lunes, 19 de mayo de 2014



RIO ROJO. (1948)
49/01(04/04/14) Howard Hawks nos ofrece con su primer western (hizo 5) uno de los más aclamados en la historia del cine, el American Film Institute lo sitúa en el puesto 5 de esta categoría, es un gran film en su desarrollo, con un poderoso arranque, un portentoso homenaje a los pioneros que hicieron grande este país, presentándonos un brillante duelo intergeneracional entre la rudeza de la experiencia intransigente y la nueva ola de juventud más comprensiva, lo malo es que en su tramo final se desinfla, cuando los dos protagonistas se separan la cinta llega a provocar situaciones un tanto absurdas coronadas por un final que roza el insulto a la inteligencia, de hecho la historia en que se basa no tiene esta ridícula conclusión.

La historia se basa en un serial de seis entregas del guionista Borden Chase (“Winchester 73” o “Veracruz”) que publico en el Saturday Evening Post de diciembre de 1946 a enero de 1947 llamado “Guns Blazing On Chisholm Trail”, basada libremente en hechos reales sobre el primer traslado de ganado de Texas a Kansas. Fue el primero de los 5 westerns que dirigió Howard Hawks, este no estaba contento con el guión que el propio Chase había escrito, contratando para reescribirlo, sobre todo el final a Charles Schnee (“Cautivos Del Mal” o “Una Mujer Marcada”). Está en los créditos como co-director el inglés de origen galo Arthur Rosson, este realizó la escena de apertura, así como escenas de acción, en realidad fue director de segunda unidad. Se filmó en 1946, tuvo que estrenarse 2 años después pues Howard Hughes dijo que era muy parecida a una cinta suya de 1943.

La cinta en su inicio nos presenta al espíritu de grandes de los pioneros que construyeron los Estados Unidos, gente tallada a hachazos, Individualistas , Almas libres, sin ataduras, que entierras salvajes inhóspitas ven el futuro, que no dudan en dejar lo que aman si les estorba, gente con ilusiones de grandeza por conseguir “El Sueño Americano” de la nada, en este caso con un toro alcanzar el mayor rancho de Texas, este Espíritu Indomable lo representa Thomas, los años pasan y una nueva ola choca contra esta Roca del viejo oeste, los tiempos evolucionan,  y sangre nueva con nuevas ideas menos violentas y reflexivas le hacen tambalear. Hawks nos regala un relato épico crepuscular con cierto aire a “Motín en la Bounty”, en el que no faltan tiroteos contra indios, contra mexicanos, entre el mismo grupo, una Mítica estampida, y sobre todo mucha tensión creciente tratada de forma sofocante, en lo que es un viaje iniciático donde los personajes muy bien delineados evolucionan de moco creíble, además Hawks sabe colocar píldoras deliciosas de humor sobre todo por mor del gran Walter Brennan con el running-gag de la dentadura que ha perdido en una partida de póker. Es un film rodado al 99 por ciento en exteriores transmitiendo un tono de Odisea Homérica rebosante de peligros y dificultades que sirve al realizador para evocar escenarios de grandeza epopéyica, universo cuasi-atávico donde el único techo para dormir es el cielo estrellado, algunos han comparado esto con el “Éxodo” de la Biblia, de hecho el título hace referencia al Mar rojo que cruzaron los hebreos huyendo de Egipto, gente que busca su esperanza en lugares alejados y desconocidos cual pueblo judío. Se mezclan la aventura, la acción, el drama y un errático romance, en un argumento que toca temas, como la lealtad, la amistad, la camaradería, la tiranía, el despotismo, el individualismo, el relevo generacional, y sobre todo la Construcción de una Nación, esto es Tom, Estados Unidos, un tipo que no duda en matar para poseer una tierra que considera que otros han robado antes, Apología de la Ley del más fuerte que explotó USA en su Nacimiento. Sugestivo el partido que Hawks le saca a una pulsera como vínculo emocional rulante que pasa de muñeca en muñeca, Tom se la da su amada, pero abandonada Fen, a esta se la quita un indio que la mata, Tom la recupera acabando con el indio, Tom se la da su ahijado Matt, y este más tarde se la da a su pretendida Tess (Joanne Dru), y que sirve a Tom para darse cuenta que los 2 anhelan a la misma mujer.




 John Wayne realiza uno de sus mejores trabajos, en su primer trabajo con Hawks de los 5, un portentoso antihéroe, un tipo rebosante de complejidad, un cruel hombre que después de matar a alguien pide recen en su tumba, está marcado de matices, de dureza, de valentía, de arrojo, de tiranía, que deja entrever tormento interior por lo que ha perdido por el camino, muestra un radiante crecimiento, lo exhibe en sus andares, en su mirada, en sus gestos, por momentos es el Terror en persona, intransigible, dominante, visceral, Majestuoso, estremecedores sus ojos como cuchillos cuando Matt lo abandona y Tom jura venganza. John Ford cuando lo vio dijo <El Hijo Puta sabe actuar>.El papel le fue ofrecido en principio a Gary Cooper, lo rechazó por la fuerte moral negativa que desprendía. Montgomery Clift en su primer papel en cine (cronológicamente no pues se proyectó antes en cine “la búsqueda” ese mismo año) en una brillante actuación le mantiene el tipo mostrando una fuerte personalidad, se empatiza rápidamente con él, transmite el aire de los nuevos tiempos, leal a su “padre” hasta el límite, cual Fletcher Christian leal al capitán Blythe hasta que rebasa una línea, muy vitalista su rol, y entre Wayne y él se establece una gran química en la que saltan chispas de frescura malsana. Como anécdota decir que los dos no se hablaban en los descansos, eran personalidades más antagónicas que el film, los dos con ideas políticas opuestas, y Wayne un conservador recalcitrante y Clift un liberal gay, agua y aceite. Walter Brennan está en su gran línea de enorme actor secundario que aporta en cada escena, en este caso el delicioso aporte humorístico, también se le añade un toque bitagórico, al postrar Hawks de vez en cuando un diario de viaje narrado por Brennan, esto sirve para elipsis temporales y las transiciones de un lugar a otro. Hay un personaje desdibujado, John Ireland que encarna a Cherry Valance (rol que rechazó Cary Grant), cuando aparece en escena la primera escena sugiere habrá rivalidad entre él y Matt, incluso lo remarca Groot a Tom, pero después esto se difumina desperdiciando esta subtrama. Relación que en su arranque se ha definido con alegorías homosexuales, con los 2 muchachos presumiendo de pistolas (metáfora fálica), Gore Vidal lo remarcó en el más que interesante documental “El celuloide Oculto”, donde se habla de la homosexualidad subliminal que haya tras muchísimas películas a lo largo de la historia.

La puesta en escena  es uno de sus pilares más sólidos emitiendo con sus parajes un tremendo aliento aventurero de lucha del diminuto ser Humano contra la Poderosa Naturaleza, con un gran trabajo en la dirección artística de John Datau rodando en Arizona y México, magnificado esto por la excelente fotografía de Russell Harlan (“Rio Bravo”, “Testigo de Cargo” o “Matar A Un Ruiseñor”) en glorioso b/n componiendo tomas de una excepcional belleza visual de los espacios abiertos, colocando la cámara en sitios extremos para traspasarnos tensión como cuando está en una carreta cuando cruzan un río, o la fenomenal labor en la secuencia de la estampida, o la gran intensidad que compone en la escena de la niebla el miedo se masca,  se suma el trepidante montaje de Christian Nyby (“Destino Tokyo”, “El Sueño eterno”, “Río de sangre”), que por momentos se convierte en un actor más como en la susodicha estampida, en el Icónico momento en que al inicio de la ruta Tom grita <Take 'em for Missouri, Matt> y se superponen los rostros gritando embravecidos de la tripulación de esta nave cargada de vacuno, enervante. El ruso Dimitri Tiomkim (“Que bello es vivir” o “Solo Ante El Peligro”) crea una música que acuna con energía la acción, además hay un tema musical que se utilizó en “Rio Bravo” (1959).

La cinta posee algunas escenas para el recuerdo la más importante  y por la que ha pasado a la historia es por la de la estampida todo un alarde en los prolegómenos, noche silenciosa, reses inquietas, increscendo asfixiante, la ansiedad carcome, pero la torpeza de un ingenuo “ladrón” de azúcar provoca el caos, la Estampida que con una maestría colosal filma Hawks, una lección de cine, movimiento de masas bovina, jinetes por medio intentando dominarlas, edición tremenda, hasta que llega la calma de poderlas parar, y se produce el trémulo epílogo, Tom y sus hombres se mueven en travelling entre un mar de vacas muertas, el pavor de los minutos pasados se toca, hasta que llegan la víctima humana, Dan Latimer (buen Harry Carey jr.), personaje que poco antes había dicho que su ilusión era comprarle unos zapatos rojos a su mujer, no vemos el cadáver pero intuimos la carnicería por los rostros desencajados de los vaqueros y por la trágica pregunta de que llevaba puesto, señal de que su faz es irreconocible, emocionante fuera de campo. Pero la escena de la que estaba más orgulloso Hawks era la del entierro de Latimer, rodada con el cielo encapotado, hasta entonces solo lo había realizado su amigo John Ford, Hawks improvisó <El cámara me dijo que venía una nube. Así que le dije a Wayne que si se olvidaba de las frases, que dijera lo que fuese, ya pondríamos el sonido después, pero que siguiera hablando hasta que le dijera lo contrario. Esperé hasta que se acercó la nube, pensé en Ford, y empecé a rodar la escena. Cuando la película estuvo terminada le dije a John Ford que había rodado una película casi tan buena como las suyas, que fuera a verla>, linda toma.

Pero en su ultima hora todo lo bueno se tira por se hace añicos, el gran duelo entre generaciones se amputa con la separación de Tom y Matt, para colmo aparece el chirriante personaje de Tess Millay (Joanne Dru), llega el acoso de indios a una caravana de colonos que están en círculo, se conocen en el tiroteo Matt y ella en un diálogo penoso, están en peligro de muerte y parece estén de picnic para ella, se pone de flirteo con él porque no le hace caso, vomitivo, luego le clavan una flecha en el hombro e imperturbable sigue con su insoportable cháchara, se enamora de Matt de modo inverosímil, continua haciendo apología de violencia hacia la mujer con su frase <Pégame en la boca>. Luego se va Matt dejándola, llega Tom y en un diálogo sonrojante de buenas a primeras le suelta que quiere que sea la madre de sus hijos, menudo hediondez, y en el clímax (spoiler) la bazofia se desborda. Este tramo hace que baje enteros el conjunto final. Esto hace bajar el total a una buena película del Oeste, con grandes momentos pero con una recta final que es su mayor enemigo. Fuerza y honor!!!

Spoiler:

En el clímax, en la esperada colisión de trenes, el enfrentamiento Tom vs. Matt, antes Tom dispara a Cherry, se pelean, pero, oh, sorpresa! Aparece de la nada Tess hace un par de disparos, les da una regañina y ya está, el odio se ha disuelto, Tom le dice a Matt que pondrá la marca conjunta de los 2 en el ganado, que bonito! Y un zurullo, no sabemos que le ha pasado a Cherry, si está muerto o herido, nadie se interesa por él, menuda montaña pariendo un ratón, un insulto a la inteligencia, a la coherencia de los personajes, en el serial de Borden Chase, Tom es baleado por Cherry y muerto en Abilene, matt y Tess se llevan su cuerpo a su rancho donde lo entierran. A parte de esto Tess es un personaje desdibujado, no sabemos que hace en una caravana que se supone de prostitutas, pero ella dice no serlo, un papel no ya prescindible, si no un estorbo.

 

Como curiosidades, Hawks regaló a John Wayne un cinturón con el símbolo de Río Rojo del film, cinturón que llevaría puesto en “El Dorado” de 1966. 

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