domingo, 10 de noviembre de 2024

 


EL ASESINATO DE JESSE JAMES POR EL COBARDE ROBERT FORD


Sugestivo film desmitificador del oeste, dirigido por el neozelandés Andrew Dominik (su segundo largometraje tras la producción aussie “Chopper”), adaptando la novela homónima de Ron Hansen de 1983, la dramatiza la relación entre Jesse James y Robert Ford, centrándose en eventos conducen al asesinato titular. Protagonizada por Brad Pitt como James y Casey Affleck como Ford, con Sam Shepard, Mary-Louise Parker, Paul Schneider, Jeremy Renner, Zooey Deschanel y Sam Rockwell en papeles secundarios. La mayor parte del relato se desarrolla en 1881, cuando Jesse James tenía 34 años y su asesino Bob Ford 19. Mientras planea su próximo gran robo, Jesse continúa librando una guerra contra sus enemigos, un grupo salvaje y diverso, todos tratando de cobrar la enorme recompensa en dinero y, lo que es más importante, la gloria prometida que vendrá con su captura.

 

En 1881, el joven Robert "Bob" Ford (Afleck), deslumbrado por su edad, busca a Jesse James cuando la banda de James está planeando un robo de tren en Blue Cut (Missouri), e intenta unirse a la banda con la ayuda de su hermano mayor Charley (Sam Rockwell), que ya era miembro. El tren resulta llevar solo una fracción del dinero que se pensaba originalmente, y un desanimado Frank James (Sam Shepard) abandona la banda y a su hermano. Jesse regresa a su casa en Kansas City, Missouri, trayendo consigo a los Ford, Dick Liddil (Paul Schneider) y al primo de Jesse, Wood Hite (Jeremy Renner). Jesse envía a Charley, Wood y Dick lejos, pero insiste en que Bob se quede para ayudar a trasladar los muebles a una nueva casa en St. Joseph (Missouri). Bob comienza a admirar más a Jesse antes de que lo envíen lejos. Se queda en la casa de campo de su hermana viuda, Martha Bolton (Alison Elliott), donde se reúne con su hermano Charley, Hite y Liddil. Liddil le revela a Bob que está en connivencia con otro miembro de la banda de James, Jim Cummins, para capturar a Jesse por una recompensa sustancial. Mientras tanto, Jesse visita a otro miembro de la banda, Ed Miller (Garret Dillahunt), quien da información sobre el complot de Cummins.

 

Hay una hermosa introducción con una mano en primer plano (muy ‘gladiotoriana’) acariciando la hierba, seguido por varios cortes de la figura serena de Jesse James, sexteado por la poética voz en off del narrador. Luego vemos de espaldas al antagonista Bob Ford, habla con Frank James (Shepard), este se comporta de modo hostil ante los halagos del joven, tras lo que se acerca a su ídolo con el que intenta empatizar con medias verdades. Es el 7 de septiembre de 1881 y está a punto de ocurrir un robo a un tren. Y por la noche tenemos el asalto al tren, donde la maravillosa cámara de Deakins embellece de modo espléndido (el DP considera el encuadre al tren con su luz acercándose en la noche a la figura de Jesse James uno de los mayores logros de su carrera), desde esa forma de parar la locomotora con el farolillo en la noche en medio de la cerrada oscuridad. El director de fotografía utilizó varias técnicas cinematográficas para darle al tren más presencia cuando estaba en total oscuridad. La idea era generar sensación de atmósfera amenazante utilizando únicamente linternas sostenidas por los delincuentes y la luz PAR de 5K montada en la parte delantera del tren. Para realzar los negros, Deakins hizo ligero bypass de blanqueamiento en el negativo, especialmente importante en términos de reproducción de detalles. 

 

Dominik consigue imprimir de un cutáneo sentido lírico la narración, ya desde la evocadora voz del narrador omnisciente (el editor Hugh Ross), pero sobre todo por la sensacional fotografía del gran Roger Deakins, que compone cuadros de una beldad cercano al ‘Síndrome de Stendhal’, influenciado por las pinturas de Andrew Wyeth y de la ‘malickiana’ “Días de cielo”, en tonos marrones y negros, jugando con el alabastro de los cristales por donde se ven muchas imágenes, enmarcando de forma evocadora muchas tomas, provocando impresión cuasi onírica. Aparecen varias secuencias time-lapse, filmadas por el operador de Steadicam Damon Moreau, m arcando de modo lírico el inexorable paso del tiempo.Algunas escenas tienen efecto borroso alrededor de los bordes del encuadre, se logró tomando viejos lentes gran angular y montándolos en la parte frontal de varias cámaras (Arri Macros en este caso). Deakins afirmó haber sido pionero en esta técnica, bautizando estas combinaciones de lentes como "Deakinizadores", creaban efecto de viñeteado y ligera aberración de color alrededor de los bordes; Deakins recuerda: La mayoría de esas tomas se utilizan para momentos de transición, idea era crear sensación de una cámara antigua. No estábamos tratando de ser nostálgicos, pero queríamos que esas tomas fueran evocadoras. La idea surgió de una vieja fotografía que le gustaba a Andrew [Dominik], e hicimos muchas pruebas para imitar el aspecto de la foto. Andrew tenía un montón de referencias fotográficas para el aspecto de la película, principalmente el trabajo de fotógrafos, también imágenes recortadas de revistas, fotogramas de Days of Heaven e incluso Polaroids tomadas en el lugar que parecían interesantes o inusuales. Las colgó todas en el largo pasillo de la oficina de producción. Esa fue una idea maravillosa, todos los días pasábamos todos por [imágenes] transmitían inmediatamente el tono de la película que quería hacer.


 

Ello aderezado por unas actuaciones brillantes de todos, pero sobre todo de su pareja protagónica, un Brad Pitt probablemente en la mejor de sus actuaciones en cine, superlativo como transmite amenaza constante, como te mira y te desarma pareciendo en sus silencios que penetra en tu mente; y un Casey Afleck extraordinario transmitiendo un ser complejo y convulso en sus medias sonrisas y sus poses inocentes; Todo esto adornado por la melancólica y trémula música del australiano Nick Cave y Warren Ellis (habían colaborado previamente para crear la premiada banda sonora de la película australiana “The Proposition” de 2005). Nick Cave tiene un papel menor en la última parte de la película, hace de un baladista ambulante en un bar lleno de gente interpretando "La balada de Jesse James", canción popular que describe a Robert Ford como un cobarde, que no sabe que el propio Ford está presente.

 

Un western revisionista, donde están los elementos inherentes al género estadounidense por antonomasia, asaltos a trenes, tiroteos, revólveres, cabalgadas a caballo, praderas surcadas por jinetes, pero pasados por un tapiz donde todo resulta realista por la forma seca y anti glamurosa con que acontece, aquí no hay héroes épica alguna, todos los personajes son malvados en diferente medida. En lo que es una mirada serena, pero ácida a las celebridades reales del wild west, y con ello proyectándolo a todas las leyendas que idealizamos en una visión poética del pasado, cuando el mítico Jesse James nos es presentado como un sanguinario paranoico, un solitario misántropo, y frente a él un ‘gruppi’ joven que admira al mito con devoción, lo ha seguido en el pasado a través de comics que lo ensalzaban. Ello deriva en la obsesión, en las decepciones entre lo que esperas y lo que es realmente, un retorcido estudio sobre la evolución de las amistades, sobre los mecanismos de manipulación, sobre el fatalismo de sentirse arrollado por lo que eres, preso de tu pasado y con un futuro sin escapatoria. Ello con tramos de tensión cortante por la forma de encarar Jesse a sus ‘colegas’, con sequedad, aridez, adustez. Estando en el núcleo el duelo psicológico entre Jesse y Robert Ford, sentimos como el mítico forajido siente la inevitabilidad de su funesto destino, ve enemigos por todos lados, y proyecta que es consciente que al final será traicionado por uno de sus allegados; Por otro lado, está Bob, pusilánime joven con relación devota de cuasi discípulo de Jesse termina siendo, por el miedo, su particular Judas. Se transpira que Bob anhelaba sentimientos homoeróticos por Jesse, esto atomizado en la escena en que este espía a Jesse que se baña en la bañera, este lo percibe y Bob acaba diciéndole todo lo que tienen en común ambos (¿?).  

 

Hay que reseñar desarrollándose de modo irregular, con gustándose demasiado a sí mismo Dominik, y olvidándose del ritmo. Abriendo la historia a sub tramas que estiran de modo amorfo el film, como la del choque entre los socios Wood y Dick, con una madrastra hermosa de por medio, nada aporta y si desvía la atención de lo importante, aunque el tiroteo que provoca esto es brutal en su recreación salvaje. En realidad, es que como entretenimiento el film resulta muy denso, adolece de solidez, se reitera en exceso en lo que ya sabemos, como inseguro el director repite la idea y con ello se atasca en fases. Amen de que la parte final tras lo que da forma al título es de gran fuerza dramática pero apresurado. Deberían haber liposuccionado michelines y haber dado más poso a la parte del pos asesinato.  

 

La cinta se puede ver como un estudio de personajes, en este sentido, a Jesse James lo conocemos ya en su zenit de fama, se dice que era más conocido que el presidente USA, ya es una leyenda del oeste indómito, es una figura mitológica de la cultura popular, se emparenta con Robin Hood por robar a los bancos y ferrocarril, dos grandes corporaciones abusivas, incluso era un símbolo de la causa sudista atacando símbolos yankis. Pero en la cumbre es en realidad un tipo solitario, temeroso de la traición de su entorno. Y también era visto como un carismático tipo Libre, viviendo como el quiso, al límite, por ello un Icono estadounidense. Lo tenemos en su presentación marcando su particular código ético en el asalto al tren, golpea con su pistola a un guardia, Jesse espeta a sus impactados cómplices: ‘Ellos tienen las reglas de su empresa, y yo tengo mi lado malo, y así es como hacemos las cosas aquí". Lo vemos en su otra faceta de hombre familiar con su esposa e hijitos. Se le intenta humanizar cuando lo vemos dar una paliza a un joven para sacarle una información y termina llorando por ello. Parece gustar de ser lisonjeado por Bob Ford, ello reflejado sobre todo en una turbadora escena en que Jesse, sentado en su mecedora en el porche corta cabezas de serpientes mientras su admirador le halaga con las ‘hazañas’ que este ha leído en historietas gráficas pulp, que Jesse ni afirma, ni desmiente haber perpetrado. Conforme avanza la trama Jesse es embestido como una figura con reminiscencias a Jesucristo (hay una secuencia en que camina sobre las aguas [heladas] de un lago, al que se le confiere una especie de poder místico para detectar secretos y mentiras en los que le rodean, y ya en el rush final, cual Jesús en la Última Cena, nada menos que en Semana Santa (Domingo de Ramos) parece saber quién será su Judas, y aceptará de modo estoico su aciaga muerte, cual sacrificio deidífico por su fama. Brad Pitt lo encarna con una seguridad en sí mismo portentosa, le otorga una fuerte personalidad, inquietante, enigmático, cansado, de mirada intensa, de sonrisa turbadoramente psicópata, emitiendo violencia latente en como manipula a los demás, como deja abiertas grietas (como cuando llora tras pegar a un niño), o como se deja ir en el tramo final de forma elegiaca.

 

Bob Ford es un joven idealista, que se ha creado en su mente una visión mesiánica de Jesse James, pero muchas veces lo que esperas y lo que es no son lo mismo, y encuentra en Jesse a un psicópata amenazante, inquietante, violento. Este advenedizo que despierta de su inocencia a hachazos de realidad, es encarnado por Casey Afleck de forma sensacional, proyectando una turbadora mezcla entre inocencia y picardía, notándose en su rostro como va desencantándose de Jesse en los diferentes ententes que tiene con él. En el último acto del film Afleck se apodera de la pantalla con una honda melancolía fatalista, se sabe marcado como símbolo de la cobardía, asqueado por ello, pero a la vez viviendo de ello en sus más de 800 representaciones teatrales del magnicidio. Casey fue premiado con el Oscar por su interpretación.

 

Aparte hay unos secundarios que dan apoyo con vigor a la trama. Un Sam Rockwell notable, Sam Shepard de fuerte personalidad que deja huella en su poco tiempo en pantalla, Jeremy Renner bueno en su rol, y un tanto similar Paul Schneider como otro más de la banda.

 

Spoiler:

 

‘La última media hora es esencialmente una larga coda dedicada a la vida de Bob después, que comenzó con 15 minutos de fama mientras él y su hermano recreaban el asesinato en un espectáculo itinerante. Charley se quita la vida, mientras Bob soporta una famosa balada sobre "ese cobarde sucio" (interpretada en pantalla por Nick Cave) antes de ser asesinado a tiros por otro buscador de fama.’

 

En los Óscar, obtuvo dos nominaciones: Mejor actor de reparto para Affleck y Mejor fotografía para Deakins. Affleck también fue nominado a un Globo de Oro, un Premio del Sindicato de Actores de Cine y un Premio de la Crítica de Cine al Mejor Actor de Reparto, mientras que Pitt ganó la Copa Volpi al Mejor Actor.

 

Ron Hansen hizo un cameo como reportero de frontera; La narración estuvo a cargo de Hugh Ross, editor asistente de la película; Nick Cave también aparece como cantante de folk en un salón; Brad Pitt tenía escrito en su contrato que el estudio no podía cambiar el nombre de la película.

 

El rodaje comenzó en Calgary. El rodaje también tuvo lugar en otras partes de Alberta, incluyendo la Iglesia McDougall en Morley-Alberta, McKinnon Flats, Heritage Park, el Fairmont Palliser Hotel, el área de Kananaskis, varios ranchos privados y el histórico Fort Edmonton Park. La ciudad histórica de Creede- Colorado, fue recreada a un costo de $1 millón cerca de Goat Creek en Alberta. El rodaje también tuvo lugar en Winnipeg en el histórico Exchange District de la ciudad; el Teatro Burton Cummings (antes conocido como The Walker Theatre) y el Pantages Playhouse Theatre.

 

La película fue inicialmente editada por el director Dominik para ser "un examen oscuro y contemplativo de la fama y la infamia", similar al estilo del director Terrence Malick. El estudio se opuso al enfoque de Dominik, prefiriendo menos contemplación y más acción. Una versión de la película tuvo una duración de más de tres horas. Los productores Pitt y Ridley Scott y los editores Dylan Tichenor y Michael Kahn colaboraron para ensamblar y probar diferentes versiones. Tichenor abandonó la producción temprano para cortar There Will Be Blood y fue reemplazado por el editor Curtis Clayton, quien finalmente terminó la producción. Kahn fue contratado durante varias semanas como el editor "de referencia" del estudio.


El forajido comenzó como guerrillero de la Confederación y tuvo una carrera llena de tiroteos como ladrón de bancos, trenes y diligencias. Se convirtió en un héroe popular y sigue siendo una sensación de la cultura pop, protagonista de más de 10 películas, un episodio de "Twilight Zone" e incluso una aparición en "The Brady Bunch".

 

“El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford” ha estado en el estante durante un año, y Warner Bros. habría probado hasta media docena de cortes diferentes ante una respuesta indiferente del público. Los acontecimientos que aquí se describen fueron cubiertos de manera mucho más entretenida por Sam Fuller en su debut como director, “I Shot Jesse James”, tiene la mitad de duración. objetivo aclarar un poco las cosas mientras canibaliza una cultura de celebridades. hubo una película, "Jesse James Under the Black Flag" de 1921, el hijo de Jesse interpreta a su padre y contaba la saga como una historia real.

 

Me queda un film precioso, exquisito sensorialmente, con una historia con calado emocional, con personajes atractivos, actuaciones fenomenales, pero que la megalomanía del director es su peor enemigo. Gloria Ucrania!!!

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