EL SUEÑO ETERNO. (1946)
Notable film de cine negro de
Howard Hawks, que en realidad es más de la Mítica pareja Lauren Bacall-Humphrey
Bogart, su segunda colaboración juntos tras saltar el romance y el escándalo
durante rodaje anterior de “Tener y no tener” (1944), Bogart estaba casado y su
affaire lleno ríos de tinta rosa, terminado al final Humphrey divorciado para
casarse con ella, él con 45 años y ella con 20 primaveritas, además fue la
segunda encarnación de un mítico detective de Bogart, tras su rol de sam Spade
en “El Halcón Maltés” de John Huston. Es la primera adaptación de la novela
homónima de Raymond Chandler de 1939 que guionizan William Faulkner (“Tener y
no tener” o “El largo y cálido verano”), Leigh Brackett (“Rio Bravo” o “El Imperio contraataca”) y Jules Furthman (“Rebelión a bordo” o “Rio
Bravo”), lo hacen poniendo el acento en los poderosos diálogos, en los duelos
interpretativos, en sugerencias subliminales sexuales, y potenciando la química
entre la icónica pareja, ello para mostrar una sociedad corrompida, podrida y
decadente. En 2003 el Philip Marlowe de Bogart fue elegido en puesto 32 de los
mejores héroes del cine por AFI. El problema del film es su alambicada trama
que deriva en una madeja confusa y en muchos casos impenetrable, provocado
quizás por una suma de elementos que juegan en su contra, como la censura que
hace que algunos aspectos se entiendan poco, al no poder mencionarse
explícitamente temas como la pornografía, las drogas o la homosexualidad, otro
elemento es que hubo dos montajes antes del estreno, en el definitivo se
suprimió una conversación que Marlowe tenía con el fiscal y que aclaraba mucho,
y otro elemento es una línea argumental más preocupada de la sustancia que de
aclarar la historia, así hay demasiados secundarios escasamente desarrollados y
que tienen peso en la historia, esto deriva en un caos. Por cierto, su título
hace referencia a unan alegoría a la muerte.
El protagonista es Philip
Marlowe (gran Humphrey Bogart) , un cínico detective privado, es contratado por
el General Sternwood (buen Charles Waldron), un anciano millonario postrado en una silla de ruedas, para
que pague una deuda de juego de su promiscua hija menor Carmen Sternwood (gran
Marth Vickers), a Arthur Gwynn Geiger, tiene como tapadera una librería. En la
mansión de los Sternwood conoce a Vivian Rutledge (gran Lauren Bacall), hija
mayor del General, que intenta sonsacarle el motivo de que su padre lo viera,
cree tiene que ver con la desaparición hace un mes de Sean Regan,
asistente-amigo del General. Marlowe sigue una tarde a Geiger hasta una casa,
oye un disparo y un grito femenino, encuentra el cadáver de Geiger y a Carmen drogada,
además de una cámara oculta sin carrete, lleva a Carmen a su casa. A la mañana
siguiente Vivian aparece en la oficina de Marlowe para mostrarle unas fotos
comprometedoras (contenido sexual) de Carmen, por los negativos han pedido un
dinero. Y el caso se sigue enredando más y más. Personajes con importancia
asimismo son Agnes Louzier (Darrin), asistenta de Geiger, Joe Brody (correcto
Louis Jean Heydt), un chantajeador, Eddie Mars (correcto John Ridgely), un
mafioso.
La cinta posee un inicio
sugestivo con una tremenda síntesis en pocos minutos te presentan a los
protagonistas mediante diálogos afilados, mordaces y punzantes que dejan claro
la personalidad de cada uno, Philip Marlowe entrando la mansión Sternwood,
tiene un encuentro turbador con la “pequeña” Carmen, en el que ella deja
constancia de su personalidad entre inocente y ninfómana, queda claro la fuerte
personalidad de Philip al resistirse hieráticamente a sus “cándidos” encantos,
tiene una productiva charla de trabajo con el general, un anciano que extingue
sus últimos días en un invernadero bochornoso, el sudor lo impregna todo, el
General y Philip conectan, hay química entre ellos, el anciano le pone al día
de la decadencia moral de su prole, al disponerse a salir queda tiene un
encuentro con la “mayor” de las Sternwood, Vivian, las chispas saltan entre los
dos con un diálogos explosivo de ingenio, y la mecha está prendida, nos ha
enganchado.

Howard Hawks desarrolla un ágil
thriller, sugestivo apoyándose en la composición de unos protagonistas muy
remarcados en su fuerte personalidad, rebosantes de cinismo y arrogancia,
haciendo que cuando estos tienen ententes las chispas saltan por medio de
diálogos sugerentes, mordaces, ambiguos, cargados de dobles sentidos sexuales,
sembradas las frases de un punzante humor inteligente. El director en
detrimento de su farragosa trama maximiza una visión pesimista de una sociedad
en descomposición, y en este marco promueve la impresionante personalidad de un
Philip Marlowe Titánico. Film que maneja con ingenio los elementos inherentes
al cine negro, personajes sarcásticos, resabiados, nihilistas, no con una femme
fatale, si no dos, presencia constante de la amoralidad, tiroteos, muertos,
situaciones turbias, corrupción moral (pornografía, drogas, juego,
promiscuidad) y edificación de una atmósfera opresiva en la que reina la
incertidumbre, el suspense y la intriga. Se adentra en un microcosmos de
decadencia moral, con asesinatos, comercio del sexo, chantajes o consumo de
drogas. La narración sucede íntegramente desde el punto de vista de Philip
Marlowe, sin voz en off como en la novela,
en todo momento el detective está presente, nunca sabremos algo más que
Philip, esto ayuda a identificarnos con él.
La puesta en escena resulta
por momentos asfixiante, esto acrecentado por rodarse totalmente en estudios,
no hay espacios abiertos, sucede de la mayor parte en ambientes oscuros,
nebulosos o lluviosos, potenciando la claustrofobia anímica de los personajes
esto derivado del buen quehacer de Carl Jules Weyl (“Robin de los Bosques” o
“Casablanca”), fotografiado con incidencia
en lo lúgubre por Sidney Hickox (“Juntos hasta la muerte” o “Al rojo vivo”),
otorgando profundidad y fluidez a la acción, y esto adornado por la notable
música de Max Steiner (“Lo que el viento se llevó” o “Casablanca”), canalizando
estupendamente las sensaciones.
Humphrey Bogart interpreta
con un carisma arrollador al irónico investigador, transmitiendo seguridad en
sí mismo, nihilismo, misoginia, cinismo, cimentando al prototipo de los
detectives privados, con su gabardina, sombrero de medio lado, media sonrisa, cigarro en la boca, y
lenguaje gestual brillante. Lauren Bacall desborda belleza salvaje con esa
mirada de ojos caídos, expresándose con
sagacidad, con mordiente sexual, y entre ella y Bogart una compenetración
Legendaria, saltan chispas de química, como cuando ella telefonea a la poli y
ella y él juegan con interlocutor divertidamente, notándose una naturalidad
fresca y magnífica. Martha Vickers como Carmen fascinante, una “Lolita”
que inunda la pantalla con una inocencia erótica ardiente, perturbador verla
chuparse el dedito cual niña traviesa. Está una Dorothy Malone que en sus pocos
segundos en escena empapa de vibraciones calientes con sus ademanes y lenguaje
procaz. Charles Waldron como el General deja huella, lo malo es su
desaprovechamiento, se echa en falta que aparezca en algún momento más.
Es un clamor popular que la
trama se convierte en un galimatías cuasi-indescifrable, y digo cuasi pues hay
exégetas que han encontrado la salida al laberinto (spoiler). Lauren Bacall en
su autobiografía cuenta: <Un día Bogie llegó al set y le dijo a Howard,
'Quién empujó a Taylor en el muelle? Todo se detuvo, nadie supo responder, Hawks envió a Chandler un
telegrama preguntándole si el chofer de los Sternwood, Owen Taylor, fue
asesinado o un suicidio, pero Chandler tampoco tenía respuesta.> Hay dos
personajes claves en la trama que ni los vemos y ya están muertos, Sean Regan y
Owen Taylor, al parecer el puñetero código Hays tuvo que ver en esto pues en la
novela quedan claros los asesinatos pero como en ese tiempo en el cine el crimen debía tener
castigo por mor del código Hays el relato se vuelve borroso, el desarrollo se
torna críptico, entonces entra en acción la mente de Marlowe que muy por
delante nuestra, actuando de modo que a veces se nos escapa.
También le encuentro el
defecto de no haber lugar para un villano definido, un antagonista
tridimensional y con personalidad, y no un desfile de malos desdibujados y sin
fondo, haciendo desequilibrado el conjunto final en el aspecto de hacia dónde
va el relato, pues los enfrentamientos de Marlowe quedan algo indefinidos
contra sombras de malvados vagamente expuestos.
Momentos recordables: El
tramo inicial antes comentado; El encuentro sensual entre Marlowe y una
vendedora de libros (encantadora Dorothy Malone); La incursión de Marlowe en la
casa de Geiger con todo el “pastel” destapado”; El breve pero intenso viaje de
Marlowe en el taxia de una chica que le deja una tarjeta para que la llame
cuando necesite, a ser posible de noche, pues entonces no trabaja; o unas
cuantas frases y diálogos:
Frases y diálogos memorables:
Vivian: Ha ido demasiado
lejos, Marlowe.
Marlowe: Duras palabras para
un hombre, especialmente cuando está saliendo de su dormitorio.
Vivian: Bien, hablando de
caballos, también me gusta apostar. Pero antes miro como corren. Si arrancan de
salida o desde atrás. Descubro sus particularidades. Que los hace correr.
Marlowe: Lo descubrió?
Vivian: Creo que sí.
Marlowe: Adelante.
Vivian: No le gusta que lo evalúen.
Le gusta arrancar fuerte, abrir camino, tomarse un respiro y volverse a casa.
Marlowe: Tampoco a usted le
gusta la evaluen.
Vivian: Nadie lo ha hecho aún.
Sugerencias?
Marlowe: No puedo hablar sin
ver antes como corre usted. Tiene cierta clase, pero no sé hasta dónde puede
llegar.
Vivian: Eso depende del
jinete. Siga Marlowe. Me gusta su estilo. Lo está haciendo muy bien.
Marlowe: Hay algo que no
adivino.
Vivian: Que me hace correr?
Una pista: Con azúcar no. Ya lo intentaron.
Marlowe a una mujer: Tenga
calma. No abofeteo muy bien a estas horas de la noche.
Marlowe: Quítenle el biberón.
Ya es bastante mayorcita.
Marlowe: General, tenga
cuidado con su hija. Ha intentado sentarse sobre mis rodillas cuando estaba de
pie.
Vivian: Así que eres un
detective privado. No sabía que existieran, excepto en los libros. O bien que
eran pequeños hombrecillos grasientos que husmeaban en los pasillos de los
hoteles. Dios, es usted un desastre, no cree?".
Vivian: <Hablando de caballos, me gusta jugar con ellos a mí mismo, pero me gusta
verlos trabajar un poco primero ver si son pilotos de cabeza o venir de atrás
... Yo te diría don.. . 't gusta ser clasificado Si te gusta salir en frente,
abre una ventaja, tomar un pequeño respiro en el tramo de vuelta, y luego
volver a casa libre .... "
Marlowe: <Usted tiene un toque de clase , pero yo no sé qué tan lejos puede ir
".
Vivian: <Mucho depende de quién está en la silla de montar".Lo que se
siente aquí es agradable a la vista de dos personas que están en el amor y
disfrutan jugando con los otros.>
Diferencias con la novela: En
el libro queda claro que el negocio de Geiger es la pornografía, siendo su
librería lugar donde se vendía clandestinamente este material. Geiger y su
ayudante Lundgren tienen una relación homosexual. En el final del film vemos a
Vivian en la casa de Eddie Mars con el apresado Marlowe, pues en el libro ella
no está allí, de hecho resulta bastante chirriante, es la esposa de Eddie la
que suelta a Marlowe, y Canino es ella y no a Vivian (en el film) a la que
utiliza de parapeto contra Marlowe. En el film Eddie muere baleado por sus
hombres confundiéndolo estos con Marlowe, otra situación forzada, Chandler en
su novela ni tan siquiera lo mata. El final en el libro acontece con Carmen en
unos campos petrolíferos, sensiblemente distinto al film, donde Carmen pierde
mucho protagonismo a favor del romance Vivian-Philip.
“Big Sleep” (1939) es la
primera de las siete novelas policiacas que el escritor Raymond Chandler
realizó protagonizadas por el detective Philip Marlowe, “El sueño eterno”,
“Adiós a mi preciosa”, “La ventana alta”, “La dama del lago”, “La pequeña
hermana” y “The Long Goodbye”,
curiosamente 6 de ellas han sido llevadas al cine, la única no adaptada aun es
la última … Philip Marlowe ha sido interprtetado por grandes actores a lo largo
de los años, George Montgomery, Robert Montgomery, Elliot Gould, Robert
Mitchum, James Garner, James Caan, y por supuesto Humphrey Bogart, el más
brillante.
El film fue
rodado en otoño de 1944, pero no fue exhibido hasta 1946, esto debido a que la
Warner tenía varios films en cartera sobre la WWII, y temía que con el final
del conflicto se perdiera el interés en el tema bélico, mientras “El sueño
eterno” resulta atemporal. Aún así hay elementos que denotan el momento de la
filmación, se ven fotos del presidente F.D. Roosevealt, vivo durante rodaje,
muerto cuando se estrenó, se ve a una mujer taxista, algo común durante la
guerra ante la falta de hombres para profesiones ordinarias, se ve en el auto
de Marlowe una pegatina en el lado inferior del copiloto con una “B”, señal de
racionamiento de combustible durante conflicto (8 galones de gasolina por
semana).
Charles K.
Felman era el agente de Lauren Bacall, y tras ver la primera edición del film
en 1945 no quedó satisfecho, pretendía se diera más protagonismo a su
representada, sobre todo ante las malas críticas recibidas en su último
trabajo, “Agente confidencial”, también se dice era porque Martha Vickers
ensombrecía a Lauren, Feldman aconsejó potenciar aún más los encuentros Bacall-Bogart,
el productor jack Warner accedió, rodando el director nuevas escenas, ejemplo
el sugerente diálogo de las carreras equinas (escrito por un sin acreditar
Julius Epstein), el final se volvió a rodar con Peggy Knudsen como la esposa de Eddie Mars, la actriz original, Pat Clark, no estaba
disponible. En este nuevo montaje se suprimió la escena entre Marlowe y el
fiscal que arrojaba algo de luz ante la espesa trama.
El código Hays
cercenó bastante de de la trama, lo referente al negocio de pornografía de
Geiger, la explícita homosexualidad referente a Lundgren y Geiger, en el libro
Carmen aparece en la casa de Geiger desnuda, esto fue sustituido
subliminalmente vistiéndola con un traje chino y sentada en una silla china,
elementos asociados a la lujuria sexual. En otro momento Carmen aparece en el
piso de Marlowe, en el libro aparece desnuda, en el film por supuesto está
vestida, pero sus ademanes sugieren deseo sexual, con mirada pícara y
chupándose sensualmente el dedo gordo, en nel primer montaje de 1945 esta
escena se eliminó, en el definitivo de 1946 se recuperó.
Posible solución
a la ambigua trama de asesinatos fuera de campo y con difícil motivación de
encontrar: Sean Regan fue asesinado por Carmen (en novela es así) al estar
celosa de que este prefería a Mona Mars, esposa de Eddie. Geiger fue asesinado
por el chofer de los Sternwood, Owen Taylor, este estaba enamorado de Carmen, y
al saber que Geiger la estaba chantajeando lo mató. Carol Lundgren mató a Joe
Brody en venganza por creer que este había asesinado a Geiger, se deja en
nebulosa, pero en la novela es porque es gay y está enamorado de Geiger,
Lundgren fue el que escondió el cadáver de Geiger, para tener tiempo para
recoger toda el material comprometedor del muerto. A Eddie Mars lo balean
letalmente sus 2 sicarios por equivocación, Sidney (Tom
Fadden) y Pete (Ben Welden).
Estas son
incógnitas que medio se sonsacan tras estudiar la trama, el asesinato que ni en
la novela queda muy claro es el de Owen Taylor, no se sabe quien lo hizo.
En conjunto
sumado lo malo y lo bueno me queda un notable film, con una pareja
Bacall-Bogart Antológica, que no es redondo debido a las taras descritas.
Fuerza y honor!!!
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