viernes, 12 de agosto de 2022

 


Jersey Boys


Decepcionante drama musical del (no aquí) gran Clint Eastwood, que dirige y produce es te anodino y espeso film, realizado de modo monocorde, sin alma, sin gracia, sin más atractivo que escuchar temas musicales clásicos de la banda biografiada. El guion es de Marshall Brickman (habitual de Wooduy Allen en sus primeros trabajos: “El Dormilón”, “Annie Hall” y “Manhattan”) y Rick Elice, que adaptan su propio libreto de Broadway del musical jukebox homónimo ganador de 4 premios Tony de 2004 (incluido el de Mejor Musical), cuenta la historia del popular grupo musical “Four Seasons”, los miembros originales de la banda, Frankie Valli y Bob Gaudio (también compusieron la música de la película) actúan como productores ejecutivos. Historia de The Four Seasons y Frankie Valli (el rey del falsete), el cantautor y creador de las melodías del grupo Bob Gaudio, el bajista Nick Massi y el guitarrista y protegido de la mafia de aquel entonces Tommy DeVito, fueron verdaderos iconos de la música pop de los 60 en USA. Originarios de barrios conflictivos de Nueva Jersey, después de años de lucha y sacrificios impusieron un estilo muy personal, y en las listas de popularidad llegaron a superar a veces hasta a los Beatles, con sus canciones ligeras de mezcla de pop y soul (como la mítica "Can't Take My Eyes Off You"). Con infancias y adolescencias beligerantes se enfrentaron después al mundo de la farándula, que los desbordaba con el sexo, el alcohol, las drogas, y hasta la mafia. Cada uno de los cuatro actores principales, John Lloyd Young y Piazza, también está Erich Bergen como el compositor principal Bob Gaudio y Michael Lomenda como el bajista Nick Massi, se dirige a la cámara directamente, sus personajes nos cuentan cómo se sintieron acerca de un momento particularmente crucial en la progresión de la banda. Estas narraciones múltiples, a veces conflictivas, crean la expectativa de que Eastwood una vez más está alterando nuestra comprensión de nuestro pasado compartido.

 

Pero esto que puede tener potencial en manos del entonces octogenario (84 años) Eastwood se torna en una especie de trabajo que intenta imitar a Martin Scorsese, y hay naufraga ‘El manco’, pues Marti solo hay uno. Esos inicios retratando la vida en los 50 un barrio del extrarradio de una gran ciudad, con un tono ligero en reflejar los trapicheos, pequeños robos, pasadas por prisión cual si fueran unas vacaciones más, y ello mientras el narrador es uno d ellos protas que de vez en cuando rompe la cuarta pared para hablarnos directamente es muy scorsesiano, también esta ruptura es claramente obra del guionista Brickman, que ya lo hizo con Woody Allen en “Annie Hall”. Pero Clint adolece de la mala baba, de la perversidad, del sentido del humor negrísimo del cineasta de “Taxi Driver”. Pero es que además el relato tiene trazas de “Malas calles” (1973) en la relación que tiene Valli y Tommy, donde se pueden ver reflejados los roles de Harvey Keitel y Robert DeNiro, el sentido de la amistad llevado al extremo. Incluso se pueden ver elementos Scorsese en las viscerales discusiones maritales de Frankie y su esposa, tantas veces vistas en films como “Toro Salvaje”, “Goodfellas” o “Casino”. Pero si hasta se nombra a Joe Pesci! Pero repito, Clint no debe copiar lo que no sabe.

 

Es un film disperso, discurre a trompicones, con elipsis torpes y toscas, obra caótica en que no sabe que quiere ser de mayor. Una cinta con un devenir muy manido sobre el ascenso, éxito y caída en desgracia, donde por el camino asistimos a las fricciones típicas del tiempo juntos sobre el dinero, los resquemores, las muy rancias peleas conyugales porque el esposo está poco0 en casa (pero si está de gira!): Donde a pesar de la larga duración de más de dos horas, los protagonista resultan superficiales, nunca ahondamos en su interior, son clichés con patas, ojos y sobre todo boca para cantar  (el tímido, el ligón, el ambicioso, el mafioso...), son tan esquemáticos que nunca sabremos si realmente les apasiona cantar, si lo hacen potr devoición (en el rush final escuchamos a Franki decir que lo que su gran recuerdo es ellos cuatro tocando enm una calle nocturna bajo una farola, y esto no ha aparecido en el film, lo dicho, un caos), no sabemos si es un trabajo más, nunca los vemos ensayar, nunca les vemos disfrutar charlando sobre lo que hacen,  nunca oímos hablar de sus refrentes, nunca oímos hablar de sus coetáneos cantantes, es todo tan lineal, como difuso.

 

Comienza en plan de comedia gangsteril, para luego virar a estar en un musical donde realmente no sabemos bien como se ha formado el grupo, parece haber salido por combustión espontánea. Convirtiéndose en su avance en una mirada amarga hacia el éxito, este visto de refilón, nunca sentimos hayan triunfado, oímos han vendido millones de discos, pero esto parece provenir de la nada, ‘gracias’ a unos saltos temporales que parecen hechos por un enemigo, pues de la nada nos enteramos han vendido millones de discos, nunca tenemos esa sensación, y de la nada nos enteramos Tommy debe una millonada que no sabemos en que se los ha gastado, desaparece este de la escena, y hay un montaje horrible en que vemos la caída (aparentemente) del grupo tocando en garitos, donde parece cada vez les pagan menos, pero sin embargo pagan una deuda de seis cifras sin problemas, y entonces para que este montaje?

 

Como tenemos una atropellada relación de Franki Valli con su esposa, pasamos de la mejor escena del film, cuando Renee Marino como la pareja toma el control en un bar y lo manipula a su antojo, incluso le hace cambiar la Y final de su nombre por la I latina , pero la siguiente vez que la vemos está casada con ella y es una alcohólica irritante, y a la siguiente resulta que tiene una hija adolescente problemática  (Freya Tingley), todo me ha sido anárquico y sin poder empatizar mínimamente con los protagonista, a los que termina dando entre zero y nada lo que les pase.

 

Lo mejor del film es sobre todo para los melómanos, me refiero por supuesto a las pegadizas canciones del afamado grupo, pero esto, para mi no pasa de anecdótico, pues primero no están grabadas con seña alguna de identidad, la fotografía de Tom Stern y (el habitual de Clint desde “Deuda de Sangre” en el 2002, con cúspides como “Mystic River”, “Million Dollar Baby” o “Cartas desde Iwo jima”), la edición de Joel Cox (el habitual de Clint desde “Ruta Suicida” en 1977, con zenits como “Bird”, “Sin perdón” o “Banderas de nuestros padres”) & Gary D. Roach (otro habitual de Clint desde el 2008 con “El Intercambio”), resultan de esas que cubren el trámite sin chispa alguna. Mera funcionalidad, sobre todo en programas de tv (El de Ed Sullivan era el Icono)  alejada del buen gusto dramático del Clint de “Bird” (1988) en como enfocaba al saxofonista, aquí son cuatro imitadores que hacen buen play back de unos temas melodiosos, pero que no compensan la inanidad de una película olvidable. Escuchamos los grandes hits del grupo, “Sherry” (el comienzo de todo, en una hábil escena, aunque con Déjà vu, cuando la cantan al teléfono a Bob Crewe [correcto Mike Doyle] y este siente una epifanía), "Big Man in Town", "Big Girls Don't Cry" (tema que parte de modo un tanto cogido por los pelos de ver en tv un clásico de Billy Wilder como “El Gran Carnaval”, donde Crew en una escena comenta que ‘Las Chicas Duras no lloran’), "Walk Like a Man", "Dawn", "Rag Doll", "Cry for Me",  "Can't Take My Eyes Off You", o el muy sentimental (por a quien se dedica) “My Eyes Adored You”.

 

El inicio es un mal calco del Ray Liotta de “Goodfellas” (1990) hablando distendidamente a cámara (aunque Henry no hablaba a cámara [hasta el final], si era el narrador omnisciente), relatando los avatares de supervivencia en esos barrios delictivos, ello con humor, estamos en Nueva Jersey en 1951 en una comunidad italoamericana. “Si eres de mi barrio, tienes tres salidas: Podrías alistarte en el ejército. Podrías ser asaltado. O podrías convertirte en una estrella”, dice Tommy Devito (Vincent Piazza), este se convierte en gran parte en cronista de su historia, en el tramo final entran a romper también la cuarta pared el resto, incluso durante las propias actuaciones musicales. Tenemos en este comienzo situaciones de humor como cuando roban una gran caja fuerte, la echan en el maletero de un auto y este, por el peso, queda a dos ruedas y tras varios desfases termina estrellado.

 

Nos narran de modo idealizada la vida en este tiempo, siempre con una vena cómica entrando en la criminalidad organizada. Vemos sus comienzos en la música entrelazado a sus vidas personales desordenadas, todo muy convencional, en como se forma la banda, en sus peripecias íntimas, en sus choques, da te hace sentir estas ante algo por encima de la media. Tenemos como se forja el vínculo que traerá consecuencias, entre Franki y Tommy, como este le protege de los peligros de la calle, como cuando dos ‘amigotes’ le pretenden hacer un (rocambolesco e inverosímil) timo.

 

Tampoco hay unas actuaciones que sobresalgan del tono plano, si acaso, Vincent Piaza con su rol de bon vivant pilla-charcos, demuestra algo de nervio y gracia. Prueba de ello es que escribo la crítica 8 años después del estreno del film y ninguno de los 4 protagonistas, ni los secundarios han sacado la patita para ser conocidos mínimamente. Ejemploe s que el Franki Valli de John Looyd Young resulta muy blandito, siempre con cara de estreñido, sin personalidad alguna que deje traslucir. De esto saco por supuesto al gran Christopher Walken, que da vida a un mafioso sensible como Gyp DeCarlo, pero este se limita a dar una caricatura en la que se nota divertirse.

 

Tiene un final (al que hemos llegado sin que me importe demasiado que es de los protagonistas en sus cuatro décadas que han transcurrido; mención aparte merece el penoso maquillaje), con reminiscencias a Bollywood, en como hay un broche con todos los personajes del film (vivos o muertos) saliendo a pantalla a un número musical, por una calle de Nueva Jersey (no me cabe duda es en un set de estudio), donde Franki va del brazo de su esposa y por otro lado su novia, con todo el grupo alegremente interpretando uy bailando un tema con los demás y extras, pero sobre todo destacando por lo extraño, como está Christopher Walken danzando con grane estilo.

 

Precisión histórica: Si bien la hija de Valli, Francine, finalmente murió de una sobredosis de drogas, ocurrió en 1980. Esto fue 13 años después de que Valli grabara Can't Take My Eyes Off of You; Si bien Valli, Gaudio y Devito fueron arrestados en Ohio en 1965, no ocurrió en Cleveland como sugiere la película, sino en la Feria Estatal de Ohio en Columbus; Algunos de los detalles de la película sobre la vida de Devito, como su higiene, la inspiración para el personaje de Goodfellas de Joe Pesci llamado Tommy Devito y la razón para dejar The Four Seasons, eran inexactos. El propio Devito declaró: "Algunos son tonterías, donde orino en el fregadero y la ropa interior sucia. Probablemente era el tipo más limpio allí". Devito también había afirmado previamente que, de hecho, dejó el Four Seasons por su propia voluntad. Contrariamente a la sugerencia de la película de que la mafia lo obligó a salir, Devito culpó a cosas como los viajes excesivos y cambiarse de ropa tres veces al día por su partida.

 

Film de los que habla de la (desgraciadamente) decadencia de alguien que ha sido un grandioso director, pero ahora parece se dedica a esto por no estar parado, pero ya no pone el alma en su labor. Gloria Ucrania!!!

 

PD. Gracioso guiño se hace a sí mismo Clint Eastwood introduciendo una escena en que vemos en la tv un clip de la serie que le dio fama como actor en los 60, el western “Rawhide”.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario