

EL GRADUADO.
 |
MIKE NICHOLS (6/11/1931 AL 19/11/2014) |
Tributo a
Mike Nichols.

El director nacido en Berlín el 6 de
noviembre de 1931 Michael Igor Peschkowsky, más
conocido como Mike Nichols, murió de un ataque al corazón el 19 de noviembre de
este año 2014 en Nueva York, con 83
años, fue un polifacético tipo que está entre un escaso grupo de
personas que han ganado el premio
Emmy (a la televisión, 2 veces por las series “Wit” y “Angels in America”), el Grammy
(por la música del disco “Una tarde con Mike Nichols y Elaine May”), un Oscar
(por “El graduado”), y el Tony Award (a
la dirección teatral en 4 ocasiones). Con motivo de su fallecimiento he
revisionado su más popular realización, fue su segundo largometraje y tocó el
cielo con este Mítico e Icónico film de finales de los sesenta, un estudio de
personajes a través de una sociedad aletargada, una feroz crítica a la
burguesía, y una magistral radiografía de la juventud sin rumbo, se hace un
fresco de ese momento crucial en la vida que todo chico debe elegir qué camino
tomar, todo ello mezclado con unos actores en estado de gracia, un Dustin
Hoffman divertidísimo, una Anne Bancroft sensual, una Catharine Ross
encantadora, y el cuarto protagonista, las canciones mágicas de Simon &
Garfunkel (ligados desde entonces a este film) el resultado fue una comedia
agridulce que supuso la más taquillera cinta del año. Una Obra que supuso una
bomba de relojería que explotó en escándalo en la anquilosada moral americana,
tratando un tema tan escabroso como un adulterio, producido entre una mujer
mayor que seduce a un joven de apenas 20 años. Retrata una familia americana
disfuncional, con infidelidades, doble moral, hipócrita, matrimonios que
duermen en diferentes habitaciones, materialismo, pragmatismo, casamientos de penalti,
divorcios, o alcoholismo son temas tocados en este fenomenal trabajo fílmico.
El escenario principal es
Pasadena en California, un chico de 21 años, Benjamin Braddock (gran Dustin Hoffman),
se acaba de licenciar en la Universidad, y sus padres de clase media-alta le
hacen una fiesta de celebración, Bejamin se nota incómodo, insatisfecho,
aburrido, desorientado, sin saber qué rumbo va a tomar su vida. En la fiesta la
señora Robinson (gran Anne Bancroft), de la que nunca sabremos su nombre de
pila, esposa del socio del padre del chico, le pide la lleve a su casa, su
marido no la acompañado, está jugando al golf, una vez en la casa de ella, esta
trata de seducirlo abiertamente, a lo que él responde con nerviosismo y
evasivas, hasta que llega el marido sin darse cuenta este de nada. Tras unos
días de tedio de Benjamin este decide llamar a la señora Robinson para quedar
en un hotel, el Taft, donde tras un prólogo delirante en el lobby, comienza
entre los dos una relación sexual que se prolongará, ella solo quiere sexo,
pero él anhela algo de calor humano. Se produce un giro cuando vuelve de los
estudios la hija de la señora Robinson, Elaine (buena Catharine Ross), los
padres de él organizan una cita entre Elaine y Benjamin, la señora Robinson
amenaza con revelar los suyo si sale con su hija, la situación está a punto de
estallar.
Los guionistas Calder
Willingham (“Senderos de gloria”, “Vikingos” o
“Pequeño gran hombre”) y Buck Henry (“Superagente
86”, “Trampa 22” o “Todo por un sueño”) se basan en la novela homónima de
Charles Webb (hace un cameo como empleado del hotel) de 1966, la escribió tras
graduarse en la universidad, inspirándose en sus propias experiencias. Se
ahonda en el despertar sexual de un joven introvertido y fuera de lugar,
alienado por un entorno que le insatisface, sobre el tedio que precede a la
rebeldía, sobre la grita generacional entre padres e hijos, se aborda mediante
un sutil coctel de comedia mordaz y de drama decadente, evoluciona en un tono
punzante, cómico, sardónico, por momentos hundiéndose en trazos de
existencialismo con el potente montaje en que encadenan la monotonía en la que
está sumergido Benjamin, un chico sumido en la infelicidad, en la desidia, en
la inercia, en el nihilismo, su relación meramente sexual con una vacía mujer
solo le reporta vacuidad, de pronto encuentra un objetivo en la vida, haya una
motivación, quizás porque le es cuasi-imposible conseguirlo, y se aferra a ella
como el centro de su existencia, la historia se convierte en una travesía del
despertar a la vida de Ben, en contraposición a una sociedad corrompida
moralmente, donde priman las falsas apariencias, la fachada que esconde
realidades decadentes. El guión nos deja unos diálogos frescos, incisivos, virulentos,
expuestos en medio de situaciones maravillosamente hiladas, con un delirante
simbolismo sensorial. Asimismo la cinta nos deja una fenomenal construcción de
secundarios en pocos trazos los padres de él nos quedan definidos en unos
rasgos exagerados de sobreprotectores, dejándonos jocosas situaciones. La película te atrapa ya desde su fascinante inicio
bajo los acordes del hipnótico tema “The sounds of silence” de Simon &
Garfunkel, que sientan como un anillo al melancólico relato.


La puesta en escena resulta magnífica,
sobre todo teniendo en cuenta que fue un film de bajo presupuesto, empezando
por un brillante diseño de producción de Richard Sylbert (“Rosemary’s baby”,
“Chinatown” o “Carlito’s way”), conjugando escenarios, la casa de Benjamin, el
hotel, la pensión en San Francisco, el buen uso del Golden Gate, la modernista
Iglesia, y esto embellecido por la espléndida fotografía de Robert Surtees
(“Ben-Hur”, “La última película” o “El golpe”), jugando con planos y
angulaciones prodigiosas, para el recuerdo eterno el plano bajo la pierna
flexionada de la Sra. Robinson y al fondo un subyugado Benjamin, o las
superposiciones alegóricas, o zooms vibrantes, o experimentando con el
teleobjetivo como en el tramo en que benjamín corre a la Iglesia, o tomas
subjetivas, o trémulos primeros planos, como en el momento traje de buceo, para
emitirnos lo extraterrestre que se siente Ben,
soberbio, y está la Colosal música, pocas veces en la historia del cine
unas canciones han estado más ligadas a un film, se ajustan al tono melancólico
del relato con el látex al cuerpo, un turbador canalizador de emociones, el dúo
Simon & Garfunkel fueron
atomizados universalmente con “El graduado”, Nichols y O'Steen utilizaban “The
sounds of silence” como estimulación para el montaje, pero el director ante el
gran soporte de emociones que era esta música cambió la música de Dave Grusin
por canciones del binomio, el productor Lawrence Turman (“Con el agua al
cuello”, “La cosa” o “American History X”), requirió a Paul Simon para otras 3
canciones para el film, para cuando casi terminó la edición solo había escrito
Simon otra, este objetó estaba muy ocupado de gira, entonces Nichols escuchó
una de las canciones sobre las que trabajaba Simon, era sobre la señora
Roosevelt y Joe DiMaggio, el director le espetó que ahora trataría de la señora
Robinson, pasando a ser el Mítico tema, la versión del film es algo distinta a
la que se publicó en el siguiente álbum de Simon & Garfunkel “Bookends”, el
dueto incluyó en el film 4 temas, “The sounds of silence”, “April Come She Will”, “Scarborough Fair” y “Mrs.
Robinson”, el disco de la BSO fue un tremendo éxito,
superando al “White álbum” de los Beatles, está la música de acompañamiento de
Dave Grusin (“Los fabulosos Baker Boys”), que queda opacada por las canciones
de la pareja. Esto realzado por el extraordinario montaje de Sam O’Steen (“La leyenda del indomable”, “Rosemary’s
baby” o “Chinatown”), que compone tramos rebosantes de un lirismo visual apoteósico,
con transiciones memorables, con elipsis que han marcado un antes y después.

Momentos recordables,
algunos nombrados ya, otros: El comienzo con la fiesta de graduación, vemos un
puñado de gente de mediana edad hablando de nada en particular, Nichols la
filma con primeros planos de manos, despersonalizando a los presentes, figuras
cuasi-decorativas para Ben, un chico que intenta escapar del lugar; El primer
tramo de seducción de la Sra. Robinson a benjamín, perturbador y delirantemente
divertido, como se entremezclan la picardía de ella con la ingenuidad de él,
que tiene su continuación en la primera cita en el hotel, desternillante, el
nervioso diálogo con el recepcionista, el momento en que entra en una
convención, la charla alterada con la Sra., ya en la habitación las dudas de
él, cabeceando la pared, hasta que las armas de mujer de ella lo socaban; El
Famoso plano mencionado entre la pierna de la Sra. Mientras Ben dice <Sra. Robinson, usted está tratando de
seducirme>; La conversación en la cama de la Sra. y Ben, él quiere saber
algo de ella, esta es reticente, al final de espaldas a él sabremos de su
infelicidad forzada por su embarazo, de gran hondura dramática; La cita de Ben
con Elaine, como empieza de modo megabrusco, con el siendo arisco, llevándola a
un Club de striptease, y derivando en enamoramiento; La confesión de Ben a
Ealine, rodada con una grandiosa maestría, con un plano sublime, Ben se lo
cuenta a Elaine, y tras ellos, entre medio de la puerta la cortante mirada de
la Sra., él es echado de la habitación y la Sra. está al fondo del pasillo
achicada por los acontecimientos, formidable; La tronchante charla de Ben con
sus padres a los que les dice sin anestesia que se va a casar con Elaine, para
al final decirles que no solo ella no lo sabe, es que ella le odia, una
minucia; El trepidante tramo finalque hace protagonista al alfa romeo rojo de
ben, y por supuesto a la música de Simon & Garfunkel, en una edición
frenética, siendo el clímax en la Iglesia, con un simbolismo supremo, primero
Ben gritando a través de un cristal para impedir se den el si Elaine y su
novio, los padres de ella se dan la vuelta y los vemos desde el punto de vista silente
de ben gritar salvajemente, Elaine lo ve y no se lo piensa corre hacia él, Ben
baja, los invitados le atacan, el se defiende con un crucifijo a modo de
estaca, salen del templo y ponen el crucifijo de cerrojo en la puerta, los dos
corren y se montan en un bus, se sientan en el fondo, agarrados de las manos,
mirando al frente y sonriendo, Antológico final.


Dustin Hoffman en su primer rol de importancia lo borda, transmite una
honda humanidad, muestra con veracidad su viaje iniciático, soportando primeros
planos que exponen el sinsabor de su mundo, en su relación con la Sra. nos deja
una gran candidez y torpeza, muy divertido, expresándose con tartamudeo y
gemidos, y conforme avanza el metraje crece su autoconfianza, cuando en su vida
tiene una meta por la que luchar. Anne Bancroft con un embrujador carisma, es
un volcán de sensualidad, demostrando adustez, aspereza, y a la vez un fino
erotismo seductor, moviéndose con mucha seguridad en sí misma, una narcisista
que maneja cual maestra de marionetas a Ben, pero que a la vez deja traslucir
fragilidad anímica, excelente, y entre ella y Hoffman una efervescente química.
Katharine Ross encarna con dulzura y mucha empatía a su Elaine, es la
contraposición angelical a su madre, una manipuladora perversa. Destacaría
entre los secundarios a Norman Fell, McCleery, el regente de la pensión que habita
Ben en san Francisco, un cascarrabias que ve agentes desestabilizadores en
todas partes.

La primera opción para la señora Robinson del realizador fue Doris Day, esta rechazó el rol por pudor en los desnudos, también lo rehusaron por diferentes motivos, Patricia Neal por acabar de recuperarse de un derrame cerebral, Geraldine Page también lo rechazó. Joan Crawford, Lauren Bacall y Audrey Hepburn quisieron el papel. También se pensó en la actriz francesa Jeanne Moreau, por lo de que la cultura gala se entiende en USA más liberal. Otras actrices barajadas fueron Ava Graner (rechazada por ser mayor, tenía 45 años), Claire Bloom , Angie Dickinson , Sophia Loren , Judy Garland , Rita Hayworth , Susan Hayward , Anouk Aimée , Jennifer Jones ,Deborah Kerr , Eva Marie Saint , Rosalind Russell , Simone Signoret , Jean Simmons , Lana Turner , Eleanor Parker , Anne Baxter, Shelley Winters o Angela Lansbury, hasta que se contrató a Anne Bancroft. Caso curioso fue el de Natalie Wood a la que le fueron ofrecidos los dos papeles, el de madre e hija, los rechazó. Para Elaine también el desfile de actrices fue numeroso, Patty Duke, Faye Dunaway (lo rechazó en favor de “Bonnie y Clyde”), Sally Field y Shirley MacLaine, Raquel Welch, Joan Collins, Carroll Baker, Candice Bergen, Goldie Hawn, Jane Fonda, Ann-Margret , Elizabeth Ashley , Carol Lynley , Sue Lyon , Yvette Mimieux , Suzanne Pleshette , Lee Remick , Pamela Tiffin , Julie Christie , o Tuesday Weld, hasta que se contrató a Catharine Ross. Para Benjamin se pensaron en actores como Robert Redford, Warren Beatty (al igual que Faye lo rechazó en favor de “Bonnie y Clyde”), Charles Grodin (lo rechazó por le pareció poco su sueldo), Brandon De Wilde, Michael Parks, Keir Dullea, Robert Duvall, Harrison Ford , George Hamilton, Albert Finney, Gene Wilder, Steve McQueen , Jack Nance, Anthony Perkins, Robert Wagner o Jack Nicholson hasta que se contrató a Dustin Hoffman. Para el escaso papel de Mr. Robinson se decidieron Gene Hackman, pero poco antes de comenzar a rodar Mike Nichols lo sustituyó por ser demasiado joven, se pensaron en actores como Marlon Brando , Howard Duff , Brian Keith , George Peppard , Jack Palance , Frank Sinatra , Walter Matthau o Gregory Peck, hasta que se contrató a Murray Hamilton. Para madre de benjamín la primera opción fue Susan Hayward, al final se le dio a Elizabeth Wilson. Para padre de benjamín se pensó en Yul Brynner, Kirk Douglas, Jack Lemmon, Robert Mitchum, Karl Malden, Christopher Plummer o Ronald Reagan hasta que se contrató a William Daniels .

Por ponerle alguna tara, se podría haber pulido algo más el
enamoramiento entre Elaine y Ben, queda algo liviano para que él se eche el
mundo a cuestas para conseguirla, también se echa algo en falta en la segunda
mitad a la Sra. Robinson, desapareciendo casi por completo.
Como curiosidades decir que la
pierna en primer plano del cartel anunciador del film no es de Anne Bancroft, ella
por trabajo no pudo estar presente en la sesión fotográfica, la bella pierna es
de Linda Gray, que años después se hizo famosa como Sue Ellen en la serie “Dallas”.
Según he leído la venta de plásticos aumentó en USA tras el estreno del film,
gracias según achacan a la popular frase <Una sola palabra, plásticos, plásticos>,
me resulta complicado creerlo. Asimismo aparece fugazmente Richard Dreyfuss
como un estudiante universitario.
Nos queda un
Clásico Imperecedero, Atemporal y Universal, que marcó una época. Fuerza y
honor!!!
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