WOODY ALLEN: EL DOCUMENTAL. (2011)
Un joya impagable para los fans Allenianos, entre los
que me cuento (a pesa r de su claro bajón en el SXXI), extraordinario
documental dedicado a la vida y la fascinante filmografía de uno de los
creadores más prolíficos y geniales que ha dado el Séptimo Arte en su Historia,
el realizador Robert Weide tras insistir mucho consiguió sacar del hermético
Allan Stewart Konigsberg una jugosa entrevista en la que repasa con humor y
mucha mordacidad su trayectoria vital y profesional. Desde que nació en
Brooklyn en 1935, sus comienzos como ideador de chistes, de numerosos gags, de
guionista, de comediante stand-up, hasta llegar al mundo del cine, donde
siempre ha hecho desde la modestia lo que él ha querido, manteniéndose íntegro
para bien y para mal, hasta llegar a 2011, año del documental en que estaba
rodando en Roma “Desde Roma con amor”, a sus juveniles 76 años aún está por
llegar la segunda parte de este sabroso trabajo, sus padres fallecieron
alrededor del siglo de años (él con 100 años, ella con 96). Los films de Allen
han construido una imagen en la que se funden realidad y personaje, neurótico,
paranoico, hipocondriaco, existencialista, nihilista, misántropo, egoísta, y
siempre un perdedor. Documental partido en dos, primera parte abarca desde su
nacimiento hasta 1980, con su film “Recuerdos”, 110 minutos, donde más
resplandeciente es el relato con imágenes de sus comienzos, la segunda parte se
dedica sus films durante estos últimos 31 años, 83 minutos en los que sobresale
como hablan de pasada de su escandalosa ruptura con Mia Farrow, su paranoia con
los guiones y su modo peculiar de dirigir a los intérpretes.
Woody Allen es uno de los
prolíficos artistas de la Historia del Cine, desde 1966 ha escrito al menos un
guión al año, 15 de ellos nominados a mejor guión original en los Oscars,
obteniendo tres (...), desde 1969 sale a una media de un film al año realizado
por él (41 hasta 2011, 4 más a hoy día), gran parte de ellos protagonizados por
su persona, sigue un axioma que relata su Mariel Hemingway, las que no son
joyas, tienen siempre algo interesante. Allen escribiendo y dirigiendo una
película por año, llama a esto "la teoría cuantitativa", pensando que
tantas hechas alguna le salga buena. Dice todavía
sueña con hacer un gran film, aspiración no ha podido concretar (según él), su
“teoría cuantitativa” quizás le ha llevado a hacer algunas obras superfluas,
pero será un Dios del Cine por siempre con Obras Maestras como “Annie Hall”,
“Manhattan”, “Zelig”, “La Rosa Púrpura del Cairo” o “Días de radio”.

Arranque brillante, con una bella toma general aérea
del puente de Queensboro, tras ello hermosas tomas de Manhattan, de sus
rascacielos, de sus avenidas, del Central Park, la Grand Station, el Greenwich
Village, adornadas con deliciosa música de jazz (muy Woody Allen), tras lo que
oímos a Allen <Escribir es la buena vida: Te levantas por la mañana y
escribes en tu habitación. (tumbado en la cama escribiendo) En tu habitación
todo es genial, porque no tienes entregas. Escribes y
te imaginas que es 'Ciudadano Kane'.
Todo lo que escribes es genial. (Saltamos a imágenes de archivo de 1972,
durante un rodaje de Allen) Pero cuando
sales y tienes que ponerlo en marcha, te topas con la realidad (imágenes de
archivo vemos de un rodaje en 1980). Y todos tus esquemas (imágenes de 2010
rodando) sobre componer una obra maestra se reducen a: (imágenes contemporáneas
de Woody hablando a cámara) “Me prostituiré todo lo que haga falta para sobrevivir
a esta catástrofe”>, y comienza un redoble de orquesta con los créditos
iníciales, fascinante arranque, sigue con un encadenado frenético de loas al
genio de Diane Keaton, Larry David, Scarlett Johanson, Naomi Watts, Martin
Scorsese, Mira Sorvino, Chris Rock, Sean Penn, Mariel Hemingway, Josh Brolin,
Owen Wilson, (lo tildan de Hipocondriaco,
tímido, loco, ah, y muy divertido) alternando con clips de sus films, tras esto
Woody habla <Mucho de lo que se ha filtrado sobre mí a lo largo de los años
ha sido completamente mitológico. Completamente exagerado o absolutamente
falso. Algunas cosas eran ciertas, claro>, UN GENIO. Tras esto vemos tiernas
fotos de Woody de bebe, entonces Allen remarca su peculiar personalidad <Mi madre siempre decía que, al principio, era un niño muy dulce y
alegre. Y después, hacia los cinco años, me volví más gruñón y amargado. Creo
que cuando fui consciente de mi mortalidad, no me gustó la idea. “Qué quieres
decir? Se acaba? Esto no sigue eternamente?” “No, se acaba. Desapareces para
siempre” Cuando me di cuenta de eso, pensé: “No cuentes conmigo, este juego no
me gusta” Y después de aquello nunca volví a ser el mismo”>, esto se
encadena con un clip de “Dias de radio” análogo a lo dicho, GENIAL.
Woody surte las imágenes con su punzante verborrea,
aforismos, sexualidad, religión, crisis existencial, la muerte, sobre el
proceso creativo, dejando constancia ante todo que pretende que su obra hable
por él. Quizás no introspecciona a la persona, a algunos les gustaría que como
tanto se ha dicho que los films de Allen tienen tanto de autobiográfico, se
expusiera mucho de su vida privada para mimetizar las dos áreas, pero en la
sutilidad está el verdadero sabor sibarita. Robert Weide dijo <El no quería fuera un homenaje que lo pintara como un genio, porque es
muy autocrítico y no se ve así>, el documentalista no hizo caso, quizás porque
la realidad es tozuda.
Es un inspirado recorrido cronológico por su
existencia, salpicado con una memorable
entrevista contemporánea en la que en principio lo acompañamos en un evocador
paseo por su barrio en Brooklyn (Letty Aronson, hermana de Allen <Feliz
tiempo, a pesar de haber nacido [Allen] con los padres equivocados>) donde
creció, su modesta casa (Allen < No
parece mucho, porque no lo era>, el cine al que iba (lo que queda de él) su
colegio. El trabajo se estructura en tres bloques interrelacionados, la
susodicha entrevista de Rort Weide, imágenes de archivo (sus comienzos y clips
de sus films), y loadoras entrevistas a gente que lo conoce, como su familia,
colaboradores o actores que han trabajado con él. Allen cuenta con mucha gracia
anécdotas tan brillantes como el motivo de por qué se cambio el nombre (seudónimo utilizado en primeros chistes publicados, ante timidez de ser
reconocido por compañeros de clase y allegados), Woody inventado sin más, o
porque lleva esas icónicas gafas de pasta (por un cómico, Mike Merrick). Relata
con oratoria mágica la mística de la creación artística, las diferentes fases,
la infinita inseguridad, la eterna insatisfacción. Se nos habla de un genio
precoz que con 16 años ya ganaba más dinero que sus padres publicando chistes
(enviaba 50 diarios) nada menos que en el New Yorker. Vemos a un Woody Allen
bastante suelto, extrovertido, humilde, tímido, pero sobre todo radical
guardián de su integridad artística.
En un delirante tramo Woody
muestra su máquina escribir alemana
(Olympia) que compró a los 16 años por 40 dólares, con la que aún escribe todos
sus textos (no trabaja con ordenadores), sus guiones, sus artículos, dice que
la máquina perdió la tapa cubre-cinta hace 30 años, cuenta de modo sorprendente
como corta y pega, con unas tijeras y una grapadora, mostrando sus caóticas
hojas, con cortes de hojas sobre páginas, con flechas de un lado a otro. En
otro tramo cuenta como se casó a los 18 años con Harlen <Cuando eres muy
joven, vas al cine, a la bolera, a restaurantes, y de pronto no te queda a
donde ir, salvo casarte>. Cuenta cómo fue su primera vez en escena, como
cómico stand-up en el “Blue Angel”, club neoyorkino. Charles joffe y Jack
Rollins, los agentes de toda la vida de Allen, hablan de los comienzos de este
en los escenarios, de su timidez, de su angustia ante el público, los agentes
tramaron un plan para potenciar la figura de Allen a nivel nacional, lo harían
aparecer en multitud de programas televisivos haciendo lo que sea,
abracadabrante verlo en imágenes de archivo de 1966 en un programa tv peleando en un ring con un canguro, o
cantando a dúo una canción con perro parlanchín, o su tremenda capacidad de
improvisación en “The Dick Cavett Show” (1971) con el juego Hindú “poona”.
Tras esto nos cuentan como
Allen entró en el cine. Shirley MacLaine llevó a al productor hollywoodiense
Charles K. Feldman a ver una actuación de Woody al “Blue Angel”, el productor
quedó tan encantado que le ofreció $ 20.000 por
escribir el guión de “Que tal Pussycat?”, lo escribió añadiéndole un papel para
él, siendo su primer rol en cine, a pesar del éxito económico del film, Allen
quedó muy decepcionado por como el estudio había prostituido el guión
convirtiéndola en algo ajeno a su humor, decidiendo a partir de entonces que el
tendría el control total sobre sus guiones, las dirigiría sin intromisión
alguna, esto lo consiguió con la ayuda de Jack Rollins que tercio para esta
libertad ante los estudios, también gracias a que las producciones de Woody
nunca han sido costosas, siendo su primera dirección “Toma el dinero y corre”,
que escribió junto a Mickey Rose, sirviendo este trabajo como aprendizaje a las
decenas de películas que vendrían después, sublime la anécdota que cuenta su
pareja de entonces, Louise Lasser, el día que comenzaba el rodaje de este film
entró en el dormitorio y encontró a Woody leyendo un libro con el título “Como
dirigir”, su inseguridad en la dirección quedó patente cuando aceptó la ayuda
del editor Ralph Rosenblum para dar ritmo y vigor al film. Luego nos hablan de su relación
estrecha con Diane Keaton, como conectaron desde el principio, ella dice que se
enamoró de él en cuanto lo vio. Tony Roberts era gran amigo de Woody, y salían
los dos junto a Diane, y cuenta Roberts como notó Wooy y Keaton habían
intimado, cuando dejaron de invitarle a salir. Como empezó a hacer films para
la United Artists, David Picker ejecutivo de la compañía preguntó a Charles
Joffe como Allen haría películas para ellos, Joffe le dijo <Mete 2 millones
$ en una bolsa y tráela. Y así tres veces> y así lo hizo, empezando la
relación con la productora.
Se no cuenta tiernamente como
se llevaban de bien con su hermana Letty Aronson, desde la niñez, a través de
la propia hermana, Louise Lasser, la madre y el propio Allen. Hbal en una
deliciosa entrevista la madre de Woody Allen, comentando que quizás debió ser
menos estricta con él. Cuenta que
siendo adolescente casi lo atropella un coche adrede en una cancha deportiva,
escapando por los pelos, esto lo relata en lugar de los hechos en Brooklyn. Encadena Allen que su colegio se llama ahora Isaac Asimov, le enviaron
al astrónomo el guión de “El dormilón” para diera su opinión sobre el realismo
de la historia, este dijo que le parecía muy bien, Allen dice fue de gran ayuda
el comentario. Hay imágenes del rodaje de este film, Woody demuestra la gran
química que tenía con Diane Keaton riéndose este una y otra vez cuando ella
imita a su madre, no pudiendo grabar la escena. Cuenta como comenzó su conexión
con el realizador sueco Ingmar Bergman, en 1953 le hablaron de una película en
que una actriz escandinava, Harriet Anderson salía desnuda, “Un verano con
Mónica”, y fue a ver el film solo por ver a una mujer en pelotas, además de
esto se encontró con un tipo de cine que le entusiasmó, y se encontró con la
extraña sensación de tener influencias de gente tan variopinta como Groucho Marx, Bob Hope y Bergman, de aquí encadena con
la mezcla de géneros que fue “Love and death”, donde se entrecruza el
existe4ncialismo de la literatura rusa, con el humor propio del slapstick de
Hope o Groucho.

Y entonces
Woody decide dar un giro a su humor irreverente, y se adentra en un tipo de
cine más profundo con “Annie hall”, aún con muchísimo humor, deja espacio a las
relaciones humanas, Woody lo definió así <Voy a
sacrificar algunas carcajadas por una historia sobre seres humanos. Y el
público se involucrará en la historia de una forma en la que nunca lo había
hecho...Hasta Annie
Hall, yo sólo estaba interesado en hacer reír al público>. Con este film comenzó una fructífera relación laboral con el camarógrafo
Gordon Willis, curioso como cuenta Woody que Gordon le aconsejó rodar una
escena, una doble sesión de terapia a Diane y Woody con supuestamente la
pantalla dividida
terapia, en realidad las dos escenas son rodadas simultáneamente sobre un
escenario con la pared partiendo en dos la imagen. Turbador como cuenta se
enteró Woody que “Annie Hall” ganó 4 Oscars (Película, Director, Guión y
Actriz), por supuesto no fue a la ceremonia, a la mañana siguiente recogió el
New York Times que dejaban en su puerta y vio que los ganó y se dijo <Mira
que bien>. Se nos cuenta su aversión a los premios, Jack Rollins le habla a
Woody de su negativa a poner en los carteles de “Annie Hall” que tiene los
Oscars, ello en un radio de 160 km de Nueva York, el manager le pide si no
pueden reducir el perímetro a la mitad. Habla Woody de lo injustos que pueden
ser los premios cinéfilos, pues considera que solo en el atletismo se puede
saber quién es mejor, el que más corre, según cuenta el ganó premios por correr
y estos si eran merecidos. Y tras este éxito Woody se adentró en el drama puro,
desprovisto de cualquier tipo de humor con “Interiores”, puede su obra mas
bergmaniana, incomprendida cinta que supuso un fracaso comercial, Woody nos
habla de que hubiera preferido poseer el Don de la Tragedia en vez de el de la
Comedia (yo prefiero las cosas como están), Woody se reafirmó con esta frase
<Me siento más feliz fracasando en un proyecto que me entusiasma, que
teniendo éxito en un proyecto que no me supone un reto>. Habla Gordon Willis
de por qué decidieron rodar “Manhattan” en b/n, dice que fue idea de Woody,
ambos veían la urbe en este bicolor, piedra, hormigón y asfalto. Mariel
Hemingway habla de su experiencia en el rodaje de “Manhattan”. Woody nos habla
de la icónica imagen del cartel, con Diane Keaton y Woody sentados en un banco
con la imponente visión del puente de Manhattan de fondo. Fue este film un
tremendo éxito de crítica y público, curiosamente de Woody brotó su clásica
inseguridad, no quedó satisfecho con lo filmado y pidió a la United Artists rodar una película gratis si
no estrenaban “Manhattan”, tan descontento
estaba que afirmó <Si a estas alturas de mi vida esto es lo mejor que puedo
hacer, nadie debería pagarme por rodar películas>. Tras esto llegó “Recuerdos”, otro incomprendido film de Allen, con
notorias influencias del Fellini de “8 y medio”, los críticos llegaron a
cuestionarse si el genio Woody se estaba agotando, y acaba la primera parte de
este documental con un clip de Allen saliendo de un cine.

La segunda parte, arranca de
un modo cosmopolita, con bellas imágenes del Bridge Tower de Londres, la Torre
Eiffel de París, el circo de Roma o la Sagrada Familia de Barcelona, el
barcvelonés Parque Gúell, el Big Ben, o la Fontana de Trevi, empiezan hablando
de cómo en el SXXI Woody fue tentado a hacer cine fuera de Nuefva York,
trasladándose a Europa para seguir rodando. En este parte se centran más en el
proceso creativo. Woody Allen habla de que no sabe en muchas ocasiones lo que
van a rodar cada día, dice no gustarle leer el guión después de haberlo
escrito, cree lo odiaría, esto mientras va a filmar su film londinense “Conocerás al hombre de tus sueños”. Woody nos habla de su
anárquico proceso de creación de un guión, saca de un cajón un puñado de folios escritos de modo caótico, con apuntes, esbozos, lee uno de ellos con una sola
idea y de ahí hila una posible historia. Desconcierto da escucharlo decir que
su objetivo es hacer una gran película, cosa que según él aún no ha hecho (por
supuesto, no estoy de acuerdo). Saltamos al pasado, a su filmografía, como
volvió a la comedia con “La comedia sexual de una noche de verano”, donde lo
más significativo fue que comenzó su relación laboral e íntima con Mia Farrow,
de la que tiene enormes elogios 8aunque no fue entrevistada par el documental).
Habla Woody de la imagen de Mia para “Broadway Danny Rose”, copia de la Sra.
Rao, dueña del restaurante al que iba la pareja Mia-Woody. Nos habla Woody en
una entrevista de archivo de 1987 de la Obra Maestra “Zelig”, habla de la
magnífica “La Rosa Púrpura del Cairo”, de cómo la gente debe elegir entre
realidad o fantasía, de este film se extrae el perfeccionismo de Allen para
querer cambiar sobre la marcha el casting, cambio varias veces de actores una
vez empezado un rodaje en su filmografía. Impresionante como se cuentan las
mini-entrevistas con los protagonistas de sus cintas, como lo imitan quienes lo
conocen. Tras esto viene un tramo delicioso, el modo en que Allen hace llegar
sus guiones a sus actores, contado por estos, Sean Penn, Larry David, Scarlett
Johanson, todo en plan muy secreto, se les daba en mano y un hombre esperaba
fuera a que lo leyeran para llevárselo, todo esto con imágenes paralelas de
films de espías y gangsters. Se relata como con los guiones Woody incluye una
carta, hablan Antonio banderas, Josh Brolin, Naomi Watts, etc... La carta
escrita a máquina (con tachones) o a mano (las vemos en pantalla), habla con
modestia de sí mismo, haciéndoles saber quién es por si no lo conocen, además
con gran humildad les dice que si quieren pueden modificar su parte del guión. Habla
Allen de la gran influencia que tuvo en el Diane Keaton, esta le hizo escribir
con una sensibilidad especial papeles para mujeres.
Y llegamos al tramo morboso
de Woody Allen, su tormentosa ruptura con Mia tras 12 años juntos, nos dicen
que los dos mantenían una singular relación, cada uno vivía en su piso de
Manhattan, ella salía en todas su películas, adoptaron una hija y tuvieron un
hijo, y llegó el tsunami, fundiéndose realidad y ficción, estalló durante el
final del rodaje (dos o tres días) de un drama sobre el matrimonio, “Maridos y
mujeres”, Mia descubrió en casa de Woody unas fotos polaroid de la hija
adoptiva de ella, Soon-Yi desnuda, Mia no quería volver a la filmación y el
productor Robert Greenhut habla de que le costó días convencerla para volver.
Vemos un encadenado del revuelo mediático que provocó la situación, y Allen
comenta que no se cree tan importante para ser portada de los noticiarios, su
hermana comenta que a Allen no le importa lo que comenten de él, le que le
dolió fue no poder ver a su hijo. Se comenta que Allen a pesar de estar
envuelto en una batalla legal por la custodia de sus hijos nunca dejó de acudir
a una reunión de trabajo, era capaz de separar sus dos ámbitos. Este asunto se
trata con gran respeto sin entrar a juzgar.

Entonces entramos en su
dirección de actores, según se dice es el director que menso dirige del mundo, Mira
Sorvino cuenta como da absoluta libertad al intérprete, incluso lo alienta a
improvisar sobre la marcha para ser más natural, Sean Penn relata la asepsia
ante los actores del director, cuenta a media sonrisa que jamás le hizo
comentario alguno sobre su actuación. Entonces saltamos a algo inédito en Woody
Allen, secuencias tras la cámara del rodaje de un film alleniano, en este caso
de “Conoceras al hombre de tus sueños”, con Naomi Watts y Josh Brolin. Watts
dice que es el mejor director con el que ha trabajado, dice que le aconseja cosas
y después se desdice y olvide lo que le ha dicho. Aparece Owen Wilson hablando,
cuenta su conversación con Woody anterior al comienzo del rodaje de “Midnight
in París”, le preguntó Allen como le había ido el vuelo, le respondió que fue
normal, sin complicaciones, y WA responde <Genial, esto será lo último que
oigas de mi>. Muy gracioso oír a John Cusac y Dianne Wiest comentar que en
alguna ocasión les metió prisa, tenía que ver un partido de los Knicks. Nos
hablan que allen entrón en una etapa regular de calidad fílmica, y tras esto
resurge con el turbador thriller “Match Point. Sublime la entrevista doble a
Allen y Scarlett Johanson sentados juntos en un sofá, ella lo alaba de modo
magno, él responde de modo sarcástico <Ya sabes, uso el manto de la Grandeza
con humildad>. Tras esto entramos en para mí uno de sus peores films,
“Vicky, Cristina, Barcelona”, habla Penélope Cruz de que Allen se fió de ella
para la traducción al castellano. Allen habla de su temor a que la vejez le
impida seguir trabajando de modo mordaz. Luego comenta con imágenes de archivo
sus comienzos rudimentarios en el montaje de films, hasta los modernos
informatizados de hoy día, el prefiere lo de antes. En otro momento de enorme
modestia comenta Allen <Lo único que se interpone entre la grandeza y yo, soy
yo>. Lo vemos en una de las cosas
que menos le gustan, la promoción de sus películas, se produce un momento épico
en una rueda de prensa, un periodista le pregunta su opinión sobre la muerte y
él responde <Estoy totalmente en contra de ella>.
GENIAL epílogo del documental.
Allen habla de que le gustaría tener una idea que hiciera que el público
llenara los cines, que batiera record de taquilla y dice que cree eso no
ocurrirá. Entonces se produce una elipsis de un año y vemos el cartel de
“Midnight in Paris”, se comenta que este ha sido el film más taquillero de
Allen en USA y en todo el mundo, Woody en su infinita modestia lo tilda de
accidente. Y acaba con un perturbador monólogo de Allan Stewart Konigsberg <Cuando
miro atrás en mi vida, siento que he tenido mucha suerte de haber cumplido mis
sueños de infancia. Quería ser actor de cine, y lo he sido. Quería ser cómico y
director de cine, y lo he sido. Quería tocar jazz en Nueva Orleans, y he tocado
en desfiles y tugurios en Nueva Orleans. He tocado por todo el mundo en teatros
y salas de conciertos. No hay nada en la vida a lo que haya aspirado que no
haya podido cumplir. (con una sonrisa pícara finaliza) Pero a pesar de todas
estas bendiciones, por qué sigo pensando que me han estafado?>.
El documental tiene el ingenio
de que a la par que seguimos su trayectoria fílmica incrustan clips de estas
cintas aludiendo a un tema personal de la vida de Allen al que se alude en ese
momento. Robert Weide maneja de modo inteligente los testimonios de la gente
que oímos para dar profundidad a Woody, alterna con una tremenda fluidez los
diferentes bloques. Por supuesto que se siente como un trabajo loatorio, un
ensalzamiento de la figura de WA, no se le buscan aristas a su persona, pero es
que esta cinta celebración de uno de los más grandes cineastas de la Historia,
y que nos ha hecho pasar tan buenos ratos, que se merece este cálido y
entrañable homenaje.
Hbal más gente de la que
comentado, como Antonio Banderas, Julie Kavner,
Martin Landau, Chris Rock, Dianne Wiest, varios críticos y otros muchos, en lo
que es un formidable mosaico de opiniones, sobre este iluminado monologuista, escritor, guionista, actor, director, músico y apasionado
de los Knicks.
Muy recomendable documental a
todo cinéfilo que se precie, e indispensable a los fans de este multifacético
artista neoyorkino. Fuerza y honor!!!
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