domingo, 10 de noviembre de 2024

 


EL ASESINATO DE JESSE JAMES POR EL COBARDE ROBERT FORD


Sugestivo film desmitificador del oeste, dirigido por el neozelandés Andrew Dominik (su segundo largometraje tras la producción aussie “Chopper”), adaptando la novela homónima de Ron Hansen de 1983, la dramatiza la relación entre Jesse James y Robert Ford, centrándose en eventos conducen al asesinato titular. Protagonizada por Brad Pitt como James y Casey Affleck como Ford, con Sam Shepard, Mary-Louise Parker, Paul Schneider, Jeremy Renner, Zooey Deschanel y Sam Rockwell en papeles secundarios. La mayor parte del relato se desarrolla en 1881, cuando Jesse James tenía 34 años y su asesino Bob Ford 19. Mientras planea su próximo gran robo, Jesse continúa librando una guerra contra sus enemigos, un grupo salvaje y diverso, todos tratando de cobrar la enorme recompensa en dinero y, lo que es más importante, la gloria prometida que vendrá con su captura.

 

En 1881, el joven Robert "Bob" Ford (Afleck), deslumbrado por su edad, busca a Jesse James cuando la banda de James está planeando un robo de tren en Blue Cut (Missouri), e intenta unirse a la banda con la ayuda de su hermano mayor Charley (Sam Rockwell), que ya era miembro. El tren resulta llevar solo una fracción del dinero que se pensaba originalmente, y un desanimado Frank James (Sam Shepard) abandona la banda y a su hermano. Jesse regresa a su casa en Kansas City, Missouri, trayendo consigo a los Ford, Dick Liddil (Paul Schneider) y al primo de Jesse, Wood Hite (Jeremy Renner). Jesse envía a Charley, Wood y Dick lejos, pero insiste en que Bob se quede para ayudar a trasladar los muebles a una nueva casa en St. Joseph (Missouri). Bob comienza a admirar más a Jesse antes de que lo envíen lejos. Se queda en la casa de campo de su hermana viuda, Martha Bolton (Alison Elliott), donde se reúne con su hermano Charley, Hite y Liddil. Liddil le revela a Bob que está en connivencia con otro miembro de la banda de James, Jim Cummins, para capturar a Jesse por una recompensa sustancial. Mientras tanto, Jesse visita a otro miembro de la banda, Ed Miller (Garret Dillahunt), quien da información sobre el complot de Cummins.

 

Hay una hermosa introducción con una mano en primer plano (muy ‘gladiotoriana’) acariciando la hierba, seguido por varios cortes de la figura serena de Jesse James, sexteado por la poética voz en off del narrador. Luego vemos de espaldas al antagonista Bob Ford, habla con Frank James (Shepard), este se comporta de modo hostil ante los halagos del joven, tras lo que se acerca a su ídolo con el que intenta empatizar con medias verdades. Es el 7 de septiembre de 1881 y está a punto de ocurrir un robo a un tren. Y por la noche tenemos el asalto al tren, donde la maravillosa cámara de Deakins embellece de modo espléndido (el DP considera el encuadre al tren con su luz acercándose en la noche a la figura de Jesse James uno de los mayores logros de su carrera), desde esa forma de parar la locomotora con el farolillo en la noche en medio de la cerrada oscuridad. El director de fotografía utilizó varias técnicas cinematográficas para darle al tren más presencia cuando estaba en total oscuridad. La idea era generar sensación de atmósfera amenazante utilizando únicamente linternas sostenidas por los delincuentes y la luz PAR de 5K montada en la parte delantera del tren. Para realzar los negros, Deakins hizo ligero bypass de blanqueamiento en el negativo, especialmente importante en términos de reproducción de detalles. 

 

Dominik consigue imprimir de un cutáneo sentido lírico la narración, ya desde la evocadora voz del narrador omnisciente (el editor Hugh Ross), pero sobre todo por la sensacional fotografía del gran Roger Deakins, que compone cuadros de una beldad cercano al ‘Síndrome de Stendhal’, influenciado por las pinturas de Andrew Wyeth y de la ‘malickiana’ “Días de cielo”, en tonos marrones y negros, jugando con el alabastro de los cristales por donde se ven muchas imágenes, enmarcando de forma evocadora muchas tomas, provocando impresión cuasi onírica. Aparecen varias secuencias time-lapse, filmadas por el operador de Steadicam Damon Moreau, m arcando de modo lírico el inexorable paso del tiempo.Algunas escenas tienen efecto borroso alrededor de los bordes del encuadre, se logró tomando viejos lentes gran angular y montándolos en la parte frontal de varias cámaras (Arri Macros en este caso). Deakins afirmó haber sido pionero en esta técnica, bautizando estas combinaciones de lentes como "Deakinizadores", creaban efecto de viñeteado y ligera aberración de color alrededor de los bordes; Deakins recuerda: La mayoría de esas tomas se utilizan para momentos de transición, idea era crear sensación de una cámara antigua. No estábamos tratando de ser nostálgicos, pero queríamos que esas tomas fueran evocadoras. La idea surgió de una vieja fotografía que le gustaba a Andrew [Dominik], e hicimos muchas pruebas para imitar el aspecto de la foto. Andrew tenía un montón de referencias fotográficas para el aspecto de la película, principalmente el trabajo de fotógrafos, también imágenes recortadas de revistas, fotogramas de Days of Heaven e incluso Polaroids tomadas en el lugar que parecían interesantes o inusuales. Las colgó todas en el largo pasillo de la oficina de producción. Esa fue una idea maravillosa, todos los días pasábamos todos por [imágenes] transmitían inmediatamente el tono de la película que quería hacer.


 

Ello aderezado por unas actuaciones brillantes de todos, pero sobre todo de su pareja protagónica, un Brad Pitt probablemente en la mejor de sus actuaciones en cine, superlativo como transmite amenaza constante, como te mira y te desarma pareciendo en sus silencios que penetra en tu mente; y un Casey Afleck extraordinario transmitiendo un ser complejo y convulso en sus medias sonrisas y sus poses inocentes; Todo esto adornado por la melancólica y trémula música del australiano Nick Cave y Warren Ellis (habían colaborado previamente para crear la premiada banda sonora de la película australiana “The Proposition” de 2005). Nick Cave tiene un papel menor en la última parte de la película, hace de un baladista ambulante en un bar lleno de gente interpretando "La balada de Jesse James", canción popular que describe a Robert Ford como un cobarde, que no sabe que el propio Ford está presente.

 

Un western revisionista, donde están los elementos inherentes al género estadounidense por antonomasia, asaltos a trenes, tiroteos, revólveres, cabalgadas a caballo, praderas surcadas por jinetes, pero pasados por un tapiz donde todo resulta realista por la forma seca y anti glamurosa con que acontece, aquí no hay héroes épica alguna, todos los personajes son malvados en diferente medida. En lo que es una mirada serena, pero ácida a las celebridades reales del wild west, y con ello proyectándolo a todas las leyendas que idealizamos en una visión poética del pasado, cuando el mítico Jesse James nos es presentado como un sanguinario paranoico, un solitario misántropo, y frente a él un ‘gruppi’ joven que admira al mito con devoción, lo ha seguido en el pasado a través de comics que lo ensalzaban. Ello deriva en la obsesión, en las decepciones entre lo que esperas y lo que es realmente, un retorcido estudio sobre la evolución de las amistades, sobre los mecanismos de manipulación, sobre el fatalismo de sentirse arrollado por lo que eres, preso de tu pasado y con un futuro sin escapatoria. Ello con tramos de tensión cortante por la forma de encarar Jesse a sus ‘colegas’, con sequedad, aridez, adustez. Estando en el núcleo el duelo psicológico entre Jesse y Robert Ford, sentimos como el mítico forajido siente la inevitabilidad de su funesto destino, ve enemigos por todos lados, y proyecta que es consciente que al final será traicionado por uno de sus allegados; Por otro lado, está Bob, pusilánime joven con relación devota de cuasi discípulo de Jesse termina siendo, por el miedo, su particular Judas. Se transpira que Bob anhelaba sentimientos homoeróticos por Jesse, esto atomizado en la escena en que este espía a Jesse que se baña en la bañera, este lo percibe y Bob acaba diciéndole todo lo que tienen en común ambos (¿?).  

 

Hay que reseñar desarrollándose de modo irregular, con gustándose demasiado a sí mismo Dominik, y olvidándose del ritmo. Abriendo la historia a sub tramas que estiran de modo amorfo el film, como la del choque entre los socios Wood y Dick, con una madrastra hermosa de por medio, nada aporta y si desvía la atención de lo importante, aunque el tiroteo que provoca esto es brutal en su recreación salvaje. En realidad, es que como entretenimiento el film resulta muy denso, adolece de solidez, se reitera en exceso en lo que ya sabemos, como inseguro el director repite la idea y con ello se atasca en fases. Amen de que la parte final tras lo que da forma al título es de gran fuerza dramática pero apresurado. Deberían haber liposuccionado michelines y haber dado más poso a la parte del pos asesinato.  

 

La cinta se puede ver como un estudio de personajes, en este sentido, a Jesse James lo conocemos ya en su zenit de fama, se dice que era más conocido que el presidente USA, ya es una leyenda del oeste indómito, es una figura mitológica de la cultura popular, se emparenta con Robin Hood por robar a los bancos y ferrocarril, dos grandes corporaciones abusivas, incluso era un símbolo de la causa sudista atacando símbolos yankis. Pero en la cumbre es en realidad un tipo solitario, temeroso de la traición de su entorno. Y también era visto como un carismático tipo Libre, viviendo como el quiso, al límite, por ello un Icono estadounidense. Lo tenemos en su presentación marcando su particular código ético en el asalto al tren, golpea con su pistola a un guardia, Jesse espeta a sus impactados cómplices: ‘Ellos tienen las reglas de su empresa, y yo tengo mi lado malo, y así es como hacemos las cosas aquí". Lo vemos en su otra faceta de hombre familiar con su esposa e hijitos. Se le intenta humanizar cuando lo vemos dar una paliza a un joven para sacarle una información y termina llorando por ello. Parece gustar de ser lisonjeado por Bob Ford, ello reflejado sobre todo en una turbadora escena en que Jesse, sentado en su mecedora en el porche corta cabezas de serpientes mientras su admirador le halaga con las ‘hazañas’ que este ha leído en historietas gráficas pulp, que Jesse ni afirma, ni desmiente haber perpetrado. Conforme avanza la trama Jesse es embestido como una figura con reminiscencias a Jesucristo (hay una secuencia en que camina sobre las aguas [heladas] de un lago, al que se le confiere una especie de poder místico para detectar secretos y mentiras en los que le rodean, y ya en el rush final, cual Jesús en la Última Cena, nada menos que en Semana Santa (Domingo de Ramos) parece saber quién será su Judas, y aceptará de modo estoico su aciaga muerte, cual sacrificio deidífico por su fama. Brad Pitt lo encarna con una seguridad en sí mismo portentosa, le otorga una fuerte personalidad, inquietante, enigmático, cansado, de mirada intensa, de sonrisa turbadoramente psicópata, emitiendo violencia latente en como manipula a los demás, como deja abiertas grietas (como cuando llora tras pegar a un niño), o como se deja ir en el tramo final de forma elegiaca.

 

Bob Ford es un joven idealista, que se ha creado en su mente una visión mesiánica de Jesse James, pero muchas veces lo que esperas y lo que es no son lo mismo, y encuentra en Jesse a un psicópata amenazante, inquietante, violento. Este advenedizo que despierta de su inocencia a hachazos de realidad, es encarnado por Casey Afleck de forma sensacional, proyectando una turbadora mezcla entre inocencia y picardía, notándose en su rostro como va desencantándose de Jesse en los diferentes ententes que tiene con él. En el último acto del film Afleck se apodera de la pantalla con una honda melancolía fatalista, se sabe marcado como símbolo de la cobardía, asqueado por ello, pero a la vez viviendo de ello en sus más de 800 representaciones teatrales del magnicidio. Casey fue premiado con el Oscar por su interpretación.

 

Aparte hay unos secundarios que dan apoyo con vigor a la trama. Un Sam Rockwell notable, Sam Shepard de fuerte personalidad que deja huella en su poco tiempo en pantalla, Jeremy Renner bueno en su rol, y un tanto similar Paul Schneider como otro más de la banda.

 

Spoiler:

 

‘La última media hora es esencialmente una larga coda dedicada a la vida de Bob después, que comenzó con 15 minutos de fama mientras él y su hermano recreaban el asesinato en un espectáculo itinerante. Charley se quita la vida, mientras Bob soporta una famosa balada sobre "ese cobarde sucio" (interpretada en pantalla por Nick Cave) antes de ser asesinado a tiros por otro buscador de fama.’

 

En los Óscar, obtuvo dos nominaciones: Mejor actor de reparto para Affleck y Mejor fotografía para Deakins. Affleck también fue nominado a un Globo de Oro, un Premio del Sindicato de Actores de Cine y un Premio de la Crítica de Cine al Mejor Actor de Reparto, mientras que Pitt ganó la Copa Volpi al Mejor Actor.

 

Ron Hansen hizo un cameo como reportero de frontera; La narración estuvo a cargo de Hugh Ross, editor asistente de la película; Nick Cave también aparece como cantante de folk en un salón; Brad Pitt tenía escrito en su contrato que el estudio no podía cambiar el nombre de la película.

 

El rodaje comenzó en Calgary. El rodaje también tuvo lugar en otras partes de Alberta, incluyendo la Iglesia McDougall en Morley-Alberta, McKinnon Flats, Heritage Park, el Fairmont Palliser Hotel, el área de Kananaskis, varios ranchos privados y el histórico Fort Edmonton Park. La ciudad histórica de Creede- Colorado, fue recreada a un costo de $1 millón cerca de Goat Creek en Alberta. El rodaje también tuvo lugar en Winnipeg en el histórico Exchange District de la ciudad; el Teatro Burton Cummings (antes conocido como The Walker Theatre) y el Pantages Playhouse Theatre.

 

La película fue inicialmente editada por el director Dominik para ser "un examen oscuro y contemplativo de la fama y la infamia", similar al estilo del director Terrence Malick. El estudio se opuso al enfoque de Dominik, prefiriendo menos contemplación y más acción. Una versión de la película tuvo una duración de más de tres horas. Los productores Pitt y Ridley Scott y los editores Dylan Tichenor y Michael Kahn colaboraron para ensamblar y probar diferentes versiones. Tichenor abandonó la producción temprano para cortar There Will Be Blood y fue reemplazado por el editor Curtis Clayton, quien finalmente terminó la producción. Kahn fue contratado durante varias semanas como el editor "de referencia" del estudio.


El forajido comenzó como guerrillero de la Confederación y tuvo una carrera llena de tiroteos como ladrón de bancos, trenes y diligencias. Se convirtió en un héroe popular y sigue siendo una sensación de la cultura pop, protagonista de más de 10 películas, un episodio de "Twilight Zone" e incluso una aparición en "The Brady Bunch".

 

“El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford” ha estado en el estante durante un año, y Warner Bros. habría probado hasta media docena de cortes diferentes ante una respuesta indiferente del público. Los acontecimientos que aquí se describen fueron cubiertos de manera mucho más entretenida por Sam Fuller en su debut como director, “I Shot Jesse James”, tiene la mitad de duración. objetivo aclarar un poco las cosas mientras canibaliza una cultura de celebridades. hubo una película, "Jesse James Under the Black Flag" de 1921, el hijo de Jesse interpreta a su padre y contaba la saga como una historia real.

 

Me queda un film precioso, exquisito sensorialmente, con una historia con calado emocional, con personajes atractivos, actuaciones fenomenales, pero que la megalomanía del director es su peor enemigo. Gloria Ucrania!!!

 

LA BESTIA CIEGA.

 

Turbador film de culto japonés, thriller psicológico asfixiante, no apto a todos los paladares, angustioso, claustrofóbico, mórbido, pero que tiene un rush final que me ha sido grotesco por la forma apresurada en que lo cuelan, lo cual hace me sea desagradable y bajar puntuación. Dirigida por Yasuzo Masumura (desconocido para mí, hastas que vi “red Angel” y me ganó para su causa) escrita por Yoshio Shirasaka (“Las Olimpiadas de Tokio”), adapta la novela “Moju” de Edogawa Rampo de 1931. "Moju", fue una anomalía en la literatura del genio de las novelas detectivescas Edogawa, publicada en serie en 1.931, más polémica que popular debido a su temática, ni siquiera a él le gustó. Se puede sentir como especie de revisión enfermiza al film de William Wyler de 1965 “The Collector”, y con ello haciendo un incisivo lienzo sobre el llamado Síndrome de Estocolmo.

 

Esta es una obra pesadillesca, esto potenciado por su escenario principal muy ‘daliniano’ por mor de la turbadora dirección artística de Shigeo Mano (“Byôin de shinu to iu koto”), creando un escenario surrealista en un almacén adornado por figuras de grandes cuerpos de mujeres desnudas reclinadas, y en las paredes, multitud de pechos, narices, piernas, orejas, ojos, labios, etc. Esto atomizado por la climática y dramática cinematográfica de Setsuo Kobayashi (“Fuego en la llanura”), en una función fundamental en proyectar un estado de ánimo que se va empequeñeciendo conforme avanza el minutaje, con claroscuros, poca iluminación, con fondos negros espectrales, en disonancia con las figuras blancas virginales fantasmales, donde la cámara de forma inteligente abre al principio el foco en el almacén, para conforme llegamos al final cerrar el objetivo sobre el pareja protagonista, no hay más alrededor de ellos, que solo se ven mediante el tacto. Con secuencias tan escabrosas como en la que al principio Aki intenta escapar de Michio por el almacén y ella se topa con los relieves de estas figuras y partes de cuerpo femeninas que ilumina de forma inquietante Michio.

 

Un bizarro juego del gato y el ratón en versión batalla de sexos enfermiza, las dinámicas de poder, las manipulaciones, los celos, las frustraciones sexuales, deviniendo en una ácida exploración sobre el placer, comenzando en lo táctil, sobre hasta donde estas dispuesto a llegar para superar etapas de este, sobre si la agonía puede ser el éxtasis, todo llevado al extremo obsesivo, ello desarrollado por el director en forma muy dramática visualmente, cada vez se va haciendo más oscura y más oscura hasta cerrar el objetivo sobre sus dos protagonistas.

 

La joven modelo aspirante Aki Shima (Mako Midori) es secuestrada por un misterioso hombre ciego (Eiji Funakoshi) y llevada a su casa en un almacén con ayuda de su madre (Noriko Sengoku), que está lleno de esculturas de partes del cuerpo humano y figuras femeninas. El hombre ciego, Michio Sofu, es un escultor que desea utilizar a Aki como una musa para su mayor trabajo.

 

Película partida en dos, bien marcadas por un asesinato: Con los créditos tenemos un croquis de fotografías monocromáticas, Aki aparece desnuda y atada con cadenas (bdsm), en algunas de ellas su imagen se multiplica, crea pastiche psicodélico propio de los años 60, expone su cuerpo al tiempo que no se ve su rostro. Empieza con el llamemos prólogo de presentación, con la exposición de arte donde Aki ve por primera vez a Michio. Un cartel en la pared dice la exposición se llama “Les Fleurs du Mal”, nombre de la colección de poemas simbolistas del ‘maldito’ Charles Baudelaire, este quería encontrar la belleza en el mal, la enfermedad y la decadencia, esto ya sirve como leit-motive para el film. Aki llega a la exposición y se turba ante un tipo que acaricia con pasión sexual una escultura de ella. Más tarde, agotada por un largo día de modelaje, llama a un masajista local para venga a darle un masaje relajante en la espalda a su apartamento: "Me gusta fuerte… si no duele, no me satisface", lo cual da pistas sobre lo que vendrá en el rush final. Esta escena me resulta muy mal trabajada, pues el masajista parece un depredador sexual caricaturesco en sus masajes de ‘salido’, ridículo ella lo aguante tanto, hasta que él la narcotiza y secuestra; Y empieza la primera parte en el surrealista local en medio de la nada. Donde hay un incisivo thriller de supervivencia de ella frente a él y su ‘ayudante’ madre, esta primero en estado de shock ante el ‘onírico’ escenario, intenta huir por las bravas, y luego, ante la imposibilidad de esto, utiliza sus armas de mujer, maneja la sexualidad con picardía, ello enfrentándose a la posesiva madre todo ello con vigor y electricidad malsana en la relación del triángulo. Aki puede ver en el interior de Michio a través de lo que ha creado en el exterior, haciendo mención a dos esculturas gigantes sin cabeza de mujeres desnudas, le espeta a él: "Ahora lo entiendo! Están hechas desde la perspectiva de un bebé!". Esto enlazado a otro comentario de ella sobre la madre de Michio, apuntando a una relación malsana, de seseos incestuosos por parte de ella, y por ello lo ha mantenido bajo su regazo alejado de mujeres, lo define a él como un juguete de su madre. Hablando con ello de la alienante relación de la madre y el retoño

 

Pero de modo abrupto entramos en la parte final y todo me cruje, sucede de modo tan apresurado que me resulta metido con calzador, como si el director le hubiesen metido prisa por acabar y la gradualidad hubiese saltado por los aires. Complicado explicarlo sin entrar en spoiler (donde me extenderé más), pero es otra película que entra de modo quebrado y me es estridente, no hay naturalidad en este desarrollo, y en modo flash entramos en un torbellino sadomaso inverosímil, con influencias del Marqués de Sade o el ya mencionado Charles Baudelaire, adornado por una especie de elemento sobrenatural que me hace pensar si todo no es más que una pesadilla.

 

Eiji Funakoshi compone a un Michio algo pasado de vueltas, demasiado histriónico, una cosa es que sea ciego y otra que parezca en estado orgásmico con cada acto táctil, me resulta caricaturescamente infantiloide, falla. Aunque tiene buenas frases como: “Quiero ser pionero en el arte del tacto, donde sólo los ciegos puedan apreciarlo… Una nueva forma de arte hecha por y para los ciegos”, le dice Michio a Aki; Mako Midori resulta más compleja y humanizada en su evolución, en su modo artero de comportarse en casi todo el film, notable composición moviéndose como una forzada maestra de marionetas para intentar escapar. Aunque llegados al atropellado rush final todo esto implosiona.

 

Spoiler:

 

‘La tensión se termina cuando ella accede, tras varios infructuosos intentos de escape, y enamora a su captor; en un principio creeríamos trata de provocar tensión entre el escultor y su madre para aprovecharla y huir. Pero más tarde, cuando sube el termómetro en la relación filial, hay violencia madre-hijo y el resultado es trágico, y tras un accidente muere la madre. A partir de ese momento, el realizador saca la trama de la situación que había construido hasta ese momento, para llevarla al camino del poema visual con intención alegórica y moralista. En esta parte de la película, el escultor y su amante surcan los rincones más oscuros del alma humana. Encerrados en el almacén, se proponen experimentar todas las sensaciones carnales posibles, comenzando con el sadomasoquismo y llegando hasta niveles insospechables. Adentrándose en el sadomasoquismo (todo un boom para su tiempo tuvo que ser esto), empezando por el “cúbreme de cicatrices” de ella y llegando a esas extraordinarias mutilaciones del desenlace que definitivamente parecen celebrar la senda erótica recorrida cual escala ascendente de un conocimiento carnal recíproco vinculado a la privación y la violencia autodestructiva.’ Aki en una narración ofdf sobre imágenes de su propia desaparición: “Quienes se aventuran al borde de esos mundos, sólo pueden esperar que los envuelva una muerte oscura y húmeda”; Aquí me llama la atención ver a los amantes vestidos con tropa interior, esto quieras que no te hace fruncir el ceño, esto carece de sentido alguno, pues son ciegos (ella por mor de no se que se ha quedado invidente), y no sirve ni a modo de fetichismo, se nota es por la censura, y resta, debería haber habido ingenio en el director para salvar esta ‘valla’.


Todo este tramo final en que los amantes se transforman en dos seres excitadoramente autodestructivos me ha sido metida a empellones, no me la creo según me la cuenta. Pasamos de que Michio viola a Aki, a que ella a renglón seguido está enamorado de él (¿?), y para rizar el rizo ella se queda ciega, por imperativo del guion, te hace preguntarte si todo no es más que una pesadilla fantasiosamente sexual de ella. No hay inventiva alguna para este elemento sobrenatural. Luego pasamos a la fase sadomasoquista, comienzan arañándose, mordiéndose, pasan a darse cortes, beberse la sangre de uno y el otro (vampiros), luego a pincharse con cuchillos, para en el colmo ella pedirle a él que le ampute brazos y pernas para llegar al placer por agonía (¿?). Ello expuesto en unas tomas pretendidamente líricas cuando vemos caer los miembros de la escultura de Aki creada por Michio a modo de alegoría de como los hacen los de la real mujer. Al final Michio, cual moderno Romeo se clava letalmente un cuchillo en el corazón. Todo esto, al parecer, se hila con el placer del tacto (¿?). Esta parte me saca del buen film que veía hasta entonces para caer en un sexplotation grimante.  


‘Sobresale en este tramo del film la traslación de las herramientas del escultor como instrumental erótico y, en este mismo sentido, los originalísimos símiles visuales que Masumura establece entre las esculturas y los cuerpos.’

 

'La muerte de la madre de Michio quiebra la película hacia una fantasía fetichista. Solo si se deshacen de los últimos vestigios de la familia y de cualquier pensamiento sobre el mundo exterior, Michio y Aki pueden continuar su viaje erótico hasta el final de la noche. Puede parecer una caída en un cliché desacertado que Aki se excite con su violador (y luego se enamore de él), pero esta objeción pasa por alto varios puntos: por mucho que el proyecto artístico de Michio sea inseparable de sus exploraciones eróticas, la excitación de Aki depende de su ceguera, que la coloca en el mismo reino de los sentidos que Michio, cuyo programa adopta con entusiasmo.'

 

Este film seguramente ha influido a otros de temáticas similares como “El Imperio de los Sentidos” (1976), “Zoo” (1985), “Matador” (1986), “Pacto de Amor” (1988) o “Amores que Matan” (Boxing Helena, 1993).

 

Provocador y sugestivo film, que en su último tramo me hace bajarlo de nivel, al querer retorcerse demasiado quiebra. Gloria Ucrania!!!

martes, 5 de noviembre de 2024

 

HOLOCAUSTO CANIBAL.

 

Con motivo de la reciente noche de Halloween me decidí a ver este supuesto film de terror, un film (sex)plotation de culto con una fama que supera en mucho (es decir poco) su nula calidad. No lo había visto hasta ahora, y me he encontrado con un producto asquerosamente desagradable, donde no hay tensión dramática alguna, no hay intensidad, no hay personajes con los que empatizar, no hay actuaciones mínimamente correctas, todo es una sucesión de secuencias espantosas, hechas para revolver las tripas a cualquier persona con escrúpulos, solo se busca el impacto visual sensacionalista, simplemente por el hecho de la violencia gratuita contra los animales (varios de ellos se los mata explícitamente en plano sostenido) debería haberse prohibido, y eso que yo soy anti censura, pero esta bazofia es lo más cercano que he visto a una snuff movie, y nadie (con alma) podría tolerar se permitieran estas aberraciones. Además, de violencia gráfica sin sentido, desde amputaciones en primer plano (con su posterior cauterización cavernaria), asesinatos, violaciones, decapitaciones, descuartizamientos, linchamientos, empalamientos, evisceraciones, abortos salvajes, bebicidios, etc. Amén de la representación nauseabunda e hipócrita de una idea hedionda sobre como el espectador es un voyeur morboso que demanda amarillismo, pero debe haber límites, esto parece ser el núcleo de esta cinta, y para ello el director rebasa estos límites.

 

Se pretende hacer un lienzo sobre la ética del periodismo, se pretende hablar sobre la explotación de occidente (el primer mundo como símbolo Imperialista) hacia culturas primitivas como si fueran parques temáticos que ultrajar, y con ello el comentario de quienes son verdaderamente los caníbales, pero esto es realmente una excusa barata para dar un poso que las imágenes dinamitan, con su oda a la barbarie más fétida, apoyándose de forma demagógica en entre otros elementos en secuencias reales de atrocidades en África. Incluso se permiten una especie de recreación suigéneris de la Matanza de My Lai, crimen de guerra cometido por personal del Ejército de Estados Unidos el 16 de marzo de 1968 durante la Guerra de Vietnam, ello durante un desconcertante tramo en que los documentalistas sin sentido de la cordura alguna se transforman en sádicos asesinos. Pero qué clase de sádico es el creador de esta monstruosidad?

 

Es una película italiana dirigida por Ruggero Deodato (trabajó como asistente de dirección de Roberto Rossellini, parece que poco se le pegó) y escrita por Gianfranco Clerici (Había colaborado con Deodato en sus películas anteriores “Ultimo mondo cannibale” y “The House on the Edge of the Park”, la última de las cuales se filmó antes de Holocausto caníbal pero se estrenó después), protagoniza Robert Kerman (más conocido en esta época por su nombre pornográfico de "R. Bolla", bajo el cual hizo más de 100 películas para adultos) como Harold Monroe, antropólogo que lidera un equipo de rescate en la selva amazónica para localizar a un equipo de cineastas que desapareció mientras filmaban un documental sobre tribus caníbales locales. Producida como parte de la tendencia caníbal contemporánea del cine de explotación italiano, se inspiró en la cobertura mediática italiana del terrorismo de las Brigadas Rojas. Deodato creía las noticias eran una puesta en escena, una idea que se convirtió en un aspecto integral de la historia de la película. Los elementos adicionales de la historia también fueron influenciados por los documentales ‘Mondo’ de Gualtiero Jacopetti, particularmente la presentación del metraje perdido del equipo del documental, constituye aproximadamente la mitad de la película. Este recurso fue innovador, creando a partir de esto el sub género ‘found footage’, con film como “El proyecto de la bruja de Blair”, “Paranormal Activity” o “Murder Death Koreatown”.

 

Es una película repugnante, donde la gente ‘civilizada’ se comporta de forma ridícula, parecen escapados de un psiquiátrico, no se entiende que el grupo de documentalistas ‘perdidos’ se comporten de un modo tan demencial, y esto haciéndonos ver al inicio que eran gente respetada por sus trabajos, cuando los vemos en acción son auténticos trogloditas desalmados. Todo esto y más, deriva en un film repugnante, que te hace sentir por haberlo visto.

 

Es el epítome del film que intenta atraer desde la polémica, aderezando su tontuno relato con lo escabroso, violencia grotesca y exagerada; sangre y vísceras abundantes; desnudez gratuita (tanto masculina, como femenina); y sexo rayando en lo pornográfico. Incluye una violación ritual con pene de piedra, animales reales sacrificados (una tortuga gigante, una serpiente, una rata almizclera, un mono y un cerdo), el empalamiento en picas, feto arrancado del cuerpo de una mujer, tortura humana y muchos otros incidentes grotescos y gráficos. El cineasta empuja los límites del gusto, ya sea por el arte o por el comercio.

 

Después de su estreno en Italia, un magistrado local ordenó su incautación. Deodato, el guionista Gianfanco Clerici y los productores Francesco Palaggi, Alda Pia y Franco Di Nunzio fueron condenados por obscenidad. La película fue liberada de la incautación en 1982. Fue prohibida en el Reino Unido, Australia, Sudáfrica y varios otros países debido a su contenido gráfico, que incluía agresión sexual y violencia genuina hacia los animales. Aunque algunas naciones han revocado desde entonces la prohibición, todavía se mantiene en varios países.

 

Un equipo de cuatro cineastas documentales estadounidenses -el director Alan Yates (Gabriel Yorke); su novia y guionista, Faye Daniels (Francesca Ciardi); y dos operadores de cámara, Jack Anders (Perry Pirkanen) y Mark Tomaso (Luca Giorgio Barbareschi)- se adentran en el Amazonas para hacer una película sobre las supuestas tribus caníbales que viven en el "Infierno Verde". Mientras están allí, fuera de contacto con el mundo civilizado, desaparecen. Meses después, el conocido antropólogo de la Universidad de Nueva York Harold Monroe (Robert Kerman) acepta encabezar una expedición de rescate. Siguiendo los pasos del equipo anterior, Monroe se encuentra con la tribu Yacumo, cuyos miembros admiten haberse topado con Yates y sus compañeros. El rastro se adentra más en la jungla, donde Monroe se encuentra con la tribu Yamamomo, grupo aislado de personas cuya cultura y tecnología están congeladas en la edad de piedra.

 

Francesca Ciardi tiene escenas grimantes en la violencia sexual, aunque esto del sexo gratuito queda patente ya desde su presentación desnuda entre los reporteros en la habitación de hotel, paseándose entre ellos como si nada.

Hay dos violentas violaciones en grupo, una termina con decapitación. En otra escena, una (supuesta) adúltera es penetrada violentamente con un gran instrumento de piedra antes de ser golpeada hasta la muerte con él. Hay una violación grupal de los reporteros a una indígena cual, si fueran perros en celo, y parecen tan entusiasmados por que gritan que es virgen, que no les importa les filmen mientras cometen el atroz crimen.

 

Crueldad hacia los animales: Muchos de los problemas de censura de Holocausto caníbal se refieren a los asesinatos de animales en pantalla. El propio Deodato ha condenado sus acciones pasadas, diciendo: "Fui estúpido al introducir animales". Aunque aparecen seis muertes de animales en pantalla, siete animales fueron asesinados para la producción, ya que la escena que representa la muerte del mono se filmó dos veces, resultó en la muerte de dos monos. Ambos animales fueron comidos por miembros del elenco indígena, consideran los cerebros de los monos son un manjar. Los animales que fueron asesinados en pantalla fueron:

Un coatí sudamericano (confundido con una rata almizclera en la película), asesinado con un cuchillo.

Una tortuga Arrau, decapitada y con sus extremidades, caparazón y entrañas removidas.

Una tarántula, asesinada a machete.

Una boa constrictor, también asesinada a machete.

Un mono ardilla, decapitado con un machete.

Un cerdo, al que le dispararon en la cabeza con una escopeta a quemarropa.

 

El contenido sexual de la película también resultó ser un punto de discordia entre los miembros del reparto. Ciardi no quería desnudar sus pechos durante la escena de sexo entre ella y Yorke (escena gratuita no, lo muy siguiente), y se puso nerviosa con él durante el rodaje de la escena. Cuando se negó a cumplir con la orden, Deodato la sacó del set y le gritó en italiano hasta que aceptó realizar la escena como se le había indicado. Yorke se molestó mucho mientras filmaba una escena en la que su personaje participa en la violación de una niña nativa. El contenido de la película le había provocado ansiedad a Yorke durante su estancia en Colombia, y esta tensión alcanzó su punto máximo durante la escena de la violación.

 

Spoiler:

 

Con dificultad, Monroe se gana la confianza de estos "hombres-árbol" caníbales y consigue ver los restos de los cuatro estadounidenses y recuperar las imágenes perdidas. Lleva los botes a Nueva York y, tras examinarlos y descubrir la verdad sobre lo que le ocurrió a Yates en el Infierno Verde, quiere desentenderse de todo el asunto.

 

Hay algunas situaciones que de idiotescas resultan bochornosas, sin entrar en lo escabroso: Como que, para ganarse el respeto de una tribu, uno de los expedicionarios deba quedarse desnudo esperando le lancen dardos envenenados que le rocen; Si uno de los expedicionarios se queda desnudo dentro del rio, se le acercan varias nativas hambrientas de sexo, esto adornado por derrumbada música romántica; A uno de los expedicionarios le ofrecen carne humana y este no duda un segundo en morder y comerla; La forma ridícula en que filman las descuartizaciones los documentalistas conforme van cayendo se esconden de modo chusco cerca de estos nativos, mientras solo saben decir: ‘Graba, graba’.  Demostrando ser unos zoquetes que entre todos no suman medio cerebro.

 

Después de terminar de ver el metraje restante, Monroe expresa su disgusto por la decisión de la estación de emitir el documental. Muestra a los ejecutivos el metraje restante sin editar que solo él ha visto para convencerlos de lo contrario. Los dos últimos carretes comienzan con los cineastas localizando a una niña Ya̧nomamö, a quien los hombres se turnan para violar contra las protestas de Faye, afirmando que están desperdiciando metraje de la película. Un hombre Ya̧nomamö los acecha mientras ocurre el incidente. Más tarde se encuentran con la misma niña empalada en un poste de madera junto a la orilla de un río, afirman que los nativos la mataron por pérdida de la virginidad, aunque se da a entender que el propio grupo la mató y lo escenificó como un asesinato por parte de los nativos para lograr un efecto dramático. Poco después, son atacados por la tribu Ya̧nomamö como venganza por la violación y muerte de la niña. Jack es golpeado por una lanza y Alan le dispara para evitar que escape. La escena luego pasa al equipo filmando a los nativos desnudando a Jack en su cautiverio y castrándolo con un gran machete antes de mutilar por completo el cuerpo sin vida de Jack. Después, un exhausto Alan dice que se han perdido por completo tratando de escapar y ahora están rodeados por los nativos que los persiguieron. Alan intenta asustarlos con una pistola de bengalas como último recurso. Durante la conmoción, Faye es capturada por los Ya̧nomamö. Alan insiste en que intenten rescatarla, pero Mark continúa filmando mientras ella es desnudada, violada en grupo, golpeada hasta la muerte y decapitada. Los Ya̧nomamö luego localizan y matan a los dos últimos miembros del equipo mientras la cámara cae al suelo. Perturbados por lo que han visto, los ejecutivos ordenan que se quemen todas las imágenes. Monroe sale de la estación, preguntándose "quiénes son los verdaderos caníbales".

 

Deodato concibió la premisa de la película mientras hablaba con su hijo sobre la cobertura periodística del terrorismo de las Brigadas Rojas. Deodato pensaba que los medios se centraban en retratar la violencia con poco respeto por la integridad periodística y creía que los periodistas preparaban ciertos ángulos de las noticias para obtener imágenes más sensacionalistas. Los medios italianos estaban simbolizados por el comportamiento del equipo de filmación en Holocausto caníbal, cuya representación también estuvo influenciada por las obras de Gualtiero Jacopetti, un documentalista del que Deodato era fan. A Jacopetti y su socio, Franco Prosperi, se les atribuye la popularización de las películas Mondo, género de documental, con su primer lanzamiento, Mondo cane. Las películas Mondo se centraban en contenido sensacionalista y gráfico de todo el mundo, incluidas las costumbres locales, la violencia, la sexualidad y la muerte. Deodato incluyó contenido similar en Holocausto caníbal, como violencia gráfica y muerte de animales, y el documental que se produce en Holocausto caníbal se asemeja a una película de Mondo. La escena de Monroe bañándose desnudo en un río y la escena de un rito de aborto forzado también se han señalado como similares a escenas de la película de Mondo de Antonio Climati, Savana violenta.

 

El guion incluía múltiples escenas que no llegaron al corte final de la película, incluida una escena en la que un grupo de Ya̧nomamö le corta la pierna a un guerrero Shamatari y se lo da de comer a las pirañas en un río. Esta escena debía tener lugar directamente después de que el equipo de Monroe rescatara a un grupo más pequeño de Ya̧nomamö de los Shamatari. Se intentó filmar esta escena, pero la cámara submarina no funcionó correctamente y las pirañas eran difíciles de controlar. Como resultado, Deodato abandonó sus esfuerzos.

 

Varios miembros del elenco y del equipo se sintieron incómodos con el contenido gráfico de la película, en particular la matanza genuina de animales. Yorke describió el rodaje como de "un nivel de crueldad desconocido para mí" e inicialmente no estaba seguro de si estaba participando en una película snuff. Cuando se le pidió a su personaje que matara a un cerdo frente a la cámara, Yorke se negó, dejando la tarea a Luca Barbareschi. Yorke había viajado con el cerdo al set y sintió que había formado una relación con el animal. Cuando se filmó, el impacto emocional de escuchar el chillido del cerdo hizo que Yorke arruinara un largo monólogo, y las repeticiones no fueron una opción porque la producción no tenía acceso a cerdos adicionales. Kerman se opuso de manera similar a la matanza del coatí y salió furioso del set mientras se filmaba su escena de muerte; había presionado repetidamente a Deodato para que dejara ir al animal en los minutos previos a la filmación. Pirkkanen lloró después de filmar el asesinato de una tortuga, y los miembros del equipo vomitaron fuera de cámara cuando un mono ardilla fue asesinado para la película.

 

Los yanomami llamaron la atención mundial gracias al antropólogo Napoleon Chagnon, cuyo trabajo describía a los yanomami como "el pueblo feroz" que vivía en un constante estado de guerra. Según Chagnon, la violación y la violencia doméstica eran comunes en la cultura yanomami cuando realizó una investigación de campo. Estos hallazgos fueron cuestionados por otros antropólogos y la reputación de Chagnon fue devastada por el libro Darkness in El Dorado: How Scientists and Journalists Devastated the Amazon de Patrick Tierney, aunque se cuestionó la precisión de Darkness in El Dorado. El libro sirvió de base para el documental Secretos de la tribu. Hay pruebas de que Clerici utilizó la obra de Chagnon como base para el guion de Holocausto caníbal. Los verdaderos pueblos indígenas de Brasil cuyos nombres se usaron en la película, los Ya̧nomamö y los Shamatari, no son enemigos feroces como se retrata en la película, ni ninguna de las tribus es verdaderamente caníbal, aunque los Ya̧nomamö sí participan en una forma de canibalismo ritual post mortem].

 

La escena del empalamiento de la película fue una de varias escenas examinadas por los tribunales para determinar si la violencia representada fue simulada o genuina. Diez días después de su estreno en Milán, “Holocausto caníbal” fue confiscada por orden de un magistrado local, y Ruggero Deodato fue acusado de obscenidad. Como todas las copias debían ser entregadas a las autoridades, la película se estrenó en otros países como el Reino Unido mediante subterfugios. En enero de 1981, durante la presentación de la película en cines en Francia, la revista Photo sugirió que ciertas muertes representadas en la película eran reales, lo que habría convertido a “Holocausto caníbal” en una película snuff. Aunque se ha rumoreado que Deodato fue acusado de asesinato, no hay evidencia de que las autoridades italianas creyeran que este fuera el caso. Ni Deodato ni los productores de la película fueron acusados ​​de asesinato.

 

Banda sonora compuesta íntegramente por el compositor italiano Riz Ortolani, a quien Deodato solicitó debido al trabajo de Ortolani en “Mondo Cane”. A Deodato le gustaba particularmente el tema principal de la película, "Ti guarderò nel cuore", se le dio letra y se convirtió en un éxito pop mundial bajo el título "More". La música de tiene una variedad de estilos, desde una melodía suave en el "tema principal", hasta una partitura triste y fluida en "Mujer crucificada", y pistas más rápidas y animadas en "Cameraman's Recreation", "Relaxing in the Savannah" y "Drinking Coco", hasta la siniestra "Massacre of the Troupe". La instrumentación es igualmente mixta, y va desde orquestas completas hasta electrónica y sintetizadores.

 

Si eres un director acaba de terminar de filmar la película de explotación más sensacionalista de la historia, trata de salvar la cara incluyendo al final un intento de presentarla como crítica social, haciendo el protagonista diga en voz alta: "Me pregunto quiénes serán los verdaderos caníbales", para luego enfocar los edificios de oficinas. Pues en realidad lo es Deodato, y todos los que han hecho posible este despropósito.

 

Se filmó principalmente en localizaciones en la selva amazónica de Colombia con un elenco de tribus indígenas que interactuaban con actores estadounidenses e italianos en su mayoría inexpertos reclutados en la ciudad de Nueva York.

 

Bazofia grotesca. Gloria Ucrania!!!

 

En 2006, la revista Entertainment Weekly nombró a Holocausto caníbal como la vigésima película más controvertida de todos los tiempos.