sentido a través de este subjetivo narrador que al parecer está  en medio del submarino, y relata sus miedos y esperanzas mientras el caos y la tragedia se cierne constantemente sobre la nave; También se queja Buchheim del comportamiento de la tripulación, y pone como ejemplo la surrealista escena en que un marinero se viste de hawaiano y hace un extrovertido baile, aunque en la novela si aparece un marinero danzando desnudo en la proa de la nave; En el libro se habla mucho de sexualidad, de la abstinencia en la nave, hablan de sus fantasías sexuales,  En el libro salen del puerto de Saint-Nazaire, en el Loira –Mündung, en el film lo hacen del puerto de La Rochelle.


En conjunto queda una obra vital en el género bélico, además con el poco visto punto de vista alemán de la WWII. Fuerza y honor!!!

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